Capítulo 20: En busca de tu perdón.
Kirishima y Bakugo se separaron ese día, el rubio no empezaría sus labores hasta dos días después, Pero la mente de Kirishima estaba en las nubes, por toda la historia que había escuchado, no sabía si darle un perdón o no.
Estaba muy confundido, como Kemy había hecho semejante acto, como ella engaño Bakugo y acostarse con él, y peor aún como es que nunca se enteraron.
—Ya llegué—Dijo entrando a su departamento después de todo el día, un par de torbellinos llego corriendo a la puerta.
—Papi—Decían alzándole los brazos.
Cansado Kirishima los levanto a ambos con una sonrisa.
—Sei, hizo dibujo nuevo—Rei decía emocionado.
—¿En verdad pequeña piraña? —El pequeño asintió—Entonces vamos a ver tu nuevo dibujo.
Kirishima entro a la habitación y vio la pared repleta de hojas con dibujos de muchos colores, en ella se veía el progreso del pequeño, ya no hacia dibujos deformes si no que ahora tenía una estructura un poco más definida para su edad.
—Wow es muy bonito—Dijo Kirishima cuando vio un hermoso arcoíris en la pared.
—Papi—Dijo el pequeño.
—Ya no tener crayones—Menciono el pequeño rubio.
—Eso sí que es un problema—Kirishima fingió preocupación—Mañana que regrese de trabajar iré a comprar unos nuevos ¿De acuerdo?
El pequeño estaba feliz porque tendría crayones nuevos, pero Rei estaba algo triste.
—¿Y a ti que te pasa pequeña piraña?
—Tiste—Dijo con un puchero.
—¿Tú también quieres colores nuevos?
—Ño.
—Entonces ¿Qué ocurre?
—Tiste po que no ir con Nana y abu
—Oh es por eso... es que Nana y abu tienen un invitado en la casa y no podemos molestarlos, será mejor esperar.
Rei hizo un puchero, pero se llevó a los dos niños al comedor para cenar, fue una cena algo incomoda, pero Uraraka no insistió. Uraraka lavaba los trastos cuando Kirishima llego por la espalda y hundió su rostro en su cuello.
—¿Pasa algo? Has estado muy callado desde que llegaste.
—Hable con Katsuki—Dijo sin miramientos, Uraraka dejo de hacer lo que estaba haciendo.
—¿Y qué dijo?
—Me hablo sobre Kemy...y sobre un video que supuestamente nos mandó—Uraraka se tensó—Fresita...hay algo que necesites decirme—Uraraka no respondió—Fresita...
—Está bien—Uraraka se secó las manos y volteo hacia Kirishima, pero no lo vio directamente a los ojos—Hace tres años, antes de que nacieran los gemelos recibí un video por line, era de un número desconocido, pero la foto de perfil era de Kemy, en el video estaba ella y Bakugo teniendo relaciones, él la tenía en cuatro y ella veía a la cámara. Venía con la fecha de un día antes de que Bakugo se fuera.
—¿Y por qué no me dijiste?
—Por qué no sabía si era Kemy quien lo había mandado, o Bakugo con un número nuevo, con la foto de perfil de ella. Me enojé tanto que no dije nada. Pero ese mismo día por la noche vi el mismo video en las noticias, solo que recortaron el rostro de Bakugo.
—Él me dijo que ella lo había engañado, haciéndolo creer que eras tú, y amenazado con que nos diría.
—Bakugo no es un niño pequeño, Bakugo sabe lo que hace, y si se quiso ir esa fue su decisión no fue bajo amenaza—Dijo molesta Uraraka.
Kirishima tomo su rostro forzándolo a que lo viera.
—Dime que ya no lo amas—Uraraka desvió la mirada y se mordió el labio inferior—Por favor, dime que no lo amas y que ya lo olvidaste después de tres años—Kirishima insistía—Porque, aunque me duela sigo sintiendo algo por él y por ti, como el primer día. Como esos días en los que dudaba que mi amor estuviese fragmentado. Cuando lo vi aquel día en la fiesta de los niños mi corazón se aceleró, como cuando tenía 17 años. No lo he podido olvidar.
