09. 🌊 Galerna🌊
🌊 Verano 🌊
Los secretos, las mentiras y las malas acciones, pueden convertirse en unas furiosas ráfagas de viento que suelen llamarse "Galernas".
Estos fuertes y violentos vientos pueden provocar estragos mayores así como escenarios peligrosos.
05 de junio
11 semanas de embarazo
10: 00 a.m.
Desde que se enteró que sería padre, a la cabeza de Yuta Okkotsu vinieron mil pensamientos y cuestiones que no podía pasar por alto.
Primero estaba la cuestión de que la vida tanto de Maki como la de él cambiaría completamente con la llegada de ese bebé.
Aunque estaba completamente emocionado por aquella llegada, eso no dejaba de preocuparlo.
Quizás los gastos hasta cierto punto estarían cubiertos. Sabía que él como hechicero de grado especial, ganaba más dinero que los demás hechiceros de otros rangos. Pero aun así no dejaban de ser gastos fuertes los que se aproximaban.
Los honorarios de los ginecólogos, las consultas de cada mes, las compras de medicamentos, suplementos y vitaminas pre natales, la ropa tanto para Maki como para el bebé, los pañales, los juguetes y todo lo que necesitarían antes y después de su llegada.
Realmente Yuta como padre quería cubrir todo aquello. Además de que también quería estar en todo momento para su hijo.
Pero sobre todo, también debía ver por Maki, porque al fin y al cabo, ella era quien cargaba con ese bebé dentro de su vientre.
El principal temor de Yuta como padre primerizo era que tanto su esposa como su bebé sufrieran algún accidente, sobre todo él temía por Maki.
No solo por la imprudencia o lo arriesgada que podía llegar a ser su mujer en cualquier cosa. Desde arriesgarse en subirse a alguna base inestable solo para cambiar algún foco de la casa o como el de tratar de cargar algo pesado como ella lo hacía de costumbre.
A lo que más le temía, era el hecho de que Maki era aún muy imprudente y ruda al momento de eliminar maldiciones. Golpeándolas sin piedad a puño limpio aunque eso significara resultar golpeada en el intento, o en algunos casos hasta arriesgarse con la espada.
Aunque "por suerte" en el último mes, ella solo había sido llamada a tres misiones de categoría uno o que podían ser clasificadas como peligrosas.
Misiones que como dictaba su parte del trato y como parte de la promesa que se habían hecho en la ciudad de Atami, las realizaron en equipo. Aunque más adelante este trato cambiaría de manera drástica debido a una decisión de Yuta.
Pero había algo más importante en aquel momento, que hacía que Yuta se empezara a sentir desesperado y hasta un tanto harto.
Y eso era el tratar de mantener en secreto aquel embarazo.
Aunque Yuta ya quería gritarles a los cuatro vientos que sería padre, sabía que no podía romper esa promesa, porque esa era la cosa más importante para su esposa. Quien se estaba esforzando en todos los sentidos en cubrir todos sus síntomas y en ocultar su cuerpo, el cual y apenas se le notaban cambios.
También al estar manteniendo en total secreto el embarazo, Yuta no podía preguntarle directamente a Shoko sobre todas sus dudas sobre un embarazo en hechiceras o sobre si había una posibilidad de que Maki y el bebé no fueran compatibles.
Esa duda le atormentaba en ocasiones, debido a que Maki era alguien sin energía maldita, y aunque tuviera el nombramiento como hechicera, prácticamente era una mujer con una restricción celestial, quien era alguien invisible a los demás en ciertas circunstancias.
Y él tenía miedo de que si ese bebé heredaba más de su carga genética respecto a su poder o que si heredaba una inmensa cantidad energía maldita ilimitada, no sabía que efectos podría causar estos en el cuerpo de su esposa. O en su caso contrario, no sabía como podría actuar la restricción celestial en defensa contra ese bebé.
Sobre todo, le había surgido esa duda debido al agotamiento que por ratos Maki empezaba a sufrir de la nada, aquellos parecían no ser normales, además de que las veces que la vio pelear, la veía con movimientos más lentos y hasta se notaba menos concentrada, incluso llegó a quejarse de unos leves dolores en la espalda durante sus descansos y de tener mucho sueño por las tardes.
Yuta de verdad quería estar lo más informado que pudiera, quería saber si todo aquello era normal por el embarazo o si quizás se debía a algo más, pero el tiempo que pasaba en sus propias misiones le hacía complicado hacer su investigación, al igual de estar al pendiente de Maki.
De verdad se le veía nervioso y pensativo mientras estaba en aquella sala de espera.
Yuta movía demasiado su pie, trataba de pensar en alguna estrategia para hacer que quizás algún asistente u compañero le ayudará preguntándole directamente a Ieiri san algunos temas sobre el embarazo para estar preparado en todo.
—Quizás podría pedirle el favor a Nitta san, pero ¿Y si sospecha del embarazo? Ella estuvo con nosotros en Atami y eso levantaría demasiadas sospechas... ¿Qué tal si le pido el favor a Megumi? Bueno siento que él es el único de confianza... pero ¿Maki me mataría si le digo a él sobre el embarazo, no?—
Estaba tan entretenido en sus pensamientos, que fue su esposa quien lo sacó de ellos.
—Yuta— Lo nombro Maki.
