Disclamier: Los personajes son de S. M, y la historia es de mi completa autoría.
Paparazzi
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Cuando llego a la habitación, azoto la puerta y, con manos temblorosas, pongo el seguro para estar segura de que él no va a entrar. Luego, voy a la cama y me siento en una de las esquinas.
¡Dios mío! ¿Qué me había pasado? ¿Por qué había sido una completa idiota y lo había besado?
No voy a negarlo, Edward es guapo. Me ha parecido atractivo desde la primera vez que lo vi fuera de la casa de Jasper cuando tomé aquellas fotos. Sin embargo, jamás tuve la maldita idea de que algo así pudiese pasar entre ambos. Ademas estaba esto de que lo odio por lo que está haciendome.
Cierro los ojos con fuerza para tratar de alejar los pensamientos nada buenos que estan viniendo a mi cabeza . No lo logro, porque juro que todavía puedo sentir el toque de su mano sobre mi piel desnuda.
¡Mierda!
Me tiro de espaldas a la cama y coloco un brazo por encima de mi rostro.
Luego, me levanto lo más rápido que puedo y comienzo a andar de un lado a otro de la habitación con impaciencia. En realidad, no sé qué hacer.
Voy a donde está mi teléfono, lo tomo y veo que Rosalie me ha mandado un mensaje.
Rose: No llamaste.
El mensaje tiene quince minutos desde que fue enviado, lo que quiere decir que ella lo mandó cuando...
¡Mierda, no! No quiero pensar en eso, así que me apresuro a responder.
Bella: Lo siento. Te llamaré mañana por la tarde.
Apago el teléfono y lo lanzo a la cama para después ir al cuarto de baño y darme una ducha de agua fría.
Cuando salgo, no tengo mucha idea de cuánto tiempo ha pasado. Tomo mi teléfono de nuevo y veo la hora. Es más de medianoche. Me tumbo sobre la cama e intento dormir, pero es imposible. Las pocas veces que lo logro, solo dormito y comienzo a soñar con él. Así que no duermo mucho el resto de la noche.
Cuando abro los ojos, me doy cuenta de que, en algún momento, me quedé completamente rendida. Me levanto de la cama y voy al baño. Me miro al espejo, y estoy completamente horrible. Me arreglo lo mejor que puedo y me cambio de ropa.
Después de mucho pensarlo, salgo sigilosamente de la habitación y bajo a la cocina, donde huele deliciosamente bien. Me acuerdo de que ayer no cené y me muero de hambre.
— ¿Edward está aquí? — pregunto a la mujer sin siquiera saludarla como he hecho en los días anteriores.
Ella ni siquiera me mira.
— El señor Edward no se encuentra. ¿Necesitabas algo?
Niego con la cabeza.
— No, gracias, solo preguntaba. Me pareció verlo ayer.
— Se marchó ayer por la noche — se limita a decir sin agregar nada más.
Ahora me siento un poco más tranquila sabiendo que el él no esta en la casa.
El ama de llaves tomaban plato y sin siquiera preguntarme, me sirve un plato con panqueques y me lo da.
—Gracias.
Ella gruñe y se va.
A la mitad del desayuno, Ángela aparece en la cocina.
— ¿Bella? — pregunta en cuanto me ve.
Alzo la mano y la agito en el aire a modo de saludo, pues tengo la boca llena. Trago y doy un sorbo a mi taza de café.
— Hola, Angy. ¿Cómo estás?
Ella luce un poco confundida.
— ¿Vas a desayunar, señorita Ángela? — pregunta el ama de llaves con amabilidad.
Ángela sonríe a la mujer de la misma forma y asiente.
— Sí, por favor, señora Sue. Alice vendrá en una hora para almorzar, viene con compañía.
El ama de llaves asiente y se pone en marcha. Por mi parte, miro a la mujer con una ceja levantada ante su actitud amable hacia Ángela. La mujer me devuelve la mirada por un segundo con expresión seria, para luego seguir con su trabajo.
Me limito a seguir comiendo.
