N/A: Hola!
Me hizo muy feliz leerlos y ver a todas las personas que se animaron a darle una oportunidad a esta historia :)
Espero que disfruten de este nuevo capítulo aunque en esta ocasión incluyo una pequeña advertencia porque el antiguo roomie de Winry hará su aparición pero les prometo que será todo lo que veremos de él.
Gracias por leer!
Golden
Capítulo 2
¿Cómo rayos pude creer que esto sería una buena idea? Pensó Winry para sí misma mientras desquitaba su frustración con el tornillo del motor que estaba arreglando.
Cuando el tornillo quedó bien asegurado en su lugar, Winry dejó caer el destornillador en la mesita que había acercado al vehículo y recargó sus brazos sobre el borde del auto mientras exhalaba pesadamente.
A pesar de lo que su actitud podría insinuar la verdad es que estos últimos meses con Edward como su roomie habían sido increíbles. Era el mejor roomie que podía pedir. Ciertamente no era perfecto ya que habían tenido pequeñas discusiones acerca de su hábito de dejar su ropa tirada o a que muchas veces olvidaba lavar los trastes de la cena antes de irse a dormir pero esas eran simplemente diferencias normales que surgían de la convivencia bajo el mismo techo con otra persona ya que ella misma había provocado algunas de las discusiones por dejar tornillos regados por todo el departamento o por dejar encendidas sus bocinas a un volumen fuerte hasta tarde por estar concentrada en algún proyecto.
Pero todas esas diferencias sólo hacían de la experiencia más disfrutable ya que definitivamente estando juntos nunca se aburrían. Podrían estar estudiando carreras diferentes pero ambos demostraban un genuino respeto e interés por lo que el otro estudiaba. Además no sólo era eso, fácilmente encontraban algo que hacer cuando ambos pasaban un tranquilo fin de semana en el departamento, ya fuera una partida de monopoly en el que Ed maldijera cada vez que caía en las propiedades de Winry, viendo Friends riéndose a cada momento o haciendo experimentos raros de comida que en un par de ocasiones los había dejado haciendo competencias para ver quién se apoderaba del baño primero.
Se la pasaban tan bien juntos que Winry ahora se veía sorprendida cuando se daba cuenta de que era hora de hacer su visita a Resembool, ocasión que antes esperaba ansiosamente, incluso llegando a ir marcando los días en el calendario pero desde la llegada de Ed a su vida, el calendario había quedado olvidado y el único recordatorio que tenía era la llamada previa que sus padres siempre le hacían un par de días antes de su viaje.
Todo iba de maravilla entre ellos… excepto cuando Ling pasaba por Ed al departamento o cuando Winry se los topaba en el campus. No era que Ling le cayera mal, ya que había encontrado un amigo muy divertido en él, sino que el problema radicaba en que con cada encuentro le estaba siendo más difícil mantener sus celos controlados. Celos que no deberían existir.
Paninya la había convencido de que la amistad que podría crear con Ed la ayudaría a dejar atrás ese crush inicial que tuvo hacia él pero con el paso de tiempo la amistad y cercanía que habían desarrollando entre ellos estaban haciendo que su crush se aferrara a ella, negándose a irse y convenciéndola paulatinamente de que estaba empezando a quedar completa y perdidamente enamorada de él. Y por difícil que fuera tenía que aceptar que ese amor no tenía futuro.
