Este fic participa en la dinámica #Sextember5 de la página Fanfics y Fanarts de Ranma Latino. Espero sea de su agrado
Aclaraciones:
*Los personajes de Ranma no me pertenecen, son obra, creación e inspiración de la grandiosa Rumiko Takahashi*
*Este fic se escribe sin fines de lucro, sólo por gusto, diversión, entretenimiento y amor a Ranma *
Capítulo 1- Desencuentros
...
-Es mi okonomiyaki para ocasiones especiales.
-Ukyo... ¿esto es lo qué quieres?
-Sabía que esto sucedería algún día. Lo único que ahora puedo hacer es poner mi empeño en cocinar esta comida.
-Ukyo, que dulce.
Konatsu miraba a su jefa como si fuera arte, nunca, en toda su vida, había visto un gesto tan desinteresado como el que ella estaba haciendo: cocinar para celebrar la boda de su único amor.
La ayudó a picar y cocinar los ingredientes, a montar cada platillo de forma delicada, ella fue a vestirse para la ceremonia mientras él continuaba en su labor. No necesitaba tanta preparación como su jefa, por lo que terminó y se dio un cambio rápido de ropas y acomodo su alto peinado. Ella aprovechó para dar un último vistazo a su preparación.
Salieron del local rumbo al Dojo Tendo, caminaron en completo silencio hasta llegar al lugar. Todo iba bien pero al cruzar la puerta vieron el escándalo que había. Ranma, Ryoga y Mousse corrían detrás de un barril que el viejo Hapossai terminó bebiéndose de un trago, Kodachi llegó a pedir matrimonio a Ranma mientras Kuno buscaba a la novia, Shampoo atacó a Akane con sus panes, Ukyo hizo lo propio con sus okonomiyakis especiales... Konatsu sólo se subió al techo mientras observaba el espectáculo. El buen gesto de su jefa no había sido tan desinteresado.
Pasaron los días y Ukyo había adquirido un aire un poco más tranquilo, le alegraba profundamente que su Ran-chan no se casara, pero debía seguir ideando como hacer que la escogiera a ella, por más tretas y planes que Shampoo colocara, ella tendría un juego a su favor y haría lo posible para alejarlo de la china y también de Akane.
Pero el tiempo pasaba y por más invitaciones, insinuaciones y artimañas que usara, Ukyo solo veía que Ranma la ignoraba cada día más, cuando lo invitaba a comer o a estudiar en el restaurante, siempre llegaba con sus compañeros Hirushi y Tatsuke o como se llamaran, cuando no, llegaba con Akane y sus insufribles amiguitas Yuko y Sayari, o como se llamaran. O simplemente se ocupaba para entrenar en el dojo y no aceptaba sus citas disfrazadas de 'sálvame Ran-chan' - "Konatsu puede ayudarte"- era la seca respuesta que obtenía de su amado pelinegro.
Y poco a poco fueron pasando los días, meses y el tiempo se convirtió en años. El momento de la graduación se acercaba y Ukyo ya no hallaba que hacer para evitar que Ranma estuviera cerca de Akane. Mientras con ella se portaba diferente, de hecho, el pelinegro andaba tan hermético que ni siquiera quería contarle a que universidad iba a asistir, ya que, varios promotores estuvieron pendientes de los torneos escolares en los últimos años y andaban prometiendo lo mejor para la educación superior del chico de la trenza.
Faltaban pocos días para la graduación y los estudiantes se encontraban en el ensayo de vestuario, escogiendo las togas y birretes que llevarían ese día. Se encontraban en el salón de deportes de la escuela, separaron a los chicos de las chicas y muchos aprovecharon para hacer bromas sobre la aún vigente maldición de Ranma, en medio de toda la algarabía y risas que se generaron en el lugar, Ukyo se separó del grupo de féminas y se acercó al lado de los hombres, entre los olanes de tela, los gorros y demás accesorios y adornos escuchó algo que su mente y corazón se negaron a procesar. Ranma estaba con sus inseparables amigos y compinches, Hirashi y Taisake o como se llamen, quienes se codeaban mientras molestaban al pelinegro.
