¡Saludos, queridos lectores!
Después de una semana de ausencia, vuelvo con las actualizaciones aunque esta historia si estaba programada para actualizase hoy. Al menos esta historia sigue yendo en tiempo n.n
Hoy ya he actualizado Sin destino y en un rato más, estaré actualizando La marca del lobo, así que si siguen esas historias, pronto verán las actualizaciones n.n
Sin hacer larga la introducción, los dejo con este capítulo n.n
Mientras Sasuke manejaba de regreso a su casa a eso del mediodía, no dejaba de repasar lo que había pasado desde que se encontró con Karin en el estacionamiento. Es decir, en primer lugar ni siquiera se imaginó que la encontraría allí en esa situación, porque se suponía que él se había retrasado en salir para no hablar a solas con ella. Sin embargo, la encontró en problemas y sin Neji cerca para ayudarla.
Por otro lado, él jamás planeó entrar a su apartamento, pero cuando tuvo la oportunidad no quiso negarse y mucho menos planeó besarla o pasar la noche con ella, pero desde la última noche de borrachera que tuvo, no dejaba de desear abrazarla y besarla.
Sí, pasó la noche con ella, pero de una forma diferente, una que en esos últimos tres años no había hecho y era sólo dormir juntos, teniéndola entre sus brazos. Eso sí, no iba a negar que no tuvo el deseo de hacerle el amor, pero se abstuvo, porque quería estar con ella y temió que intentarlo, hiciera que ella lo echara.
El sentimiento que tenía en el pecho con tan sólo pensar en el hecho de haberla tenido de nuevo junto a él, era algo que no podía describir, pero que lo hacía más feliz de lo que jamás se hubiese imaginado.
La cereza del pastel, fue aquél desayuno casual. Es decir, claro que había desayunado con ella en otras ocasionados y no sólo refiriéndose a esas veces de después de noches apasionadas, sino otros desayunos de trabajo o incluso los de tareas en la universidad, pero en esa ocasión había sido su primer desayuno sin pendientes, y sin sexo previo. Sólo algo casual, cotidiano.
Quizá, algo tan simple podría sonar absurdo para que él lo tomara como algo impresionante, pero es que… ¿Cómo no considerarlo?
Aquello le decía con fuerza que estar con ella era algo que lo hacía feliz, no importaba si se trataba de compromisos laborales, de una casualidad que los empujó a convivir o incluso el sexo, él era feliz simplemente estando junto a ella… teniéndola cerca.
Sasuke sonreía tontamente mientras manejaba pensando en ello, pero su expresión se borró de inmediato recordando que ella estaba saliendo con alguien más y todo porque él no pudo darse cuenta antes de lo que ella significaba para él. Era lógico que tarde o temprano alguien más se daría cuenta de lo valiosa que era ella.
—¿Está todo bien? —Itachi preguntó a su hermano cuando lo vio entrar a la casa muy decaído.
—Déjame en paz.
—Pensé que te habrías reconciliado con Karin —comentó el mayor, algo que llamó muchísimo la atención del menor, pues no había motivos para sospechar algo parecido.
—¿Por qué lo habría hecho?
—Porque no llegaste a dormir a noche.
—Pude haber pasado la noche con alguien más.
—¿Pasaste la noche con alguien más? —preguntó Itachi levantando una ceja.
—Tu ponchaste las llantas del carro de Karin —aseguró Sasuke enojado, porque algo en la mirada de su hermano le hizo saber que así fue. Además, tenía sentido que el guardia no hubiese visto nada, si era precisamente el gran jefe el que había hecho tal vandalismo.
—Intenté darte una oportunidad para que la recuperaras.
—¡Ya te dije que no voy a hacer nada! ¡Ella está saliendo con alguien más! —exclamó Sasuke irritado— ¡Maldita sea! ¿Y ahora cómo voy a mirarla a la cara sabiendo que fuiste tú?
—Si es así, entonces ¿por qué no volviste a casa por la noche? No me digas que volviste a cagarla y sólo te acostaste con ella.
—¡Deja de meter tus narices en mis asuntos! ¡No voy a recuperar a Karin! ¡Ella tiene un pretendiente que no la ha hecho llorar! ¡No vuelvas a intentar juntarnos!