Paninya fue la que le había dicho que Ed era gay ya que tenía novio, confirmándole poco después que se trataba de Ling. No tenía razón para dudar de su amiga pero en un inicio tuvo ciertas dudas al respecto pero con el paso del tiempo se dio cuenta de que ella misma estaba tratando de negarse a la realidad dado que todo apuntaba a que Ed y Ling tenían una relación sólida. Ed nunca le hablaba directamente de su vida amorosa (lo cual Winry agradecía internamente ya que saber más detalles le rompería más el corazón ante su amor imposible) pero Winry podía notar la confianza y el vínculo que los unía siempre que los veía juntos. Ciertamente Ed no tenía muestras públicas de afecto para con Ling pero éste parecía querer compensar lo de ambos al estar abrazando a Ed por cualquier excusa, ya fuera para pedirle algún apunte o para convencerlo de que le invitara el almuerzo. Ed no fallaba en refunfuñar ante cada una de sus peticiones pero siempre cedía a sus caprichos y poco después los dos estaban bromeando como si nada, lo que demostraba lo cercanos que eran ya que Ed no solía interactuar mucho con otros alumnos más que con él, Paninya y ella misma.
"Hey, Winry."
Winry se vio sacada de sus pensamientos por la voz del protagonista de sus pensamientos.
"¿Ya estás lista?"
Y ahí estaba otra de las razones que hacían que para Winry fuera más difícil el arrancarse ese amor. No importaba lo ocupado que estuviera ni que tuviera que salir corriendo del departamento tras encargarse de algunas llamadas del negocio de su madrina (Izumi, amiga cercana de su madre y que era la gerente de una cadena de carnicerías que su esposo y ella habían fundado hacía unos años), él siempre iba por ella al terminar su turno en el taller por más que ella le insistiera que no era necesario pero la obstinación de él fue mayor alegando que no le gustaba la idea de que regresara ella sola siendo que su turno terminaba cuando ya había anochecido.
Winry quitó sus brazos de la mesita y tomó rápidamente una llave y un trapo para fingir que la estaba limpiando. "Ya casi."
Ed rió. "Ese truco no va a funcionar conmigo."
"¿Cuál tru-?" Winry se interrumpió a sí misma cuando al voltear tuvo una visión completa de Ed, quien en esta ocasión estaba usando una de sus playeras negras sin mangas.
Winry tenía una relación de amor-odio con esa elección de guardarropa de Ed. Cada ocasión en que él las usaba, Winry tenía una visión sin restricciones de los musculosos brazos de Ed haciéndola deleitarse ante lo que veían sus ojos pero esto a su vez le resultaba contraproducente ya que no podía evitar la aceleración de su corazón cuando lo veía así y eso no contribuía en nada en su idea de intentar ignorar su crush por él. Tanto era su efecto que la última vez que habían salido a un bar, Ed había llevado puesta una de esas playeras y, aunque Winry no había estado realmente ebria, ella se había visto gravemente tentada a besarlo cuando él había pasado uno de sus brazos por sus hombros mientras reían ante una de las historias de Paninya, impulso que con mucho trabajo logró controlar.
Eso había sido algo reciente pero la verdad era que Winry no tardó mucho en darse cuenta del efecto que dicha prenda tenía en ella puesto que a los pocos días de haberse mudado con ella Winry descubrió que la buena figura de Ed no se debía simplemente a sus genes sino que el joven también incluía el ejercicio dentro de su rutina y, hasta donde ella sabía, Ed prefería levantar pesas y hacer abdominales usando ese tipo de playeras aunque Winry no tenía manera de estar completamente segura de si Ed seguía con ese hábito debido a que una mañana había descubierto a Ed haciendo ejercicio con el torso completamente descubierto y esa tentadora visión la había dejado tan turbada y con el rostro tan sonrojado (preocupando a Ed cuando se dio cuenta de su estado) que desde entonces había optado por no salir de su habitación hasta no estar segura de que el joven había terminado con su sesión del día.
Inconscientemente, Winry se quedó observando a Ed en silencio lo que provocó que el joven se sonrojara ligeramente. ¿Otra vez? Pensó Winry, intrigada. Al parecer Ed era alguien que se sonrojaba de manera inesperada ante las situaciones más extrañas a parecer de Winry (a veces le sorprendía que no tuviera ese comportamiento ante los empalagosos abrazos de Ling) por lo que ella no había podido descifrar cuál o cuáles eran las causas de ese fenómeno. Algunas veces lo había molestado un poco con ello con la intención de intentar averiguar qué era lo que pasaba pero en esas ocasiones no había logrado sonsacarle nada a Ed y al final el tiro le salió por la culata ya que el joven no tardó en devolverle la jugada cada vez que la descubría sonrojada a causa de él, aunque claro sin que él supiera que él era el que tenía ese efecto en ella.
