CAPÍTULO LXVII

INTRANQUILIDAD

(Hace tres años)

Obedeciendo la orden de su nuevo superior, Mina se dirigió al otro lado del campamento, donde había sido instalada la improvisada clínica de la cirujano.

Y apenas levantó la cortina que dividía el interior del exterior, contempló a aquella muy ocupada peliazul de blanco uniforme.

"Pensé que no terminaría jamás", expresó mientras colocaba el último vendaje limpio en una caja. Notando la presencia de la mujer, se volvió hacia ella; "¿Quién eres?"

"Soy la oficial Aino, su nueva enfermera", haciendo el debido saludó, la rubia replicó.

"Mizuno, médico en jefe. Es un alivio que llegaras, hace una semana perdí a una de mis ayudantes…Tus documentos", pidió.

"Aquí tiene", expresó entregandolos.

"Veamos que tenemos por aquí… eres Mina Aino, veintiún años de edad… ¡Por Dios!, eres una niña en este infierno. ¿Hace cuanto estás en el frente?"

"Hace casi dos años"

"Antes que nada he de decirte que una vez que ingresas en mi territorio los rangos no existen y todos obedecemos a todos. Cómo sea, supongo que conoces las reglas, ¿Verdad?"

"Si. Por supuesto"

"Entonces no hay necesidad de que te las recuerde, sin embargo hay una serie de recomendaciones que he de hacerte a fin de evitar que cometas errores que terminen metiéndote en problemas… Sabes que este es un mundo de hombres y en meses no han visto una mujer que no sea yo o alguna de las que aquí estamos, así que te sugiero que seas cuidadosa con ellos porque o te pierden el respeto porque no aceptan que una esté en el ejército, o de mil formas trataran de convencerte para llevarte a la cama. No solo comparten penas, armas y covachas, a veces mujeres. La mayoría tiene parásitos, sífilis o ambos y pocos son los sanos. Así que piensa muy bien en las consecuencias antes de cometer una tontería, ¿De acuerdo?"

"Si, señora", ante la dureza y realidad que encontró en sus palabras, Mina expresó.

"Nada de señora, soy Mizuno", cambiando el tosco tono de su voz por uno más relajado, sonrió para ella.


(Presente)

De pie ante la única ventana de su habitación, Armand contemplaba el amanecer.

Del otro lado y aún dormida, su esposa no imaginaba la invisible tortura a la que él se sometía.

"¿Cuántos de ellos lo sabrán?, ¿Se burlaran de mi?", se cuestionó y entonces el vaso que sostenía ante la presión cedió, rompiéndose en finos cristales que terminaron por herirlo y despertarla a ella.

"¿Qué pasó?", sobresaltada cuestiono.

"No es nada, vuelve a la cama", contestó mientras tomaba su pañuelo para cubrirse.

"Estás sangrando y…"

"¿Crees que soy estupido?, ¿Piensas que no me he dado cuenta?", enfurecido gritó.

Ante ese inesperado cambio Alisa dudó.

"Voy a la enfermería. Necesitaré sutura"

"No es necesario, yo puedo hacerlo", amable ofreció.

"Olvidado", tomando la chaqueta de su uniforme, abandonó la habitación.


(Cerca de ahí)

Molesto, un capitán y un sargento bajo las órdenes del general Volkov ingresaron en uno de los edificios.

"¿Qué piensan estos idiotas?, ¿Que debe venir el mismo Volkov a darles órdenes?", masculló mientras avanzaba hacia un departamento en especial.

"Capitán", los otros dos soldados que previamente había enviado saludaron.

"¿Qué demonios pasa?", alzando el tono de su voz cuestionó.

"Ya llamamos a la puerta y nadie ha respondido, señor"

"Hemos concluido que quizás no se encuentran"

"Idiotas. Supongo que esos imbéciles se habrán quedado dormidos y por eso no fueron a trabajar", molesto masculló y alzando la mano, a fuertes golpes tocó. "Soy su capitán. Ya son las nueve de la mañana y tienen dos horas de retraso, ¿Que no piensan ir a trabajar?", en vano gritó. "Los pondré bajo arresto por desacató, serán los últimos en regresar a su hogar", anunció esperando que eso los hiciera atender, pero de nueva cuenta se hizo el silenció.

"¿Qué hacemos, señor?"

"Habrá que buscarlos en la prisión, en los hospitales y en última instancia en los lupanares, pero por ahora tumben esa puerta"

"A la orden, señor", dos de los oficiales respondieron, comenzando a golpearla con violencia.

Y una vez que cedió, los cuatro sujetos se cubrieron el rostro ante el fétido aroma que se apoderó del caluroso ambiente.