—¿La hiciste llorar?
—Olvida eso. Sólo no vuelvas a meterte en…
El celular de Sasuke comenzó a sonar. Era Karin y aunque no sentía que era el mejor momento para hablar con ella, respondió la llamada porque no quería hacerle creer a la pelirroja que había algo mal.
—¿Sasuke?
—¿Si?
—Yo… creo que… pues…
—¿Está todo bien? —preguntó preocupado, pues ella sonaba temerosa o nerviosa.
—¿Podríamos hablar mañana en persona?
—¿Prefieres que vuelva ahora?
—¡No! No es urgente… digo… creo que tenemos que hablar, pero preferiría hacerlo mañana.
—De acuerdo. Estaré allí a la una ¿Está bien? —Sasuke estaba muy confundido y no porque no le extrañara el hecho de que ella tuviera preguntas después de aquella noche, pues no hablaron nada al respecto, sino que le preocupaba el cómo se oía ella.
—Sí… supongo que es buena hora.
Ambos permanecieron en silencio.
—Karin…
—Nos vemos mañana —lo dijo en pánico y colgó.
—¿Me dirás qué pasó? —preguntó Itachi cuando Sasuke bajó el celular con la mirada perdida al frente.
—No quiero que te sigas metiendo en mis asuntos.
—¿Y si prometo no volver a hacer algo como lo de las llantas de nuevo? Admito que no debí hacerlo, pero has estado como zombie y sabía que no harías nada a menos de que vieras una oportunidad.
La verdad es que Sasuke no tenía muchas ganas de decirle nada a su hermano, concretamente, no le gustaba decirle a nadie sobre su sentir. Sin embargo, tampoco iba a negar que el que alguien supiera, aún si era su hermano, había ayudado a que la carga de toda esa situación fuera menos pesada, pues sin tener que decirle nada, Itachi fue el que había asumido todo lo relacionado a Neji en el trabajo por consideración a él.
Sasuke caminó hasta uno de los sillones de la sala y se dejó caer en silencio. Aún no podía decidir si decirle o no a su hermano.
Itachi, por su parte, lo siguió con la mirada y optó por sentarse en el sillón de frente a él y esperar.
—La besé y dormí abrazado a ella.
—¿Y? ¿No le dijiste nada? ¿No hiciste nada más?
—No.
—¿Y ella qué dijo? ¿Qué hizo?
—Nada.
—¿Nada? —preguntó incrédulo— ¿No dijo nada de que la besaras? ¿No objetó que te quedaras aún si está saliendo con otro? —su hermano insistió— ¿Nada?
—Ella correspondió mi beso y no objetó que durmiera con ella. Tampoco dijo nada al otro día ni tocamos el tema en el desayuno —Sasuke no miraba a su hermano y soltó un suspiro— Supongo que es de lo que quiere hablar mañana cuando nos veamos. Estoy seguro que me reclamará para que no lo vuelva a hacer.
—No lo entiendes. ¿Verdad? —Itachi suspiró en tono cansado por el despiste de su hermano, pero contento con la noticia— Ella aún te quiere.
—Está mejor sin mí.
—Lo está sólo porque no haces las cosas como deben de ser, si te pones los pantalones y le dices lo que sientes, los dos pueden ser felices.
—Si hago eso, voy a terminar por arruinarlo. No sé nada sobre tener una relación y si por tres años junto a ella no hice nada bien sin estar en una. ¿Qué puede esperar ella de mí?
—¿Entonces no tendrás una relación con nadie sólo porque no tienes experiencia? —preguntó Itachi.
—No dije que no la tendría con nadie.
Itachi levantó una ceja, pues su hermano sonaba como si tuviera el plan de conseguir una novia para practicar antes de tener una relación con alguien que le importara.
—Nadie nace sabiendo cómo llevar una relación, sólo tomamos ejemplos y aprendemos sobre la marcha —señaló el mayor.
—Padre y tú son mis ejemplos cercanos de hombres en una relación. ¿Qué se supone que aprenda de ustedes que no esté haciendo ya?