Pero este no escuchaba. Tenía una mano cubriendo su boca y tenía la mirada perdida.
—Yuta.
El pie de aquel hechicero se movía sin parar.
—¡Yuta te estoy hablando! ¡Deja de mover el pie así, me estas poniendo muy nerviosa!— comento Maki mientras le apretaba suavemente el brazo.
Aquel hechicero dio un brinco debido a que fue sacado abruptamente de su conversación consigo mismo.
Sacudió su cabeza levemente para despejar aquellos pensamientos.
—Perdón mi amor, es solo que estoy nervioso. Es la primera vez que te acompaño a este lugar y también es la primera vez que veré a nuestro bebé en un ultrasonido en vivo y eso me tiene con muchas emociones encontradas— comento con una sonrisa.
Yuta de verdad estaba nervioso. Y No era para menos. Hoy iba a ver por primera vez a su bebé en el ultrasonido ya que las misiones que tuvo que realizar fuera de la ciudad, le hizo imposible estar ahí hace dos semanas atrás.
Maki suspiro un poco y su mano fue sobre su aún muy pequeño vientre, el cual y apenas se lograba notar.
También ella estaba nerviosa por volver a ver a su bebé y sobre todo para comprobar que todo estuviera bien, ya que en el último ultrasonido que se hizo dos semanas atrás, le habían dicho que apenas era perceptible el sonido de aquel pequeño corazón y que quizás se debía a las semanas de gestación en las que estaba. Así que la mandaron a esperar dos semanas más para comprobar que todo estaba bien.
Yuta le sonrió y le tomo de la mano para calmarle.
—Tranquila. Todo va a salir bien. Estoy seguro de que nuestro bebé es fuerte y sano— le dijo besando su frente.
—Lo sé, pero no puedo evitar preocuparme. Es nuestro primer hijo, Yuta. Además, es una responsabilidad enorme y también— su boca se torció en una leve mueca — Me estoy aburriendo de estar en casa, no he tenido bastantes misiones interesantes últimamente y como dije, aún no quiero dejar de hacerlas— suspiró. —Definitivamente la vida de ama de casa no es lo mío — cruzó los brazos.
—Lo sé, pero también este bebé es una bendición— le dijo él, acariciando su vientre— Y quizás ya no tarden en asignarte misiones... — Trato de disimular su nerviosismo que le causaba ese tema— Quizás se deba a que apenas va a comenzar el verano y con ello, apenas se viene la temporada alta en misiones — sonrió un poco y rascó su nuca.
Maki seguía con una mueca en los labios. —¡Para ti es fácil decirlo! Tú has tenido misión tras misión en las últimas semanas — Protesto. —Y a mí, solo me han asignado misiones muy básicas como reconocimiento de lugares "embrujados" o el tener que supervisar a los alumnos, ¡Agh! ¡Como odio el tener que supervisarlos! —Una leve sonrisa apareció en sus labios –Aunque entrenarlos me agrada porque puedo hacerlos sufrir un rato en la cancha.—
Yuta rio levemente por aquel último comentario que hizo su esposa.
Aquella sonrisa que apareció tan rápido en la cara de Maki, se desvanecería mientras veía su vientre.
—En serio no quiero arrepentirme de esto...—
Yuta le abrazo tiernamente, pasando su brazo por su cintura.
—No me gusta verte así y supongo que al bebé tampoco le gusta que tu estés triste. Tranquila, quizás pronto nos salga alguna misión juntos, te lo prometo— le beso el hombro.—Y ademas, no estás sola en todo esto. Este reto de ser padres lo vamos a superar juntos—
Maki suspiro. —Si tú lo dices...—
Los minutos pasaban y su turno de entrar en aquel consultorio aún no llegaba. La peliverde observaba con curiosidad a algunas de las mujeres que estaban ahí también esperando su turno en aquella sala de estar.
Ambos estaban rodeados de mujeres de distintas edades, algunas tenían unos enormes vientres y otras más eran jóvenes que quizás era su primera vez en consulta. Aunque una que otra iban acompañadas y otras de verdad iban solas.
Maki sentía todas las miradas sobre ella, quizás era porque llamaba demasiado la atención por su aspecto físico, sabía que sus cicatrices eran llamativas al igual que su aun torneado cuerpo, el cual tarde o temprano cambiaría una vez su vientre se viera así de grande como el de ellas.
Así que mejor decidió enfocar su vista en otra cosa. Miró las revistas que había en la mesa y tomo una al azar. Era una de moda y belleza. La ojeó sin mucho interés, hasta que vio un artículo que le llamó la atención.
"¿Qué tipo de madre eres según tu signo zodiacal?"
Maki frunció el ceño. Ella no creía en esas cosas, pero por curiosidad leyó lo que decía sobre su signo zodiacal.
"Las madres de este signo pueden llegar a ser intensas, apasionadas, un tanto nerviosas y protectoras pero divertidas. Le cuesta un poco demostrar a sus hijos sus sentimientos mediante el contacto físico. Sin embargo, sabe demostrar su amor dedicándoles su tiempo y entregándose a ellos mediante acciones. No dudan en defender a sus hijos con uñas y dientes de cualquier amenaza aunque también se preocupa porque sean niños independientes.
