¡Hola mis amig s!
Espero que se encuentren bien. Y que hayan tenido un buen 18, si son de Chile…jeje
Antes de empezar quiero agradecer a las personas que siguen esta historia. Muchas gracias por sus comentarios 3
Ahora este capítulo no es tan depresivo como otros jaja Siento que es un poco más gracioso. Digo, faltaba un poco de alegría en este fic tan sufrido xd Ok, no creo que sea tan sufrido, pero juro que el momento sad ya pasó con Cell jeje
Este capítulo estará un poco más enfocado en Freezer. Y como nunca, algo bueno le pasara a Cell (Y bueno para nosotros xd)
Sin mas que decir, solo que no olviden seguir a mi amiga/beta Michu Paniagua animation en facebook y Michu_paniagua_z en instagram. Disfruten el capitulo
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~ Mi primera vida ~
Capítulo 30:
Durante todo ese tiempo, Cell había intentado volver a ser como antes, apartando los sentimientos que alguna vez lo habían inquietado. Y por lo que alcanzaba a percibir en sí mismo, estaba logrando su objetivo. Se mantenía en el ejército de Cooler, pero, a diferencia de su experiencia anterior, su actitud era notablemente más fría y distante. Sus compañeros apenas lograban arrancarle una palabra, mientras que su presencia imponía un silencio que lo rodeaba como un escudo.
Desde la perspectiva del ejército, Cell era una figura imponente, fuerte y en control. Sin embargo, desde el punto de vista de Cooler, algo estaba claramente fuera de lugar. Mientras volaban juntos sobre el paisaje desolado, con el ejército siguiéndolos a cierta distancia, Cooler no podía dejar de observar al androide. Parecía estar mejor emocionalmente, eso era evidente, y en cierto modo, aquello lo aliviaba. Pero había algo en su mirada, en su postura, que revelaba una inquietud latente, como si su mente estuviera a kilómetros de distancia.
A pesar de que Cell le había asegurado que no deseaba hablar con su hermano, Cooler sospechaba que había más detrás de esa decisión. Intuía que la última conversación entre Cell y Freezer no había terminado en buenos términos, y esa tensión no resuelta pesaba sobre el androide. Lo que antes parecía una simple molestia ahora era un obstáculo emocional.
Después de lo que parecieron horas de vuelo, el paisaje comenzó a cambiar. Frente a ellos se extendía un terreno extraño, rodeado por unos pocos árboles y algunas máquinas oxidadas y medio enterradas. El aire olía a abandono, y el lugar tenía una atmósfera desolada que inquietaba a más de uno de los soldados.
-¿Qué es este lugar?-se preguntó uno de los soldados. Ninguno tuvo respuesta ante lo que había a su alrededor.
-Parece un parque de diversiones… destrozado.-comentó Cell con una voz monótona, apenas conteniendo una mueca de desdén. Le extrañó que ningún soldado supiera cómo se veía un parque de diversiones.
Al avanzar un poco más, se toparon con unas oficinas que, según los carteles desgastados por el tiempo, pertenecían a los ogros, específicamente al "Infierno número 3 de la división 1". Las ventanas estaban oscuras y las puertas, aunque medio abiertas, no mostraban señales de vida en su interior.
-Probablemente escaparon.-murmuró otro de los soldados, mirando el edificio con desconfianza.
Divididos en pequeños grupos, algunos soldados entraron en las oficinas, mientras otros se dispersaban para inspeccionar los alrededores. El lugar, abandonado y cubierto de polvo, no ofrecía ninguna resistencia, pero tampoco revelaba nada útil. Las oficinas estaban desordenadas; papeles amarillentos y rotos se amontonaban sobre los escritorios y se esparcían por el suelo. Estanterías vacías y sillas volcadas completaban el escenario de lo que una vez fue un lugar funcional.
Cell, al igual que los demás, se adentró en una de las oficinas, observando a su alrededor con aparente desinterés. Sin embargo, su mirada fría barría cada rincón, analizando cada detalle. A pesar del caos, todo parecía tan mundano. Solo papeles, escritorios y máquinas obsoletas, signos de que el lugar había sido olvidado hace mucho tiempo.
Mientras algunos soldados se dedicaban a hojear los papeles, con la esperanza de encontrar algo útil, Cell, sin mucho que hacer, también se puso a revisar los documentos dispersos por la oficina. Lo hacía sin interés, apenas prestando atención. Solo era una forma de ocupar el tiempo. Sin embargo, al cabo de unos minutos, levantó la vista al sentir una presencia cercana. Un grupo de personas se aproximaba, liderado por alguien que destacaba más que el resto.
No reaccionó. No le importaba. Simplemente siguió revisando los papeles, manteniendo la misma expresión de indiferencia. Después de todo, él había llegado primero, y no se iría solo porque Freezer había decidido aparecer.
El sonido inconfundible del ejército de Freezer se hizo más claro a medida que se acercaban. Afuera, los soldados comenzaron a intercambiar palabras con los soldados que hacían guardia del edificio, explicando que recién habían llegado y que estaban inspeccionando la zona, incluida la oficina en la que se encontraban.
Después de un breve intercambio de palabras, donde se dio a entender que ese era el sector no asignado entre los ejércitos, finalmente Freezer ingresó a la oficina ignorando su palabra hacia su hermano. Aunque hubieran llegado después, decidió inspeccionar el lugar.
