¡HOLA LECTORES!
Volvi pronto … esta historia esta fuerte…
Por otro lado, decirles que me encanta sus comentarios, pero para aquellos comentarios que me envian en privado diciendo que mi historia es una completa perverción, pues… en inicio no me ofende, soy muy abierta a los comentarios, pero considero que es una historia interesante que va por encima de lo incluso morboso, disfrutenla y a pesar de que a varios les alarme, ;) siganla leyendo, se que les gusta…
POR FAVOR LES PIDO MUCHA ATENCIÓN A LAS PALABRAS DE ESTE CAPÍTULO, AL CONTEXTO PARA QUE PUEDAN ENTENDER EL DESARROLLO Y DESCRIFRAR LA VERDADERA HISTORIA…
Espero les guste este capitulo, si aun no me sigues hazlo, asi tendras las notificaciones de mis actualizaciones, ¡recomienden mis historias! :D
Ahora si…
Ambos salieron corriendo de la casa, Bulma presa del apuro tropezó y cayó duramente contra el piso, aún a pesar del dolor, se incorporó rápidamente y fue a darle el encuentro a Vegeta. En ese preciso momento que detuvo sus pasos pudo ver cómo aquella camioneta blindada salía de la residencia con velocidad, cómo si en vez de ser organizado era confabulado, cómo si huyeran de la escena criminal.
Ambos no perdieron el tiempo, pero cayeron en la desesperación corriendo en su persecución, Vegeta fue directamente hacia su auto con el fin de seguirlos, Milk empezó a gritarle que se detuviera que no podía hacerlo solo, que era demasiado arriesgado, sin armas, sin testigos era simplemente suicidio, pero el no escuchaba, el simplemente quería sacarlo de ese lugar, librarlo de sus agresores al imaginarse lo que seguramente estaban haciendo…
Bulma corrió por la pista, sentía cómo el aliento se le iba, gritó con todas sus fuerzas pero en eso cómo si de un milagro efímero se tratase, aquella camioneta se detuvo en medio de la pista, la respiración agitada de la joven bombardeo su corazón, mientras una ligera sonrisa empezaba a formar en su rostro imaginándose que su hermano pudo por fin librarse, que saldría de ahí con estragos de un combate y por fin se libró de aquellos verdugos…
¡Vegeta! ¡Vegeta!— empezó a gritar creyendo que sería necesaria su presencia inmediata para ayudarlo a sostenerse, todo en cortó tiempo, cómo su imaginación trabajo alucinando el respiro y la salida a tal infierno… El escritor salió corriendo, mirando con cautela, andando lentamente cómo si sus ojos aún fueran incrédulos aunque también expresando ligero alivio.
La puerta de esa camioneta se abrió… ellos se quedaron espectantes, sintiendo su corazón latir con fuerza, pero aquello que estaban por ver no podía ser real, simplemente aventaron un cuerpo inerte sobre la pista y sin esperar nada, empezaron a disparar con una metralleta a la cabeza de aquel sujeto, destrozandola y no dejando ningún rastro, cerraron la puerta y salieron de ahí a velocidad…
Bulma sintió cómo sus manos temblaban, era cómo si todo se hubiera desvanecido, se quedó paralizada mientras sus ojos divisaban a Vegeta correr hacia el cuerpo, retroceder con horror y llorar, amargamente… No podía ser cierto, él no podía ser Goku, no podía ser su amado tirado en el piso cómo cualquier cosa y horrendamente asesino en su presencia, no podía, ella no podía aceptarlo, lentamente se acercó al hecho, y sintió cómo su consciencia se perdía al ver un fajilla azul cubrir su muñeca, algo tan característico de él… no pudo con eso…
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Algunos días pasaron…
—Esta afuera, se lo quieren llevar, ¡lo van a matar!— gritó Bulma saliendo de aquel trance, mientras su padre corría a sostenerla…
—Tranquila… tranquila hija— mencionó el científico
