Eraserhead solo vio con ligera curiosidad la sombra que había pasado de un edificio a otro. La había notado de reojo y, por mera curiosidad, decidió seguirla. La forma tan natural en que el sujeto extremadamente bajo se hacía uno con las sombras de la noche llamó mucho su atención.
Para él, era claro lo que sucedía: un tipo disconforme con la justicia quería hacer un cambio por su cuenta actuando como un vigilante. Normalmente, lo dejaría pasar, ya que estos sujetos, después de su primera interacción con los criminales que usaban la noche para sus fechorías, solían abandonar su idea de ser justicieros.
Pero este sujeto era diferente. La forma en que se movía y se hacía uno con la oscuridad era sorprendente.
Primero creyó que era algo de su quirk, pero al intentar borrarlo no obtuvo ningún resultado, así que decidió seguir con su persecución, manteniéndose lo suficientemente alejado y oculto para no alertar al sujeto.
Al llegar a un callejón, su objetivo se detuvo.
Eraserhead se movió a un lado para también ver lo que sucedía en el callejón, seguro de que su objetivo no lo había notado aún. En el callejón, cuatro sujetos, matones de la Yakuza, trataban de intimidar a un viejo comerciante. Observó de reojo a su objetivo y, aunque estaba en contra de todo lo que creía, dejó que actuara para ver qué tan hábil era.
--¡Atrápenlo!--
Eraserhead escuchó la orden del aparente líder de los matones. Uno de ellos, claramente segado por su necesidad de impresionar a su jefe, se adelantó, creando escarcha en sus manos.
Vio a él pequeño vigilante que pareció no inmutarse por el sujeto.
--No sé qué seas, pero espero que tengas las habilidades para al menos entretenerme.-- dijo el matón, lanzando una pequeña bola de nieve que el vigilante esquivó con facilidad.
La curiosidad de Eraserhead incremento por la experiencia del vigilante qué con rapidez, sacó una cuchilla y contraatacó, lanzando un corte superficial al pecho del hombre y rápidamente lo neutralizar con golpes precisos, y no se detuvo ahi, ya que continuo con su ataque corriendo a los demás secuaces.
Ahora con algo más de luz pudo distinguir qué su objetivo no era un adulto bajo, sino no un niño, o un adolescente bajo. Claramente el cansancio se apoderó de el su su ligera torpesa al correr indicó algo.
Peor eso no lo detuvo ya que se lanzó contra los matones, esquivando con facilidad el ataque del quirk de uno.
La experiencia que mostró el vigilante desmentía su aparente corta edad. --Posiblemente estaba siendo entrenado desde una corta edad.-- pensó con ligera molestia mientras veía como neutralizo al otro sujeto con facilidad a pesar de mostrarse más hábil en combate.
--Lárgate y dile a tu jefe que este barrio ya no está bajo su control.-- dijo el vigilante con un tono frío y autoritario qué molesto y desepciono un poco a Eraserhead.
Era momento de intervenir y evitar que la soberbia de un novato dejara un criminal libre.
El muchacho lo había impresionado, así que sería un poco flexible con él, aunque, dejarlo libre con la condición de entrenarlo y convertirlo en un buen héroe.
Se movió rápidamente lanzando su bufanda de captura par evitar que el último matón se fuera. Se dejó caer en el suelo para hacer una entrada dramática, pero cuando volteo a ver a su objetivo este ya se había ido.
--¿Acaso se dio cuenta de mi presencia?-- pensó el héroe profesional mientras buscaba con la mirada algún rastro del joven vigilante. --Dejarlo ir fue una distracción para alejarse de mi.-- siguió con su línea de pensamiento mientras saco su teléfono para comunicarse con la policía.
Este vigilante era más hábil y listo qué el resto de vigilantes.
Bruce solo golpeó con fuerza el costal de boxeo. Su mente repasando lo que había pasado el día anterior.
