¡Hola!
Les traigo este capitulo de fin de semana, es corto peroooo, con contenido intenso, palabras subidas de tono, espero les gusto, estoy en todo el proceso del siguiente por lo que la espera será corta.
¡Disfruten :)!
Vegeta camino unos cuantos pasos y se detuvo… vio la portátil en el piso y a ella al costado de esta con la mirada perdida, era evidente no necesitaba preguntarlo, ella ya lo sabía todo.
Como si aquel escenario hubiera sido demasiado perturbador, acelero sus pasos hacia ella…
—¡Ni se te ocurra! —menciono aquella peliazul con la voz aun entera, pero solo por un hilo que estaba a punto de quebrarse.
Vegeta respiro profundamente y con cierto titubeo volvio a verla a los ojos… —¿Qué has visto? —
Bulma mantuvo silencio unos segundos, antes de levantar su rostro y mostrarle la mirada más dura que el pudo experimentar en su vida… —Sabes que esto, esto nunca te lo perdonaré— diciendo eso no pudo evitar sentir las lagrimas en sus mejillas, que bruscamente las retiraba con el puño cerrado presa tambien de cierta ira contenida.
Vegeta se quedo detenido, como paralizado en el tiempo, en ese momento sintio algo extrañamente vacio en su interior… —No puedes decirme eso… —
Aquella peliazul ante sus palabras, camino con firmeza hacia él y sin el hacer nada para evitarlo ni siquiera intentarlo, estampo contra su mejilla una bofetada lo suficiente fuerte como para arderle la mano…
—Sabes, ahora sé que jamás debi hacer lo que hice, Goku tuvo razón siempre, fuiste un perro aprovechado, solo fui parte de tu ruin inspiración, nunca fui nadie para ti— diciendo se acerco al lavadero a desahogar su frustración.
Aquel escritor se sostuvo sus cabellos con frustración mientras descendia sus manos por su rostro sin saber que responder, en ese momento una ola de arrepentimiento empezo a gobernarlo.
—Supiste todo, siempre lo supiste…— menciono ella mientras las lagrimas salian de sus ojos y no podia evitarlo…
—A mi jamás me importo— aquellas palabras salieron de sus labios por impulso, que incluso para él era como un desahogo… —Lo supe si, pero…—
—Pero quisiste aprovecharte de eso, tu ambición pudo más que todo, incluso que los estupidos sentimiento que jure que teniamos, te aprovechaste incluso de él— interrumpio ella con sus frias deducciones.
—Bulma—
—Todo tenia un proposito, siempre tu, ¿asi es como piensas darle la cereza final a esto esto? Traicionando a quien fue como tu hermano… sacando a la luz esto, mediante tu "reveladora novela"— Bulma decia aquellas apoyada en aquel lavadero, dandole la espalda, no queria que viera su rostro, ni reconozca sus pensamientos.
Vegeta se quedó detenido sintiendo su propia respiración… —No, no lo haria, admito al principio fue una situación que me parecio de lo más interesante, pero no cuando me involucre, ahí cambiaron las cosas, cambiaron en absoluto—menciono Vegeta realmente afectado por la situación.
—¡Mentiroso! Tu seguiste escribiendo, esta cada hecho, cada palabra, los sentimientos expuestos de mi hermano, los míos, cada circunstancia que tu retorcida mente a recreado, todo tan explícito, incluso… incluso lo nuestro—
Vegeta no pudo más con aquello, se acerco hacia ella y jalo fuertemente hacia él, vio sus ojos azules humedos, con cierto vacio en su interior, sin esa vivaz sonrisa que algun día admiro y sin ese brillo que solo ella podia refresarle… —Escúchame… lo que hiciste en mi, me hizo detestarte, con esa actitud, esa sonrisa, esa necesidad de tenerme cerca, el haber arriesgado tu imagen por mi, me senti perdido, yo me sentí confundido, me sentí celoso, por esa desquiciante obsesión por tu hermano, por sacarle en cara la situación de nosotros, la necesidad absurda de volver a él cada vez que se te abria una posibilidad ¡a caso crees que yo no sabia cada ves que lo hacias! —
Bulma trato de safarse de su agarre pero él la presiono más…
—Los dos fuimos cinicos, aquí no hay un culpable, tu también me engañaste, porque nunca me viste como alguien real, ni siquiera te importo si sentia algo o no—habló el escritor con estupor.
