Hola a todos!
Les traigo un nuevo capitulo de esta historia,
Advertencias: Esta fuerte y explícito, situaciones crudas y drama a mil.
*Por otro lado tengo que confesarles que estoy algo sorprendida, veo que no tengo la acogida que espero en cuanto a comentarios, o mejor dicho Reviews, en realidad, esta plataforma me parece muy interesante y me gusta, se que hay muchos fans de VEGEBUL pero tambien considero que deberian darle oportunidad a otras historias y tramas, yo soy una lectora que le encanta abrir su mente para todo, pero si les digo que si bien veo que tengo muchos lectores, no me satisface el número de comentarios o mejor dicho estoy empezando a creer que no les gusta la historia realmente, espero estar equivocada, jajaja. (puro drama)
*Tambien quiero dar mis agradecimientos a los lectores que me dejan saber que opinan acerca de mis relatos, creanme me estusiasman a seguir, ya que podriamos considerar un review como una retribución, jajaja no miento la mayoria pensamos eso. Así un abrazo desde aquí para ustedes!
En fin espero animarme a seguir por esta plataforma! :D
Ahora si, pasen y lean.
Su mirada se tornó seria, miraba con cautela su alrededor mientras ingresaba su deportivo a la clandestinidad de aquel sótano, apago el auto y se quedó unos segundos pensando, algo estaba muy extraño, era raro que Krilin no siga el código de comunicación habitual y sobre todo haya lanzado un mensaje clave al mencionar su nombre de esa manera, quería volver a llamar, pero sabía que no debía, que demonios estaba pasando, sus pensamientos estaban confusos, ¿acaso había llegado la policía?
—¡Maldición! — pronuncio con desanimo, estaba con toda la euforia de tener una buena pelea y si era lo que estaba pensando, definitivamente sería imposible, no podía exponerse a que se sepa su identidad, vio su celular y estaba a punto de redactar un mensaje, cuando el aparato empieza a sonar para su sorpresa. —¡Hola!—
—¿Goku donde diablos estas? —
—Chaoz— una sonrisa salió con tal naturalidad que se sintió la emoción volver a su cuerpo inmediatamente.
—Si, me dijeron que ya estabas ingresando, no te veo, supongo que vas a combatir— comento el pequeño con prisa mientras veía el escenario.
—Pero, es que yo pensé… Krilin me llamo lo note algo—
—Sí, si me dio indicaciones de que preparé todo, no sé, pero me esta delegando muchas cosas y sabes…—dijo interrumpiéndolo, pero él también fue interrumpido.
—¡Olvídalo! No me importa, no sabes cuánto me has animado, por un momento pensé… olvídalo, seguro fue una tontería, estoy ingresando ya mismo— comento Goku realmente animado y totalmente inconsciente de la realidad, tanto como el pequeño novato que aun sentía haber hecho un negocio perfecto al ganar el doble de lo que costaba una entrada de ese tipo de eventos, que, sin duda, era mucho más de lo que percibía como registrador de participantes.