Son madres que pueden llegar a ser un poco frías o distantes en ciertos aspectos, pero también son leales y les gusta que sus hijos sean creativos. Sus hijos son su tesoro más preciado y harían cualquier cosa por ellos."
Maki se quedó pensativa. ¿Sería así como madre? ¿Acaso sería una buena madre? ¿Acaso lo que decía el zodiaco podría tener razón? Aquello hizo que arrugara levemente la nariz.
Después miro disimuladamente a su marido y le ganó la curiosidad por saber sobre "Qué tipo de padre sería Yuta".
Aquello le dio un poco de gracia, ya que ella sabía el signo zodiacal de este gracias a Nobara.
Miró el artículo de nuevo y buscó lo que decía sobre su signo y padres: Piscis.
"Los padres piscis son sensibles, creativos y comprensivos. Saben escuchar y apoyar a sus hijos en sus sueños y aspiraciones. Son cariñosos y divertidos, pero también pueden ser indecisos y distraídos. Sus hijos son su fuente de inspiración y alegría y les enseñan a ver la magia en el mundo."
Maki sonrió. Eso le quedaba perfecto como anillo al dedo. Sabía que Yuta sería un padre maravilloso, sin duda.
Ella también se preguntó cómo sería su bebé. ¿Se parecería más a ella o a él? Aunque en el fondo, quería que se pareciera a ella si es que resultaba ser un varón.
¿Qué signo tendría? Calculaba qué nacería en diciembre, así que podría ser un sagitario o un capricornio.
¿Qué personalidad tendría? ¿Sería acaso un bebé con energía maldita? ¿O acaso nacería con una restricción al igual que ella? O ¿cabía la posibilidad de que fuera un bebé normal? Todas aquellas preguntas empezaron a rondarle por la cabeza y sus miedos volvieron a salir a flote.
De repente, escuchó que llamaban su nombre y eso la hizo volver a la realidad.
—Okkotsu Maki — dijo una voz femenina desde la puerta del consultorio.
—Somos nosotros— dijo Yuuta, levantándose y ayudando a Maki a hacer lo mismo.
—Adelante, por favor — dijo la voz de aquella enfermera.
Maki sintió un cosquilleo en el estómago, sentía nervios y emoción por saber cómo estaba su bebé.
En cambio, Yuta sentía una gran alegría. Era el momento, al fin Iba a ver a su bebé.
Maki siguió las instrucciones del médico, se acostó con cuidado y se descubrió la zona de su abdomen.
Aquel gel frío le dio escalofríos mientras el doctor empezaba a revisar el monitor, con aquellos tonos fríos y el ruido de esa máquina así como del aire acondicionado.
Sentía que el corazón se le salía cuando por un momento, la pantalla estaba en negro ya que no encontraban a esa pequeña semilla, la cual, después de unos segundos apareció repentinamente.
El rostro de Yuta se ilumino de tal manera, que podía jurar que ese era uno de los días más felices de su vida. Se sentía el hombre más bendecido del planeta, mientras sujetaba la mano de Maki y juntos podían observar con mayor detenimiento como su pequeña semilla de soja ahora era un poco más grande y formada que aquella vez en Atami.
—Ahora escuchemos el corazón de este pequeño — comento el doctor aun moviendo aquel aparato en el vientre de Maki.
Ambos padres aguantaron la respiración, Maki apretó con miedo la mano de Yuta, tenía miedo de que ese corazón estuviera quieto o que de nuevo fuera casi imperceptible.
El sonido empezó a salir de aquel monitor. Era un latido fuerte, un tanto rápido y con ritmo.
Ambos suspiraron de alivio.
Maki miró al fin con tranquilidad la pantalla donde se veía su pequeña semilla y de paso podía escuchar el pequeño corazón de su bebé latir.
Aquel sonido avisaba que todo estaba bien, era el sonido más hermoso que había escuchado en su vida. Que hasta observo como Yuta derramo algunas lágrimas y sonreía con orgullo. Era el padre más feliz del mundo.
Quizás un hombre se convierte en padre cuando por fin escucha el latir del corazón de su hijo. Pensó el hechicero.
—Felicidades a ambos, su pequeño se ve muy sano para las semanas que tiene, quizás la vez anterior el sonido de su corazón casi no era perceptible debido a que aún era muy prematuro por la semana de gestación en la que estaba, y por cómo se ve actualmente, calculo que usted está muy cerca de cumplir su primer trimestre — contesto el doctor mientras seguía revisando aquel ultrasonido.
— Y ¿Ya es posible saber su sexo?— pregunto Maki con curiosidad.
Yuta levanto las cejas ante tal pregunta. Él aún no se sentía listo para esa revelación.
—Quizás en uno o dos meses más ya se pueda ver con más claridad si es un niño o una niña— termino de quitar aquel gel del abdomen de Maki. —Les iré haciendo la notificación de embarazo¹ que necesitarán para llevar al ayuntamiento y su parte médico por si necesitan llevarlo a su trabajo — comento el doctor yendo hacia su computadora mientras Maki era ayudada por la enfermera.
La verdad, había un motivo más porque al fin Yuta había podido acomodar sus horarios aquel día.
01:00 p.m.
Ni Yuta ni Maki se habían imaginado que ser padres significaba demasiado papeleo en aquel país.
