El sol comenzaba a ocultarse en el horizonte, proyectando largas sombras sobre los terrenos de la Academia U.A. Hideki caminaba hacia la salida, sosteniendo en sus manos los papeles con las dos propuestas de pasantía que había recibido. Sus pensamientos estaban centrados en la oferta de Vital Strike, el héroe retirado y antiguo mentor de Aizawa. Mientras cruzaba el portón principal, sopesaba las palabras de su profesor y consideraba las posibles implicaciones de aceptar esa oferta.

De repente, dos figuras aparecieron en su camino. Eran un hombre y una mujer, ambos con una postura segura y vestimenta elegante. El hombre tenía el mismo color de ojos que Hideki, mientras que la mujer compartía el tono castaño de su cabello. Algo en ellos le resultaba inquietantemente familiar, aunque no podía precisar por qué.

-"Saito Hideki,"- comenzó el hombre, su voz firme pero no agresiva. -"¿Podríamos hablar contigo un momento?"-

Hideki se detuvo, sorprendido. -"¿Quiénes son ustedes?"- preguntó, sintiendo una mezcla de curiosidad y recelo.

La mujer dio un paso adelante, su voz suave pero decidida. -"Has crecido mucho, hijo. Somos tus padres biológicos. Nos llamamos Nakajima Akihiro y Nakajima Haruka. Sabemos que esto es inesperado, pero queremos hablar contigo sobre algo muy importante."-

La revelación cayó sobre Hideki como una tonelada de ladrillos. Su corazón latía con fuerza y una marea de emociones lo abrumó. "¿Mis padres?" repitió con incredulidad. "¿Después de todos estos años? Ustedes... ¡ustedes me abandonaron!"

"Sí," comenzó Akihiro, intentando sonar comprensivo. "Hemos estado observando tu progreso y no podíamos quedarnos en silencio más tiempo. Sabemos que tenemos mucho que explicar."

Hideki los miró con desconfianza, y una chispa de furia brilló en sus ojos. "¿Explicar? ¿Después de once años?" Su voz temblaba de indignación mientras el resentimiento latente afloraba. "Sé perfectamente por qué me abandonaron. Lo hicieron porque no tenía un quirk, porque no cumplí con sus expectativas egoístas." Aunque no estaba completamente seguro de si esa era la razón, lo decía con la convicción de quien ha convencido a su propio corazón de una verdad dolorosa.

Haruka dio un paso adelante, con los ojos reflejando una mezcla de culpa y esperanza. "Hideki, hemos visto lo que has logrado sin un quirk. Queremos ofrecerte el apoyo que no pudimos brindarte antes. Queremos que consideres nuestra oferta de pasantía."

Hideki sintió una punzada en el pecho. "¿Su oferta de pasantía?" Su incredulidad se convirtió en burla. "¿Es por eso que están aquí? ¿Es por eso que quieren verme? ¡Por una maldita pasantía!" Mientras hablaba, su mirada se desvió hacia los papeles en sus manos, observando con atención el de la otra agencia, dirigida por PowerFlux y Nyra Surge. La ironía de la situación lo golpeó como una bofetada.

"Es más que eso," dijo Akihiro, intentando sonar convincente. "Queremos conocerte, realmente conocerte, y ayudarte a alcanzar tu máximo potencial."

Hideki soltó una risa amarga y dejó caer los papeles en la mesa frente a él. "¿Conocerme?" repitió, su tono sarcástico. "No necesito que me conozcan ahora. Ya es demasiado tarde para eso." Sus manos temblaban de frustración. "He llegado hasta aquí solo, sin ustedes. Solo he necesitado el apoyo de mi abuelo, Onoki, para llegar donde estoy ahora. Él ha sido mi familia. No ustedes."

Akihiro y Haruka intercambiaron miradas incómodas antes de que Haruka respondiera con voz temblorosa. "Sí, cometimos un error terrible. Fue un acto de egoísmo y cobardía. Lo sabemos. Pero verte lograr todo sin un quirk nos hizo darnos cuenta de lo equivocados que estábamos. Queremos redimirnos y ser parte de tu vida, si nos lo permites."

Hideki los miró con dureza, una mezcla de rabia y tristeza nublando su juicio. "No necesito su apoyo," replicó, con una voz que intentaba sonar firme, pero sus emociones estaban al borde de explotar. "He llegado hasta aquí sin ustedes, y seguiré adelante de la misma manera."

Haruka dio un paso más hacia él, con las manos temblorosas extendiéndose ligeramente. "Hideki, no esperamos que nos perdones fácilmente, pero lo que has logrado... es increíble. Queremos ayudarte a alcanzar tu verdadero potencial."