Todos los presentes giraron la cabeza de inmediato. Los soldados dejaron lo que estaban haciendo para inclinarse y saludar al emperador. Entre ellos, Freezer reconoció de inmediato a Cell, quien ni siquiera se molestó en mirarlo, concentrado en seguir revisando los papeles, o al menos, fingiendo hacerlo. Aunque su apariencia era diferente a la última vez que lo había visto, lo identificó sin dificultad. Cell había cambiado, parecía menos insectoide, sin embargo y aunque solo lo veía de espaldas, había algo en su nueva forma que todavía le desagradaba.
El demonio del frío lo observó en silencio, pensativo. La tensión en la habitación era palpable. Ninguno de los soldados se atrevía a moverse, como si el aire mismo estuviera congelado por el encuentro de ambos. La rivalidad no necesitaba palabras, bastaba con la simple coexistencia de los dos seres en la misma habitación para hacer que el ambiente fuera casi insoportable.
Finalmente, Freezer decidió ignorar al androide y, al igual que los demás, comenzó a revisar los alrededores. Según le habían informado, podría haber alguna mención de una salida o algo relevante en los documentos.
Algunos de los soldados de Freezer también entraron, pero igual que los otros, se sentían visiblemente incómodos al estar en la misma habitación que Freezer y Cell. El silencio era sepulcral, roto solo por el sonido áspero de los papeles al ser manipulados.
Estuvieron así por unos minutos, cuando de repente, el sonido de un rastreador interrumpió el incómodo ambiente. Uno de los soldados de Cooler recibió una llamada. Al parecer, había habido un derrumbe en una atracción cercana, y solicitaban ayuda para retirar los escombros y ver qué había debajo.
El anuncio resonó fuerte y claro en la oficina, y por un instante, todos quedaron paralizados viéndose entre ellos. Como si todos hubieran pensado lo mismo, los soldados comenzaron a moverse al unísono, apresurándose hacia la salida.
-¡Debemos ayudar!-exclamó uno de ellos, con una determinación repentinamente exagerada.
-Sí, sí, ¡de inmediato!-añadió otro, casi tropezando en su apuro por salir.
En cuestión de segundos, la oficina quedó vacía. Tanto los soldados del ejército de Cooler, como los de Freezer habían abandonado el lugar. Los soldados, que hasta hacía unos momentos estaban rígidos por la tensión, ahora corrían hacia el derrumbe, con un entusiasmo más que sospechoso. La "urgente necesidad de ayudar" era más una excusa para escapar de la incómoda escena que otra cosa.
Cell y Freezer, que se habían quedado quietos en sus lugares, observaron la escena con perplejidad. Los soldados habían desaparecido en un abrir y cerrar de ojos, como si el simple hecho de estar en la misma habitación que ellos fuera insoportable.
Un breve intercambio de miradas se produjo entre el androide y el emperador. Ambos parecían tan sorprendidos como el otro por lo que acababa de suceder. Sin embargo, Cell fue el primero en romper el contacto visual, desviando la mirada con indiferencia. No iba a dejar que la presencia de Freezer lo incomodara, por lo que volvió a concentrarse en los papeles.
Freezer, por su parte, mantuvo su vista fija en Cell por unos segundos más. Al fin lo había visto de frente en su segunda forma. Ciertamente, no le agradaba del todo, pensó mientras aun lo observaba con curiosidad. Sin embargo, al darse cuenta de lo que hacía, rápidamente desvió la atención hacia los documentos en su mano, como si eso pudiera borrar la incómoda interacción que acababa de tener lugar.
El ambiente seguía en silencio, pesado y denso, solo roto por el leve crujir de los papeles al ser manipulados. Cell, completamente absorto en su lectura, parecía inmune a la incomodidad que envolvía la habitación. Para él, la presencia de Freezer no era más que un pequeño detalle irrelevante. No obstante, con el paso del tiempo, el demonio del frío comenzaba a sentir una creciente incomodidad que no podía ignorar.
Freezer quería decir algo. O al menos, sentía la necesidad de hablarle a Cell. Pero, ¿cómo hacerlo? ¿Cómo dirigirse a alguien que ni siquiera se molestaba en mirarlo? Además, no era como si Freezer fuera a disculparse. No, él no se disculpaba. Pero tal vez, solo tal vez, podría decir algo que aliviara la tensión sin que pareciera que cediera a nada.
Se quedó con la mirada perdida por un momento, evaluando la situación. Al pasar los segundos, se decidió a moverse, acercándose lentamente al androide con la excusa de observar los papeles que había en su camino. No había prisa, solo una curiosidad fingida por cualquier cosa que pudiera estar escrita. Paso a paso, se fue acercando hacia Cell, quien no parecía notar su proximidad.
Ambos estaban más cerca, lo suficiente para que Freezer sintiera la presión de la cercanía. Aun así, no perdía la oportunidad de echar una mirada a la información a su paso. No había rastro alguno de una salida en los documentos que revisaban. Nada útil.
Sin embargo, justo cuando Cell terminó de hojear los papeles en su mano, su atención se dirigió a una hoja que destacaba sobre el escritorio a un lado suyo, un informe sobre una extraña fruta. Le llamó la atención, y sin pensarlo, extendió la mano para tomarla. Al mismo tiempo, Freezer hizo lo mismo. Sus dedos se rozaron por un instante al alcanzar el mismo papel.