"¿Hola? ¿Tierra llamando a Winry?" Preguntó Ed mientras se llevaba una mano a la nuca, un tanto nervioso ante la atenta mirada de la joven.
Winry no pudo evitar seguir con su mirada el movimiento del brazo de Ed antes de responder. "No sé de qué truco hablas." Dijo mientras volvía a voltearse para controlar el sonrojo que quería hacerse presente en sus mejillas.
"Vamos, Win, esa llave no se va a volver más plateada por más que la limpies con ese trapo."
Winry inhaló profundamente para dispersar el calor que quería alojarse en sus mejillas antes de voltearse a verlo con una ligera sonrisa. "Te sorprenderías con la cantidad de trucos que los mecánicos tenemos bajo nuestra manga."
"Yo no veo que estés usando alguna."
Winry agachó su mirada hacia su pecho y sabiendo que Ed era más que consciente de su elección de vestimenta (un top gris de tubo) llevó protectivamente sus brazos a su pecho a pesar de que no era la primera vez que Ed la veía con esa ropa.
Dándose cuenta de esto, Ed se sonrojó ligeramente y se apresuró a hablar con un ligero deje agudo en su tono de voz a causa de sus nervios. "No sé de qué me asombro si de por si haces cosas increíbles. Así que puedes guardar secretos aunque no uses mangas ¿no?" Dijo soltando una risita nerviosa.
Ante el cumplido que se había colado dentro de su intento de explicación, Winry no pudo evitar sonreír. "A veces puedes dar cumplidos de la manera más inesperada." Se puso de pie antes de añadir. "Dame un par de minutos en lo que voy por mis cosas. No tardaré."
Algunos minutos más tarde, Ed y Winry caminaban rumbo a su departamento. Al no tener un espacio de estacionamiento, Ed no había tenido más remedio que dejar su motocicleta en Dublith, lo cual su madre había agradecido enormemente.
Cuando ya se empezaba a ver la fachada del edificio en el que se encontraba su departamento, Winry tuvo que detenerse al doblarse de la risa ante la historia que Ed le estaba contando, una que lo involucraba a él y a una avestruz que lo había perseguido incesantemente.
"¿De verdad?" Preguntó Winry entre risas.
Ed también rió. "En serio. Ese día aprendí que no te conviene ganarte el odio de un pajarraco como ese."
"Es tu culpa. ¿Cómo se te ocurre-?" Winry se interrumpió a media pregunta al sentirse observada por lo que miró a sus alrededores pero no encontró nada fuera de lo usual.
"¿Qué pasa?" Preguntó Ed.
"Nada." Dijo Winry un tanto insegura antes de apartar el pensamiento de sentirse observada de su mente para seguir platicando con Ed hasta que entraron en el departamento.
Una vez dentro los dos se alistaron para preparar algo de cenar. Ed se encontraba abriendo unas latas de atún cuando Winry abrió el refrigerador para sacar un cartón de leche. Al abrirlo y acercárlo a su nariz, ésta se arrugó lo que hizo reír a Ed.
"Creo que esta noche no tomarás ese líquido del mal."
Con una mueca, Winry tiró el contenido del cartón en el fregadero mientras respondía. "Claro que lo haré. La tienda de la señora Hamilton todavía está abierta y, si no, soy capaz de ir al supermercado."
Ahora fue el turno de Ed de hacer una mueca. "Tú y tu afán de querer beber ese vil líquido."