Ella lo vio a los ojos… se quedó observándolo fijamente y mientras lo hacía, mientras sentía sus manos sostener sus brazos observó cómo algunos médicos ingresaban y sin poder evitarlo empezaba a adormecer sus sentidos, sintiendo que nuevamente desaparecía de aquella realidad…
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—¿Bulma… Bulma, estás bien?— aquella pregunta, aquellos ojos negros mirándola fijamente con cierta preocupación, aquel cabello desordenado, aquellos labios, aquellas manos…
—¿Goku?— pronunció con un fino hilo de voz…
—Lo soy hermanita, aquí estoy— aquellas palabras adormecieron su corazón…
—Te extrañé sabes… no te vayas más…— volvió a hablar aquella joven mientras estiraba su mano para sentir su rostro…
—Nunca lo haré… siempre estaré contigo Bulma— aquellas palabras resonaron en su mente una y otra vez…
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Pasaron los días… aquella familia se mudó de residencia, la señora Bunny no quería tener nada que ver con aquellos recuerdos, la pérdida de su hijo había mutilado parte de su alma, todo salió al aire, con la conclusión de que fue una fachada, un crimen organizado para dañar a una de las familias más poderosas con injurias y falsedades para poder ingresar a su casa… nadie sabía el motivo, ni las investigaciones hayaron a los culpables, todo era misterioso y lamentable, ni el dinero podía devolverles lo que les habían arrebatado.
Bulma por fin regresaba a su casa, después de aquel suceso, al parecer todo aquello la hizo salir de la realidad con ataques de ira, y llanto, su salida era condicional aceptando que su hermano había muerto, que no había marcha atrás.
—Te sentirás mejor— mencionó el padre al mostrarle su nueva casa…
Bulma vio con real asombro aquello, no pudo evitarlo y en un descuido de su padre corrió por las escaleras, abrió cada habitación, una por una, buscando… Sus padres quedaron desconcertados…
—¿Dónde están? ¡dónde están madre!— gritó la peliazul
—¿de qué hablas?— preguntó Bunny confundida.
—¡Dónde están las cosas de mi hermano! No está su ropa, sus pertenencias, ¡Donde están!—
—Tranquilízate por favor… ¿de que estás hablando?— preguntó ella con un semblante preocupado…
Bulma la quedó mirando fijamente, cómo si el tiempo pasara demasiado lento…
—El no a muerto, no puedes desaparecer sus cosas cómo si él nunca fuera a regresar—mencionó Bulma sintiendo gran frustración.
—¡Bulma! ¿Volvemos a lo mismo?— preguntó su padre acercándose a ella con real consternación.
—¡Acaso se dieron por vencidos! Goku fue secuestrado, debemos rescatarlo— mencionó ella con vehemencia.
El Dr. Brief no pudo contener más la compostura y las lágrimas empezaron a correr por sus mejillas. —Hija, por favor detente, ya basta—
Ella lo miró atentamente, el tiempo volvía a pasar lentamente.
—Han pasado dos meses Bulma… por favor, acéptalo de una vez— mencionó su madre retirándose de ahí en el acto al no poder continuar con esa conversación…
Bulma escucho sus palabras y cayó sentada sobre el sofá mientras su mirada se iba hacia el piso… —Por qué, por qué me ha tenido tanto tiempo desconectada, yo… yo no he sido consciente del tiempo— mencionó con profunda tristeza una que ingresó a su ser y quería quedarse por siempre.
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—¿Vegeta?—
Aquel estaba en su escritorio, con la mirada perdida, cómo todos los días, ajeno a su entorno…
—Debes cenar— mencionó Milk acercándose a él lo suficiente para colocar sus manos sobre sus hombros…
Vegeta suspiró con la misma expresión. —Iré en un momento—
—Está bien, te esperaré—
—¿Qué día es hoy?— preguntó de repente mientras cierto hecho venía a su mente.
