¡Saludos, queridos lectores!
Haciendo un gran esfuerzo, he podido traerles actualizaciones este fin de semana, y en esta ocasión, procuré hacerlas más temprano esperando que antes de que termine el fin de semana, puedan disfrutar de las historias. n,n
Como buena noticia, les puedo decir que el día de hoy, le tocó actualización larga a esta historia, así que espero que lo disfruten mucho n.n
No haré la introducción extensa, sólo diré que así como he estado haciendo en últimas ocasiones, dejaré al final del capítulo las historias que estaré actualizando el día de hoy, y espero que esta y las historias que estaré actualizando el día de hoy, sean de su agrado n.n
A Sasuke le latió el corazón muy rápido con aquella pregunta, no sólo porque Karin la hizo precipitadamente para cambiar el tema, sino porque con la respuesta, podrían escapársele palabras que estaba intentando no pronunciar para no lastimarla.
—Lo imaginé —ella sonrió con tristeza después de un largo silencio— No tienes que mentir ni buscar una forma linda de decirme que no —desvió la mirada— Después de todo…
—No estoy seguro de qué habría respondido. En ese momento, para mí lo más importante era el trabajo y lo demás era una distracción —Sasuke la interrumpió hablando con sinceridad. Aún si no iba a confesar sus sentimientos, podría ser sincero en otros aspectos. Además, no tenía sentido mentirle porque ella se daría cuenta— Pero un hijo… Habría sido una noticia más que inesperada y estoy seguro que me habría tomado algo de tiempo tomar una decisión.
—Un bebé con alguien que ni siquiera era tu novia me dice que lo habrías rechazado —respondió Karin con una sonrisa triste— Y lo entiendo. Tu mismo lo has dicho, tu prioridad era el trabajo y para aceptar a nuestro hijo, habrías tenido que cambiar esas prioridades drásticamente —no lo miraba a los ojos, no podía— Supongo que las costumbres de tu familia, también habrían hecho eco en esa decisión.
—No puedo decirte con certeza la postura que habría tenido en aquel entonces —Sasuke insistió, porque era cierto que no sabría decirlo y no quería que ella se quedara con esa imagen de él. Le tocó el dorso de la mano, y aunque le habría gustado tomarla, prefirió limitarse a ese roce— Pero si eso estuviese ocurriendo en este momento, lo tendría contigo.
—Lo dices para no hacerme sentir mal.
—No es así. Lo digo porque mi vida ya no es el trabajo como lo era en aquel entonces —retiró su mano de la de ella, porque aunque era verdad, no quería decirle que ella se había vuelto su prioridad— