Esta obra es una creación original y está protegida por derechos de autor. Los personajes y elementos del universo de Fairy Tail pertenecen al autor mangaka Hiro Mashima


Fairy Tail - Drabble

Malentendido

Palabras: 906


Carla estaba en el apartamento de Lucy, ocupándose de regar las plantas, ya que Lucy había salido de misión y le había pedido ese favor.

"Lucy debería haberme avisado con más tiempo," murmuró Carla mientras rociaba agua sobre las hojas verdes. "Aunque no me importa ayudarla, esto es un poco aburrido."

Terminado su trabajo, Carla salió del apartamento de Lucy y se dirigió al pasillo. Mientras caminaba, escuchó risas provenientes del apartamento de al lado, que pertenecía a Touka. "¿Qué estará haciendo ella? No es que me importe de igual manera," expresó con indiferencia.

Se detuvo un momento, tratando de ignorarlo, pero entonces escuchó algo que la hizo detenerse en seco.

"Estoy bastante nerviosa. Es mi primera vez, Happy," dijo una voz que supo que era de Touka.

"¡¿Happy está con ella?!" Carla sintió que su cara se ponía roja de inmediato. ¿Qué demonios estaba haciendo Happy en el apartamento de Touka? Y peor aún, ¿por qué ella estaba diciendo esas cosas?

Ella trataba de no imaginar nada extraño, pero lo que dijo Touka, y con ese tono de voz, no hacía más que apuntar a que estaban a punto de hacer algo indebido.

"Yo también estoy algo nervioso, Touka. Pero creo que todo saldrá bien," respondió Happy con una voz tranquilizadora.

"¡Qué sucede ahí dentro!" pensó Carla, bastante molesta e intrigada por las palabras de Happy. Esas palabras no ayudaban para nada, ya que no le agradaba el escenario que se estaba formando en su mente.

Carla se acercó más a la puerta, intentando escuchar mejor. Su mente empezó a imaginar todo tipo de situaciones inapropiadas, y su corazón latía con fuerza.

"Solo... sé gentil, ¿de acuerdo?" dijo Touka, con una voz que parecía contener una mezcla de ansiedad y expectación.

"Claro, Touka. Empezaré despacio," respondió Happy. "Solo déjame marcar el ritmo."

Carla casi no podía creer lo que estaba escuchando. ¿Happy y Touka estaban... juntos? La idea la llenaba de una mezcla de celos y confusión.

"¡Ay! Eso duele un poco," exclamó Touka.

"Lo siento, lo siento, me dejé llevar. ¿Así está mejor?" respondió Happy, con preocupación.

"Sí, sí. Mucho mejor," dijo Touka, con un suspiro de alivio. "Sigue adelante, que esta posición es bastante vergonzosa."

Carla se llevó una mano a la boca, tratando de contener un grito de sorpresa. No podía soportar más. Decidió que debía confrontarlos de inmediato.

"¡Deténganse!" exclamó Carla en su forma humana, y de una patada derribó la puerta del apartamento de Touka. "¡¿Ustedes dos qué están haciendo?!"

"¡Carla! ¿Qué estás haciendo aquí?" preguntó Touka, sorprendida, con una toga blanca sobre los hombros y manchas de pintura en el pelaje. "¡¿Y qué le pasó a mi puerta?!"

Carla miró alrededor del apartamento y vio que todo estaba decorado con lienzos y pinceles. Happy estaba frente a un caballete, sosteniendo una paleta de colores.

"¿Qué... qué está pasando aquí?" preguntó Carla, aún confundida.

Touka se sonrojó y se levantó rápidamente. "Happy dijo que quería aprender a pintar. Es un proyecto que él quería intentar, y yo me ofrecí a ser su modelo."

Carla parpadeó, procesando la información. "¿Pintando? ¿Entonces todo lo que escuché era...?"

Touka rió nerviosamente. "Sí, era solo eso. Happy estaba plasmándome en el lienzo y... bueno, es la primera vez que poso para un cuadro."

"¿Pero escuché qué querías que Happy fuera gentil contigo?" expresó Carla, algo roja al tener que repetir esa parte.

"¡Ah, sobre eso! Pues mira lo que traigo puesto, Carla." Expresó Touka mientras dejaba que Carla se percatara de que llevaba puesta una toga blanca. "Esta ropa es bastante suelta, por eso Happy me había puesto un alfiler para que no tuviera problemas a la hora de pintar."

"Pero me moví un poco y terminó hincando accidentalmente a Touka, por eso ella me pedía que fuera más gentil," explicó Happy, algo apenado. "¿Qué es lo que habías entendido, Carla?"

"¡Eso ya no importa! ¡¿Pero qué fue eso de 'marcar el ritmo'?!" expresó Carla, bastante roja.

"Pues Happy se refería al ritmo al que él pinta," expresó Touka con una mirada de complicidad, ya que se percató de lo que había pensado Carla. "¿Acaso pensaste que Happy y yo estábamos haciendo algo indebido?"

Carla sintió cómo la vergüenza subía por su rostro al percatarse de que se había equivocado. "¡No! ¡De ninguna manera había pensado en eso!"

Tanto Happy como Touka se rieron por lo bajo.

Carla se sintió aliviada y un poco avergonzada por sus pensamientos anteriores. "Lo siento, pensé... pensé que estaban haciendo otra cosa," confesó.

Happy se acercó a Carla y le sonrió. "No te preocupes, Carla. Entiendo cómo pudo sonar todo eso. Pero no, solo estábamos pintando."

"¡Creo que estabas algo celosa, ¿verdad?!" expresó Touka con una pequeña risa.

"No puedo culparla, cualquier persona hubiera malentendido la situación de igual manera," dijo Happy sonriendo.

Carla se sintió un poco tonta por haber malinterpretado la situación, pero también se alegró de que sus temores no fueran ciertos. "Bueno, me alegra saberlo. Y... siento haber interrumpido."

Happy sonrió y negó con la cabeza. "No hay problema, Carla. De hecho, ¿quieres unirte? Podríamos usar toda la ayuda que podamos conseguir."

Carla rió suavemente y asintió. "Claro, ¿por qué no?"

Y así, los tres pasaron el resto del día trabajando juntos en el proyecto de pintura, dejando atrás los malentendidos y disfrutando de su tiempo juntos como amigos.

Hasta que Touka recordó algo importante. "¿Quién se hace responsable por mi puerta?"


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