-¿Qué?-pregunte al teléfono, sintiendo de repente un vacío en mi estómago, el corazón latiéndome de repente a mil por segundo, náuseas, mareos.
-Lo vi Bella-volvió a afirmar Alice, esta vez reconocí la angustia en su voz, su desesperación. Miré a mi alrededor, buscando algo a que aferrarme, el sillón parecía muy lejano, caminé hacia allí con el temor de caerme. Alice siguió hablando sin esperar alguna contestación de mi parte, hablaba tan rápido que sentía que mi mente no lo procesaba como era debido.
-Estaba como de costumbre en la cafetería que está cercana de la oficina, hay una especie de construcción al frente de la cafetería, yo estaba en la computadora cuando de repente algo me llamó la atención del grupo de hombres que se encontraba supervisando la construcción, su estructura ósea o no sé, algo en su porte, no sé qué sería, pero había algo Bella, algo me llamaba la atención de él, pero ni el rostro le había visto. Estaba con otros hombres como revisando unos papeles que tenían en la mano y todos traían casco y luego él se quitó el casco e hizo ese gesto que hacía Edward con el cabello ¿Te acuerdas cual Bella? Ese que lo dejaba más despeinado de lo que ya estaba.
-Tony también lo hace- dije tratando de hallarle sentido a todo lo que decía Alice.
-¡Si! Fue perturbador, pero lo más extraño fue que él no tenía el cabello tan largo como para tener ese gesto, el hombre tenía el cabello casi a rapa, pero estoy segura de que la estructura, la altura y todo correspondía a Edward, tal vez estuviera más robusto, entonces pagué mi café y salí de la cafetería con la intención de acercarme más porque desde donde estaba no distinguía bien sus facciones, entonces sucedió lo más extraño, el me vio y huyo
-¿Entonces si le viste la cara?-mi voz me sonó extraña como si me estuviera ahogando y realmente me sentía que me ahogaba.
Alice suspiró- No, no alcance a verlo, fue un segundo, volteo y sé que me vio, pero estaba demasiado lejos, pero en cuanto volteo se puso el casco, le entrego la carpeta a uno de los hombres y se fue de ahí, la avenida está muy grande para cruzarla, tuve que ir a la esquina para poder cruzar por el puente peatonal, cuando llegue a construcción ya no lo vi, le pregunté a unos de los hombres que creía conocer a su compañero que estaba con ellos
-¿Y qué te dijeron?- pregunté ansiosa
-Que no creían, que había vivido mucho tiempo en extranjero, y que su nombre es Anthony Masen.
-¿Anthony?- El segundo nombre de Edward, pero ¿Masen?
-yo también me quedé en shock por la coincidencia en el nombre, pero el apellido no me sonaba, les dije que creía conocerlo, que de hecho la persona que creía que era se llama así, Edward Anthony, pero me dijeron que él solo se llama Anthony, y que acaba de llegar, que es un inversionista y está construyendo un centro deportivo, que era la construcción que estaban checando. Pero, aun así, yo sé que era él, tenía el mismo porte, el mismo gesto.
Alice se quedó callada y yo ya había recobrado la compostura, ahora la decepción me embargaba.
-Alice-empecé a decirle
-No, no uses ese tono condescendiente conmigo Bella-me dijo enojada- sé lo que vi y era él.
-Pero si hubiera sido él ¿porque huyo en cuanto te vio? -traté de razonar con ella.
-Yo que se, le dio vergüenza o aún no está listo para mostrarse o…
No dijo nada y podía escuchar su respiración a través de la línea, desesperada.
-Jasper está contigo? -pregunté
-Si, también esta como tú, viéndome con lástima- me dijo enojada.
-Alice, claro que no, no te tengo lastima, es solo que lo más seguro es que sólo lo imaginaste
-¿Sabes qué?- me dijo con un tono más fuerte y evidentemente enojada-no necesitas compadecerme, sé lo que vi, si tú quieres seguir jugando a la familia feliz con tu marido de reemplazo es muy tu problema- y me colgó.
Y lloré
Lloré por largo rato, por la subida de adrenalina, y después la sensación de decepción, por sentir esa esperanza y un segundo después perderla de nuevo.
¿Cuántas veces ya me había enfrentado a esto? Demasiadas para contarlas y cada vez que sucedía caía cada vez más hondo, él sentimiento parecía apaciguarse, pero cuando una luz de esperanza me embargaba la caída era cada vez más profunda y más fuerte.
