Capítulo 23

Yuuji se quedó dormido, pero estuvo despierto por un largo rato recordando en lo que había ocurrido, aunque le asustaba era una forma de lidiar con el estrés, debe estar agradecido de que no pasó nada al final y que la próxima va a defenderse mejor, pensando en ello, poco a poco se había quedado dormido.

El sonido de la puerta al abrirse le hizo despertarse, de todas formas aún seguía alerta. Cuando se dio cuenta que era Sukuna, volvió a cerrar los ojos. Pensó que volvería a salir pero en realidad se sentó en la orilla de la cama y extendió su mano tocando su cabeza, por un momento pensó que iba a tirarle del pelo como casi siempre lo hace, sin embargo, solo sintió que le acariciaba suavemente.

"¿No vas a decirme?" pregunta Sukuna, "¿Cómo voy a reclamarle si no me dices qué te dijo o hizo?" su voz era baja en comparación a las veces anteriores en las que hablaban, o más bien discutían, esta vez parece que está interesado en escucharlo, "Es mi responsabilidad, sé que no confías en mí, pero vamos a fingir que sí, no quiero que mamá o papá se enteren y las cosas se vuelvan complicadas, ya sabes, la familia de Kenjaku son amigos de nuestros padres"

Yuuji lo escucha, eso ya lo sabe, pero es incómodo hablar de algo así con una persona como Sukuna.

"Bien, no tienes que mirarme, solo habla y te escucharé" Sukuna se levanta, se mueve hacia el otro lado. Yuuji puede sentir que el colchón se hunde, quiere girarse pero sabe que Sukuna solo se está acostando en ese lado, por supuesto, debe suponer que no iba a dormir en el sofá y además la cama es lo suficientemente grande para dos personas.

Yuuji suspira "Solo... dijo que era lindo... y..." las palabras se quedan atoradas en su garganta, recordando ese momento, ese hombre quería tocarlo de forma inapropiada y sin su permiso ¿debería decirlo?

"Y... me pidió que me desnudara..." la voz de Yuuji comienza a temblar, no quiere hablar de ello pero si no lo hace cómo va a superarlo. Su cuerpo también tiembla ligeramente, otra vez parece que va a llorar, no recuerda haberse sentido de esa forma antes, tan expuesto, tan vulnerable, si hubiese estado en otro lugar a solas con ese hombre, ¿qué tan lejos hubiera sido capaz de llegar?

Sukuna solo lo escucha. Después de beber de ese alcohol, su mente estaba tranquila y bastante relajada, no se inmuta demasiado por lo que Yuuji está diciendo pero sí siente la molestia. El mayor se gira un poco mirando la espalda del menor "¿Qué más te dijo?" pregunta, puede ver que Yuuji está temblando.

"Hm... Me agarró de la muñeca... dijo que... quería verme... yo lo empujé pero él..." Yuuji se queda en silencio.

Él me tocó.

Sukuna mira fijamente su espalda que se encorva como si quisiera adoptar una posición fetal, una posición de autoprotección, le recuerda un poco a cuando el mocoso estaba pequeño que tenía pesadillas y debía ir a verlo porque sus padres no estaban en casa.

"¿Él qué...?" pregunta nuevamente Sukuna luciendo bastante tranquilo.

"Haa... quería quitarme el pantalón a la fuerza..." no es algo que pueda decir tan fácilmente, mejor se saltaba esa parte así como se había saltado algunas otras cosas.

Sukuna sonríe negando con la cabeza "Pobre mocoso, víctima de acoso..." susurra, entonces Yuuji siente que su pecho duele, ¿Sukuna se estaba burlando? Pero, en ese momento se veía molesto, ¿por qué es divertido para él? ¿No puede mostrar un poco de empatía? Yuuji se niega a seguir hablando frunciendo ligeramente.

Sukuna se ríe suavemente, acerca su mano de nuevo tocando su cabeza, deslizando sus dedos entre su pelo "No te preocupes estúpido, me haré cargo de ese maldito bastardo, sigue contándome"

Yuuji ya no sabe si lo dice en serio o solo le está preguntando para burlarse.

"¿Qué más te hizo?' Sukuna pregunta acercándose un poco, estaba cerca pero a la vez lejos de Yuuji, "No pasó nada y no volverá a pasar algo así con Kenjaku, lo prometo" No es común que Sukuna haga eso, hablar y mostrar que le interesa su bienestar auténticamente, bueno, no lo está mirando, tal vez sigue fingiendo y tiene una sonrisa burlona en sus labios.

Yuuji se tranquiliza un poco, debe admitir que al menos está siendo diferente esta vez "Dijo que si no quería entonces él lo haría..."

"¿Hacer qué?" pregunta directamente.

Yuuji suspira "Hm... desnudarse... ya... ya sabes..."

Sukuna realmente quiere reírse, no puede creer que Yuuji sea tan estúpido, ¿por qué no se defendió? "Dilo claramente... ¿él quería mostrarte su pene, verdad?"

