Anhelo del Corazón SasuHina
Capítulo 3
Título: 「La Historia Antigua se sigue contando.
Evitó mirarla, pues sus palabras lo habían incomodado de tal manera, que subió con prisa las gradas sin preguntar dónde era todo.
Hinatasuavizó su mirada en la espalda de él mientras lo dejaba marcharse, pues pensativa, camino hacia la cocina para preparar todo.
. . .
En la planta alta,Sasukese sentía perdido, pero con su rápido ingenió supo que, de las cinco puertas, la del medio era la habitación principal.
En fin, probó con todas las manijas para tener una idea de que había en su interior, pero solo de la recámara principal se abrió de manera, que no le quedó de otra que entrar.
Vio que era una habitación bastante grande con ventanales que se recorrían, la cama era de dos plazas con cortinas que venían desde el techo para rodear la cama, un velador en el derecho y el tocador en el izquierdo, dos armarios frente a la cama y un baúl con el símboloUchiha.
La alfombra en el piso era blanca con bordes plateados y difería con el del pasillo que era rojo.
Impresionado, notó al final la puerta que estaba junto al armario y supuso que era el cuarto de baño de modo, que no le quedó de otra que revisar en uno de los armarios para cambiar su atuendo.
Buscando algo cómodo, después de ver en los colgadores ropa táctica y de buen estilo, queriendo algo más sencillo, escurco entre las gavetas, pero al meter su mano en el fondo sintió algo suave y delicado que cuando lo sacó, su rostro enrojeció.
«¿Qué hace esto aquí?»
Se preguntó y maldijo a la vez que lo sobre pensó, apenado y nervioso lo puso en su lugar, para comenzar a buscar en otro cajón.
Ahí encontró lo que necesitaba y sin pensarlo mucho, se dirigió al cuarto de baño donde comenzó a desvestirse para tomar un baño en la ducha, a pesar de que había tanto tina, comoyacusi.
Giró la manija y el agua cayó simulando una cascada que refresco su mente y evitó que pensará en labraga audazque sostuvo de laHyuga.
Sé jabono con una barra hecha concanela, clavoenolory miel,se tallo por un largo rato y luego se enjuago.
«Tendré que empezar por este lugar»
Se dijo mentalmente mientras giraba la manija en reversa y tomó un par de toallas azules para envolver su cintura y poner otra sobre sus hombros, secándose el pelo, paseo por el cuarto de baño para conocer todo lo que había en el cuarto de baño. En eso, laHyugallegó hasta la puerta y con suaves toquidos comenzó a llamarlo de su nombre.
—¡Sasuke–kun,Sasuke...!
Recordando lo que había dicho hace momentos atrás, dudo en abrir,incluso a responder, pero ante la urgencia de llamarlo, no le quedó de otra que abrir.
— ¿Qué sucede?
Rápidamente lo preguntó mientras la miraba de pies a cabeza, agitada y sonrojada ante su indiferencia que lo hacía lucir intenso, ella tartamudeo para decir.
— L–Llevaron a nuestro hijo,al hospital.
Sasukeponiendo una mirada pensativa, contestó.
— Me visto y vamos juntos.
Sus palabras conformaron aHinataque soltó un suave suspiró para hablar amenamente.
— T–te espero abajo.
Se dio media vuelta para encaminarse a la cocina donde después de apagar las estufas y quitarse el mandil, bebió agua para calmar sus ansias y justificarse a sí misma que era por la preocupación.
...
Sasukedespués de que la escuchará bajar por las gradas, se secó rápidamente y fue al armario para tomar la ropa táctica que contaba con una camisa blanca, pantalones negros y un par de las sandaliasninja;como eran la misma persona todo lo asentía bien.
Acomodó sus mechones con el único peinado que se hacía y bajo a la planta baja.
Hinataya lo esperaba y cuando sus miradas se encontraron, la vio ruborizarse, pero poco le importo, porque sólo abrió la boca para decir.
— Vamos.
...
Rumbo al hospital, acortaron su camino saltando de tejado en tejado luego de salir del distritoUchihay cuando habían llegado al granHospital deKonoha,Hinatase aproximó a hablar con la recepcionista.
— ¿Señorita en que habitación se encuentraUchiha Itachi?
Al reconocer ambas figuras, temerosa empezó a teclear el nombre dado, pero antes que saliera el resultado, una voz tan similar como laHyugallamó sus atenciones cuando la oyó decir.
— Mamá,Itachiestá...
Sus palabras no pudieron terminar la oración porque al reconocer la figura alta junto a su madre, su corazón latió tan fuerte que sin darse cuenta camino hasta él diciendo.
— ¡P–papá, volviste!
Los ojos de ella se humedecieron y no tuvieron valor para mirarlo, ni siquiera comenzar a reprochar solo bajo la mirada y dejo que sus lágrimas cayeran como si hubiera sido regañada.
Sasukese recordó a sí mismo cuando sus padres vivían, y sabiendo que debía actuar como una figura paterna, hizo lo mismo que haría conSarada,seinclinó y acarició su cabeza.
