Disclaimer: Crepúsculo es de Stephenie Meyer, la historia de Silque, la traducción es mía con el debido permiso de la autora.
Disclaimer: Twilight belongs to Stephenie Meyer, this story is from Silque, I'm just translating with the permission of the author.
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EPOV
Cuando me encontré con su coche, inclinado hacia la zanja, mis peores temores se hicieron realidad. La puerta del conductor estaba abierta y su bolso estaba en el asiento del pasajero, pero no había señales de Bella.
Mis hermanos y mi hermana llegaron corriendo segundos después de mí, mirando con horror el auto y la falta de ocupantes. Caí de rodillas, paralizado por el miedo.
―¿Hueles eso? ―gruñó Emmett.
Jasper asintió con gravedad.
―Sí. Lobo.
Sabía quién se la había llevado. Sabía exactamente quién se atrevería a tocar a mi compañera y a quitármela.
Paul.
—¡Emmett! ¡Agárralo! ¡Se dirige hacia la línea del tratado! —gritó Alice.
Justo cuando me puse de pie de un salto para hacer eso mismo, Emmett me abrazó con fuerza. Jasper y Alice se plantaron frente a mí.
—¡Suéltame! —grité—. ¡Ese cabrón va a pagar con su vida por tocar a mi pareja! —Luché por liberarme.
—Edward, cálmate. Vamos a volver a la casa y dejaremos que papá llame a la reserva. Ir furioso solo va a iniciar un problema que tendremos que terminar —dijo Jasper.
—Tiene razón, Edward —añadió Alice—, esto solo puede llevar a una guerra. Probemos primero con la diplomacia. Sabes que si él cree que ella es su impronta, no le hará daño. Cree que la ama.
—¡Lo mataré, Alice! ¡Te juro que lo destrozaré por esto! ¡Paul! —grité, haciendo que los pájaros de los árboles circundantes volaran frenéticamente. Mi ira era casi más de lo que podía contener. Temblaba con ella. Jasper intentó cubrirme con calma, pero yo estaba demasiado furioso—. ¡Jasper, detente! No voy a ir tras él. Todavía —gruñí.
—Llévenlo de vuelta a casa, muchachos —indicó Alice—. Sacaré el auto de la zanja y lo llevaré a casa.
Alice debió haber llamado a Carlisle, porque nos estaba esperando en la puerta cuando llegamos.
―Voy a llamar a Billy Black ahora mismo. Entra y siéntate. Y por el amor de Dios, mantén la calma. Recuperaremos a Bella. No quiero que haya una guerra por esto.
—Papá —gemí.
Esme se puso inmediatamente a mi lado, con los ojos llenos de dolor mientras me rodeaba con sus brazos.
—La traeremos a casa, hijo. —Tocó mi frente con su frente y susurró—: Ella también es nuestra. —Sus pensamientos eran casi tan torturados como los míos. Sí, Bella era su hija, por supuesto que estaba asustada.
Sabía lo mucho que todos la amaban, pero era mi compañera. ¡Mía! La necesidad de una retribución violenta solo era igualada por mi dolor por su ausencia y mi absoluto terror por su bienestar. ¿Hacía mal al dejarla humana? Si la hubiera convertido, nada de esto habría sucedido. Ella estaría aquí en mis brazos, a salvo, en lugar de a merced de un lobo. Debía estar aterrorizada. Casi me enfermaba el horror de eso.
Al verla dormir esta mañana, pensé en lo limitado que sería nuestro tiempo juntos. Solo tendría un número limitado de años con ella. Enfermedad, accidente y ahora lobos... Cualquier cosa podría arrebatármela. Una parte de mí quería ser egoísta, cambiarla y mantenerla conmigo para siempre. La mayor parte todavía no podía reconciliarse con quitarle la vida, acortarla y tal vez condenarla al infierno. Puede que tengamos almas, pero seguimos siendo monstruos asesinos que chupan sangre. ¿Cómo podría pensar en hacerle eso a alguien a quien amaba? Mi única esperanza era que hubiera un Dios misericordioso que nos permitiera estar juntos en la próxima vida. Después de que ella muriera, me destruiría a mí mismo y pasaría el resto de la eternidad buscándola. Si Paul... la mataba, lo destrozaría y luego, con suerte, el resto de los lobos me destruirían a mí. Ese sería el tiempo que podría tolerar existir sin mi Bella.
La voz de Carlisle me hizo salir de mis pensamientos.
―Billy, soy Carlisle Cullen. Tenemos un problema.
―Hola , Carlisle. ¿Qué pasa?
―La compañera de mi hijo, Isabella, ha sido secuestrada. Me temo que fue uno de los lobos, Paul.
― ¡Eso es imposible! Tenemos a Paul bajo vigilancia en su casa.