Yuuji se avergüenza, en efecto eso era, pero no podía decirlo con palabras.

"Kenjaku es un pervertido, no temas decirlo..." Sukuna sonríe "Hay muchos como él allá afuera, por eso deberías tener cuidado..."

Yuuji asiente, pero Sukuna agrega algo más.

"Como ese maldito profesor"

Yuuji se queda en silencio, ¿Cómo puede compararse a Gojo-sensei con Kenjaku? Son muy diferentes. Gojo-sensei nunca le haría algo así, ni lo puede imaginar, Gojo sensei no haría nada en su contra o sin su permiso, ¿verdad? Ha estado aceptando los besos de su profesor e incluso tuvieron una conversación subida de tono por la noche, pero es diferente porque a Gojo-sensei le está dando permiso y también lo quiere, en cambio lo que hizo Kenjaku fue en su contra, tampoco le gusta ni lo quiere. No puede compararlos, pero no puede decir nada.

"Si eso es todo, ya puedes dormir" le dice Sukuna quitando su mano de su cabeza.

"Hm" Yuuji se queda quieto, teme que al girarse Sukuna esté muy cerca porque siente el aliento con un ligero olor a alcohol y la temperatura corporal del otro cerca suyo, no le resulta incómodo solo teme alguna reacción violenta como siempre pero luego de un rato se queda dormido.

Sukuna también se queda en silencio. En realidad no podía dormir, solo mira la espalda de Yuuji, realmente nada pasaba por su cabeza, solo se sentía bastante relajado, todavía le parecía escuchar la voz de Yuuji contándole lo que sucedió. Eso fue lo que le asustó, ¿tanto así? ¿Más que los golpes y los regaños?

Mira su mano en medio de la noche, solo la luz de la luna cuando no era cubierta por una nube le dejaba ver mejor, y también podía ver al mocoso dándole la espalda, el chico dormía tranquilamente y no puede decir que le haya gustado consolarlo, simplemente no le gusta porque no fue él quien lo provocó. Aunque cierra sus ojos no se duerme por completo. Alrededor de las 2 de la mañana, cuando al fin pudo conciliar el sueño, escucha al mocoso sollozando, abre uno de ojos mirando que con cada sollozo parecía moverse.

"¿Qué tienes ahora mocoso?" susurra somnoliento, pero no le responde, solo escucha el sollozo y cuando sorbe su nariz, Sukuna suspira y vuelve a cerrar sus ojos, necesita dormir pero entonces Yuuji se gira adoptando una posición fetal.

"...no... para... " susurra, resulta que el mocoso está teniendo una pesadilla y cada vez comienza a agitarse más, "No..."

Qué fastidio... piensa Sukuna, aunque lo sea, le trae recuerdos. Cuando era pequeño a veces despertaba por una pesadilla y lloraba yendo a la habitación de sus padres, pero había noches en las que sus padres no estaban en casa, así que Sukuna tenía que llevarlo de vuelta a su habitación y acompañarlo hasta que se durmiera. Siempre ha sido un niño mimado, no se quedaba dormido hasta ser arropado de nuevo y que lo abrazaran mientras él buscaba acurrucarse al costado de su madre, Kaori lo mimaba demasiado y Yuuji le devolvía el afecto aferrándose a ella siendo muy cariñoso. Cuando Sukuna era pequeño su madre también lo trataba así, pero como siempre ha tenido una personalidad frívola no respondía al afecto de su madre como ella esperaba, no le gustaba ser abrazado para dormir, sin embargo no tenía problema cuando debía consolar a su hermano menor y abrazarlo hasta que se durmiera.

Al igual que ahora, el mocoso está llorando y busca consuelo, después de todo, sigue teniendo esas manías de cuando era un niño. Sukuna no quiere que despierte gritando, sabe que ya está grande así que no va a llorar a llantos pero de todas formas extiende su brazo atrayéndolo hacia él "No pasa nada, duerme" le dice y parece funcionar porque el mocoso deja de sollozar y se acerca más hasta que se queda quieto cuando recibe el abrazo que buscaba en su pesadilla. Si estuviera despierto, definitivamente no buscaría a Sukuna pero está profundamente dormido y el abrazo le reconforta y calma sus terrores nocturnos.

El mayor de los Itadori solo suspira, su mano acaricia algunos mechones de cabello rosa del más joven y tiene un diálogo interno. Nadie puede hacerle daño más que yo. Es una de las primeras frases que cruzan su mente.

Le prometió a su madre que lo protegería porque es el menor, no quiere que sea así, siente el desprecio por esa obligación y lo manifiesta tratando a su hermano con indiferencia y desprecio, lo que no entiende es que no está realmente obligado a cumplir con ese deber y puede dejar que el mocoso haga lo que quiera, pero no puede permitirlo, nadie puede hacerle daño más que él, nadie puede protegerlo más que él, más que una promesa a su madre tal vez se trate del llamado de la sangre, pero también detesta eso, aún así, aquí está... abrazando al mocoso dormido consolándolo y tranquilizándolo, no es algo que no haya hecho antes es solo que ahora el mocoso no es un niño pequeño, ya está grande y hacer eso se siente nostálgico y como algo nuevo.