—Hanae...
Su sólo tacto, evitó que se rompiera en llanto y que sus ojos húmedos brillarán con alegría mientras levantaba la mirada lentamente, diciendo.
— p–papá, te extrañamos tanto...
Cuando su mirada cruzó, él la envolvió con su mano en un cálido abrazo.
Hanaese recargo en su hombro para respirar hondo su aroma por unos momentos. Tuvieron que ser breves porqueHinata,preguntó un poco más tranquila.
—Hanae¿En qué habitación está tu hermano?
Se separóHanaedeSasukey borrando sus propias lágrimas del rostro, respondió.
— en urgencias–s...
Hinatano se detuvo a pensar y como andar por su casa, se dirigió a tal lugar, poco despuésSasukeparó y dando una palmadita en su hombro, le instigó a la niña con estas palabras.
— Sigamos a tu madre.
Hanaeasintió y comenzó a caminar junto a su padre, en la sala donde era atendido su mellizo.
...
La Sala de Urgencias
Itachise encontraba acostado en la silla quirúrgico donde diligentemente era atendido por la directora médicoShizune,ya que el corte infligido en su brazo era profundo de modo, que usaban unpergaminocomo el medio para unir ambos músculos separados, además de que había perdido una cantidad considerable de sangre lo cual había evitado que le colocaran anestésico.
El menor de rato en rato arrugaba el ceño por el dolor que estaba sintiendo y mordía su labio para evitar quejarse, no por valor si no porque quería mantener su apellido en lo más alto, así que se podía decir que era orgullo.
Algo cansado por el largo tratamiento y la continua curación, vio cómo su madre se encontraba parada en el pasillo viendo a través de los ventanales el proceso de sanación.
No pudiendo mirarla a los ojos inclinó la mirada y siguió resistiendo hasta que volvió a levantar la vista, se encontró sorpresivamente a su padre junto a su madre y melliza, sus sentimientos se inquietaron y no creyendo lo que veía afianzó sus ojos, pero tal movimiento hizo queShizune,lo reprendiera.
— Es una herida grave,Itachimantente quieto.
No pudo asentir y solo se limitó a hacer lo que pedía la mayor, en eso, solo dejo salir un suspiro mientras susurraba.
— V–volvió con bien a nosotros...
Cerró lentamente los ojos para meditar y concentrarse en un recuerdo más feliz para soportar el dolor.
. . .
Sasuketeniendo una expresión plana, aprovecho para ser cuidadoso en analizar a ambos mellizos y caer en cuenta, que los menores compartían rasgos tanto suyos como deHinata,era una combinación de ambos.
Tez blanca, cabellos azabaches con reflejos azules, ojos grandes en negro ónix y cenizo oscuro, sus vestiduras eran presentables el varón lo usaba en azul con blanco, tenía el mismo peinado y la niña en blanco con lila, su cabello estaba recogido en una coleta de lado, pero ambos llevaban en la frentesu protector deKonoha.
«¿Qué tipo de línea sucesora tendrán?»
Se preguntaba mientras lo observaba con detenimiento.
. . .
Pasó cerca de una hora, cuandoShizunedio por concluido el tratamiento del menor y antes de vendar su brazo, se giró para ir abrir la puerta, diciendo.
— Ya pueden pasar.
A lo que hicieron en silencio. La frente húmeda deItachipreocupó mucho a su madre, que se aproximó hasta él solo para tocar su cabeza, diciendo.
— ¿Cómo te hiciste esta herida?
Acongojado aparto la mirada y recordando que no debía ser descuidado con sus palabras, ignoro la petición de su madre para contestar con otra pregunta.
— ¿P–puedo hablar con papá a solas?
PerplejosHinatayHanaebuscaron respuesta en su mirada, pero ante aquel silencio,Sasukeobservando con curiosidad sus ojos, respondió.
— Claro.
Giró su atención aHinatay con un gesto en su mirada, le hizo entender que "estaba bien" lo cual, le permitió soltar un suspiro cansado, sin embargó, Shizunedebiendo vendar su brazo, intercedió hablando así.
— Tendrá que ser después, solo falta vendar su brazo.
Después de esas palabras,Shizunele hecho un poco despraycon antibiótico para ponerle las pequeñas grampas para sostener la herida, viendo estoSasukehabló.
— No sería mejor que lo cerrarán conninjutsu médico y que mejor que el deSakura.
Shizunegirando su mirada hacia él, contestó.
— Es cierto que le quedará una cicatriz, pero se tomó esta decisión porque el corte fue tan profundo.
Regresando su atención al menor sacó una gaza y siendo cuidadosa, comenzó a vendarlo.
— para que no pierde la autonomía de su movilidad debe hacerse de forma natural.
No convenciendo sus palabras alUchiha,su ceño se frunció, pero tuvo que evitar protestar porque la mirada deHinatase sumergía cada momento en la preocupación.
Shizunetermino de vendar y con estas palabras se despidió.
—Hinataimpide que haga cualquier esfuerzo y si sientes algún malestar, no duden en volver.