Uraraka vio que su esposo comenzaba a llorar nuevamente y la abrazaba, ella no podía negar que tenía los mismos sentimientos que su esposo, pero su coraje por él la cegaba, ella creía fielmente que era una mentira, que, si los había engañado, pero que había sido por su propia voluntad.
Pocos días después se encontraba en el departamento de Midoriya y Tsuyu, desde que dejo de llevar a los niños a casa de Mitsuki, Tsuyu, los recogía de la guardería junto con Tsumi, pero ese día no pudo más y se quedó más tiempo.
—Tal vez sea verdad kero—Dijo Tsuyu.
—Por qué lo dices.
—Cuando me case con Izuku se lo encontró en Inglaterra, no sé de qué hablaron exactamente, pero dijo Izuku que parecía demasiado arrepentido de lo que había hecho.
—¿Y por qué dijo todas esas cosas hirientes? ¿Por qué dijo que cuando llegue a sus vidas había arruinado todo?
—Si yo hubiera hecho algo así, hubiera dicho cualquier cosa para herir y que se olvidaran de mí, kero—Tsuyu se veía bastante segura.
Uraraka ahora dudaba, no sabía si creerles o no. Kirishima llego por la noche, diciendo que había visto nuevamente a Bakugo, él le comento que los sentimientos que tenía por ellos dos no habían cambiado, pero Uraraka dudaba demasiado. Al día siguiente le pidió de favor a Mitsuki que, si recogía a los niños de la guardería, y que si los podía llevar a comer, tenía que hablar con Bakugo. Mitsuki acepto gustosa al escuchar eso, estaba segura de que las cosas se arreglarían.
Los gemelos estaban contentos de volver a casa de nana, como ellos le decían, y vieron que Katsuki llego, estaba sudado y lleno de polvo, los tres se sorprendieron al verse.
—Niños, él es mi hijo Katsuki—Mitsuki los presento.
—Tú el estaño—Dijo Rei.
—No, ya no estaño, Tsuki—Menciono Sei, Bakugo sintió que el corazón se le salía al escuchar eso de su hijo, así era como Ochako lo llamaba.
Bakugo no sabía cómo tratar con niños, así que era un poco difícil. Se arrodillo frente a ellos y les dio la mano, porque no sabía que más hacer.
—Tienes manos grandes—Dijo Rei analizando sus manos.
—¿Tu héroe? —Pregunto Sei.
—¿Les gustan los héroes? —Pregunto con una voz amable Bakugo.
—Si—Dijeron al unísono.
—¿Y cuál es su favorito?
—Chalbo—Mencionó Rei.
—Deku—Dijo Sei.
Eso le causó un gran disgusto a Bakugo, mientras veía a su mamá que se reía.
—Sabes que esto es traición no, bruja—Menciono Bakugo casi en susurro.
—Lo sé—Dijo entre risas—Niños díganle porque esos héroes son sus favoritos.
—Chalbo, ser padrino de Rei.
—Deku ser padrino de Sei.
Quiso seguir con la conversación, pero la atención de los niños fue captada por la llegada de su abuelo.
—Abu, ¿Tsuki es héroe? —Pregunto Sei.
—Oh por supuesto que lo es—Los niños les brillaron los ojos y fueron directamente con Bakugo.
Los niños estuvieron mucho tiempo intentando que Bakugo les mostrara su poder, Masaru y Mitsuki veían una escena tierna, donde estaban los dos pequeños sentados al lado de Bakugo en el piso mientras él hacia chispas con sus manos. Mitsuki contuvo las lágrimas para que no la vieran, pero estaba segura de que así serian todos los días si Katsuki no se hubiera ido.
Después de un rato los abuelos les dijeron que irían a comer fuera, Bakugo no quiso ir estaba demasiado cansado, quería dormir un poco, cuando escucho el timbre de la puerta. Abrió con pesadez pensando en que sus padres habían olvidado algo cuando encontró a Uraraka con cara de pocos amigos.
—Mis padres se llevaron a los niños—Fue lo primero que dijo el rubio.
