CAPÍTULO XXXV
NUEVA ILUSIÓN
(Hace varios meses)
Y luego de que el ejercito del Sur librara una de las más sangrientas batallas sobrevino el silencio, logrando hacía la madrugada su triunfal entrada en uno de los primeros poblados de la nación del Norte...
Reventando a su paso los pocos cristales que en las ventanas quedaban, furiosos aquellos hombres ingresaban en los hogares. Muchos de ellos considerando que había llegado la tan esperada hora de su venganza.
"Se han ido, todos los civiles se han ido"
"¿Y qué pensante?, ¿Qué nos estarían esperando para darnos una calurosa bienvenida?", riendo otro cuestiono.
Del otro lado y habiendo ocupado un campo de trigo, en ese silencio y disfrutando de esos minutos de paz, unos se veían a otros. Habían sido cuatro largos años los que tardaron en llegar, cuatro años en los que perdieron tanto.
"Es cuestión de semanas para que tomemos la capital", sin mucho animo Haruka señalo.
"Hace cuatro años este día lo veía muy lejano", cabizbajo expreso Kirill.
"En ese entonces en esta unidad eramos tres mil hombres, ahora solo quedamos cien", señalo la cirujano, lamentándose para sus adentros el no haber podido salvar a más.
"Mañana a estas horas, ¿Cuantos de nosotros estaremos vivos?", sin una respuesta certera, cuestiono la rubia enfermera.
"Si mañana muero, al menos me quedara el consuelo de que lo hice ensuciando su tierra", dijo la joven Masha.
"Siempre pensé que en cuanto llegara a sus ciudades estaría feliz, sin embargo me pasa todo lo contrario. Porque para lograrlo muchos de los nuestros tuvieron que morir", Olya murmuro.
"¿Cuantos de nosotros viviremos lo suficiente como ver nuestro triunfo?", pregunto Nikolai.
"Eso no importa, hermano. Con que uno de nosotros quede vivo para atestiguarlo, será mas que suficiente", lejos de imaginar que moriría a pocos pasos de ingresar en la cancillería, pero que viviría lo suficiente como ver su bandera en ella, señalo el pelinegro Alesei.
"El muchacho tiene razón", dijo el tuerto hombre.
"Habrá valido la pena", la castaña Lita añadió.
De pronto a sus espaldas un disparo se dejo escuchar, provocando que todos se volvieran con las armas en mano.
Entonces contemplaron a Yakov, quien llevaba a un hombre a rastras. "Miren lo que me encontré... parece un civil, pero más bien es un maldito espía", empujándolo en medio de sus camaradas, lo golpeo en el rostro.
"No soy un espía", el sujeto se quejo.
"¿No?... ¿Entonces por qué te ocultabas entre las sombras?", pregunto el tosco oficial.
"Porque deseo hablar con su comandante, señor"
"Habla", Haruka ordeno.
"Necesito de su ayuda, comandante. Por favor no me la niegue", juntado sus manos pidió.
"¿Mi ayuda?"
"Si, señor"
"Yo pienso que hay que dispararle, podría tratarse de una trampa", Yakov intervino.
"No, señor. Por favor no me mate". Contemplando el uniforme militar que llevaba la peliazul y sobre el cual pudo reconocer que pertenecía al cuerpo sanitario, se arrojo a sus pies; "Usted, usted tiene que acompañarme"
"¿Qué te pasa?", cuestiono ella al ver su desespero.
"No, doctora. Yo no necesito la atención. Desde esta tarde mi esposa esta en labor de parto y...", habría seguido hablando, sin embargo fue interrumpido por el comandante.
"¿Por qué no le pediste ayuda a tus amigos?. Hasta hace algunas horas estuvieron atendiendo a sus heridos"
"Porque incluso estaban reclutando a los niños para que defendieran la frontera. Yo tenía que quedarme con mi mujer. Además no me habrían escuchado"
"¿Y no nos tienes miedo?", burlón cuestiono Yakov. "Se dicen cosas terribles sobre nosotros. Algunas ciertas, otras no tanto"
Desconfiando en él, el civil del Norte negó con la cabeza. Mientras tanto el comandante lo contemplaba con atención, como buscando cualquier rastro de mentira.
