Quienes las hemos escuchado sabemos el estremecimiento que causan al corazón y mente con una fantasía sin igual que nos deja con ganas de más.

Ellas y sus protagonistas buenos…

Ellas y sus noblezas heroicas…

Ellas y el bien triunfando sobre el mal…

Ellas y su "final feliz"…

Y en estas fechas, donde la magia y lo místico cruzan fronteras para encontrase y bailar al son del viento otoñal y toman una fuerza sin igual, que mejor forma de festejarlo que esta, reviviendo aquellos cuentos de ha(ho)das(rror) y embriagarse el alma con los sentimientos únicos de estos cuentos, por que al final…

¿Qué malo puede pasar si ya conocemos el final?


IV. Un que(te)ri(mi)do(do) gatito.

Marinette Dupain-Cheng x Adrien Agreste.

Warning: La siguiente historia podría contener lenguaje fuerte para el lector, se recomienda discreción.

Summary: Alicia le tenía alta estima al bello gato sonriente, sabía que no es malo y no le haría daño, ¿o fue un mecanismo de defensa por parte de su mente ante la atroz realidad?


Kagami estaba impresionada, el ver a Marinette así podía hacer que la joven quisiera derramar lágrimas. No podía ver así a la primera amiga que tuvo, no podía verla de esta forma, sonriente de forma tan angelical a ese ser, a ese gato siniestro que disfrutaba de sus caricias en el cuello mientras ella los veía desde atrás de ese árbol.

«Esa es la misión, Kagami, debemos salvar a Marinette —pensó la joven— Es por ella, recuérdalo, no te confíes»

La mujer de cabellos azabaches tomó aire y se acercó a la pareja distraída y que solo Adrien la miró de forma amenazante.

«Te convertiste en tu padre»

— ¡Querida Kagami! —gritó la dulce voz de Marinette y la mencionada casi soltaba lágrimas.

—Marinette.

—Estaba con Adrien pensando que sería genial hacer una fiesta por día de brujas con temática de disfraces, ¿te apuntas?

Kagami miró la sonrisa maravillada de Marinette y solo pudo tragar grueso y asentir, por primera vez agradecía que su madre le hiciera saber controlar sus emociones, caso contrario habría corrido hacia Adrien a matarlo y liberar de cualquier lavado de cerebro a su amiga.

— ¡Perfecto! —señaló Marinette—. Debo ir por telas y adornos para la fiesta, ¿nos acompañas gatito?

Kagami vio la sonrisa tranquila que le daba Adrien a Marinette respondiendo con declinación a su pedido diciendo que iría por algo en particular. Haciendo que la joven de ojos castaños estuviera feliz en la mente, estar a solas con Marinette ayudaría, más cuando ella debía ser la primera en liberase para ir contra ese demonio.

— ¡De acuerdo! —aceptó mientras rodeaba al hombre y se despedía de el con un beso.

—Ve con cuidado, boogabu —animó el joven de cabellera rubia brillante y ojos verdes penetrantes—, y Kagami —el estremecimiento la tomo entera a la joven—, cuida a la persona que amo, la dejo en tus manos.

—Así será —sentenció Kagami sin dejarse amedrentar.

«¿Qué paso contigo, Adrien?»

[…]

— ¿Te gusta Kagami? Mira, es de colores verdes, nos tocaría comprar también telas moradas, rojas y naranjas.

—Estaría genial Marinette, de hecho conozco un lugar en el que hay una telas especiales.

— ¿Segura? ¿Abrieron una nueva? Recuerdo que había esta y otra cerca de la mansión pero no hay más.

—Es una nueva que abrieron, vamos, te prometo que hay telas asombrosas.

—Estaría genial, déjame pago por esta.

Las dos azabaches comenzaron a caminar por la tienda hasta llegar a la caja, mientras analizaba todo, si lo veías de lejos en verdad era una tierra normal y corriente, con personas con vidas diarias sin preocupaciones y temores, todo era normal, muy normal para ser real. Eso lo sabía Kagami, era consciente de que este mundo no era más que una ilusión que había creado el para mantenerla prisionera con el poder dado por las piezas de joyería que valoraban.

Saliendo de su escudriño ante este mundo, la joven Kagami vio como Marinette sonreía y le decía que estaba lista para seguirla.

—Marinette, ¿eres feliz? Digo, ¿te sientes cómoda aquí? —preguntó intento sonar lo más casual que podía.

«Recuerda no intentar salirte de esto, si se nota algo raro, él te destruirá»

—Por supuesto —alegó la joven—, no quería decirlo frente al gatito pero, Kagami te sientes extraña, yo debería preguntarte si estas bien.

—Claro que no, estoy perfectamente, yo estoy mejor que nunca.

—Es bueno saberlo, más aún cuando deberás estarlo —añadió Marinette mientras la sonrisa que siempre traía, que era cálida y bondadosa se tornaba oscura y perturbada, como si ella misma se impusiera sonreír.

—Marinette —llamó Kagami—, tú puedes ser muchas cosas pero menos idiota —dijo mirándola y conectando con la mirada azul que ya no brillaba—, tu…

—Sigue caminando y vamos al callejón donde te esperan, debes salir por la madriguera —determinó Marinette mientras cerraba sus ojos y volvía a mostrar una sonrisa curiosa.

Ambas caminaron hasta el lugar a donde tenía planeado llevarla Kagami, el cómo lo sabía era un misterio para la joven de ojos cafés que veía como la joven comenzaba a borrar la sonrisa que mostraba, el brillo en sus ojos azules se desvanecía y el temblor se hacía presente en su cuerpo.