—¡¿Un colgante?! ¿Es en serio? ¡Esto si que me parece absurdo! ¿Un colgante por estar embarazada²? ¡Siento que esto es una burla!— comento Maki algo molesta mientras miraba aquel colgante que le habían entregado en el ayuntamiento.
—No creo que sea algo tan malo mi amor, además nos entregaron la boshi kenkou techou³ y parece que los cupones y la información que viene, nos servirá para los siguientes meses que vayamos a las consultas médicas — decía Yuta con una sonrisa mientras ojeaba aquel libro. —Incluso aquí podemos ir teniendo el registro sobre cómo nuestra semilla de Soja va creciendo—
—¡Aun así me siento ofendida! ¡Me tratan como si fuera aun una "adolescente"! ¡Odio que pongan esa estúpida cara cuando les digo mi edad! ¡Odio que me barran con la mirada de pies a cabeza debido a mis cicatrices! ¿Acaso creen que aun soy muy joven para tener un bebé? O ¿Acaso lo dicen por mi aspecto físico? ¡A veces siento que les incomodan mis cicatrices! ¿Acaso de verdad son tan horribles que asustaran a mi bebé?— pregunto molesta.
—Tranquila amor, tanto estrés te puede hacer daño a ti y al bebé— Yuta le acarició los brazos para que se relajará —Solo ignora esos comentarios, eres una mujer hermosa y sobre todo, serás una madre bella y joven. ¡Solo veámosle el lado positivo de ser padres en nuestros veintes, podremos disfrutar más a nuestro hijo!— le sonrió un poco para calmarla.
Maki soltó el aire furiosamente, pero sentía que Yuta tenía algo de razón.
—Bueno, tienes un buen punto en todo esto y eso es que a nosotros aun no nos tronaran las rodillas al cargar a nuestro bebé... no como al idiota de Satoru con Takeru, él ya parece el abuelo de ese niño— contesto tratando de relajarse.
Yuta sonrió levemente ante tal comentario, le beso la frente antes de mirarla a los ojos —Solo tratemos de encontrarle el lado positivo a todo esto ¿De acuerdo?—
Su mujer solo rodo los ojos —Tratare, porque todo esto parece tener mas cosas negativas que positivas— soltó con molestia.
Maki suspiro, trataba de verle el lado positivo a aquello, pero de verdad aún tenía dudas y de paso, quería retrasar aquella revelación lo más que pudiera y también no le quería dar pistas a los demás sobre estar embarazada, pero aquel papeleo era importante y ese pequeño accesorio le molestaba porque parecía pedir a gritos que ya revelará aquel estado de gracia.
Miró una vez más aquel colgante que decía "tengo un bebé en mi barriga". Sentía que aquello rayaba demasiado entre lo cursi y ridículo.
—¿En serio tengo que llevarlo a todos lados? ¿Acaso debo ponerlo en mi espada como accesorio? — pregunto con sarcasmo mirando una vez más aquel objeto de plástico.
—Pues, el personal del ayuntamiento dijo que de preferencia lo tengas siempre visible y que lo llevarás colgado en tu bolso o mochila, así que en teoría, todo el mundo debe verlo— comento Yuta observando el comportamiento de su esposa.
—¡Tsk! Que cursilería...— suspiro enfadada.
—Aun así, creo que es un lindo colgante mi amor, además supongo que debe tener sus ventajas como dice el manual — comento Yuta mirando aquella pieza de plástico.
—Supongo— comento Maki secamente mientras lo colgaba en su bolso y se lo acomodaba en su brazo.
Yuta levanto su dedo pulgar en señal de que se veía muy bien con el.
02:00 p.m.
Ambos decidieron disfrutar de lo que quedaba de aquel día antes de regresar a casa. Así que decidieron ir a comer al centro comercial.
Cuando abordaron el tren, a Maki le sorprendió que una persona le cediera su asiento una vez miró aquel colgante.
También le sorprendió que en el restaurante al que fueron, le dieran preferencia de ser atendidos más rápido gracias al usar aquel colgante, haciéndola pasar junto a Yuta a un área más cómoda, libre de humo de cigarro y de paso que se le diera preferencia para ordenar.
De verdad le sorprendió a Maki lo "amable" que algunas personas estaban siendo con ella mientras utilizaba aquel colgante, quizás ese podría ser su lado positivo y Yuta esperaba que eso le diera a Maki una nueva perspectiva de que quizás ya era hora de anunciarle a los demás sobre su embarazo.
Cosa que no sería así.
05:00 p.m.
A petición de su esposo, Maki accedió a entrar a una tienda de ropa de maternidad.
Estuvieron primero viendo algo de ropa para ella, pero Maki sentía que aquello sería una señal muy obvia para anunciar su embarazo, así que decidió que ropa de ese tipo no compraría aún y mejor fueron a otra tienda para comprar ropa del estilo que ella comúnmente usaba, pero en una talla más grande, fresca y suelta.
Después de comprar ropa para ella. Decidieron entrar juntos a una tienda de ropa y cosas para bebés.
Se pusieron a mirar las diferentes prendas. Había de todo: bodies, pijamas, gorritos, calcetines, baberos, etc. Yuta quedó maravillado con lo pequeñas y adorables que eran.
—¿Qué te parece este conjunto? Siento que el color es agradable— pregunto Yuta sujetando en alto un pequeño bodie de color amarillo.