—¡Yo te encontre con aquella mujer que decias no amar, que supuestamente querias lejos! Solo basto que te busque y perdiste los papeles por ella, no mientas más— Le refuto la peliazul safandose de él.
—Acaso crees que no sé que tu primera opción fue tu hermano— meciono en respuesta…
Bulma lo vio directamente a los ojos con cierto asombro…
—A veces los celos, hacen que uno haga tonterias…— menciono Vegeta dandose por vencido, mostrando un rostro que ella jamás habia visto en él, el pesar acompañaba sus palabras…
—Tal vez, tal vez solo tal vez antes te hubiera creido, pero ahora, olvidate, yo no puedo hacerlo… puedes llegar a ser demasiado cinico— respondio ella sujetandose sus propios cabellos.
—Debes creerme, yo…—
—¡Basta! — grito Bulma con la mirada afilada.
—No te lo volvere a repetir, porque debes confiar en mi, yo no voy a publicar esa novela, en definitiva, jamás te haria daño…— respondio tajante Vegeta sacando ese carácter tan fuerte que su impetu le permitia.
—Pierdes tu tiempo— menciono la peliazul volviendo a la compostura. —sabes… lei todo, absolutamente todo, tengo una capacidad de lectura que tu no entenderias, y vi tu satira, tu morbo— dijo ella con ira contenida mientras su mandibula se cerraba con presión…
Vegeta quiso refutar, pero el sabia muy bien su contenido, lo conocia de memoria y sabia de lo que ella hablaba…
—Hay algo que jamás me perdonaré y es mi estúpidez, siempre pense solo en mi, en lo que yo queria… pero a la vez agradezco haberlo podido saber, porque nunca lo supe directamente de él, porque nunca me lo dijo… y yo… crei que a él no le importaba… y lo que más me afecta es el conocer los reales sentimientos de mi hermano, descritos por ti, con ese morbo desquiciante y burlezco, ¡que me enerba! Conocías sus atribulados sentimientos, su tristeza y no te importo, ahora conozco de todos sus padecimientos, que vivio solo, y todo… porque realmente me amaba—
El escritor guardo silencio, sin poder evitarlo sintio como la ansiedad volvio a el a carcomerlo….
—Mi hermano me advirtio, porque te conocía y sabía de lo que eras capaz, pero yo si te quise Vegeta y por un momento crei que lo que sentia por ti podia convertirlo todo, y sacarme realmente de ese hoyo, pero ahora veo que solo fui una herramienta para lograr un proposito, nunca pensaste en el daño, nunca pensaste en mi— diciendo eso sus mejillas estaban acaloradas…
Vegeta se acerco nuevamente. —No sabes lo que dices, yo… yo solo—
—No me interesa lo que tengas por decir, siempre el amor por mi hermano estuvo por encima de todo— dijo ella con la quijada levantada.
—Basta, no necesito escuchar eso, ¡Es que acaso no entiendes lo mucho que puedes perder!—
—Lo supiste siempre y eso no va a cambiar, nunca, nunca dejaré de amar a Goku, no me interesa que sea mi hermano de sangre, ni que el mundo se nos venga encima— menciono Bulma esta vez acercandose a él para verlo directamente. —Necesito encontrarlo y haré lo que tenga que hacer para conseguirlo, esta vez nada será un estorbo—
En ese momento Vegeta se sintio acorralado.
—Si tu no me dices como, entonces ire a resolverlo yo a mi manera, y no me importará nada— aquellas palabras salieron de ella con real intención, causando en él cierta impresión de amenaza.
—¿Me estas amenazando? — cuestiono él al identificar el giro de la conversación.
—Vegeta, si tú no me ayudas en esto, yo te quitaré lo que tú tanto quieres así como tú me lo estás quitando—
La mirada de él cambio por completo.
—Juro que lo haré— se adelanto a decir aquella peliazul. —Como vez, ya no hay caretas, conozco todo asi como tu lo conoces, ya no puedes manipularme—
Vegeta tenía una expresión incrédula. —Jamás quise manipularte, de que demonios hablas— diciendo eso sostuvo sus cabellos, se quedó detenido pensando sus opciones, pero era en basto, la mirada de ella evidenciaba determinación y por la ira que tenía, podía considerarla peligrosa, haría lo que esté a su alcance.