―Mis hijos encontraron su coche en la cuneta, no lejos de nuestra casa. Dijeron que olieron a un lobo y que definitivamente era Paul.
―Voy a enviar a Jacob a verificar la situación. Te llamaré en cuanto tenga alguna información. Ten tu teléfono a mano.
―Lo haré, Billy. Gracias, y estaré esperando.
Se desconectaron y pasaron cinco minutos tensos y silenciosos antes de que el teléfono de Carlisle sonara en su mano.
―¿Billy?
―Carlisle, tengo que disculparme contigo. Relajamos la guardia de Paul a un lobo porque parecía estar... mejor en relación a Bella. Jacob encontró a Seth Clearwater inconsciente y Paul se ha ido.
―¿Cuál es el plan, Billy? ―Mi padre, un diplomático nato. Yo habría dicho muchas cosas diferentes si hubiera estado a cargo de la llamada.
―Jacob se puso en marcha inmediatamente y le contó a Sam, el Alfa, lo sucedido. Sam está organizando a la manada para intentar localizar a Paul. ¿Tienen permiso para ir al lugar donde desapareció Bella? Intentarán seguir su rastro.
—Por supuesto. Haré que uno de mis hijos los reciba en la carretera para mostrarles dónde ocurrió todo. —Hizo un gesto a Emmett, quien asintió y salió corriendo por la puerta de inmediato—. ¿Seth está bien? Podría echarle un vistazo, si es necesario...
―Enviar a tu hijo ayudará. Seth está bien, solo tiene dolor de cabeza y está muy enojado con Paul. Pero gracias por la oferta. ¿Puedo enviar a mi hijo para que sirva de enlace entre tú y la manada? Entiendo que tu hijo es un lector de mentes. Jacob puede permanecer en sintonía para comunicarse con la manada y tu hijo puede informarte de lo que está pasando.
―Es una sugerencia inteligente, gracias, Billy. Estaremos esperando a Jacob y te llamaré si tengo alguna novedad.
―Está de camino. Gracias, Carlisle. Gracias por darnos el beneficio de la duda. No queremos una guerra...
―Nosotros tampoco. Gracias por entrar en acción. Como probablemente puedas adivinar, mi hijo está... angustiado por la desaparición de su pareja. Hablaremos pronto.
¿Angustiado? ¿Qué tal furioso? ¿Horrorizado, enfurecido y enloqueciendo rápidamente?
Estaba demasiado ansioso para sentarme y esperar, así que salí al patio y caminé de un lado a otro hasta que llegó Jacob. Lo olí antes de verlo y tuve que recordarme conscientemente que ese lobo era un aliado y no un enemigo. A diferencia de Paul, él atravesó la línea de árboles y se acercó a mí con cautela, con la lengua colgando en una sonrisa lobuna.
"Tranquilo, vampiro. Soy un amigo. Amigo."
―Eres muy gracioso. Me acuerdo de ti, Jacob. Yo soy Edward.
"Sólo Jake. Sí, yo también te recuerdo. Lo siento por esto, hombre. Sabes que no tuvimos nada que ver con esto, ¿verdad? Paul actuó por su cuenta. Nuestro único error es pensar que lo estaba superando y relajar la guardia a un lobo."
―No culpo a ninguno de ustedes por esto. Lo culpo solo a él. Será mejor que espere que alguien más lo encuentre antes que yo. Y si ha dañado un solo pelo de la cabeza de Bella...
No, hombre. No lo haría. Él cree que ella es su impronta. Se ha quejado y llorado desde aquel día en el prado, de que su compañera es rehén de los vampiros. ¡Un iluso!
―De todos modos, no hay forma de que ella sea su impronta. Aunque es parte quileute, no puede tener hijos y tiene un defecto genético que se transmitiría a cualquier descendiente. Se está quedando sorda y, muy probablemente, ciega. ―Le conté esa información, con la esperanza de que eso aumentara su deseo de recuperarla sana y salva, siendo pariente de ellos.
"¿Ella es parte Quileute?"
—Sí. Su bisabuela se casó con un Clearwater, el mismo con el que firmamos el tratado original hace setenta años. El matrimonio no duró, y ella se llevó al único hijo de ese matrimonio y abandonó la zona. Ese lobo era el padre de Harry Clearwater, por lo que el joven Seth es su primo.
"Bueno, eso es genial. Pero tienes razón, uno de los nuestros nunca podría imprimarse en alguien así."
Me tensé.
"Oye, no hace falta que te pongas espeluznante, Drácula. Solo me refería a la cuestión genética."
Me relajé y dije.
―Está bien. Entonces, ¿sabes algo de la manada?
"Han captado el rastro y se dirigen al bosque tras ellos. No debería llevar mucho tiempo. Tu chica debería estar en casa, sana y salva, al anochecer."