"¿Qué es esa peste?", el capitán chillo e ingresando en el recibidor, contempló tan grotesca escena.

"¿Qué ha pasado?", quitándose el gorro uno de ellos cuestionó.

"Eso habrá que investigarlo, vayan por el médico de la unidad", su superior ordenó.

Y fue luego de recibir el informe correspondiente, que por orden del coronel Pavlov, Ivanovich arribó al sitio indicado.

"¿Qué tenemos aquí?", cuestionó una vez que fue conducido dentro de aquella habitación.

"Ha sido el capitán y tres de sus hombres quienes los encontraron", el médico en jefe de la unidad señaló.

El capitán, fumando de forma nerviosa, se puso de pie ante él; "Los tres son sargentos, esta mañana no se presentaron a trabajar, así que envié a tres de mis hombres a buscarlos, pero al no obtener respuesta vine personalmente para que ver que sucedía… nos encontramos con que los tres están muertos"

Ivanovich asintió, avanzando hacia los cadáveres, siendo uno de ellos el sujeto que la noche pasada y en un solitario callejón se reunió con un civil.

"¿Cual es la causa de muerte?", fue la pregunta obligada.

El médico tomó la vacía botella de vodka para mostrarsela; "Esto, señor. Sin duda debió tratarse de una severa intoxicación"

Ante ello Ivanovich negó con la cabeza; "Hace semanas fue impuesta la prohibición de alcohol, ¿Sabe donde pudieron conseguirlo?"

"Ni idea, señor", el capitán replicó.

"Ordenó que los cuerpos sean revisados a detalle. Dictamine si la muerte se debió a una intoxicación causada por la bebida o a algo más"

"Sin duda es más que ilegal. Habrá que investigar de donde salio"

Ivanovich asintió; "Y yo se quien podrá ayudarnos"


(Del otro lado de la ciudad)

Haruka, observando el edificio y en especial el aula donde ella impartía su clase, esperaba poder verla a través de alguna de las ventanas.

" Debe estar furiosa, no puedo culparla", pensó.

Michiru, sin haber dormido casi nada, revisaba los documentos que más temprano le entregaron.

"¿Se encuentra bien?, profesora", notando que había algo que la afligía, una de sus pequeñas alumnas cuestionó.

"Si, por supuesto", contestó tratando de sonreír. Y fue entonces que observó a Hans, quien asomándose por la ventana alzó su mano, como saludando a alguien.

" Hola", el chiquillo expresó.

"¿Qué pasa, Hans?, ¿Viste a tu mamá?", cuestionó la aguamarina.

"No… Ahí está el soldado", emocionado el niño contestó.

"¿Qué soldado, si hay muchos?", tratando de hacer a un lado su tristeza, la joven rió un poco.

"Su novio", encogiéndose de hombros también sonrió.

Ante esas inesperadas palabras Michiru se puso de pie. "¿Mi que…?"

"El papá de su bebé, venga para que vea que no miento"

"¿Será posible?", sin casi aliento se cuestionó avanzando hacia la ventana esperando que fuera verdad.

Haruka, sabiéndose descubierto por el chiquillo, a prisa comenzó a alejarse.

"Demonios, espero y ella no me haya visto", expresó.

Por su parte y ante su ausencia, Michiru se mordió los labios.

"De verdad, él estaba ahí. No miento", dijo el pelinegro.

"Y yo te creo", replicó. " ¿Qué querra?, ¿Volver a humillarme?", apretando el puño muy molesta pensó.


(En la prisión)

Kozlov, sentado en la improvisada cama y sin encontrar qué otra cosa hacer, fumaba de forma compulsiva.

"¿A qué hora van a liberarme?", cuestionó por enésima vez.

"Cuando el general Volkov lo disponga", replicó el encargado del lugar.

"¡Demonios!, no debí venir, ahí nada me faltaba", murmuró pensando en la nación del emperador.

De pronto la puerta principal se abrió, dando paso a aquel hombre de lentillas ante el cual los demás oficiales saludaron.

"Sé quien eres, tú me pusiste en este lugar. Supongo que ahora vienes a sacarme, ¿No?", despreocupado Kozlov cuestionó.

Ivanovich avanzó hacia él; " Eso lo decide el general Volkov, pero el asunto que me trajo hasta tu celda es más importante"

"Hable"

Ivanovich camino hacia él y tomándolo por el uniforme, colocó su rostro muy cerca del suyo; "Le recuerdo que quien da las órdenes soy yo, usted limítese a responder, ¿entendió?", empujándolo lo liberó. "¿Desea que hable con el general y alargue su sentencia?"

"Ya le dije que no le hice nada a esa mujer, pero debí hacerlo. Así habría motivos reales para mantenerme en este agujero"

"No es ese asunto lo que me ha traído hasta aquí. El día que lo arreste usted y sus amigos bebían, así que dígame, ¿Dónde consiguió el alcohol?"

