Kale Everdeen llegó a casa entrando por la puerta trasera que daba a la cocina y al jardín con dolor de espalda, había dormido mal la noche anterior, sumado a una larga mañana y parte de la tarde en el bosque casi podía sentir las ganas de acostarse con Petra a su lado peinando su cabello o dibujando.
Se quitó las botas lo más silenciosamente posible para cambiarlas por un par de zapatos viejos pero limpios, todo para darle una sorpresa a su panadera favorita, camino con una pequeña sonrisa que se borró poco a poco al escuchar las voces femeninas, que sea Effie, que sea Effie, que sea Effie, rogó en su cabeza.
-¡Petra Mellark! No me ignores-la voz chilló exageradamente ganándose un suspiró de resignación de Kale, esta era su suerte habitual.
-No te ignoro madre-respondió la melodiosa voz de Petra ante los chillidos de su madre, la adorada suegra de Kale o cómo él prefería llamarla, la bruja, no lo malentiendan a Kale le encantaba que Petra tuviera a un familiar cerca de ella, que alguien hubiera quedado de su vieja vida, pero preferiría que no fuera la mujer que durante años educó a Petra con palabras duras, críticas y golpes que aún le afectaba.
Quizás por eso, ella los mantenía lo más separados posible uno del otro, no era secreto que la señora Mellark odiaba a los padres de Kale y no era secreto que Kale la llamaba bruja en cada oportunidad que tenía.
-Sólo digo la decoración es horrenda-él bufó, la decoración no era tan mala, habían quitado todos los objetos inútiles que el capitolio puso e incluso pensaban en pintar las paredes-Es tan simple-claro, eso le molestaría, Kale se cruzó de brazos antes de acercarse a la puerta pero podía escuchar la voz de Petra recordando que esa era su madre y no podía echarla por que no le gustará la decoración.
-A Kale y a mi nos gusta más así-¡Ja! ¡En tu cara bruja! Petra sonaba resignada cómo si fuera una conversación que han tenido miles de veces, pero su adorada suegra chasqueó la lengua con disgusto.
-¡Claro! ¡Debí imaginar que era su idea!-Kale se cruza de brazos mirando mal la puerta, cómo si pudiera atacar con la mirada a la mujer del otro lado-¿Y dónde está el vago de tu esposo?-los dientes de Kale estaban rechinando, aunque dudaba que pudieran escucharlo.
-¡Mamá!-la voz de Petra se elevó molesta-¡Kale no es ningún vago!-el pecho de Kale se infló de orgullo cuando ella lo defendió-Y ya te he dicho que no es mi esposo-
-Eso también, vives cómo si fueras su prostituta Petra-el tono de la bruja es severo pero Kale se contiene de entrar y ahorcar a la arpía, aún si eso le haría un favor a todos los seres vivos de Panem-¿Cuando lo hará oficial?-
-Madre, Kale y yo hemos decidido que no necesitamos una boda para saber que nos amamos-Kale asiente repetidamente con la cabeza, no lo han hablado explícitamente pero le alegra que ella lo sepa, le alegraría más si la bruja no se burlará de ellos.
-Petra ¿Amor? ¡Por favor niña! ¡Hablamos de tu reputación!-puede imaginar a la mujer moviendo la mano con burla y a Petra mirando inexpresiva a su madre-¿Qué crees que piensa todo el mundo de mí? ¿Con una hija prostituta?-
-Mamá, creo que es suficiente-fue suficiente desde hace años pero ese es sólo el pensamiento de Kale-somos felices así, no veo porqué cambiarlo-
-Son felices por ahora-Kale se queda quieto, el hielo lo recorre, ha sospechado siempre que la bruja lo odia, que desearía que Petra lo dejara por algún político rico o algo así, pero no pensó que ella intentara envenenar a Petra en su contra-cariño, los hombres cómo él, no son hombres de una sola mujer-la boca de Kale se abre en indignación.
-¿Cuánto hasta que cambie de opinión? ¿Hasta que una mujer de verdad llame su atención? Una mujer más parecida a la chica de la veta-hay una pausa en la que Petra podría hablar pero no lo hace y eso duele más de lo que quiere admitir-Linda, ¿Realmente crees que si las cosas hubieran sido diferente él te habría elegido?-
Kale espera una respuesta positiva en silencio, espera que Petra le responda que sí a su madre, que sabe que están destinados a estar juntos, con y sin juegos, pero nunca llega, puede escuchar el movimiento de las tazas pero nada más.