—sábado— respondió la pelinegra saliendo de su habitación.
Aquel se quedó detenido… Bulma pronunció aquel nombre con necesidad…
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La peliazul se encontraba sobre su cama, en posición fetal aferrada a su almohada mientras sus pensamientos se quedaban divagando en aquellos hechos, era cómo si todo hubiera ocurrido recién, el hecho de haberla dopado, sedado y tratado de controlar no iba a hacerla olvidar, solo detuvieron el tiempo, nada más…
De pronto por aquella ventana empezó a ver una luz parpadear, se prendía y se apagaba… eso llamó su atención, camino hacia su balcón y apoyándose en la baranda observó hacia el jardín, sus ojos se abrieron sorprendidos…
Aquel levantó su rostro que se ocultaba debajo de esa capucha… como los viejos tiempos, verlo fue una mezcla de sentimientos, desde aquel fatídico día, nunca más supo de él, ahora verlo nuevamente le habría un sinfín de suposiciones y anhelos… miro a sus lados y no supo como lo logró, pero ya que estaba ahí necesitaban más privacidad, con un ademán le indicó que subiera hasta su habitación y así lo hizo.
Ni bien aquel logró ingresar a su habitación, el impulso de ella se desbordó, lo abrazó con fuerza, apretó su cuerpo a él con necesidad, aferró su rostro a su pecho mientras trataba de apaciguar su respiración…
—¿Por qué has esperado tanto Vegeta?— cuestionó la joven quien se negaba a alejarse de aquel contacto.
Vegeta sintió la fuerza y el compendio de sentimientos de aquella joven peliazul, el abrazo fue recíproco, aferrándola a él mientras apoyaba su rostro sobre su cabeza…
—Aún no me recupero Bulma, aún…—
Ella ante sus palabras se alejó de él abruptamente y lo miró con incredulidad… —Vegeta, tú no puedes creer que está muerto, me han tratado como vehemente todo este tiempo, imposibilitándome a reaccionar y solo ansiaba verte porque se que tu, como yo, no se daría por vencido—
Vegeta la miró fijamente como si todos sus pensamientos se mostraran perdidos en sus ojos…
—Yo creo que está vivo, ¿acaso pudieron reconocer su rostro? Lo dejaron destrozado, ni sus cabellos se pudieron reconocer— mencionó ella con el tono de voz decaído…
Vegeta cambio de expresión ante sus palabras… —¿Cómo sabes todo eso?—
Bulma lo miró sorprendida. —Espera, ¿acaso eso no sabías? Tú estabas ahí… tú viste todo—
El escritor camino de un lado a otro…—Bulma, aquello me paralizó, nunca me había sentido como aquel día que vi con mis propios ojos cómo lo mataron y no pude hacer nada, siendo testigo fui un inutil, asi que no quise ver más, tú entraste en un trance complicado, tuve que sostenerte y en eso llegaron la policía y yo simplemente desaparecí— mencionó el con abatimiento, sintiendo gran estremecimiento al tener que volver a recrear en su mente esos acontecimientos.
—A mi me alejaron de todo, lo que se, es lo que escuché hablar a mis padres con los investigadores cuando estaba en la clínica, solo puedo decir que actuaron como cobardes, o tal vez deba entenderlos por aquel horror, pero ellos no quisieron ver el cuerpo, simplemente lo ocultaron para que nadie pueda ver en que quedó la imagen de mi hermano, así que fueron unos imbeciles porque ¡No! constataron la veracidad del hecho— mencionó Bulma con ímpetu.
