ADVERTENCIA: CONTENIDO ERÓTICO

Esta vez volvi pronto! espero lo disfruten!


La presión ejercida mostrada su frustración e incredulidad y ansias por hacerla recapacitar, aunque en el fondo presentía que era demasiado tarde —Has hecho una locura, te dejaste llevar y te importo poco todo lo que ocasionarías a tu alrededor, lo que digan nuestros padres…—diciendo eso la miro con una expresión que denotaba miedo —Lo que diga yo…—

Bulma sentía la presión de sus fuertes manos, podía ver el desconcierto y celos desbordarse sin ningún reparo, sin ningún pudor, Goku estaba ensimismado en que sienta que fue una equivocación, una pérdida de tiempo y una desfachatez.

—¡Lo mejor será que olvides esa locura, olvídate de él, llegaste demasiado lejos!—

Sus palabras no paraban, sus reclamos tampoco, su cuerpo se tambaleaba mientras seguía aguantando la presión de sus manos, mientras se perdía en sus cálidos ojos, ahora transformados en ira, ahora solo mostraban los celos de un hombre que se sentía amenazado, no era preocupación del que dirán, de la vergüenza que padecían sus padres, del castigo que seguramente recibiría, de su integridad, no, él solo estaba celoso por sentirse desplazado, por no tener a su dulce hermanita dispuesta a esperarlo, aguantando sus cambios de moralidad y soportando sus atribulados pensamientos, aguardando su decisión de quedarse con ella o de seguir con la locura de un compromiso sin futuro, en fin, tenerla predispuesta abriéndole la puerta de su habitación, dándole espacio en su cama, permitiéndole tomar su cuerpo las veces que quiera, para después desaparecer y seguir manteniéndola alejada del mundo, enfrascándola en la dependencia de un mísero cariño nocturno, podrido y sin futuro, sus ojos azules de pronto se humedecieron, las lágrimas empezaron a marcar trazos en sus blancas mejillas, con una expresión de enojo…

—¡Cállate! — diciendo eso se alejó de él bruscamente, los ojos de él se ampliaron sin comprender su comentario. —Reclamas y te indignas como si hubieras defendido tus sentimientos, como si hubieras respetado los míos, días, semanas, esperando un comentario, esperando un lo siento no te restregare en la cara que me acuesto con mi novia todas las noches, que soy un cobarde que no puede afrontar su realidad—

—Eso no—

—¡Cállate Goku! Te espere, te juro que lo hice, es demente decir esto, pero… hubiera dado todo, todo porque me veas de la misma forma que yo lo hacía, hubiera aceptado perderlo todo, porque sentía que contigo era invencible y podíamos ir contra todo si realmente lo queríamos, pero me demostraste que todo fue un escenario fantasioso, que jamás, jamás me verías de la misma manera, solo soy algo carnal, algo sexual…—

Los ojos de él se llenaron de espanto.

—No te sorprendas, lo sé, deja de confundirte más y acéptalo, así sea algo horroroso aceptarlo, ves mi cuerpo y quieres poseerlo, pero solo eso, te atormenta la idea de llevar una doble moral, incluso conmigo, engañándome con falsos sentimientos inexistentes—pronuncio la peliazul mirándolo a los ojos…

—Bulma…— pronuncio Goku, desconcertado intentó acercarse, pero ella no se lo permitió…

—Olvídalo, solo quise ver que estabas bien, ahora que sé que sí, aléjate de mí Goku—

—¡Maldición! Deja de decir esas cosas, yo jamás te vería de esa manera— diciendo eso le desvió la mirada —¿Te has enamorado de Vegeta?—

Bulma se quedó mirándolo fijamente, pero él, él solo se quedó callado, el silencio fue tan incómodo, que ambos retrocedieron… ella ante su pregunta solo respiro más rápido, no podía evitarlo, sintió como su piel se escarapelaba.

—Es eso…— dijo Goku y le levanto la mirada, ella sintió como si agujas fueran insertadas en su piel en ese momento. —Te enamoraste— el tono de su voz era quebradizo, su mandíbula no se podía cerrar al verla mirarlo con la misma sorpresa.