—Dime, ¿Qué tanto arriesgarías? —la cuestionó el escritor recordando la última conversación con Kakarotto.
Bulma analizó sus palabras. —¿De qué hablas? —
—Hay un plan, podríamos tomarlo, pero es importante que me digas… ¿Hasta dónde llegarías? —
—Estoy dispuesta a todo para encontrarlo— respondió ella levantando la quijada mirándolo con total seguridad.
El escritor sonrió de lado mientras agachaba la mirada hacia el piso, metió la mano en su bolsillo y retiró un fino papel enrrolado, lo prendió y aspiró lentamente, se quedó ahí detenido, mientras sus ideas llegaban y su mirada se volvía nostálgica. Bulma vio la escena y a pesar del acalorado momento, no pudo quitarle los ojos de encima, a pesar de aquella complicada situación que los involucraba, y que la hacía odiarlo, el estaba ahí, delante de ella, como otras veces en el momento oportuno y no pudo evitar suspirar agradeciendo que el esté ahí, siendo el, Vegeta Oui, alguien tan difícil de tratar, de tener cerca que cualquiera daría lo que fuera por estar con él, y ella lo tenía ahí al famoso bastardo hijo de mil putas con el corazón de piedra capaz de traicionar a quien más lo quería, ella no podía quitarle los ojos de encima y ver como se fragelaba en una sutil autodestrucción…
—Siendo envidia— mencionó el de repente. —Como hubiera querido que me quieras así—
Bulma abrió sus ojos azules con real desconcierto, acaso había escuchado eso en la realidad o era solo una efímera fantasía, aquel había dicho eso, acaso aquel conocía los sentimientos o era capaz de sentirlos, pero como si todo hubiera sido solo producto de su imaginación, vio de pronto la mirada determinante y distante de aquel, cuya endurecida expresión daba el inicio al relato explícito de aquel plan.
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Días después, una mujer esbelta de curvas pronunciadas caminaba con elegancia y cierta excentricidad por los pasillos de aquel lujoso pasadizo, detrás de aquella mujer vestida de traje quien la direccionaba a una oficina en particular.
—Puede pasar—mencionó la secretaria con una sonrisa cordial.
Aquella solo sonrió con cierto carisma, mientras ingresaba a aquella lujosa oficina.
El susodicho estaba sentado con el codo apoyado sosteniendo su mandíbula, sus pensamientos divagaban, pero sintió como la puerta se abría y aquella secretaria anunciaba a la recién llegada, suspiró con cierto hastío y soberbia, si no fuera por la necesidad que tenía de escoger al indicado, no hubiera sido parte de ese reclutamiento. Giró sin siquiera levantar la vista, vio el fail, lo abrió, examinó unos datos y suspiró, al parecer lo único interesante hasta el momento era aquel perfume que está demasiado agradable.
—¡Ja! Al parecer a habido una confusión, yo necesito alguien experimentado, pero no hay ningún registro de tu actividad, ahh, ¡son unos ineptos!—mencionó disgustado, iba a sostener su teléfono para llamar a los responsables. —Retirare—
—Lord Freezer, al parecer no ha comprendido— mencionó aquella con cierta sutil y dulce voz. —Si quiere le explico—
Aquel se quedó detenido, acaso aquel ser insignificante osaba insinuar que el no estaba en lo correcto, en ese momento su gélida mirada fue a parar a aquella insignificante postulante, sin embargo, su expresión se tornó seria al ver a quien tenía delante.
Aquella hasta el momento insignificante postulante, colocó sobre su escritorio un complejo dispositivo, lo miró atentamente y en cuestión de segundos empezó a armarlo con precisión y rapidez, apretó un botón, y fue suficiente para que todo el sistema eléctrico se apague, causando desconcierto en el.
—No se alarme, fue solo una demostración, yo soy la experta que usted está buscando, por eso destaque entre los otros recomendados, a diferencia de ellos, con sus solicitudes podría moldear mi expertis a su estilo o a su gusto— mencionó ella con cierta sonrisa torcida sin quitarle los ojos de encima.
