TSUNAGARI
"Conexión a nivel humano"
01.08
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Expectativa
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Estar en mitad del bosque era algo nuevo para Kagome, más aún en medio de la soledad en la que parecía encontrarse. La única vida que podía percibir en este momento era la de los pájaros que entonaban sus cantos completamente ajenos a ella que se abría paso entre los matorrales y la hierba alta. Por un momento creyó estar extraviada y miró atrás el camino que había recorrido. Todo le pareció igual. Se sintió abrumada y cautiva hasta que recordó que podía salir de esta realidad cuando lo quisiera. La comprensión de haberlo olvidado por un instante instaló la sensación de temor en un lugar de su corazón. Extendió la mano y tocó una de las hojas cercanas de un arbusto de los muchos que la rodeaban. Le dedicó su total atención y comprendió que podía definir cada detalle de textura y vitalidad en aquella hoja virtual. Recordó la información que había estado recopilando sobre los avances en este campo y el modo en que se esperaba conseguir en un futuro lo que ella ya estaba viviendo.
¿Cómo era posible?
Cerró los ojos en el momento en que dentro de ella la ansiedad le dio la mano a la desesperación. Kagome se recordó que estaba en este sitio por propia voluntad, y que podía dejar de venir cuando así lo decidiera. Sin embargo, la sola idea de cerrar para siempre la única puerta que conocía para estar con InuYasha le causaba un dolor que de tan profundo parecía oculto.
Abrió los ojos y pensó en que necesitaba algo que le sirviera como referencia en el espacio en que estaba si quería explorar el lugar y no comenzar desde cero. Giró en su posición buscando algo que pudiese identificar y suspiró cuando no encontró nada útil. Si esta era una realidad virtual, probablemente debía poder guardar un lugar de inicio y no comenzar siempre en el mismo puente por el que entraba a la ciudad y cruzar ésta para llegar hasta aquí. El graznar de un pájaro desvío su atención del camino y observó en la dirección desde la que venía el sonido que le resultó notorio por encima de los demás. Cuando comprobó que nada se aproximaba a ella desde esa dirección, volvió la mirada adelante para continuar.
Kagome se sorprendió al encontrar un enorme árbol que sobresalía en el bosque por encima de las demás copas. Tenía total seguridad en que aquello no estaba ahí un instante atrás. Además, el árbol le recordaba de forma inquietante al Goshinboku que había en el templo en que creció. La idea de que el espacio se modificara según sus necesidades quedó deambulando en su mente, sin embargo no quiso hacer caso a ese pensamiento, al menos no de momento, y se encaminó en dirección a ese árbol.
La hierba y los matorrales no eran menos densos en esta dirección, así que tardó un poco en cruzar por entre el bosque. Kagome notaba una cierta expectativa a medida que daba pasos en esa dirección y cuando finalmente pudo ver el árbol por completo, éste se mostró solitario y majestuoso en medio del claro en que se encontraba. Kagome experimentó la extraña sensación de haber perdido algo.
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Continuará.
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N/A
TSUNAGARI comenzó siendo una especie de queja sobre lo artificial y el modo en que somos engañados creyendo que aquello que vemos es creación humana y no algo hecho por un programa, ya sean ilustraciones o textos. Lo cierto es que como me suele suceder con las historias éstas van mutando y me muestran el camino para seguir escribiendo. TSUNAGARI no es la excepción.
Espero que la disfruten y que me cuenten en los comentarios.
Anyara
