CAPÍTULO LXXVII
ACUSACIÓN
Durante el tiempo que su trasladado tomó de la clínica a la prisión ninguno de los que ocupaban el transporte habló.
Recordando las terribles historias que de sus padres escuchó en las que unos a otros se acusaban de traición y las repercusiones que dichas denuncias se cernían sobre los inocentes, provocó que el nerviosismo y los más terribles pensamientos terminaran por apoderarse de la asustada joven.
"Baja", le ordenaron una vez que el capitán abrió la puerta del camión.
Sin que le retiraran las esposas y sin ser notificada sobre el motivo de su arresto, como si se tratara de un peligroso criminal fue conducida a las celdas más apartadas.
"¿Por qué estoy aquí?", preguntó una vez que la reja se cerró detrás de sus titubeantes pasos.
"Más tarde alguien vendrá a hablarle sobre su situación", el comandante a cargo de llevar a cabo su arresto señaló. "Trate de dormir, lo necesitara", irónico añadió mientras abandonaba el lugar.
"¡Vaya!", viendo que se trataba de una mujer, su vecino de celda, también un oficial, exclamó mientras se alineaba el cabello. "¿Por qué te arrestaron, cariño?, no pareces alguien que se inmiscuye en problemas"
"Ni yo lo sé", encogiéndose de hombros la peliazul respondió, luego se sentó en la improvisada cama del fondo.
"Debe tratarse de un asunto muy serio como para que teman que te fugues", añadió señalando las esposas.
"Me parece exagerado", se quejó ante la molesta sensación.
De pronto el bullicio se apoderó del pasillo vecino, provocando que ella se dirigiera a la reja en un intento por saber de qué se trataba.
"Esta es una maldita injusticia", un oficial se quejó mientras que a empujones era ingresado en la celda que estaba frente a la de Mizuno.
"Entra", ordenó el comandante a cargo de su arresto.
"Al menos pueden quitarme las esposas, ¿No?. Ya les dije que no hice nada", vociferó golpeando la reja.
"Imposible, son órdenes de muy arriba", fue la respuesta que obtuvo. "Platiquen, les hará bien hacer amigos", burlón un capitán añadió.
Reconociendo al inquieto hombre, que también era médico, la peliazul frunció el entrecejo; "¿Sidorov?"
"¿Mizuno?, ¿Qué haces aquí?", extrañado preguntó.
"No lo sé, ¿A ti por qué te arrestaron?"
"Ni idea, mujer", contestó encogiéndose de hombros. "¿Es verdad que tú atendiste la emergencia?"
"Y con muy malos resultados. Ninguno sobrevivió", bajando la mirada ante lo que ella consideraba una incompetencia, murmuró.
"¿Pero por qué estás aquí?... Somos médicos, no criminales", Sidorov gritó para que los de afuera escucharan. "A todos ustedes los mantuvimos con vida, ¿Por qué ahora nos dan este maldito trato?", furioso añadió.
El sujeto de la celda vecina no pudo evitar reír un poco; "A mi no me han preguntado qué hago aquí"
"¿Por qué te trajeron?", esperando que les diera una pista, la cirujano preguntó.
"Me llamo Yuri y me arrestaron porque me inmiscuí en una pelea con uno de los hombres de Volkov", encogiéndose de hombros, de forma despreocupada contestó.
Ante su respuesta Sidorov negó con la cabeza y desvió la mirada; "No sé porque lo supuse. Así que si no vas a sernos de ayuda mejor no hables"
"Al menos sé porqué estoy aquí, además me consideran menos peligroso", burlón contestó.
La peliazul se quedó pensando, luego se llevó una mano a la sudorosa frente; "Creo saber el motivo"
"¿Qué sucedió?"
"Anoche durante la emergencia desobedecí las órdenes del general Volkov. Me pidió que dejará a mis pacientes para que médicos de mayor rango se hicieran cargo de ellos y yo me rehusé. Tú mejor que nadie entiende que no podía hacerlo"
"Es militar, no médico. Que poco conoce el juramento de nuestra profesión", furioso Sidorov respondió. "Al menos tú sabes porqué estás aquí, en cambio yo no"
"Ustedes dos, silencio", el encargado de la prisión gritó.
"Te es muy fácil decirlo porque tú no estás enjaulado", él respondió.
"Eso debieron pensar antes de delinquir"
Pensando en Fritz, su estudiante que seguía sin despertar, Mizuno negó con la cabeza; "Necesito regresar pronto, él me necesita"
"Espero y no quieran hacernos responsables en el asunto del alcohol"
"¿Lo crees probable?"
"Cuando se trata de encontrar culpables todo es posible, además pueden alegar que tenemos conocimientos sobre química. Parece que nuestra noble profesión nos ha hecho vulnerables"
"Espero y estés equivocado"
"Yo también"
Mientras tanto el rubio y compañía ya habían arribado.