Jessica me había preparado un té, pero fue inútil, el resto del día se me había hecho imposible hacer algo, la mandé por Anthony a la escuela.
Cuando mi hijo llegó yo ya estaba en la cocina preparando mi receta más elaborada para comer desde cero, preparé la masa, la dejé reposar, mientras marinaba la carne y después me puse con la ensalada, no deje un espacio para pensar.
Tony bajó para decirme que necesitaba algo de la papelería y salió, llego justo un poco antes de que Jacob llegara.
-¿Qué festejamos?- dijo en cuanto entró en la cocina y vio el despliegue que tenía para la cena.
-Me peleé con Alice-dije simplemente.
Jacob lo entendió al instante, solo asintió con la cabeza y salió de la cocina.
La cena fue incomoda y silenciosa, por lo menos por mi parte, porque Jacob y Anthony platicaron de cosas que por un momento mi mente no procesaba, sabía que decían algo pero no le encontraba sentido a lo que decían, mi cabeza todavía rondando lo que me había dicho Alice, tratando de encontrar cualquier cosa a la que aferrarme para creer que era él, pero solo había sido su instinto de ella, había aprendido a base de experiencia que Alice solía tener razón en todo lo que sospechaba, y me encontraba tratando de encontrar alguna ocasión en la que haya fallado con respecto a esa intuición que poseía, a la única que logre llegar fue que ella sentía que Edward seguía vivo, pero hasta ahora no podía afirmar que ella estuviera equivocada.
En automático quite los platos vacíos de la mesa y los lleve a la cocina para lavarlos, y fue otra actividad que desempeñe con la cabeza en todo menos en lo que estaba haciendo.
-¿Me vas a contar?- se acercó Jacob ya cuando había dejado la cocina reluciente y ahora solo estaba preparando un té.
Por un momento dude si sería buena idea hablar de Edward, ¿pero por otro lado que más le podía decir? él me conocía como la palma de su mano, difícilmente podría mentirle sobre esto.
-Alice piensa que vio a Edward-volteé a verlo, su rostro de sorpresa y miedo a la vez me confirmaron que su confianza seguía alerta, tenía que ser cuidadosa de no mostrar un interés excesivo en Edward, porque él seguía siendo inseguro con respeto a él.
-¿Dónde?-logró decir, mientras se sentaba frente a mí.
-En una construcción, pero le dije que seguramente fue su imaginación, no le vio la cara, ni nada, solo dice que fueron sus gestos, su manera de pararse, que se yo, ya conoces a Alice. -le dije tratando de quitarle importancia, vi inmediatamente como sus hombros se relajaron.
-¿Entonces si piensas que fue su imaginación, porque estas tan preocupada?-preguntó.
-Porque es mi amiga, se enojó mucho cuando le hice entender que no creía que fuera él.
Él tomó mis manos entre las suyas tratando de consolarme
-Se le pasará, ya verás- me sonrió y yo le sonreí incomoda, sus ojos parecían tener una adoración que yo no sabía cómo corresponder, carraspeé y decidí contarle el resto de la historia sacando mis manos de las suyas.
-Dice que se acercó a la construcción y preguntó por el hombre que vio, que, por supuesto ya se había ido, resultó ser un inversionista, Anthony Masen.
-¿Anthony Masen?-me interrumpió
-¿Lo conoces?- le pregunté. Se levanto y fue por una taza para también servirse té, de repente lo sentí entusiasmado.
-No personalmente, pero claro que he oído hablar de él ¿recuerdas que te había dicho que había una empresa que le estaba siguiendo los pasos, que surgió hace como 3 años y ahora es un exitazo
-¿La del software?- recordé aquella platica, su entusiasmo por esa empresa, yo doblaba la ropa y el caminaba en el cuarto de un lado a otro explicándome las maravillas que había hecho su fundador.
- TechVisio, empezó como una pequeña startup donde desarrollaron un prototipo de su plataforma de software que permitía a las empresas crear experiencias de cliente inmersivas y personalizadas a través de gafas de realidad aumentada, Masen fue muy inteligente en invertir en ellos, le invirtió bastante y lanzaron su plataforma, muchas empresas en diferentes sectores firmaron con ellos, con ella los clientes pueden probar los productos de manera virtual, recibir asistencia en tiempo real y comprar contenido interactivo, es una genialidad.- dijo emocionado.
