Drabble: Creeper – Parte I
Bella POV
–¡Serán unas vacaciones increíbles! –reí abrazando a Rose que estaba sentada a mi lado.
Aceleré dirigiéndome a la carretera después de abastecernos en una gasolinera.
–Va–ca–cio–nes –cantó Ángela detrás palmando mis hombros.
–¿Segura que tú padre no tiene problema en que usemos su cabaña? –pregunté dirigiéndome a Alice.
–Ay por favor, mi padre es adicto al trabajo, jamás usa su cabaña, le pregunté y me dijo que no la usará, así que, no te preocupes.
–Que no la usará no significa que la puedes usar –murmuró Tanya bufando por lo bajo.
–Es lo mismo –Alice abrió la ventanilla y sacó su rostro fuera –¡Wuju! adoro la primavera, el tibio sol sobre mi piel, el olor a flores, qué delicia –inhaló.
–¡Cuidado! –exclamó Ángela.
Di un volantazo al evitar chochar con un gran camión; algo oxidado y en mal estado; que salió a toda velocidad de un pequeño camino.
–¡Hey, imbécil! –Rose sacó su dedo medio por la ventanilla.
–Podría habernos matado –Tanya sacó una libreta –Al, fíjate en la patente, la anotaré para reportarlo.
–Uhm… dice –hizo una pausa – –deletreó.
–La gente es sumamente imprudente –respondí negando con rabia.
El camión se nos adelantó a toda velocidad alejándose.
–¡Maneja como un loco, cuando lleguemos a la cabaña voy a reportarlo con la policía! –dijo Tanya.
Al cabo de tres horas, mientras Ángela dormía profundamente, Alice nos advirtió a las demás en voz baja, que pasaríamos por una iglesia donde su padre había sido el arquitecto a cargo.
–No saben lo hermosa que es –comentó –a la derecha, ¡miren!
Quedamos boquiabiertas al denotar tal estructura monumental, pero lo que vimos a continuación, lo cambió todo.
–¿Eso es un cadáver? –Rose sujetó mi mano junto al volante.
El camión que nos había sobrepasado estaba estacionado a un lado de la iglesia, y estaba subiendo a la parte trasera unas bolsas blancas, repletas de manchas rojas.
–Puede ser pintura –indiqué siguiendo de largo.
–¡No, eso era sangre, estoy segura! –insistió.
–¿Habrá asesinado a las monjas que viven allí? –Alice se cubrió la boca horrorizada.
–¡Ay, muchachas, ya! ¡Me hielan la sangre! –Tanya se mordisqueó las uñas.
Ángela despertó confundida –¿Por qué gritan así?
–Tenemos que volver –Rose volvió a tomar el volante.
–¡Nos estrellaremos, quita tu mano del volante! –grité furiosa.
–¡Hay que volver y verificar!
Me detuve.
–¿Verificar qué? –Alice negó –¡Hay que irnos!
–Llamemos a la policía –Tanya sacó su celular del bolso.
–En esta carretera hay mala recepción.
–¿Qué sucede? ¡Díganme!
Luego de explicarle, Ángela votó a favor de Rose.
–¿Tanya?
–Esperen, en algún momento habrá señal –sacudía su teléfono, nerviosa.
Negué al igual que Alice cuando Rose nos clavó la mirada.
–Yo tengo el arma de mi tío en la maleta, podemos reducir al maldito –lo tenía todo planeado.
–¿Trajiste un arma?
–Cinco mujeres en una cabaña en medio del bosque, obvio que traje un arma, no soy estúpida –indicó resoplando –¡Tú celular es inservible, Tanya! –se bajó del coche refunfuñando dirigiéndose al baúl.
Alice se bajó tras ella –¡Es peligroso, Rose, vuelve adentro! –chilló –además, si el tipo es un asesino, no deberíamos quedarnos aquí, ¡sube ya!
El camión a alta velocidad llevó puesta a Alice, deteniéndose más adelante.
–Ahhhhhhhhhhhhh –Tanya gritó cubriéndose los ojos.
Quedé paralizada al descubrir el parabrisas salpicado de sangre.
Ángela salió corriendo desesperada hacia un maizal.
–¡Vuelve, maldición! –vociferó Rose al ver que el hombre había bajado de su camión y se dirigía hacia nosotras.
–¡Nos matará! –Tanya cerró la puerta por la que Ángela había salido.
Estaba paralizada, no podía reaccionar.
–¡Hazte a un lado! –Rose me empujó.
Aceleró, estaba a punto de embestirlo cuando desplegó grandes alas negras de su espalda y voló sobre el techo del coche, la situación carecía de toda lógica, no comprendía qué estaba sucediendo.
Continuará…
Adaptación de la película Jeepers Creepers.