-Y entonces Ranma, ¿ahora que compraste el anillo, cuándo te declararas a Akane?
- ¿Tú crees que se declare, Hiroshi? Yo pienso que le lanzará el anillo a la cabeza. No recuerdas lo tonto que se puso solo para entregarle un pastillero- Risas.
-Es cierto, Daisuke. Se puso bien tonto con algo tan simple, pagaría por ver la cara que hará cuando le diga, ¿Akane quieres casarte conmigo?
El pelinegro dio un par de zapes a los muchachos mientras les recriminaba con la mirada -Valientes amigos que tengo, que no pueden guardar un secreto. Les dije que no hicieran comentarios y menos en la escuela. No quiero que nadie más se entere ni que esto llegue a oídos de Shampoo, Kodachi o Ukyo.
-Pero, Ranma - interrumpió el castaño- ellas en algún momento se van a enterar y que mejor que lo hagan pronto.
-Es cierto- secundó el rubio- ellas deben saberlo, Ranma. ¿O te casarás a escondidas y te iras del país solo para que ellas no se enteren?
El chico de la trenza se puso pensativo -Muchachos, es solo que quiero un poco de paz y tranquilidad. ¿Es mucho pedir que mis amigos mantengan la boca cerrada y me colaboren por una vez guardando el secreto?
-De acuerdo.
-Está bien, Ranma.
Los tres siguieron probando túnicas y birretes, sin darse cuenta que habían sido escuchados. Ukyo salió detrás de la pared donde estaba oculta y se dirigió de nuevo al sector donde se encontraban las chicas. En su rabieta interna, intentaba digerir las palabras escuchadas pero su mente le decía que había oído mal y aquello no era cierto.
-No, no, no, no, no- repetía como un mantra mientras Caminaba de un lado a otro recibiendo las miradas de sus compañeras.
-Ukyo, ¿estás bien? - el ligero toque en el hombro y la suave voz de Akane la sacó de sus pensamientos.
La castaña volvió su mirada confusa sobre su compañera, inmediatamente recordó las palabras de su adorado Ran-chan y como si la piel le quemará, rompió el contacto de un brusco manotón.
Salió furiosa del recinto, los presentes observaban el errático comportamiento de la cocinera. Ranma se acercó al sector de las chicas -Akane, ¿estás bien?
Ella miró la parte golpeada -Sí, solo fue un ligero toque. ¿Pero... por qué se portó así?
Ranma alzó los hombros -No lo sé. Tal vez deba hablar con ella al finalizar las clases.
Akane le vio -Tal vez...
Kuonji caminó furibunda por las calles de Nerima hasta llegar al canal, se detuvo y tomó varias piedras que arrojó con rabia al agua.
-Maldita sea, maldita sea. No puede ser que Ran-chan se vaya a casar con esa tonta. No puede ser. Escuchaste mal Ukyo, si eso fue, escuchaste mal. No puede ser que después de todo este tiempo la escoja a ella. ¡¡Maldición!!
Ukyo pensaba en lo que debería hacer: contarle a Shampoo y Kodashi, atacar a Akane, enfrentar a Ranma... Sí, eso haría. Vio su vestimenta masculina y decidió suavizar un poco su imagen para el encuentro que proyectaba con su amado prometido. Él vería lo hermosa que ella era, aclararían las cosas, le diría que la amaba y sería el comienzo de sus días felices. Se apresuró a llegar al restaurante y subió corriendo a su habitación dejando a un confundido Konatsu detrás de la barra del restaurante. Aprovechando que aún no estaba abierto al público, el ninja siguió a su jefa. La encontró en el cuarto de lavado sacando cuanta prenda había.
-Esto no, esto tampoco…
- ¿Todo bien señorita Ukyo?