Bulma se encontraba mirando fijamente el móvil que tenía sobre la mesa del velador, sus pensamientos la hacían perderse en preguntas que indudablemente no tenía las respuestas, era ya media noche y se encontraba sola en su gran casa, en su habitación y sobre su cama… no era que una chica de su edad sea antisocial y no tenga amigos, no siendo ella, tampoco era de imaginarse que no tenía reuniones sociales pendientes, vaya que si las tenía, pero tampoco se podría creer que una chica como ella no tenga pretendientes, y en ese caso, efectivamente, no los tenía, no había una llamada en su celular o un mensaje para un cita, desde muy joven poso sus ojos en lo prohibido, para ella, él había sido su todo, su novio, su amante, su amigo y su hermano, todo al mismo tiempo, rechazo infinidad de salidas, paraba en casa para la propia sorpresa de sus padres, quienes sentían que era probablemente las preferencias de su propia hija, sin embargo no había razón para salir de esta, tenía todo el entretenimiento y el permiso sin condición en sus propias paredes y la libertad que cualquier quisiera tener sin condiciones, ni restricciones, la mayoría de las noches se escapaba de su cuarto y se metía entre las sabanas de su hermano para sorpresa de él, su osadía era inigualable, jamás le pregunto siquiera si podía hacerlo, ella simplemente lo hacía, Goku al inicio aceptaba que se acerque a su cuerpo con la excusa de tener frio y sentir más calor en su contacto, o con solo la idea de expresarle que era su hermano y su deber era protegerla, excusas tontas, excusas que al inicio él no podía decir no porque si las creía, pero el tiempo paso y sus cuerpos empezaron a tomar más forma, sus reacciones fueron más hormonales al punto de él sentirse incomodo por tenerla semi desnuda con una pijama rosada que no le cubría ni el abdomen y observar aquel pedazo de tela que a las justas ocultaba su intimidad, a ella no le importaba, solo reía cuando sabía que ya era momento de regresar a su cama antes de que sus padres despierten y los empiecen a llamar, incluso debía mencionar las veces que pego su cuerpo a pesar de sentir la erección de su hermano cerca a sus piernas, como disfrutaba ver la expresión de horror y vergüenza de él al encontrarse en aquella situación, algunas veces fueron descubiertos, su madre sobre todo los encontró en ciertas oportunidades durmiendo en la misma cama al buscarlos para tomar desayuno, sin embargo no se podían permitir tener malos pensamientos, Bulma les había demostrado el apego que tenía por su hermano y la sensación de pertenencia y a la vez la naturalidad en la que se desenvolvía en su entorno, solo daba razón de un amor genuino entre hermanos, nada que se pueda considerar lo contrario. Pero ahora, después de algunos años, estaban los estragos, a la bella peli turquesa no le interesaba ningún hombre, los veía tan normales y fuera de gracia, que no encontraba una sola razón para darles si quiera su atención, no habría adrenalina, no habría misterio, no habría el esfuerzo real de generar amor entre ellos, no se tenía que esforzar porque lo de ellos funcione, y para Bulma eso era aburrido, era simplones y corrientes hombres, que para una chica como ella con esa experiencia indudablemente era imposible.
El entorno estaba familiar, la adrenalina se escuchaba entre los espectadores con su algarabía y sus caras pendientes de las apuestas, faltaba poco para que sea su turno, veía de vez en cuando hacia los palcos preguntándose si había alguien ahí, sus brazos los tenia cruzados y su mirada fija observando a los combatientes, sin embargo ya le parecía extraño no ver las narices de su amigo acercarse a darle indicaciones, o lo que sea, pero los minutos pasaban y todo parecía normal, y bueno considerando el carácter de Goku era de esperarse que no concentre mayor interés en otras suposiciones más que en su próxima contienda, que era lo que tanto estaba esperando.
—¿A qué hora es su salida? —pregunto tranquilamente mientras miraba por aquel ventanal.
—¿Que pretenden? ¿Qué buscas? —preguntó Krilin con el ceño fruncido tratando de soltarse de sus opresores.
—Muchas preguntas, no, no… yo no estoy para responderte, sino para interrogarte— respondió sin bajar la atención desde esa ventana —Ese chico, tiene un atractivo rostro… lástima que hoy, desaparecerá hasta la sombra de lo que fue— menciono con cinismo, sonriendo sutilmente.
—¡Que dices! Goku te partirá la cara, no sabes de quien estás hablando—menciono Krilin con enojo
—Ja! Veremos, eso me sorprendería, sería interesante verlo, ahora dime… enano— diciendo eso giro su rostro a verlo directamente —¿Dónde… esta… Vegeta? —
Krilin lo miro confundido, aunque entendiendo mucho mejor el panorama de las cosas —A caso no ves que no está aquí, ¡yo no sé dónde diablos esta! —
—Uhmmm… Vegeta, tanto me busca y ahora que vengo a darle cara, no lo encuentro—
Los ojos de Krilin y Tenshinhun se abrieron sorpresivamente, mientras se quedaban estupefactos al escuchar sus palabras…
—Tu, el encargado de buscarme, ahora tiene miedo de saber que me encontró— diciendo eso empezó a reír sutilmente —¿Acaso creías que no me llamaría la atención tu búsqueda?—
—Tu… tu—
—Sí, ¡oh! Discúlpenme, creo que no fui cortés al presentarme— diciendo eso empezó a reír como maniático —Empezamos mal—
La expresión en el rostro de Krilin se transformó en espanto y nerviosismo puro.