Asintió laHyugay el menor le imitó, luego de eso se marchó, pero antes queHinatainstigará a salir a su hija, beso la frente deItachipara luego oírla decir.
— Los esperamos en la salida.
Hanaecontemplo a su hermano y padre en silencio mientras se iba con su madre.
Tampoco era como sí pudiera protestar, ella ignoraba totalmente lo que había pasado, solo entendía que era algo serio.
. . .
Encontrándose solos,Sasukenotó que el menor no sabía por dónde empezar, así que, dijo.
— Bien, ¿Qué está pasando?
Levantando su vistaItachi,respondió de manera directa y franca.
— Me cruce conDaisuke.
Sus palabras no despertaron ningún tipo de emoción en su padre, y eso lo notó muy bien, aun así, siguió a decir.
— Papá, ¿Qué sucedió? ¿Por qué no nos dijiste que teníamos otro hermano?
Sasukeno sabía realmente cómo contestar a eso, pero recordando la conversación conNaruto,preguntó con seriedad.
—Itachi,¿Cuánto sabe tu hermana de esto?
Movió su cabeza en negativa mientras respondía.
— N–no está enterada de nada, él se marchó después de hacerme esta herida.
ElUchihase mostró sorprendido como pensativo qué terminó preguntando.
— ¿Te comento algo?
Inclinando la miradaItachisoltó un suspiro antes de responder.
— Sí, me dijo que tú no volverías, pensé lo peor y nos enfrentamos, pero perdí.
Cerro su puño con frustración ySasukese vio a sí mismo en él, pero negando con la mirada, habló con seriedad.
— No sé lo suficiente,Itachi,pero por el bien de tu madre debemos mantener esto en secreto.
Escuchar esas palabras solo le confirmaron que lo que le oyó era verdad de manera, que tanteo al decir.
— ¿no podemos hacer algo por él?
Incluso si le había causado tal herida, era demasiado nobleItachipara odiar, ante eso,Sasukelo detuvo de cualquier pensamiento, al hablar fríamente.
— No lo harás, te estoy dando una orden.
Muy perplejo agachó la mirada y tuvo que respirar hondo para relajarse y mover la cabeza en afirmación, pero entonces, su padre, dijo.
— Si quieres mantener viva a tu madre, obedecerás al mantener este asunto cerrado.
Itachiasustado abrió los ojos, y como tenía aquella amabilidad de su madre, no pudo evitar sentirse triste.
— E–está bien, papá. No hablaré de esto nadie.
Después de unos momentos en silencio,Sasukese acercó a él, diciendo lo siguiente.
— Vamos con tu madre y hermana.
El menor no dudo en asentir y con ayuda de su padre bajo para evitar que hiciera esfuerzo innecesario, pero cuando iba a tomar su chaqueta, su padre lo detuvo para llevársela de ese modo, ambos salieron al encuentro deHinatayHanae.
. . .
En la sala de Espera
Hinatano habiendo estado convencida de dejarlos solos, se quedó esperando parada en la recepción, qué cómo se encontraba distraída con mantener su vista por el camino que iban a venir, tardo en percatarse queSakurase acercó a saludar.
—OhayōHinata,Hanae.
Agitó su mano la mujer pelo rosa en modo de despertarla de sus pensamientos, sin embargo, la menor hizo una corta reverencia en respeto hacia la esposa delSéptimo Hokage.
Su madre reaccionó poco después para decir.
— HolaSakura–san...disculpa estaba distraída.
Acomodo uno de sus mechones detrás de la oreja para poner su atención en ella que comenzó a decir.
—Hinata¿Qué te trae por aquí?
Los ojos deSakuralucían pensativos al ver que se veía bastante agobiada, pero tan pronto como cruzaron miradasHinatarespondió.
— Bueno, todo ya está mejor ahora.
Hizo una suave sonrisa que provocó queSakuramirará con sorpresa, pero pronto fue respondida su curiosidad cuando vio aSasukejunto aItachivenir hacia donde estaban.
— ¿Sasukellegó hoy?
La sorpresa en su mirada, hizo queHinatamirará sobre su hombro para ver a su esposo y con ojos alegres, respondió.
— Si, está mañana.
Al cruzar su mirada conSakurase mostró un poco sorprendido de ver que era como su esposa, con la única diferencia que su cabello lo tenía suficientemente largo para cubrir su espalda.
No pudiendo retener el contacto visual conSasuke,puso su atención en el hijo de ellos, preguntando.
— ¿Qué le ocurrió aItachi–kun?
Hinatadándose cuenta de que su esposo intentaba disimular que miró aSakuracon extrañeza, respondió con voz plana.
— Creó que solo un accidente, pero esta mejor.
La sorpresa no se hizo esperar en el rostro deSakuraque se giró para ver qué tipo de mirada tenía su amiga,Hinatahabiendo aprendido del mejor mantuvo la dulzura en su rostro, peroHanaeque era perceptible notó el cambio de humor de su madre, pero no quiso decir nada.
Sasukellegó y se colocó junto aHinata,diciendo.