"Por favor, venga conmigo. Le estaré eternamente agradecido"
"Esta bien", luego de un largo silencio finalmente Haruka volvió a hablar.
"Yo me opongo, podría tratarse de una trampa", Kirill expreso.
"No, le juro que no es así... puede matarme, pero por favor ayuden a mi mujer"
"Yo también me opongo. Considero que los suyos ya no deben nacer, de lo contrario en el futuro volverán a hacernos una guerra", Yakov escupió.
"Mina, Mizuno y Nikolai... vamos", tomando sus cosas e ignorando a los otros dos, Haruka dio la orden.
Fue así que esperando no atraer la atención de los demás, que los cuatro siguieron al hombre hasta un escondite subterráneo, el cual había sido construido durante la gran guerra.
Ahí oculta permanecía una veintena de civiles quienes ante la presencia de aquellos soldados y habiendo escuchado sobre la brutalidad con la que podían llegar a actuar, que entre ellos el pánico no se hizo esperar, sin embargo pronto se convencieron de que estaban ahí para ayudar a todo aquel que lo necesitara y sin importar que se tratara del enemigo...
Nervioso el sujeto fumaba en compañía del comandante y el rubio Nikolai.
"Confía, ella salvo a muchos de nosotros", ofreciéndole un cigarrillo más, Haruka señalo.
"Confió, señor, pero no puedo evitar estar tan ansioso"
Y fue luego de un rato que por fin se dejo escuchar un débil llanto, el cual atrajo la atención de los tres hombres.
"¿Ya... ya nació?", impaciente, el padre cuestiono.
Lejos de estar alegre por haber atestiguado el nacimiento de una nueva vida, Mina salio a su encuentro; "Dice la cirujano que ya puedes pasar", expreso callando y guardando en lo más profundo de su pecho un dolor que parecía olvidado.
Emocionado el hombre asintió y mirando al comandante, sonrió; "Ojalá y la guerra termine pronto. Desde el inicio estoy convencido de que ustedes vencerán"
Por su parte el rubio no respondió, y es que estaba inmerso en el recuerdo de la alegría que experimento la primera vez sostuvo a su hijo. "Nunca... nunca volveré a sonreír como él. Un hombre como yo es incapaz de dar vida", tratando en vano de olvidar lo que en todo ese tiempo estuvo obligado a hacer, pensó.
(Presente)
Terriblemente confundida y siendo presa de un pesado sopor, poco a poco la aguamarina fue abriendo los ojos.
"Esta despertando", escucho a una mujer hablar, sin embargo no pudo entender porque lo hizo en el extranjero idioma del coronel.
"¡Maldición!, ha vuelto a perder el conocimiento", nervioso Haruka replico.
Y ella habría seguido en ese estado a no ser por el doloroso pinchazo en su antebrazo, ante el cual volvió a recuperar la conciencia.
"¿Quién es usted?. Aléjese, no me toque", pateando para deshacerse del agarre que aquella oficial ejerció en ella, provoco que la aguja terminara rompiéndose, quedando incrustada bajo su piel.
"¡Demonios!", chillo la paliazul. "Sujétela con fuerza", pidió a lo que él rubio accedió.
"Cálmate", con tono enérgico él ordeno, sin embargo estaba tan nervioso, que no se dio cuenta de que lo hizo en su propia lengua.
"No me toque, ¿Qué es eso?", Michiru cuestiono viendo como la oficial, quien sin duda debía tratarse de un medico, de su brazo extraía la pieza. Luego y sin que le importara el dolor, en vano trato de escapar al agarre del hombre.
"Deja de moverte", el rubio dijo.
"¿Por qué quiere herirme?... mi bebé... no...", se quejo mientras la oficial le aplicaba lo que parecía ser un medicamento.
"Ya te dije que tienes que confiar, maldita sea", Haruka grito, liberándola poco a poco.