Sus nudillos estaban algo ensangrentados por estar haciendo esto casi desde el amanecer. Se había despertado temprano decidido a incrementar su rutina de entrenamiento, necesitaba estar preparado lo más rápido posible para utilizar el manto de Batman nuevamente.
Batman, al principio había sido la máscara para lidiar con sus traumas, enfrentar la pérdida de sus padres, y a pesar de ya haber hecho las pases con sus demonios tenía que volver a usar la máscara solo porque un duendecillo de la quinta dimensión decido que será intretenido mandarlo a otro mundo.
Bruce solo golpeó con más fuerza el costal, ignorando el dolor de sus brazos.
Ya había hecho las pases consigo mismo, ya había aceptado su destino, ancisoso por él tan anhelado descanso eterno.
Pero ahora estaba aquí, varado en otro mundo.
Bruce golpeó el costal una vez más, su respiración pesada y su mente aún más cargada. El sudor goteaba de su frente, mezclándose con la sangre de sus nudillos. Cada golpe era un intento de liberar la frustración acumulada, de encontrar un sentido en este nuevo y extraño mundo.
Se detuvo un momento, apoyando las manos en sus rodillas, tratando de recuperar el aliento. Miró alrededor.
Bat-Mite había recreado con exactitud la baticueva como un burdo regalo de disculpa por haberlo traído a este mundo.
--Amo Bruce. Le recuerdo que no puede faltar nuevamente al colegio.--
La voz de Alfred se escucho por toda la baticueva, pero Bruce no reaccionó de la misma manera que hubiera reacciónado con habitualidad.
Bat-Mite no había reencarnado a Alfred como lo había hecho con el, simplemente había creado una inteligencia artificial con la voz de Alfred, lo cual era más que un insulto a la memoria de hombre que lo crió.
Pero Bruce no pudo hacer nada, por más que intento llamar al duendecillo, este no pareció.
Bruce se enderezó, su respiración aún agitada. La voz de Alfred resonaba en su mente, un recordatorio constante de lo que había perdido y de la burla que representaba esta inteligencia artificial. Miró alrededor de la baticueva recreada, cada detalle una réplica perfecta, pero sin el alma que hacía de la original su hogar.
Decidido a no dejarse vencer por la frustración, Bruce se dirigió hacia un botiquín para curar sus nudillos y solo se colocó unas bantitas, no eran de gran utilidad, pero no podía regresar a su casa con las manos vendadas. Inko solo se alteraria y le impedirá salir de la casa.
Podría escaparse, pero eso sería más trabajo, lo mejor sería mantenerse bien con su madre de este mundo.
Bruce se dirigió hacia la salida de la baticueva, su mente aún enredada en pensamientos oscuros. La inteligencia artificial de Alfred continuaba recordándole sus responsabilidades, pero Bruce sabía que su verdadera misión iba más allá de asistir a clases.
Al salir de la baticueva, Bruce inicio con una pesada carrera., su madre tardaría una media hora en despertar así que necetaba apresurar el paso. Sus piernas le empezaron a doler por empezar a correr sin un calentamiento previo, pero el simplemente lo ignoro.
Durante el trayecto Bruce se detuvo en un pequeño basurero fuera se una tienda donde preparaban celulares y más cosas.
Tal vez Bat-Mite podría restaurar su fortuna, pero no quería que el duendecillo siguiera alterando la realidad de este mundo.
Después de una rápida búsqueda en el basurero, Bruce saco unos circuitos, cámaras y un par de teléfonos que posiblemente podía recuperar.
Retomo su camino a su casa a la cual entro por la ventana del baño, al ver que su madre estaba caminando en dirección a su cuarto.
Al entrar, rápidamente ábrio la regadera, de todos modos se tendría que duchar, así que ya tenía una escusa del porqué se había levantado un poco más temprano de lo común.
Inko, detuvo de andar, curiosa al escuchar la ducha, se acerco al baño llamando a la puerta. --¿Izu Kun?--
--No me tardó mamá, solo me estoy dando una ducha rápida.-- Dijo Bruce mientras se desvestia.