Nunca antes había tenido que presenciar que otra persona asustara al mocoso así, no de esa forma. Kenjaku es un imbécil y por supuesto que va a reclamarle más tarde, ¿quién le da derecho a tocarlo? no puede tocarlo como se le dé la gana, y pensando en ello, hay otra persona que es un peligro para el mocoso. Satoru Gojo, es una basura que debería estar lejos.

"hm...mamá...hermano" susurra Yuuji dormido, su expresión ha cambiado y se ve más tranquilo. Cualquiera no podría soportar mirarlo, es un chico lindo y luce vulnerable dormido, el corazón de Sukuna es tan duro como una roca y su mirada es confusa, solo sabe que le llena sentirse con el poder de tener el control así que no importa sacrificar ese lado frívolo por un momento, el creciente monstruo busca salir, pero... aún queda algo de autocontrol.

"Shh... aquí estoy" susurra abrazándolo con más fuerza, por supuesto que debe mantener alejado a esas basuras, lo más lejos posible, todavía no sabe cómo lo logrará pero lo hará porque se trata de su hermano menor, es su deber protegerlo porque le pertenece, porque es suyo desde que nació y solo él puede disponer, esto es solo un fragmento del verdadero sentimiento de poder y control que quiere tener Sukuna sobre Yuuji, aunque su forma de demostrarlo no es con amabilidad esto es lo que quiere, ser el único que pueda dañar y sanar, porque simplemente es suyo.

Nadie puede tocar lo que es mío.

...

Cuando Yuuji despertó a la mañana siguiente, pensó que Sukuna seguiría acostado pero no estaba, él mismo estaba arropado y acostado de lado abrazando una almohada, ¿en qué momento hizo eso? Bueno, tiene el sueño pesado, difícilmente se despierta a menos que tenga pesadillas o ganas de ir al baño.

Yuuji recuerda que la noche anterior fue una de las primeras veces que tuvo una conversación normal con Sukuna, aunque él sólo escuchó, eso era algo bueno pero no compensaba el dolor que le había provocado antes con sus golpes e insultos, igual aunque sea violento con él y lo regañe injustamente a veces, sigue siendo su hermano mayor, además lo que hizo Kenjaku es reprochable, no piensa que Sukuna sea capaz de simplemente minimizar algo así, aunque esa es la duda que ronda su mente. Se preocupó por él, eso pudo notarlo pero todavía tiene incertidumbre, le dijo que se haría cargo de Kenjaku, también le explicó que ambas familias son amigas, y es un socio fiable, no pueden cortar lazos de la noche a la mañana sin que se sepa el motivo, Yuuji entiende este punto pero ¿eso quiere decir que son más importante los negocios que su integridad? Por supuesto, tampoco quiere afectar a su madre quien sería la más sensible a este tema, no sabe cómo reaccionaría su madre, ¿se enojaría? ¿Lloraría? ¿Perdonaría? A lo mejor, Sukuna es quien tiene que lidiar con ello, y espera no tener que volver a ver a ese hombre.

Yuuji sale de la habitación, Sukuna estaba listo para salir, ¿no se supone que debe ir a las clases sabatinas? Ni siquiera lo despertó, ni se ha bañado.

"¿Me voy solo al instituto?" Pregunta.

"Hoy no hay clases, me llamó la directora, te quedas aquí hasta que vuelva para llevarte a casa" Sukuna toma las llaves del auto "...O puedes volver por tu cuenta" le dice y sale del departamento, Yuuji se da cuenta de que no le puso seguro esta vez, entonces puede volver a casa, se siente muy encerrado en este lugar, aunque asistiera a la escuela y las prácticas, volver a este lugar era como una cárcel.

Yuuji decide desayunar primero, y mientras lo hace recibe un mensaje de Mahito

"¿Puedo ir al departamento donde estás quedándote?"

"¿Eh? ¿Por qué?"

"Curiosidad"

"Tiene que ver con Sukuna, ¿verdad?"

"Sabes que sí, ¿no está allí?"

"Claro que no, salió a trabajar, además hoy vuelvo a casa, en unas horas saldré"

Mahito le envía una carita triste "¿Entonces podemos salir esta tarde? Te quiero presentar a mi novio"

"¿Eh? ¿Tienes novio?"

"Sí, es nuevo"

Yuuji sonríe, este chico es demasiado para él. Bueno, se supone que hoy le prometió al entrenador que iría al bar BBB, podría ir después de encontrarse con Mahito y evitará llegar tarde a casa, debe avisarle a Sukuna esperando que no se enoje, y aunque se enoje no importa, estará con Mahito a quien ya conoce, así que no hay problema. Claro, estaría mintiendo de nuevo, pero Yuuji siente que no le debe nada a Sukuna. Si hay consecuencias las puede afrontar aunque termine llorando nuevamente puede volver a levantarse.

"Está bien, ¿dónde nos vemos?"