Maki levantó la ceja al ver esa prenda.
—¿No crees que ese color es muy llamativo? Es un amarillo muy brillante—
Yuta sonrió un poco —Quizás, pero como aún no sabemos si va a ser un niño o una niña, pensaba en comprarle una primera prenda de algún bonito color, ¡Oh quizás este verde se le vea mejor! o ¿Qué opinas de este blanco con líneas negras? O ¿Quizás alguno con estampado adorable? ¿Cuál te gusta más?— levanto otras prendas muy emocionado.—¿Oh qué tal si le llevamos todas estas?—
—Creo que el verde pastel me gusta más para el bebé. El blanco con negro lo hará verse como un panda y no queremos que Panda nos robe esa prenda con los colores de su pelaje ¿cierto? Así como me robo el peluche que tú me regalaste— contesto su esposa con una suave sonrisa, mientras ella seguía viendo más ropa de bebé.
Yuta rio por aquel comentario —Jaja mi error fue regalarte frente a él ese peluche de panda que gane para ti en nuestra primera cita formal como novios.— parecía ser un lindo pero gracioso recuerdo.
Maki se giró para seguir mirando aquella ropa de bebé.
Sobre todo le había llamado la atención algunos gorritos y pequeños guantes, ya que esa pequeña semilla nacería en invierno.
Maki parecía indecisa entre llevar unos guantes y un pequeño gorro de color rosa pastel o azul cielo.
¿Niño o Niña? ¿Aquello realmente importaba?
Yuta noto como Maki veía aquellos dos colores con demasiado detenimiento, se acercó a ella, la abrazo desde la espalda para rodearla por la cintura con uno de sus brazos y acariciar un poco su vientre. Mientras su otra mano, escondía un pequeño detalle.
—¿Tu qué crees que será?— pregunto sobre su hombro mirando aquellas pequeñas prendas.
—¿Uh? — Maki levantó una ceja.
—Cuando estábamos con el doctor, preguntaste que si ya era posible saber el sexo de nuestro bebé, Maki ¿Tu que presientes que será? ¿Un niño o una niña? — pregunto Yuta con curiosidad.
Maki acaricio la mano de su esposo y de su boca salió un ruidito de estar pensando en aquella respuesta.
—A mí me gustaría que fuera un niño, así para que fuera una mini versión masculina de mí y que de paso, sea capaz de molestar a Megumi— respondió con una gran sonrisa.
Yuta soltó algunas carcajadas por eso último.
—¿Presientes que será un niño?— hizo algunos círculos sobre su vientre, ilusionado con aquella respuesta.
Maki apretó los labios levemente.
—Aún no lo sé...— comento con duda encogiéndose de hombros — Y tu Yuta ¿Qué crees que será? ¿Niño o Niña?— pregunto mirándolo un poco sobre su hombro.
El hechicero le beso varias veces la mejilla. —No lo sé, si es un niño o una niña, lo amare por igual. Lo importante es que venga sano y fuerte — Respondió sonriendo mientras le mostraba lo que sujetaba su otra mano, la cual era un oso de peluche para reemplazar el peluche que Panda les había robado.
—Estoy segura de que será un bebe muy fuerte y más si lo hereda de ambos, así que creo que me llevare los guantes y el gorrito en color verde pastel, algo me dice que le gustara ese color— dijo Maki muy orgullosa y poniéndole aquel gorrito a ese peluche.
Su esposo solo afirmó con la cabeza sobre su decisión en aquellas prendas y estaba feliz de que a Maki le gustará ese peluche que le había comprado.
07:00 p.m.
Después de ver algunas cosas que podrían ir comprando de poco a poco, como los biberones, la cuna y demás cosas que necesitarían para la llegada de ese bebé. Decidieron salir de esa tienda para dirigirse por fin a casa.
Yuta era el que llevaba casi todas las bolsas de ropa de su esposa.
En cambio, Maki llevaba en las manos aquellas pequeñas bolsas con esos primeros obsequios que le habían comprado a ese bebé. Al final, le habían comprado unos zapatitos blancos que ambos habían elegido, así como los guantes junto al gorrito en color verde pastel que Maki había elegido. También compraron el bodie que Yuta había elegido como su primer regalo para su hijo. Y para Maki, Yuta le regalo aquel oso de peluche que había elegido para ella.
Y mientras se alejaban de ahí tomados de la mano, una voz femenina hizo que ambos saltaran del susto, sobre todo, esa voz hizo que Maki se pusiera muy nerviosa.
—¡Maki senpai! ¡Okkotsu senpai!— Era Nobara, quien parecía muy feliz de ver unas caras conocidas por aquel lugar.
La chica se acercó a ellos con una gran sonrisa. —¿Qué hacen por aquí? — preguntó curiosa.
—¡Nobara!— Maki ahogo un grito y hasta soltó la mano de su marido por la sorpresa de ver a su mejor amiga en ese sitio.
—¡Ho- Hola kugisaki san!— contestó Yuta con una amable sonrisa, tratando de ocultar el nerviosismo.
Maki sintió un sudor frío recorrer toda su espalda.
—Eh... pues... no-nosotros— balbuceó, tratando de ocultar rápidamente el colgante en su bolsa, haciendo este hacia atrás para ocultar su bolso en su espalda.
