Tres días más pasaron y finalmente llegó el momento más esperado de la semana, tanto por la dueña del hotel Hazbin y sus amigos, como para la Serafín y el par de almas redimidas.
En esos días todo había ido bastante bien. Baxter se apresuró a elaborar el diseño de su investigación y presentárselo a Charlie y Vaggie, afirmando que podía ir haciendo ajustes si había algún cambio, cosa con la cual la pareja estuvo de acuerdo, dando por iniciada la investigación y las observaciones participantes del científico.
Por otro lado, Husk se había llenado de determinación para indagar respecto a una respuesta que cada vez le era más apremiante encontrar.
Aunque el recuerdo no le era grato y más bien le resultaba bastante vergonzoso, había tenido a numerosas almas bajo su mando, sabía cómo funcionaba todo eso de los contratos y que, si uno estipulaba que duraría por la eternidad, hasta el final de los tiempos, no había mucho qué hacer, no era como si tuviera la opción de resignarse a mantener una actitud sumisa hacia su dueño esperando que éste tuviera un poco de misericordia y lo liberara por su buena actitud luego de un tiempo.
Él no se manejaba con esa clase de contratos cuando era parte de los señores supremos de ese anillo del Infierno. Por lo general los suyos tenían una "fecha de caducidad" y expiraban luego de algunas décadas, regresándole la libertad a sus contratantes tras el tiempo acordado, a menos que ellos le ganaran problemas o se endeudaran hasta el cuello en su casino y no les quedara de otra que añadir tiempo extra al contrato para poder pagar lo debido… Pero su situación no era nada parecida, era prácticamente un esclavo hasta que Alastor así lo decidiera y no había fecha de término para ese trato… Pensó que tal vez si alguno de sus antiguos empleados lo viera, así como estaba ahora, sólo sabría sonreírle con una mezcla de satisfacción y burla como diciendo "El karma finalmente te alcanzó, perra".
Tras esos tres días de darle vueltas a eso, mientras esperaba el momento de volver a hablar con Angel, pensó en sus posibilidades, ¿podía negociar con Alastor y tratar de razonar con él? ¿Debía más bien rebelarse y plantarle cara? O tal vez… ¿Tendría que recurrir a alguna estrategia por debajo del agua para eliminar del camino a su dueño de forma permanente y nada pacífica?
Tenía que hacer una elección y cada una de esas opciones incluía consecuencias impredecibles, no sólo para él, sino que podían afectar a más personas, siendo su principal preocupación Angel y Charlie; a él no quería fallarle por nada del mundo y a ella no podía permitir que le dañaran su sueño ahora que estaba a unos cuantos pasos de poder contarle a todo el Infierno que el hotel realmente funcionaba y con eso asegurar que los exterminios fueran cosa del pasado de una buena vez y para siempre.
Si iba a actuar, lo haría con la cabeza fría y sin dejarse llevar por esa urgencia de volver a ser libre, ni por la rabia que le generaba la actitud pasivo-agresiva de Alastor junto con sus constantes vejaciones.
Pensaba en eso mientras se encontraba trabajando, terminó de servir los tragos que le pidieron y se quedó algo abstraído por la situación, aunque el panorama pintaba para ser optimista, aún quedaba mucho por hacer, además de que le estaba costando bastante esfuerzo recuperarse de su recaída.
Miró con zozobra la botella de whisky a la cual le había dado un par de tragos en el transcurso de su jornada, aunque Briar le había propuesto algunas ideas para combatir el estrés y la ansiedad que sentía, le resultaba difícil quitar al alcohol de su lista.
Agarró la botella y se quedó mirándola un momento, aunque luego pensó en Angel, no quería ir a hablar con él estando ebrio, tampoco quería tener resaca más tarde, ya que después del largo tiempo que había estado sin beber anteriormente, su resistencia al alcohol no era la misma y los síntomas eran mucho más fuertes (además de que, por esa misma situación, ahora dormía peor que antes y estaba bastante cansado como para después sumarle un dolor de cabeza y todos los otros malestares que lo acompañarían).