Bulma retrocedió torpemente y salió de ahí, dejándolo callado y sin palabras… aunque el fuerte hincón en su abdomen le recordaba que debía echarse y descansar, el estado mental de sus pensamientos lo atormentaba…


—¿Acaso te has vuelto loco? —pregunto Yamcha —Vegeta debes parar con esto—

—Es que no entiendes, no puedo—

—Demasiada exposición, eres la noticia del momento, ¡Qué te pasa!, estamos a puertas de que saques tu próximo libro— menciono Yamcha irritado.

Vegeta ante sus palabras se quedó pensativo mirando hacia la nada.

—¿Qué sucede? Si estas por terminarlo, ¿verdad? —exclamo con énfasis el editor.

Los ojos negros de aquel se dirigieron a Yamcha con duda, aun así, se levantó de su asiento y asintió con la cabeza en aprobación sin emitir palabras.

—Bien, casi me matas de un susto—dijo Yamcha tomando asiento más aliviado —Vegeta, ya habíamos hablado de esto, tu representas millones y lo sabes, hay firmas importantes que te tienen como imagen, si te muestras fuera de lo que idolatran, perderás mucho, y lo sabes—

—Necesito asesinar a esos insectos— fueron las palabras claves que mostraban su único interés en ese momento.

Yamcha lo miro fijamente, analizando su comportamiento, analizándolo a él, viéndolo pensativo, ansioso, pero muy seguro de sus propósitos. —Bien… sé que lo harás, ya no existe nada que te lo impida— diciendo esto se acercó sutilmente —Solo, se cuidadoso, nadie puede saber quién eres realmente—

Vegeta lo vio fijamente mostrando una ligera sonrisa torcida —Es mi especialidad, recuerdas—

—Referente a lo sucedido, hare que te entrevisten, los teléfonos no han dejado de sonar, quieren conocer la versión de los hechos, no se explican cómo alguien como tú, en fin… ingenuos, seguro quieren saber más sobre tu relación con la hija de los Brief—menciono Yamcha prendiendo un cigarrillo.

—Olvídalo, no explicare absolutamente nada—menciono con hastió el escritor.

—Te equivocas Vegeta, lo vas hacer, una de las firmas más importantes lo han exigido, necesitan que limpies tu imagen, y yo no permitiré que no pase, la entrevista será esta semana, así que prepárate— diciendo eso salió de ahí, sin escucharlo más.


—¡Espero te haya quedado claro! — menciono su madre con los ojos altivos.

—No puedes hacer eso— respondió Bulma con el rostro desencajado. —¡No puedes hacerme esto!—

—No permitiré que la imagen de mi familia se ensucie Bulma, hemos sido la burla de todos, la decisión está tomada— hablo su madre mientras le dejaba los documentos sobre la meza.

—Mamá, no me puedes mandar al otro lado del mundo, así como así, no me puedes condenar por una tontería— al decir eso, sintió como su rostro giraba con fuerza, producto de la cachetada que acababa de recibir.

—¡No vuelvas a decir que es una tontería! ¡Actos como esos son denigrantes, sobre todo por el apellido que pesa sobre nosotros, si con todas las comodidades no aprendiste, esta vez lo harás lejos y en un lugar donde no nos vuelvas a avergonzar! —diciendo eso se retiró de su habitación cerrando la puerta fuertemente.

Bulma se quedó consternada, sus manos empezaron a temblar, no podían trasladarla de universidad a otro continente, no podían hacerle eso, se quedaría sin nada, sin amigos, sin vida —¡Demonios! — pronuncio aquellas palabras sintiéndose perdida.

….

—Querida, estas siendo demasiada dura… —comento el Dr. Brief apenado por la situación.

—Tú fuiste el primero en insistir que su acto fue repudiable, necesita un escarmiento y solo serán seis meses, así que, no es para tanto, tiempo suficiente para que se olviden de lo sucedido, insistiré con eso para que sea lo más pronto— menciono segura de sus palabras.

Goku hizo acto de presencia en el comedor viéndolos con el rostro mortificado. —Voy a salir—menciono sintiendo que tenían algo que decirle.

—Hijo, hemos decido trasladar a tu hermana a la universidad de Londres—menciono su madre con pesar.

Los ojos de él se ampliaron con incredulidad, —¿Qué? ¡No puedes hacerle esto! —

—Es lo mejor, lo que hizo es una vergüenza para todos, incluso para ti— respondió Bunny endureciendo su expresión.