Winry subió la cremallera de la chamarra que se había colocado al salir del taller y que no había tenido oportunidad de quitarse. "Tú y tu guerra contra algo tan inocente como la leche."
"Podrías tomar café. Sabe mucho mejor."
"Podría pero quiero dormir bien hoy además de que me encanta tomar algo de leche con las galletas de tu mamá." Dijo Winry con una sonrisa.
"Hey, esas son mías." Se quejó Ed a manera de broma. El día previo había regresado de visitar a sus padres y, como era su costumbre, su madre le dio algo de comida para la semana, siendo en esta ocasión galletas. Curioso debido a que la vez anterior también lo había hecho y ella no solía repetir alimentos de una visita a otra.
Winry se acercó a la caja donde se encontraban las galletas y tomó una para darle una mordida. Después le acercó la caja al joven pero antes de que Ed pudiera tomar una, ella apartó la caja de su alcance.
"¡Hey!"
"No te estaba invitando." Dijo Winry con una ligera risa.
"Te recuerdo que son mías. El que mamá me haya dicho que te diera algunas no significa que ahora sean todas tuyas."
Winry movió un dedo de lado a lado. "Claro que son mías. Mira." Dijo acercándole una vez más la caja.
Enarcando una ceja, Ed observó el contenido de la caja percatándose hasta ese momento que en la parte interna de la tapa había un pequeño mensaje escrito cortesía de su madre. Para Winry. Gracias por cuidar tan bien de mi hijo.
Ed abrió más sus ojos ante lo que estaba viendo provocando risas en Winry, por lo que optó por regresar a su labor de preparar el atún para los sándwiches.
"Como ya no hay dudas respecto a eso…" Winry dejó la caja en su lugar y se acercó a la puerta mientras tomaba sus llaves. "Iré por algo de leche."
"Ve con cuidado."
Winry volteó a verlo pero al hacerlo Ed devolvió su mirada a su tarea aunque no por ello pudo evitar que Winry se desconcertara brevemente al darse cuenta de que las puntas de sus orejas estaban enrojecidas.
Winry fue a la tienda que se encontraba a un par de cuadras de su edificio. Afortunadamente todavía la encontró abierta por lo que en cuestión de minutos ya estaba caminando de regreso a su departamento con un cartón de leche fresca consigo. Ella iba tarareando una melodía mientras se acercaba a su destino pero su melodía y sus pasos fueron detenidos abruptamente cuando se percató de que había alguien conocido recargado contra la fachada de su edificio.
Apretando un poco el cartón y frunciendo el ceño, Winry preguntó. "¿Qué es lo que haces aquí, Max?" Le preguntó al joven.
El joven castaño se separó de la pared en la que estaba recargado e intentó dar un paso hacia ella pero al ver cómo la postura de Winry se tensaba, se detuvo. "Sólo quise venir a saludarte. ¿Acaso eso tiene algo de malo?"
"Sí cuando te dije claramente que no quería volver a verte en mi vida." Le respondió Winry con una mirada molesta.
"Oh, vamos, Winry. Eso es imposible. Seguimos yendo a la misma universidad."
"Sabes a lo que me refiero."
Max suspiró y se pasó una mano por el alborotado cabello antes de dirigirle una sonrisa triste. "Lo sé, Winry. En serio. Es sólo que de verdad deseaba disculparme contigo."
"Por favor, Max, ¿de verdad crees que voy a creerte eso?"
"Entiendo que no estoy en la mejor posición para que creas mis palabras pero sé quién eres y lo grande que es tu corazón así que, por favor, te pido una oportunidad para darte la disculpa que te mereces y que tanto tiempo me tardé en darte. Sé que no tengo justificación para lo que hice pero quiero intentar al menos ganarme un poco de tu perdón." Max le dijo con una mirada suplicante en su rostro.
"Max-"
"Por favor, Winry." Dijo él avanzando lentamente hacia ella al darse cuenta de que Winry estaba comenzando a bajar sus defensas. "Me siento terrible por haberte perdido por una idiotez."