—Sakura.
Poniendo su voz casual, llevó su mano acomodar uno de los mechones rosas detrás de su oreja, diciendo.
— Es bueno que estés de regresóSasuke.
Volvieron a cruzar miradas, pero esta vez se topó con una expresión indiferente de modo, que fijo sus ojos enItachipara preguntarle lo siguiente.
— ¿Te encuentras mejor,Itachi–kun?
El menor rápidamente asintió y con voz cortes, dijo.
— Lo estoy, gracias por preguntar señoraUzumaki.
Ante su actitud cordial, sonrió y llevando su mano a la mejilla, contestó.
— Me alegra escucharlo.
Luego viajo su atención aHinatay aSasukepara decir.
— fue bueno verlos, espero que puedan asistir a la celebración del 10 de octubre.
Confundidos se miraron la pareja, pero los menores recordando que quería decir se limitaron a observar cómo laUzumakise daba media vuelta para comenzar a irse, diciendo.
— Hasta luegoSasuhina...
Hinatasoltó un suspiro ySasukese quedó desconcertado, pero pronto dejó de importar, porque la oyó decir.
— Volvamos a casa, ¿sí?
Él afirmó con la cabeza yHanaeque se había mantenido ajena, se aproximó ayudar a su mellizo, aunque, no tenía problemas para caminar, pero debía ser cuidadoso con su brazo.
De esa manera, comenzaron a andar por las calles y poder regresar al distritoUchiha.
Tardaron mucho porqué cómo debían ser cuidadosos con su situación deItachise tomó más tiempo, pero al llegar, todos se comprometieron en ayudarse.
Hinatase fue a terminar de preparar el almuerzo.SasukeyHanaedespués de cambiar los calzados por pantuflas aItachisubieron a la planta alta para cambiar su ropa, pero esta vez soloSasukelo ayudó yHanaese retiró a su propio cuarto para hacer lo mismo.
. . .
Como era la primera vez que veía su habitación intento ocultar lo nuevo que era para él, se giró abriendo el armario y sacó la ropa más adecuada para su estado, que contaba con una camisa de mangas cortas y un pantalón largo.
Itachiquiso hacer esfuerzo para quitarse la ropa que vestía, peroSasukesabiendo que comprometería su herida, lo detuvo, diciendo.
— No te mueves, yo lo haré.
Incluso con una mano era hábil, pero se le hizo fácil mejor tener que cortar su polera para que fuera más fácil retirársela y cómo pensó, terminó haciéndolo,Itachisolo se quedó quieto viendo como su padre lo atendía.
Lo demás, lo terminó haciendo solo como ponerse otra ropa interior y los pantalones, de modo, queSasukebajo a la planta baja para ver en que podía ayudar a laHyuga.
. . .
En la cocina
Hinataretomó lo que había planeado para el almuerzo mientras lo hacía, recordó aSasukecomo había mirado aSakuray sintiéndose algo desalentada por un extraño presentimiento, mientras picaba las patatas se causó un ligero daño en la palma.
Sasukeque iba entrando, vio que su mano sangraba y sin dudarlo fue hasta su lado para revisar lo que había pasado mientras le regañaba con voz apacible.
— Ten más cuidado.
Hinatase sorprendió al verlo intentar ayudarla, él solo la soltó momentáneamente para dejar correr el agua de la pila y poder limpiar la sangre para ver cuanta profundidad tenía su descuides.
Fue cuidadoso con palpar el daño y viendo que era superficial, preguntó.
— ¿Tenemos botiquín en casa?
Anonadada asintió con la cabeza y con su mano libre, le indico la caja blanca con una cruz roja que había en la estantería de vajilla, que él no dudo en ir a revisar luego de apagar el agua.
Sacó un par de banditas y un frasco exactamente igual a la pomada que había usado el día de ayer. Le indico con la mirada que tomará asiento en la silla, lo cual,Hinataapenada hizo caso.
Luego se acercó hasta ella y recogió en sus dedos un poco de ungüento mientras decía.
— Enséñame...
Tímidamente le mostró su palma y él todo cuidadoso, empezó a colocarlo de manera homogénea y para cubrir la herida, puso por encima las banditas.
Hinatacomo estuvo atenta hasta el final, solo hablo para susurrar lo siguiente.
—Arigatō anata...
Él alzó la vista y al conectar su mirada con ella, preguntó.
— ¿Qué necesitas?
No captando en primera instancia sus palabras, miró confundida, pero cuando él desvío su mirada a lo que estaba preparando, ella suavizo sus gestos y sonrió.
— Eh, S–sólo falta menear un poco más la salsa e integrar algunos espárragos que piqué y salteé...
Al oír eso, fue a jabonar y enjuagar su mano para encargarse de terminar lo que ella había comenzado. Se tuvo que tomar un momento para observar todo lo que estaba en la estufa, pero como era muy perspicaz, se dio cuenta que cucharón era para cual,Hinataviendo su disponibilidad de su esposo, se paró a su lado para decir.