—¡Tu cara ya me dijo que ya adivinaste! Efectivamente, Soy Lord Freezer—diciendo eso su expresión se transformó en gélida… —¡Me encontraste! —
Muy lejos de ahí… en otra ciudad…
—Piensas en él verdad…—
Su cabello negro se levantaba con el viento chocando sutilmente con su joven y blanco rostro… —Es difícil no hacerlo—
—Estoy segura que no te olvida, solo que es muy orgulloso para reconocerlo—
Sus manos estaban firmemente sostenidas en el barandal de aquel balcón, mirando hacia la luna con nostalgia, con añoro, con esa sensación de vacío que hasta ese instante no lograba quitarse de sí misma —El amor vuela, cuando creías tenerlo dentro de la palma de tu mano, se escapa sutilmente entre tus dedos, y lo pierdes de vista, él nunca volverá, lo sé—
—Entonces, ¿Por qué insistes? Sabes lo frio que es, lo superficial, lo egoísta, no veo que piense en nadie más que en él mismo—
El rostro de aquella mujer giro con agresividad a darle cara a su interlocutor, sus ojos estaban húmedos y con las líneas mojadas en sus mejillas —Nadie, nadie lo conoce como yo, yo lo vi sonreír, acariciar, tocar con reales sentimientos, ilusionarse con un futuro, desear con real pasión, entregarse doblegando sus miles de caretas. ¡Es que no lo entiendes! ¡Yo lo tuve, fue mío! ¡Iba a ser mío por siempre, y lo perdí, yo lo perdí! —
—¡No sabe perdonar, es que no entiendes! —
La pelinegra agacho el rostro empuñando sus manos con fuerza —Le arrebate la esperanza que tenía, los recuerdos de su verdadero rostro aun golpean mi mente martirizando mis días, no creas que no pienso o siento la necesidad de olvidarlo, pero si supieras lo único que es, cuando sabes que tuviste algo tan distinto y que es imposible hallar, aunque sea una barata réplica, entenderás lo insatisfecha que te sentirás, sobre todo al saber, que lo tuviste, que fuiste su todo—
La mirada de su espectador fue de desilusión y pesar… —No te darás por vencida, por lo que veo—
—Jamás, si tengo tan solo una mínima posibilidad la utilizare a mi favor—
—Milk, no entiendo—
—Vegeta— pronunciando su nombre y no pudo evitar liberar un suspiro lleno de expectativa —Conmigo era quien realmente es, lejos de esas miles de caretas, es muy educado y elegante, con gusto sofisticados, podíamos estar en un lugar muy concurrido o lleno de gente y hermosas mujeres, pero él, solo me veía a mí, sus ojos estaban puestos solo en mí— comento llenándose de viejos recuerdos…
—Así fue como lo conociste verdad— diciendo ese comentario encendió un cigarrillo
—Yo estaba en esa frívola fiesta, llena de viejos y viejas bien vestidos luciendo sus joyas y hablando o alardeando de sus grandes poderes en el gobierno o de sus fachosos trabajos, me sentía aburrida y sola, mi padre me pidió que diera la bienvenida y sea yo quien dé inicio a la fiesta, estaba nerviosa, me daba ataque de tos en cada palabra, era demasiado tímida y así, en medio de mi discurso todos estaban callados escuchando, aunque sus caras decían que iban a murmurar después, pero antes de decir la última palabra, escuchamos el estruendoso sonido de una risa más que sarcástica, recuerdo como todos giraron a ver quién era el faltoso e irreverente al protocolo, y ahí, vestido con traje negro y una camisa blanca sin corbata, estaba él, mirándome fijamente mientras alzaba su copa de vino, haciendo un brindis anticipado, no sé qué ocurrió pero su mirada hizo que mis mejillas ardieran y una sonrisa estúpida saliera de mi rostro —
—Vegeta…—respondió alzando una ceja
La mujer de cabellos negros dirigió su mirada hacia la luna… —Desde ese día, mutuamente nos buscábamos, hubo ciertas casualidades y otras con intención—
—La reputación de él…—
—Lo sé, todos me lo decían, incluso mí mismo padre, una vieja bruja me advirtió que él no era hombre para mí, supuestamente su camino estaba lejos de mí—
—¿Bruja? ¿De qué hablas? —
—Cuando tienes un hombre como Vegeta en tu vida, impredecible, difícil de demostrar sentimientos y ajeno a todo, necesitas más que solo consejos… quieres meterme hasta en sus pensamientos y conocer lo que ni tu puedes ver— respondió riéndose de si misma.