—Lo sé, yo se los pedí—Dijo entrando a la casa sin ser invitada—Vine a hablar contigo.
El rostro de Uraraka era duro, no tenía expresión alguna, Bakugo solamente la había visto de una manera similar en su primer año de preparatoria, cuando fue aquel combate en el evento deportivo. La castaña se sentó en el sofá y él se sentó a un lado de ella, no hablaron por varios minutos, era un silencio incomodo, Bakugo no podía ver a los ojos a Uraraka, no sabía cómo empezar a decirle las cosas.
—¿Por qué te acostaste con Kemy? —Fue lo primero que dijo la castaña.
—Ella me engaño, me hizo creer que eras tu.
—¿Qué acaso no conoces mi cuerpo como para confundirnos? —Bakugo estaba avergonzado, algo dentro de él le decía que no era Uraraka, pero al calor del momento no supo que fue lo que hizo.
Bakugo comenzó a contarle todo, con detalles, algo que el mismo odio, Uraraka no emitió ninguna palabra.
—No estoy buscando volver con ustedes, simplemente estoy buscando su perdón.
—Es difícil perdonarte—Dijo Uraraka sin siquiera verlo—Dijiste cosas tan horribles, me dijiste a mis cosas horribles—Uraraka parecía querer llorar, su rostro se estaba poniendo rojo.
Bakugo no sabía qué hacer ante esa situación, y quiso abrazarla para controlarla un poco, pero ella dio un manotazo furiosa.
—Te largas de aquí—Dijo entre llanto—Y vuelves después de tres años y quieres que no pase nada—Volvió a darle otro manotazo.
Bakugo entendió que ese llanto era toda la furia acumulada en ese cuerpo tan pequeñito, y entonces se escuchó nuevamente la puerta, Uraraka se limpió las lágrimas, pero su rostro seguía rojo. Bakugo se levantó del sofá y abrió la puerta, se dio cuenta de que era Kirishima.
—Mitsuki dijo que Ochako estaría aquí, así que vine por ella.
Bakugo lo jalo dentro de la casa y lo sentó en el sofá, se colocó de rodillas delante de ellos y tomo sus manos.
—Perdónenme—La pareja vio como comenzaban a brotar lágrimas de aquellos ojos rubís—Perdónenme, en verdad, sé que cometí muchos errores, sé que deje a mis hijos y que los deje a ustedes y me arrepiento de todo, me arrepiento de lo que hice con Kemy, me arrepiento de lo que te dije Ochako, me arrepiento de haberme ido de la casa—Bakugo apretó con fuerza las manos de ambos—Sé que nunca volveré a sus vidas...pero al menos quiero su perdón.
Era la primera vez que lloraban en frente de alguien, no le gustaba mostrar esa debilidad ante nadie, pero ya no podía más, ya no podía seguir aguantando ese dolor, sabía bien que los había perdido, pero quería su perdón, quería que lo perdonaran, más que nada porque se quería hacer responsable de su hijo.
Hubo otro silencio, Bakugo no quería levantar la vista, pero escuchaba un pequeño llanto de parte de los dos, todos se encontraban realmente mal, ahora aquella platica se había vuelto una situación sumamente incomoda.
Uraraka se levantó del sofá y se fue de ahí, la escucharon entrar al baño, Bakugo se quedó viendo como Kirishima tenía la nariz roja, eso le pasaba cuando lloraba.
—¿Tú me perdonas? —Pregunto el rubio.
Kirishima se levantó del sofá y lo forzó a levantarse, lo abrazo como si no se hubiese ido de ahí, como si siguiera ahí junto a él, su corazón estaba junto a él, de la nada Kirishima lo aparto tomo su rostro y le planto un beso. Había extrañado tanto los labios de Bakugo, había extrañado tanto sus abrazos, lo extrañaba tanto a él.
—Te perdono Katsuki—Dijo para después unir su frente con la del rubio.
Estamos en los capitulos finales mis estrellitas, ahorita que le estoy haciendo la correccion, realmente quiero hacer ese fic donde bakugo este con sus hijos y que ellos entren a la ua