Ante el enojo del coronel la aguamarina asintió, aunque no significaba que se tranquilizaría. Y es que escucharlos comunicarse en esa extraña lengua la aterrorizo. "¿Me van a lastimar?", fue la obligada pregunta que la asalto. "¿La llamó para que me haga una cirugía?", pensando lo peor negó con la cabeza. "No, él no puede ser un monstruo, aunque me odie es su hijo"
"No tienes porque temer, esto lejos de hacerte algún mal te hará mucho bien. Y si es que estas gestando también le hará bien a tu bebé", preparando un nuevo medicamento, Mizuno dijo con gentileza.
Escucharla hablar de esa forma y en su propio idioma, a Michiru le inspiro cierta confianza.
"¿Me permites?", fue la pregunta que siguió.
"Por favor, mujer. Deja que haga su trabajo"
Asustada la joven asintió a lo que la cirujano procedió a administrarle el contenido de la ampolleta.
"Lo de antes era hierro, este es un multivitaminico"
El rubio, observando que la aguamarina parecía estar mas tranquila, la libero totalmente y luego se coloco a un lado de la cama. "Será mejor que las deje a solas, así podrán hablar con total naturalidad", de forma nerviosa jugaba con su pilotka.
"No, por favor no me deje", ella pidió. Él sin escucharla con presura salio de la habitación.
"Sabes que es mejor así. Esto requiere de privacidad", dijo la cirujano.
Si, con anterioridad Michiru las había visto en las calles, pero era la primera vez que conversaba con una oficial del Sur.
"Entiendo que estés nerviosa, pero no tienes por que tenerme miedo. Soy Mizuno, capitana y medico en jefe. Pertenezco al batallón que el coronel comanda y durante cuatro años he estado a sus ordenes. ¿Cómo te llamas?"
La joven bajo la mirada. "Michiru"
"Bien, Michiru. El coronel me ha explicado más o menos que es lo que te ocurre, pero ambas sabemos que es mejor que tú lo hagas. ¿Por qué piensas que puedes estar encinta?"
Titubeante la mujer abrió los secos labios; "Poco antes de navidad comencé a sentirme mal, tuve fiebre y nauseas. Últimamente he estado muy cansada"
"¿Qué hay de tu periodo?", fue la obligada pregunta.
"No me ha llegado, no desde hace varias semanas", apenada murmuro.
"¿Es la primera vez que te pasa?"
"No, pero antes lo atribuía al estrés. Ahora es diferente porque... estuve con él", jugando de forma nerviosa con la costura de la sabana, volvió a bajar la mirada.
"Entiendo", Mizuno asintió, comenzando a guardar su instrumental. "Sabía que el coronel algo ocultaba y siempre sospeche que se trataba de una mujer... no cabe duda, la mantiene como prisionera", recordando la mañana que él se presento con el rostro herido, la llevo a imaginar que era lo que había ocurrido. "Sabes que para confirmarlo tengo que hacerte la debida revisión, sin embargo ahora lo encuentro inconveniente. Así que si tú lo permites mañana vendré para llevarla a cabo, ¿Estas de acuerdo?"
Ruborizada Michiru asintió, y es que pese a tener miedo sabia que la necesitaba.
Por otro lado un nervioso he impaciente Haruka esperaba en el recibidor.
"¿Será que esta esperado un hijo?, pero que tonto soy por preguntarme eso, si es más que obvió", murmuro recordando las pocas por no decir casi nulas precauciones que tomo.
De pronto la puerta se abrió, dando paso a la cirujano.
"Dime, ¿Ella esta bien?, ¿Esta encinta?", sin casi aliento se encamino hacia ella.
"Ahora esta muy nerviosa, es imposible que en esas condiciones yo realice la revisión, pero por lo que refiere puedo decir que sus sospechas para nada son infundadas. Ella ha permitido que el día de mañana venga"
"¡Vaya!", rascándose la cabeza el rubio exclamo.
"Sea paciente, mañana tendrá todas las respuestas que necesita"
"Bien, te acompaño de regreso al edificio"
"No es necesario, Kirill esta afuera esperándome. Mejor vaya con ella, esta muy asustada", expreso y abandonando el lugar, negó con la cabeza. "Pobresilla, no debe ser fácil para ella nada de lo que le esta pasando. Espero y él sea bueno con ella"
"¿Todo esta bien?", cuestiono Kirill al verla tan callada.