"En el parque de las flores, luego vemos a dónde vamos" responde Mahito.

Yuuju acepta, luego revisa los otros chats.

Gojo sensei le envió un mensaje de Buenos días junto con un emoji de beso.

Yuuji le responde con una sonrisa, y luego de que terminar de desayunar va a bañarse para arreglarse y prepararse para volver a casa.

...

Sukuna llegó a la escuela de Kenjaku, antes le había llamado mientras conducía avisándole que tenían que hablar sobre el asunto de anoche, Kenjaku estuvo de acuerdo y le dijo que llegara a la escuela debido a que este día tenían una junta de maestros por la mañana.

Kenjaku estaba en su oficina, el hecho de que Sukuna quisiera hablar con él significaba que realmente lo hizo enojar, ambos son unos bastardos que tienen conductas inapropiadas, después de todo son amigos, pero parece que hay una línea que no puede cruzarse. Por supuesto que estaba un poco ansioso, anoche estaba ebrio y dejó salir ese lado suyo con Yuuji. En realidad su interés siempre ha sido Sukuna, pero es un caso perdido debido a la personalidad del pelirosa, es demasiado dominante para su gusto, solo le gusta su apariencia física entonces al ver la oportunidad de molestar a alguien que se parece a Sukuna pero que en personalidad son diferentes, un poco más dócil como lo es su hermano menor, quiso explorar un poco y tantear el terreno, realmente le gustó tener el control sobre el chico y si hubieran estado solos no dudaría en hacer lo que quisiera sin pensar en las consecuencias porque Sukuna siempre lo cubre, pero ahora debe disculparse y reconocer que se equivocó, y eso es solo porque su amigo se enojó.

La puerta de la oficina se abre, Sukuna entra.

"Buenos días, ¿qué tal?" Pregunta Kenjaku acercándose, pero es ignorado, el pelirrosa pasa de largo y se sienta en el sofá cruzando los brazos "¿qué pretendías?"

Directo al grano, ¿eh?

Tiene que tener una buena respuesta.

"Primero que todo, lo siento mucho, no debí haberme metido con Itadori, estaba ebrio, lo sabes"

"¿Y por qué con el mocoso?" Sukuna lo mira fijamente.

Kenjaku suspira, debe ser sincero, no puede mentirle a Sukuna, él lo sabe pero no lo dirá directamente, quiere escucharlo.

"Bien, sabes que antes me interesabas ¿no? Simplemente pensé, si no puedo tener al mayor, puedo ir por el menor" Kenjaku lo hace sonar como lo más normal, no importa si hace enojar a Sukuna de nuevo, ambos se conocen muy bien.

"Hm" Sukuna asiente "Qué basura eres"

Kenjaku se encoge de hombros, se acerca sentándose en el otro sofá frente a él "No volveré a meterme con él, te lo juro"

"No jures lo que no puedes cumplir. Simplemente no te metas con él de nuevo..." Sukuna suspira "A menos que yo lo diga"

Kenjaku levanta una ceja, ¿a qué se refiere? De Sukuna puede esperarse cualquier cosa.

"Lo asustaste. No me gusta que otras personas se crean con el derecho de asustarlo o lastimarlo, ni siquiera si se trata de ti, eres amigo de la familia, nuestras familias están aliadas, sería lamentable que se enteraran de tu asquerosa actitud hacia el miembro más joven de mi familia, ¿lo sabes verdad?" La mirada de Sukuna es fría, y Kenjaku hace una mueca nerviosa, no es como si Sukuna estuviera libre de culpa y no fueran de su misma calaña.

"Lo sé"

"Déjame terminar"

Kenjaku asiente.

"Sería un escándalo que se supiera que el director de una escuela secundaria acosó sexualmente a un menor de edad, un nuevo escándalo para la familia Geto después de tantos años, ¿qué pasa con esta familia? ¿Se quedarán sin herederos?" De repente Sukuna sonríe "Podría denunciarte, no solo sería la palabra del mocoso sino la mía ¿crees que porque eres mi amigo no puedo denunciarte?"

Kenjaku quería replicar pero Sukuna se adelantó.

"Lo sé, si te denuncio también tienes con qué atraparme, sería muy hipócrita de mi parte, después de todo, no somos muy diferentes ¿pero estarías feliz de destruir la relación entre nuestras familias? No creo que puedas salir beneficiado de esto, les tomaría años volver a levantarse de nuevo."

Kenjaku lo sabe, no puede correr ese riesgo. En el pasado ocurrió algo similar y años anteriores con sus padres también hubo problemas, Sukuna tiene razón, su familia siempre ha estado rodeada por la controversia, pero ¿qué solución puede haber para esto?

"Kenjaku, Yuuji merece una retribución y una disculpa por tu acto, por supuesto, él no te quiere ver ni voy a dejar que te vuelvas a acercar. Le daré tus disculpas, y vamos a fingir un tiempo ¿si? No tendremos contacto a menos que se trate de negocios, pero no te preocupes, no dejaremos de ser amigos, este asunto es tuyo y con él, yo... simplemente debo protegerlo."