— Espera que quede dorada la cebolla, para poner los espárragos, ¿sí?
Él se limitó afirmar con la cabeza y entonces, ella le dio a su mano la pequeña cuchara de palo, para decir.
— Debes menearlo para que no sé apegue al sartén.
Y al comenzar a mover en círculos,Hinatamovió negativamente la cabeza y con su mano sana, sostuvo por encima la suya para corregirlo, diciendo.
— Tienes que hacerlo como la forma delyin y el yang...
Como su mano dejo la rigidez por su tacto, ella acompaño a su mano hacer aquella forma de manera suave y lenta, hasta que él lo consiguiera por sí mismo, aprendió el ritmo y cuando empezó a soltar su mano ambos se detuvieron al conectar sus miradas.
«Negro y blanco, hechas para ser distintas, pero partes de un tod–o...»
Los dos parecían haberlo pensado, pero aquel momento fue interrumpido, cuando su hijoItachi,apareció en el umbral de la puerta haciendo el siguiente comentario.
— Es algo normal seguir actuando ¿cómo una pareja qué están descubriendo su amor?
Sasukeno supo que decir yHinatacasi estuvo de ese modo, pero con dulzura respondió.
— Nos entenderás cuando crezcas.
Su suave sonrisa nerviosa, le hizo desconfiar hasta que vio en su palma las banditas que cubrían una posible herida.
Antes de queHinatadijera que era un rasguño provocado por un accidente,Itachihabló con seriedad.
— eviten ponerse cariñosos y más en la cocina para no tener esos accidentes...
Su madre muy sorprendida se sonrojo y rápidamente negó con la mirada e intento decir.
— No–o es eso, pelaba–a...
Pero esas palabras sonaron como una típica escusa de adultos de manera, que se dio media vuelta para mover su mano sana en ademán, diciendo.
— Sé que son sus asuntos, pero yo no me imagino haciéndolo
Y con esas palabras se fue hacía la sala,Sasukeestaba bastante abochornado que se quedó meneando la salsa mientrasHinatadejaba salir un suspiró cansado.
— ains...
Se tranquilizaron, yHinatase giró a ver como lo que hacía, peroSasukeevitó mirarla directamente a la cara y dejó que ella le pasará lo que faltaba agregar a la salsa como la carne de res picada y los espárragos salteados.
En silencio siguió moviendo hasta queHinatasoltó las siguientes palabras.
— ahora solo déjalo que termine de cocer a fuego lento.
Él asintió e hizo lo que dijo además de poner una tapa de cristal, cuando su consciencia parecía molestarlo mientras se mantenía mirando a la nada,Hinatatocó su hombro con suavidad, diciendo.
— Iré a intentar cambiarme por algo más presentable.
ElUchihatomando distancia, la miró de reojo y pensó que había sido muy considerada con él todo este tiempo pues seguía estando con su ropa del día de ayer de modo, que respondió con normalidad.
— De acuerdo.
Como sus palabras eran bastante planas, para ablandar su corazón ella se paró de puntillas para besar su mejilla, él absorto lo reflejo en su mirada, pero en calma y con una mirada triunfante pasó de su lado para ir hacía la recámara.
«Si esto sigue ocurriendo, no podré cumplir mi objetivo»
Se dijo en su mente mientras tocaba su mejilla donde había recibido su beso. Extrañado e incómodo, tuvo que reemplazar este recuerdo con el de su familiaSakuraySarada,pero pronto la curiosidad se hizo presente y para tener en cuenta como era todo, caminó observando hasta el más mínimo detalle.
Viendo lo espaciosa que era, no le quedó en duda lo siguiente.
«Casarse con una princesaHyuga,parece algo lucrativo y muy conveniente.»
Vio panorámicamente las paredes y se acercó al calendario al notar qué la fecha que conocía, no coincidía con la que tenía este mundo.
«Es un año antes»
Cuando levantó las hojas del almanaque para estar seguro, se encontró con un par de fotografías familiares, en una ambos sostenían a los mellizos cuando eran bebés y en la otra solo estaban ellos como pareja, sin embargó, el traje táctico que vestía era aquel que uso antes de irse de la aldea para expiar sus pecados.
«Teníamos 17 años»
Dio un par de pasos atrás y cambió su mirada de sorpresa, al escuchar aHinatabajar conHanaeque tenían una conversación amena dónde decían.
— ¿Puedo traer los tomates de la huerta?
Su madre con un movimiento en negativo, respondió.
— Deja que la naturaleza se encargue de hacerlos madurar.
Palmeo suavemente su espalda yHanaesoltó un suspiro de resignación, cuando la menor levantó la mirada a su padre sonrió, diciendo.
— ¡Me alegra que volvieras a casa papá!
Se acercó hasta él ySasukepensando en la menor cómo si fueraSaradaacarició su cabeza con cariño, contestando.
—Hanae,solo estuve afuera por 3 meses...
Aunque sus ojos de la menor divagaron por un momento por lo que oía, vio cómo con reproche contestó.
— Papá, te fuiste sin avisar a tus hijos, además...