"Así parece", se limito a responder. "Vámonos"
Mientras tanto y abrazada a sus rodillas, Michiru estaba más que pensativa.
"Si, puedo sentirlo creciendo dentro de mí", limpiándose las lágrimas que por sus mejillas habían corrido, murmuro.
Haruka ingreso con presura, ella al verlo en ese estado pensó que comenzaría a gritar y aún peor, que en ese instante la arrojaría a los peligros que en las calles aún abundaban.
Sin embargo se equivoco porque sentándose junto a ella, hablo con total calma. "¿Hace cuanto lo sabes?, ¿Por qué no me lo habías dicho?"
"Hasta esta mañana he sido consciente de ello. Pienso que debió ocurrir mucho antes de que usted abordara el tren, porque fue cuando comencé a sentirme así"
"Bien", simplemente replico y volviendo a dirigirse hacia la salida, cerró la puerta detrás de él.
Ante esa indiferencia la joven se abrazo a la almohada para dar paso al amargo llanto; "No... no hay ningún tipo de emoción en él... ni buena ni mala. ¿Qué es lo que estará pensando?"
(Tarde siguiente)
Y tal y como dijo hizo, siendo hacía las siete de la noche cuando la medico arribo para llevar a cabo su labor.
"Esto esta tardando mucho", murmuro Haruka, volviendo a cada instante la mirada hacia la puerta de la habitación que la aguamarina ocupaba.
Mientras tanto una nerviosa y asustada Michiru seguía las indicaciones de la peliazul.
"No cabe ninguna duda, calculo que estas entre la sexta y octava semana de gestación"
La joven respiro aliviada, y es que de último momento temió que sus malestares se trataran de alguna otra cosa.
Por su parte Mizuno se quedo en silencio, meditando lo que estaba a punto de decir. "Hay cosas que tengo que saber y digas lo que digas yo no le voy a decir a él, a menos que sea algo concerniente a tu salud y a la del producto, ¿Si?"
"Si"
"¿El bebé es del coronel?", fue la pregunta obligada.
La aguamarina asintió. "Si, él es el único hombre con el que he estado"
Imaginando las terribles condiciones en las que vivía, las cuales estaban lejos de ser como ella creía, Mizuno volvió a respirar profundo. "Entiendo que tu embarazo en estas circunstancias no es algo fácil de digerir, así que dime, ¿Él abuso de ti?, ¿Deseas conservarlo?"
Ante esas dos terribles preguntas Michiru negó con la cabeza; "No, él no abuso de mi y si, deseo conservarlo. Es mi bebé"
"De acuerdo, ahora voy a extraer un poco de tu sangre para analizarla y descartar cualquier infección", dijo a lo que ella accedió. "A partir de ahora tendrás que cuidarte mucho..."
Luego de unos minutos que para Haruka resultaron una eternidad, por fin la puerta se abrió, dando paso a la medico.
"¿Y bien?"
"Esta embarazada. Me ha dicho que el bebé es suyo"
"Por supuesto que lo es", replico dibujando en sus labios una sonrisa completamente diferente a cualquier otra.
"Tome una muestra de su sangre para analizarla. Hay una epidemia de sífilis y parásitos por toda la ciudad, me preocupa que pueda estar infectada"
El rubio negó con la cabeza; "Es imposible, soy el único hombre con el que ella ha estado"
"¿Qué hay de usted?"
"En mucho tiempo ella ha sido la única mujer con la que he estado, pero tienes razón. Haz lo necesario"
Tomándole la muestra a él, Mizuno expreso; "Coronel, no deseo entrometerme en sus decisiones, pero si en algo le interesa esa mujer y su bebé, tiene que hacer algo por ellos. A simple vista pude percatarme de que sufre una ligera anemia. Es algo que en el peor de los casos puede llegar a ser mortal"
"Ya perdí un hijo, no voy a perder otro"
Ante sus dolorosas palabras la cirujano se mordió los labios.
Luego de que la peliazul se marchara Haruka dirigió sus pasos hacia donde se encontraba la mujer y apenas iba a ingresar, fue asaltado por un violento escalofrió y un terrible pensamiento.