«Ya fue suficiente de esa mierda… Tengo que dejarlo ya o nada mejorará» Pensó, ya se había esforzado mucho como para llegar a ese punto, así que respiró profundo para calmarse y, cuando estaba por dejar la botella en el lugar del que la tomó, el demonio pez apareció por ahí junto con Arackniss, quien había venido como hacía de vez en cuando para poder hablar con Angel.
Ambos conversaban al momento que se acercaron a la barra, Husk no entendía del todo de qué estaban hablando, pero tampoco le dio mucha importancia, sólo dejó la botella a un lado esperando a que ambos le dijeran qué era lo que querían tomar, aunque sólo se encontró con la mirada de los ocho ojos de Arackniss, quien lo veía con insistencia y algo de… ¿Desagrado, quizá? Eso parecía, aunque no quería sobreanalizarlo, quizá estaba un poco confundido.
—... Y, como te decía, cuando compruebe mi hipótesis, podremos hacer público el fruto de la investigación —Concluyó Baxter, cruzando ambos brazos tras la espalda, aunque su acompañante no estaba escuchando realmente esa última parte, pues seguía mirando al gato demonio en silencio.
— ¿Qué? —Preguntó Husk al no entender el porqué de esa actitud tan extraña, no quería sonar a la defensiva, pero se estaba sintiendo incómodo.
— ¿Tú qué clase de relación tienes con Anthony…? ¿A caso eres…? ¿Su novio…? —Cuestionó el demonio arácnido, al parecer le había costado algo de trabajo mencionar esa última palabra.
El felino frunció el ceño, ligeramente confundido, no tanto por la pregunta, sino porque no entendía del todo por qué había sido hecha en ese tono.
—No lo soy —Contestó sin ganas de continuar la conversación—, ¿van a querer un trago? Me pagan por preparar las bebidas, no por contarle mis cosas personales a los visitantes.
—No, nada de eso —Masculló Arackniss—. Menos mal que no lo eres, porque si Anthony está allá en el Cielo quiere decir que aprendió a tomar mejores decisiones y tener algún tipo de romance con un alcohólico no sería una.
— ¡Niss! ¡Vamos, hombre, no empieces! —Intervino Baxter— Husk es un buen tipo… No seas así con él.
—No, está bien, déjalo, me alegra que ahora sí se preocupe por su hermano y quiera asegurarse de que no esté con alguien que lo arrastre de vuelta a la mierda — Alegó Husk con un toque sarcástico en sus palabras.
—Aunque lo digas de esa manera, así es, no quiero que mi hermano esté con alguien que lo joda ahora que pudo salir de este puto agujero… Y no me fío de ti, desde aquí puedo percibir el olor a callejón de licorería —El demonio de pelaje gris cruzó ambos pares de brazos, con su aire malhumorado de toda la vida.
— ¡Qué bien! Te repito que me da gusto que te preocupes por él, suficiente mierda tuvo que aguantar en la Tierra y en el Infierno —Husk decidió ignorar el último comentario sobre el olor y se dio la vuelta para comenzar a ordenar las botellas en sus respectivos lugares, dándole la espalda al par—, así que estamos de acuerdo en una cosa, chico.
«Juntar a estos dos con ese carácter que tienen… Debí suponer que daría un resultado como éste, tal vez debí impedir que Niss viniera para acá» Pensó Baxter mientras atestiguaba la escena en silencio.
La tensión en el ambiente se rompió en el momento en que Cherri llegó para avisar que estaba por comenzar la llamada, así que Arackniss y Husk decidieron calmarse y no seguir con esa discusión, aunque el gato demonio sí que se sentía irritado. Ambos se fueron detrás de ella, sin cruzar una palabra entre sí mientras que Baxter los seguía.