Un silencio tenso llenó el aire. Hideki sintió una batalla interna, entre el niño que alguna vez había querido a sus padres y el joven que se había endurecido por su cuenta. Finalmente, en un arrebato de frustración, dejó caer los papeles de la pasantía de sus padres biológicos al suelo sin mirarlos. "Es demasiado tarde. Ya tomé mi decisión."

Con esas palabras, Hideki se dio media vuelta y se alejó, ignorando los murmullos de sus padres detrás de él. Sus pasos eran pesados, cargados de una mezcla de rabia e inseguridad, pero su resolución era firme: no les daría la satisfacción de su perdón tan fácilmente.

Haruka y Akihiro se quedaron allí, viendo cómo su hijo se alejaba, sabiendo que lo que habían roto no se repararía con palabras, y preguntándose si algún día podrían llegar a enmendar el daño.

Detrás de él, Todoroki permanecía en silencio, observando cómo Hideki se alejaba de sus padres, había escuchado la conversación de pura casualidad. Podía sentir la tensión y la confusión que emanaba de su compañero. Y en ese momento, lo entendió. Ambos habían sido moldeados por padres que habían visto más valor en los quirks que en los corazones de sus hijos. Ambos eran el producto de matrimonios que parecían más diseñados para criar a héroes que a personas. Aunque las circunstancias exactas eran distintas, Todoroki sentía que conocía bien la rabia contenida y el vacío emocional que Hideki intentaba ignorar.

-"Tal vez somos más parecidos de lo que cualquiera podría imaginar,"- pensó Todoroki mientras sus ojos seguían la figura de Hideki que desaparecía en la distancia. Quizás, de alguna manera, ambos tenían más en común de lo que jamás habrían creído posible.


La semana continuó con relativa normalidad para Hideki, quien aprovechó el tiempo para conocer mejor a sus nuevos compañeros de clase. Pronto forjó nuevas amistades, entre ellas, con Mina Ashido, una chica enérgica y amigable que rápidamente se ganó su simpatía. A pesar de la presión del curso de héroes, todos sus compañeros resultaron ser muy agradables. Sin embargo, lo más sorprendente de la semana fue que Todoroki, quien siempre se mostraba reservado y tendía a alejarse de los demás, se acercó a él con la intención de forjar una amistad. Hideki no entendía del todo las razones detrás de esto, considerando lo distante que solía ser Todoroki, pero eso no le importó. Aceptó su acercamiento sin dudarlo y se sintió agradecido por la oportunidad de ganar un nuevo amigo. Al final, Hideki estaba realmente feliz de poder expandir su círculo de amistades.

A pesar de sus nuevos vínculos, Hideki no descuidó la relación con su mejor amigo, Hitoshi Shinsou. Aunque ya no compartían clases, ambos seguían almorzando juntos, y en ocasiones, incluso se unían algunos de los compañeros de la Clase 1-C. Hideki no había dejado de interactuar con sus antiguos compañeros, algo que les alegraba profundamente. A pesar de haber alcanzado su meta de ingresar al curso de héroes —un sueño que también compartían muchos de ellos—, Hideki nunca los hizo a un lado ni comenzó a presumir de su logro. Ellos estaban agradecidos por la humildad que siempre demostraba. Además, Hideki seguía entrenando de vez en cuando con Shinsou, fortaleciendo tanto su amistad como sus habilidades.

Durante esa semana, Hideki también informó a Aizawa sobre su decisión para la pasantía. Después de lo ocurrido con sus padres, no tuvo dudas al escoger a Vital Strike como su mentor para la semana de pasantías. Además, se aseguró de completar el formulario para su traje de héroe, tal como Aizawa le había indicado. Hideki tenía claro lo que quería: un traje que le permitiera moverse con libertad, pero que también fuera resistente y adecuado para el sigilo.

Pidió que su traje contara con varios bolsillos o compartimentos similares, ideales para llevar distintos artilugios como bombas de humo, guantes electrificados, y una pistola de grappling. Asimismo, solicitó una mejora para su báculo, buscando que pudiera reducirse aún más que la versión actual, haciéndolo más fácil de transportar sin sacrificar su funcionalidad en combate.

El resultado final fue un traje oscuro, ajustado y aerodinámico, diseñado para maximizar tanto su agilidad como su discreción. El material era ligero pero increíblemente resistente, capaz de soportar impactos sin limitar sus movimientos. Las líneas del traje estaban pensadas para facilitar el sigilo, con detalles en azul oscuro que recorrían los brazos y el pecho, dándole un toque distintivo pero no llamativo, ideal para misiones nocturnas o de infiltración.

Los guantes y las botas estaban reforzados con tecnología de absorción de impactos, y en los dedos de los guantes se integraron pequeñas descargas eléctricas para sus guantes electrificados. En la parte trasera, había compartimentos discretos para sus bombas de humo y otros dispositivos, además de un sistema para guardar su báculo, que ahora podía comprimirse hasta el tamaño de un pequeño cilindro, casi imperceptible cuando lo llevaba guardado.