Hizo un gesto con sus manos para que él se inclinará, lo cual hizo caso, entoncesHanaesusurró cerca de su oído.
— Mamá se amartelo tanto que enfermo porque no te comunicaste.
No mostró ninguna emoción en sus gestos, peroHinataalgo apenada por lo que seguro le comentaba, interrumpió diciendo lo siguiente.
— Ya está la comida, llama a tu hermano.
Como si habría hecho una travesura se apartó y evito mirar el rostro de su madre mientras daba media vuelta, dijo.
— Está bien, mamá.
Sasukelevantó su vista aHinata,pero ella se giró hacia la estufa para apagar las hornillas y poder decir.
— Toma asiento. Espero que te guste la comida.
La oyó algo nerviosa, pero la dejo ser porque hasta él tenía un límite en fingir interés.
Solo se sentó en la mesa donde espero a los menores y la mismaHinata.
Ella se veía muy concentrada en emplatar la comida y él solo se limitó a observarla en silencio.
. . .
Hanaeal encontrar a su hermano sentado en el sillón viendo el álbum familiar mientras la TV se encontraba apagada, dijo.
— Papá, ya nos está esperando en la mesa,Itachinīsan.
Itachimiró de reojo y soltando un suspiró, dejó el álbum a un lado del sofá y contestó sin mucho ánimo.
— Vamos entonces...
Hanaese dio media vuelta y fue seguida porItachi.
. . .
En la mesa sus padres ya los esperaban ocupando su lugar con todo servido. Los menores tomaron asiento después de mostrar sus respetos por la tardanza y solo comenzaron a comer cuando su padre, dijo lo siguiente.
—Tabe hajimemashou
Sin necesidad de hacer conversación, cada miembro disfruto la comida deHinata,y en especialSasukeque hace mucho no despertaba tal familiaridad en la comida.
«Sabe delicioso...»
Afirmó llevándose otro bocado a la boca con gran deleite que cuando terminó,Sasukeno dudo en agradecérselo con una mirada amable.
—oishītabemono
Hinatasolo hizo un gesto de afirmación mientras aparecía en sus mejillas un leve rubor, contestó.
— me alegra que te gustará.
Hanaepor la armonía que había, siendo similar aSasukeantes de los sucesos de su clan, para apoyar a su madre, dijo.
— La comida de mamá siempre será la mejor de todas.
Y antes que fluyera una conversación de culinaria, se escuchó tocar el timbre de la puerta principal.
— ¿Quién será?
Se preguntóHinata,pero antes que fuera ir a ver de quién se trataba,Hanaese levantó y fue abrir, cuando se encontró con una mujer similar y diferente a su madre, dijo.
— TíaHanabi,buenas...
Sus palabras se terminaron tropezando cuando vio al hombre mayor a su lado dedicándole una gentil sonrisa, que provocó que continuará a decir.
— Abuelito...
Hizo una corta reverencia y su madre al escuchar lo que dijoHanae, dejó la mesa para aproximarse a ellos que empezaban a comentar lo siguiente.
— Mi adorable nieta, ¿cómo se encuentra mi nietoItachi?
Hanabiponiendo sus manos sobre los hombros deHanae, dijo seriamente.
— ¿Sabes quién lo lastimó?
Hinataal ver a su hermana y su padre con expresiones preocupadas esperando una respuesta deHanae, intercedió respondiendo.
— Ya está todo bien,Itachise encuentra fuera de peligro ySasukevolvió.
Camino hasta ellos para levantar su mano y señalar la sala de estar, lo cual, su papá yHanabifueron sin protestar, pero muy pensativos con lo que acababan de oír.
NotandoHanaeque su mamá le hacía una seña para que llamará a su hermano y padre, camino a la cocina.
ItachiySasukese miraron por unos momentos antes de levantarse de la mesa y salir a recibirlos, peroHanaeque iba pasando, dijo
— Traeré algunas bebidas.
En silencioSasukeyItachillegaron, al verloHiashiyHanabi,hicieron el siguiente comentario.
— Te vez muy sombrío,Sasuke.
Él la ignoró olímpicamente y solo se dirigió a su "suegro" llamándolo por su nombre.
—Hiashi.
A los presentes no le sorprendió la actitud porque solía ser lo usual.Hinatapara armonizar la situación, dijo.
— Ya vez papá, nuestro hijo está bien.
Hanabivolviendo su vista a su adorable sobrino se levantó para abrazarlo, pero igual que su padre pasó de ella, diciendo.
— TíaHanabiaun siento un poco de molestia.
Lo cual, algo resignada acarició su cabeza, contestando.
— Nos preocupamos mucho cuando oí la noticia que estabas en el hospital, dime ¿Quién te hizo esto?
Quiso manifestar suByakuganpara saber en qué estado estaba, pero recordando que había sellos específicos que anulaban cualquier tipo de visión, no lo hizo.
Su sobrinoItachihaciendo una mirada apacible, respondió.
— No fue nada serio, lamento preocuparlos abueloHiashiy tíaHanabi.