Vegeta escucho atentamente sus palabras mientras sus ojos se abrían con deducción…
—¡Dime Vegeta que sabes quien fue! No creo que te hayas conformado con lo que pasó, yo no lo haría nunca— mencionó Bulma viéndolo con intensidad reconociendo los pensamientos de aquel…
Vegeta se acercó a ella, sostuvo sus brazos con cierta fuerza atrayéndola a él, sus respiraciones estaban cerca… —Bulma, en tan poco tiempo, haz logrado conocerme— mencionó el haciendo que aquella chica de ojos azules por primera vez en mucho tiempo pronuncie una ligera sonrisa de esperanza.
El se separó, la miró con fijación y fue directo. —Fue Freezer, el primero tenía que ser Kakarotto, así acapararía la atención de la prensa y su cuartada fue lo que ya conocemos, injurias, felizmente tu padre accedió hacer lo necesario para desmentir aquellas acusaciones, y lo logramos—
—¿Logramos?— cuestionó ella
—Así es, yo he estado detrás de todo esto, ni un día he dejado de pensar en cómo liberar a Kakarotto, me siento responsable y yo como tu, creo que sigue con vida, pero ¡maldición aún no se donde!—
Bulma sintió satisfacción por sus palabras…
—Tu padre a sido pieza clave en esto, pues tenía que fingir que creía en las artimañas plantadas de un grupo que quería destruir la compañía, desligando por completo a Freezer, como si hubiera sido un plan de juego de poderes, tu madre no está enterada de esto, sus emociones podrían jugar en contra— mencionó Vegeta destapando la verdad de sus intenciones.
Bulma lo quedó viendo atentamente mientras ciertas desuzcciones venían a su mente… —¡Vegeta, tú no fuiste el responsable de que me dejen internada, verdad! ¡Contesta!—
Aquel bajo la mirada, haciendo que ella reaccione con incredulidad… —Bulma, entiende… tus emociones podrían haber arruinado todo, si salías a declarar a la prensa tal vez hubieras explotado y hablado cosas perjudiciales, y ahí sí, no podríamos considerar una opción—
Bulma empezó a sentir ira. —¡Quien te dijo que podías excluirme de esto! ¡Es mi hermano! ¡No te imaginas cuanto lo amo! ¡No tienes idea de nada! ¡Yo no hubiera hecho nada que lo ponga en riesgo! ¡Yo haría todo por el!—
—¡Eso dices ahora! ¡Ese día estabas como loca actuando con ira, decías que ibas a matar a todos y que ibas a encontrar al responsable y que sabías quien era el responsable, llegó la prensa y estabas gritando, no podías controlarte, eso era suficiente para aislarte del asunto!—le gritó Vegeta con reprensión.
Bulma se quedó en silencio analizando sus palabras.
—Sé que amas a tu hermano… pero necesito estrategas, no locas de amor— mencionó el con cierto sarcasmo al recordar el infame sentimiento de ella…
—Yo mataré a Freezer Vegeta, si no me incluyes en tu plan, lo tendré que hacer con mis propias manos y cerebro, yo quiero soluciones, ya ha pasado demasiado tiempo— mencionó ella tajante.
Vegeta giró a verla sorprendido.
—Solo se que si el llego a matar a mi hermano, yo no dejaré sus días sin un ápice de sufrimiento y no permitiré que nuevamente me priven de mi libertad— habló Bulma mirándolo fijamente al escritor.
—Aquella escoria es muy poderosa, no es tan fácil— mencionó Vegeta sintiendo algo en su ser, verla con es ímpetu y lealtad inquebrantable, lo hizo sentir algo de envidia…
—Todos tienen un punto débil… ¿Sabes cuál es?— cuestionó la peliazuin sin bajarle la mirada..
Vegeta ante eso la retiró, se sentó sobre la cama y se quedó en silencio.
—Si lo sabes Vegeta, dímelo, vamos dímelo— mencionó Bulma con insistencia.
—No funcionaria, esa no es una opción Bulma— respondió Vegeta tajante.