Winry suspiró. "Pues sí, fuiste todo un idiota y, aunque quizás podría llegar a perdonarte, no creo que podamos hacer algo por nuestra amistad. Destruiste la confianza que te tenía."
"Winry, dame una oportunidad para demostrarte de que podemos hacer que lo nuestro funcione."
"Oh, wow, espera." Dijo Winry colocando su mano libre al frente para hacer que el castaño se detuviera. "¿Lo nuestro? Eso suena a una relación y tú y yo claramente no tuvimos nada más allá de una amistad."
Max enarcó una ceja. "Bueno quizás no tal cual pero era obvio que teníamos algo. No de en balde me coqueteabas todo el tiempo."
"¡¿Qué?! Winry apretó su agarre, abollando el cartón de leche. "¡Jamás te coqueteé, imbécil!"
Max soltó una ligera risa. "Por favor, ¿por qué crees que no pude resistirme esa noche? ¡Tú querías que lo hiciera!"
"¡Eres un idiota!" Dijo Winry mientras le lanzaba el cartón a la cabeza, el cual se abrió un poco al hacer contacto con su objetivo debido a la presión que Winry había ejercido en él previamente. "Y yo también lo soy por creer que merecías que te escuchara." Agregó mientras pasaba a su lado con fuertes pisadas.
"¡Hey!" Dijo Max con una mirada molesta mientras la sujetaba por el antebrazo. "¿Cómo te atreves?"
"¡Suéltame!" Dijo Winry con tono molesto mientras intentaba librarse del agarre pero sólo tuvo un alivio momentáneo debido a que el joven la soltó por sólo un momento antes de sujetarle rápidamente por ambos antebrazos.
"Tú no me das órdenes." Dijo él mientras la hacía recargarse contra la fachada del edificio.
Winry intentó darle un rodillazo en la entrepierna pero el castaño logró alejarse lo suficiente para que su rodilla sólo lo rozara. Ante esto, Winry iba a gritar pero el castaño se dio cuenta de sus intenciones por lo que le cubrió la boca con una mano mientras forzaba su cuerpo contra el de ella para mantenerla inmovilizada.
"Así está mejor." Ante la mirada furiosa que Winry le dirigió, sonrió. "Vamos, no me mires así. De seguro me extrañaste todo este tiempo. Aunque ahora que recuerdo…" Apretó el agarre que mantenía en el antebrazo de la rubia, lo que seguramente le dejaría un moretón. "Bonito recibimiento que me diste, eh. Decidí darte tu tiempo para que te tranquilizaras y al final resulta que me cambiaste por un imbécil cualquiera. ¿Tan urgida estabas de atención?" Dijo antes de bajar el cierre de la chamarra de la chica. "Genial, al menos me recibes con una de mis prendas favoritas." Dijo mientras le dirigía una sonrisa.
Fue en ese momento en el que Winry no pudo evitar que el pánico se reflejara en su mirada. Su buen corazón le había ganado al haber continuado con la charla inicial de Max pero en ese entonces su mirada era prácticamente la misma que había tenido cuando convivían juntos en el departamento antes de aquella vez en que quiso propasarse con ella. Ahora, a pocos centímetros de ella, tenía a Max con la misma mirada depredadora y demente que había tenido en esa terrible ocasión.
"No te asustes, Winry." Dijo mientras frotaba su antebrazo con su pulgar. "Sólo disfruta del momento ¿sí?" Agregó mientras se inclinaba hacia ella.
Al percatarse de que el castaño tenía intenciones de besarla, Winry aprovechó para morderle la mano tan pronto cómo sintió que la presión se aligeraba.
Tras soltar un gruñido de dolor, Max la miró con furia mientras apretaba su puño con la clara intención de abofetearla. "¡Tú maldita-!"