El coche de Rosalie se detuvo en el camino de entrada justo en ese momento y frenó a fondo. Abrió la puerta de golpe y en un abrir y cerrar de ojos estuvo a mi lado, agachándose en posición defensiva.
—Rosalie, te presento a Jake Black. Está aquí porque tenemos un problema: Paul Lahote secuestró a Bella. —Escuché que la ira volvía a apoderarse de mis palabras.
—¿Qué? —gritó. Puse una mano sobre su brazo para evitar un ataque. Estaba casi tan furiosa como yo—. ¿Por qué no hacemos nada?
―Jake me está ayudando a mantenerme en contacto con el resto de la manada mientras los buscan. Lo más probable es que la haya llevado de vuelta a la reserva, sabiendo que no podemos seguirla.
―¿Se trata de esa cosa de la impronta?― gruñó.
Jake resopló y asintió.
"Dile a la rubiecita que no soy una amenaza. ¡Dios mío, Drac! Es bonita y da miedo. Da mucho miedo."
Tosió y pareció reírse.
―Él está aquí para ayudar, Rose.
Ella se relajó y se puso de pie, con toda seriedad.
―¿Qué se está haciendo?
―La manada está en el bosque, siguiendo su rastro. Jake está aquí para transmitir información. Cuando se transforman, pueden compartir pensamientos. Para nuestros propósitos, estoy agradecido por eso.
Rosalie asintió.
―¿Cuál es la línea de tiempo?
―Se la llevó hace unos treinta minutos y los lobos los van siguiendo durante unos quince. ―Parecía que habían pasado horas desde que tuve a mi compañera en mis brazos. Esta inacción era intolerable.
"¡Maldita sea! Han perdido su rastro. Al parecer dio varias vueltas, giró en círculos y cruzó su rastro varias veces. Sin embargo, ahora está definitivamente en la reserva. No se dan por vencidos, pero ahora tienen que dispersarse y hacer una búsqueda exhaustiva. Paul no debe estar transformado, ya que no podemos captar ningún pensamiento suyo."
Mi ansiedad aumentó.
―¿Puedes conseguirnos permiso para cruzar la línea del tratado, Jake? ¡Déjanos ayudar a buscar, por favor!
"Espera, voy a consultarlo con Sam. Sam, los Cullen quieren venir a la reserva y ayudar con la búsqueda. Creo que en este caso, se los debemos…"
"Está bien, Jake. Diles que busquen en parejas. ¿Sigues con Edward?"
"Sí."
"Quédate con él. Diles que lleven teléfonos para que no haya problemas de comunicación. ¿Todos lo oyeron? Los Cullen vendrán a ayudar con la búsqueda. ¡Cooperen!"
Obviamente, esa fue una orden alfa, y varias voces estuvieron de acuerdo al unísono.
"Está bien, Edward, ¿escuchaste a Sam?"
Asentí y me volví hacia Rosalie justo cuando Emmett regresaba.
―Los seguí hasta la línea del tratado y luego me di la vuelta. Él se dirigió directamente a la reserva, Ed. Debía llevarla en brazos; no encontré rastro de su olor.
Asentí, intentando contener el pánico.
―Sam nos ha dado el visto bueno para entrar en la reserva y ayudar con la búsqueda. Todos traigan sus teléfonos, así podemos mantenernos en contacto. Jasper, Alice, hagan equipo. Lo mismo con ustedes, Rose y Em. Yo estoy con Jake. Mamá, papá, nos pondremos en contacto cuando sepamos algo.
—Está bien, hijo. Le avisaré a Billy —indicó Carlisle desde la puerta.
Esme gritó.
―Traigan a nuestra niña a casa sana y salva. ―Y añadió quedamente―: ¡Traigan a todos mis hijos a casa sanos y salvos, por favor!
Todos salimos corriendo hacia la reserva y nos dividimos en parejas en cuanto cruzamos la línea. Me impresionó la velocidad de Jake, ya que era mucho más rápido que un lobo de verdad. Su tamaño y sus largas patas le permitían devorar terreno muy bien, y yo solo tuve que reducir un poco la velocidad.
Me sentía mejor con el hecho de hacer algo. Quedarme quieto y esperar mientras mi amor estaba en las manos, o garras, de un secuestrador era horrendo.
Nos encontramos con Embry y Quil, llegamos a un acuerdo y salimos corriendo de nuevo. Podía oír en la mente de la manada que estas reuniones estaban ocurriendo en otras partes del bosque, y me sentí complacido y honrado de que todos hubieran dejado de lado su enemistad para ayudar a buscar a Bella.
La frustración llegó por la total falta de progreso. Nadie tenía idea de dónde podían estar y la noche estaba cayendo.
No podía perder a Bella, pero sentía que estaba perdiendo la cabeza.