Cell, completamente concentrado en el documento, ignoró el contacto. Freezer, por otro lado, se quedó observando al androide con cierta inquietud. Había algo extraño en cómo se comportaba, pero decidió que no valía la pena mencionarlo. En lugar de ello, se forzó a prestar atención al contenido del papel, ya que toda la concentración de Cell estaba en este, lo cual le causó curiosidad.
"Fruta del Enmadaiosama"-se leía en el encabezado.- Incrementa el poder de quien la consume. Una sola fruta es suficiente para un aumento significativo, pero se advierte no comer más de una en un periodo de 100 días. El árbol Ensenji.
Freezer entrecerró los ojos, su mente había comenzado a trabajar rápidamente. Si lograba encontrar esa fruta, podría aumentar su poder. Aunque no sería suficiente para superar a Cell de inmediato, pero sería un buen comienzo. Algo que podría inclinar la balanza a su favor, al menos temporalmente.
Por su parte, Cell también analizaba las posibilidades. Esa fruta podría ser lo que necesitaba para alcanzar su última forma, para perfeccionarse y ser más poderoso de lo que jamás había imaginado. La promesa de poder lo tentaba, y no era cuestión de ignorarla.
Ambos intercambiaron miradas, conscientes de que estaban pensando lo mismo. Ninguno de los dos iba a dejar pasar esa oportunidad. Sin perder tiempo, comenzaron la carrera, saliendo rápidamente de la oficina, apresurándose en busca del árbol que habían visto cerca de la entrada del terreno. Un árbol grande y llamativo que, ahora, parecía más significativo que antes.
Al llegar, notaron que solo quedaba una fruta, ligeramente escondida entre las ramas altas. Se detuvieron en seco, mirándola fijamente. Sabían lo que eso significaba. Había una sola fruta y dos personas dispuestas a luchar por ella. La tensión volvió a crecer entre ellos, como una cuerda a punto de romperse.
Los pocos soldados que estaban lo suficientemente cerca para ver lo que ocurría se miraron entre sí, preocupados. Era evidente que se avecinaba un desastre.
-Señor Cooler…-murmuró uno de los soldados con alivio al ver que el hermano de Freezer se acercaba justo a tiempo.
El demonio del frío se detuvo junto a los soldados, observando la escena con calma. Al parecer, alguien había tenido la brillante idea de informarle, algo tarde, que habían dejado a Freezer y a Cell solos en la oficina. Aunque, por ahora, no parecía haber ocurrido nada grave. Simplemente se limitó a observarlos en silencio, hasta que suspiró.
Sabía que la última vez que Freezer y Cell habían intentado hablar no había terminado bien. Había percibido una sensación extraña en el androide últimamente, y también sabía que su hermano aún tenía cosas que resolver. Tal vez debía darles tiempo a solas. La tensión entre ellos era evidente, y no parecía que la situación fuera a mejorar en el corto plazo. Parecía más bien que estaban a punto de pelear. Y ambos, no eran exactamente conocidos por resolver sus problemas con palabras.
Cooler volvió a suspirar. Tal vez era mejor no intervenir a menos que las cosas realmente se salieran de control. Estaba convencido de que Freezer lo arruinaría de alguna manera, como solía hacer. No le gustaba la idea de verlos juntos, y prefería que se mantuviera así. Pero al mismo tiempo, sentía que debía darles su espacio para que resolvieran sus diferencias.
-Vámonos…-ordenó a los soldados que lo acompañaban, haciendo un gesto para que lo siguieran. Lo mejor era ignorarlos.-Ustedes también, vengan al otro lado.-dijo a otros soldados que también se encontraban cerca, pero lo suficientemente lejos como para presenciar el conflicto que se avecinaba.
Antes de marcharse, Cooler lanzó una última mirada a su hermano y al androide. Sabía que debían hablar, pero también sabía que eso era lo último que ocurriría.-"Solo hablar…"-pensó, imaginando lo difícil que podría volverse todo. Esperaba que estuviera tomando la decisión correcta al dejarlos solos.
Ambos se miraban con una mezcla de desafío y desdén, esperando a ver quién haría el primer movimiento. El silencio era pesado y el ambiente tenso. Cell fue el primero en intentar avanzar hacia el árbol donde se encontraba la fruta, sin embargo el demonio del frío reaccionó a tiempo. Con un ágil movimiento, le propinó una patada que lo alejó de su objetivo. Cell bloqueó el golpe con una expresión retadora.
Freezer, sin darle respiro, se lanzó hacia él con furia, sus ataques eran brutales y descontrolados. Cell, sorprendido por la testarudez del demonio del frío, apenas se molestaba en defenderse. Sabía que, por mucho que lo intentara, nunca sería rival para él. Siempre había sido más fuerte. No obstante, algo en la manera en que Freezer se comportaba lo desconcertaba.
-Parece que estás enfadado.-mencionó Cell con un tono burlón mientras esquivaba los ataques.-Es curioso…-empezó a bloquear los golpes con facilidad.- Pensé que estarías más feliz sin mí ¿no es así?
-¡Tu presencia en mi ejército no tiene nada que ver con mi felicidad!-gruñó Freezer, evadiendo los golpes de Cell con dificultad.-¡No me importa! -exclamó, lanzando un puñetazo directo a la cara de Cell, pero el androide lo bloqueó con su antebrazo. El impacto resonó por el brazo de Freezer, quien apretó los dientes para aguantar el dolor.