Charlie recibió al pequeño grupo y les indicó que pasaran al salón donde ya se encontraba el orbe mostrando la imagen de la Serafín, quien a su vez llamó a Angel y a Pentious para que se acercaran.
—Le estaba contando a Emily sobre la investigación —Explicó la rubia a los pecadores y después tomó a Baxter de la mano para acercarlo al orbe y que la joven de cabello azul grisáceo pudiera verlo— ¡Él es nuestro querido científico e investigador! ¿Lo recuerdas?
— ¡Claro que sí! ¡El chico que le envió flores a Angel! —Exclamó ella con entusiasmo.
—Suena raro si lo dices así… —Murmuró el pecador con apariencia de pez— Además fue de parte de Niss también.
—Gracias a ambos por eso, fue un lindo detalle —Respondió Angel con una sonrisa divertida.
—No, gracias a ti, literalmente salvaste mi vida… Y no creo que algún día tenga forma de pagártelo —El demonio-pez desvió la mirada, se le percibía con algo de pena, así que Angel le dio una leve sonrisa.
— ¿Quizá pueda ser descubriendo la manera de mandarme un gatito? —Bromeó, ante lo cual Husk, que estaba ahí cerca, se sonrojó ligeramente— ¡Es broma! No tienes que pagarme nada, me alegra haber sido capaz de ayudar a que otros se salvaran… Aunque sí agradezco que ayudes a Charlie a descubrir cómo mandar a los demás para acá arriba, en serio quiero a ese gatito aquí a mi lado.
Baxter sonrió ligeramente, se veía un poco nervioso por alguna razón, aunque intentó disimularlo, carraspeó y procedió a hablar sin mirar directamente a su interlocutor.
— ¡B-Bien, entonces iré a seguir trabajando! Encontraré la respuesta, soy un científico brillante después de todo —Exclamó con decisión antes de retirarse apresuradamente.
Arackniss rodó los ojos tras escuchar aquella última parte, cosa que su hermano notó.
— ¿Qué pasa, pequeñín? Te ves más enojado de lo habitual —Angel arqueó una ceja y el mayor negó un poco con la cabeza.
—Sólo estoy impactado por tu gusto por los borrachos… —Musitó, ante lo cual el contrario entrecerró los ojos.
— ¡No jodas, Niss! He tenido gustos terribles, pero Husk está lejos de caer en esa categoría —Le dijo en un tono que sonó bastante más como un regaño—, de hecho, si estoy aquí es porque él fue un gran apoyo para mí mientras estuve allá abajo, así que deja de juzgarlo y más bien intenta conocer a la persona tan increíble que él es, así como te interesas en estar cerca de mí y conocer un lado diferente a la idea que siempre tuviste.
Husk sonrió ligeramente al escuchar esas palabras; había tenido suficiente con las burlas de Alastor sobre su situación con la bebida y con los comentarios de Arackniss, pero definitivamente le alegraba que Angel lo defendiera y que le hiciera saber a los demás las buenas opiniones que tenía sobre él, le daba gusto que pudiera notar lo mucho que se estaba esforzando.
—Bien, supongo que el tiempo dirá si estás en lo correcto o si sólo miras la situación a través del cristal del amor… —Murmuró el demonio de pelaje gris.
—Eres la persona más obstinada que conozco, fratellone —Replicó Angel—. Espero que te disculpes con Husk cuando veas que lo que te digo es verdad.
El pecador frunció el ceño, no muy agradado por esa idea, y fue entonces que Charlie se reincorporó a la conversación.
— ¡Husk es extraordinario, así que definitivamente vale la pena darse la oportunidad de conocerlo! —Tras decir aquello, miró al par que se encontraban del otro lado del orbe— Hey, Angel, Pentious, ¿qué tal si nos cuentan qué hicieron esta semana?
— ¡Oh, seguro! —Siseó la serpiente con emoción— Estuve trabajando en mis inventos, estoy construyendo algo que usaremos en una fiesta que organizaron en la playa por el verano, nuestros amigos estaban hablando sobre su deseo de ver fuegos artificiales, ¡así que estoy construyendo un artefacto para eso!