-Suena interesante
-He intentado contactarme con él, hacer algún tipo de negocio, es muy respetado en el mundo empresarial, todos hablan de él, de cómo le hizo, como tuvo la visión para una cosa así, pero es imposible de contactar, y vaya que lo he intentado, incluso no hay nada de él en internet, es un enigma. -dijo entusiasmado
-Tal vez no sea su verdadero nombre-dije
-Yo también pienso que no lo es, supongo que es como esos artistas que se cambian el nombre para el público, pero en realidad tienen otro nombre
- Un seudónimo-murmuré
-Pero lo normal sería que, aunque googlearas su seudónimo apareciera una foto de él, pero nadie lo conoce.
-Pues los de la construcción si lo conocían.
-Debe de tener a un fuerte equipo legal haciendo que todo mundo firme acuerdos de confidencialidad, para que nadie poste una foto o algo.
-aprecia mucho su privacidad supongo-dije ya calmada, era evidente que su entusiasmo se había incentivado porque nombre al tipo, y agradecía que la plática se hubiera desviado hacia el mundo empresarial, su mundo, y había cortado de tajo cualquier sospecha de que yo aun albergaba la esperanza que Edward apareciera de la nada.
-Conocí a un tipo la otra semana, un tipo también muy inteligente y carismático, es inversionista, estuvo en la fiesta de apertura del restaurante de tu amiga, ¿te acuerdas? - me dijo con esos ojos como de niño que ve a su personaje favorito en vivo.
-¿El tipo raro que parecía tener acento extranjero?-dije recordando al tipo extraño que había sido demasiado sonriente para mi gusto, y definitivamente Alejandra "mi amiga que aperturaba su restaurante" era todo menos mi amiga, habíamos ido por simple compromiso, no podía darme el lujo de no entablar amistades con otros chefs, aunque Alejandra me pareciera de lo más arrogante y todos sus invitados parecían tener esa arrogancia, de creerse en la cima del mundo, incluso el tipo extraño del que hablaba Jacob.
-Si, él mismo, tiene ese acento porque es de Australia, conoce a Masen, me dijo que podía concretar una cita con él, yo por supuesto le suplique que lo hiciera.
-¿Le suplicaste?-le pregunté desconcertada, ¿que estaba haciendo yo en ese instante para no recordar la suplica de Jacob?
-Una manera de decir- dijo quitándole importancia mientras por fin se sentaba, su entusiasmo no dejaba que tomara asiento.
-¿Pero porque lo quieres conocer?- pregunté-¿Tu que sabes de softwares? ¿O piensas contratar su software?
-No, pero puedo invertir en su empresa, me volvería rico-dijo emocionado.
-¿Invertir?¿Cuánto?¿Necesita inversores?-pregunté escéptica.
-Bueno supongo que querrá expandirse y yo tengo el capital- dijo mientras le daba un sorbo a su té.
-Mas bien tu padre tiene el capital-dije sin pensar y en cuanto solté las palabras supe que había dicho algo incorrecto.
Suspiró fuertemente, dejo la taza muy despacio y no me volteo a ver, su mirada fija en la taza
-Gracias Bella por tu aclaración-dijo con ese tono calmado pero que obviamente estaba tratando de ser lo más desagradable posible
-No quise decir eso-dije inmediatamente intentando remediar.
-Claro que lo quisiste decir- se paró enojado- yo sé que mi padre y tu piensan que soy un fracasado, pero les voy a demostrar a todos que se equivocaron conmigo, que puedo hacer grandes cosas.
-Jacob, yo no pienso que eres un fracasado, has logrado muchas cosas- dije tratando de calmarlo.
- ¿Ah sí? ¿Como qué? - me dijo enojado. Yo traté de pensar rápido.
-Has llevado con éxito la empresa de tu padre, si sigue en cima es por ti- dije, él sonrió con ironia.
-Yo soy un simple pisapapeles en esa empresa, ¿sabes que no puedo mover un solo peso sin la aprobación del contador? -dijo enojado- Mejor un trabajador tiene más poder que yo, ¡Por Dios! Hasta mi secretaria tiene acceso a una cantidad de dinero en la empresa y yo, por órdenes de mi padre debo tener la firma del contador hasta para comprar un lápiz. - me quedé callada sin saber que decir, mientras lo veía ahí parado con esa impotencia reflejada en sus ojos.
-Pareciera que no soy bueno para nada
-No digas eso-le supliqué, traté de acercarme a él, lo abracé.
-Ni siquiera puedo complacerte a ti- me susurró. Mi cuerpo inmediatamente se puso rígido.