Kenjaku asiente, piensa que Sukuna ha terminado pero no es así.

"Sin embargo, puedo denunciarte, no tengo nada qué perder, tú tienes más que perder" Sukuna se encoge de hombros.

Kenjaku sonríe nervioso, una gota de sudor se desliza por su sien "¿qué quieres decir?"

"A menos que... quieras ayudarme"

"¿Ayudarte?"

"Lo conoces, Satoru Gojo"

"¿Qué hay con él?" Kenjaku hace una expresión de desagrado, por supuesto que lo conoce, ¿quién no lo conocería?

Sukuna sonríe "Recuerdas ese escándalo de hace años, ¿no? ¿Dónde está él?"

Kenjaku frunce el ceño, todavía no entiende qué tiene que ver ese asunto con lo de Yuuji.

"¿Por qué preguntas? ¿Qué tiene que ver?"

"No eres el único que parece tener una fijación con el mocoso, ¿podrían los dos simplemente desaparecer?"

Kenjaku ahora lo entiende, se queda en silencio por unos largos segundos comprendiendo lo que Sukuna quiere decir, hablando entre palabras, sin decirlo directamente.

Se trata de eso, de su hermano gemelo, Suguru Geto. Nunca tuvo una relación cercana con él a pesar de ser gemelos, lo cual es muy extraño siendo que los hermanos gemelos tienden a ser muy apegados, incluso de niños los padres los visten igual y se habla de una conexión casi mágica entre ellos, pero Kenjaku y Suguru nunca fueron así, sus personalidades eran diferentes, no se odiaban pero simplemente se trataban como dos conocidos. Kenjaku tenía sus propios amigos y Suguru era demasiado cercano a Satoru, tenía la sospecha que esos dos eran más que amigos pero sucedió algo que hizo que se separaran. No ha visto a Suguru desde hace años, sus padres no hablan de él y actúan como si solo tuvieran un hijo. Pero todo el mundo sabe que son dos herederos, solo que uno perdió el derecho. El motivo real solo se sabe dentro de las familias más cercanas a los Geto. Los Itadori lo saben, los Gojo lo saben e incluso los Zenin lo saben.

"Sabes que no soy cercano a ese sujeto" Responde Kenjaku.

"No te estoy pidiendo que lo busques o algo así, simplemente quiero que hagas que Satoru no se meta en mis asuntos. Yo no puedo hacerlo, mi madre es una estúpida obsesionada con los Gojo, pero tú puedes hacerlo conociendo su secreto ¿no?" Sukuna se levanta "Ya te lo dije todo Kenjaku, sé creativo si no quieres que tu familia vuelva a estar en peligro de ser destruida"

"Entiendo" responde Kenjaku.

"Como siempre, los herederos de los Geto arruinando su futuro" se burla Sukuna "Una vergüenza de familia, llena de secretos"

Kenjaku lo mira fijo, no sabe si reír o llorar, sabiendo que los Itadori no se quedan atrás con respecto a secretos. Hay un momento de silencio entre ellos, y en ese momento tocan a la puerta.

"Pase" dice Kenjaku, de todas formas ya Sukuna estaba por irse.

La puerta se abre, un joven adulto con cabello oscuro desordenado se asoma "Director..."

Kenjaku reconoce la voz y sonríe "¡Ah! ¡Choso! Pasa, ¿qué necesitas?"

Sukuna observa la nueva cara.

Se trata del psicólogo de la escuela, a pesar de su apariencia está bastante capacitado para el puesto y además fue el mismo Kenjaku quien lo contrató. Tiene el cabello negro largo como el de Kenjaku pero lo tiene recogido en una coleta, y su rostro luce sombrió con una cicatriz por encima de su nariz que lo hace ver como un tipo rudo, aunque no se ve mal es extraña. Sus ojos beige también llaman la atención sobre sus grandes ojeras, parece cansado y como si durmiera poco. A Sukuna le resulta desagradable verlo.

"Me voy a casa, traigo el informe de la junta" menciona Choso mirando a Sukuna con curiosidad, es la primera vez que ve a este hombre y hay algo que le resulta familiar, pero no sabe exáctamente en qué sentido.

"Bien, déjalo en mi escritorio"

Kenjaku vuelve a Sukuna "Cuenta conmigo, es lo menos que puedo hacer por ustedes la familia Itadori"

Sukuna levanta una ceja, luego asiente hablando de manera formal "Nos vemos, espero tener resultados pronto" entonces sale de la oficina, una vez la puerta se cierra Kenjaku observa a Choso "Es mi mejor amigo, ¿te gustaría conocerlo? Tal vez puedas trabajar en una de sus empresas"

Choso se queda en silencio, deja los papeles en el escritorio y luego sale también de la oficina ignorando las palabras del director.

Kenjaku vuelve a sentarse y suspira.

Qué agotador, ahora tiene que hacer lo que sea que Sukuna quiere. Sabe que debe ir con Satoru para amenazar o pedirle que se aleje de la familia Itadori, pero no sabe si podrá convencer a ese hombre, aunque tiene algo a su favor. Suguru Geto es la clave.