—La vas a aislar de todos, ¿Por cuánto tiempo? —se sintió la preocupación en sus palabras

—Seis meses o quizá más, ya veré—

Goku la miro totalmente sorprendido e incrédulo por sus duras palabras. —¿Cómo puedes hacer eso? — Bunny lo miro ante lo dicho —¿Cómo te puede importar tan poco sus sentimientos? — le pregunto con indignación.

—El apellido de nuestra familia está en juego ¡Te olvidas! — le respondió irritada la matriarca.

—No, no lo olvido, ¡como tampoco olvido su afán por ser los primeros en generar anti cuerpos biológicos a través de mis células y usarme como un animal de laboratorio! —

—¿Qué dices? — menciono consternada Bunny.

—¡Hablo sobre lo mucho que valoran su estatus y posición económica por encima de los sentimientos y deseos de sus propios hijos! — diciendo eso sostuvo su chaqueta —Ahora recuerdo como tanto lo demostraban, que él único recuerdo fraternal está plasmado en las tarjetas de fiestas hechas exclusivamente para llenar la imagen de su círculo social, simples apariencias—

Bunny abrió sus ojos presa de la conmoción por sus palabras, jamás lo había visto así de alterado. —En vez de satanizar a tus propios hijos, deberías recordar donde estaban cuando necesitamos de ustedes, donde estaban esas platicas de padres, donde estaban esa identificación fraternal, ese cariño fuera de regalos frívolos y de viajes eternos donde nuestra única compañía eran extraños disfrazados de niñeras, ahora recuerdo todo— diciendo eso movió la cabeza hacia ambos lados con desaprobación y sin esperar más salió de ahí.

Bulma escucho todo desde la escalera, sus ojos estaban llenos de lágrimas y con pesar apoyo su cuerpo sobre la pared…


Días después...

—¿Le sucede algo? — pregunto con cautela Tennis mientras dejaba su bebida sobre su escritorio.

Vegeta ni siquiera la miro en respuesta, solo atino a ver su teléfono con manía, sentía ansiedad cada vez que lo veía parpadear y al revisarlo darse con la realidad… le desesperaba la idea de evidenciar lo que le estaba pensando, pero, ¿acaso debía aceptarlo?, ¡No!, solo debía ser más paciente y esperar, aunque sus pensamientos se pusieran en blanco por un momento al sentir la malicia invadirlo y su silencio dar la señal de que estaba a punto de perder la poca paciencia que tenía…

Si bien esos días no habían sido alentadores, parecía que el reproche de su hermano había servido en algo, le permitirían asistir a su universidad hasta que esté listo el proceso de traslado, por un momento pensó que estaría descomunicada y aislada para siempre, aunque los argumentos de su madre eran de evitar exponerla a la prensa y situaciones más incomodas, era clara su postura de mantenerla descomunicada y alejada sobre todo de Vegeta…

—Hola Goku— Pronunció la peliazul con cautela mientras ingresaba a la cocina con cierta timidez en su mirada, aunque con algo esperanza por lo que estaba dispuesta a pedir. Desde la última vez no se habían vuelto a dirigir la palabra, pero necesitaba hacerlo, necesitaba intentarlo.

Él se encontraba apoyado sobre el mesón frente al refrigerador devorando una caja de cereal, una vez percatado de su presencia, la miro con real atención, sobre todo al verla acercarse con cuidado.

—¡Bulma!, ¿Qué sucede? — pregunto con amabilidad.

Bulma trago saliva al tratar de formular su pregunta. —¿Me prestas tu teléfono? —

Goku se mostró un poco confundido —¿Mi teléfono, para qué? —

—Como sabes, no tengo celular, me lo quitaron, necesito comunicarme con alguien, solo préstamelo, por favor— comento la peliazul mirándolo con cierta ansiedad por su respuesta.

Goku saco el teléfono de su bolsillo, lo levanto hacia su torso y se lo mostro, los ojos de la peliazul se ampliaron mientras una sonrisa sincera empezó a formarse en su rostro, un brillo especial la adorno de repente y con emoción estaba a punto de sostenerlo cuando él lo sostuvo más fuerte. —¿A quién vas a llamar? —

Esa pregunta le quito la sonrisa y al notar la mirada suspicaz de su hermano, la estaba interrogando y eso genero ira en su interior, detestaba sentirse así de limitada y tener que dar explicaciones, su rostro finalmente se endureció. —¡Ya sabes a quien! — su respuesta fue retadora, realmente no quería llegar a eso, pero ya sabiendo la respuesta, no le importaba nada, estaba harta de las miradas inquisidoras.