—¡qué! ¡Por qué! ¡Si la sabes, hay que tomarla!— mencionó con euforia. —Yo te ayudaré en todo Vegeta, en todo, lo que me pidas haré, pero debemos condicionarlo, sino nunca veré a Goku de regreso, no sabemos lo que pueden estarle haciendo o si ¡ ya está muerto!—
Vegeta ante eso se sujetó sus cabellos… —Debo irme—
—¿qué? ¡No! No puedes hacerme esto, si te vas yo buscaré la forma de aniquilar ese punto débil que tiene con o sin ti— dijo Bulma al verlo con la intención de irse.
Vegeta giró a verla desafiante… —Ni se te ocurra Bulma, será mejor que dejes que yo me encargue de todo esto— diciendo eso salió de su vista.
Bulma se quedó estupefacta, era evidente que si existía un punto débil y él lo conocía, pero que al parecer al escritor no le parecía atacar por ese lado…. Sin embargo, para Bulma esa noche no fue la misma, ella ahora tenía cierto conocimiento y actuaría en base a eso, espero el momento oportuno y fue directamente a buscar al que le daría ciertas respuestas.
Aquel laboratorio ahora lo tenia horas y horas involucrado era como si el tiempo pasara más rápido y pudiera sobrellevar la situación tan compleja, sin embargo, al levantar la mirada vio como aquellos ojos azules lo observaban intensamente, con esa fuerza y ahínco que su mismo lenguaje corporal demostraba, se levantó confrontando su mirada, no hubo necesidad de palabras, supo en ese momento que ella ya sabía todo.
—Como ves, aún estoy dando mis últimas cartas, solo espero que realmente estemos aún a tiempo, por favor… no se lo vayas a decir a tu madre, no quisiera darle…—
—¿falsas esperanzas?— mencionó Bulma directamente acercándose a él. —Padre, ya pasó mucho tiempo, ¡dos meses! ¡Debemos actuar ya!—
Aquella expresión e ímpetu lo hizo sentirse nervioso y Bulma reconoció aquello en su mirada.
—No, no tranquilo, no diré nada, menos a mi mamá, pero necesito que actuamos rápido papá, ya no hay más tiempo— mencionó Bulma.
El Dr. Brief suspiró… —Lo sé, pero no encontramos su escondite, ya lo intentamos todo— mencionó el con la mirada perdida.
Bulma alzó una ceja… —¿Han tenido contacto directo con Freezer? ¿Lo han condicionado? ¿Cómo saben que está vivo?— muchas preguntas, aquella se estaba exaltando.
—¡No! ¡No hija! No hemos tenido siquiera un acercamiento, no se donde está, solo Vegeta lo sabe, su fachada, con quienes frecuenta, pero no hemos encontrado nada y tampoco queremos ponerlo en aviso de que lo estamos buscando porque puede matarlo con el fin de borrar evidencia, cualquiera mínima que pueda involucrarlo—
Bulma abrió los ojos estupefacta… —¡Entonces como! Mi hermano puede que esté muerto, pero yo siento que sigue vivo, yo debo encontrarlo— vociferó ella con ansiedad.
—Debemos… ¡Maldición no se que debemos hacer!— mencionó frustrado.
—¿Conoces su punto débil? ¿Investigaron?—
el Dr. Brief la miró atentamente
—¡Dime cuál es! ¡Qué es lo quiere esa basura!— mencionó al borde de perder la paciencia con su progenitor.
—Hice investigación al respecto, al parecer el tuvo cierto romance con la esposa de Vegeta— mencionó Dr. Brief
—¡Qué! Eso es imposible— mencionó Bulma sorprendida.