Cell río sin bajar su guardia. El golpe apenas lo había afectado.-Freezer, nunca te agrade y siempre te molestaste cuando estaba cerca o por el hecho de ser más fuerte.-dijo con una sonrisa maliciosa, provocando al demonio del frío.-Si te importa. Incluso ahora .-Con esa provocación, Cell le propinó una patada directa a la cabeza, enviando a Freezer hacia el suelo. Aun así, este alcanzó a recomponerse en el aire, aterrizando de manera estrepitosa, pero en pie. Alzó la vista con rapidez justo cuando vio al androide junto al árbol, sacando la fruta.
La furia en Freezer estalló. Se lanzó contra Cell, pero el androide lo esquivo sin esfuerzo, como si la rabieta del demonio del frío no fuera más que un juego para él. Solo lo hizo sonreír con superioridad.
-Ahora que estoy en el ejército de Cooler.-comenzó a decir Cell, esquivando otro golpe y manteniendo la fruta lejos de Freezer.- puedo ver claramente lo que te irrita tanto. Te gusta controlar todo y a todos.-Los ojos del androide brillaban con arrogancia.- Tu ejército, incluso aquellos que murieron y están en el infierno. Pero conmigo es diferente… yo soy más fuerte. No me temes, pero tampoco puedes controlarme.-manifestó con confianza.
Sus palabras enfurecieron aún más a Freezer, quien aumentó la intensidad de sus ataques. Los dos guerreros intercambiaron golpes a velocidades vertiginosas, sus siluetas se movian entre las sombras y las luces de las montañas rocosas. Finalmente, Freezer detuvo sus ataques, jadeando levemente.
-Supongo que no acostumbras rodearte de gente como yo.-expresó encogiéndose de hombros.-Entiendo que no quieras verte débil…-dicho esto soltó un golpe en el estómago del demonio del frío que le quitó el aire.
Freezer retrocedió levemente y levantó la vista aun manteniéndose en guardia. Obviamente, Cell tenía razón en cuanto a su sentido controlador, sin embargo estaba errado en algo.
-No es por eso que no me agradas.-expuso Freezer, conteniendo el aire después del golpe que había recibido en el estómago.- Lo que me irrita de ti no es tu insubordinación, sino que, con todo tu poder solo piensas en nada más que en peleas sin sentido, sin obtener nada a cambio.-escupió con disgusto.-Como un saiyajin.
Cell sonrió indiferente. Las palabras de Freezer no le afectaron. Solo asintió irónicamente.-Estoy de acuerdo. Tú tienes tus aburridos objetivos, y yo tengo los míos.
El demonio del frío presionó los puños, luchando contra la desesperación que le provocaba Cell. Ese sujeto lo hacía perder la paciencia, y una parte de él quería… quería...Freezer sacudió la cabeza para despejarse.-"No necesito admitir nada"-se dijo a sí mismo, incómodo por la dirección de sus pensamientos. Sin embargo, pronto recuperó su compostura, sonriendo con confianza mientras ideaba un plan.
-Yo me adapto a las circunstancias, Cell.-habló con calma.-Muevo las piezas a mi favor, y siempre consigo lo que quiero.
Cell lo observó extrañado. No sabía si hablaba por su poder o si hablaba de algo más. Antes de que pudiera seguir pensando en más posibilidades, Freezer se aproximó rápidamente para arrebatarle la fruta. Este lo esquivo y le respondió de inmediato.
La batalla comenzó a moverse a un terreno peligroso. Mientras luchaban, ambos fueron empujándose hacia el borde de un acantilado que dominaba un río de fuego azul que serpenteaba. El calor era insoportable, pero ninguno de los dos se detenía.
Ambos descendieron hacia una amplia plaza, donde un lago de aguas oscuras reflejaba el paisaje, y pequeñas embarcaciones fantasmales flotaban en silencio. El parque de diversiones, abandonado, con sus juegos oxidados, se erguía detrás de ellos, como una inquietante sombra del pasado.
Freezer, a pesar de sus heridas, vio una oportunidad durante el intercambio de ataques. Y aunque tenía la intención de esquivar el golpe, no alcanzó a reaccionar a tiempo y lo recibió de lleno en el rostro. Sin embargo, al mismo tiempo lanzó un golpe certero con el extremo de su cola, que alcanzó la fruta en la mano de Cell y la envió al aire.
El androide reaccionó con rapidez al notar esto, por lo que empujó violentamente a Freezer para hacerlo retroceder y voló hacia la fruta, dispuesto a alcanzarla. No obstante, justo cuando sus dedos estaban a punto de rozarla, la fruta cambió de dirección de manera inesperada, como si tuviera vida propia. Sorprendido, vio cómo la fruta volvía hacia Freezer, impulsada por su telequinesis.
-Tal vez no lo entiendas con tu mentalidad de saiyajin...-dijo Freezer, atrapando la fruta en su mano.-…pero a veces la estrategia es más importante que la fuerza.-Sonrió, satisfecho consigo mismo, mientras el androide refunfuñaba por haber caído en ese truco.
Cell descendió lentamente entre paredes del cañón se alzaban imponentes a su alrededor, como colosales bloques de roca desgastada por el paso del tiempo. El eco de cualquier movimiento, por mínimo que fuera, reverberaba con fuerza entre las paredes, haciendo parecer que el lugar mismo observaba la lucha que estaba por continuar.