No quería que Nobara se enterara aún de su embarazo. Sabía que su amiga se alegraría por ella, pero también temía que la juzgara o que se sintiera excluida.
Maki no estaba lista para afrontar aquella realidad.
—Estábamos comprando algunas cosas— intervino Yuta mostrando aquellas bolsas de ropa.
—¿Y tú?¿Q-qué haces aquí Nobara?— pregunto Maki mientras trataba de esconder su nerviosismo sin soltar las bolsas.
—¡Oh que bien! ¿Yo? Bueno, yo también vine hacer algunas compras, sobre todo vine a comprar algo de ropa de verano para soportar el calor y de paso, me iba a encontrar con Megumi para ir a cenar ¿Gustan acompañarnos? — Nobara comento con una gran sonrisa.
—Jeje no gracias, quizás será en otra ocasión, y más que Yuta y yo acabamos de comer— mintió Maki tratando de cortar aquella conversación.
—¡Oh está bien! Quizas en otra ocasión podríamos salir los cuatro a comer — respondió Nobara con una sonrisa.
—Si, mejor en otra ocasión, cuando vuelva a tener tiempo libre por el trabajo — comentó Yuta con una leve sonrisa.
—No se preocupen. Ya será para la siguiente y díganme ¿Qué estaban comprando? —Nobara cuestiono con más curiosidad al ver las bolsas de ropa que llevaba Yuta.
Pero rápidamente, Nobara enmudeció al ver la bolsa que cargaba su amiga y que parecía tratar de esconder. Sobre todo le llamó la atención el logo de una de ellas.
—¿Y Esa bolsa de una tienda de bebé? ¡¿No me digan qué?!— pregunto sorprendida la peli naranja, con los ojos abiertos de par en par.
—Bueno, en realidad nosotros estábamos comprando algo de ropa de bebé — Yuta tenía una gran sonrisa en el rostro, él de verdad ya quería revelar aquello y quizás por ser ella, la mejor amiga de Maki, lo tomaría a bien —Si, nosotros estamos...— pero rápidamente fue interrumpido por su esposa.
Quién invento una mentira "piadosa"
—¿Ah esto? ¡Es para Utahime sensei!— trataba de sonar convincente— Jeje como sabes, ella está embarazada y pensamos en regalarle algo para su próximo bebé que nacerá en unos meses— comento Maki con una sonrisa fingida.
Aquello hizo que la sonrisa de Yuta se desvaneciera y mirara un poco desconcertado a su esposa.
—¿Verdad, Yuta?— pregunto Maki aún con esa sonrisa fingida en el rostro.
Yuta apretó un poco los labios, para después seguir con aquella mentira —Si, así es, queremos darle un regalo especial a la sensei— dijo con un tono frío.
—¡Oh ya veo! ¡Ya me habían asustado!— Nobara suspiro un poco de alivio —Supongo que si sería una buena idea realizarle un baby shower y más que ella nunca tuvo uno con su primer bebé y bueno, ya saben que paso con su segundo bebé...— su voz se fue apagando pensando en aquel trágico suceso.
—Yo también pienso que sería una buena idea realizarle un baby shower para que se sienta apoyada con esto de su próximo bebé — Siguió respondiendo Maki, parecía que mentir se le daba muy bien.
—Si— Yuta volvió a responder fríamente. —Y por eso decidimos entrar a esa tienda de bebés y comprarle un regalo—
—Y ahora que ya lo tenemos, ya íbamos a retirarnos a casa a descansar jeje— Maki enredo su brazo en el brazo de su esposo.
—Entiendo, bueno supongo que yo también le comprare algo para regalarle de mi parte — contesto Nobara ante aquello que por suerte se lo estaba creyendo.
—Claro, pero por el momento, no le digas nada a Utahime sensei sobre estas compras y mucho menos le digas a Megumi que nos viste por aquí y con estos regalos, por favor Nobara ¿Puedes guardarnos el secreto? Si ¿plis?— comento Maki llevándose su dedo índice a sus labios en señal de secreto, mientras Yuta solo guardaba silencio
La cara de Nobara se ilumino —¡Claro! Así podríamos juntarnos los cuatro un día y organizarle algo a la sensei—
—¡Me agrada la idea!— Maki fingía muy bien aquel entusiasmo —Luego nos ponemos de acuerdo para salir — dijo tomando fuertemente a Yuta del brazo —Bueno, tenemos que irnos a hacer unas compras más. Nos vemos luego, adiós — comento rápidamente mientras jalaba a su marido con ella.
—Nos vemos kugisaki san— Yuta solo se despidió levemente alzando la mano, aquella actitud de su esposa lo desconcertó demasiado y hasta le molesto.
—Adiós... — dijo Nobara, viéndolos marchar con extrañeza.
09:00 p.m.
Yuta y Maki llegaron a su casa después de escapar de Nobara a toda prisa. En todo el camino, Yuta iba en silencio, decepcionado de la actitud de Maki frente a Nobara, mientras esta no podía dejar de ver aquel peluche que su marido le había regalado.
Una vez entraron en aquel departamento. Yuta fue el primero que se dejó caer en aquel sillón, paso sus manos en el respaldo mientras pensaba en todo lo que había sucedido aquel día.