Finalmente, en el cinturón llevaba una serie de gadgets y herramientas, como la pistola de grappling, que le permitía moverse con rapidez y precisión en cualquier terreno. Cada detalle del traje había sido diseñado pensando en su estilo de combate: rápido, versátil y adaptable. Hideki, al verse con el traje puesto por primera vez, supo que era justo lo que necesitaba para afrontar los desafíos que vendrían.

Toda la clase se encontraba reunida en la estación de trenes, listos para partir hacia sus destinos asignados para la semana de pasantías. El ambiente era de emoción contenida, sabiendo que estaban a punto de enfrentarse a uno de los retos más importantes de su formación. Hideki no pudo evitar sentir una mezcla de nervios y emoción mientras esperaba el tren que lo llevaría a Osaka, una de las ciudades más peligrosas del país.

-"¿Trajeron sus trajes, verdad?"- Aizawa preguntó con su habitual tono tranquilo pero severo, asegurándose de que todos estuvieran listos. -"Recuerden que no pueden usarlos en público, así que no los pierdan."-

-"¡Hai!"- exclamó Mina con su habitual entusiasmo.

Aizawa, sin perder la compostura, la corrigió de inmediato. -"Habla correctamente. Es 'Hai, sensei', Ashido."- La chica, un poco desinflada, repitió la respuesta con menos energía, pero con más formalidad.

El profesor echó un último vistazo al grupo, su mirada cansada pero vigilante se detuvo en Hideki por un instante más largo. -"Asegúrense de ser respetuosos con los héroes que los recibirán."- Dijo en tono serio, haciendo énfasis cuando sus ojos se encontraron con los de Hideki. Aizawa sabía que Vital Strike, su mentor asignado, era un héroe que no toleraba la falta de respeto ni el comportamiento imprudente.

-"Pueden irse,"- concluyó Aizawa, dándoles el permiso para abordar.

Con el corazón acelerado y su futuro inmediato por delante, Hideki asintió para sí mismo. Sabía que este viaje a Osaka no solo sería una prueba de sus habilidades como héroe, sino también de su capacidad para aprender bajo la tutela de un héroe tan poco convencional como Vital Strike.

Hideki observaba por la ventana del tren mientras las grandes construcciones y los paisajes cambiaban lentamente a medida que se acercaban a Osaka. La ciudad tenía una reputación que la precedía: no solo era conocida por su gran actividad económica y cultural, sino también por su tasa relativamente alta de criminalidad en comparación con otras ciudades. Vital Strike, su mentor, había ganado notoriedad no solo por ser uno de los héroes más efectivos de la ciudad, sino también por ser alguien extremadamente estricto y severo con sus aprendices. Hideki sentía una mezcla de emoción y nerviosismo al pensar en lo que le esperaba.

El tren finalmente se detuvo en la estación de Osaka, y el bullicio de la ciudad golpeó a Hideki en cuanto descendió. El sonido de los coches, las conversaciones y el constante movimiento de la gente le dio la bienvenida. Osaka era imponente, con sus grandes rascacielos y calles abarrotadas de gente. Tomó aire profundamente, tratando de calmar su ansiedad. Sabía que estaba entrando en un terreno completamente nuevo, donde no solo tendría que demostrar sus habilidades, sino también aprender de uno de los héroes más exigentes.

A diferencia de las grandes agencias o despachos de héroes llenos de tecnología de última generación, el lugar donde realizaría su entrenamiento era un antiguo dojo, enclavado en las afueras de la ciudad. Estaba rodeado de árboles y colinas, alejado del bullicio, un lugar donde solo los grillos y el viento rompían el silencio.

El dojo era imponente en su simplicidad. De madera vieja pero bien cuidada, el edificio irradiaba una sensación de fuerza contenida, como si las paredes mismas hubieran sido testigos de incontables batallas. El aire estaba cargado con una atmósfera pesada, casi sofocante, que hizo que el corazón de Hideki latiera más rápido a medida que cruzaba la entrada.

Apenas dio un paso dentro del dojo, una sensación de peligro lo golpeó de lleno. Era una presencia tan abrumadora, tan agresiva, que por un momento sintió como si alguien lo estuviera atacando. Retrocedió instintivamente, con el pulso acelerado, casi tropezando. Su mirada recorrió frenéticamente el lugar, buscando la amenaza.

—"Mucha sed de sangre," —murmuró una voz grave y áspera.