"¡Maldición!", chillo y empujando la puerta de la habitación, contemplo a la aguamarina, quien terminaba de vestirse. "Siéntate, sabes que tenemos que hablar", pidió de forma gentil.
"Coronel, sabe que usted es el..."
"No tienes que darme explicaciones, lo sé", dijo y luego bajo la mirada. "Pero hay una pregunta que quiero hacerte... y quiero que seas sincera"
Nerviosa ante ese semblante, ella asintió.
"Sé y acepto que no he sido un buen hombre contigo. Acepto que no hice otra cosa mas que aprovecharme de tu situación y que mas de una vez abuse de mi posición...", en ese punto guardo silencio. Temía a su respuesta. "Yo... entiendo que... ¡Demonios!", arrugando con los puños su pantalón, mascullo.
"¿Qué es lo que quiere saber?"
"Puedes aborrecerme todo lo que tú quieras y quizás pienses que es indigno de una mujer como tú estar esperando al hijo de un hombre como yo, pero... ¿Deseas conservarlo?... ¿Deseas que nazca?"
La joven asintió y sonriendo, dejo que unas cuantas lagrimas libres fluyeran; "Es mi hijo, ¿Por qué habría de pensar lo contrario?"
"No lo sé, quizás porque..."
"Usted no quiere que lo haga, ¿Verdad?", cuestiono pensando que si su respuesta era lo que ella imaginaba, aprovecharía algún momento de la madrugada para huir de él.
Ante esa pregunta el rubio sonrió y quedando a la altura de la joven, deposito un corto beso en su frente...
Notas de autor;
Tarde, pero aquí como todos los viernes ;)
En la otra historia cuando Katherine dijo que Haruka podría ser el papá del bebé, Michi respondió que era imposible, pero que si "él" hubiera sido quien abuso de ella dejándola en ese estado, ella amaría a su hijo. Luego Haruka le prometió que en su próxima vida tendrían uno (por eso reencarno así), Michiru le respondió que fueran cuales fueran las circunstancias en las que ese bebé naciera, ella lo amaría. El destino los escucho y los puso a prueba.
Kaiohmaru; Ninguno de los dos pensó en consecuencias y he ahí lo que les toco. Ahora va a andar más sobre protector con su Michi.
Michelle; Lo mejor de esta historia es que tendremos a pollito de regreso. Y yo también creo que Haruka no esta listo para volver a ser papá, ni Michiru, pero veamos como se desarrolla todo.
isavellcota; Ambos bien podrían rechazar a su bebé, sin embargo no lo hacen porque después de todo es su hijo, además representa una muy buena oportunidad para que ambos se acerquen más, aunque también es cierto que para ninguno de los dos es fácil estar en esa relación. Haruka ya no la ve como culpable, pero se niega admitir lo que siente precisamente por como la trato en un principio. Michiru no quiere aceptarlo porque piensa que Haruka esta en una relación formal y ella no significa nada :(. Tienes razón, el estado mental de muchos de quienes estuvieron en la guerra se quebranto luego de pasar por tanto. Que difícil debe ser para ellos tratar de retomar sus antiguas vidas.
Kyoky; Es verdad, Océano no la ha tenido fácil (ni siendo príncipe), pero al menos nunca le ha faltado el amor de su papá y su mamá, aunque ahora en esa cuestión si la tiene un poco mas difícil. En un principio Michi andaba triste porque quizás en la ciudad ya no quedaban niños, pero como vemos nuevos vendrán. Algunos producto del cariño, otros de la venganza, pero al final de cuentas son inocentes. La relación que mantienen es difícil de definir, por un lado no es oficial porque no se han sincerado, pero por el otro si, después de todo son exclusivos y se preocupan el uno por el otro.
EverlastingMyLove; Lamento mucho haberlo dejado en la mejor parte, pero hoy aquí sin falta. Desde que escribí que Haruka era papá pollo, no dejo de encontrarle parecido con kikiri boo XD. Pollito puede ser una buena oportunidad para que los dos se conozcan mas y quizás se sinceren y como vemos, ambos lo aceptan, aunque no son muy expresivos.
