Capítulo 18: Sei y Rei
—Necesitamos llevar a su bebé a una incubadora—Dijo el doctor tan pronto nació Sei.
—¿Qué? ¿Mi bebé necio enfermo? —Kirishima dijo algo preocupado.
Llevaron al pequeño bebe de cabellos rubios como el papá de la castaña. Las enfermeras prepararon a los bebés y al más pequeño lo pusieron en una incubadora para ser trasladado a terapia intensiva.
—¿Qué tiene mi bebé? —Uraraka estaba bastante asustada, no había podido siquiera cargar a Rei.
—Su bebé está bien, pero necesita estar a la incubadora porque tiene 8 meses de gestación.
—Si eso ya sabía, pero porque solo Sei—Uraraka dijo asustada.
La prepararon para pasarla a un cuarto, ella estaba muy asustada no sabía que pasaba, si sabía que tenía 8 meses de embarazo casi 9 pero, porque solo a uno de sus hijos.
—Sus hijos nacieron con un mes de diferencia.
—¡¿Qué?! —La castaña estaba algo preocupada.
—A ver, no entiendo, ¿Nuestros hijos no nacieron a los 8 meses? —Kirishima estaba algo preocupado.
—Sí y no. Verán, sucede que muchas veces una mujer que está embarazada d semanas continua ovulando sin que se dé cuenta, y si la mujer no está consciente de que está embarazada y continua teniendo relaciones puede quedar nuevamente embarazada. Uno de los dos bebés llegara a término de nueve meses, mientras que el otro bebé llegara a los ocho meses.
—¿Pero está bien? ¿Tendrá complicaciones? —Kirishima estaba asustado.
—Lo tendremos en observación esta noche, y mañana por la mañana le haremos algunos estudios.
—Quiero estar ahí—Uraraka insistía.
—Señora, tiene que descansar el día de hoy, su hijo está en buenas manos—El doctor estaba preocupado también por la salud de Uraraka.
—Puedo estar yo...puedo estar con nuestro bebé—Kirishima pregunto preocupado.
—Claro señor, pero ¿Quién se quedará con su esposa?
—Mi mamá vendrá pronto—Menciono Uraraka.
Kirishima le dio un beso en la frente a Uraraka y se preparó de su esposa para ir en busca de su hijo menor. En el pasillo encontró a Masaru y a Mitsuki, llegaron con una bolsa de regalo y con dos globos.
—¿Ya nacieron? —Pregunto Masaru con dos globos.
—Si...pero...
—¿Están bien? ¿Ochako-chan está bien? —Mitsuki dijo preocupada.
—Si, ellos están bien, pero el bebé más pequeño está en la incubadora...
—¿Por qué? —Preguntaron al unisoné los mayores.
—Uno de los dos bebés nació prematuramente—Kirishima como pudo les explico lo que el doctor les había dicho, Mitsuki estaba preocupada. Pero confiaba que el bebé saldría bien.
Kirishima llego cuando estaban limpiando a su bebé para meterlo a la incubadora, estaba llorando mucho, estaba muy rojo.
—¿Puedo cárgalo un poco? Para ver si se calma un poco—Kirishima dijo preocupado. Las enfermeras le dieron al pequeño con cuidado, Kirishima estaba con un cubre bocas y con un gorro quirúrgico—Hola campeón—Dijo con lagrimitas en los ojos—Tienes que calmarte y ser fuerte, muy muy fuerte, para que puedas estar pronto con mamá y con tu hermanito, conmigo también—Kirishima le arrulló un poco a su bebé, pero no pudo calmarlo.
Las enfermeras lo metieron a la incubadora, el pequeño necesitaba descansar, estaba agotado por todo lo que había vivido, pero aun así no dejaba de llorar. Los doctores y las enfermeras hicieron algunos estudios para ver si se encontraba bien, fueron estudios rápidos.
—Doctor—Dijo algo avergonzado Kirishima—¿Puede...ah...hacerme un estudio de paternidad con mis bebés?
