CAPÍTULO VII
VALEROSA PROMESA
(Dos años después)
El verde y crecido pasto bañado con el rocío de la mañana brillaba bajo la luz del sol. Rodeando los anchos caminos, las perfumadas flores daban un efecto agradable a la vista. Mayo había llegado, recordándoles con sus despejados cielos que habían sobrevivido a un invierno más. Y aunque era primavera, de cuando en cuando el viento arrastraba consigo el gélido de las altas montañas. Moviendo a su paso los abandonados cultivos y el dorado trigo, el cual ante su toque producía un bello silbido.
Si, valientes ellos y ellas habían logrado liberar la capital de su patria, echando poco a poco y en retirada a aquellos hombres provenientes del Norte.
Y aunque se sentían confiados, debían avanzar con cautela porque eran conscientes de que en cualquier rincón la muerte los acechaba.
Mas deseosos de esa tranquila vida, por primera vez en mucho tiempo bajaron la guardia.
"Qué hermoso es el sonido del viento sobre el trigo", expresó el joven Nikolai mientras que con sus maltratadas manos acariciaba las altas espigas.
"Bendita paz", otro añadió y recordando esa perdida infancia, hizo a un lado su arma y entonces se recostó entre ellas para disfrutar de esa sensación.
Maravillado, un chiquillo de cabellos negros sonrió; "Quizás mientras caminábamos la guerra termino y no nos hemos dado cuenta"
"Es verdad, quizás deberíamos detenernos y esperar por noticias", uno más opino.
Mina, la hermosa rubia que había dejado atrás su vida para seguir a su amado, sonrió llena de esperanza porque así fuera y entonces trajo el recuerdo de los felices días en los que ella estaba a su lado.
-Flashback-
El invierno había llegado, secando a su paso las ultimas flores que habían sobrevivido al otoño y a la batalla que en esas calles se estaba librando.
Ahí y apoyándose en el anonimato que la noche les proveía, de pie ante las ruinas de lo que había sido la capital, envuelto en su capote el pelinegro esperaba por alguien.
"Armand", como un susurro en la distancia alguien lo llamo, haciendo que se volviera.
"Baja la voz", expresó agradeciendo que sus compañeros estuvieran ya dormidos.
"Lo siento", replicó entristecida mientras encontraba refugio en sus brazos.
"Así tiene que ser", contesto con gran pesar. "Sabes que si ellos se enteran de que estamos juntos, nos separaran y entonces nos enviaran lejos"
"Por favor no digas eso"
"Es cierto, dejemos las preocupaciones para después", dijo contemplando el rasgado uniforme de su esposa.
"Aunque no me lo digas, puedo imaginar que es lo que estas pensando", avergonzada y con la cabeza baja murmuro.
"¿Qué?"
"Piensas que estoy hecha un desastre... mi rostro y mi cabello están sucios, sin embargo es algo que no puedo evitar"
"No digas eso, Mina. En todo caso estoy en la misma condición"
"Dime, Armand, ¿Qué harás cuando la guerra termine?", cuestiono su siempre bella esposa.
"Regresar a nuestro hogar", contesto él en tono bajo y sin soltar el amoroso abrazo.
"¿Crees que nuestro hogar sigue en pie?"
Ante su pregunta el joven se encogió de hombros; "¿Y qué si no es así?, volveremos a levantarlo"
"Tienes razón, esa debe ser la ultima de nuestras preocupaciones. Ahora aprovechemos el momento y busquemos un rincón donde podamos pasar la noche juntos... después de todo ha pasado mucho tiempo desde aquella mañana"
"Vamos", contesto el hombre y tomando su mano se perdieron dentro de una casi derrumbada construcción...
Tan absorta y perdida estaba la mujer en sus más íntimos pensamientos, que no escucho cuando uno de sus camaradas grito; "Una aldea"
"Es cierto, ahí hay una aldea"
"Eso significa que podremos encontrar comida", Nikolai grito y corriendo hacia los fértiles campos, se inclino para comenzar a cavar la tierra con sus desnudas manos. "Son patatas"
"Sabes que no deberías hacer eso, espera a que los rastreadores revisen", Haruka, quien por su valor se había convertido en su comandante, ordeno.
"No es necesario, esta limpio", emocionado exclamo y tomando una patata, la coloco a un lado para seguir cavando, hasta que en la distancia un disparo se dejo escuchar.