Sin mirarlo respondió - todo bien Konatsu. Tendré una cita con Ran-chan más tarde así que quedas a cargo del restaurante
El joven sólo la observaba mientras ella continuaba en la búsqueda de una atractiva prenda de vestir. Finalmente sopesó su decisión entre un vestidito femenino y el buso largo que usó para la fiesta de navidad. Salió hacia su habitación dejando solo a su ayudante.
Cerró la puerta tras de sí y se quitó el masculino uniforme de la escuela, usó el vestido no muy convencida de que le favoreciera y ahora que lo pensaba, ya no le gustaba porque vio a Akane usar uno similar. Lo quitó con rabia y vistió el largo camisón, colocó unas medias ceñidas y el cinturón que le complementaba. Se observó por un segundo quitando las arrugas imaginarias de la ropa y procedió a recoger su cabello en una coleta alta. Se dirigió al baño y cepilló sus dientes, regresó a su cuarto para perfumarse y procedió a maquillarse. No era muy experta, pero decidió colocarse un poco de rímel, rubor y un suave brillo en los labios.
Se encontraba admirando su obra maestra cuando escuchó el llamado de Konatsu -Señorita Ukyo, le buscan
-¡Diles que ya voy!
-Es el joven Ranma
El corazón de la cocinera dio un brinco. Agradecía a Kami que trajera a su puerta al chico de sus sueños, ahora si estaba convencida que toda la situación en el gimnasio había sido un malentendido y que su Ran-chan estaría con ella para siempre
-¡Que ya voy!
Abajo un par de incómodos muchachos se miraron. Konatsu siguió con todos los preparativos para la apertura del local mientras Ranma esperaba a su amiga. Ukyo bajó rápidamente las escaleras.
-¡Ran-chan! Que bueno verte
-Hola U-chan
-Sabía que vendrías a verme
-¿En serio? - dijo el muchacho con sorpresa
-Sí, de hecho… ¿Qué te parece si hablamos en otro lugar? - lo tomó del brazo y empezó a llevarlo fuera del local
-Ya sabes Konatsu, quedas a cargo- El joven kunoichi solo los observó salir y dio un corto suspiro
Ya fuera del restaurante, la joven iba caminando tomada del brazo del pelinegro, él lucía nervioso y ella le observaba de reojo apretando los labios para no soltar las risitas que le provocaba estar con su ser amado.
-Ran-chan ¿y de qué querías hablarme?
El pelinegro volvió la atención a su amiga, suspiró tomando impulso, lo que iba a decir no sería nada fácil, un viento frío y el cielo oscuro no eran buen presagio para la joven cocinera.
Horas más tarde y después de una larga lluvia que nadie esperaba, Konatsu empezaba a preocuparse por su jefa. Estaba por cerrar el local, cuando Ukyo cruzó la puerta empapada y tenía los ojos rojos. Caminó sin detenerse y subió corriendo a su habitación. Allí arrojó varias cosas que encontró a la mano y se sentó en el suelo del cuarto a seguir llorando. Las palabras de Ranma se quedaron grabadas en su memoria
-Ukyo, eres mi amiga, y te aprecio. Por eso quiero que sepas esto por mí.
-Dime, Ran-chan- una sonrisa cruzó su rostro.
-Como sabes iré a la universidad con Akane, los dos obtuvimos becas y nos mudaremos de aquí en unos meses.
-Ay, Ran-chan. ¿Pero porqué debes mudarte con ella? Todos sabemos que están por obligación y que no...
Ranma la interrumpió -Ukyo, deja de decir eso por favor. Yo... me voy a comprometer con ella después de la graduación- refirió nervioso
-¿QUEEEEEEEE? ¿Pero cómo?
-Me voy a casar con Akane.
-Es una broma, ¿verdad? Esto no puede ser más que un mal chiste
-Ukyo, por favor, no digas eso
-Ranma por Kami, tú sabes que te quiero y me vienes a decir eso
-Ukyo yo también te quiero, pero no de la forma que esperas. Para mí eres como... una hermana y lo sabes. Yo siempre he querido a Akane.