El doctor pensó que tal vez, Uraraka había engañado a su esposo, y que por eso quería saber ese resultado.
—Por favor que todo se mantenga en discreción—Pidió Kirishima. El doctor acepto.
Kirishima fue a buscar a Mitsuki para poder hacer las pruebas de paternidad, y le dijeron que estarían los resultados al día siguiente.
Uraraka no podía dormir por estar pensando en su bebe. A la mañana siguiente fue primero a ver a su pequeño Sei, se encontraba dormido, pero estaba muy inquieto, quería abrazarlo y quería tenerlo con ella. La enfermera llego con su otro bebé para que pudiese darle de comer. Quería estar con los dos al mismo tiempo, pero no podía por esa maldita caja de plástico.
De repente los dos bebés comenzaron a llorar desesperadamente, Uraraka no sabía que hacer o cómo reaccionar, comenzó a hacerle mimos a Rei quien tenía en sus brazos, y comenzó a tocar la incubadora para que estuvieran también tranquilo.
You are my sunshine, my only sunshine [Eres mi sol, mi único sol]
You make me happy when skies are gray [Me haces feliz cuando el cielo está gris]
You'll never know, dear, how much I love you [Nunca sabrás, querida, cuánto te amo]
Please don't take my sunshine away [Por favor, no me quites el sol]
Uraraka comenzó a cantar para que se calmaran un poco, lloraban, pero no funcionaba. Una enfermera llego para ayudarla.
—¿Podemos ponerlos juntos? —Pregunto Uraraka un poco preocupada por sus bebés.
—Podría funcionar—Dijo la enfermera.
La enfermera coloco a los dos bebes en la misma cuna y se buscaron el uno al otro para calmarse y dormir pacíficamente otra vez. Uraraka comenzó a llorar por la hermosa imagen que estaba viendo, y maldecía por no tener a la mano su teléfono celular, lo había dejado en la habitación.
Mitsuki llegó temprano con Kirishima a recibir los resultados, el doctor le dio varios sobres, Kirishima estaba nervioso porque tenía miedo de que ninguno de los dos bebés fuera de él, pero aun así no iba a dejar sola a Uraraka por nada del mundo.
—No te preocupes Eiji, no importa el resultado, Masaru y yo vamos a apoyarlos—Dijo Mitsuki dándole un poco de confianza.
—Lo único que yo temo...es que ninguno de los dos sea mis hijos—Kirishima estaba nervioso cuando abrió el sobre.
Abrió el sobre junto con Mitsuki y vio el chico de cabellos rojos que Sei no era su hijo, Mitsuki puso una cara de felicidad, involuntariamente, por saber que ella era abuela del pequeño Sei.
—Mitsuki—Dijo bastante serio Kirishima—No importa que Sei no sea mi hijo, yo lo criare y lo cuidare como si lo fuera, no le faltara nada.
Mitsuki ante las palabras de Eijiro le dio un abrazo mientras derramaba pocas lágrimas. Después de aquel abrazo, vio que Eijiro estaba igual que ella.
—Chico tonto, no llores, ambos son tuyos, tú vas a ser el mejor padre.
—Lo seré—Dijo Kirishima aguantándose las ganas de no continuar llorando.
Después de descubrir que ambos niños se necesitaban el uno al otro para dormir, ponían en la cuna de Sei por pocos minutos al día al pequeño Rei. Estuvieron varias semanas ahí, hasta que el doctor los dio de alta y fueron los cuatro a casa.
Tsuyu y Hagakure, habían hecho limpieza en el departamento de la pareja al ver que se iban a quedar varias semanas en el hospital. Tsuyu era experta en bebés por cuidar mucho tiempo a sus hermanitos menores, así que sería de gran ayuda para Uraraka durante las primeras semanas. Pero ella no estaba del todo sola, su madre y Mitsuki iban varias veces al día a ayudarle mientras Eijiro iba a trabajar.