"Retrocedan, retrocedan", Haruka a fuertes gritos ordeno. "Prepárense para el ataque"
"Malditos perros, están ocultos en la estepa" enfurecido el tuerto Fiódor Matveyev murmuro al mismo tiempo que escupía y preparaba su arma.
"No toquen nada", oculta en algún sitio una mujer ordeno y luego hizo un disparo más.
"¿Quien se oculta?, sal antes de que mis hombres te disparen", el rubio ordeno.
Ante esa amenaza de entre el crecido pasto un hombre emergió, manoteando y sin poder hablar le hacía señas, como dándoles a entender que no lo atacaran.
"¿Qué quieres?"
Agitado el hombre levanto sus manos en señal de rendición.
"¿Dónde se oculta la mujer?", cuestiono el mal encarado Yakov, sin embargo el sujeto no pudo articular palabra. "Será mejor que te muestres ante nosotros, de lo contrario tu amigo pagara por tu impertinencia", dijo colocando el arma a la altura de su cabeza.
Atenta, la hermosa joven Masha observaba su alreedor y entonces señalo hacia el más alto de los abedules. "Ahí, ahí hay una persona"
"¿Dónde?"
"Ahí, esta oculta entre las ramas"
"No la veo"
"Ahí esta"
Ella tenía razón, ahí y bien escondido se encontraba su misterioso atacante, quien sabiendo que esos hombres no mentían, comenzó a descender.
"No disparen, esperen mi orden", el rubio dijo.
El atacante, envuelto en un pesado abrigo del Norte y con una negra cruz hecha de hierro en el pecho, caminó en su dirección, llevando las manos en alto y con la larga arma en su espalda.
Ante esa combinación de elementos, se escucho el cortar de cartuchos.
"No disparen, no disparen", una mujer de edad avanzada surgió de entre los escombros, exclamando a fuertes voces.
"Disparen, es una trampa", Yakov ordeno.
"No disparen", la mujer volvió a gritar embargada por el llanto. "No es un oficial del Norte, tan solo es una niña"
"Esperen mi orden", dijo Haruka al ver que la anciana se aproximaba.
"Me rindo", su atacante, quien había disparado y dado la orden de que no tocaran nada, expreso sonriendo.
"Es una espía de esos hijos de perra... están usando a las mujeres para ese propósito"
"No, no es una espía", la anciana sollozo sujetándose a él. "Dispareme a mi, pero no a ella"
"¿No?... Entonces dime que hace con ese maldito uniforme?", confundido Haruka mascullo.
"Llegaron tarde", dijo la chiquilla apenas y estuvo cerca de ellos, luego del rostro se limpio el molesto sudor.
"¿Eres un espía?"
"No"
"Miente, es una trampa. Ordena que disparen", volviéndose para con el rubio Yakov chillo.
"No lo soy", expreso la jovencita y luego se quito el pesado casco que llevaba en la cabeza, dándoles a entender con su acción que no había nada que temer.
"¿Dónde están todos?", aún apuntándole con sus armas, Haruka, su comandante, pregunto.
El hombre sin poder hablar, tan solo se limitaba a manotear.
"¿Qué le ocurrió?"
"No puede hablar, no desde... se llama Igor", contesto la joven mujer.
"¿Dónde están todos?", el comandante prosigio.
"Los hombres están muertos, algunos lograron huir hacia el bosque y unirse a las tropas civiles, sin embargo la mayoría fue capturada… los niños… se llevaron a las mujeres... Antes de irse quemaron la aldea no sin antes saquearla y envenenar la tierra. Por eso dispare al aire, para evitar que la tocaran... o de lo contrario las minas que dejaron habrían explotado"
"Señor, le juro que esos hijos de perra nos la van a pagar", Nikolai chillo.
"¿Dónde estaban ustedes cuando esos malditos llegaron?", molesta la anciana alzo la voz.
"Abuela, no digas eso", avergonzada y aún envuelta en ese maldito uniforme, la castaña interrumpió.
"Es culpa suya. Sino hubieran tardado tanto en venir, los niños y los hombres estarían vivos. Las mujeres estarían en casa"
"No, ellos no son culpables. Ellos estaban defendiendo la capital"
"¿Es tu abuela?", cuestiono Alexei.