Bruce dejó que el agua caliente de la ducha cayera sobre su cuerpo, relajando sus músculos tensos. Mientras el vapor llenaba el baño, su mente seguía trabajando, planeando su próximo movimiento. Sabía que no podía confiar en Bat-Mite para resolver todos sus problemas; debía encontrar la manera de adaptarse y sobrevivir en este nuevo mundo por sus propios medios.
Después de ducharse, Bruce se vistió rápidamente y escondió los componentes electrónicos que había encontrado en su mochila. Sabía que tendría que trabajar en ellos más tarde, cuando tuviera un momento a solas. Por ahora, debía mantener las apariencias y seguir con su rutina diaria.
Al salir del baño, Inko lo esperaba con una sonrisa. --Buenos días, Izu Kun. ¿Listo para el desayuno?-- dijo la madre regordeta.
Bruce asintió, forzando una sonrisa. --Sí, mamá. Gracias.-- Se sentó a la mesa y comenzó a comer, tratando de parecer lo más normal posible. Sabía que Inko se preocupaba por él, y no quería darle razones para sospechar que algo andaba mal, aunque esto no dejaba de ser demasiado extraño.
--Se que tu cumpleaños no es hasta hace unos meses, pero e visto que te a estado interesado la tecnológica últimamente.-- Dijo Inko con ligero nerviosismo, que rápidamente paso a ligera molestia. --Y también se que has vendido algunas cosas de tu colección. Pero no es necesario.--
Inko sacó una caja de su delantal. --Talvez no es el mejor, el más nuevo o el más caro. Pero te será de utilidad.--
Bruce solo vio el teléfono celular qué su madre le había regalado. Nuevamente se sintió extraño, había revisado las cuentas bancarias de Inko, y a pesar de ser un celular barato significaba un gran gasto para la mujer.
Bruce tomó el teléfono celular de las manos de Inko, sintiendo una mezcla de gratitud y culpa. Sabía que cada centavo contaba para ella, y este gesto, aunque pequeño, significaba mucho.
--Gracias, mamá. De verdad lo aprecio.-- dijo, tratando de sonar lo más sincero posible.
Inko sonrió, aliviada de ver que su regalo había sido bien recibido. --Ya agregue mi número, y esta agregado a mi línea.-- Dijo la mujer regordeta emocionada y acercándose a su hijo para mostrale algunas de las funciones que había logrado retener de toda la información que el vendedor le había dado.
Bruce, aun sintiendose extraño, solo escucho lo que la mujer decía y trato de poner su mejor sonría falsa cuando ella sugirió tomarse una selfie.
Después del desayuno, Bruce se dirigió a su escuela, de su nueva vida, asistir a a la escuela no era algo que llamara su atencion, de hecho lo aborrecia, pero alderaan high era el único lugar donde le permitieron usar una computadora. Aunque ahora tenía la supercomputsdora de la la batucueva, así que ya no tenía que preocuparse por ser discreto en ese sentido.
Los profesores pensaron que era para hecer tareas o algo relacionado para la escuela, Bruce realmente las uso para crear un pequeño programa que quería vender y segur con su plan inicial de obtener recursos.
Bruce se dirigió a la escuela con una determinación renovada. Aunque aborrecía la idea de asistir a clases, sabía que era un medio para un fin. Alderaan High le proporcionaba acceso a una computadora, una herramienta esencial para sus planes. Mientras caminaba por los pasillos de la escuela, su mente ya estaba trabajando en el código del programa que quería desarrollar.
Al llegar al aula de informática, Bruce se sentó en una de las computadoras y comenzó a trabajar. Sus dedos se movían rápidamente sobre el teclado, escribiendo líneas de código con precisión y eficiencia. Sabía que necesitaba crear algo innovador, algo que pudiera vender para obtener los recursos que necesitaba sin depender de Bat-Mite.
Mientras trabajaba, Bruce no pudo evitar recordar los días en que desarrollaba tecnología avanzada en la Baticueva original. Aunque las circunstancias eran diferentes, la sensación de crear algo útil y poderoso seguía siendo la misma. Sabía que este programa era solo el primer paso hacia la construcción de una nueva base de operaciones en este mundo.