—Entonces…—
—Él fue mi primer hombre, ¿sabías? me hizo despojarme de mis propias creencias y entregarme sin condicionamientos, pero notaba que a pesar de eso, seguía distante y ajeno, fue ahí donde empecé a quejarme y tomar valor de preguntar, las respuestas eran cortas, practicas, aunque yo sabía que había algo más, había veces que se quedaba en silencio por horas, su mirada divagaba y su rostro se oscurecía, pero su silencio se mantenía intacto... —
—¿Cómo lograste ser su todo? —
Milk la miro directamente alzando una ceja —Ves, tú también reconoces que lo fui, sin duda—
La mirada de ella se fue hacia otra dirección esquivándola por completo.
—No, sé que lo haces para no lastimarme, pero tranquila, saber que lo fui, eso no me lastima, un día me miró fijamente, su mirada estaba relajada, era como si quisiera decirme la verdad, pero su intención se fue como una ráfaga de viento… siempre sentí que permanecía cerca al silencio, como su escudo protector…—
—Pero, —
—Ahí voy, un día decidí que era suficiente, era una noche de primavera, iba rumbo a mi departamento, estaba muy nerviosa, sentía mis piernas temblar y mis manos sudorosas, sabía que estaba ahí, sabía que me estaba esperando y sabía lo que estaba a punto de hacer a pesar de la fatídica circunstancia, sabía que, a pesar de mi estado, mi terror a mantener aquella distancia y no romper con esa coraza era más fuerte, no me podía imaginar una vida así, no era mi sueño, yo quería un esposo, uno que pueda conocer y que me pueda decir abiertamente sus sentimientos y sus miedos—
—¡Entonces ese día fue! —
—No— la interrumpió — Ese día no, pero aquella noche que llegue él me estaba esperando, recuerdo la expresión de su rostro, tenía luz en sus ojos, yo por los nervios y el no saber qué hacer con la noticia, se la di por medio de un mensaje de texto esa misma tarde, le dije que lo iba a ver en mi departamento y que ahí hablaríamos, al verlo parecía que estaba esperando por mí, me quede helada al tenerlo a unos pasos de mí, necesitaba valor para decirle lo que había decidido, recuerdo que su rostro estaba iluminado, sus mejillas como nunca las vi rosadas y su rostro tenía cierta emoción, me sorprendió realmente—
—¡Madre mía! ¡Qué hiciste! —
—Ja! ¿Qué crees? El empezó a sonreír y como si adivinara mis pensamientos, mis miedos y mi ceño engestado dijera todo, el solo dijo con una sonrisa que jamás olvidaré, "Todo va a cambiar" diciendo eso, se acercó súper fresco y sostuvo una de mis manos y mirándome coloco un anillo de compromiso en mi dedo angular, no te puedo mentir si te dijo que mande mis pensamientos al diablo, me aferre a su cuello y llore, muy patético para él, pero sentí que él sabía lo que yo quería y no necesitaba de más palabras—
—Todo cambio desde ahí…—
—Efectivamente, todo fue tan rápido, sus caretas las dejo de lado, delante de mí era quien era realmente y con otros era el mismo indiferente de siempre, la noticia de un hijo realmente lo transformo, me contaba todo, sus planes, sus deseos— Diciendo eso paro unos segundos para cerrar sus ojos profundamente —Nos casamos muy pronto, creo que a la semana, esos primeros meses fueron mágicos y suficientes… yo con su desenvolvimiento también me mostré, me mostré realmente, vaya sorpresa para él—
—Se enamoró…—