Como pasar de lo emocionado que estaba por ver a su bebé, como caer en decepción por que Maki tuvo el descaro de mentirle a su mejor amiga.
—¡Uff, menos mal que nos fuimos rápido de ahí! —dijo Maki aliviada, sentándose a un lado de su esposo y recargando su cabeza en el pecho de este, mientras de una de las bolsas, sacaba los zapatitos que serían de su bebé y los miraba ilusionada.
—Sí... pero no me gustó tener que mentirle a Nobara — dijo Yuta frunciendo el ceño. De verdad parecía molesto.
—¿Eh? ¿Y por qué? — preguntó Maki sorprendida de ver a su marido muy serio.
—Porque ella es tu mejor amiga y mínimo ella merece ya saber la verdad, así como Megumi y todos los demás— respondió Yuta seriamente.
—Pero yo no quiero que nadie se entere todavía ¡Es mi decisión y tú deberías respetarla!, además ese fue nuestro trato en Atami, juramos que se los diríamos a todos cuando yo estuviera lista y en este momento no me siento lista para revelárselos — dijo Maki molesta poniéndose de pie —¿O acaso ya lo olvidaste? ¡Tú me prometiste que no se lo diríamos a nadie hasta que cumpliéramos los cuatro meses!— sus manos viajaron hasta sus caderas mientras miraba a su esposo.
—¡No lo eh olvidado! — Yuta contestó ofendido por aquello mientras se ponía de pie —Maki, Yo te respeto, pero también me preocupo por ti. ¡No puedes ocultar tu embarazo para siempre! ¡Tarde o temprano se te va a empezar a notar el vientre y entonces tendrás que enfrentarte a las consecuencias! ¡Además, sería bueno que alguien de nuestra confianza como Nobara o Megumi lo supieran por si te llegara a pasar algo!— dijo preocupado.
—¿Qué consecuencias tendré? ¿Qué crees que me puede pasar? ¿Acaso me van a echar de la academia por ocultar mi embarazo? ¿O acaso me van a quitar el título de hechicera? ¿O Crees que nuestros amigos me van a rechazar por ocultarles esto?— pregunto Maki muy alterada y moviendo las manos de un lado a otro.
—¡No sé qué consecuencias podría traernos a ambos! ¿Sabes? ¡A mí ya me encantaría decirles a todos que estamos esperando un bebé! Pero tú lo haces muy complicado — dijo Yuta suspirando.
—¿Disculpa? ¿Que estas tratando de decir?— Maki preguntó enojada.
—Lo que trato de decir, es que tú no puedes vivir con esto de ocultar tu embarazo todo el tiempo. Tienes que ser valiente y asumir esta realidad. ¡Estás embarazada, no estás enferma! ¡No puedes estar rechazando algo tan hermoso como esto! ¡No tienes que avergonzarte ni esconderte!— dijo Yuta tratando de tomar su mano.
—¡No lo estoy rechazando y tampoco es tan fácil como tú lo dices!— Maki retiro la mano de su esposo un tanto agresivamente mientras seguía respondiendo muy molesta.
—¡Tú no entiendes lo que significa ser una mujer en este mundo de hombres! ¡Para ti es muy fácil asumir que "esto es hermoso" cuando no lo es! ¡Hay días en que de verdad me siento fatal conmigo misma, a veces no soportó los síntomas y ni las hormonas! ¡Tú no estas cargando con esto en tu cuerpo!— levanto la voz y apunto a su vientre.
—¡Lo sé! ¡Desgraciadamente yo no lo estoy llevando en mi cuerpo, pero estoy tratando de ser compresivo contigo! ¡Aunque sea, yo estoy tratando de poner todo de mi en esta relación, tanto como esposo, como futuro padre y sobre todo como hechicero!— se le notaba furioso también.
Maki señaló molesta a Yuta por eso último —¿Cómo hechicero dices? ¡JA! ¡Para ti es muy fácil decirlo! ¡Eres hombre y de paso, fuiste "bendecido" en esto de la hechicería! ¡Tú no sabes lo que he tenido que sufrir y luchar para llegar hasta donde estoy! ¡Tú no sabes lo que es tener que renunciar a tus sueños por culpa de un bebé! ¡Tú estás siendo colmado de misiones y en cambio, yo no he tenido misiones en días!— contestó al borde de las lágrimas debido al estrés y a las hormonas.
—Si se por todo lo que pasaste para llegar hasta aquí Maki, lo sé porque yo estuve ahí. Además, no debes renunciar a tus sueños... solo es una pausa mientras nace el bebé... tratemos de calmarnos y de hablar tranquilos — dijo Yuta acercándose a ella, no le gustaba verla llorar por su culpa.
—No— ella dio un paso hacia atrás— No quiero hablar más contigo sobre esto porque es más que obvio que no lo entenderías— Maki trato de apartarlo.
—¡Maki, por favor! ¡No te pongas así! ¡Le harás daño a nuestro hijo!— Yuta intento abrazarla.
—¿Qué no me ponga así? ¡Yuta, tu ni siquiera comprendes el cómo me siento con todo esto! ¡Además, pareciera que solo te importa más este bebé que yo!— volvió a apartarlo.