Después de eso, la chica Kuonji quedó sumergida en su propio mundo, a pesar que Ranma le seguía hablando, ella no escuchaba nada y de un momento a otro sus ojos se llenaron de lágrimas. El sonido de un trueno la sacó de sus pensamientos y la luz del relámpago anunció el inicio de la lluvia. Ranma, ya en su forma femenina a causa del agua, la haló para que se refugiaran pero la castaña tomó un rumbo diferente. Corrió con todas sus fuerzas lejos de su amado, mientras su llanto se mezclaba con la lluvia. Había perdido toda esperanza.
No volvió a ver a Ranma ni a Akane hasta el día de la graduación, situación que aprovechó el joven para invitarla a una reunión en la casa Tendo donde celebrarían el compromiso.
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La castaña bebía más de la cuenta y Konatsu trataba de alejar cuanta botella llegaba a la mesa. Cada vez que veía, otra bebida se posicionaba en las cercanías de su jefa, ya que Mousse también retiraba los tragos de manos de su adorada Shampoo. Era una competencia entre las habilidosas manos femeninas y los dedicados galanes por evitar un mayor estado etílico de sus doncellas.
-Señorita Ukyo, por favor, deje de beber
-No seash amargado Konatshu. ¡¡Dejame!!- gritó mientras le era arrebatada una nueva copa
-Basta señorita Ukyo, ha sido suficiente
-Eresh un mal amigo, snif, vesh que mi Ran-shan she acaba de comprometer y no me dejash deshahogar. Deberíash tomarte un trago conmigo- dijo mientras tomaba otra copa y en esta ocasión la llevaba a los labios del ninja a sus servicios
-Pero... glup- el primer trago en la boca del kunoichi fue una fusión entre el dulce sabor de un durazno y el quemante gusto del alcohol. El joven solo hizo un gesto de sorpresa
-Vesh que no shabe tan mal, toma otro poco
El impactado ninja fue atragantado con un segundo, pero más profundo sorbo de bebida. El ardiente líquido bajó por su garganta produciéndole una ligera acidez al llegar al estómago. Al no estar acostumbrado a beber, sintió un escalofrío que se convirtió en un terrible fuego que le recorrió todo el cuerpo y le dio un golpe directo de calor a su cabeza y sus sentidos.
El final de la fiesta llegó con los prometidos despidiéndose de todos, familiares y amigos felices por la pareja, invitados saliendo por sus propios medios, mientras al fondo se observaba una pareja dormitando sobre las sillas.
-Oigan, ustedes. Ya es hora de irse- pateó la silla del chico
-Nabiki, no seas así- expresó tranquila la mayor de las Tendo - Ten en cuenta que Konatsu y Ukyo están muy alegres por el compromiso de Ranma y Akane y se pasaron un poquito de tragos
- ¿Un poquito? Bebieron más que el maestro Happosai y el tío Genma juntos. Llamaré un taxi- dijo la mediana mientras tomaba el bolso de Ukyo y sacaba algo de dinero ante el gesto de desaprobación de su hermana - Esto será suficiente para pagarlo
Tofu y Kuno cargaron a la pareja para llevarla hasta el vehículo. Nabiki dio las indicaciones al taxista de la dirección a donde debía llevarlos y el dinero que había tomado del bolso
Una vez en el auto puesto en marcha, Ukyo se removió suavemente tomando el brazo de Konatsu y descansando su cara en él. De un momento a otro, empezó a llorar
-Sheñorita Ukyo, ¿qué tiene?
-Ranma y Akane she comprometieron... ¿tú shabesh lo que shignifica esho Konatshu? - dijo mientras respiraba agitada por el llanto
-¿Qué van a ser felichesh por shiempre?
-¡Noooo!- gritó - Que ahora van a tener shexo- y cubrió con sus manos la cara mientras aún derramaba lagrimas
Konatsu se quedó pensando por un momento y soltó una sonora carcajada llamando la atención de la chica -¿Y tú de qué te riesh?
-Sheñorita Ukyo, Ranma y Akane hace mucho que tienen shexo
La castaña se quedó perpleja ante la afirmación - ¿Y tú cómo lo shabes?
El joven lo pensó antes de responderle -Esh que una vezh eshtaba en la farmacia y vi a Ranma comprando condonesh. Shi no eran para usharlosh con Akane entoncesh... ¿con quién mash los usharía?
La mujer fijó la vista al frente y un nuevo llanto más sonoro se hizo presente. El kunoichi solo recargó la cabeza de ella en su hombro mientras continuaba riendo.
Finalmente, el recorrido había terminado y trastrabillando lograron ingresar al local. Ukyo se dejó caer al piso mientras que Konatsu trató de llegar a la cocina para beber un vaso de agua, tarea que resultó infructuosa porque a pocos pasos terminó cayendo, causando la risa de la joven y la suya propia.
-No veo lo grashiosho
-Esh que no vamosh a poder shubir a lash habitachionesh
Konatsu volvió a ver las escaleras mientras su jefa aun continuaba riendo
-Puesh, hay que intentarlo- dijo tratando de ponerse de pie, avanzó un par de pasos hacia la escalera para tropezarse de nuevo. Ukyo continuaba en risas cuando lo vio empezar a subir casi gateando. Al ver que el joven avanzó un par de escalones, ella lo siguió en el intento de llegar al cuarto. Resbalones, caídas y muchas risas acompañaron el trayecto hasta la planta superior, una vez ahí, Ukyo se sostuvo de la puerta de su habitación para ponerse de pie, al tiempo que Konatsu hacia un esfuerzo para levantarse.
-Buenash nochesh, sheñorita Ukyo- dijo mientras daba un par de pasos para avanzar hacia su dormitorio, pero no pudo continuar al sentir que era halado de su traje
Al regresar su vista, la joven cocinera le sostenía con sus manos del final de la manga. Un gesto de dolor se formó de nuevo en el femenino rostro y el llanto manó nuevamente
-No quiero eshtar shola, Konatsu- dijo entre lágrimas
El joven la abrazó y musitó suavemente su nombre. Ingresaron a la habitación a tientas y se recostaron en la cama mientras él la consolaba, siendo el llanto lo único que se escuchó hasta que la chica fue vencida por el sueño y el cansancio de la borrachera.
A la mañana siguiente, Ukyo fue la primera en despertar. Sentía que su cabeza estallaría, tenía la boca pastosa y sus ojos mediamente soportaban la luz del sol. Quiso moverse, pero el peso de un cuerpo muy cerca de ella se lo impidió. Alzó la mirada para encontrarse con el brazo de Konatsu por encima de su cintura. Abrió los ojos y se sentó rápidamente, provocando que le diera mareo. Antes de poder decir cualquier cosa y reclamarle al muchacho, su estómago dio un vuelco y salió corriendo al baño. Los bruscos movimientos despabilaron al joven, quien atinó a levantarse de inmediato al verse en la cama de su jefa
Ukyo regresó a la habitación observando a Konatsu ya de pie y con un muy mal semblante. Se dejó caer de nuevo en la cama y sobándose las sienes le preguntó - ¿qué haces en mi cuarto?
El chico sin recordar la petición de su jefa pidió disculpas y se retiró hacía su propio dormitorio. Se recostó en el futón para descansar un poco más. Cerró los ojos y se dejó llevar por la sensación del sueño. Ya después lidiaría con los estragos de la resaca.
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Habían pasado varios días desde la situación, pero ninguno de los jóvenes había tocado el tema. Sin embargo, Konatsu empezó a recordar algunos apartes de la noche y el pedido de su jefa de hacerle compañía.