—Sí, creo que él siente que fue su perdición, siento que es algo que nunca se lo confeso a nadie, ya sabes cómo es, metía la excusa perfecta de que el matrimonio fue obligado, por responsabilidad, pero no, nadie lo obligo, él se enamoró, siendo un hombre tan asediado, y ahora de mucho nombre, su ego no le permite aceptar que se enamoró y se equivocó—
Los ojos de la mujer se abrieron sorprendidos al escuchar sus palabras… —¿Qué dices? —
Milk la volvió a ver con dureza, pero con brillo en sus ojos… brillo que reflejaba las ansias de un llanto escandaloso —El me confió sus deseos, pero no de superación, de eso ni hablaba, un chico como él no tenía necesidad de anhelar el éxito, ya que de por si lo tenía, sus deseos iban dirigidos a otro ámbito, eran turbios, y ajenos a todo lo que en si yo consideraba seguro… él tiene un secreto, algo doloroso, no soy quien para decírtelo, al menos eso, me hace sentir que no soy tan canalla después de todo…—
—Canalla? ¿Por qué te dices así? ¿Qué hiciste, que le hiciste? —
Los ojos de Milk se quedaron perdidos en el filo del balcón, mientras cerraba los ojos y las lágrimas por fin se liberaban.
Llego el momento. sus pasos firmes subían las gradas de aquella tarima, Goku estaba listo, los silbatos y los gritos de emoción se escuchaban con auténtica emoción, a todos les gusta esa parte final, verlo pelear para ellos era un lujo, su técnica, su seguridad y sobre todo la masacre, aunque claro Vegeta solía ser el más sádico, Goku dependiendo del contrincante se comportaba, en ese momento, el silencio invadió el espacio, sorprendiendo a todos ya que recibieron rápidamente indicaciones de ajenos al espectáculo, caras encapuchadas que generaron zozobra, Goku los vio desde el estrado y le pareció demasiado inusual, no recordaba haber acordado esos parámetros en el público, pero rápidamente la cosas cambiaron y tomaron otro rumbo, tres sujetos encapuchados subieron a la tarima de pelea, los tres movieron sus cabezas a los costados, sacando conejos sonoros con clara señal de listos.
Goku los miro fijamente sin entender la situación. —¿Quiénes son ustedes? —
Una risa sádica fue más que ruidosa en ese espacio silenciado por matones, el chico de cabello negro vio al espectador que la emitía, estaba sentado con las piernas cruzadas con la sonrisa en sus labios…
—Freezer…— emitió Goku abriendo sus ojos sorprendido porque en ese momento entendió que es lo que estaba pasando, sin preverlo producto de la distracción sintió un fuerte golpe directo al abdomen, fue agudo, seco, pero fue suficiente para que sintiera como la presión en su cuerpo empezaba a descender, por impulso coloco su mano sobre el dolor y fue donde vio la sangre en su mano, lo habían apuñalado, el silencio en la sala fue mortal, todos estaban anonadados, Krilin estaba siendo obligado a ver el espectáculo desde el palco de Vegeta, sus gritos eran mudos, nadie los escuchaba, Goku levanto la mirada y fue donde recibió varios golpes directo a la cara, de pronto los gritos empezaron, gritos ensordecedores, su cabeza estaba mareada, aturdido, sentía los golpes llegar sin tregua, y el dolor de su abdomen era cada vez más agudo, no le permitía reaccionar, hasta que una voz familiar llego a sus oídos…
—¡Goku! —