De acuerdo, Sasuke tenía un punto. Los hombres Uchiha no eran los mejores cuando de iniciar romances se refería, por ejemplo, su madre siempre había sido la de los gestos dulces y su padre, si bien no la rechazaba, se esforzaba para mantener su imagen estoica, aunque según su madre, él era muy tierno en privado.
Por otro lado, Itachi tampoco era el mejor ejemplo, pues su novia de toda la vida, la cual estaba estudiando en el extranjero y se habían dado un tiempo por la separación, era la que iniciaba los gestos románticos o se los pedía a él, principalmente porque Itachi normalmente estaba muy ocupado y llegaba a ser un poco distraído, pero en sus citas él apagaba el celular y le daba toda la atención a su novia.
Sí, definitivamente Sasuke había aprendido bien esos ejemplos, aquellos que estaban al alcance de su mirada, pero se había saltado la parte donde primero conseguía una novia y aparentemente apenas había iniciado con los gestos dulces en lo privado.
—No le pediste que fuera tu novia —respondió en tono de reproche.
—¿Tú lo hiciste?
No, Izumi había sido quien se le declaró en primer lugar y por las anécdotas de su madre, sabían que prácticamente fue Mikoto quién orilló a su padre a proponérsele.
—Entonces al menos úsanos de ejemplo de lo que no debes hacer.
—Olvídalo —bufó Sasuke levantándose del sillón dispuesto a irse. Al parecer su hermano no tenía nada bueno qué decirle.
—Sasuke, al menos sigue este consejo mañana que hables con ella: dile todo lo que sientes por ella y deja de guardártelo —dijo Itachi antes de que él se perdiera por uno de los pasillos— Sin importar lo torpes que padre y yo fuimos en nuestras relaciones, te aseguro que nunca les ocultamos lo mucho que las amábamos.
—Voy al club.
—¡Y discúlpate por no habérselo dicho antes! —gritó el mayor a sabiendas de que su hermano no volvería a tocar el tema por lo menos hasta que volviera de hablar con ella.
Aquél día, Sasuke estuvo muy ansioso. De hecho, durmió muy poco pensando en lo que había hablado con Itachi, pero por sobretodo, recordando lo feliz que se había sentido ese día de estar con ella.
Sí, quería volver a sentirse así, pues había sido una felicidad diferente, una que no sabía cómo describir y que no había experimentado antes, pues aunque haber tenido noches apasionadas con ella le habían causado felicidad, no podía compararlas y ni siquiera estaba muy seguro de por qué.
Una hora antes de que diera la hora acordada, Sasuke ya estaba en el estacionamiento del departamento de Karin, pues estaba ansioso de tener esa plática, aunque al mismo tiempo tenía miedo, porque temía que su hermano se estuviese equivocando al decirle que ella aún sentía algo por él.
Al mirar el reloj, Sasuke soltó una maldición, pues aún faltaba media hora para el encuentro y él ya no se sentía capaz de poder seguir esperando, por ello había terminado saliendo antes de la casa.
¿Quién carajos había dicho que estar enamorado era lo mejor del mundo? Quién lo hubiese dicho era un completo imbécil o un masoquista, o eso pensaba Sasuke, pues aún cuando se había sentido feliz aquella noche durmiendo con ella en brazos, había pasado más tiempo estando ansioso que contento desde que ese asunto del enamoramiento había empezado.
Volvió a mirar el reloj y ni siquiera había pasado un minuto. Sentía como si el tiempo se hubiese detenido y en cambio, cuando durmió junto a Karin, a pesar de que habían pasado horas, lo sentía como si hubiese pasado sólo un instante.
—¡Maldita sea! —exclamó con los dientes apretados, pero al minuto siguiente su celular comenzó a sonar. El nombre de Karin apareció en la pantalla y él tardó más tiempo en reaccionar a su voz que en contestar.
—¿Sasuke?
—¿Sí?
—No te interrumpo. ¿Verdad?
—No.
—¿Estás por salir de tu casa?
—¿Qué pasa? —preguntó inquieto, pues no iba a decirle que llevaba media hora en su edificio y ahora temía que ella le cancelara.
—Nada… yo… Sí vendrás. ¿Verdad?
—Sí.