"No, es la mujer más anciana de la aldea, la perdonaron por su edad, pero todos aquí la considerábamos nuestra abuela, después de todo nos vio nacer"
Molesto por lo que sus verdes ojos veían, Haruka frunció el entrecejo y señalando las ropas de la joven, hizo la obligada pregunta; "¿Qué haces con ese arma y ese maldito abrigo?... ¿Qué significa esa maldita cruz en tu pecho?"
La chiquilla sonrió orgullosa; "Son mías, señor"
"¿Tuyas?. Más bien creo que son de uno esos desgraciados, ¿No?"
La mujer inflamo el pecho en orgullo y sonriendo para ellos, satisfecha exclamo; "Eran, ahora me pertenecen", recordando como es que había logrado hacerse de esos objetos, aferro sus manos a su arma.
Desconfiado y sin apartarle la inquisidora mirada de encima, Haruka continuo con el interrogatorio; "¿Qué haces aquí?, ¿Por qué no huiste con los demás?, ¿Cómo te llamas?"
Emocionada la castaña volvió a dibujar una sonrisa en sus labios; "Me llamo Makoto, pero todos me llamaban Lita. No me fui porque sabia que ustedes vendrían. Y sabia que cuando lo hicieran tratarían de tomar las patatas. No era mi intención asustarlos, pero debía evitarles ese peligro... sé que están hambrientos, así que cocinare algo para ustedes"
Haruka negó con la cabeza y deteniendo su avance, trato de despojarla del arma; "Será mejor que me la des, yo te otorgare una de las nuestras para que con ella puedan defenderse"
La mujer frunció el entrecejo, sujentandola con fuerza; "No puedo dársela, señor. Ni aún siquiera a cambio de todo su armamento"
"¿Por qué no?", furioso chillo.
"Iré a cocinarles algo"
"Cuando yo hago una pregunta, quien me escucha esta obligado a responderme, así que será mejor que hables o de lo contrario te considerare un espía"
"Porque la necesito. Porque el desgraciado al que se la quite con ella asesino a mi hermano... y ahora voy a ir a cocinarles algo"
Así pues Lita caminó hacia el campo y entonces con sus desnudas manos comenzó a cavar la minada tierra.
"Oye, no deberías hacer eso", maravillado por la valentía de esa mujer, el joven Dimitri exclamo.
"Este trozo se tierra esta limpio, los vi marcharse en esa dirección", expreso mientras desenterraba aquellas verduras que servirían para preparar una buena sopa.
De esa forma por primera vez en mucho tiempo, aquellos hombres y mujeres disfrutaron de una buena comida.
Por su parte el rubio mantenía fija la mirada en Lita. Él, quien hacía tan solo dos años era un hombre noble, se había convertido en un sujeto huraño y desconfiado, tanto que si Misaki y su hijo lo vieran, lo desconocerían por completo. Sin embargo no era su culpa, su pena, la guerra y todo aquello que a lo largo de ese tiempo había atestiguado, lo habían endurecido.
"¿Cambiaste de opinión?', ¿Vas a darme tu arma?", burlón cuestiono.
"No, señor"
"¿Por qué no?", grito mientras se ponía de pie, atrayendo hacia él la atención de todos sus compañeros.
"Porque le jure a mi hermano que con ella lo voy a vengar. Le jure que con ella llegare a la capital... a Tremlín"
"¿A Tremlín?", riendo de forma burlona, aquellos oficiales preguntaron.
"Si, señor. Por favor llévenme con ustedes"
"No", el rubio resoplo.
"Señor, sé que ustedes vencerán y llegaran a la capital de esos desgraciados. Y quiero ir no solo porque se lo prometí a mi hermano, sino porque quiero ver sus rostros. Quiero conocer sus razones para haber actuado en la forma que lo hicieron"
Nada convencido, Haruka torció los labios. "Estos hombres y mujeres sirvieron en la capital, tienen bastante experiencia en combate. Aquí todos peleamos por igual, incluso las enfermeras. Y siento que tú tan solo serás una carga para nosotros"
Ante sus palabras Lita frunció el entrecejo; "¿Pongame a prueba?", reto.
"¿Qué sabes hacer?"