El la miró y resopló.— Por un acuerdo económico el padre de Milk la comprometió con Freezer, el que es mucho mayor acepto a cambio de algunos favores específicos, ella no estuvo de acuerdo y lo rechazó, pero la sometieron, a pesar de estar en un romance ya con Vegeta, eso trajo serios problemas, porque Vegeta no lo permitió y se interpuso a pesar de no tener el mismo poder ni el grado de influencia…—
Bulma no podía creer lo que escuchaba…
—Vegeta peleo por ella y el detalle explícito que me dieron fue aterrador… cuando Freezer iba a consumar su plan y la iba a ultrajar, Vegeta inrrumpio en su recinto y asesino a todos, y pudo liberarla… Freezer obviamente escapó—
Bulma camino hasta su padre y se sentó sobre la mesa… —lo pudieron haber matado, ahora entiendo su enojo, el dio todo por ella— dijo pensativa
—Así es, pero había una razón más importante incluso— mencionó su padre.
Ella lo vio espectante. —¿Cuál?—.
—Ella estaba embarazada—
Bulma no pudo con eso se tapó la boca con desconcierto.
—Vegeta fue por Milk pero también por su hijo—
—¡Qué! ¡dónde está el hijo de Vegeta! ¡El tiene un hijo!—
—Eso es lo aterrador, Milk lo perdió, al parecer ella fue la que buscó a Freezer para echarle en cara que lo odiaba, y que lo quería lejos, pero el fue dos pasos adelante y le dio algo que la hizo perder el conocimiento, suficiente nocivo para matar a su hijo— mencionó apenado el científico. —Desde ahí, Vegeta no volvió a ser el mismo, recién me acabo de enterar de todo esto Bulma y aún no lo superó—
Bulma estaba delante de él con la respiración sutilmente acelerada y su expresión denotaba cierta frustración, era como si aquello hubiera calado también en sus sentimientos.
—Ese miserable le quitó lo más valioso que el podía tener— dijo Bulma cerrando sus puños. —ahora entiendo su resentimiento—
—Ese hombre es despreciable, por eso Vegeta quiere ir con mucha cautela—mencionó el científico. —Pero ya no se, cuánto tiempo más—
—No, ya no hay tiempo, ahora entiendo porque Vegeta no quiso decirme nada, ahora ya se cuál es el punto débil de Freezer— respondió Bulma con deducción.
—¿Qué quieres decir?— cuestionó el científico con cierto recelo.
—¡Que ya es hora que pague por todo lo ha hecho!— diciendo eso Bulma salió de su laboratorio.
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—¿Hola?— saludó Tennis. —Ah, si que pase— diciendo eso cortó el Intercomunicador.
Aquel ascensor se abrió y ella ingresó con determinación, la sonrisa del ama de llaves simplemente le dio pase a que ella pueda devolverle la misma sonrisa.
—¡Señorita, que gusto volver a verla!— dijo ella dándole la bienvenida. —Como le dijo el sr Oui, regresará por la tarde, salió con… bueno creo que usted ya la conoce—
—Si tennis, tranquila, yo los espero, quedamos en encontrarnos aquí, como te dije íbamos a coordinar algo— mencionó Bulma con una sonrisa simpática.
—Perfecto, si gusta puede esperarlo…—
—¡No! No te preocupes, lo esperaré en su oficina— mencionó Bulma interrumpiéndola y no dándole tiempo a reaccionar.
—pero…— ella simplemente vio su espalda, Bulma fingió no escucharla mientras ingresaba a la privacidad de su biblioteca.
Bulma vio todo a su alrededor, sabía que tenía pocos minutos y tenía que encontrar algo que realmente la ayude a dar con Freezer ya que ni su padre tenía la ubicación exacta, en eso vio aquella herramienta, la portátil del escritor estaba sobre la mesa, a su disposición, ella la miró con fijación mientras la abría rápidamente y siendo tan inteligente ideaba una forma de desemcriptar aquella contraseña, sonrió con malicia y sacó de su bolsillo un dispositivo para profanar cualquier cosa.
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Vegeta caminaba quitándose aquella corbata que le estorbaba en el cuello, la dejo sobre el sofá y vio a Tennis ir corriendo hacia el.