"Exijo saber bajo qué cargos fue arrestada la capitana Mizuno", grito ante las pocas por no decir nulas respuestas obtenidas.
"Ni siquiera yo lo sé, debe esperar a que se libere la información", el comandante a cargo respondió.
"¡Maldición!", chilló y luego con violencia golpeó la mesa.
"Tranquilo, coronel. No puedes permitirte perder los estribos", Fiódor pidió.
"¿Cómo no voy a preocuparme si ella está en este maldito lugar?... ¡Demonios!, espero y se encuentre bien", temiendo que fuera lastimada, volvió a golpear la mesa.
"Coronel, tienes que presentarte en la oficina de gobierno provisional"
"Lo había olvidado"
"No puedes desobedecer"
"Es verdad, podría agravar la situación de Mizuno. Dimitri, quédate con Mina a la espera de respuestas"
"Si, señor"
"Vamos", no queriendo retirarse del lugar, dijo para con el tuerto hombre.
(En la escena del crimen)
Fotografiando y tomando nota sobre lo encontrado, los oficiales iban y venían en todas direcciones.
"Dense prisa", Ivanovich ordenó.
"Señor, ya hemos comprobado las identidades de los seis hombres. Se trata de Bruno Schmidt, Friedrich Fischer, Otto Bauer, Axel Koch, Gerhard Door y el que disparó era Uwe Klein, señor"
"¿Qué hay del que suicidó en el callejón?", tomando el expediente que le entregaron le dio una rápida lectura.
"Respondía al nombre de Wilhem Hoffmann. Diecinueve años de edad, de oficio constructor y con domicilio a pocas calles de aquí. Al igual que los demás participó durante la defensa de la ciudad"
"¿Cómo cree que consiguieron estas armas, Ivanovich?", ante la acertada perspicacia del oficial, Pavlov cuestionó.
"Tengo dos teorías, una es que las obtuvieron durante el asedio, tomándolas de nuestros camaradas caídos. La otra es que las consiguieron de contrabando, intercambiando alcohol"
"Si logra resolver este caso obtendrá un muy buen ascenso"
"Lo que ahora más me importa es la seguridad de nuestros muchachos y la población en general, coronel Pavlov", consultando su reloj expresó. "Ahora más que nunca pienso que todo está relacionado", dijo mientras dirigía sus pasos hacia la calle.
"¿A dónde va?"
"A la prisión, debo interrogar a todos los arrestados. Ustedes, investiguen a fondo a esos hombres", contestó.
(En la oficina de gobierno provisional)
Satisfecho con los resultados obtenidos hasta el momento, el general Volkov dictaba las últimas órdenes, las cuales consistían en mantener la vigilancia en sus subordinados.
"Pueden irse", expresó. "Espere, coronel T.", pidió.
Haruka obedeció.
Volkov abrió el cajón y tomando una carpeta de cuero, la colocó a su alcance; "Hace semanas llegó la respuesta a su petición, pero no había tenido tiempo de comunicárselo", recordando que luego del arresto el rubio le dijo que deseaba volver al Sur cuánto antes, posó la mirada en él. "El estado ha aceptado comprar su granja, o lo que queda de ese lugar. Si aún está interesado en venderla tiene que ir a firmar los documentos correspondientes"
Ante sus palabras el rubio asintió de forma nerviosa.
"De aceptar, ¿Ya pensó dónde va a vivir, coronel?"
"Si, señor", contestó.
(Mientras tanto)
Poco a poco la luz del nuevo día se fue colando en el pasillo sin que tomara por sorpresa a ambos médicos, y es que en esas condiciones les fue imposible conciliar el sueño.
"¿Ya van a sacarnos de este agujero?", golpeando la reja Sidorov grito. "Dijeron que al amanecer nos informarían sobre nuestra situación, ¿Ahora qué pretexto van a darnos?"
La puerta que dividía ese pasillo de los demás se abrió, dando paso a un grupo de oficiales.
Un par de ellos se aproximó a la celda de la cirujano y abriendo la reja, la empujaron fuera.
"Ven con nosotros", ordenaron.
"¡Hey, ¿A dónde la llevan?", agitado Sidorov cuestionó. "Cobardes, ni siquiera lo piensen"
El segundo grupo de hombres avanzó hacia él y abriendo su celda también lo echaron fuera, empujándolo con violencia y en sentido contrario a ella; "Tú vienes con nosotros", dijo uno de ellos.
"¿A dónde nos llevan?", mostrando resistencia, Sidorov cuestionó.
Por su parte Mizuno fue conducida hasta una oficina, donde él esperaba por ella.