-Petra, quizás si no comieras tanto-Kale ha tenido suficiente, entra dando un portazo que capta la atención de ambas mujeres, Petra lo mira confundida mientras que la bruja entrecierra los ojos.
Kale le da su sonrisa más cínica a la Mellark mayor antes de cruzar la sala para besar a Petra, su beso es demandante, muerde su labio e incluso cuando se separan besa su mejilla con posesividad antes de sentarse a su lado en el sofá y pasar un brazo por su cintura.
Petra está sonrojada, sorprendida y confundida, pero Kale aprovecha esa confusión para subir los pies a la mesa de la sala y mirar a la bruja, usa lo que Effie llama su Haymitch interior cuando sonríe de lado.
-Hola suegra-se miran con ojos entrecerrados un largo momento, cuando la señora Mellark rompe el contacto al tomar un sorbo de su té, victoria para Kale.
-Has vuelto temprano-la sonrisa de Kale se vuelve más sincera cuando gira la cabeza para ver a Petra con su rostro sonrojado, se encoge de hombros quitándole importancia pero ella ve a través de él-¿Todavía te duele la espalda?-
Kale apoya una mano en su rodilla, no quiere que se preocupe por él, es un pequeño dolor, el bufido incrédulo de la señora Mellark capta su atención.
-No sabía que trabajabas lo suficiente para que te doliera la espalda-el tono cínico y frío está destinado a herirlo.
-¿Quién necesita trabajar cuando tienes a la mejor panadera del mundo?-las mejillas de Petra se sonrojan ante el halago, su suegra levanta una ceja antes de responder con ironía.
-Así que planeas vivir de la panadería sin hacer nada-ella vuelve a tomar un sorbo de té, cuando Petra le da una mirada asesina y cuando sus ojos azules se fijan en él, está avergonzada por su madre.
-Y de la caza señora-ambos saben que no es un trabajo fijo ni nada similar.
-¿Vas a mantener a mi hija con un hobby?-La sonrisa de Kale se hace más tensa con cada palabra que intercambian.
-Creo que somos buenos cuidándonos mutuamente-aprieta un poco su agarre en su cintura-somos un buen equipo-
-¿Así le dicen ahora al matrimonio?-luego finge recordar algo, casi parece avergonzada-¡oh! cierto que no se han casado-
-¿Quién necesita una tonta ceremonia?-responde mirando con ojos entrecerrados a la mujer.
-Bueno, cualquier señorita decente querría una linda boda-Kale baja los pies de la mesa y se inclina más cerca.
-O cualquier señorita insegura-sicea las siguientes palabras esperando que así entren en la cabeza de la bruja-Petra y yo somos muy felices así-
-¿Le has preguntado lo que quiere?-Kale bufa con burla.
-Cómo si a usted le importará lo que ella quiere-la mujer baja su taza y la deja bruscamente en el plato de porcelana.
-Mi relación con mi hija no es tu asunto-la sonrisa de Kale se vuelve burlona.
-Así cómo mi relación con Petra no es su asunto-
-¡Suficiente!-ambas cabeza giran para ver a Petra mirándolos molesta a los dos, por un instante Kale y la señora Mellark comparten la misma vergüenza-No son niños, Madre creo que es hora de que te vayas-Kale sonríe victorioso mientras la arpía se prepará para chillar-Tengo que hablar con Kale-la sonrisa de la arpía es demasiado grande para creer que sea de ella.
Petra acompaña a su madre hasta la salida, cuando la mujer voltea a verlo de reojo Kale susurra la palabra bruja, cuando Petra gira para ver porque su madre parece tan indignada Kale mira interesado la porcelana de su juego de té.
-Kale ¿sabes que esa es mi madre?-él gruñe asintiendo cuando Petra le pregunta al volver-¿Y qué tendrán que aprender a convivir?-él asiente cuando Petra suspira-Al menos, no la llamaste arpía está vez-
-En su cara-Petra lo mira arqueando una ceja-No la llame arpía en su cara-
Esto sería basado en un universo en el que la señora Mellark viviera y tuviera que convivir con Kale y Preta