Esa noche, compartiendo la cena en silencio, Ukyo se atrevió a hablar
-Konatsu…
-Dígame, señorita Ukyo
-Con respecto a la otra noche… -la chica llevó los palillos a la boca en un gesto pensativo
-Señorita Ukyo, puedo asegurarle que no ocurrió nada entre nosotros. Usted simplemente me pidió que la acompañara mientras dormía
Ella volvió a verlo - ¿En serio te acuerdas? Yo no tengo un recuerdo claro de ese día. Ni siquiera sé como llegamos hasta aquí.
-Tal vez es porque usted bebió mucho más que yo. Estuve haciendo un esfuerzo en estas noches recordando lo ocurrido ese día.
La mujer terminó su comida y dejó los palillos sobre el tazón. -De acuerdo
Se levantó del tatami y siguió a su habitación. El kunoichi recogió la vajilla y se encaminó a la cocina. Terminaría su rutina de lavado y limpieza y después iría a dormir.
Entrada la noche, Konatsu se encontraba en su futón, dando vueltas sin poder dormir. Aunque había aclarado la situación con su jefa, sentía que las cosas no volverían a estar como antes. Se acomodó sobre su costado izquierdo y cerró los ojos tratando de conciliar el sueño. De repente, escuchó el ligero sonido de su puerta siendo abierta y unos suaves pasos ingresar a la habitación, un cuerpo que se deslizó a su espalda y se cubrió con la misma manta. - ¿Qué?- habló temeroso el joven al reconocer el aroma de Ukyo
-No digas nada… es que no puedo dormir- fueron las palabras que ella soltó junto a un suspiro. Recargó su cabeza contra la espalda del ninja y se amoldó mejor para poder descansar. Sí antes no había podido dormitar, ahora sería casi imposible.
Las noches pasaron repitiendo la rutina, Konatsu iba a descansar y horas después Ukyo entraba a su habitación con la excusa de no poder conciliar el sueño. Cuando la escuchaba dormir de manera profunda, él se tomaba la molestia de llevarla a su cama donde estaría más cómoda que en ese futón viejo que tenía. La depositaba suavemente y la cubría con la manta, la observaba por unos instantes y regresaba a dormitar. No podía negar que, si antes le gustaba su jefa, el sentimiento por ella había crecido cada día más, además de las sensaciones que le generaba tenerla tan cerca. Miró sus pantalones erguidos en aquella parte y se dirigió a su cuarto. En el silencio de la noche, saciaría sus ganas de ella de una manera muy personal.
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¡¡Ey!! cómo están no andaba muerta ni de parranda, bueno media muerta sí ando a causa del trabajo, como dice Carlitos "ya no quiedo sed adudto". Las cosas han cambiado mucho después de la pandemia, en particular en mi trabajo que es en salud, cada día nos exigen más y queda poco tiempo para la diversión y los hobbies. Pero de momento y desempolvando un mensaje antiguo, me encontré con este borrador que tengo desde el #Sextember2… pueden creerlo? En un principio pensé no publicarlo ya que la pareja no es las favoritas de muchos, de hecho mucha gente desconoce la existencia de Konatsu mailob pero pensé que carajiños, vamos a intentarlo. Y bueno pues espero ya en el siguiente capítulo cumplir con el cometido de la dinámica con su buena dosis cítrica.
Con respecto a mis otros fics, esa es otra situación. Mi anterior compu pasó a mejor vida y quedaron los borradores de varios capítulos en la anterior CPU, sabiendo que los tengo me da algo de cof cof pereza cof cof empezar de cero a escribir por lo que tan pronto llame al técnico y los recupere me pondré en labor de actualizarlos, un hiatus un poco largo pero nunca la intención de abandonarlos, de hecho, todos están estructurados y terminados (en mi cabeza jejeje)
Gracias a mi querida beta CarolFVargas, quien siempre saca un tiempito para animarme y dar su visto bueno, no olviden seguirla para más suculencia jejeje.
Espero les guste este fic, saludos y abrazos!! Y disculpen cualquier errorcito que se pueda presentar. Lovius!