"Ya respondi esa pregunta"

"¿Dónde lo hizo?", enérgico Ivanovich volvió a preguntar.

"Ya les dije que hace varias noches lo obtuve de un oficial. Yo estaba de pie frente al teatro, ahí me abordó y me lo ofreció. Ni siquiera se su nombre"

"Capitán, por sus antecedentes ya ha quedado demostrado que usted es un mentiroso, así que volveré a preguntarle, ¿Dónde lo consiguió?"

"Le repito que de un oficial"

"¿Un oficial bajo las órdenes de Volkov, o de Mikhailov?"

"De Volkov", titubeante replicó.

"Entonces habrá que hacer la debida investigación", expresó dándole la espalda con intenciones de abandonar el lugar.

"¿Eso es todo?, ¿No me van a dar amnistía por ayudarlos?"

Por su parte Ivanovich lo ignoró.


(En la clínica)

Esperando su turno, Armand comenzaba a desesperarse.

"Siguiente", una enfermera civil expresó.

"Deseo que la teniente Aino me atienda", él pidió.

"Ahora está con un paciente, yo puedo hacerlo"

"¿Qué no me entendió?, ¿Le estoy ordenando que llame a la teniente Aino?", alzando la voz, atrajo la atención de todos los presentes, incluida la de Mina.

"No de nuevo", con tono de hartazgo expresó apareciendo al encuentro.

"Estoy herido, ahora sí no puedes negarme la atención"

Mina le dio la espalda, transmitiendole la orden a la civil; "Por favor atiende al teniente"

"Como usted ordene", titubeante expresó la mujer.

"Hazlo tú", de nuevo él chilló.

"Si eso evita que hagas un escándalo, entonces lo haré"

Fue así que haciendo dolorosa lo que se supone y debía ser una sencilla curación, de forma discreta la rubia sonreía cada vez que lo escuchaba quejarse.

"¿Podrías ser más cuidadosa?"

"Deja de quejarte"

"Estoy seguro de que jamás te hirieron"

"Créeme, me hirieron más a ti", recordando cada incidente, la joven replicó.

"¿Quiénes fueron?", le cuestionó.

"¡Cómo demonios voy a saberlo!", riendo la rubia dijo.

"No te hagas la tonta, quiero sus nombres y sus rangos"

"¿Hasta cuándo vas a continuar con lo mismo?"

"Hasta que respondas, Dime ¿Te acostaste con el tuerto?"

"No te incumbe"

Armand torció los labios; "Estoy seguro de que si"

"Hace mucho que a mi dejo de importarme, deberías hacer lo mismo"

Ante su respuesta el hombre se puso de pie, dejando que la silla cayera al suelo y sin que ella concluyera su trabajo, comenzó a alejarse.


(Casa de la aguamarina)

Habiéndose encontrado con Helen de camino a su hogar, ambas bebían té.

"¿Cómo está el trabajo?", deseando escapar al invisible dolor que la aquejaba, cuestionó la joven.

"Bien, muchos días estuvimos bajo las órdenes del capitán Matveyev… ¿Es verdad que el coronel fue arrestado?"

Michiru asintió de forma ligera, luego se mordió los labios. "Y todo por mi culpa"

"¿Tu culpa?... dijeron que fue por…"

"Que fue porque defendió a una prostituta de un sujeto, ¿No?"

"Si", desconcertada Helen contestó.

"Y yo soy esa mujer. Pero no fue así como sucedió. Ese hombre iba a… de no haber sido por el coronel sin duda me habría herido. Ese maldito invento todo para protegerse"

"Creo entender"

"Así que por abusar de su autoridad él fue encarcelado, luego de alguna forma terminó creyendo todo lo que dijeron de mí, así que me abandonó. Debió haberlo hecho desde que obtuvo lo que quería, después de todo para él no fui más que una…"

"Es injusto"

"Resultó ser como todos. Cómo sea, ya me las arreglaré con mi bebé"

Helen, pensando en el terrible semblante del coronel, que no parecía ser de otra cosa más que de preocupación, frunció el entrecejo; "¿Y no has pensado que quizás se alejó para evitar que todas esas habladurías siguieran cayendo sobre ti?"

Ante sus palabras y recordando lo sucedido con Hans, titubeó; "¿Será posible?"

"Estoy convencida de que él te quiere. Huyendo evitará que te sigan acusando de esa forma tan injusta. Así que piensa en esa posibilidad"

"Quizás tenga razón, pero si así fue debió decírmelo"

"Con los hombres nunca se sabe, ellos actúan antes de pensar en consecuencias"

Michiru tan solo se limitó a asentir, y es que en lo profundo de su corazón la duda se había anidado.