—Olvídalo— diciendo eso guardo su teléfono y le dio la espalda. —Si a él le interesa saber de ti, él mismo vera como buscarte—

—Goku no hagas esto, ¡No seas ridículo! — Insistió Bulma con molestia en su tono de voz.

—¿Acaso te estas desesperando? —pronunció él con real recelo. Bulma resoplo conteniendo su frustración.

—Es frio, solitario…—empezó a hablar Goku apoyándose contra la puerta de la cocina dándole la espalda a la peliazul que ante sus palabras lo miro atentamente —No piensa en los sentimientos de los demás, ni siquiera en los de su aún esposa, no le importa en lo absoluto, por qué demonios quieres hablar con una persona así—

—¿Me lo dices tú? Si lo conoces tanto como dices, sabes muy bien que en él fondo no es así, Goku has sido su amigo durante años, lo debes conocer, ¡por favor! No me digas que solo lo conoces superficialmente— recalco la joven acercándose a él tocándole el brazo para que la viera directamente, pero él no lo permitió, la esquivo.

—Él no es para ti y aunque deba admitir mis celos, eres mi hermana… yo sabía que tarde o temprano esto pasaría, pero… no con él, nunca me imaginé con él— hablo con un tono enfadado y ofendido. —Te dije que te alejaras de él, pero veo que tu interés te ciega, lo conozco más que tú y sé que es un error Bulma—

Bulma se quedó en silencio, asimilando las palabras de él, quien por primera vez se expresaba referente al tema sin gritos, sin reclamos, esta vez le hablaba pausado y con calma como si estuviera asimilando la situación, pero sin verla directamente a los ojos —Yo nunca he dicho que estaremos juntos ni que somos pareja Goku— menciono queriendo cortar el tema, escucharlo hablar así de él la incomodaba. —Solo, quería tu teléfono, solo una llamada— diciendo eso paso por su lado, saliendo de la cocina.


¿Cuándo fue la última vez que le sucedió algo parecido? Incluso debía considerar si le había pasado alguna vez, siquiera alguna vez… sus recuerdos definitivamente se empañaban con cierto escalofrió, al recordar la única vez que dio por sentado ese hecho, que se permitió algo semejante, y que lo termino decepcionando, simplemente concluyo y enfatizo en que él era un hombre que no necesitaba a nadie, o nada, y eso su padre le había enseñado muy bien. La indiferencia e independencia era la clave, el conocimiento y la experiencia eran importantes, y era también el motivo por el cual él se encontraba solo, era solitario y ajeno a todo, pero entonces en ese momento, que sentía sus músculos relajarse, mientras sentía la comodidad de esa cama y la suavidad de esas sabanas, venía a su mente sus ojos, sus labios, su tez blanca, su cuerpo esbelto y frágil, esa sonrisa picaresca y mimada que mostraba cuando se entregaba a él…. tenía que…

—¡Diablos! — exclamo conmocionado, eso no le gustaba nada, no le gustaba sentirse tan compelido por el deseo que sentía por ella. Se levantó con cansancio a buscar una copa de whisky y se deleitó con la quemazón del alcohol mientras pasaba por su garganta, dejo la copa sobre la meza y fijo su mirada hacia un punto, pero eso le demostró que nada parecía tener el poder de aliviarlo, volvió a llenar la copa y se acercó a su balcón con aquella vista panorámica, odiaba reconocerlo, pero pensaba en Bulma, había algo en ella que lo arrastraba, lo obsesionaba, y le daba temor, ¿Dónde diablos estaba su confianza? Él era Vegeta Ouji, no debía sentirse así, sin embargo, el hecho de conocer que la mandarían lejos en un estúpido traslado indefinido, que le habían cortado toda comunicación, que la tendrían vigilada todo el tiempo y que hacía de eso imposible su encuentro, lo irritaba, quizá se debía a que la deseaba con muchas ganas, demasiadas, incluso se sentía excitado con solo pensar en ella.