- ¿De qué hablas? -dije tratando de que sonara convincente- Me complaces mucho-dije mientras lo apretaba más a mi cuerpo.
-finges los orgasmos- murmuró
-Jacob! No-dije alejándome de él- no los finjo
-Te he visto- me dijo, su mirada perdida en algo que no podía ver, de repente su tono, su postura, su expresión me dieron escalofríos, como si estuviera en presencia de un Jacob desconocido- no sabía que Edward había vuelto al departamento que compartíamos, entré listo para irme a la cama cuando los vi y ahí estaban en pleno pasillo, te tenía contra la puerta de su habitación y te vi tener un orgasmo.-dejó de mirar hacía la nada y me miró directamente-y no es para nada como los finges tener conmigo.
Abrí la boca atónita, el corazón martillándome, porque estaba en lo correcto, los fingía, pero era por su bien, casi desde que nos casamos había percibido esa enorme inseguridad que tenía Jacob guardado muy en el fondo
-Tengo bien grabada esa escena en mi cabeza-continuo diciéndome sin soltárme la mirada- Edward sosteniéndote de las nalgas, penetrándote y tu ahí con los ojos cerrados, aferrándote a su hombros con fuerza, ni siquiera se habían quitado la ropa, tu traías una falda de mezclilla, la cual ya la tenías subida hasta la cintura, con tu blusa de botones blanca desabotonada y con ese brasier bajado, porque obviamente Edward tenía su boca en tus pechos, y el con el pantalón hasta los tobillos y con la chaqueta aun puesta, y vi como tenías un orgasmo, tengo grabados tus jadeos, como te tensaste, como gritaste, como tus músculos se pusieron rígidos de repente, como tus dedos se clavaron en sus hombros y como sonreíste al final completamente relajada, mientras Edward apresuraba el ritmo para obtener su propio orgasmo- lo miré atónita ante el nivel de detalle.
-salí de ahí inmediatamente, los dos bien metidos en su burbuja de frenesí como para darse cuenta de que había entrado.
-Jacob-negué con la cabeza, pero no sabía que se supone que debería decir.
-Traté de ser paciente, de darte tiempo, pero cuando me di cuenta de que empezaste a fingirlos me volví loco de celos, porque eso quería decir que ya te habías rendido de alguna vez tenerlos, pensé que a lo mejor lo que a ti te gustaba era la rudeza, porque era claramente lo que muchas veces hacia Edward contigo, pero él día que intenté agarrarte sí, de tomarte contra una puerta no me dejaste, alegándome que preferías llevarlo suave y romántico cuando yo de sobra sabía que era mentira.
-No era mentira-dije tratando de sonar convincente- Las relaciones son distintas Jacob, lo que tengo contigo es más dulce, más calmado, más maduro.
Sonrió con tristeza, pero no me dijo nada, solo negó con la cabeza- me voy a dormir- dijo simplemente y subió a la habitación.
Yo me quedé fría ante lo sucedido, sentía que había estado con un Jacob totalmente desconocido, no sabía hasta que nivel estaba su inseguridad, fingía demasiado bien, algo que claramente yo no sabía hacer como pensaba.
Me derrumbé en la silla de repente sintiendo un enorme dolor de cabeza, había sido un día horrible, en la mañana una pelea con Alice, un hilo de esperanza roto de nuevo y ahora una pelea con Jacob.
Después de esto sabía que las cosas iban a cambiar significativamente, tenía que buscar ayuda, porque no podíamos seguir como si esta conversación no hubiera pasado, talvez tendría que aprender a soltar a Edward, estaba segura que el problema de que no disfrutara el sexo con Jacob era más culpa mía que de él, sabía que si le decía exactamente que hacer podría lograr darme un orgasmo, si dejaba de pensar que estaba traicionando a Edward podría tener un orgasmo, si dejara de pensar en cómo me lo hacía Edward y a su vez me enfocaba en Jacob podría tener un orgasmo. Pero me rehusaba y en consecuencia estaba dañando a otro ser humano.
Buscaría a una terapeuta en la mañana.
Edward POV
-Tenías razón, Jacob estaba ahí- me dijo Vladimir en cuanto llegó.
Apagué la televisión y me acomodé más en el sillón.
-¿Hablaste con él?- Vladimir se sentó en el sillón que estaba a mi lado.
-Claro-dijo con una mueca prepotente- Casi me suplico que lo presentara contigo
Sonreí
-Bien
Volví a encender la televisión complacido conmigo mismo, acabaría con Jacob.