Molesto, el androide mantenía la mirada fija en Freezer. A pesar de ser más fuerte, había perdido la fruta ante el demonio del frío, pero no estaba dispuesto a rendirse. Se puso en posición de ataque, observando a su rival, quien parecía completamente desinteresado en su ira. Sin embargo, antes de que pudiera lanzarse al combate, algo inesperado sucedió: Freezer lanzó la fruta en su dirección, y por instinto, Cell la atrapó en el aire.
Cell bajó la vista, observando la fruta en su mano, luego volvió a mirar al demonio, perplejo.
-Será mejor que te la comas para que recuperes tu tercera forma. Te ves terrible.-dijo Freezer con indiferencia, desviando la mirada. En realidad, detestaba la segunda forma del androide.
El androide lo miró con recelo, desconcertado. ¿Qué estaba ocurriendo?-"¿Estoy bajando la guardia?"- se preguntó, aún analizando las intenciones de su rival.-Esto es...sospechosamente amable de tu parte.-comentó con lentitud y desconfianza.
Al percatarse de que Cell comenzaba a cuestionarlo, se alarmó levemente. Aclaró su garganta, intentando sonar desinteresado.-Es un gesto amable de mi parte...-corrigió, pero no tardó en añadir rápidamente.- Solamente, porque no me sentiría bien sabiendo que incrementé mi poder de una forma tan baja.-agrego mientras se cruzaba de brazos, restando importancia a lo ocurrido.
Cell lo seguía observando con desconfianza.-¿Y por qué me lo das a mí? -preguntó, sin apartar la mirada del demonio.
-Porque eres tú, ¿Quién más que alguien con genes saiyajin?-resopló Freezer, como si la respuesta fuera obvia.- No te calmarás hasta alcanzar tu nivel habitual, ¿no?
Tras unos segundos, Cell dejó escapar una sonrisa relajada. Aunque en parte no creía la excusa del demonio del frío, podía creer la otra parte de la explicación.-En realidad, no me calmaré hasta ser el más fuerte.-respondió mientras fijaba la vista en la fruta.
Cell contempló la fruta por un momento más, sus ojos brillaban con una mezcla de sospecha y curiosidad. Aun así, finalmente, sin decir una palabra, llevó el fruto a su boca y lo devoró de un mordisco. El sabor amargo invadió sus sentidos, seguido de una oleada de poder que comenzó a fluir por su cuerpo. Sentía cómo sus células se regeneraban y fortalecían, y su forma empezaba a cambiar. Las placas de su exoesqueleto se expandieron, su cuerpo y sus músculos se tornaron más definidos. La energía se arremolinaba dentro de él hasta que su transformación estuvo completa. Su imponente figura de su forma perfecta emergió, y el aura de poder que lo rodeaba era palpable. Se quedó inmóvil por un segundo, acostumbrándose nuevamente a la familiar sensación de esa transformación, mientras su energía alcanzaba su punto máximo.
Freezer lo observó con el rabillo del ojo, intentando no mostrar interés, pero algo en su interior se relajó al verlo en su tercera forma. Era como debía ser, como siempre había sido. Por un instante, una leve sonrisa cruzó su rostro. Fue un instante de tranquilidad, una rara sensación de paz que no recordaba haber experimentado en mucho tiempo. En ese pequeño momento, Freezer se permitió una sinceridad consigo mismo que normalmente evitaba: el alivio de ver a Cell en esa forma lo reconfortaba más de lo que estaba dispuesto a admitir. Sin embargo, la calidez de ese sentimiento lo tomó por sorpresa, haciéndolo retroceder sobresaltado por su propia reacción.
Al notar que había dejado escapar esa sonrisa, el pánico se apoderó de él.-"¿Qué estoy haciendo?"-pensó horrorizado por la suavidad de esa sensación. Se volteó bruscamente, dándole la espalda al androide, abochornado y asustado por la calidez que había sentido.-"Rayos"- maldijo en su mente. Odiaba sentir más de lo que se permitía. Siempre había mantenido el control, decidiendo cuándo, dónde y con quién permitirse sentir algo, y siempre asegurándose de que no hubiera consecuencias o un momento de vulnerabilidad lo traicionara. Pero esta vez hubo unos fallos; la situación se le estaba escapado de las manos.
-Si no quieres aumentar tu fuerza de esta manera…-comenzó a decir Cell, sacándolo de sus pensamientos, aún observando su nueva forma.- ¿Cómo piensas hacerlo? ¿Entrenando?-preguntó para luego alzar la vista hacia el demonio del frío.
Este desvió la mirada con rapidez y nerviosismo. Sabía que su rostro estaba rojo de vergüenza. Se cruzó de brazos y dio unos pasos fingiendo estar distraído.-Es una opción que he considerado...-respondió, tratando de sonar despreocupado.
Estaba a punto de preguntarle con quién entrenaría, pero rápidamente decidió no provocarlo. No quería empezar una pelea por algo insignificante, además de que no tenía interés en repetir la misma rutina de siempre.
Freezer, sin embargo, parecía querer decir algo más. No sabía cómo mencionar el tema sobre un posible entrenamiento, pues no creyó que el androide lo mencionara y menos que tuvieran la oportunidad de hablar a solas sobre eso. La idea de hablar sobre un posible entrenamiento juntos le rondaba la cabeza, pero cada vez que intentaba mencionarlo, las palabras se le atoraban en la garganta. No estaba acostumbrado a ese tipo de situaciones. El silencio entre ellos comenzaba a tornarse insoportable, y una extraña inquietud lo invadía.
