Disclaimer: One Piece y ninguno de sus personajes me pertenecen, todos son propiedad de Eiichiro Oda, yo solo tomo prestado los personajes de este gran mangaka para dar rienda suelta a cada idea loca que se pasa por mi cabeza. Esta historia es sin fines lucrativos.

Advertencia: Muerte de un personaje

Nombre: Historias de cantina

Autora: Nami Scarlet

Clasificación: K+

Historias de cantina

Parte 14: El sabor de tu partida

Todos en aquella sala se encontraban en calma, algunas personas lloraban, otras guardaban silencio en señal de respeto y unas pocas charlaban sobre lo buen chico que era, lo joven que estaba y lo injusta que era la vida. Todo eso resultaba asfixiante para él, se sentía mareado y con ganas de vomitar, se aflojo un poco la corbata y camino directo al féretro abierto, solo para observar con angustia el rostro de su hermano, pálido y blanco, lo habían maquillado, tratando que se parecería un poco a como fue en vida, pero para él era otra persona totalmente diferente, noto aquella enorme herida en su pecho, la que le había matado, la habían cosido y ocultado muy bien con la elegante ropa que le habían colocado, pero podía notarla con mucha facilidad.

Sus manos comenzaron a temblar y sudar, la habitación dio vueltas y sus ojos, rojos e inflamados por el llanto, le picaron de nuevo. Con lentitud salió de la sala y corrió lejos, deteniéndose solo cuando se sintió lo suficientemente alejado de aquel funeral.

Aquello había sido su culpa, si no hubiera sido tan imprudente Luffy no estaría hospitalizado y Ace estaría vivo, pero no, había tenido que ser terco y hablarle a Ace por teléfono para exigirle que le explicará porque había hecho esos planes para marcharse sin avisarle, no había podido esperar y le había marcado sabiendo que iba conduciendo.

Al principio se molestó cuando la llamada se cortó y Ace ya no volvió a responderle por más intentos que hizo, luego, cuando dos horas después le marcaron de un número desconocido y le pidieron fuera a identificar un cuerpo todo se derrumbó, lo reconoció al instante, a pesar del horrible tuvo que atravesaba todo su pecho y su cara raspada y magullada lo reconoció de inmediato.

Ace había muerto dejándole un sabor demasiado amargo, sobre todo porque él sabía que, si tan solo hubiera esperado unas cuantas horas, habrían podido hablar sin peligro, pero eso no había pasado y cargaría con esa culpa por siempre, viviría en luto el resto de su vida.

Nami Scarlet


¿Les ha gustado?

Si es así espero poder leer sus Review o MP, ¿dudas, quejas, sugerencias, criticas? todas son bienvenidas, siempre y cuando no falten al respeto ni contengan groserías.