—¿Qué sucede?—
—Ya me estaba retirando, pero olvidaba decirle que vino esta mañana la joven bonita de los Brief—
El escritor la miró con detenimiento… —¿Qué? ¿Cuánto tiempo estuvo aquí?— cuestionó el mientras sus pensamientos empezaron a deducir probablilidades nefastas, camino con mayor rapidez hacia su biblioteca.
—Creo que menos de media hora, me sorprendió ya que su visita fue rápida, pensé que lo esperaría— dijo ella al verlo con cierto desconcierto.
Vegeta abrió la puerta de su biblioteca con rapidez y su respiración se detuvo, efectivamente, como había maquinado, aquella laptop ya no estaba en su escritorio.
—¿Todo bien?— cuestionó Tennis al verlo salir con velocidad sin importarle siquiera tener prácticamente la camisa abierta.
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Vegeta salió de ahí a velocidad, se maldijo miles de veces al imaginarse el hecho de que ella pueda desbloquear su portátil, por alguna razón sentía como el frío cubría su espina dorsal, si ella se enteraba de su conocimiento, tal vez todo se habría acabado, la rabia lo hizo golpear su timón muchas veces, en eso cuando estaba a punto de llegar a la residencia vio como una camioneta polarizada salía de ahí, el pudo deducir que se trataba de sus padres…
Los de seguridad tenían a Vegeta ahora cómo una visita frecuente, pero tenía que ser con suma reserva sin embargo su sorpresa fue tal que el exigió que le abran rápidamente, a lo que ellos por indicaciones del científico lo hicieron sin cuestionar más. El escritor ingresó con rapidez, fue directamente a las habitaciones, pero no encontró nada, siguió buscando por la sala, esa casa era tan grande que demasiadas habitaciones lo abrumaron y en eso, cocho tempestivamente con alguien de limpieza..
—¡Donde está Bulma! ¿La has visto?—sus modales se fueron a otro espacio, poco le importó la cara de dolor de aquella mujer.
—Creo que sí— mencionó sobandose el brazo.
—¡dónde! ¡Responde!—
Aquella mujer se asustó con su tono… —En el laboratorio ingresó en la tarde y no la he visto salir desde entonces— dijo rápidamente.
Vegeta se dirigió aquel lugar, pasó por aquel pasadizo recién estructurado y dio con aquella puerta de seguridad completamente cerrada, había un comando al costado, simplemente se dirigió al Intercomunicador.
—Bulma, soy yo, abre la puerta— mencionó el esperanzado de que realmente se encuentre ahí.
Los segundos pasaron y no hubo respuesta, la impaciencia empezó a gobernarlo. —¡Maldita sea abre la puerta!— grito exaltado aunque momento después por la pesadumbre de la situación no pudo evitar sentir como aquella necesidad de respuesta lo doblegaba… —Por favor Bulma, se que estás ahí, abre la puerta—
Su cuerpo estaba apoyado a aquella puerta, no quiso irse, no estaba dispuesto a hacerlo, y para su misma sorpresa se vio sentado contra la puerta mientras sus pensamientos lo atribulaban más, levantó la vista y vio aquella cámara que apuntaba directamente a él. —Haré lo que me pidas, pero habré esa puerta— diciendo eso se sostuvo sus cabello mientras sus codos estaban apoyados contra sus rodillas.
Segundos después, como si hubiera pronunciado la clave de acceso aquella puerta emitió un sonido… "Puerta de acceso desbloqueada, apertura de puertas" él se levantó de inmediato viendo como si fuera en cámara lenta como aquella puerta se abría delante de él, nadie salió de ahí, así que a pesar de que sentía ciertos nervios por sus deducciones, decidió ingresar.
Vegeta camino unos cuantos pasos y se detuvo… vio la portátil en el piso y a ella al costado de esta con la mirada perdida, era evidente no necesitaba preguntarlo, ella ya lo sabía todo.
Continuará…
¡Hola!
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AMAPOL