—¿Señorita esta lista? —

—Si— diciendo eso camino hacia la salida haciendo resonar los tacones de sus altas botas negras, se colocó un abrigo de piel y miro de soslayo a los presentes.

—Espero tengas un buen día— pronuncio su Padre quien paso por el pasillo y la veía lista para sus clases.

—Gracias— pronuncio en tono bajo, aun sentía resentimiento por sus decisiones en su contra, que para ella eran innecesarias y absurdas.

….

Sus pasos fueron seguros, su mirada erguida y su presencia imponente hacían nuevamente de Brief el colmo de la atención, cada pasillo notaba los susurros, las miradas, la sorpresa, ahora podían confirmar que lesbiana no era, que si no aceptaba sus insinuaciones era porque tenía un amante de otra estirpe y ellos eran simples mortales, sin embargo aquellas mujeres con clara envidia la miraban con sugerencia y le susurran entre dientes zorra, como si ellas no hubieran deseado abrir las piernas en vez de ella.

—¿Cómo estás? — pregunto algo tímida y sorprendida Lunch al encontrarse frente a ella en aquel pasillo.

—Bien— respondió Bulma tratando de mostrar tranquilidad —¿Estas en mí mismo salón? — pregunto con una sonrisa para romper el hielo.

—Como siempre— le respondió la joven con una risa más relajada, jalándola del brazo con confianza…

Ese día solo fueron tres horas de clase, como nunca hubiera preferido estar todo el día, así se olvidaba de que al volver perdía de nuevo su libertad…

—¿Estarás bien? —pregunto Lunch algo preocupada mientras se dirigían a las afueras de la universidad.

—Sí, deduzco, aunque aburrida—comento Bulma con desanimo

—Te noto triste Bulma— menciono nuevamente mientras miraba a su alrededor —¿Tu auto? Podríamos ir a tomar algo, ahí conversamos—

—No lo tengo, estoy con chofer y debo volver temprano, no quieren que me exponga a los medios—

—Es demasiado, no deben aislarte de esa forma, no has cometido un crimen—menciono Lunch con enfado. —Cualquiera habría sucumbido a esa tentación Bulma, ¡imagínate! ¡Estuviste con Ouji! Eso nadie te lo quitara—

Bulma sonrió ante su cometario. —¡Estás loca! Él sucumbió a mis encantos— menciono alzando una ceja con una sonrisa maliciosa.

—De acuerdo Bulma Brief, parece que tienes toda la razón del mundo—murmuro Lunch mientras observaba con atención hacia un punto como si no pudiera respirar por la impresión. Bulma por inercia giro su rostro y se quedó de piedra al ver a Vegeta a casi un metro de ellas…

La mirada de él estaba puesta exclusivamente sobre ella, como si los demás no existieran, como si fueran simples insectos que pasan desapercibidos por su minúscula existencia, una sensación cálida y reconfortante empezó a embriagarla, sus ojos empezaron a brillar y una sensación extraña calo sus nervios, era como un aura de poder que ella alcanzaba a sentir incluso a esa distancia, su cabello oscuro, sus cejas bien marcadas, su perfil esculpido, ahora se reprochaba el por qué se quedaba así, admirándolo frente a todos, sintiendo su pulso acelerarse por la expectativa de aquel encuentro y por qué sentía miedo…

Vegeta al notar su actitud sonrió de lado, realmente parecía malvado, y a ella le gustaba ese aspecto malicioso, noto como una oleada de calor bajaba a su vientre como un fuego líquido que pasaba por su entrepierna, apretándola seductoramente. Él tomo la iniciativa y se acercó sin ningún estupor, a pesar de notar las miradas curiosas de varios entrometidos.

—Me da la impresión, de que te sorprende verme— menciono sin dejar de observar su rostro.

—No- no me imaginaba verte aquí— respondió como si tuviera carraspera en la garganta y con cierto nerviosismo por lo expuestos que estaban. Lunch mantenía la quijada semi abierta, definitivamente no se imaginó tener a Ouji a solo unos pasos en su vida, desde ahí podía observar perfectamente sus facciones, sus labios, su perfil, sus mejillas empezaron a calentarse incluso al oler ese delicioso perfume pregnado en su cuerpo. Vegeta giro su rostro sutilmente y se dio directamente con la mirada de la tímida joven y embozo una sonrisa en respuesta.

—A ti te he visto antes— dijo con sutileza.