—Ahora lo entiendo, tú sabes que esto no es real Marinette.

—…

—Podemos escapar, Bunnix te ayudara a salir de aquí, tú puedes…

—Kagami —susurró Marinette tomando sus manos y la miro con lágrimas casi por salir—, no puedo irme, si me voy, su ira se dispara, los encontrara, ese gato tiene todo el poder, mientras ustedes están afuera contactándome, ¿tienen idea las torturas que vivo cada vez al verlos morir?

—¿De qué hablas?

—Alix no te contó, bien —señaló con la voz por quebrarse, Kagami jamás había visto a esa chica fuerte caer así, la empezaba a asustar—, no eres la primera en intentar sacarme de esta realidad.

— ¿Qué?

—No lo eres, si te cuento a ti, eres la tercera Kagami que envían a sacarme de aquí, dos Félix lo intentaron y cinco Lukas —añadió la joven de ojos azules.

—No es cierto.

—Me encantaría que no lo sea, pero soy muy consciente que este gato sonriente esta por descubrirte, vete ahora que puedes antes de que…

Las palabras quedaron en el aire cuando la ciudad entera se oscureció de pronto y una gran bola blanca salió de la torre Eiffel del lugar haciendo que las dos mujeres se estremecieran, en especial Marinette que comenzó a negar mientras las lágrimas le brotaban.

— ¡Vete, maldita sea vete ahora! ¡Bunnix sácala!

— ¡No me voy sin ti!

La luz de aquel portal de madriguera se abrió y unas manos sacaron a la joven Kagami mientras gritaba y pedía volver.

— ¡Tenemos que salvarla!

—No podemos volver —la joven de cabello rojo la sostenía mientras analizaba las palabras de la conversación que había escuchado y una lágrima rebelde salió—. Nos descubrió, si Marinette no te sacaba Habrías muerto y nuevamente este mundo debería renacer.

—Entonces es cierto —aseguró mientras se levantaba y miraba a la mujer que aceptaba la culpa con la mirada— ¡¿Por qué no podemos salvarla?!

—Por esto.

Alix llevo a la mujer a ver una de las pantallas de la madriguera, en la cual se le mostro todo lo que había sucedido, como Chat Noir, Adrien Agreste había perdido el sentido al saber que Marinette podía perder la memoria por ser guardiana, como había enloquecido poco a poco y se obsesiono con tener su pareja aun con él, recordándolo. Enloqueciendo hasta secuestrar a Marinette, robarle el miraculous y pedir el deseo de armar una realidad que funcionara solamente con él y que todo fuera perfecto para la dulce joven.

«Enloqueciste como tu padre»

Podía ver como esa realidad fue sostenida por medio de acabar con vidas de otras realidades para alimentar a fuerza de los kwamis que sostenían esa mentira, como Marinette podía notar que estaba en una realidad diferente y cruel y al tratar de salir cada escape era una tortura que la destruía lentamente, como de galletas y bebidas la drogaban para estar a disposición de aquel que era su pareja para evitar que escapara, y como al ver que eso no era suficiente, permitió darle esperanza de salir y destruyendo toda esa realidad cuando esta estaba por lograrlo y volviendo a iniciar con ese ciclo.

Tiendo a ella a quien debían recurrir para salvar a Marinette, viendo como cada persona que mandaban terminaba muerta en sus brazos y a Adrien, Chat Blanc destruir el mundo para comenzar y así acabar con su espíritu, más lo estaba logrando, una prueba de ello es que Marinette después de cada tortura tanto física y mental, todas con sangre en su proceso la hacían ser ahora esa muchacha de sonrisa fingida y la cual ahora era torturada en una cámara por látigos que magullaban sus piernas, y unos cables en su cabeza que le daban descargas eléctricas haciendo que sus dientes temblaran aún más.

—Marinette, ¿es tan difícil entender que no podrá escapar de mí, amor?

El grito de Marinette resonó, y Adrien sonrió aún más.

—Después de esto tendrás la sonrisa más sincera mi pequeña, y si eso no es suficiente —susurró acercándose a su oído y dándole un beso en la mejilla que hizo temblar y derramar más lagrimas a la joven—, tranquilamente puedo destruir a todos e iniciar de nuevo.

—No, no, lo haré, sonreiré, seré buena. Me quedare.

Y con esas palabras una nueva descarga de electricidad hizo a la joven inconsciente mientras Adrien la atrapaba y besaba al sonreír, el jamás dejaría que le quitaran a su Marinette, no la perdería, jamás lo haría. Ella no volvería a escapar, no lo haría jamás y se quedaría en esta tierra para siempre, ella lo haría. Porque, a diferencia de ese cuento que leyó, el cómo un buen gato, no le mostraría a su Alicia el camino para salir, la capturaría, al mantendría con él y vivirían sonrientes y felices en su país de las maravillas, en su mundo milagroso.

Ellos estarían para siempre ahí.


Volvemos a mis inicios, donde prepare mi primera poción y conjure mi primer hechizo, mi casa y mis vestiduras de negro, verde y plateado que porto con orgullo, sigamos con esta lectura queridos habitantes de B612, que aun nos falta historias por als cuales estremecernos.

Cualquier duda, queja, lloro o lamento a mis redes, o por medio de un espejo, son nuestra ventana hacia nosotros pero también de ellos para con uno mismo.

Nos vemos en las tiras cómicas