—Y yo le estoy ayudando —Añadió el chico arácnido—, así que hemos estado ocupados con eso, aunque eso de construir cosas… Realmente no es lo mío.
—Aun así, hemos avanzado muy rápido… —Pentious hizo una pequeña pausa y luego miró a Cherri, ligeramente sonrojado— Para esta situación me gustaría tener también la ayuda de la persona que ha hecho los mejores artefactos explosivos y brillantes que he visto en toda mi vida.
La pecadora también se sonrojó ligeramente, aunque luego sonrió con una expresión divertida.
—Ok… Lo mío son las bombas, no los fuegos artificiales, pero… Quizá algún día podamos hacer fuegos artificiales juntos.
— ¿¡De verdad!? ¡Eso en serio me encantaría! —Exclamó el contrario con sus ojos brillantes de emoción.
—Sí —Reafirmó ella a la vez que asentía con la cabeza—, lo prometo.
Pentious estaba bastante más contento que antes, miró a Angel como para confirmar que él también había escuchado y éste le sonrió de forma pícara.
—Pero sólo hablan en el sentido literal, ¿verdad? —Preguntó a su amiga, quien soltó una risa.
—Ni siquiera estando allá arriba dejas de pensar en cochinadas —Replicó la joven.
—Hay cosas que nunca cambian —Confirmó el chico de pelaje blanco.
La charla siguió un rumbo bastante tranquilo, los presentes intercambiaron palabras sobre sus actividades y comentaron acerca de las cosas que estarían haciendo próximamente. Todo fue bastante ameno, así que, una vez concluidos aquellos temas generales, Charlie y Emily indicaron que era hora de darle un poco de espacio a Angel y a Husk para que pudieran hablar con más comodidad.
Cuando la Princesa salió del recinto junto con sus amigos y la Serafín se marchó con la serpiente, el gato y la araña se quedaron solos, sus miradas se encontraron en medio de aquél breve silencio y fue Angel el que tomó la palabra primero.
—Ay, bigotes, lamento que Niss haya sido tan grosero contigo, a veces puede decir cosas bastante jodidas sin pensar, sacó un poco de la personalidad de mierda de papá… ¡A-Aunque también tiene su lado agradable! Espero que se comporte mejor contigo para que puedas conocerlo.
—No te preocupes, al principio me molestó lo que dijo, pero… En realidad, ya no importa, no me conoce y no tiene porqué saber sobre mi proceso de rehabilitación, así que está bien si quiere seguir pensando que sólo soy un borracho sin nada bueno que aportar a tu vida —Respondió el felino, pensativo.
— ¿¡Él te dijo eso!? ¡Parece que no ha aprendido de lo que pasó con nuestra relación familiar por sólo juzgar sin saber! —Protestó Angel mientras negaba con la cabeza.
—En realidad ya no me molesta que crea eso, al menos me detesta porque piensa que no soy bueno para tu vida y no quiere que estés con alguien que te joda ahora que lograste ir al Cielo, cosa con la que estoy de acuerdo, no quiero que estés con un borracho que no aporte nada bueno a tu vida —Expuso, haciendo que el contrario ladeara la cabeza confundido.
— ¿Eh? ¿Qué insinúas…? ¿Que no debería estar contigo por lo que piensa mi hermano? ¡N-No le hagas caso! Yo sé que tú eres increíble, una persona maravillosa y con un hermoso corazón, has cometido errores, ¡pero todos lo hemos hecho! No eres perfecto, pero yo te adoro con todas tus imperfecciones; tus virtudes y defectos te hacen ser quién eres… Y eres el hombre de mis sueños, Husk.