El grito era desgarrador, angustia total se sentía en sus palabras… él se encontraba con sangre saliendo de su boca, producto de golpes que venían sin respiro de tres sujetos, cuyo objetivo parecía darle directamente en la cara, pero cuando sus rodillas por fin se doblaron, fue donde sintió un pequeño respiro para mirar hacia delante y fue ahí donde sus pupilas se ampliaron… Lazuli estaba siendo sujetada por otros hombres quien sin hacerle daño la obligaban a poder la cara, en frente mientras ella forcejeaba para ser soltada, vio sus ojos, lagrimas salían sin parar…
—Goku! ¡Levántate! ¡Levántate! —
La sangre salía producto de espasmos de tos… —Demonios— pronuncio Goku entre quejidos, el dolor era intenso, pero la ira empezó a gobernarlo al escuchar la forma en que empezaban a tratar a Lazuli, quien luchaba hasta el final por liberarse y seguramente correr hacia él…
Los nervios estaban en sus manos, ya estaba pasando los 120 k/h y no le importaba, la llamada de Yamcha la había aterrorizado, lo peor era seguir las indicaciones de emergencia en ese tipo de circunstancias, le parecía una barbarie no poder llamar a la policía o a emergencias, pero debido a los porqué que le había explicado, tenía que seguir lo que le habían pedido dentro de esas cláusulas de seguridad, debía ir y colocarse en un punto clave para que cuando lo saquen ella sea quien se lo lleve rápidamente a que lo atiendan y ni su nombre o imagen sean descubiertos, lagrimas salían de los ojos de Bulma, la desesperación era notoria al pasarle los luces rojas, su hermano estaba herido, lo habían apuñalado, no podía con eso…
Sintió los pasos de sus verdugos acercarse, pero esta vez, la realidad tomaría otro punto diferente para sorpresa de todos los espectadores, Goku detuvo en seco uno de los golpes que iban directamente a su corazón y con el gesto totalmente enrojecido y lleno de ira, le dio tal golpe en la cien que desmayo en el acto a uno de sus agresores, los otros se acercaron pero el empezó a responder, el dolor era agudo pero no tenía opción, recordó en ese momento, las veces de entrenamiento en esas cámaras de tortura, las favoritas de Vegeta, donde en pleno dolor podían a prueba su supervivencia y resistencia al dolor, Goku estaba demasiado enfadado que empezó a derrochar golpes sin medir sus fuerzas, se defendía pero con clara intención de ataque a muerte, con ellos no había otra opción.
Sus pies corrían con prisa, con demasiada prisa, su ceño engestado mostraba ira y desesperación por verlo con sus propios ojos, llego al lugar de la masacre, en eso detuvo sus pasos en seco mientras su corazón estaba agitado al punto de la taquicardia al ver lo que por tantos años había ansiado, la sonrisa de él al reconocerlo fue cínica, como siempre, lo miro de soslayo y dándole la última sonrisa torcida, se esfumo de ahí cubierto por sus matones, Vegeta no dudo ni un minuto lo seguiría, lo mataría, pero el bullicio del lugar lo hizo reaccionar, aun habían unos hijos de puta que merecían pagar, corrió hasta llegar al estrado y de un salto estuvo frente a ellos, vio a Goku sostener su abdomen con bastante presión y aun así listo para defenderse, sin pensarlo más se acercó lo suficiente a aquel que estaba afanado por golpearlo, lo sostuvo de sus cabellos sueltos y ridículos y con un solo cabezazo le partió la nariz y de tres golpes abdominales se quebró el tórax dejándolo sin aire, sintiendo la asfixia acercarse producto de la vehemencia con que los demás golpes empezaban a venir.