Freezer se quedó detenido, congelado, hipnotizado, aquella chica rubia que tenía delante de él, le pareció extraña pero cautivante. —Me parece haberte visto en otro lado— mencionó el sin quitar los ojos de encima.
—Oh, eso sería imposible, no soy de este país, por eso tengo este acento, algo diferente— mencionó ella alejándose unos pasos.
Freezer la miró de arriba abajo, era la primera vez que se le presentaba una situación así, tan inquietante y a la vez excitante, solo atinó a sonreír con malicia. —¿y estarías dispuesta a…—
—A todo, a todo lo que usted requiera, soy una gran admiradora suya, viaje desde lejos solo para conocerlo y tener esta oportunidad— mencionó sonriendo con cierta gracia mientras sus manos se mantenían justas detrás de su espalda.
Todos sabían que aquel Lord tenía cierta debilidad, le encantaba sentirse halagado, superior a todos y que se lo digan, pero también le encantaba las mujeres bellas, y aquella, a pesar de los lentes, tenía unos hermosos ojos, una tez blanca y hermosas curvas.
—Veo que eres… muy inteligente— mencionó el caminando a su alrededor.
—Soy el científico que usted busca, puedo ayudarlo en sus proyectos y en sus investigaciones—mencionó ella mientras se soslayo veía sus movimientos.
—Yo busco alguien de mucha confianza, tratará temas confidenciales y de estricto compromiso, no le molestaría si previamente hacemos una investigación de su entorno y de usted— mencionó el con cierta suspicacia o simple intuición.
Ella acomodó sus lentes y levantó su mirada hacia el. —Si eso le da la confianza, adelante—
Unas cuantas palabras más y despidiéndose se alejaba hacia la puerta.
—¡Espera un momento!—
Ella se detuvo, se quedó detenida esperando cualquier cosa, era un todo o nada.
—¿Dime, cuantos escrúpulos tienes? ¿Qué tan alta es tu moral, es esta hipócrita sociedad?— cuestionó el achinando sus ojos esperando escucharla.
—Mis escrúpulos y mi moral irán de la mano, de quien me contrate, mi lealtad estará por encima de eso—mencionó ella y sin decir más salió de ahí.
Freezer de quedó sorprendido e intrigado.
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Aquella pelirrubia salía de aquel edificio y se dirigió directamente a su vehículo, miró desde su espejo y vio que era momento de encender su aburrido coche, suspiró mientras sentía su corazón latir con fuerza, vio por última vez aquel edificio y no tuvo remedio que encender su auto. El recorrido fue rápido, llego a aquel vecindario y fue directamente a su habitación del motel, algo desaliñada y pobre… sin poder evitarlo se echó sobre aquella cama y se quedó viendo el techo mientras los minutos pasaban, y de sus ojos corrían lágrimas.
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—¿Quién es? ¡Quiero saber todo!— mencionó el viendo desde su ventana el sunset.
—Al parecer no nos ha mentido, la información dada es la correcta, bueno sin contar lo que no nos dijo, es huérfana, viene de Ucrania, y es de una condición humilde, pero estudió en Petburz mecatronica y tuvo las mejores calificaciones—
—Una universidad estatal— mencionó Freezer con cierto desprecio.
—¿Entonces no la considerará?—
—No seas estúpido, esto es como un arma, su necesidad será mi aliada, ¡llámala!—
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Solo así podríamos lograrlo… solo así…
El despertador la sobresaltó mientras el sudor cubría su frente, vio la hora y no pudo evitar salir con rapidez de la cama, era su primer día. Camino por aquellos pasadizos, todos tenían espejos, podía verse a través de ellos y lo que veía era tan diferente a lo que recordaba, pero eso era el simple resultado de un corazón roto.
Abrió la puerta y un sonriente Lord la esperaba, ella trinunfante le dio la mano, sonrió con el y se unió al equipo de científicos, los días avanzaron, y parte de su entrenamiento avanzaba con rapidez, era como si lo requerido para ella no significara mucho, todo lo entregaba y demostraba capacidad, aquellos estaban admirados, tenía cierta habilidad y destreza competitiva inigualable, poco tiempo después lanzó una demostración de su desempeño, logrando una eficiencia en sus soportes electrónicos y en las armas nucleares que Freezer tenía en su portafolio, pero su paciencia se estaba acabando.
