Llegó con prisa a su casa dejando su mochila cerca de su cama. Rápidamente realizó sus deberes para evitar cualquier llamado de sus padres para pedirle que ayude en el negocio familiar.

Completó los pendientes y cerró la puerta con llave para luego dejar su cuarto a oscuras y las persianas abajo.

Observó la hora en su celular y sonrió viendo que era justo el tiempo.

Vio con emoción cómo la luz del cuarto de la casa vecina iluminó el lugar dejando ver a una hermosa chica de cabello rosa y ojos azules.

Había llegado: la chica más hermosa del mundo, mayor que él por tres años, estudiando juntos en la misma preparatoria/universidad (estaban juntos ambos niveles educativos) y la dueña de una de las muchas pajas que se ha hecho en su honor como la que está a punto de hacerse.

Y es que la chica se desvestía quitando su uniforme universitario sin darse cuenta que era espiada por su vecino.

Quedó en ropa interior hasta que desabrochó su brasier quitándoselo dejando ver sus enorme senos redondos provocando un jadeo en el de lentes quien se masturbaba de lo lindo al ver la imagen de su crush estirándose un poco y resaltando sus atributos.

-Es demasiado bárbara-susurró para si aumentando la velocidad de su masturbación

Terminó de correrse jadeando satisfecho. Se sentó en el suelo tratando de recuperar la respiración.

Estando más calmado, procedió a limpiarse y darse una ducha.

Mientras eso ocurría, tras las cortinas cerradas y a oscuras, la chica masturbaba su clítoris quien jadeó extasiada al manchar una fotografía de su robusto vecino de lentes con su traje del club de kung fu.


Se despertó más temprano decidido en por fin ir a hablar con ella y ofrecerse a llevar a la institución. A pesar de que entraba más tarde, sabía que debía aprovechar la oportunidad.

-Muy bien Po, tu puedes hacerlo-las manos le sudaban por la cual las limpiaba constantemente en su pantalón-Ya estás frente a su casa así que no hay vuelta atrás

Soltó el aire con nerviosismo y tocó el timbre de su casa.

La puerta se abrió dejando ver a la chica quien observaba al chico con extrañeza.

-¿Puedo ayudarte en algo?

-¿Te...te llevarte escuela gustaría yo?-dijo completamente nervioso quedando trabado

-¿Qué?

-¿Yo escuela gustaría llevarte tú?-se puso completamente rojo de la pena ya que volvió a confundirse con las palabras

La chica rió divertida comprendiendo lo que le estaba pidiendo.

-Me encantaría. Vuelvo en cinco-entró a la casa por sus cosas

-Eres un estúpido Po. Ahora Veruca DuMont, la chica más popular y hermosa, creerá que eres un retrasado-dijo para sí mismo en voz baja con reproche

-Listo, ya podemos irnos-cerró cuidadosamente la puerta tras de si

Lo ve asentir con frenesí caminando con paso rígido hacia su coche. Le abrió la puerta para que subiera a lo cual volvió a reír.

-Si gustas puedo manejar, aunque necesito las llaves

-Lo...lo siento mucho. N...no me di cuenta-rápidamente fue a abrir otra puerta

-Bueno, es bastante cómodo ir atrás

El chico palmeó su rostro y suspiró con frustración. La chica suspiró también pero con diversión y se acercó a él para tocar su hombro.

-Necesitas relajarte y pensar las cosas con claridad o puedes provocar un accidente-palmeó su espalda-gracias por el aventón, pero iré caminando

Le sonrió y tomó su camino hacia la universidad.

Al verla a lo lejos, golpeó el techo de su auto con enojo. Era oficial: ella piensa que es un retrasado y un perdedor.


Entró a clases con un aura bastante decaída. Negó con la cabeza y se enfocó en prestar atención en clases.

Luego de varias horas, tuvo por fin su anhelada hora libre. Recordó que a esa hora su sempai (como le decía en secreto a su crush) tenía práctica de volibol.

Se acercó a ver la práctica quedando maravillado por el uniforme que portaba: playera manga corta que se señía resaltando sus pechos, unos shorts cortos que resaltaban su trasero y su cabello recogido en una cola de caballo.

Iba a seguir admirando su belleza cuando escuchó una plática que no le gustó para nada: dos chicas planeaban hacerle daño para sacarla de la competencia ya que una estaría en el juego de práctica mientras la otra le gritaría para decirle algo importante que la desconcentraría para que le pudieran dar un horrible pelotazo en la cabeza o cuerpo y dejarla incapacitada.

Se iban riendo sin notar que fueron escuchadas por el chico.


La práctica se reanudó siguiendo el juego normal. Las chicas se hicieron una seña para comenzar el plan.

Preparó el balón para tirar sin que notaran que modificó su trayectoria para dar justo en la pelirosa.

-Oye Veruca, tienes una llamada del director. Me pidió que fueras ahora a verlo

-¿Por? ¿Qué sucedió?-volteó a verla por un instante y bajando la guardia

Regresó la vista al escuchar un golpe y gritos de la gente. Vio con sorpresa que era su vecino a quien le habían golpeado con fuerza en la cabeza y tirado en el suelo.

-¡Lo hiciste a propósito Leah!

-¿Cuál es tu problema?

-Leah, estás fuera del equipo de forma permanente

Varios comenzaron a reclamarle mientras otros ayudaban a la pelirosa a llevar a Po a la enfermería.


Despertó con un horrible dolor de cabeza y algo mareado. Vio con confusión el lugar.

-Vaya chico, si que nos diste un buen susto-comentó el médico del campus revisando su pulso-al parecer todo está bien

-¿Qué...qué pasó?

-Te golpearon con un balón de volibol. Afortunadamente no pasó a mayores, pero necesitas estar en reposo-le entregó unas pastillas con agua las cuales vio tomar

Poco tiempo después llegaron sus padres quienes lo abrazaron con preocupación. Al enterarse de lo sucedido, decidieron solicitar la expulsión de la chica.

Se llevaron a su hijo a descansar en su auto.


Despertó entrada la noche olvidando que no había pedido el trabajo de hoy. Vio la hora y notó que era exactamente la misma en la que veía a su vecina en acción.

Iba a cerrar todo para verla cuando la vio salir a su balcón.

-Oh, hola. ¿Te sientes mejor?-lo vio asentir-gracias por salvarme de tremendo golpe

-No hay problema

-Y por eso pedí tus deberes de esta semana para que descanses. Los dejé con tus padres

-Muchas gracias. No te hubieras molestado

-¿Bromeas? Es lo menos que puedo hacer por mi héroe-le guiñó el ojo-descansa

-Cla...claro

Ambos entraron a sus habitaciones para descansar.

Po estaba emocionado ya que pasó de ser un retrasado a ser su héroe.

Se recostó en su cama con ese pensamiento quedando profundamente dormido.