Capítulo 19: Tres años

Uraraka estaba paralizada viendo los hermosos ojos rubís de Bakugo, era algo completamente indescriptible, había cambiado un poco, su rostro había cambiado un poco haciéndose más varonil, su cuerpo también cambio, era más alto y más fuerte.

Ella también había cambiado en esos tres años, su cuerpo era más delgado y tonificado, su cabello había crecido hasta sus pechos, y su rostro, su bonito rostro no había cambiado para nada...tal vez sí, se veía más hermosa que nunca.

—Mami, estaño entro a casa—Dijo el pequeño de cabellos negros mientras el pequeño rubio se escondía tras las piernas de su madre.

—No es extraño—Dijo la castaña arrodillándose hasta la altura de los dos pequeños—Es el hijo de abu y nana—Bakugo se sintió nervioso.

Los niños se pararon frente a él y el pequeño de cabellos negros le dijo hola.

—Fue nuestro cumpleaños, abu y nana hacer fiesta—Dijo el pequeño Rei ante Katsuki que no pudo decir nada.

—Vengan pequeños porque no vamos a buscar a Tsumi-chan, ella quería jugo—Dijo Masaru tomando en brazos a los dos pequeños que rieron muy contentos.

—Abu el mejor, veda Sei—El chico de cabellos rubios tan solo asintió ante la alegría de su hermano.

Bakugo estaba nervioso al ver aquella escena, Uraraka se quiso ir de ahí inmediatamente, pero Bakugo la jalo del brazo.

—Suéltame, tengo que ir con mis hijos—Dijo ella con una cara de pocos amigos.

—Tenemos que hablar, tengo que hablar contigo y con Eiji—Dijo casi desesperado Bakugo.

—Tú y yo no tenemos nada de qué hablar, tu tomaste la decisión de largarte y dejarnos solos, así que vete.

—Es la casa de mis padres no me puedes correr—Menciono desesperado Bakugo.

—Pues no te vayas, pero no arruines el cumpleaños de mis bebés—Uraraka dijo zafándose del agarre de Bakugo.

—¿Cuándo? —La castaña lo vio con cara de intriga.

—¿Cuándo qué?

—¿Cuándo es su cumpleaños? —Bakugo dijo nervioso.

—19 de abril—Escucharon una voz en la pequeña cocina, voltearon los dos y se dieron cuenta que en la puerta estaba Kirishima con los ojos cristalinos—Un día antes de tu cumpleaños.

—Eiji—Menciono nervioso Bakugo.

Y fue en ese momento en que recordó todos los buenos momentos que había tenido con ellos, el primer beso con Kirishima y el primer abrazo que la castaña le dio, pero esos recuerdos eran opacados por la sombra de su pecado.

—¿Por qué...—Eijiro estaba a punto de llorar cuando Uraraka lo abrazo—¿Por qué Kats...por qué te fuiste? —Uraraka podía escuchar el corazón latir mil por hora de su esposo que la abrazaba con fuerza.

—Perdónenme...

—Perdonarte...—Uraraka lo paro en seco—Perdonarte después de lo que nos hiciste...

—Mochi déjame...

—No...No tienes nada que explicarnos...te fuiste, nos abandonaste y dijiste que si yo no hubiera entrado a tu vida...

Bakugo escucho perfectamente como su corazón se partía en mil pedazos al escuchar esas palabras de los labios de Uraraka, los tres lloraban en silencio en esa cocina, eran muchas emociones juntas, Kirishima quería abrazarlo, y pedirle una explicación, pero las palabras no salían con tanta facilidad.

—Se llaman Sei y Rei—Escucharon nuevamente una voz y era la de Mitsuki—Lamento no haberte dicho que vendrían a festejar su cumpleaños aquí—Mitsuki no podía ver a su hijo, no después de todo lo que paso.

—Mamá... yo...

—Si quieres quedarte a la fiesta eres bienvenido, pero por favor—Mitsuki le dio una mirada retadora—No hagas llorar a mis nietos...ellos se merecen tener un bonito cumpleaños.

¿Sus nietos? ¿Los dos eran sus hijos? O acaso...¿Sus padres los querían como si fueran sus nietos? No lo sabía, pero después de aquellas palabras la pareja se marchó de ahí dejando a madre e hijo solos.

—Puedes quedarte a dormir en tu antigua habitación. No te echaré...pero por favor no arruines el cumpleaños de mis nietos.

—Mamá... ¿Son mis hijos?

—No—Dijo saliendo por la puerta—Solo uno de ellos es tuyo...Sei.