"¿Acaso no te enseñaron a respetar, maldito imbecil?" Preguntó Ed, quién había llegado justo a tiempo para detener el puño del joven con su mano.
"¿Qué de-?" Max no tuvo tiempo de terminar su pregunta debido a que Ed lo golpeó en el rostro con tanta fuerza que lo hizo caer al suelo.
"¡Ed!" Exclamó Winry aliviada.
"Winry, ¿estás bien? ¿Qué te hizo este imbécil?" Dijo Ed, quien se colocó frente a ella mientras la examinaba para ver si estaba herida.
"Estoy bien, Ed. No logró hacer nada." Dijo Winry antes de abrazarlo.
Ed frotó su espalda dándose cuenta de que, a pesar de la fachada fuerte que Winry estaba tratando de mostrarle, su mirada denotaba el pánico que sintió además de que podía sentir cómo su cuerpo temblaba ligeramente ante lo ocurrido.
"Maldito entrometido. No te metas en donde no te llaman." Dijo Max mientras se ponía de pie al mismo tiempo que se limpiaba un hilillo de sangre que corría desde su boca.
Ed se separó de Winry y al hacerlo colocó momentáneamente su mano por el antebrazo de la rubia provocándole una ligera mueca de dolor. Esto le hizo dirigir una mirada furiosa al castaño mientras colocaba a Winry detrás de él.
"Si valoras tu miserable vida, vete de aquí."
Max rió. "¿Ah sí? ¿Acaso crees que te tengo miedo?"
"Deberías."
Winry tomó a Ed de la mano. "Déjalo, Ed. Vamos adentro."
"¿Crees que voy a dejarlo ir así sin más después de que te lastimó?"
"Lo voy a denunciar, Ed. Tal y como debí hacerlo la primera vez." Le dijo Winry antes de dirigirle una mirada furiosa a Max.
"Déjate de tonterías, Winry. Bien sabes que quieres estar conmigo. No tienes que provocarme con tus jueguitos estúpidos."
"Que bueno que te deshiciste de este idiota, Winry." Dijo Ed sin despegar su mirada del castaño.
"Tú no te metas, maldito idiota." Le dijo Max acercándose a ellos.
Ed metió su mano libre al bolsillo de su pantalón y rápidamente sacó su celular para pasárselo a Winry. Al pensar que sólo se trataría de una salida rápida Winry ni siquiera había tomado su celular antes de salir pero ahora rápidamente entendió lo que Ed quería que hiciera por lo que, tras darle un breve apretón a su mano, lo soltó y retrocedió un par de pasos mientras marcaba el número de la policía.
"Quieta ahí, Winry. No hemos terminado de hablar." Dijo Max señalándola con un dedo.
"Jódete. No eres quién para darme órdenes." Dijo Winry antes de centrar toda su atención en la llamada que estaba haciendo.
Max hizo el intento de ir hacia ella pero Ed lo detuvo extendiendo su brazo para impedirle el paso.
"¿No te dije que te fueras, imbécil?" Le dijo Ed apretando su quijada ante la furia que ese chico le estaba provocando.
Max ignoró sus palabras y le dio un fuerte empujón con la intención de estrellarlo contra la fachada del edificio pero su golpe no tuvo la fuerza suficiente por lo que Ed apenas se tambaleó antes de tomar uno de los brazos del castaño sometiéndolo al colocar su brazo dolorosamente detrás de su espalda. Entre quejidos de dolor, el castaño intentó patearlo sin éxito por lo que, frustrado, estrelló la parte trasera de su cabeza contra el rostro de Ed.
"¡Ed!" Exclamó Winry, preocupada, dando unos pasos hacia ellos al olvidarse momentáneamente de la llamada que estaba haciendo.
"Estoy bien, Win. Sigue con la llamada." Dijo Ed con una sonrisa tranquilizadora.
Winry dudó un segundo antes de asentir con la cabeza para después seguir con la llamada.