Un día de sorpresa llegaron los padres de Kirishima, el chico de cabellos rojos no estaba, solamente se encontraba Uraraka con Hagakure ayudándole a Uraraka, y fue cuando se preguntó Uraraka en el futuro, como les explicaría a sus hijos que tenían seis abuelos. Aunque no estaba muy segura de que Mitsuki fuese abuela de alguno de sus hijos.
Sobre ese tema nunca hablaron la pareja, porque silenciosamente, habían acordado en que solamente serían ellos dos sacando de sus vidas a Bakugo, y que podrían decir simplemente que Mitsuki era amiga de la familia, una tía lejana o algo así.
Bakugo por su parte vivía una vida difícil en el extranjero, más que nada por el idioma, si había pasado la entrevista para una agencia de héroes en Inglaterra, nuevamente tenía que empezar, pero sus pensamientos nunca estuvieron claros. Después de que se marchó no volvió a tener conocimiento de Kemy, ni de los abogados de la chica, ahora era una mancha oscura en su pasado.
—Deberías volver para navidad—Dijo su padre una vez que tuvieron una llamada.
—No creo poder, tengo trabajo—Respondió Bakugo—¿Cómo esta mamá?
—Está mejor, pero sigue muy preocupada por que casi no le llamas, de hecho, se pone celosa porque solo hablas conmigo—Rio un poco Masaru.
—Iré para año nuevo, lo prometo.
Pero eso nunca paso, no fue en año nuevo, se había convertido Bakugo en uno de los mejores en el ranking inglés, de los primeros 20 en pocos meses. Estaba cumpliendo sus sueños, sí, pero no era feliz.
No había ido ese año, no tanto por trabajo como le hacía creer a su padre, sino que no quería encontrarse a Uraraka y a Kirishima, no sabía cómo enfrentarlos después de un año. Había escuchado un día en una llamada a su padre la voz del pelirrojo, parecía que convivían mucho con sus padres. Y en otra ocasión había escuchado el llanto de un pequeño bebé, algo que le rompió el corazón.
Quería conocer al bebé de Ochako, quería saber si era suyo o no, pero sabía que Uraraka y Kirishima lo rechazarían y no le permitirían saber nada. Así que en silencio albergaba esos sentimientos dolorosos.
Cuando Uraraka fue nuevamente a trabajar dejaba a sus pequeños con Mitsuki o con su madre, quien ya vivía en la ciudad, algunas ocasiones los dejaba con su suegra Kana, la mamá de Eijiro, ya que iba al menos una vez al mes a visitarlos.
—¿No has vuelto a tener noticias de Katsuki? —Pregunto Kana una tarde que se encontraba preparando la cena para él y para Ochako.
—No, se fue, y no tengo idea de que paso con el—Hubo un silencio incomodo—Mamá...tengo que decirte algo.
—Te escucho querido—Dijo su mamá sin siquiera voltear a verlo.
—Sei...no es mi hijo...es hijo de Katsuki—Hubo otro silencio incómodo.
—No digas eso—Dijo su madre saliendo de la cocina con una cuchara en mano.
—Pero es...
—Aunque las pruebas de ADN digan lo contrario Sei es tuyo, tú lo has cuidado y le has dado amor incondicional. Y si algún día Katsuki vuelve y quiere hacerse responsable de Sei, déjalo, pero ese bebé es tuyo también.
Kirishima comenzó a llorar por lo que su madre le había dicho, tenía razón, tenía mucha razón en lo que decía, si Katsuki un día quería conocer a Sei, él sería bien recibido.
—Kacchan—Bakugo escucho un día mientras paseaba por el centro de Londres.
Era inconfundible la voz del chico pecoso, volteo y el pecoso iba corriendo hacia él. Deku había crecido un par de centímetros y sus músculos habían crecido también, al igual que el, aunque siempre fue un poco más alto que Deku.