Después de varias horas de trabajo intenso, Bruce finalmente terminó la primera versión de su programa. Era una aplicación de seguridad avanzada, diseñada para proteger dispositivos contra cualquier tipo de intrusión. Sabía que había un mercado para este tipo de tecnología, y estaba seguro de que podría venderla a buen precio.
Guardó su trabajo y se dirigió a su siguiente clase, su mente ya planeando los próximos pasos. Sabía que necesitaba encontrar un comprador para su programa, alguien que pudiera apreciar su valor y pagar lo que valía.
Su línea de pensamiento fue brevemente interrumpida por el intento de un chico de pelo ceniza para derribarlo pero Bruce lo esquivo y solo trato de segir con su caminata al aula pero un fuerte agarre en su hombro lo detuvo.
Bruce un poco guiado por su por su instinto y porque había decidido en cambiar la vida de Izuku solo agarro la muñeca de su atacante y con un lanzamiento de judo.
--Ya estoy cansado de tu maltro Bakugou.-- Bruce hablo con frialdad sorpendiando a los presentes qué vieron como el quirkles se defendía de su bully.
Bruce había investigado bien la vida de Izuku, en especial la de su bully. Katsuki Bakugou, antiguo amigo y ahora bully principal., aspirante a héroe.
Si las anotaciones de Izuku eran correctas, el quirk del niño era tan letal, y sabía manejarlo bien, pero también en la libreta tenía una página entera dedicada a varias formas de neutralizar al chico.
Tal y como la libreta lo indico, a pesar de que el chico podía hacer explotar su sudor, eso solo era en sus manos, y un poco en sus pies, así que sostuvo con fuerza la muñeca del niño manteniendola alejada de él para que las pequeñas explociones no lo alcanzan.
Bruce mantuvo su agarre firme en la muñeca de Bakugou, su mirada fría y calculadora. Los estudiantes alrededor observaban en silencio, sorprendidos por la repentina muestra de fuerza de alguien que consideraban indefenso. Bakugou, furioso y humillado, intentó liberarse, pero Bruce no cedió.
--¿Qué demonios crees que estás haciendo, Deku?-- gruñó Bakugou, sus ojos llenos de rabia.
Bruce lo miró directamente a los ojos, su voz baja pero firme. --Estoy cansado de tus abusos, Bakugou. Esto se acaba hoy.-- Con un movimiento rápido, Bruce soltó a Bakugou y dio un paso atrás, listo para cualquier represalia.
Bakugou, sorprendido por la fría e intimidante mirada que Izuku le estaba dirigiéndo, se quedó inmóvil por un momento antes de dar un paso hacia atrás. --Esto no ha terminado, Deku.-- dijo, antes de girarse y alejarse, sus puños apretados de frustración.
Los murmullos comenzaron a llenar el pasillo mientras los estudiantes comentaban lo que acababan de presenciar. Bruce sabía que había dado un paso importante, no solo para protegerse a sí mismo, sino también para cambiar la percepción que los demás tenían de él.
Al llegar a su siguiente clase, Bruce se sentó en su escritorio, su mente aún trabajando en los próximos pasos. Sabía que necesitaba encontrar un comprador para su programa de seguridad, pero también sabía que debía seguir construyendo su red de apoyo. La confrontación con Bakugou había sido un recordatorio de que no podía permitirse el lujo de bajar la guardia.
El resto del día en la escuela fue como siempre, aburrido, salvo historia, y un poco de biología, el resto de materias eran fáciles.
Al salir de la escuela, fue directo a la baticueva, un poco para evitar a Bakugou y sus secuases, aunque mayormente fue porque su madre llegaría al anochecer, así que aprovecharía él tiempo para entrenar, e iniciar otro programa de ciber seguridad.
Con un ligero trote, recorrió toda la distancia que había entre Alderaan High y la playa de Dagobah donde estaba la entrada la baticueva.
