KUSHINA
1 NOCHE ANTES DEL ATAQUE HYUGA
Kushina observó con impotencia como su esposo empacaba lo que quedaba de sus pertenencias en una mochila, se colgó la mochila a la espalda y giró para mirarla. Él no dijo nada, pero ella entendía a la perfección su mirada, no iba a negociar su decisión.
—No podemos irnos —dijo ella, intentándolo por última vez—. ¡Tu deber es con la aldea! —gritó.
Minato la miró con severidad—. Mi primer deber es contigo, Kushina, y con Naruto —agregó mirando el abultado vientre de su esposa—, No puedo ser Hokage de una aldea inexistente.
—¡No podemos abandonarlos a todos! —gritó la pelirroja con desesperación y aunque quiso levantarse y discutir su avanzado embarazo no le permitió moverse de la cama.
Minato caminó hacia ella y sujetó su rostro entre sus manos con suavidad—. Los Hyuga se han aliado con el hombre de la máscara. Los Nara, Akimichi y Yamanaka están con ellos. Si nos quedamos vendrán por ti, ellos saben que durante el parto serás vulnerable y podrán hacerse del poder del Kuybi.
Las lágrimas comenzaron a resbalar por las mejillas de la mujer—. Pero los Uchiha, si hablas con Fugaku seguramente...
—Sabes bien que no tenemos un clan que nos respalde y nuestros mejores aliados están muertos. Fugaku ya no sabe en quien puede confiar, no podemos pedirle eso al clan Uchiha, además, el priorizará a Mikoto ante todo —le sonrió suavemente—, así como yo te escojo a ti sobre todos ellos.
Minato chocó su frente contra la de ella, compartiendo su tristeza.
—Yo —susurró la mujer—, yo quería criar a Naruto aquí, quería... Minato ¡Este es nuestro hogar!
Minato asintió—. Lo sé, lo sé, y te prometo que haré lo necesario para volver, para que Naruto pueda crecer en esta aldea —suspiró—, pero ahora es demasiado peligroso quedarnos aquí.
Depositó un suave beso en la frente de Kushina, con la vaga esperanza de calmarla un poco.
—No desperdiciemos el esfuerzo que está haciendo Jiraya-sensei esta noche —pidió él.
Ella asintió, impulsada por ese último argumento—. Está bien —dijo, mientras se limpiaba las lágrimas de los ojos—. Vámonos.
Minato le ayudó a levantarse y, mientras la mayoría de los Hyuga se encontraban en la persecución del traidor Jiraya, ellos utilizaron la noche y la ayuda de sus pocos aliados para escapar de la aldea.
Poco sabían, Minato Namizake y Kushina Uzumaki, que aquella decisión cambiaría el curso de la historia para siempre.
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¡Hey, hola! Bienvenidos a este nuevo Lunes de Heroes.
Si están aquí después de haber leído el Detrás de Cámaras ¡muchas gracias! Si es la primera vez que me leen ¡muchas gracias también!
Espero que les guste mucho esta historia, que estará llena de drama, un toque de política, batallas y romance.
Vayan a leer el primer capítulo hoy mismo
¡Nos leemos el siguiente lunes!