Molesta la joven preparo su arma; "Sígame, voy a mostrarle"
Entonces Lita corrió hacía el abedul para treparlo y una vez que lo hizo, se coloco entre las abundantes ramas y entonces desde esa distancia apunto hacia los grandes cristales que quedaban en la iglesia, a los cuales les disparo de forma acertada.
"¿Quién te enseño a disparar de esa forma?", sorprendido ante su nula experiencia en combate, el comandante cuestiono.
"Nadie, estuve practicando", orgullosa replico mientras descendía.
"Esta bien, puedes venir con nosotros... busquenle un uniforme para que se deshaga de ese", ordeno para con sus camaradas.
"Gracias, señor. Pero el abrigo lo llevo conmigo... he de llevar las cosas de ese desgraciado a Tremlín"
"¿Con qué propósito?", cruzando los brazos sobre su pecho, el rubio pregunto.
"El de llevarlo a su tierra, no quiero dejarlo aquí, contaminando la mía... además... hay solo una cosa que quiero pedirle a cambio"
"¿Qué es?"
"Quiero todas las municiones que podamos conseguir de ellos. Esta arma fue fabricada allá y nuestras balas no sirven en ella. Así que necesito todos los cartuchos que podamos recuperar"
"Será difícil cargarlos"
"Lo sé y no me importa, he de llegar a la capital con ellos", recordando su pena, furiosa contesto.
Fue así que la noche cayó, reuniéndolos frente al fuego mientras que unos cuantos alegres bailaban ante la interpretación de Fiódor Matveyev, quien emocionado tocaba la concertina que su abuelo Fiódor Nikoláyevich le había heredado y entonaba los versos que de su padre, Matvey Fiodorovich había aprendido; "A lo largo e la acera la tormenta de nieve cae, espera amada mía, deja que admire tu belleza y beba por ella"
"¡Oye anciano!, ¿Por qué tocas esa canción?, por si no lo has notado estamos en primavera"
"¿Y qué?, es la melodía favorita de Haruka", respondió continuando con ella.
Del otro lado Mizuno, la cirujano que había dejado su clínica para seguir a su amado Richard, se encargaba de atender al enmudecido Igor; "No tienes que preocuparte, te vas a recuperar. No tienes ningún daño"
"Amy, ven a bailar conmigo", dijo aquel alto y apuesto castaño para con ella, luego la beso en la mejilla.
"Iré en un momento, Kirill", ella contesto sonriendo.
"Esta bien, te estaré esperando", el hombre añadió haciéndole una seña.
Del otro lado un grupo de mujeres conservaba mientras que más allá y en completa soledad la castaña permanecía en silencio.
Mina, deseando conocerla un poco más, se acerco a ella.
"¿Cómo es que te uniste a estos hombres?", fue Lita quien primero hablo.
"Muchos son los motivos de nosotras las mujeres como para unirnos a ellos... el esposo de Masha murió en la capital, ella quiere vengarlo. Olya se unió porque su padre y su hermano están peleando en alguna parte. Aún no sé como es que la medico llegó a nuestras filas, pero en mi caso fue porque por la fuerza reclutaron a mi esposo y yo decidí seguirlo", contesto recordando aquel doloroso momento.
"¿Y dónde esta él?"
Ante su pregunta entristecida la joven Mina bajo la mirada.
"¿Murió?"
"En un principio los dos estábamos en otro regimiento y bajo las ordenes de otro comandante, juntos defendimos la capital. Varios meses después descubrieron lo nuestro y a mi me enviaron a esta unidad. Desde entonces no sé nada de él, sigo paleando porque espero reencontrarme con él"
"¡Vaya!, lo lamento mucho"
"¿Qué hay de ti?, ¿Cómo es que lograste conseguir esa arma?, ¿Qué significa esa cruz en tu pecho?"
"¿Recuerdas que dije que mi hermano había muerto?", entristecida cuestiono.
La rubia Mina asintió.
"Pues bien..."
-Flashback-
Y entonces la desesperación se apodero de todos ellos en cuanto aquellos hombres extranjeros arribaron.
Los tejados ardían y las armas no daban tregua a aquellos inocentes. Y entre los que intentaban huir, estaban la castaña y su hermano menor.
"Tenemos que llegar al bosque, ahí están las tropas civiles", llevándola de la mano, él dijo.