...

Yuuji regresa a casa, extrañaba a sus padres y el olor hogareño, nada comparado con la cárcel que tiene Sukuna como departamento en la ciudad.

"¡Estoy en casa!" Exclama en un tono alegre, entrando y caminando hacia la sala de estar donde estaba su madre.

"Yuuji, cariño, ven aquí" Kaori lo llama con una sonrisa y Yuuji la abraza con fuerza, la extrañaba mucho, le gusta ser consentido por su mamá.

"¿Te la pasaste bien?" Le pregunta Kaori acariciando su cabello.

Por supuesto que no, mamá. Piensa Yuuji, pero él asiente sin decir nada más, porque lo primero que recordó fue ese suceso con Kenjaku. No quiere soltar a su madre, quiere quedarse en sus brazos como un niño pequeño, pero Kaori lo aleja un poco mirándolo a la cara "¿qué tienes?" Nota que los ojos de su hijo se llenan llenan de lágrimas, pero no las derrama.

"No, solo, te extrañé" responde Yuuji.

"Solo fue una semana" Kaori sonríe "Anda, no seas pegajoso"

Yuuji le devuelve la sonrisa y luego va a su habitación, toda la ropa sucia la lleva al lavado y luego ordena un poco su habitación, pero nota que falta algo. Los dos libros de béisbol que le había dado Toji, no recuerda haberlos llevado para la escuela, está seguro que los había dejado en el escritorio.

Comienza a buscar por toda su habitación, no ha terminado de leerlos y teme haberlos perdido. Cuando ve dentro del basurero está la tarjeta que le había dado Toji, o más bien, los pedazos.

Debió haberlo imaginado, seguro fue Sukuna quien la rompió y quien tomó los libros, rápidamente sin pensarlo va a la habitación de Sukuna, no le importa si tiene prohibido entrar. Abre la puerta y comienza a buscar, teniendo cuidado de no desordenar, no quiere que sepa que entró a su habitación. No puede encontrarlos tampoco, Yuuji está molesto, no tenía porqué meterse con sus cosas así que de inmediato le escribe un mensaje.

"¿Dónde están mis libros?!"

Sukuna estaba en su oficina, tenía poco trabajo el día de hoy así que leyó el mensaje de Yuuji y le resultó divertido. Así que el mocoso se había ido a casa por su cuenta y ahora no encuentra esos estúpidos libros, Sukuna ya ni recuerda en donde los arrojó ni aunque supiera le diría, solamente condujo y los lanzó por la ventana.

"No lo sé" es lo único que le responde.

Yuuji se frustra, por supuesto que él sabe qué hizo con esos libros, solo no se lo quiere decir, más tarde cuando lo vea irá a reclamarle, no le importa su reacción, ya ha soportado sus golpes antes y sus castigos sin sentido.

Más tarde ese día, decide salir para encontrarse con Mahito.

Mahito estaba esperándolo, se supone que le dijo que le presentaría a su nuevo novio pero no hay nadie más que él.

"Hey, ¿y tú novio?" Pregunta Yuuji.

"¿Interesado?" Mahito sonríe

"Bueno, tú mismo lo dijiste"

"Solo estaba bromeando, quería salir contigo en realidad" Mahito le toma de la mano, Yuuji se sorprende y se suelta, luego piensa que fue muy descortés, pero ¿qué significa eso?

"Jajaja ¿qué pasa? Hoy vas a ser mi novio, ¿no quieres?"

"¿Por qué?"

"Quiero que me acompañes a un sitio y finjas ser mi novio, ¿sí?" Mahito sonríe inocente.

Yuuji no tiene de otra que aceptar pero necesita más información, "¿A dónde? ¿Por qué? ¿Estás usándome para darle celos a alguien?"

"Algo así" Mahito se burla, en realidad solo quiere arrastrar a Yuuji a su ambiente, a un lugar al que no deberían ir menores de edad y que si Sukuna se entera sabe que se enojaría, pero Mahito quiere vengarse por lo que le hizo hace unos días, ese desgraciado se atrevió a compartirlo con uno de sus amigos igual de pervertidos y ni siquiera se inmutó, sabe que solo es un juguete pero merece algo de dignidad y bueno, un poco de retribución. No sabe si Sukuna se enojará por llevar a Yuuji a un bar, pero es la única conexión que tiene disponible para vengarse.

Eran apenas las 5 de la tarde, este sitio abre bastante temprano, y Yuuji le dijo que solo estaría con él hasta las 7 de la noche, dos horas eran suficientes porque no tenía permiso para quedarse más tarde, aunque eso era mentira, a las 7 debía encontrarse con el entrenador. Todavía no le ha contado a Mahito sobre ello, Mahito solamente sabe la parte de Satoru, realmente le gusta pero con Toji es diferente, no está tan seguro, y si le contara a Mahito seguro lo molestaría. Por supuesto, planea decirle pero primero tiene que estar seguro de lo que siente, no es posible que le gusten dos personas al mismo tiempo, además, no se trata de cualquier persona, ¡es el padre de su mejor amigo! Siempre se lo recuerda a sí mismo, que está mal y a veces se siente un sinvergüenza sin remedio, pero todo lo ha tomado como admiración y trata de convencerse de eso, solo admira al entrenador.