Bakugo se sorprendió al saber que tenía un niño pequeño, y que ese hijo tenía ya tres años. Bakugo aún no los distinguía, pero sabía que en las familias de Uraraka y Kirishima no había personas con cabello oscuro, si no castaño, como el de su padre. Entonces dedujo que su hijo era aquel niño tímido de cabellos rubios.

Subió sus maletas a su habitación, estaba limpia pese a que ya no vivía ahí, y poco después escucho que alguien tocaba su puerta.

—Kaachan, soy yo—¿Deku estaba en su casa? Bakugo abrió la puerta con desgano, no sabía a qué había ido—La tía Mitsuki dijo que estabas aquí.

—Llegue hace poco—Menciono mientras volvía a su maleta y sacaba su ropa.

—¿Los viste? ¿Viste a Uraraka y a Kirishima?

—Sí, intente hablar con ellos, pero...

—Están lastimados, les rompiste el corazón—Dijo Deku con su típica calma de siempre.

—Lo se...sé que hice muchas cosas que no debí...pero...vi a los niños.

—¿Qué? —Deku estaba nervioso ante eso.

—Son unas lindas bolas con patas—Bakugo sonrió sin que Deku se diera cuenta, pero el chico pecoso sabía que le habían agradado por el tono de voz que tenía.

—Sí, juegan mucho con Tsumi.

—¿Quién demonios es Tsumi?, El viejo también la menciono.

—Es mi...bebé—Bakugo volteo sorprendido ante aquella declaración—Y de Tsuyu...

—Entonces te reprodujiste—Bakugo dijo sorprendido.

Todos estaban creciendo, y lo hacían sin él, todos estaban teniendo hijos y formando bonitas familias... pero el...él había sido tan cobarde de dejar a su hijo y a su novia embarazada, y dejar a su novio porque sentía vergüenza de lo que había hecho. Bakugo se dio la vuelta y continúo desempacando, no podía ver el rostro de nadie.

—Kaachan...

—Sé que es lo que tengo que hacer, pero ninguno de los dos confía en mí. Nadie lo hace...ni mi madre...

—La tía Mitsuki solo esta triste, porque te fuiste, me lo dijo. Ella no quería que te fueras.

—Nadie quería, pero... ¿Qué demonios podría decirles para que me crean?

—La verdad, solo eso, quiero decirles que paso y por qué tomaste esas decisiones.

Deku tenía toda la maldita razón, pero no sabía que decirles realmente porque ellos no querían escucharlo, bueno al menos la castaña no quería escucharlo, así que tendría que tendría que hablar primero con Kirishima. Después de esa breve conversación decidió estar encerrado en su habitación, no quería arruinar la fiesta de su hijo y de su hermanito.

Pero sentía mucha hambre, no sabía hasta que hora se irían los invitados para asaltar las sobras de comida. Tocaron la puerta y era su padre quien llevaba un plato de comida y un refresco.

—Deberías bajar a comer—Dijo con una tranquilidad.

Bakugo tomo lo que llevaba Masaru y lo dejo pasar.

—No, no quiero incomodar a nadie, es la fiesta de los niños y realmente no quiero que Ochako y Eijiro se sientan mal solo con mi presencia.

Masaru entendió, pero le dolía que estuviera ahí encerrado como un animal castigado. Así que se quedó un poco con él. Bakugo estaba en su escritorio comiendo el sándwich que habían hecho.

—Así que nacieron el 19.

—Sí, el día que te fuiste de aquí—Masaru dijo un poco triste—Sei estuvo un tiempo en la incubadora, pero ya está mejor, el doctor dice que tendrá unos problemas en la vista, pero es algo que no se solucione.

—¿Ocupara lentes?

—Es posible—Bakugo dio otro mordisco a su comida, pero se sentía cierta tensión en el ambiente.

—¿Cómo son? —Masaru volteo a verlo sorprendido, no pensaba que le hiciera esa pregunta.

—Son muy traviesos, y más cuando están juntos, Rei dice que cuando tenga su quirk se convertirá en héroe como su papá. Sei es más tranquilo, le gusta dibujar mucho y le gusta ver caricaturas de héroes.

—¿Sei es mi hijo? La bruja lo dijo.

—Si, Kirishima quiso saber quién de los dos era su hijo, y Sei resulto que no lo era.

Pasaron largo tiempo hablando sobre los pequeños hasta que escucharon que los pequeños le hablaban desde el piso de abajo.

—Son muy apegados a ti ¿Verdad?

—Es que tu mamá y yo los cuidamos por las tardes, en lo que Ochako y Kirishima llegan a casa.