—Gracias, me hace feliz escuchar eso… —Confesó el mencionado con una leve sonrisa— Pero lo que quise decir es que no quiero que estés con una persona que no sea buena para tu vida, es por eso por lo que quiero seguirme esforzando por recuperarme y dejar definitivamente el alcohol, porque es lo mejor para mí y sé que tengo mejores cosas que aportarte estando sobrio… Además, así puedo tener la mente más despejada para pensar en cómo librarme de… Tú sabes, él… —Dijo en voz baja, pues aunque su amo no estaba presente, no quería mencionar su nombre, era como invocar al diablo y no se sentía con ganas de afrontar las consecuencias de eso más tarde.
—Tienes razón… Estoy orgulloso de ti, bigotes, eres más fuerte de lo que Niss y cualquiera pueda creer —El chico arácnido intentó darle ánimos, dejarle ver que él realmente valoraba y reconocía el esfuerzo que estaba haciendo.
—No sé qué decir, piernitas, en verdad aprecio que pienses todas esas cosas buenas de mí y es muy reconfortante escucharlo…
—Me alegro, si no puedo estar ahí a tu lado para cuidarte y hacerte sentir mejor, al menos quiero que sepas todo lo bueno que pienso de ti, te amo y quiero que estés bien, eso me deja tranquilo los días en que no puedo hablar contigo —Explicó, aunque luego se quedó pensando en algo, una cuestión que llevaba rondando en su cabeza un par de días—. Husk, ya que estamos tocando este tema, hay algo que quiero preguntarte…
—Adelante, dime —El gato demonio lo miró atentamente y Angel se sonrojó, no sabía por dónde empezar.
—Pues, mira… La semana pasada nosotros hablamos sobre lo que sentimos, pero… Hay una cosa en la que no dejo de pensar…
— ¿Qué es? —Husk se mostró bastante intrigado, esperaba que no se tratara de algo malo.
—B-Bueno, verás… Desde que llegué aquí he conocido personas… Algunos han querido invitarme a salir, pero siempre les digo que yo ya tengo a alguien a quien quiero —Relató a la par que bajaba la mirada hacia su regazo, donde su par de manos superiores demostraban cierta inquietud frotándose entre sí—, mi hermana también sabe que hay una persona especial en mi vida, pero no he sabido definir exactamente qué tipo de relación tenemos, así que por eso quería preguntarte… Tú y yo… ¿Qué somos? ¿Somos amigos o…? ¿Eres mi novio…?
Husk abrió los ojos más de lo normal, la pregunta lo tomó algo desprevenido. Antes de que pudiera dar respuesta, Angel continuó con lo que estaba diciendo.
—Estaba pensando que, ya que nuestros sentimientos son mutuos podemos… T-Tú sabes… Tener algo en serio —Murmuró, sintiendo su cara arder de lo ruborizado que estaba—, O… P-Puede que no te guste la idea de intentarlo a distancia…
—Hmmm… —Husk se tomó un momento para ponderar al respecto, aunque en realidad no había mucho en qué pensar— Yo de verdad quiero tener algo en serio contigo y creo que puede funcionar, aunque estemos separados físicamente… Así que la próxima vez que te pregunten, puedes decirle a todo mundo que somos una pareja.
Angel levantó la mirada, sus ojos brillantes y su cara completamente roja se encontraron con Husk, quien no pudo evitar sonrojarse también al verlo así.
— ¿¡En serio!? ¿¡De verdad puedo decirles a todos que eres mi novio!? —El gato demonio asintió dando su aprobación, así que el chico de pelaje blanco (que ahora se hallaba bastante colorado) se emocionó aún más— ¡P-Pero primero me lo tienes que pedir! ¡Pídemelo bonito, por favor!
Husk se puso aún más rojo que antes, sentía que la sangre de su cara hervía, tanto así que pensó que las neuronas se le iban a freír y su cerebro haría cortocircuito, habían pasado décadas desde la última vez que había pronunciado palabras como esas y ahora estaba seguro de que, cuando las dijera, quien las estaría escuchando sería el verdadero amor de su vida.