—Entonces te espero aquí a la hora acordada… pero si llegas antes, avísame. ¿Sí?
—Ya estoy en tu edificio —se le escapó decir. Sin duda su boca actuaba más rápido que su mente.
—¿De verdad? —preguntó sorprendida, incluso incrédula.
—Estaré contigo en unos minutos —respondió el varón y ambos quedaron en silencio.
Sasuke estaba esperando que quizá Karin objetara o que le comentara que quizá tardaría en abrirle la puerta porque aún se estaba arreglando o algo parecido y ella permaneció muda porque no sé esperaba que él ya estuviera cerca.
—Te espero.
Ambos colgaron al mismo tiempo soltando un suspiro pesado. Ninguno sabía qué esperar de esa charla.
En cuanto Sasuke colgó, se apresuró a salir del carro y ansioso, subió las escaleras del edificio porque no se sentía con la paciencia de esperar el elevador. Empero, cuando se vio frente a la puerta del departamento quedó congelado por el miedo de que las cosas no fueran a salir bien.
Desde que habló con Itachi, Sasuke había considerado seguir su consejo y ser franco con Karin sobre sus sentimientos, pero el miedo de fracasar como pareja lo congeló en el peor momento y es que una de las cosas que él más temía de toda esa situación, era que si fallaba, ella terminaría alejándose de él. ¿No sería mejor sólo seguir siendo amigos? Al menos así siempre estarían cerca.
¡Miau! Se oyó a la bola de pelos detrás de la puerta y enseguida un siseo de su parte.
—Pórtate bien —Sasuke oyó la voz de Karin y al poco, la puerta del departamento se abrió— Ónix me avisó que estabas afuera —dijo ella con el felino en brazos y una sonrisa— Adelante, pasa.
La pelirroja dio la media vuelta para dejar a su mascota en el hábitat y al poco lo volteó a ver.
Sasuke estaba paralizado, pero cuando ella lo volteó a ver con ese gesto confundido a punto de decirle algo, arrastró sus pies, que se sentían más pesados de lo normal, dentro del departamento y cerró la puerta cuando al fin estuvo completamente adentro.
—Llegué antes —pudo decir aunque en un tono muy rígido, pero al mismo tiempo se sintió estúpido por señalar lo obvio.
—Sí… ¿Te gustaría algo de tomar? —preguntó ella que también estaba nerviosa.
—Sí —respondió el azabache y no porque realmente quisiera tomar algo, sino porque esperaba que cuando ella se perdiera en la cocina, él pudiera dominarse.
Karin asintió a la respuesta del varón y corrió a meterse a la cocina sin siquiera preguntar el tipo de bebida que deseaba. Ella simplemente entró a la cocina, se tomó su tiempo y después de más de cinco minutos, volvió con un par de tazas de café.
—Siéntate, no te quedes ahí parado —Karin lo invitó, pues Sasuke no se había movido de la puerta.
El azabache asintió y se sentó en el mismo sillón que la pelirroja, sólo que en el lado opuesto. En cuanto él tomó asiento, ella extendió el brazo hacia él para ofrecerle una de las tazas.
Al mismo tiempo, ambos bebieron de la taza sin mirarse y tuvieron que terminarse el café con pequeños sorbos antes de que alguno de los dos se atreviera a decir algo.
—¿Puedo usar tu baño? —preguntó Sasuke levantándose del sillón de forma precipitada.
—Sí. Conoces el camino.
Tuvo que pasar un rato más antes de que las excusas se les terminaran, pues Karin también pasó al tocador y tardó casi diez minutos en ir a dejar las tazas vacías en la cocina porque se puso a lavarlas minuciosamente y Sasuke se vio algo torpe cuando quiso ayudarla a levantar la cerámica rota cuando ella tiró una de las tazas al querer guardarla.
—No estamos avanzando —comentó Sasuke que, pese a su miedo, ya no podía seguir aplazando esa conversación.
—Lo siento. Es mi culpa, es que después de todo lo que pasamos… Es difícil tener esta charla sin parecer insistente —respondió Karin avergonzada. Hacía mucho que no se sentía tan tímida, pero reunió todo su valor y se atrevió a preguntar— ¿Por qué me besaste de la nada? ¿Y qué fue todo eso de abrazarme y dormir conmigo de esa forma tan… ?