¿Pero admirar significa salir con él? Parece que estuviera aceptando citas, ni siquiera ha tenido una cita con Gojo-sensei pero ya se confesó, se besaron y tuvieron una llamada atrevida por celular, si puede llamarse así, sólo se masturbaron.

Mahito estuvo de acuerdo, igual solo necesitaba un par de fotografías comprometedoras. El bar, a pesar de abrir temprano, en realidad era un sitio cerrado y oscuro, daba la ilusión que afuera ya era de noche, la música era fuerte y las luces de colores dejaban ver los rostros de las otras personas de vez en cuando.

Mahito y Yuuji pudieron entrar porque el peligris azulado conoce al guardia de seguridad, en realidad, lo amenaza con un video peligroso que tiene de él, así que el guardia los deja pasar con la identificación falsa de Mahito, Yuuji no tuvo que tener una, con la de Mahito era suficiente.

"¿Cómo lograste que nos dejara entrar?" Pregunta Yuuji, ambos ya habían encontrado una mesa donde sentarse.

"Jeje, grabé un video mientras le hacía una mamada, tiene tanto miedo de que se lo envíe a su esposa" Mahito se ríe como si nada.

Sin embargo, Yuuji se queda en shock. "¡¿Qué?!"

Mahito se da cuenta de su error, es cierto, Yuuji no sabe de sus aventuras, no le habla de ello a menudo, solo le habla de sus ex novios.

"¿Qué pasa?" Mahito se ríe y lo abraza del hombro "Oye, tranquilo, no es cierto. Lo que es cierto es que tengo un video de él siendo infiel, lo vi en este mismo bar y lo grabé ¿de verdad piensas que soy tan promiscuo? Me encanta ver tu cara asustado" Mahito trata de convencerlo, pero a estas alturas Yuuji ya no sabe si creerle, todo lo que dice es subido de tono e incluso vulgar, luego se arrepiente diciendo que es una broma o un chiste. Bien dice el dicho, que entre broma y broma, la verdad se asoma.

No quiere pensar que Mahito sea esa clase de chicos como dicen los rumores porque lo ha defendido y por eso se ha peleado con Nobara. Sin embargo, por la forma de actuar de Mahito ya no sabe si esos rumores son ciertos o falsos, confía en que es una buena persona, se nota por su mirada que a veces es melancólico, y si los rumores son ciertos, Yuuji siente que puede comprenderlo, tal vez tenga un pasado que pesa sobre sus hombros que aún no le cuenta y por eso su forma de ser.

Mahito hace un puchero "Vamos, ya sabes cómo soy"

"Si, descuida" Yuuji sonríe, entonces Mahito se levanta.

"Ya vuelvo, voy a traer algo de tomar"

Yuuji espera que no sea alcohol, se supone que ambos son menores, no deberían estar ni siquiera en este lugar, pero solo quiere hacerle el favor de acompañarlo porque le beneficia, también tiene curiosidad por saber a quién se supone que le quiere provocar celos.

Mahito regresa al poco rato con dos vasos de micheladas.

"Ten, son ricas"

"¿No tienen alcohol verdad?"

Mahito se ríe "¿No me digas que nunca has tomado alcohol?"

"Por supuesto que no, tengo 15 años, mamá dijo que hasta que cumpliera 20 años podría tomar"

"¿Es enserio, Itadori? Eres demasiado buen niño" Mahito le pellizca la nariz "No tiene tanto alcohol, solo da un sorbo y te darás cuenta, esta es la bebida con menos alcohol que vas a encontrar aquí, adelante, ni mami, ni papi, ni Sukunii están aquí, no seas un niño bien portado por una vez en tu vida" Mahito vuelve a burlarse.

Yuuji frunce el ceño, si hay algo que lo enoje es que le llamen niño y que lo reten, toma la copa y bebe un sorbo.

El sabor no está mal, no es amargo como esperaba, tiene también un ligero sabor dulce, y la sal y pimienta en la orilla se siente bien en su paladar, además de lo fresca que está, no puede quejarse, sabe bien, pero también detecta ese olor y sabor a licor. Nunca ha probado realmente, solo en una ocasión por curiosidad cuando tenía 12 años que metió el dedo en el vaso de su padre cuando estaban en una fiesta y probó un poco, su madre se dio cuenta y le regañó, fue en ese momento cuando le dijo que solo podía tomar cuando cumpliera 20 años.

"¿Te gusta?" Pregunta Mahito.

Yuuji asiente "No está mal"

"¿Ves? No pasa nada, ven, tomémonos una foto"

"Te gustan mucho las fotos" menciona Yuuji

"Sí" por supuesto, necesita evidencias.

