El dulce aroma de fresas se podía oler por todo el hogar Akabane, Karma prácticamente estaba volando al oler las feromonas de su esposo quien se encontraba leyendo un libro en el sofá.
"Tú aroma cada vez es más dulce Shuu" El pelirrojo murmuró besando la nuca de su esposo que soltó un tarareo.
"En unos días deberia de iniciar mi celo" Gakushuu le respondió sin despegar su vista de su libro, que su fragancia se vuelva más dulce era indicio del inicio del celo.
Karma se había movido para sentarse a su lado con una sonrisa juguetona liberando sus feromonas.
El omega dejo de lado su libro cuando el dulce aroma de chocolate empezó a invadir la habitación, cerró sus ojos aceptando los mimos de su esposo.
"Voy tomar algo de tú ropa" Gakushuu murmuró moviéndose lo suficiente para terminar en el regazo de su esposo.
"Para hacer mi nido" Sus brazos se enroscaron en el cuello del pelirrojo.
"Y lo pasaremos juntos"
"Ya es momento de formar nuestra familia, no lo crees?" El pelirrojo le susurro para seguir con su intercambio de besos.
"Ya es el momento"
Gakushuu podía sentir el calor recorrer su cuerpo, el fuego de su interior lo estaba cocinando vivo, toda la habitación olía a fresas y chocolate.
Un gemido escapó de su garganta cuando los besos de su esposo empezaron a recorrer sus muslos.
No entendía la obsesión de su esposo por sus muslos, solo son simples muslos ni si quiera eran tan buenos, otro gemido escapó de su garganta.
"Shuu, tus muslos son los mejores" Karma lo alagaba dando mordidas juguetonas.
"Callate" El murmuró con las mejillas sonrojas evitando verlo cuando las olas de calor siguieron golpeandolo.
A diferencia de otros omegas qué parecían perras ninfomanas en sus celos, él podía mantener la cordura y recordar lo que pasaba.
Eso no significaba que no estuviera ansiosos por tener dentro a su alfa, a Karma le gusta jugar con su paciencia hasta que él mismo se cansaba de sus propios juegos.
"Eres tan hermoso Shuu, mi omega" Karma murmuraba terminando de besar esos muslos, sus ojos dorados podían ver la viscosidad qué se escapaba de la zona baja de su esposo.
Era música para sus oídos oír los sonidos de su omega, sus dedos recorrieron las piernas hasta llegar a ese lugar donde empezó a rozar de manera burlesca.
Las manos de Gakushuu se enterraron en las prendas de ropa del nido jadeando, su cabeza se tiro para atrás cuando los dos dedos entraron.
Podía sentir como lo estiraba de manera fácil, soltó un quejido cuando los dedos abandonaron su interior, movió su pierna de manera seductora para llamar la atención de su alfa.
"Eres tan sexy Shuu" Karma menciono sonriendo al ver la cara sonroja de su esposo, se empezó alinear abriendo las piernas de su omega.
Entro de manera rápida, acomodo las piernas de porcelana de Gakushuu en sus hombros escuchando sus sonidos de felicidad, los ojos violetas reflejaba la lujuria y pasión que recorría su cuerpo.
Gakushuu veía lo mismo en esos ojos dorados, podía ver el amor y la lujuria reflejado en los ojos de su alfa.
Con solo mirarse ya se decían todo, Karma se acercó lo suficiente para intercambiar beso dando embestidas a un ritmo normal.
Las manos de Gakushuu empezaron acariciar su cabello, las feromonas de fresa dejan saber lo mucho que estaba disfrutando de la experiencia.
Sus piernas se estiraron y entre el beso se le escaparon los gemidos, el celo lo ponía tan sensible.
Karma había aumentando la velocidad escuchando los murmullos qué pedían más fuerza, las piernas se elevaron junto a la espalda de su omega cuando golpeó su punto sensible.
Le excitaba ver a su esposo en esa posición, gotas de sudor cayendo de su rostro, cabello despeinado y su boca entre abierta soltando sonidos de placer, todo ese calor iba a su miembro qué lo penetraba.
De su boca también salieron esos sonidos al sentir como lo apretaba, el aroma de chocolate y fresa se combinaba tan bien que era un afrodisíaco que los drogaba a los dos.
Sus movimientos se fueron volviendo más erraticos y los sonidos de su esposa más fuerte, los rechineos de la cama se oigan por todo el cuarto.
Gakushuu empezó a soltar pequeños gritos cuando empezó a ver estrellas, todo su cuerpo deseaba ser llenado, deseaba recibir la semilla de su esposo.
Su espalda se cuerpo se contrajo cerrando los ojos cuando las embistadas golpeaban sin piedad su punto débil, con un grito termino viniendose sobre sus estómagos.
Karma dio unas cuantas embestidas más mientras el interior de su esposo lo apretaba, soltó un gemido cuando empezó a llenarlo dejando que su nudo se expandiera.
Gakushuu soltó un gemido cuando el nudo se expandió en su interior, el líquido caliente lo estaba llenando, esperaba que fuera suficiente para poder quedar embarazado.
Karma soltó un suspiro recuperando el aire, el nudo iba ha tardo casi una hora en deshacerse siendo casi seguro que su omega quedaría embarazado, beso una de las piernas de su esposo y la bajo con cuidado.
Hizo unos movimientos hasta lograr su cometido, Gakushuu estaba encima suyo con su cabeza en su hombro, una posición más cómoda mientras esperaban que el nudo se deshaciera.
"Ahora estarás comodo" El pelirrojo murmuró besando su cabeza con amor.
"Gracias" Gakushuu le susurro disfrutando de la sensación de los dedos de Karma trazando la marca de unión de su nuca, ronroneo sin querer.
Karma sonrió escuchando eso, aunque su esposo lo negara muchas veces, solía ronronear cuando se encontraba relajado y extasiado.
"Te amo"
"Yo también te amo Gakushuu"