Tomó un hondo respiro para mesurarse y luego miró a Angel con esa seriedad característica de él.
—Anthony, mi ángel… ¿Me concederías la dicha y el privilegio de ser mi pareja? —Aquellas palabras las dijo con su profunda voz que el chico arácnido encontraba verdaderamente hechizante.
Los ojos de Angel se llenaron de lágrimas de felicidad, llevó sus manos superiores a la altura de su corazón, finalmente Husk le estaba diciendo aquello que tanto deseó escuchar y tenía que contestar, por más que ya éste supiera la respuesta.
—S-Sí… ¡Sí, sí quiero! ¡Te amo tanto, amore mio! —Estaba tan emocionado que no pudo evitar soltar un grito.
Husk sonrió enternecido de verlo tan feliz, aunque se sobresaltó un poco al escuchar que a sus espaldas la puerta del salón se abrió de golpe.
Charlie y los demás se asomaron por la puerta, el grito de Angel los había puesto alerta. Del lado del chico de pelaje blanco, Emily y Sir Pentious también aparecieron por el mismo motivo.
— ¿T-Todo en orden? ¿Se encuentran bien? —Preguntó Charlie.
— ¡Mejor que bien! Qué bueno que aparecen, así todos se enteran de una vez de la noticia —Anunció Angel y Husk por su parte asintió dándole la razón.
—Hicimos oficial lo nuestro, ahora estamos saliendo, por decirlo de alguna manera —Explicó el felino, ante lo cual ambas partes pasaron de la preocupación al entusiasmo (excepto Arackniss, que por poco sintió que la mandíbula se le caía hasta el piso por tal conmoción).
— ¿¡En serio!? ¡Pero qué hermoso! ¡Felicidades a ambos! —Exclamó Charlie.
— ¡Nos alegra mucho que lo hagan oficial! Les deseo mucha felicidad a ambos —Expresó Emily.
—Ya se habían tardado, tortolitos —Añadió Cherri.
—Bueno, entonces si eso era, nosotros les dejamos su espacio para que continúen hablando, ¡aunque recuerden que también tienen que dejar tiempo para Sir Pentious y Cherri Bomb! —Les recordó la Serafín para seguidamente retirarse junto con la serpiente; por su lado, Charlie también salió del salón llevándose al resto para no seguir interrumpiendo el dulce momento de la recién formada pareja.
Cuando todos se marcharon, Husk y Angel volvieron a mirarse con sus ya habituales ojos de amor, en ese instante todo se sentía como si no existiera otra cosa más que ellos dos y ese intenso amor que se profesaban, como si incluso aquella barrera entre los dos no existiera, tanto así que por un momento se sintió como si estuvieran en el mismo lugar, como si pudieran tocar sus manos y percibir la calidez del otro.
No había sensación que se comparara con ese instante, si pudieran elegir, elegirían quedarse juntos, no importaba en dónde, pero juntos…
—Gatito… Tengo una última pregunta para ti —Murmuró Angel, con un tono bastante suave, Husk sintió como si una especie de corriente le recorriera todo el cuerpo y asintió, invitándolo a continuar hablando y hacer su pregunta—, tú ya sabes que yo soy Anthony, entonces… ¿Puedo conocer tu nombre real? El nombre que tenías allá en la Tierra, no pude preguntártelo en nuestra primera cita después de decirte el mío, aunque tenía mucha curiosidad…
—Ah, eso… He ahí otra cosa que nunca le he dicho a nadie —Reveló él, pensativo—, mi nombre es Henry… No lo uso desde que morí.
— ¿Henry…? ¡Me gusta! Te queda a la perfección, amore mio —Angel le sonrió con dulzura— ¿Te puedo llamar por tu nombre…? No lo haré si eso de alguna manera es incómodo para ti.
—Seguro, está bien si quieres llamarme así, ya que yo te llamo por tu nombre a veces.