Lunch abrió sutilmente la boca, pero su nerviosismo era tal que le costaba articular palabras con el fin de no sonar ridícula. —Soy amiga de Bulma— fue lo único capaz de decir, antes de perder ese contacto visual que la hizo conocer el cielo. —Los dejo solos— menciono con cierta timidez.

Ambos se quedaron detenidos viéndose mutuamente, Vegeta se aproximó un poco más causando mayor anhelo en Bulma.

—Necesitaba verte— dijo con voz ronca sonando demasiado varonil. —¿Estas bien? —

Los oídos de ella se agudizaron más al escuchar esas palabras, mientras sus ojos azules se enfrascaron en los negros de él. —Sí, quizás—se detuvo pasándose una mano por su cuello.

—¿Quizás? — pregunto él con suspicacia, alzando una ceja por la confusa que sonó su respuesta.

—Nos están viendo, eres famoso ¿recuerdas? —Respondió mirando sutilmente a su alrededor.

—Soy famoso por ser un controlador absoluto de todo— respondió con una sonrisa, pero no autentica, sino cínica, levantando la comisura de sus labios.

Bulma lo vio fijamente, su respiración se aceleró, guardo sus manos en los bolsillos de su abrigo, y dirigió su mirada hacia otro lado, queriendo controlar algo… evidenciando su frustración.

Él la observaba a detalle y no podía entender que le pasaba por la cabeza, pero su mirada se volvió sombría y reflexiva, como si contuviera una rabia lenta justo por debajo de la superficie de su fría expresión. —Formamos una extraña pareja— dijo él, mirando sus alrededores.

Bulma ante sus palabras lo vio nuevamente, sus ojos empezaron a brillar y se mordió el labio inferior con enojo, con ansiedad e intolerancia.

—¿Qué haces? ¿Qué demonios te pasa? — pregunto él sintiendo la ansiedad de no entender sus respuestas.

Bulma se acercó a él lo suficiente como para que el repare en su respuesta, cuando tuvo que mirar lascivamente a aquel entrometido.

—Señorita, ya es hora de irnos— pronuncio el chofer, interrumpiéndolos y haciéndola exhalar un suspiro de resignación. —Por favor, entre al auto—

Vegeta miro fijamente a ese hombre como si lo estuviera imaginando en una cámara de torturas, Bulma se quedó detenida mirando hacia un lado con desanimo. —Te vas a aburrir de esto, es mejor que lo dejemos así, pronto me trasladaran a un lugar lejos de aquí, y no sé por cuanto tiempo—

—Lo sé— pronuncio él en un tono sorpresivamente suave.

Los ojos de Bulma se abrieron con real desconcierto. —¿Cómo te enteraste? ¿Te lo dijo Go..? —

—No— la interrumpió antes de que termine siquiera de pronunciar su nombre —Simplemente lo averigüe—respondió con seguridad mirándola como si existiera un vínculo demasiado intimo entre ambos.

—Lo averiguaste, me buscaste Vegeta— pronuncio aquellas palabras experimentando en ese momento una sensación reconfortante, se sentía tan agradable, que en ese momento recordó las palabras de Goku, si él estaba interesado vería la forma de buscarla y no se equivocó, al pasar los días pensó que eso no pasaría, pero ahora, lo tenía delante de ella, viéndola intensamente, había más, había más por expresar, la sonrisa de ella no tardó en aparecer…

—Ese viaje no se hará sino quieres, vine a decirte eso, nadie te obligará Bulma—

Los latidos en su pecho se aceleraban, lo escuchaba hablar de ella, como si él no fuera a permitir que la alejaran, de sus amigos, de su mundo… o de él, ella se moría de miedo, sus pensamientos le decían, "te estas enamorando de él", ella respondía que no, pero al verlo hablarle tan íntimamente, en medio de la calle, sin importarle nada, ni su imagen, era cierto, se estaba enamorando, fuerte y rápidamente, sabía que podía tocar fondo, con un hombre como él, podría significar un auténtico desastre, "no lo hagas" se repetía, pero en ese preciso momento mientras más lo escuchaba estaba ocurriendo, le gustara o no.

—Hoy tendré una entrevista televisiva por la noche, hablare de ti, de mí, hoy diré quién eres— pronuncio.