"¿Pero qué significa esto?", al verla esposada, furioso Ivanovich cuestionó.
"Es el protocolo a seguir con todos los arrestados, señor", retirándolas, el capitán contestó.
"Se trata de uno de nuestros mejores médicos... lamento las molestias, capitana. Por favor tome asiento"
Sin que le importaran las dolorosas marcas que el metal dejó en su piel, obedeció.
"Veamos su expediente. Amy Mizuno, originaria del Sureste… veintinueve años de edad. Se graduó de la facultad de medicina con honores, lo que le permitió tener su propia clínica... se unió al ejército a pocos meses de iniciada la guerra y luego de que su esposo fuera reclutado, además tiene un hijo. ¿Es correcto?"
"Si, señor"
"Entiendo que se pregunta qué hace aquí...", intentó decir, pero rápidamente fue interrumpido por la oficial.
"Acepto que desobedecí las órdenes del general Volkov, pero deben comprender que me era imposible abandonar a mis pacientes. No es un crimen el ejercer mi profesión tal y como lo prometí", agitada expresó.
El oficial asintió. "Hizo mal al rehusarse, pero dados los acontecimientos el general ha decidido pasarlo por alto, es otro asunto aún más importante lo que hoy nos ha reunido", expresó y con un ademán le indicó al oficial que permanecía en la entrada que se acercara.
El hombre lo hizo, colocando frente a ella cinco frascos, siendo cuatro los que de su clínica tomaron.
"¿Los reconoce?, capitana"
La peliazul asintió; "Por supuesto. Son las balas que dieron muerte a los cuatro hombres, yo misma etiquete las muestras... si mal no recuerdo esta es la del caso Digory Alexandrovich"
"¿Recuerda que escribió en el informe del señor Alexandrovich", colocándolo a su alcance Ivanovich preguntó.
"Si, dictamine que fue disparada por una de nuestras armas. Mi teoría es que se trató de una bala perdida"
"Dígame capitana, ¿Está completamente segura de ello?. Veo que lo mismo escribió en los otros cuatro informes", comprobando lo dicho en sus reportes, inquisidor fijó su mirada en la de ella.
"Repito, aunque las balas están casi desechas son inconfundibles... disculpe, pero aún no me han informado el motivo de mi arresto"
"Más que estar arrestada se encuentra bajo investigación. En este momento es sospechosa de conspiración"
"¿Qué?"
"Le suenan familiares los siguientes nombres, Bruno Schmidt, Friedrich Fischer, Otto Bauer, Axel Koch, Gerhard Door, Uwe Klein y Wilhelm Hoffmann"
"No, señor"
"Son los responsables de fabricar el alcohol"
"No los conozco", reafirmó.
"Pienso que los oficiales muertos estaban en complicidad con ellos, intercambiando alcohol por armas… aquellos que suponían un riesgo fueron apartados, haciendo pasar algunos decesos como suicidios. Luego utilizaron alcohol envenenado, el cual cayó en manos de otros civiles"
"¿Qué tiene que ver conmigo?"
"En primera me resulta muy sospechoso que usted atendiera al primer herido, luego a los cuatro y al mismo tiempo a los intoxicados"
"Los sanitarios que los encontraron me informaron que mi clínica era la más cercana al lugar de los hechos"
"Exacto, ¿No será que trataba de cubrir sus pasos detrás de su fachada de médico?"
"¿Creen que formó parte de un maldito complot?, yo no hice otra cosa más que ejercer mi profesión. Además hubo otros incidentes en los que yo no atendí a los involucrados"
"En su informe ha acusado a nuestros hombres de disparar en contra de otros, ¿Lo hizo porque sabe más de la cuenta?"
"Es la evidencia, además si los civiles tenían armas de las nuestras ellos también pudieron haberlo hecho. Usted mismo ha dicho que suponían un riesgo"
"Ahora mismo se está llevando a cabo la debida investigación y si realmente usted no tiene nada que ver en esto, entonces no hay motivos para que esté preocupada"
"¿Cómo no estarlo si me acusan de tal barbarie?"
"Mejor dígame, ¿Tengo motivos para arrestar a su coronel?", preguntó mientras se ponía de pie, esperando que cediera y confesara.
"Ninguno, señor. Somos inocentes", ella contestó.
Y al igual que Mizuno, los médicos que atendieron casos similares eran interrogados.
"Hábleme de ese día", un oficial comenzó.
"Fui llamado porque encontraron muerto a un capitán de nuestro batallón. Por la evidencia hallada dictamine que se trato de un suicidio", Sidorov respondió.
"¿Fue lo que escribió en su reporte?"
"Si, señor. Se disparó con su propia arma", seguro de ello respondió. "¿Qué hago aquí?, ¿Solo por ejercer mi profesión estoy arrestado?"