—Gracias por cuidarlos—Dijo Bakugo antes de que su padre saliera de su habitación.

Bakugo trato los días siguientes de hablar con Uraraka o Kirishima, pero los dos huían de el por alguna razón, razón que sabía más que de sobra. Durante esa semana no llevaron a los niños con sus padres, también sabía cuál era el motivo. Esa misma semana fue directamente a la agencia de Best Jeanist a quien le conto todo lo que había ocurrido, y por qué había sido el motivo de su renuncia y de su viaje al extranjero.

—Sí que eres un tonto—Bakugo no se pudo ni siquiera defender, sabía que todo era en picada desde ese momento—Un escándalo así cualquiera lo supera. Nadie sabía de tu relación con ellos dos.

—Pero...sabía que Uraraka y Kirishima saldrían lastimados en todo eso.

—Si terminarían lastimados y tal vez te perdonarían en unos cuantos meses. Pero ¿Crees que tan fácil te perdonaran por que los abandonaste con dos bebés? —Bakugo no respondió—Como sea, te acepto de vuelta, pero con muchas condiciones.

Best Jeanist lo acepto con la condición de que arreglara esa situación ya que él no quería escándalos en su agencia. También otra de las condiciones seria que tendría un tiempo de prueba indefinido, eso que quería decir, que no iba a estar en misiones grandes y solamente se dedicaría a patrullar, algo que no le agrado mucho al rubio. Otra de las condiciones era que no iba a tener un departamento como lo había tenido cuando vivía con Kirishima y Uraraka, estaba bien hasta cierto punto, porque sus padres lo estaban apoyando, pero en cuanto pudiera rentaría un departamento, y la lista de condiciones seguía y seguía.

—Best Jeanist—Dijo la recepcionista por el intercomunicador.

—Dime que ocurre.

—Red Riot acaba de llegar al edificio, le informo como me lo pidió.

—¿Y a donde se dirige?

—Fue directo a los vestidores, según la agenda tiene patrullaje temprano.

—Gracias Ayane—Bakugo vio el rostro de su superior y solo le hizo una seña con los ojos para que se fuera.

Kirishima llego a los vestidores, había poca gente, que lo saludaron entusiasmado, pero Kirishima lo ignoro, después sus compañeros se fueron y Kirishima también se quiso ir, pero Bakugo lo detuvo.

—Por favor Bakugo, no hagamos esto más difícil.

—Escúchame, y escúchame por favor una sola vez en tu vida, si después de lo que te diga te quieres ir o quieres golpearme, matarme, lo que tú quieras por favor hazlo, pero necesitamos hablar. Solo escúchame, no me tienes que creer, solo escúchame.

Kirishima acepto escucharlo, Bakugo no sabía cómo expresarse, y le conto todo lo que pasó desde el primer día, incluso las partes que no quería decir las dijo, tenía que hablarles con la verdad, no podía verlo a los ojos después de todo lo que dijo.

Hubo un silencio incomodo, y estaba realmente preparado para lo peor, para que le gritara, para que lo golpeara, para que le dijera que saliera de su vida, pero de repente escucho el sollozo de Kirishima, el chico estaba sin playera (apenas se iba a poner su traje de héroe) llorando mientras se sentaba en una de las bancas de ahí,

Bakugo se sentó a su lado y lo abrazo, Kirishima se volteo a abrazarlo con fuerza, el pelirrojo no sabía que hacer realmente, no dijeron nada por muchos minutos en lo que el pelirrojo se tranquilizaba. Bakugo levanto el rostro del chico para limpiarle las lágrimas, estaba sonrojado.

—Es...es verdad...todo...

—Es verdad, el video que salió en televisión y el que les enviaron.

—¿Cómo que les enviaron?

—Si Kemy amenazo con enviarlo a ustedes dos, y el día que me fui lo envió.

—A mí no me llego nada, solo lo vi por la televisión.

—¿Ochako lo vio?

—No lo sé, no sé si lo vio, me hubiera dicho—Hubo una duda de parte de los dos chicos.

Inconscientemente Kirishima tomo la mano de Bakugo, cada vez que estaba nervioso Kirishima hacia eso, Bakugo recordó perfectamente la primera vez que hizo eso y fue el día que se confesaron su amor, pero esta vez estaba confesando una traición. Ese día en particular Kirishima no le dijo nada sobre si le daba su perdón.


Mis estrellitas, una de las ideas originales era que terminando este fic iba a hacer uno donde los gemelos y Tsumi estuvieran en la UA y Bakugo tuviese problemas con Sei, asi que la pregunta es ¿Saco ese fic? Ustedes que dicen, apoyarían ese fic?