Mahito toma varias fotos con Yuuji, y luego elige unas dos o tres para enviarlas.

...

"Tch..." Sukuna mira el chat, ese bastardo le envió tres fotos con el mocoso, ¿qué hace fuera de casa? No pierde la oportunidad para escaparse. Prefiere ignorarlo, pero no se va a quedar así, sabe que Yuuji no es el único culpable, simplemente es un estúpido que se deja influenciar, y Mahito es una pésima influencia, es a él a quien verdaderamente debería culpar.

Sukuna guarda su celular, no quiere saber nada de ese chico y sus estúpidos juegos infantiles, ahora mismo está entrando a un almacén en el centro comercial, necesita comprar un nuevo traje ya que se irá de viaje de negocios.

Luego de salir de la tienda, le parece haber visto a alguien que ha visto antes pero no le presta mucha atención hasta que sus miradas se encuentran, y una sonrisa burlona le recuerda de quién se trata.

Es el padre fracasado de Megumi Fushiguro, cuando lo ve siente repulsión, ¿un sujeto como ese dentro de este gran centro comercial? Llevando consigo una bolsa grande como si hubiera hecho una compra bastante costosa, debe ser un chiste, para un sujeto que no tiene suficiente dinero, que vive del dinero que le dan sus putas y que arruinó su futuro no solo en el béisbol sino dentro de su familia.

Por supuesto que lo ignoró, no tiene absolutamente nada que hablar con ese sujeto.

Toji no pudo evitar sonreír cuando vio al hermano de Yuuji, siempre tiene esa expresión de pocos amigos pero no puede negar que parece un tigre salvaje grande, muy diferente al gatito que es el palo de rosa. El pelinegro va primero a comprar una taza de té antes de reunirse justamente con el gatito, y le envía un mensaje diciéndole que ha visto al gruñón de su hermano.

Yuuji, qué ya se había tomado toda la michelada y esperaba que Mahito trajera otra más, revisa el chat y se ríe, no puede creer que Toji haya visto a Sukuna ¿le saludó? Imaginarlo le resulta divertido y no sabe por qué, las pocas veces que Toji ha visto a Sukuna siempre ha sido para burlarse.

"Nos vemos en una hora" le escribe Yuuji.

En ese momento Mahito vuelve, entregándole otra copa. Pero esta vez, Mahito pidió que le echaran más alcohol, definitivamente no es tan buena persona o amigo como piensa Yuuji.

El pelirosa se toma la bebida confiando en él, luego se siente mareado y más risueño de lo normal, no está acostumbrado al alcohol así que supone que aunque fuera poquito, ya le estaba haciendo efecto.

Mahito vuelve a usar su celular para grabar, "Mira Itadori, saluda a la cámara" le dice acercándose, lo abraza pegando su mejilla a la del pelirosa.

Yuuji sonríe, su mejillas están ruborizada y luce muy feliz e inocente, "Yuujuu~"

"Ahora si, estoy aquí con mi mejor amigo"

Yuuji le sigue el juego "Estoy con Mahito, mi mejor amigo"

Mahito entonces le da un beso en la mejilla "Itadori eres tan lindo, los lobos podrían comerte"

Yuuji se ríe empujándolo un poco "Qué lobos, puedo defenderme"

"¿Pero ya no te dejaste comer por el lobo peliblanco?"

Yuuji se sonroja y niega con la cabeza, "Basta, deja de grabar, nadie me ha comido... todavía" Se burla, Mahito también se ríe, este chico es tan fácil de hacerlo caer.

Mahito obedece y detiene la grabación, de todas formas ya tiene lo que necesita, su venganza y también una prueba de lo que le pidió Sukuna, mató dos pájaros de un tiro.

Mahito le da de beber otra copa más antes de irse, así que Yuuji salió del lugar más animado que nunca, si de por sí es alguien enérgico ahora lo está el doble. Lo acompaña hasta el paradero de buses, y luego lo deja porque tiene que irse pronto. En realidad Sukuna le pidió que llegara al departamento, Mahito sabe que es por el video que le mandó y no le da miedo enfrentarse a Sukuna, de hecho siente que se está volviendo adicto a la adrenalina.

NT: Mahito está jugando con fuego, pero le gusta quemarse jajaja Bueno, basta de misterio, ya agregué la etiqueta de Sukuita porque siempre lo fue, solo que apenas quiero desarrollar esta ship venenosa, tóxica, nuclear jajaja Ya Toji tendrá su momento también.

Como anuncié en mi muro de Wattpad, lo repito "Resulta que escribo el fanfic en mi chat personal de Whatsapp, cambié de celular y olvidé por completo hacer la copia de seguridad. Así que se me perdió 1 mes de escritura. Tengo unos 5 capítulos escritos solo me falta revisar y corregir. Es solo que todo lo que escribí no creo que pueda volver a escribirlo de la misma forma, así que me ha tocado cambiar de idea con respecto a la historia, sí, me desmotivé y estoy sin inspiración. Pero espero que vuelva. Gracias por leer.