—Adelante—
Aquella científica cerró la puerta y se acercó a él. —Podemos hablar a solas—
Freezer algo una ceja algo sorprendido, aunque a estas alturas debía estar acostumbrado, ella siempre tenía algo que lo asombraba más de la cuenta. —está bien— con un ademán sus guardaespaldas salieron de aquel espacio.
—Vaya, siempre para con mucha seguridad— mencionó ella acercándose a su escritorio.
—Digamos que las personas importantes, tienen sus detractores— mencionó el
—Lord Freezer, creo que le he demostrado mis capacidades, mis habilidades, pero no entiendo porque me mantiene lejos de usted, solo ando en proyectos de poca importancia— mencionó ella com cierta voz nostálgica.
—Aquí todo es importante—
—Creí, que usted necesitaba a alguien de estricta confianza para temas más personales, pero usted me tiene con el montón, que ven temas de dominio público— insistió.
Freezer la miró detenidamente.
—¿Acaso aún no tengo su aprobación?—cuestionó ella con intranquilidad.
—No crei que eso te afectará tanto, pensé que estabas bien, ahí— dijo el retirando los ojos de ella.
—Yo quiero estar con usted, ser su mano derecha, tengo la capacidad, no lo defraudare, puede confiar en mí —
Freezer al escuchar eso puso una mueca de incomodidad que la hicieron pensar sus palabras y arrepentirse en el acto.
—Jamás, me vuelvas a decir eso, los seres humanos están unidos por conveniencia, dime de una vez que es lo que quieres, ¡por qué ese afán!—
—Necesito más dinero, si me da más responsabilidad puede tener más— dijo ella mientras el con una mirada penetrante la examinaba.
—¿Qué obtengo a cambio? ¿Solos tus habilidades?— mencionó el no tan convencido.
Ella sonrió de lado, con ciertos nervios expuestos, mientras lo veía y retiraba su mirada. —Mi silencio, haré lo que usted necesite y no cuestionaré—
—¿Puede ser peligroso? No te da miedo involucrarte y correr riesgos—dijo el con ironía.
Ella se quedó pensando, sus manos empezaron a sudar con cierta tensión, esa era su única oportunidad… —¿A… aca-acaso a usted, no le gustaría tenerme cerca?— mencionó ella sin apartar la mistada del suelo.
Freezer abrió grandemente los ojos ante tal comentario.
—Porque yo sí quiero estar cerca, si usted me lo permite— terminó de decir ella levantando la mirada, obersevandolo atravez de sus lentes, con fijación.
Freezer ante eso empezó a reír, una risa sonora y extravagante, maniaca. —Si tanto lo deseas, quién soy yo para negarlo, solo te advierto que nunca, podrás, salir—
Ella lo miro con real emoción, sus ojos se humedecieron sintiendo real agradecimiento, como si su vida dependiera de ello…
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—¿Hasta cuando? —
—¿Hasta cuando que? —
—Vegeta, esto es el colmo, la obra que tienes es fantastica, no puede ser que la hayas perdido, siempre existe copias— menciono un alterado Yamcha.
—Dame un tiempo— menciono el escritor tratando de calmar sus pensamientos.
—Oye, entiendo todo lo que ha pasado, a mi también me afecto pero, debemos seguir adelante, el dinero no espera… tengo a editoriales esperando por ti, por favor Vegeta reacciona, ya tienes todo, no se que diablos esperas— diciendo eso salio de aquella oficina decepcionado.
Aquel escritor se levanto de su asiento, cerro la puerta y le puso seguro, fue a su escritorio y aunque lo miraba con cierta ansiedad, no pudo contenerse, abrio aquella laptop y empezo a escribir, sintiendose motivado, inspirado, viviendo cada momento relatado, cada palabra, explicando a detalle las emociones fribolas y calculadoras de aquellos personajes y sobre todo de aquel personaje principal que habia tomado el timon hacia otra dirección… ella… ella era Anya…
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—Le daremos acceso a la zona restringida, diganos su nombre— menciono el encargado de seguridad que se encontraba en la puerta de acceso al sotano donde se encontraban los laboratorios.
—Mi nombre, es Anya—
Continuará…
Espero saber que les pareció este capitulo, ¿comprendieron el enfoque? ¿el plan? ;)
Nos vemos.
AMAPOL