-¿Freezer?-La voz de Cell lo sacó de su trance. Lo llamó con curiosidad, como si notara que algo estaba mal.
Su nerviosismo aumentó al escuchar los pasos de Cell acercándose. El androide estaba caminando hacia él, su cuerpo se tenso, poniéndolo aún más alerta. Bajó la cabeza, abochornado por lo que quería decirle. ¿Cómo iba a decir eso después de todo lo que pasaron? ¿Hablar de entrenar juntos? El simple pensamiento le quemaba, pero aun así debía intentarlo.
-Cell, yo...-empezó a decir con una voz apenas audible, sintiendo el calor subiendo a su rostro, mientras luchaba por continuar.
Sin embargo, antes de que pudiera decir otra palabra, el androide lo ignoró por completo. Pasó junto a él sin siquiera mirarlo, enfocado en algo más, algo que había captado su atención.
Freezer se quedó inmóvil, con la boca ligeramente abierta. Alzó la vista, descolocado, mirando cómo Cell seguía caminando, totalmente absorto en lo que sea que hubiera visto. El demonio del frío parpadeó, procesando lo ocurrido, y una mezcla de frustración y vergüenza lo recorrió de pies a cabeza.
-"¿En serio?"- pensó, sintiendo su orgullo herido.-"¡Tanto esfuerzo para... esto!".- No solo le molestaba el hecho de que había estado a punto de confesar algo tan incómodo para él, sino que el androide ni siquiera le había dado la oportunidad. Había pasado de largo como si lo que iba a decir no tuviera ninguna importancia.
Apretó los dientes, sintiendo que su cara ardía, no tanto por lo que iba a decir, sino por el hecho de que lo habían ignorado tan descaradamente. Aunque intentaba no dejar que su frustración se notara, lo traicionaba el tic nervioso que movía su ceja derecha. No podía contener su irritación. -"¡Maldito insecto!"- pensó seriamente en reanudar la pelea que estaban teniendo, pues las ganas de golpearlo comenzaban a ser inevitables.
Molesto alzó la mirada, notando que Cell tenía su vista fija en algo. En ese momento, olvidó por completo todo y guiado por la curiosidad, también caminó, intentando ver lo que había detrás de él. A unos metros de ellos, entre las paredes del acantilado, se revelaba una extraña formación rocosa que contrastaba con el entorno. Se acercaron con curiosidad. Era una puerta de roca, con un marco que simulaba una cabeza, y la entrada era una boca gigante.
Ambos caminaron aproximándose más al hallazgo hasta estar frente a esta. Era similar a una especie de puerta. Tenía un marco de la propia roca, que simulaba una cabeza, y a los lados había unos mazos igual de grandes que la puerta.
Freezer no lo pensó e intentó ingresar. El interior era sumamente oscuro, apenas vio los peldaños frente a él. Sin embargo, de inmediato, noto que más allá de los pocos escalones, todo estaba en ruinas. Había rocas esparcidas por todo el lugar, como si un derrumbe lo hubiera destruido. No había espacio para que nadie pudiera pasar por ahí. El demonio del frío esforzó su vista entre tanta oscuridad, y noto algo que sobresalía de las rocas.
Se aproximó y lo tomó entre sus manos. Era un cartel que decía "deshabilitado" adornado con iconos de ogros
Gruñó con fastidio, compactando el cartel entre sus manos. Había creído por un instante que habían encontrado algo, tal vez una salida. Pero la decepción lo invadió una vez más.
Por su parte Cell, se había asomado por el umbral de la puerta y también había visto el cartel antes de que Freezer lo destruyera. Noto claramente su enojo por la situación. Él también estaba decepcionado, al igual que los demás, quería salir del infierno. Suspiro con desgano y saliendo de la cueva, se cruzó de brazos mientras aún observaba la puerta .-Al menos sabemos que si existe algo similar a una salida.
A pesar de las palabras del androide, Freezer caminó pesadamente de regreso, ya decepcionado y sin esperanza.-Si saben que buscamos una salida, entonces debieron destruirlas todas.-mencionó con amargura, mientras su ánimo caía por completo. Pese a haber descubierto algo, esto le hizo ver la realidad de su misión; no había escapatoria.
Aunque mantenía su expresión seria y neutral, observó a Freezer de reojo y no pudo evitar sentir una pizca de lástima. Jamás lo había visto tan abatido; el emperador del frío, que siempre intentaba proyectar una imagen imperturbable, ahora parecía incapaz de sostener siquiera esa fachada.
Habían hallado algo que, al final, resultó ser inútil. Tal vez él no llevaba tanto tiempo en el infierno como los soldados del ejército de Freezer, pero el deseo de escapar era igual de fuerte. Volvió la mirada hacia la puerta, frunciendo el ceño con frustración, y sin pensarlo, lanzó un ataque de energía hacia la entrada.
El estruendo hizo que Freezer se volteara, sobresaltado. Vio cómo Cell había destruido la mayoría de las rocas a lo largo del túnel y parte del risco.
Después del caos, Cell se quedó inmóvil, observando con sorpresa cómo su ataque había atravesado el risco que los rodeaba. Por un momento, pensó que podría tratarse de alguna anomalía, como había mencionado el Dr. Gero, pero al parecer estaba equivocado.