(En la clínica, esa noche)

Bebiendo café, la rubia y la peliazul conversaban.

Reviviendo en su memoria aquel día, Mina sonrió; "¿Recuerdas lo que me dijiste el día que nos conocimos?"

Mizuno también sonrió; "Lamentó haber sido tan dura contigo, pero ese era el discurso que a todas le di, incluso a mi misma"

"Vuelve a hablarme con la verdad, ¿Tú crees que pese a todo él tiene derecho a saberlo?"

La médico se quedó meditando un momento; "No, ya no. ¿Le hablaste de lo sucedido?"

"No. Es imbécil, pero no tonto y lo intuye. Por eso mismo pidió ser trasladado bajó las órdenes de otro superior"

"¿Y tú qué piensas?"

"Me siento bien conmigo misma", respirando profundo contestó, aunque difícil fue mantener su alegría, y es que aquella profunda, pero invisible herida volvió a abrirse.

Amy entendió que le sucedía, así que buscando distraerla, hablo; "Al mismo dilema se enfrentó Kirill cuando nos convertimos en amantes, así que al final terminó enviándole una carta a su esposa. No niego que me sentí mal por ella, pero así fueron las cosas… si ella hubiera estado en mi situación, habría hecho lo mismo"

"¿Llegaste a quererlo?", fue la inevitablemente pregunta que Mina formuló.

"¿Qué me dices de ti?", conociendo que respondería, expresó.

Mina guardó silencio y acto seguido se encogió de hombros. "La guerra no fue hecha para nosotras"

"Y al mismo tiempo somos nosotras quienes la hacemos", Mizuno replicó pensando en su hijo. "Aunque juntos la peleamos y juntos la ganamos, no la vivimos igual"

Mina centró toda su atención en ella.

"Todas nosotras fuimos condenadas desde el primer momento en que decidimos seguir a los hombres"

"¿A qué te refieres?"

"A que ellos regresarán a nuestra tierra convertidos en héroes, cada una de sus heridas es una historia que contar, buena o mala, eso no importa. Y aunque nosotras también tenemos mucho que decir, seremos señaladas tal y como él lo está haciendo contigo. Antes que vernos como las profesionistas que los mantuvieron con vida, nos rebajaran a mujeres de compañía"

Mina bajó la mirada; "Que injusto"

"Sin duda, pero aunque haya quienes no quieran reconocerlo, no podrán negar que hicimos una gran diferencia", volviendo a sonreír, le dio un trago a su bebida.


(Oficina del gobierno provincial)

Molesto, Volkov golpeó el escritorio.

"Esto se está saliendo de nuestro control. Debo reconocer que tenía razón, coronel Pavlov, prohibir el alcohol lo único que trajo consigo fue que nuestros hombres lo busquen de forma clandestina"

De pronto alguien llamó a la puerta, era Ivanovich"

"En lugar de estar levantándose, está maldita ciudad se está cayendo. ¿Qué se ha dictaminado?, ¿De qué murieron esos hombres?"

"Los resultados no han llegado, señor. He intentado seguido la pista que Kozlov me entregó, pero no he encontrado nada"

"¿Qué tiene que ver ese idiota en todo esto?"

"A que la noche que atacó a esa mujer estaba ebrio, además también lo estaba el día que lo arreste. Fue él quién me dijo que lo consiguió de uno de nuestros hombres"

"Lo que me faltaba… Pavlov, redoble la seguridad. A la brevedad posible debemos conocer su procedencia y atrapar al culpable"

"Por cierto, señor, Kozlov pidió beneficios a cambio de su ayuda"

"Que de nada nos sirvió. Ignore lo que diga, qué se pudra", el viejo masculló.


Notas de autor;

Michelle; Lo único que Haruka no hizo fue pensar. Había otras formas, pero decidió que esa era la mejor. Así se aseguro de que Michiru renunciara a él de una vez por todas.

Kaiohmaru; Haruka debió marcharse antes de dejar consecuencias (aunque no tendríamos a bebé pollito, pero quizás si a otra Harumi :( ), pero bueno, al menos sigue al pendiente de ella. Pero aún así que Michi no lo perdone, eso se saca por malvado xd

Isavellcota; Haruka es más que consciente del daño que le hizo y como vemos, no encuentra cómo volver a hablar con ella. Se merece sufrir y de paso que Michi le impida conocer a su pollito.

szar; Aunque invisible Haruka sigue ahí para ella, que ella quiera su ayuda ya es otra cosa. Triste porque el pollito es quien más va sufrir por ese arrebato de inconsciencia. Armand es caso perdido, es peor que Haruka.