"Y tú…" Dijo Ed regresando su atención en el castaño antes de tirarlo al suelo con un rápido movimiento. "Parece que no sabes cuando detenerte ¿no?" Añadió mientras se acomodaba sobre él para impedir que se escapara y sin soltar su brazo de la dolorosa posición en la que se lo había colocado.
"Maldito."
Ed lo ignoró y se aseguró de impedirle cualquier movilidad en lo que Winry terminaba de llamar a la policía.
Cuando Winry terminó la llamada y se acercó a ellos, quiso intentar revisar la mejilla de Ed debido a que el golpe de Max seguramente le provocaría una hinchazón en la zona dado que ya podía notarse cierto enrojecimiento, pero Ed la tranquilizó diciéndole que después se encargarían de eso una vez que la policía se hubiera llevado a Max ya que no quería que el tipo estuviera tan cerca de ella una vez más.
Winry sintió una calidez en su interior al notar lo mucho que Ed la estaba cuidando por lo que le sonrió y le dio las gracias aunque, muy a la Ed, el joven le restó importancia a lo que estaba haciendo y comenzó a hacerle algo de plática a Winry acerca de cómo su madrina Izumi les había enseñado a él y a su hermano Al a defenderse, incluso llegando a bromear diciendo que Izumi seguramente le daría una paliza cuando descubriera que un inútil le había llegado a dar un buen golpe en la cara. Max quiso maldecir y quejarse a lo largo de su charla pero Winry se encargó de mantenerlo callado al forzar en su boca parte del cartón de leche que le había lanzado previamente.
Así siguieron por un rato más hasta que la patrulla llegó para llevarse a Max. Tuvieron que quedarse algunos minutos más mientras los policías los cuestionaban acerca de lo sucedido para tener un informe previo de la situación además de que le solicitaron sus datos a Winry para iniciar el proceso de denuncia ya que ella les había dicho que iba a proceder con dicho trámite.
Cuando finalmente estuvieron de regreso en el departamento, una vez que ella se quitó la chamarra que traía puesta, Winry no tardó en mandar a Ed a que se sentara en una de las sillas de su pequeña cocina para poder revisar su rostro. Ed refunfuñó un poco al inicio pero no tardó mucho en sonreír aliviado cuando pudo sentir la frescura de una bolsa de hielo sobre la parte izquierda de su rostro.
Algunos segundos después, Winry retiró la bolsa momentáneamente para revisar cuidadosamente el rostro de Ed para así ver si tenía alguna herida que tuviera que desinfectarse. Al no encontrar ninguna le dio la bolsa a Ed para que él mismo la sostuviera sobre su rostro mientras ella comenzaba a revisar cada uno de sus brazos, acción que provocó una risa en Ed.
"¿Te traigo una lupa?"
Winry terminó de revisar su brazo antes de responder. "No estaría mal pero creo que por esta ocasión no será necesario ya que todo parece estar bien por aquí." Dijo con una sonrisa aliviada.
"Yo mismo pude habértelo dicho." Dijo Ed con una sonrisa antes de extender una mano en su dirección.
"¿Qué?" Preguntó Winry, confundida.
"Tu brazo."
"Oh." Winry lo colocó contra su pecho y lo sostuvo con su otra mano. "Todo bien." Dijo forzando una sonrisa.
"Winry." Cuando ella evadió su mirada, Ed insistió. "Por favor."
Winry suspiró y extendió su brazo hacia él. Ed tomó su mano y le dio un ligero apretón antes de ponerse en pie para poder revisar sus antebrazos, en los cuales estaban comenzando a notarse los moretones nacidos del fuerte agarre que Max había mantenido en ella.
"Ese infeliz." Murmuró Ed entre dientes mientras pasaba sus dedos algunos centímetros por debajo de donde estaban las marcas.
"No es nada, Ed."
"¿Nada? Demonios, no debí haberte dejado ir sola a la tienda."