-Pues sí, no hay nada.-murmuró, cruzándose de brazos mientras reflexionaba. Tal vez lo que habían encontrado no era una salida real.- Me pregunto cómo los ogros lograron salir, si destruyeron las salidas.-añadió, pensativo.
Las palabras de Cell despertaron algo en Freezer, quien levantó la vista, reflexivo. Su mente comenzó a trabajar rápidamente. Ya no se trataba de encontrar una salida física; seguramente todas habían sido desactivadas, como aquella. Pero… ¿el cielo? Recordó que era imposible atravesar el cielo, tenía una especie de trampa. También recordó a los peleadores del otro mundo.-"¿O tal vez sí..?"-pensó, mientras su mente vagaba hacia las posibilidades. Comenzó a caminar rápidamente hasta tomar vuelo y dirigirse hacia las oficinas, con la esperanza de encontrar algo más concreto.
Cell, intrigado por el repentino cambio en el demonio del frío, lo siguió de cerca. Sentía que Freezer le estaba ocultando algo importante.
Llegó rápidamente a la oficina y comenzó a revolver los papeles. Buscaba cualquier pista sobre la entrada o salida de los ogros al infierno, pero no había nada útil. Sin embargo, encontró un panfleto que hablaba sobre "turismo". Al parecer, había almas que descendían del paraíso para visitar el infierno. Eso confirmaba su teoría: algunos podían ir y venir, pero la pregunta seguía siendo la misma. ¿Cómo lo hacían?
Derribar la barrera en el cielo era un trabajo bastante complejo sin Babidi. Buscar la manera de abrir la entrada momentáneamente como lo hacían con estas almas, era imposible.
Frustrado, Freezer arrugó el panfleto y lo lanzó con fuerza hacia un lado, antes de encaminarse hacia la salida, justo cuando el androide llegaba.
Al observar los alrededores, Freezer notó que no había indicios recientes de esos viajes de turismo. Tal vez se debía al caos que su ejército había causado en los últimos años. Suspiró, intentando controlar su creciente irritación.
Sin embargo, debía haber una manera, algo que los ogros utilizaban para moverse. Quizás ellos podían abrir la barrera para sí mismos, al igual que para los turistas.-"Seguramente pueden abrir la barrera para ellos…"-se dijo a sí mismo, llegando a la única conclusión que le parecía lógica.
Aunque molesto porque su plan inicial había resultado inútil, Freezer se sintió aliviado al menos de saber que aún tenían el plan de respaldo; derribar la barrera. Soltó un suspiró, pasándose una mano por la frente. Por un lado, la situación lo enfureció, pero por otro, al menos sabían que ya no debían buscar más salidas convencionales.
Estuvo unos momentos en silencio, hasta que percibió la presencia de Cell a unos pasos de distancia. Alzó la mirada y se encontró con los ojos del androide, que lo observaban con una expresión ligeramente confusa, como si intentara descifrar qué estaba pasando por la mente de Freezer.
-Ya no te ves tan enojado.-comentó con una ligera sonrisa. Lo cual era curioso, porque Freezer siempre parecía estar molesto por alguna razón.-¿Qué descubriste?-preguntó con esa familiaridad irritante que usaba cuando se dirigía a él, como si estuvieran en buenos términos.
Freezer se sintió incómodo ante esa confianza tan repentina. De inmediato, cruzó los brazos y desvió la mirada de manera altanera.-No es nada.-respondió, fingiendo desinterés.
Empezaba a arrepentirse de haberle dado esa fruta a Cell. Ahora el androide parecía más amigable de lo que le gustaría. Mentalmente se recriminó por esa decisión, pero se convenció a sí mismo de que lo había hecho únicamente para negociar sutilmente y atraer al androide de vuelta a su lado para entrenar juntos. Nada más. Era una estrategia, como tantas otras que había usado antes. Al menos, esperaba que el androide también lo interpretara de esa manera.
Sin embargo, al recordar el momento, Freezer no pudo evitar sentir algo incómodo. El gesto de haberle dado la fruta fue tan espontáneo que incluso él se sorprendió.-"Esa reacción..."- la expresión de sorpresa de Cell se había quedado grabada en su mente. Su corazón latió con más fuerza, y apretó los puños con disgusto, aunque por fuera intentaba mantener las apariencias.
Se encogió en sí mismo con disgusto. Sentía que llevaba un tiempo comportándose de esa manera cuando se trataba del androide. Aunque se decía que era debido a lo que había ocurrido y por el hecho de que ahora entrenaba con su hermano. Aun así pensaba que podría ser un riesgo para sí mismo si dejaba que llegará más lejos. Apretó sus puños enfadado consigo mismo.-"Alguien como yo ni siquiera debería tener sentimientos"- pensó furioso mientras se regañaba.
Miró de reojo al androide. Este aun lo observaba, pero esta vez con una mirada pesada, como si intentara analizar algo en él. No podía dejar de sentirse perturbado por la presencia de él. Gruñendo en silencio, se dio la vuelta y sin decir una palabra, emprendió el vuelo, alejándose rápidamente.
Cell lo vio marcharse, sorprendido más por la velocidad con la que se fue que por su actitud. Resopló, encogiéndose de hombros.-Parece que se volvió a enojar.-murmuró con una mezcla de diversión e indiferencia, aunque en realidad no le dio tanta importancia a las acciones del demonio del frío.