—¿Quién soy? — pregunto Bulma mirándolo atentamente, omitiendo el frio viento de aquella calle y escondiendo el nerviosismo de sus manos dentro de su abrigo.

Vegeta sonrió de lado, con una expresión traviesa que solo él podía darle.

—Señorita Bulma, ¡debemos irnos! —

Los llamados del chofer la tenían harta, si hubiera tenido el poder de hacerlo lo hubiera desaparecido en el acto. —Debo irme— pronuncio con cierta resignación.

—Vaya, te has vuelto obediente—respondió él con sarcasmo.

Bulma le mantuvo la mirada, volvía a tener la respiración agitada evidenciando el autocontrol que estaba teniendo mordiéndose nuevamente el labio.

—¡Señorita, por favor! —

—¡Cállate! — La voz fuerte e imponente del escritor estremeció al chofer, la mirada de Vegeta era de fastidio y claro descontento por su intromisión. —No vuelvas a interrumpir insecto, ¡cómo te atreves!—

Bulma sonrió con mofa ante su reacción, relajándose un poco al ver al chofer alejarse de ellos, dándoles la espalda, se veía avergonzado y ridículo. Vegeta movió la cabeza hacia ambos lados con hastió. —Si no fuera ilegal, lo desaparecería ahora mismo—Le susurró al oído con esa sonrisa llena de malicia, causando mayor espasmo en la respiración de la joven, lo tenía tan cerca, que su respiración iba cada vez más rápida, se mordió el labio y reprimió sus deseos nuevamente, pero esta vez la expresión de él se endureció.

—Deja de hacer eso— No era una solicitud, prácticamente era una orden, él la había analizado todo el tiempo, la dejo ser y expresarse porque quería entender sus pensamientos, pero ahora que el tiempo estaba limitado y que ya tenía idea de lo que pasaba, no estaba dispuesto a ser objeto de interpretaciones. —y solo Hazlo—

Bulma interpreto rápidamente sus palabras y retrocedió por inercia al verse descubierta, su atenta mirada era una señal de "ya conozco tus pensamientos".

—Yo…—

—Eres demasiado reprimida— le increpo mientras cruzaba sus brazos— A solas, oculta entre paredes eres tan desinhibida y frente a la gente o en público te es difícil expresarte, ¿Qué es lo que quieres hacer? ¿por qué simplemente no lo haces? —

—Estoy acostumbrada a que todo sea complicado, no sé cómo hacerlo sencillo—Respondió en tono bajo con cierta vergüenza. —Tal vez, me acostumbre mal— respondió pronunciando una sonrisa irónica.

Vegeta sonrío de lado, miro hacia el cielo como pensativo, se mordió sutilmente sus labios ante la atenta mirada de la ojizul y finalmente dijo. —Quizá, pueda quitarte esa costumbre—

¿Acaso era un juego? ¿Era real? De verdad estaba diciendo esas palabras, acaso él deseaba hacerlo, no le importaba exponerse, sin darse cuenta del cuándo, el espacio entre ellos había desaparecido, desde esa cercanía podía sentir su aliento, tan fresco y apetecible, tan delicioso, como el olor de su piel. —¿Qué quieres hacer? — le pregunto curioso por la forma en que lo miraba.

Esa pregunta le dio gracia, su deseo por él era inagotable, lo miro fijamente y sonrió con picardía para después pasar su lengua por sus labios, dándole lamidas con deseo y sin pudor, estirando su lengua lo suficiente para sentir lo carnoso de sus ricos labios, Vegeta la observaba anonadado, ver sus ojos azules tan abiertos e indiscretos, le excito tanto que la jalo de repente de la cintura, quería apretarla, desnudarla ahí mismo, pero ella se alejó con una fresca sonrisa, estrechando sus labios violentamente metiendo ligeramente su lengua para permitirse un beso rápido pero intenso. —Te deseo, te deseo tanto— le susurro mientras se alejaba e iba al auto del chofer quien no se percató del hecho por estar mirando hacia otra dirección.