Hideki levantó la vista, y ahí estaba. En el centro del dojo, rodeado de sombras, el imponente Vital Strike, el héroe retirado. Aunque ya no ejercía activamente, su sola presencia dominaba el lugar. Su cabello gris y desordenado y las cicatrices en su rostro hablaban de incontables batallas, pero sus ojos seguían siendo tan afilados como cuchillos.

—"Joven, retienes mucha agresión en ti. Por un momento, pensé que eras un villano." —La voz del héroe resonó en el espacio vacío.

Hideki, aún respirando con dificultad, se inclinó rápidamente en señal de respeto, pero el desconcierto lo invadía.

—"Por favor, perdóneme, Vital Strike-sensei, pero creo que se equivoca," —dijo, tratando de sonar respetuoso, aunque el nerviosismo se le notaba—. "Sentí como si me estuviera atacando... ¿o me lo imaginé?"

El viejo héroe bufó, con una mezcla de burla y desdén, dando un paso hacia adelante. Sus movimientos eran lentos pero calculados, cada uno con una precisión intimidante.

—"Tienes las orejas aún mojadas, chico," —respondió con una sonrisa torcida—. "Dime, ¿cuál es tu nombre?"

—"Es un honor conocerlo, Vital Strike-sensei. Soy Hideki Saito," —respondió Hideki, haciendo una reverencia más profunda esta vez.

El héroe retirado lo observó con ojos críticos, como si estuviera escaneando cada parte de él.

—"Hideki, ¿eh?" —gruñó, frunciendo el ceño—. "No tienes nada de elegancia."

Hideki levantó la vista, claramente confundido y ligeramente ofendido por el comentario.

—"¿A qué se refiere?" —preguntó, intentando mantener el tono formal, pero sin poder ocultar su incomodidad.

—"A cómo actúas," —dijo el viejo héroe, acercándose lentamente. Había algo en su manera de moverse que irradiaba una peligrosidad latente—. "Te vi en el festival deportivo... atacas con agresividad, con violencia desmedida. Intentas aplastar a tus oponentes con pura fuerza bruta, como si quisieras destruirlos. Esa es tu propia sed de sangre. Y, en este dojo, esa furia descontrolada es lo primero que detecté de ti."

Las palabras de Vital Strike cayeron sobre Hideki como un balde de agua fría. Lo miró, atónito, sin saber cómo responder. ¿Era eso lo que había proyectado en el festival? ¿Violencia desmedida?

—"Tu instinto asesino es torpe y desastroso," —prosiguió el héroe, sin piedad—. "¿Crees que yo iba a atacarte? Lo que sentiste no fue más que el reflejo de tu propia furia, tu propia agresividad volviéndose contra ti. Esa brutalidad sin control no es fuerza, chico. Es una debilidad que te consume."

Hideki frunció el ceño, tratando de procesar lo que Vital Strike le decía. Cada palabra era como un golpe que lo forzaba a ver una parte de sí mismo que había ignorado.

—"Esa... esa no es verdadera fuerza," —dijo Vital Strike, con dureza en su tono—. "Cuando permites que tu sed de sangre te controle, te vuelves predecible. Débil. Si quieres ser más que un peleador salvaje, tendrás que aprender a dominar esa furia antes de siquiera pensar en dominar a tus oponentes."

Hideki apretó los puños. Había venido hasta aquí para aprender, pero no esperaba recibir una lección tan dura desde el principio. Y, sin embargo, sabía que Vital Strike tenía razón. Había algo oscuro dentro de él que no entendía del todo, algo que lo empujaba a pelear con una intensidad que, quizás, lo estaba consumiendo.

—"Si realmente quieres aprender, te quedarás y enfrentarás esa furia," —dijo Vital Strike, retrocediendo y dirigiéndose al centro del dojo—. "Pero no será fácil, y muchos antes que tú han fallado. La verdadera fuerza proviene del control. Y yo... te enseñaré a controlarla."

Hideki lo miró con determinación. Había llegado hasta aquí, y no pensaba retroceder. Si lo que necesitaba era enfrentar esa parte de sí mismo, lo haría. Con firmeza, dio un paso adelante.

—"Estoy listo para aprender, Vital Strike-sensei." —Su voz no temblaba, y en sus ojos brillaba una chispa de convicción.

El héroe retirado asintió, aunque en su mirada no había ni una pizca de compasión.

—"Entonces prepárate, chico. Porque lo que estás a punto de enfrentar no es solo a mí... sino a ti mismo."


Fin

Espero les haya gustado

La escena de Hideki conociendo a Vital Strike, esta basada en cuando Musashi Miyamoto conoce a In'ei Hozoin, en el manga de Vagabond entre los capítulos 37-38.

El traje de Hideki esta inspirado en el de Nightwing de DC comics

Parecido a este, con sus respectivas diferencias, como el simbolo y que hideki usa un solo baston en vez de dos