—Tus labios son muy suaves —fue lo primero que salió de boca del varón que intentaba seguir el consejo de su hermano de decirle todo lo que él sentía por ella.
—¿Qué? —preguntó Karin sonrojada y confundida y Sasuke se acercó a ella en el sillón.
—Te besé porque tus labios son suaves.
—¿Y qué significa eso? Porque si lo que quieres es que volvamos a nuestro antiguo acuerdo, de una vez te digo que…
No, él no era muy bueno con las palabras y la prueba estaba en que no era precisamente eso lo que quería responder. Sin embargo, estiró sus dedos hacia la pelirroja y con ellos la hizo enmudecer al tocar sus labios con suavidad.
—Karin, tú…
Llamaron a la puerta tan repentinamente, que ambos voltearon al lugar tras haber dado un saltito en sus lugares. Incluso, Sasuke había retirado su mano, porque se sintió como si alguien los hubiese descubierto. ¿En qué? Quién sabe, pero sus corazones latían apresurados.
Al voltear hacia la entrada, notaron que Ónix estaba allí maullando.
—Tengo que ir a ver quién es —musitó la pelirroja, pero ella no se movía de su lugar.
—Ve.
Si hubiese sonado el celular o el interfón lo habrían ignorado, pero ya que habían tocado directamente a la puerta y Karin no interactuaba para nada con sus vecinos, ambos sabían que quién fuera que estaba llamando, tenía un asunto importante que tratar sobre el edificio.
Respirando hondo, Karin se levantó del sillón con desgano, ese era el peor momento para tener visitas o avisos, pero se apresuró a la puerta para poder atender rápido el asunto que fuera que había que atender y volver pronto a la conversación con Sasuke.
—Me preguntó si en tu vida pasada fuiste perro —comentó Karin mientras tomaba a su mascota del suelo que seguía maullando y al ver por la mirilla, quedó estupefacta.
—¿Karin?
—Es Neji —dijo la pelirroja mirando a Sasuke que estaba igual o más sorprendido que ella y aunque ninguno dijo más, ambos sabían que el momento a solas se había terminado, pues Hyuuga tendría que haber oído a Karin cuando recogió al gato del suelo. Ella abrió— ¿Qué haces aquí?
—Regresé antes de mi viaje y no podía esperar a darte esto —Neji sonreía mientras cargaba un regalo en las manos— Aunque admito que es sólo una excusa, porque en realidad deseaba verte.
—Gra… gracias. De verdad no esperaba verte aquí —ella forzaba una sonrisa recibiendo el obsequio.
—Espero que sea una grata sorpresa y que no estés ocupada porque me gustaría invitarte a comer —el varón acarició al felino en brazos de la pelirroja y un ruido lo hizo voltear dentro, notando la presencia de Sasuke— No sabía que tenías visitas… Creo que vine en un mal momento. Mejor nos vemos en…
—No es necesario. Yo ya me iba —Sasuke se levantó del sillón caminando hacia la salida.
—Sasuke…
—Si están ocupados, puedo…
—Olvídalo Hyuuga, me voy.
El azabache se abrió paso para salir del departamento sin mirar a Karin y se fue tan pronto como pudo.
¿Qué habrá pensado Neji al ver la escena? ¿Esto alejará a Neji de Karin? ¿Sasuke realmente se irá o alguien lo detendrá? ¿Volverá a hablar con Karin sobre lo ocurrido por la noche? ¿Qué otra pregunta les ha surgido?
Me encantará leer sus preguntas y teorías en los comentarios n.n
Les recuerdo que esta historia se actualiza cada quince días y que es un capítulo corto y uno largo. El capítulo de hoy es largo.
Quiero comentar antes de despedirme, que debido a mis ocupaciones de las semanas pasadas, tengo que reorganizar las fechas de las actualizaciones, así que de momento no sé qué, ni cuantas historias estaré actualizando la próxima semana, pero les aseguro que al menos subiré una historia n.n
Sin más, me despido por ahora n.n
¡Hasta la próxima actualización!