"*¿A dónde vas?*", cuestiono uno de esos demonios, quien con fuerza la tomo por la muñeca. "*Tu vienes conmigo*", ordeno.
"No", el chiquillo grito sin haber entendido su idioma, pero habiendo imaginado que era lo que tramaba. Así que interponiéndose entre los dos, forcejeo con él; "Suéltela"
"*No*", burlón contesto y luego con el arma lo golpeo en la cabeza, haciendo que la sangre brotará de la herida.
Confundido el joven cayó sobre el suelo.
Ante eso el oficial de negro uniforme rió y volviéndose para con la castaña, la abofeteo y luego la tomo por el cabello, arrastrándola hacia un cumulo de paja, donde la empujo.
"*Maldita perra*", chillo y entonces se echo sobre ella para consumar su atroz acto.
Ante el ataque la joven Lita se resistió, aunque el hombre fue más fuerte y volvió a abofetearla, haciendo que la sangre brotara y probara su metalizo sabor.
Confundida y a punto de perder la conciencia, una vez más intento defenderse. Y fue en ese preciso instante que observo a su hermano reincorporarse y acudír en su defensa.
"A mi hermana no", llorando chillo y entonces trato de apartarlo de ella.
El oficial sonrió y frente a la mujer, disparo en el pecho de aquel hombre que bien podía ser comparado con un niño.
Sacando las ultimas fuerzas que quedaban en ella, la castaña tomo un trozo de cristal, hundiéndolo en el cuello del asesino de su hermano...
-Fin flashback-
"Y así fue como los conseguí", contesto dibujando una corta sonrisa en su labios. "Desde ese día no me separo de mi Vasia"
"¿Vasia?", atónita la rubia Mina cuestiono.
"Deitter era el nombre de ese oficial, Vasia el de mi hermano. Así bautice este arma y he de llevarla hasta a Tremlín"
"¿Y la medalla?"
"Estoy segura de que ese hombre la recibió por lo que hizo en nuestras tierras, así que ahora me pertenece por lo que yo le hice a él... el abrigo también era suyo, son mi trofeo... y he de hacerme de todas aquellas medallas que caigan en mis manos", furiosa expreso...
Fue así que al amanecer llegó.
Vistiendo su nuevo uniforme, portando la extranjera medalla en él y con el arma en su espalda, Lita empaco el abrigo de Dietter en un macuto.
"No puedes irte, eres una niña", llorando la anciana se sujeto a ella.
"Tengo que hacerlo, abuela. Voy a vengar nuestra aldea, voy vengar a mi hermano, porque a él le jure que llegare a la tierra de su asesino", expreso decidida a todo.
"Es cierto, no puedo detenerte. Que Dios te acompañe a ti y a tus nuevos amigos"
"Lo hará, adiós Igor, adiós", emocionada y desde la distancia Lita grito mientras que en al aire agitaba su pilotka. "En cuanto la victoria sea nuestra volveré, se los prometo"
Fue así que Lita en compañía de aquellos hombres y mujeres, emprendió su camino hacia el Norte.
Notas de autor;
Feliz año nuevo para todos, muchas gracias por sus buenos deseos.
Como verán, ya presente la pena de cada uno de nuestros personajes principales, y las más grandes son la de Lita y Haruka. Ellos perdieron a alguien, aunque también podemos ver que Mina fue separada de Armand y no sabe si esta vivo o muerto. Y es por eso que en este punto les pregunto; ¿Continuo esta historia a dos tiempos para hacerla más corta, o la escribo capitulo por capitulo aunque nos tome más tiempo?
Kaiohmaru; Muy cierto, la guerra destruye y separa familias de ambos lados. No solo se pierde lo material y la muestra de ella es Haruka, que ya no es ese hombre bueno del principio.
Michelle; El único no culpable en esa familia era Fiódor, después de todo no pidió nacer ni mucho menos que sus papás fueran tan infelices solo por seguir juntos a causa de sus errores.
Isavellcota; Haruka perdió todo, hasta su nobleza. Si, es una historia aún más triste porque refleja una trágica realidad en la que los más inocentes sufren.
Kyoky; Así es, la vida de nuestros personajes cambio quizás para siempre, y vemos que la mayoría de ellos ya se conocieron bajo unas terribles circunstancias.
Tally; Hola, gracias por leer mi historia, espero y sea de tu total agrado.