"Toda la evidencia encontrada sugiere que muchos de los arrestados son parte de un complot gestado en complicidad con los civiles que elaboraban alcohol, intercambiando la bebida por armas.
"Esa es una acusación muy grave y por demás ridícula. ¿Quién en su sano juicio los dotaría de armas que pudieran provocar una revuelta en nuestra contra?"
"Es lo que estamos investigando. Pero dígame, ¿Sabe por qué ese hombre se suicidó?, ¿Es posible que alguien más le disparará porque ponía en riesgo sus planes?"
"Lo único que sé es que debería investigar en otro lado. Soy médico, no un maldito conspirador. No gane la guerra solo para terminar provocando otra"
(A pocas habitaciones)
La puerta se abrió, dando paso a Ivanovich.
"Señor", ante él Morozov, sus cómplices y su superior se pusieron de pie.
"Vayamos al grano. El lugar que servía como depósito clandestino fue encontrado, y aunque a simple vista no tiene nada que ver con ustedes no les quita su parte de responsabilidad"
"Desconocía lo que estos idiotas estaban haciendo", enfadado su comandante expresó.
"Aún así la investigación no termina... ¿Cuál era el tipo de cambio entre ustedes y los que adquirían su alcohol?"
"Alimentos, tabaco, algunas veces cosas más valiosas", contestó un sargento.
"¿Armas?"
"Jamás, señor"
"Malditos idiotas", su comandante masculló.
"Habrá un juicio y de ser encontrados partícipes de lo que parece un complot, serán enviados a las gélidas prisiones del Sur"
"Nada tenemos que ver en ese asunto, nuestro alcohol no mató a nadie", un teniente exclamó.
"Pero desobedecieron, lo que los hace acreedores a una pena de cinco años"
"Son unos desgraciados, me van a arrastrar a mi en sus malditos problemas"
"Es verdad, señor. El comandante no sabía nada de lo que nosotros estábamos haciendo", señaló Morozov.
"Peor aún. No saber lo que sus subordinados hacen es una total falta de responsabilidad. Devuélvanlos a su celda", el hombre ordenó.
(En el recibidor)
Sentado en una silla, Dimitri dormía profundamente mientras que nerviosa Mina caminaba de un lado a otro, y es que nadie les había dicho nada.
"¿Qué has sabido?", cuestionó el rubio Haruka apenas llegó.
"Se rehúsan a darnos información"
El coronel asintió y acercándose al comandante a cargo, de forma discreta algo le entregó, buscando comprarlo.
"¿En qué puedo ayudarles?", en voz baja cuestiono.
"Necesito conocer la situación de la capitana Mizuno, de ser posible hablar con ella", respondió.
"Está bajo investigación, que es otra forma de llamarle a su arresto. Además no puedo permitirles la comunicación"
"¿Por qué?, ¿Se encuentra bien?"
"Lo está, coronel, pero según escuche su situación es muy complicada. Sospechan que ella y otros oficiales eran partícipes en un complot orquestado con los sujetos que elaboraban alcohol"
"Imposible, la conozco y no sería capaz... además me parece ridículo pensar que los unos y los otros estaban juntos en un complot"
"Pues más vale que no diga nada, coronel. Si mal no recuerdo usted ya tuvo problemas, ese antecedente podría ponerlo en el ojo de las autoridades"
Ante sus palabras el rubio se petrifico. "Es verdad, pero aún así debo hacer lo que esté a mi alcance para liberar a Mizuno", pensó.
Notas de autor;
Michelle; El verdadero responsable ha logrado desviar la atención, incluso hasta la pobre Amy ha resultado acusada.
Kaiohmaru; No te preocupes, Armand nada tiene que ver en ese asunto. Son civiles quienes están detrás de todo para afectar al ejército.
Isavellcota; Los responsables son civiles y ex combatientes del Norte que no están conformes con los resultados, pero sobre todos uno es el líder. Gunther no siempre fue un sujeto peligroso, fue precisamente esa falta de lazo sanguíneo con ella lo que lo volvió así.
szar; En ese tiempo con las purgas (que fueron para deshacerse de los traidores y entre los cuales también hubo víctimas civiles) lo único que lograron fue deshacerse de muy buenos elementos, el problema fue cuando la guerra estalló. El ejército estaba diezmado y eso permitió el avance del enemigo. En este caso el responsable logró que centrarán la atención en ellos, lo que le permite llevar a cabo sus planes.
Kyoky; Precisamente por ayudar mucho Amy se ha vuelto sospechosa de lo que ese par está haciendo. Ha sido la evidencia que encontró lo que la ha puesto en esa lamentable situación, por otro lado los verdaderos culpables andan libres continuando sus fechorías. Ojala y den un paso en falso que los delate.