Goku se quedó impresionado al ver de cerca la forma de ataque de su hermano de lucha, no mostraba compasión, los ojos del sujeto estaban casi fuera de sus orbitas y no cedía, seguía, hasta que sus ojos se pusieron blancos, y se cayó muerte en el estrado. Los otros trataron de salir, pero no pudieron, Vegeta no los dejo, no los iba a dejar… Goku ya tenía la visión borrosa, pero aun así veía el charco de sangre que se había convertido el lugar, incluso las náuseas amenazaron con llegar producto del olor…
—Vegeta…— pronuncio el chico de cabellos negros al verlo acercarse
—No dejes de presionar, no habrás creído que te iba a dejar solo con este espectáculo— respondió asegurándose de amarrar suficientemente aquel nudo para que la sangre no se dispare más.
—Er-era Freezer— menciono Goku
—Lo sé, lo vi, lo voy a hacer pagar por esto— diciendo eso se alejó un poco, pero Goku lo sostuvo de su chaqueta.
—No, ese bastardo va a desaparecer, yo también estoy en esto— respondió con dificultad
—Esta es mi pelea, no tienes que hacerlo—
Pesé a sus golpes y la sangre la sonrisa de Goku apareció ante su comentario… —Esos son de los míos, veamos qué tan fuerte es—
Vegeta lo miro fijamente, pero no dijo más al escuchar las voces familiares acercarse con urgencia, una de esas Bulma…
—¡Goku! — Bulma llego saltándose el protocolo que le habían indicado, que era esperar en el auto, le valió poco aquellas indicaciones y llego donde él con los ojos llenos de lágrimas, ingorando por completo a Vegeta —¡Vámonos! Hay que sacarte de aquí! ¡Yamcha! ¡Ven de una maldita vez! — grito con todas sus fuerzas mientras no sabía como tocar a su hermano para ayudarlo a levantarse, ya que veía sangre por todos lados.
Vegeta iba a ayudar, pero en eso Yamcha le dio indicaciones de que él se encargaría y él vaya haciendo las averiguaciones para encontrarlos, sobre todo porque en ese momento todo estaba un caos, todos los participantes estaban ansiosos por salir de aquel lugar que ese día en especial se evidenciaba su nivel de peligrosidad. Lazuli apareció entre la gente sosteniendo del cuello a Chaoz, quien se encontraba demasiado asustado. —Este enano fue el causante de todo, él les permitió el ingreso, debe saber algo—
Vegeta lo miro directamente con una mirada que aterroriza a cualquiera. —¡Juro que no, yo solo pensé que eran personas adineradas, por favor, no me echen la culpa! —
—Iré a mi Palco, ahí están los demás— pronuncio Vegeta alejándose de ellos —Ven tu conmigo enano— menciono con fastidio obligándolo a seguirlo.
Vegeta caminaba sintiendo los pases del mocoso detrás de él, pero sin imaginárselo por un escaso tiempo, se detuvo y giro a ver el estrado de combate, solo fueron segundos, que para cualquiera pasaría desapercibido, pero lo hizo para ver a Bulma y las atenciones de esta hacia Goku, incluso sintió su indiferencia, estaba al costado de él y ni siquiera lo vio, lo sintió, y se sintió extraño, sin darle más importancia siguió su camino.
—¡Qué demonios haces! —
El grito fue tal que su mirada giro rápidamente por la impresión. —¿Qué? — pronuncio Bulma con incredulidad al notar el semblante tenso y molesto de la rubia.
—¡Lo que escuchaste! ¡De esto me encargo yo! — pronuncio Lazuli al notar las intenciones de Bulma de irse con Goku
—¿Qué demonios te ocurre? Es mi hermano debo llevarlo a una clínica! — respondió dispuesta a darle el encuentro a Yamcha, quien ya con ayuda lo había bajado al sótano. —Muévete de mi camino—
—Lo haré yo, no te quiero cerca de él, ¡entendiste! — le grito con autoridad la chica rubia, Bulma se quedo estupefacta por su reacción, iba a reaccionar, pero ella no la dejo —¡Es suficiente, no te das cuenta el daño que le haces! ¡Basta! ¡Déjalo en paz! — diciendo eso le dio la espalda y la dejo sola y sin palabras…
….