—Perfecto, entonces lo haré en ocasiones especiales, así como tú haces —Expresó el chico, bastante contento con la idea—, gracias por este tiempo tan maravilloso que he pasado contigo y por hacerme tan feliz el día de hoy, il mio amato Henry.
Husk se sonrojó una vez más, definitivamente Angel era el único que tenía las palabras perfectas para hacerlo reaccionar así.
—No hay que agradecer, así es como quiero que sean los días para ti a partir de hoy, mi bello Anthony, mio dolce angelo.
— ¡Ay, dulzura, me pones loquito cuando me hablas en italiano! ¿Por qué tu voz se escucha mucho más sexy? —Angel se cruzó de brazos con una sonrisa pícara— Ya me debes tres besos.
—Tarde o temprano te los daré, nos volveremos a encontrar y te daré más que sólo tres besos —Afirmó el felino.
—No me lo digas así que me haces querer otras cosas, ya me conoces y deberías saber que yo te deseo en más de un sentido, guapo…
Husk sonrió un poco ante esa afirmación que él tenía bastante clara.
—De momento mantengo mi palabra de que quiero darte cosas más significativas antes de llegar a eso, mi lenguaje del amor es algo diferente…
—Bien, está bien, tu lenguaje del amor me encanta, nadie me ha querido de la forma en que tú lo haces —Afirmó el contrario con una sonrisa—, pero aun así espero poder experimentar más cosas contigo, sé que me harías sentir como nadie ha hecho… Aunque siempre me haces sentir cosas que jamás he sentido con nadie más —Concluyó para después guiñarle un ojo de forma coqueta.
La conversación se prolongó por unos minutos más hasta que finalmente llegó el momento de darle el espacio a sus amigos para hablar. Aunque ninguno de los dos quería despedirse, sabían que pronto volverían a hablarse; además, no había más motivos para estar tristes, el resultado de ese día había sido maravilloso, ahora eran oficialmente una pareja, podían afirmar con orgullo ante los demás que tenían una relación.
En lo que a Husk respectaba, pasar ese momento con su amado había sido como medicina, como el remedio para todas sus preocupaciones, se sentía como una recarga de energía. Pensar en él era esperanzador y aliviaba su angustia de una forma que el alcohol jamás haría, Angel le daba paz, a su lado se encontraba su lugar seguro, se sentía vivo gracias a él.
Para Angel, por otro lado, era sumamente emocionante poder decirse finalmente el novio de Husk, no podía esperar para contarle a su hermana que esa persona tan especial en su vida era su novio, y aunque no sabía si su mamá se tomaría a bien el que le dijera recién sobre su gusto por los hombres, quería creer que ella sería comprensiva y lo apoyaría, después de todo, lo que ella siempre quiso fue que él tuviera una vida feliz, estar con Husk era su felicidad, así que pensaba que no había nada de malo con eso.
Había sido un gran día para ambos, estaban seguros de que la distancia no les iba a impedir vivir su amor y disfrutarlo; eso significaba para ellos la perfección y eso era el paraíso, ese era su propio Cielo.
✧༺ ༻∞ MISTERIOS DE LA TIERRA, EL CIELO Y EL INFIERNO∞༺ ༻✧
¿El nombre de Husk?
Husk no le confía a nadie el dato de su verdadero nombre (Angel es la única excepción). Esto se debe a que, al llegar al Infierno, quiso dejar atrás a la persona que alguna vez fue, pues odiaba profundamente a quien llevaba ese nombre, el hombre que fue en vida.
No sólo su forma de demonio reflejaba el hecho de que sentía disgusto hacia su persona, sino que también lo hizo queriendo sepultar su antigua identidad.
Él en realidad tiene dos nombres, esto debido a que sus padres tenían cada uno una propuesta, "Henry" fue la sugerencia del padre, mientras que la de la madre fue "Stanislav", y aunque le pusieron ambos, nadie lo llamó jamás por su segundo nombre y él siempre prefirío no decirlo.
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