Le resultaba curioso que pudieran tener una conversación sin llegar a los extremos de siempre. Aunque no era algo que hubiera buscado, le aliviaba saber que, al menos, podían hablar sin pelear como la última vez. Aun así, siempre mantuvo en mente, que debía tener un límite, como lo había hecho en ese día y para sorpresa de ambos, todo había salido bien. Aunque de todas maneras no planeaba seguir hablando con Freezer.
-"Excepto lo que ocurrió con la fruta" .-pensó con fastidio, recordando cómo Freezer se la arrebató. Sin embargo, estaba seguro de que, de habérselo propuesto, habría podido recuperarla. Pensó con superioridad mientras también se marchaba en sentido contrario, en busca del ejército de Cooler.
Por su parte, Freezer volaba a una velocidad vertiginosa, intentando escapar no solo del lugar, sino también de sus pensamientos cada vez más intrusivos. Apretaba los dientes, molesto consigo mismo. ¿De verdad valía la pena pasar por todo esto solo para alejar a Cell de su hermano? La respuesta inmediata era "sí".
Era cierto -en parte- que quería entrenar, pero su verdadero objetivo era traer a Cell de vuelta a su ejército, y asegurarse de que no se siguiera aliando con Cooler.
Pero, ¿qué pasaba con todo lo demás? ¿Con el torbellino de emociones que no quería enfrentar?
Suspiro hastiado con tan solo pensarlo. Sabía que era egoísta. Podía reconocerlo sin problema. Estaba celoso, claro, pero había algo más profundo y confuso que negaba fervientemente. No quería ahondar en esos sentimientos que iban más allá de su egoísta plan con el androide.
Lo peor era que, aunque había visto al androide distanciado esta vez, más frío, más decidido, alejado de cualquier afecto o interés hacia él a diferencia de la última vez que discutieron. Eso lo tranquilizaba. Su mayor preocupación era que Cell siguiera sintiendo un apego hacia él. Sin embargo, en el fondo sabía que el problema ya no era Cell. El problema era él.
Freezer sacudió la cabeza, tratando de liberarse de aquellos pensamientos que le nublaban la mente.-" Esto es ridículo"- se dijo, pero no podía ignorar lo que estaba sintiendo. Había algo en su interior que se agitaba cada vez que veía a Cell, algo que lo incomodaba más que cualquier batalla o rivalidad.-"¿Por qué me estoy comportando así?"- se preguntó exasperado, la respuesta no era sencilla. Quizás, en el fondo, aún sentía culpa por todo lo que le dijo al androide. Lo cierto es que si lo sentía, y aunque ocasionalmente pensó en disculparse, no creía poder hacer algo como eso. No estaba en su naturaleza. Nunca había tenido que enfrentarse a ese tipo de vulnerabilidad, y la idea de hacerlo lo debilitaba aún más.
Ahora debía tomar una decisión. ¿Apartarse de Cell, dejar que entrenara con Cooler, y continuar su vida en el infierno conformándose con controlar a los demás? Eso significa que su hermano podría superarlo, algo impensable para él. ¿O seguir adelante con su plan de entrenar con el androide, suponiendo que aun lo acepte, asumiendo el riesgo de lo que eso implicaba?
Gruñó de nuevo, su mente se encontraba luchando por mantenerse fría, pero los riesgos lo sofocaban. No solo se trataba de poder, había algo más profundo y mucho más peligroso. Las emociones que giraban en torno a Cell lo desbordaban. ¿Podría realmente manipular al androide, o se encontraba enredado en sus propias inseguridades? El solo pensar que podría perder el control lo atormentaba.
El dilema lo devoraba por dentro. Sin embargo, en el fondo de su corazón sabía la verdad: había algo en Cell que lo hacía vulnerable, algo que lo empujaba a tomar decisiones impulsivas. Y, aunque no quería admitirlo, ese "algo" lo aterraba.
Sacudió la cabeza, furioso consigo mismo por dudar.-"No tengo nada que admitir"- se repitió, como si al decirlo pudiera disipar las sombras que lo acechaban. Pero cuanto más lo negaba, más aguda se volvía la tensión. Los pros y los contras giraban en su mente, estrangulando su racionalidad.
-"Sea lo que sea que decida..."-pensó con una creciente ansiedad, mientras el viento abrasador del infierno le golpeaba el rostro.-"...solo espero que todo salga como quiero".-Sin embargo, por primera vez en su vida, el control que tanto alardeaba de tener parecía desvanecerse ante sus ojos, y la idea de no poder manejar la situación lo inquietaba más de lo que jamás admitiría.
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Freezer está en negación total xd esta a un paso de decir "esto no es amor" jaja (ok no, no es para tanto xd… espero)
Y lo bueno que es Cell está bien, medio robotico, pero bien. (al fin) Y si, ahora Cell volvió a ser bello xd
Siempre creí que el tema de esta fruta era interesante, y a la vez un guionazo (a mi favor mujaja) y también el hecho de que las almas del cielo puedan ir al infierno como si fuera un viaje de turismo xd Que les digo? Dragon ball tiene muchas cosas interesantes que rescatar. (Aunque el infierno no es canon, y tiene poca informacion jeje)
Pero en fin… Espero que les haya gustado este capítulo, será más o menos para el 1 de noviembre. (que final de octubre no me agarra un fin de semana xd) Gracias a todos por sus comentarios. Espero que sigan comentando para saber qué piensan de la historia. Un abrazo a tod s. Nos leemos. Bye