— ¿Qué haces aquí, Bella? — pregunta Ángela en un tono de voz bajo mientras se sienta frente a mí.
— Es una historia larga, no puedo decir mucho por hora pero lo que sí puedo decir por a es que soy la invitada de Edward Cullen.
Ella me mira, todavía sorprendida.
—Tú ... — comienza a decir.
Niego con la cabeza en su dirección y le doy una rápida mirada a la ama de llaves. Al parecer ella lo entiende y cambia de tema. Elige el tema del departamento que compartimos, conversamos de las fallas que hay que reparar y cuándo vamos a llamar a alguien para que las arregle.
El tiempo pasa demasiado rápido, y no me doy cuenta de cuánto hasta que Alice aparece. No viene sola, la mujer que la acompaña es la misma que he visto en los periódicos junto a Edward. La miro por unos segundos y me doy cuenta de que es muy guapa; las fotos no le hacen justicia. La rubia me da una mirada de pocos amigos, quita la vista de mí y se dirige a Alice.
De pronto, el entorno se vuelve incómodo. Bajo la mirada a mi plato por unos segundos y luego me decido a largarme de allí. Me levanto, tomo mi plato vacío y lo llevo al fregadero. Luego, agradezco al ama de llaves por la comida, pero ella ni siquiera me responde. Me alejo lo más rápido que puedo y me dirijo a mi habitación.
Antes de llegar a la puerta, escucho la voz de Alice.
— Veo que sigues aquí.
¡Mierda! Ni siquiera la escuché caminar detrás de mí. Me doy la vuelta y la miro. ¿Qué es lo quiere?
— ¿Necesitas algo? — pregunto, no muy segura de lo que la ha llevado a seguirme.
Alice me mira con odio.
— Sé perfectamente la clase de arpía que eres. Y no voy a permitir que aproveches tu estancia aquí para llevar información a tus amiguitos de las revistas — suelta con enfado.
Me cruzonde brazos.
— Créeme, me iría de aquí ahora mismo, pero no puedo hacerlo. Como ya te he dicho antes: tu hermano tiene mucho que ver en mi estancia aquí. Y en cuanto a mis amigos chismosos, no tienes de qué preocuparte. No porque pagaría una suma exorbitante de dinero, sino porque ya no quiero tener nada que me involucre a tu hermano ni a su familia.
Alice me mira en silencio por un par de segundos.
— Es por el maldito acuerdo, ¿cierto?
— Lo es.
Nos quedamos en silencio unos segundos. Luego dice:
— Te propongo romper el trato con Edward. Yo pagaré la cantidad que requiere el acuerdo, y tú firmarás uno nuevo conmigo para que nada de lo que has visto o escuchado aquí salga de esta casa.
No respondo de inmediato.
¡Mierda! ¡Estoy harta de los malditos Acuerdos! ¿Qué pasaba con esta familia que todo quería resolverlo con los malditos acuerdos y contratos?
¡Por Dios!
Aunque debo admitir que lo que ella ofrecía era bueno hasta cierto punto. Sin embargo, no podía olvidar que Cullen sabe acerca de mi familia y que la casa aún sigue hipotecada; aún puede destruir lo que más quiero. Estoy por responder cuando veo a Edward llegar a la cima de las escaleras y caminar en nuestra dirección.
¡Carajo!
Aún no estoy lista para encargarme de esto. Su mirada choca con la mía, e imágenes de ayer por la tarde vienen a mi cabeza. Entonces, mi corazón comienza a latir con fuerza.
Oh, no.
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Hola. De nuevo un capitulo corto.Sé que puede que hay algunas cosasbque nobestan del todo claras. Tenganme un poquito de paciencia que todos se va a aclarar.
Tambien quiero avisarvque esta semana vamos a tener un capitulo los días: Lunes, miércoles, jueves y viernes.
¿Me cuentan que les pareció este capitulo ?
Gracias infinitas a los personas que me dejaron su comentario.
Gracias a:
Miccky, Fan del fic, Car Cullen Steñewart Pattinson, Jane, Dess Cullen, indii93, Marianacs, Noritha, Antonella Masen