Vegeta sonrió de lado y le siguió la mirada hasta que se subió al auto, ¿Qué estaba haciendo? Ni el mismo lo sabía, solo tenía claro, que esa mujer lo tenía loco, el tenerla desnuda sobre su auto, en plena avenida, sin importarle nada, incluso ahora, le generaba adrenalina, lo satisfacía de una forma que jamás había experimentado… acababa de dar todo por él, su reputación, su familia, su amorío, su libertad… y seguramente no lo sabía, pero era claro que todo se lo había dado a él… ahora era de él…


"Hoy es un día de controversia, estamos muy ansiosos por el personaje tan adictivo que tendremos y disfrutaremos en su máxima expresión, un best seller, un genio de las inversiones y cara principal de grandes firmas, quien diría que a su corta edad se convertiría en alguien tan asediado, tan codiciado, y tan polémico" Vegeta Ouji, ¡que gusto tenerte!

Un leve movimiento en la comisura de sus labios, lo hizo mostrar una sutil sonrisa, aunque cínica, su expresión no dejaba de ser intimidante y adictiva de observar incluso para la entrevistadora, quien empezó con preguntas referentes a sus últimos libros y a su próxima entrega como punto principal, Vegeta se mostró educado, aunque muy diplomático y algo cortante, para su gusto, aun así ya tenía cierta referencia del carácter de su entrevistado, así que debía ser cuidadosa para poder abordar algunos puntos, él siendo muy hábil para transformar cualquier conversación, la entrevista se tornó amena, incluso al punto de sentirse atraída por aquel ser algo petulante aunque enigmático, era muy escasa la información que daba sobre su vida personal, hasta que abordó el tema de interés. "Dinos, ¿Quién es ella?"

La mirada de él se dirigió hacia el suelo pronunciando una sonrisa atrayente… —¿No han investigado? Yo creo que si—

Los ojos de ella se agrandaron producto de la emoción al no sentirlo incomodo, "Bien, sabemos que es Bulma Brief y la osadía de aquellos actos nos a sorprendido, acaso Vegeta Ouiji se enamoró" se fue directamente al punto, sabía que estaba cerca al fuego, pero necesitaba sacar esa información a la luz y que mejor que en su propio programa, aunque la forma de mirar de aquel le escarapelara la piel, debía reconocer que Ouiji era impredecible, casi todo el estudio se quedó callado y algo tenso por la respuesta, algunos pensaron que se ofendería, otros que tendrían que preparar a sus abogados por la demanda que les caería, en fin, no había nada seguro, hasta que se quedaron pasmados por el sonido de aquella sutil sonrisa .

Todos empezaron a verlo extrañados, él apoyo su mentón sobre su mano mientras cruzaba sus pierdas y agudizaba su mirada, ese traje negro estaba perfecto para la ocasión, dándole un porte elegante y sofisticado… —Creo que fue intenso, sabes, como aquello que quieres y dices, es ahora o nunca, esa experiencia te la llevas siempre— diciendo eso volvió a sonreír cínicamente.

"Por la forma en que lo dices, ¿Quiere decir que la difusión de esas fotos no los ha afectado?" insistió la periodista que por alguna razón sentía sus manos temblar.

—No, no lo creo— pronuncio cada palabra con cierta frialdad, mientras una sonrisa maliciosa se formaba en su rostro. —Creo que, todo lo contrario— Su cinismo no tenía barreras, su mirada tan embriagante con que veía a la periodista la hacía distraerse, se sentía una inútil tratando de incomodarlo.

Yamcha estaba atento aquellas respuestas y empezaba a tensarse.


—Vaya, eso se escuchó romántico— se burló Yamcha al acompañarlo a la salida del estudio.

—Deja de decir estupideces—respondió Vegeta con aburrimiento.

—¡Vegeta, los estabas intimidando! solo te falto decir que podías callarlos si quisieras y que los Brief eran intocables, ¡en que estabas pensando! —

—No vuelvas a ponerme en un estudio donde la periodista sea una inútil, fue demasiado aburrida para mi gusto—

—La idea era limpiar tu imagen, siento que te burlaste y lo tomaste a la ligera—le recalco antes de que suba a su deportivo.—No sé cómo resulte esto—

—La idea era limpiar la imagen de ella, ese fue el único propósito de esta entrevista—

—Ya veo, con que ahora tienes novia— pronuncio su editor realmente desencajado. —Esto no lo esperaba—

Vegeta ante sus palabras no dijo nada, simplemente se colocó sus lentes y sonrío cínicamente antes de abordar su vehículo.


Continuara…

¡Espero les haya gustado!

nos vemos pronto

Amapol