"No es tu culpa, Ed. Es más, no he podido agradecerte adecuadamente." Le dijo con una sonrisa antes de abrazarlo. "Muchas gracias, Ed."
Ed no tardó en corresponder su abrazo. "No hay nada que agradecer. Es más disculpa mi tardanza."
Winry negó contra su pecho. "Nada de eso. La que tiene que disculparse soy yo." Se apartó ligeramente de él para poder colocar suavemente una mano sobre su mejilla. "Por mi culpa estás herido."
Ed rió. "¿A esto le llamas herido? ¿Qué acaso no escuchaste los chillidos de dolor de ese mocoso?"
Winry no pudo evitar reír. "Aún así." Su expresión se puso seria. "Nada de esto hubiera pasado si hubiera acudido a la policía desde un inicio."
Ed se encogió de hombros. "Bueno, en realidad la policía no siempre es eficiente."
"Puede ser… pero al final ni siquiera lo intenté, todo porque no quería preocupar a mis padres."
Ed la miró fijamente a los ojos antes de decir. "Entonces… ¿ese imbécil quiso propasarse contigo cuando vivían juntos?"
Winry suspiró antes de agachar su mirada. "Así es."
"Ese bastardo." Dijo Ed con molestia antes de suavizar sus facciones y levantar el rostro de Winry con una mano. "Hey, tranquila, ya todo pasó. Además mañana nos aseguraremos de que ese idiota tenga su merecido. No se va a escapar de esta."
"¿Nos?"
"Por supuesto." Dijo Ed con una sonrisa. "¿Acaso crees que te voy a dejar ir sola? No voy a cometer el mismo error."
Winry no pudo evitar una sonrisa. "¿No se supone que una delegación es segura?"
Ed se encogió de hombros. "Nunca está de más un poco de seguridad extra sobre todo cuando hay imbéciles como ese idiota involucrados."
Winry mantuvo su sonrisa. "Te lo agradezco, Ed, pero no quiero darte más molestias. Ya hiciste bastante por mí y además mañana hay clases-"
Ed resopló. "¿Esa es tu mejor excusa? ¿De verdad crees que voy a preferir una estúpida clase de Mustang que a ti?"
La cercanía de sus rostros y el cómo Ed la había mirado al terminar su frase hicieron que Winry se sonrojara y su corazón se acelerara. No queriendo que él se diera cuenta del estado de sus mejillas, volvió a abrazarlo.
Ed no tardó en estrecharla con fuerza antes de preguntar. "¿Esto significa que sí me vas a aceptar como tu acompañante?"
Winry rió mientras enterraba su rostro contra su pecho. "Claro que sí. Gracias." Dijo antes de cerrar los ojos mientras se llenaba de la esencia de Ed. Ya no tenía la menor duda de que se había enamorado del joven pero, desafortunadamente, no había nada que pudiera hacer más que tratar de reprimir sus crecientes sentimientos lo más que pudiera. Sólo que por ahora, al menos por ese momento quería disfrutar de su cercanía ya que probablemente no tendría ese tipo de cercanía con él tan seguido como le gustaría, tanto por el deseo de mantener su amistad como por su propio bien para evitar ilusionarse con la más mínima posibilidad de que algo pudiera suceder entre ellos.
"Oye, Win."
Tras una inhalación profunda y de manera renuente, Winry se separó un poco para poder verlo a los ojos. "¿Sí?"
Ed esbozó una enorme sonrisa. "¿Ves? Por algo te dije que no tenías que ir a la tienda. ¡Todo esto seguramente fue una conspiración orquestrada por la malvada leche!"
Winry parpadeó un par de veces antes de reír. Sí, se había enamorado de Ed con todo y su extraño odio por la leche. Ya tendría tiempo para preocuparse de lo que esto significaba para el hecho de que ambos vivieran bajo el mismo techo. Por el momento se centraría en grabar en su mente esa enorme sonrisa que tanto le gustaba.