Los minutos pasaron, Bulma debido a la impresión y la impotencia, se quedó sentada cerca a los camerinos.
—¿Qué haces aquí pequeña? — le pregunto Yamcha al percatarse de su presencia…
—¿Por qué paso todo? Lo apuñalaron— respondió apagada…
—Es Freezer, un tipo muy peligroso—respondió sentándose al costado de ella.
—¿Por qué demonios se meten con gente así? — pregunto incrédula y molesta.
—Lo mismo nos preguntamos Krilin y yo, pero ya sabes, Vegeta tiene ciertas—
—¿Qué? —lo interrumpió —¿Que tiene que ver Vegeta con esto? — pregunto a la defensiva.
—Bulma, él solicito tenerlo aquí, solo que parece que el plan inicial salió mal, nos cayeron de sorpresa, desprevenidos—
—Pero, ¡quién demonios es ese tal Freezer! ¡Por qué carajo lo involucran a mi hermano, pudo haber muerto! —hablo sobresaltada, levantándose de su asiento.
—Eso, deberías preguntárselo directamente a Vegeta, es el único que te puede dar respuestas, si quiere, claro está— respondió apenado Yamcha.
—¡Me las dará, el maldito hijo de puta me las dará! — hablo muy enojada la peliazul saliendo de ahí.
—Acaba de irse, ya no está aquí—se refirió Yamcha mientras la veía por última vez alejarse.
—¿Dónde está Bulma? — pregunto Goku mientras sostenía su abdomen producto del dolor. —
Lazuli manejaba a prisa mientras escuchaba su pregunta. —Tranquilo, ella se fue con Vegeta— mintió, pero vio desde el espejo retrovisor la expresión en sus ojos al escuchar sus palabras, y dio al clavo en sus suposiciones…
La madrugada ya estaba muy avanzada, pero para ella eso le valía nada, necesitaba respuestas y esta vez las tendría, no le importaba como o lo que tenía que hacer, las iba a tener, manejo hasta estar frente a su residencia, como demonios ingresaría, era una buena pregunta, aun así, estaba pensando que hacer, hubiera sido fácil llamar y decirle "abre la maldita puerta" pero estando bloqueada muy difícil generar esa comunicación, el muy bastardo la había bloqueado, anulando cualquier comunicación, así que bajo de su vehículo y fue directamente con él de seguridad del edificio.
—Hola, Soy Bulma Brief, busco a Vegeta Ouji—
….
—¿Sucedió algo? — pregunto preocupada Tennis al notar las luces prendidas de la sala y él echado sobre su sofá mirando la nada, con ciertas manchas de sangre en su ropa.
—Nada, déjame solo— respondió mientras seguía viendo la nada, hasta sentarse y apoyarse sobre sus rodillas tocándose la cabeza con frustración.
—Entiendo— ella sabía de sus estados, noto la sangre, pero sabiendo de sus excentricidades, prefirió ser prudente, tenía cierta pena ajena, ya que sabía que a pesar de la facha que mostraba era un hombre solo y desconfiado de la vida. Pero el estado de quietud y silencio que tanto su "niño" exigía fue interrumpido tempestivamente al escuchar el timbre de su casa sonar con toda desesperación y poca consideración.
Vegeta levanto la cabeza con sorpresa, escucho el timbre sonar hasta el cansancio y ciertos golpes tras su puerta, alguien la estaba pateando, rápidamente miro a Tennis y tomo otra actitud de precaución por seguridad, hasta que escucho un grito lleno de rabia.
—¡Abre la maldita puerta, Vegeta! —
Era la voz inconfundible de ella, lentamente pero adrede se acercó hasta la puerta y la abrió despacio, hasta que por fin se vieron las caras, pero la gran sorpresa fue lo que él no previno y de pronto tenía el cuerpo de ella sobre él, lo que lo hizo perder el equilibrio y caer al piso, Bulma tenía la cara llena de enojo mirándolo con deseos de fulminarlo y el perdido en la impresión de su reacción…
Continuara….
Amapol