—¡No es así, ambos me importan demasiado!– respondió ofendido– ¡Trato de entenderte! ¡Y yo solo quiero hacer lo correcto como tu esposo y como el padre de ese bebé!— Yuta alzó la voz un tanto quebradiza.
—¡Pues si tanto dices que tratas de entenderme, entonces respeta mi decisión y no le digas nada a nadie como lo habíamos prometido! Es lo único que te pido...— dijo Maki secándose las lágrimas.
Yuta suspiró y asintió con la cabeza. No quería discutir más con Maki. La amaba demasiado como para hacerla sufrir.
—Está bien... lo siento... prometo que no se lo dire a nadie como habíamos acordado— se disculpó solo para calmarla.
Pero tampoco estaba de acuerdo con su actitud. Sabía que tarde o temprano tendrían que enfrentar la verdad y no sabía cómo reaccionaría Nobara cuando se enterara de que le habían mentido.
Pero tampoco él se libraría de las consecuencias de sus actos. Ya que tampoco estaba siendo del todo sincero con Maki. Sobre todo, por lo que estaba a punto de hacer.
Aquellos fuertes vientos llenos de mentiras, secretos y malas decisiones solo estaban aumentando en intensidad, empezando a provocar pequeños estragos que poco a poco irían aumentando, al grado de hacer que aquella relación estuviera en el camino de un tifón.
🌊 Continuará...
Primeramente les quiero pedir una disculpa si el mes pasado no hubo capítulo, la verdad tuve un bajón emocional muy fuerte que me bloqueo para escribir, pero poco a poco andamos saliendo de dicho bloqueo y depresión.
Espero les haya gustado este capítulo ❤️
La verdad de último momento, y gracias a la sugerencia de alguien, es que decidí de una vez involucrar de una vez a Nobara.
Solo puedo asegurarles que, así como se viene la presencia de más personajes y de más situaciones entretenidas, también se viene un tifón en la relacion de estos dos.
Ahora algunas notas, porque como saben, a veces me tomo en serio esto de escribir y más que trato de investigar algunos aspectos y situaciones que pasan en Japón.
Notas:
1 Notificación de embarazo (ninshintodoke,妊娠届): Japón siempre se ha caracterizado por ser un país algo "único" en sus leyes o costumbres. En este país cuando una mujer resulta embarazada y después de hacerse las pruebas necesarias para comprobar que está embarazada, los médicos deben hacerle una "Notificación de embarazo", donde el medico detalla: Cuantas semanas tiene de gestación, el día aproximado del parto y otros detalles.
Dicha notificación debe ser llevada al Ayuntamiento de distrito (kuyakusho, 区役所), donde se registra el embarazo ante el gobierno del municipio donde se esté radicando.
2 Colgante por esta embarazada: (Es la Imagen que está en el multimedia) Bueno, una vez le avisan al ayuntamiento que la mujer está embarazada, aquí se le entregara un colgante a la mujer, el cual prácticamente dice "tengo un bebé en mi barriga" onaka ni akachan imasu おなかに赤ちゃんにいます.
El cual, la mujer aun sin que se le note el vientre, debe usarlo para que los demás ciudadanos identifiquen que está embarazada. Esta medida la han hecho en Japón de unos años a la fecha para "empatizar" con las embarazadas y se les tome en consideración, ejemplo para que se les seda el asiento, etc. Aunque por testimonios que leí, a veces es complicado que la gente empaticé con ellas sobre todo en el transporte público.
3 "Boshi Kenkou Techou: Prácticamente es una libreta de Salud Materno – Infantil. La cual la da el gobierno para informar a los padres sobre el desarrollo del bebé, vacunas, cuidados en el embarazo.
Esta libreta sirve, entre otros propósitos, para ir registrando los acontecimientos importantes que van sucediendo desde el momento del nacimiento del bebé hasta que el niño cumple los seis años.
La libreta contiene, además, una serie de cupones de descuento para realizar las examinaciones o pruebas necesarias durante el embarazo, como ecografías, análisis, u otras visitas rutinarias. Esto debido a que en Japón (a diferencia de otros países) el embarazo no está cubierto como tal por el Seguro de Salud Nacional Japonés.
En si tener un bebé en este país (así como en todo el mundo) es muy caro, por eso mismo el gobierno "da estos cupones" donde solo se hace un descuento y lo demás corre al gasto de los padres. Al igual el parto, que es muy pero muy caro.
Sobre cuando Maki dice "¡Me tratan como si fuera aun una "adolescente" hago referencia a que en Japón, aunque ya tengas 18 años, ellos te verán como un adulto hasta tus 20 años y aquí Maki tiene 19. Ósea legalmente es mayor de edad, pero para una sociedad como Japón, aun seria muy "joven e inmadura" para tener un bebé.
Sobre porque omití el signo zodiacal de Maki, bueno, eso de debe a que no quería poner un signo en específico (Capricornio o Acuario) ya que, ella entra en ambos signos, aunque por su año de nacimiento (2002), ella seria acuariana (Si hasta investigué todo ese rollo). Aunque algunos dicen que ella es capricornio. Así que mejor lo decidí omitir para evitar problemas. (Aunque para mi me da vibras de ser acuario) y mejor cree un horóscopo tomando cosas de ambos signos. No me funen.
En fin, espero les haya parecido interesante todo esto.
Nos seguimos leyendo ❤️