Hizo una cordial reverencia y sintiéndose algo cansado, se expresó de la siguiente manera.
— Perdóneme, pero quisiera ir a descansar si no hay problema.
HiashiySasukevieron con buena aprobación su cortesía, que empezó a decir con voz gentil su abuelo, lo siguiente.
— Espero que te mejores pronto, mi querido nieto.
El menor lo acepto con una corta reverencia y mirando hacia su padre, pidió lo siguiente.
— Me acompañas papá–a
Hanaellegó con una suave sonrisa que pronto se borró cuando vio aItachipretender irse.
Sasukesolo lo siguió después de afirmar con la cabeza, pero detuvo sus pasos al escuchar aHinata, decir.
— Este álbum de fotos ¿Quién lo sacó de su lugar?
El menor se dio vuelta para responder con algo de pena.
— Fui yo, lo guardaré enseguida.
Tan pronto como iba para tomarlo,Sasuketoco su hombro, para decir.
— Yo lo llevó.
Hinatase lo dio a su mano para luego acompañar aItachi.
Hanaecon los vasos servidos de jugo de mandarinas ofreció a su abuelo, tía y madre que no dudaron en servirse para empezar una plática trivial.
. . .
Estando en la habitación del menor, espero cual su motivo para pedirle que lo acompañará, pero el algo tímido viajo su mirada a su brazo donde la venda empezaba a empaparse con su sangre.
Sasukese llevó gran sorpresa que no evitó hacerla notar en su rostro mientras preguntaba.
— ¿Cuanta sangre has perdido?
Las piernas deItachicomenzaron a flaquear y alzando su vista hacia su padre, respondió.
— P–papá, solo un poco...
Al tomarlo de su hombro, soltó el álbum para ayudarlo en llegar a la cama, al sentarse, descubrió sus vendas para empezar a manifestar suninjutsumédico y comenzar a parar el derrame, como no era tan serio, lo alivió y solo se detuvo cuando la sangre dejó de fluir.
Sintiendo una mezcla de enfado y preocupación, le reprocho su imprudencia diciendo esto.
— La prioridad de unShinobiantes que nada es su integridad física,Itachi.
No lucia sorprendido al contrario estaba feliz de volver a escucharlo de manera que lo miro con tal admiración queSasukelo notó, pero sintiendo que esa reacción no le pertenecía, lo ignoró y preguntó lo siguiente.
— ¿Lo entendiste, hijo?
Conectando con su mirada rígida,Itachiasintió con la cabeza mientras respondía.
— S–sí papá, tendré más cuidado.
No viendo mentira en sus ojos se levantó para ir a recoger el álbum, pero al ver que su mano estaba manchada en sangre, tuvo que entrar al cuarto de baño personal de la habitación para lavarse la mano en el lavado.
Volvió a salir y recogió el álbum,Itachiteniendo en cuenta que debía vendarlo, sacó de la gaveta del escritorio un nuevo rollo,Sasukeal ver un frasco similar a la pomada, lo detuvo diciendo.
— Espera, la sangre debió barrer con el medicamento.
Puso el álbum en la cama y viendo que había algodón, no dudo en sacar, lo suficiente para limpiarlo antes de colocar el ungüento. Cuidando de tocar la herida comenzó a limpiar a su alrededor, solo cuando acabó, arrastro en sus dedos el ungüento para aplicarlo.
Rápidamente sintió el analgésico, que ante los gestos de alivió,Sasukecomentó sobre lo efectivo.
— Este es buen remedio que laAldea de laHojadebería tener en sus reglamentos básicos.
Muy de acuerdo con sus palabras,Itachisuspiró luego de que le coloco el broche para que se sostenga el vendado, agregó estas palabras a su comentario.
— G–gracias papá, pero mamá dice que necesita al menos cinco lunas para tenerlo preparado...
Al oír eso, se mostró algo pensativo, pues creía queSakuraera la que los hacía, pero eso poco importo al notar él cansancio en los ojos cenizos del menor, de modo, que dijo.
— Te vez agotado, duerme un poco ¿de acuerdo?
Notando la preocupación en tono de voz de su padre, hizo caso acostándose en la cama, el tocó su frente y no percibiendo ningún cambio brusco de temperatura, dijo.
— Vendré a verte después de despedir a tu abuelo y tía.
Itachibostezo y con una sonrisa similar a la suya, respondió.
— Está bien, papá.
Cerró lentamente sus ojos para ceder al sueño mientras murmuraba lo siguiente con alivió.
— q–que bueno que volviste...
Sasukeno podía ser indiferente al escuchar esas palabras, pero con todas fuerzas lo fue y salió llevando con el álbum a la habitación principal, como no sabía dónde ponerlo lo puso en velador de la cama para revisarlo, después.
Y como se había tardado demasiado en la planta alta, decidió bajar y actuar como siHinatafuera suSakura,llegó a la sala y noto que todos se veían más tranquilos, peroHinatateniendo curiosidad, preguntó.
— ¿Todo está bien conItachi?