--Espero que haya tenido un buen día en la escuela amo Bruce.-- La voz de Alfred se escucho en la cueva, cuando Bruce entro.
La inteligencia artificial encendió todo, bajo el paso tranquilo de Bruce qué se acerco a la computadora central.
--Su reciente trabajo a llamado la atención de mucha gente, me tome la libertad de escoger las dos mejores ofertas para su programa.-- La ia dijo mientras mostró las dos ofertas. --I-Island, y UA. Ambas ofrecieron un millón de dolares por su software.--
Bruce se detuvo un momento, procesando la información. Sabía que tanto I-Island como UA eran instituciones de renombre, cada una con sus propias ventajas y desventajas. I-Island, conocida por su avanzada tecnología y recursos ilimitados, podría ofrecerle acceso a herramientas y conocimientos que serían invaluables para su misión. Por otro lado, UA, la academia de héroes más prestigiosa, le proporcionaría una red de contactos y aliados potenciales en el mundo de los héroes.
--Gracias, Alfred. Necesito tiempo para considerar ambas ofertas.-- dijo Bruce, mientras se sentaba frente a la computadora central. Sabía que debía tomar una decisión informada, una que no solo beneficiara su misión, sino que también le permitiera mantener un perfil bajo.
Mientras reflexionaba sobre las ofertas, Bruce decidió que era hora de continuar con su entrenamiento. Se dirigió al área de entrenamiento de la baticueva y comenzó una serie de ejercicios intensivos. Cada movimiento estaba calculado, cada golpe preciso. Sabía que debía estar en la mejor forma posible para enfrentar los desafíos que vendrían.
Después de una hora de entrenamiento, Bruce se detuvo para tomar un respiro. Su mente seguía trabajando, evaluando las posibles consecuencias de aceptar cada oferta. Sabía que debía actuar con cautela, pero también sabía que necesitaba los recursos que ambas instituciones podían ofrecer.
Decidido a obtener más información, Bruce se dirigió a la computadora central y comenzó a investigar más sobre I-Island y UA. Quería asegurarse de que tomaba la mejor decisión posible. Mientras leía, la voz de Alfred resonó nuevamente en la cueva.
--Amo Bruce, he recopilado información adicional sobre ambas instituciones. I-Island es conocida por su tecnología de punta y su capacidad para desarrollar innovaciones rápidamente. UA, por otro lado, tiene una red extensa de héroes y recursos educativos que podrían ser beneficiosos para su misión.--
Bruce asintió, agradecido por la información. Sabía que debía considerar todos los factores antes de tomar una decisión. Mientras continuaba su investigación, su mente seguía trabajando en los próximos pasos de su plan.
Esa noche, después de completar su investigación y entrenamiento, Bruce se sentó en su escritorio y comenzó a trabajar en otro programa de ciberseguridad. Sabía que debía seguir avanzando, creando herramientas y recursos que le permitieran enfrentar cualquier amenaza. Mientras escribía líneas de código, su mente seguía evaluando las ofertas de I-Island y UA.
Finalmente, después de horas de trabajo, Bruce se recostó en su silla, su mente aún llena de pensamientos y planes. Sabía que cada día en este nuevo mundo era una oportunidad para fortalecerse y prepararse para los desafíos que vendrían. Y con cada pequeño éxito, se acercaba un poco más a estar listo para enfrentar cualquier amenaza que se presentara.
La decisión sobre cuál oferta aceptar aún pesaba en su mente, pero Bruce sabía que, sin importar la elección, seguiría adelante con su misión. Porque, al final del día, él era Batman, y su deber era proteger a los inocentes y luchar por la justicia, sin importar en qué mundo se encontrara.
Fin del capitulo.
No se que hice, y me dio flojera revisarlo.
No espera grandes o elaboradas peleas, no soy bueno en eso, y solo escribo lo que se me va ocurriendo, al igual que mis demás fics esta historia no tiene nada establecido, así que como siempre estoy abierto a sugerencias.