—Sabía que eras tú—Dijo con su típica sonrisa.
—¿Qué demonios haces aquí? —Bakugo estaba algo incómodo y asustado por la presencia del chico.
—Tsuyu y yo vinimos de luna de miel.
—¡¿Te casaste con la rana?!
—Kacchan no le digas así—Deku dijo avergonzado.
—Esa es una buena noticia. Todo mundo se está casando—Eso último lo dijo más para el que para el pecoso.
—¿Cómo has estado? Supe por Kahanage que viniste a Inglaterra.
—Así que la enana abrió el pico.
—Ah...solo dijo su padre le había dicho.
Conversaron un poco cordialmente, preguntando sobre sus vidas de héroes, mas no sobre sus vidas personales.
—Ellos te esperan. Aun te esperan—Deku dijo sin filtros.
—Yo no puedo verlos a los ojos.
—Kacchan... ¿Fuiste tú el que...tú sabes...Kemy y tú? —Katsuki no dijo nada tan solo bajo la mirada.
—Fue un error...ella me engaño.
—Pero porque no le dijiste a Kirishima y a Uraraka.
—Nunca me lo perdonarían.
—Como lo sabes, ellos han sufrido por ti todo este tiempo—Deku apretó los puños—No me quiero meter en tu vida, ni en la vida de ellos, simplemente quiero que ninguno de los tres sufra son mis amigos y quiero lo mejor para ustedes.
—Siempre con esos sentimientos de amistad—Katsuki dijo con una risa irónica.
Prometieron volver a verse, pero eso nunca paso. Ni Tsuyu ni Midoriya les dijeron a sus amigos sobre el encuentro del pecoso y de Bakugo, no querían que su paz se perturbar.
Al tercer año de estar en Inglaterra, la agencia para la que había postulado le dijo que desistirían de sus servicios, pero Bakugo obtendría una indemnización bastante grande y tendría una carta de recomendación abierta para entrar a cualquier agencia, e inclusive podría trabajar como independiente con esa carta.
—Volveré un día después de mi cumpleaños—Dijo Bakugo a su padre en una de sus tantas llamadas.
—Me alegra escuchar eso, te esperamos aquí.
Bakugo armo nuevamente sus maletas y vendió algunas cosas que no podía llevarse a casa y emprendió nuevamente el viaje a Japón. No tenía a donde llegar y le había dicho a su padre que si le permitía vivir ahí una temporada en lo que volvía a arreglar su vida. Masaru estaba feliz, y le dijo que Mitsuki también había aceptado su decisión.
Abrió la puerta de su casa y vio un enorme cartel de feliz cumpleaños, la mesa decorada con superhéroes, y ¿Dos niños corriendo? Salió un poco de su casa y si era su casa, pero que hacían dos niños pequeños en su casa.
—Abu...extraño—Dijeron los dos pequeños al unisonó corriendo a dentro de la casa.
—Yo no soy un extraño yo vivo aquí—Dijo Bakugo entrando a la casa.
Siguió a los niños que entraban a la cocina, y ahí se encontraba su padre, estaba poniendo bebidas en unos vasos de cartón.
—Abu...el extraño entro a casa—Decían los niñitos.
—No me digas que tú y la bruja se pusieron a jugar mientras yo no estaba—Dijo riendo Bakugo, pero su padre no rio—¿Qué ocurre?
—Katsuki...yo...
Y escucho como algo se caía detrás de él.
—Mami—Dijeron los dos pequeños, Bakugo volteo y se encontró con que Uraraka había dejado caer un bol de papas fritas.
—Tsuki—Dijo con temor Uraraka.
Bakugo cayó en cuenta de que Uraraka no había tenido un bebé si no que había tenido dos, un niño de cabellos negros y un niño de cabellos rubios, ambos con los ojos rubís como los de él y Kirishima.
Mis estrellitas, estamos llegando a la parte final, quedan poquitos capitulos, espero les guste, los estare leyendo.