Él no dudó en afirmar con la cabeza mientras se acercaba a tomar lugar junto a ella, diciendo.
— Sé quedo dormido, luego de conversar por unos momentos.
Hiashique se sentía preocupado y como había visto la reticencia de hablar de su nieto, preguntó directamente.
— Te dijo ¿Quién se lo hizo?
Siendo cauteloso ante esa mirada fría,Sasukesin mostrar ninguna emoción, respondió.
— También se negó a decírmelo, pero cuando sepa quién lo hizo, le causare un mayor dolor.
Y cruzando la mirada gélida conHiashiagregó.
— Hasta que me ruegue por su muerte.
TantoHanabicomoHiashiestaban satisfechos con esa respuesta porque sabían lo celoso queSasukeera con su linaje, peroHinataestaba tan asombrada que la idea de que haya regresado ser el mismo paso por su mente, no obstante, paraSasukeno pareciendo su respuesta exagerada sino atine a la situación, vio aHanaeofrecerle una de las bebidas mientras sus labios dibujaban una sonrisa de tranquilidad, esa forma suya le recordó aquella actitud de adolescente, dónde había malicia en sus gestos amigables de modo, que le hizo pensar que quizáHanaeera más similar a él queItachi.
Viendo que ya no había nada más que decir,Hiashiinstigó a su hijaHanabia volver al distrito, con estas palabras.
— ComoItachiestá mejor, nosotros nos retiramos.
Hizo un gesto hacia su hija menor y ella soltando un suspiró.
— Umm... sí, nos vamos.
Se levantó de su lugar y fue abrazar aHanaecon tanto cariño, diciendo.
— Visita a tu tía y abuelo más seguido ¿sí?
La menor al separarse, respondió un poco tímida.
— Está bien, tíaHanabi.
Se dejó abrazar una vez más y recibiendo el cariño en la cabeza de su abuelo mientras le decía con ternura.
— Mi hermosa nietaHanaeme alegra que no te ocurriera nada...
La menor se acercó abrazarlo y con su suave voz, la escucho decir.
— Abuelito prometo hacerme más fuerte para no preocuparte a ti ni a nadie.
Separándose del afectuoso abrazo comentó.
— Sé que sí, mi nieta querida...
Hiashivolviendo a su mirada neutra satisfecha, miró haciaSasukepara decir.
— Pensé querido hijo que ya dejarías de llamarme de mi nombre formalmente.
Sasukemiro algo confundido yHiashipalmeando su hombro con gentileza, prosiguió a decir.
— Eres tan parte de mi familia como mis dos hijas y mis amados nietos,hijo.
ElUchihano supo cómo reaccionar que torpemente contestó.
— DisculpeHias– Suegro...en que estos tres meses me desacostumbre.
Parecía sincero, peroHiashicon voz calmada, dijo.
— No te preocupes, solo espero que se queden unos días en el distritoHyuga...
Sasukepensativo iba a declinar la idea, peroHinatateniendo un modo más suave de decir las cosas, respondió.
— Lo pensaremos papá, pero tal vez enviemos a tus nietos antes de que vuelvan a empezar las prácticas.
Fue entonces, queHiashiyHanabise despidieron en más en calma.
Hanaepensativa por lo que había oído, preguntó a su mamá.
— ¿Iremos con abuelito,Itachinīsany yo?
Su madre acariciando su cabeza mientras, respondía apaciblemente.
— Bueno, sí ¿te molesta ir?
Su hija negó rápidamente con la cabeza y con expresión pensativa.
— No,es solo que quería disfrutar que papá regresó.
Hinatale dedico una mirada en calma ySasuketoco su hombro, diciendo.
— Ha sido un día muy complicado, será luego.
Miro haciaHinatay volvió a mirar a la menor, para proseguir a decir.
— Vayamos todos a descansar.
Con esas palabrasHanaesubió yHinataviendo que él iba a la cocina, lo acompaño, pero al ver que tomaba una bandeja donde ponía manzana verde y roja, dos duraznos y un vaso con jugó, preguntó con duda.
— ¿Le paso algo a nuestro hijo?
Viendo que la bandeja ya se encontraba llena, contestó.
— Necesita recuperar energía, lo dejaré en su escritorio para que cuando despierte no haga esfuerzo en bajar.
Comprendiendo eso,Hinataasintió y creyendo que va necesitar agua, lleva con ella una jarra con agua y un vaso para que se sirva.
. . .
Al entrar a su habitación, lo ven dormir apaciblemente que, para no interrumpir su buen sueño, dejan la bandeja como la jarra, sobre el escritorio.
Hinataantes de retirarse en compañía de su esposo, acaricia su frente y verifica que está bien, cómo ambos se encontraban agotados van a la habitación.
Hinatacon la idea de tomar un baño reparador ySasukede estudiar a detalle el álbum de fotografías, peroKamitenía otros planes de modo, que nada resulta como se espera.
...
..
.
Continuará...
• Espero que les haya gustado tanto como me encantó a mí _
«Recuerden que cada capítulo sale primeramente en Wattpad antes que Fanfiction.»
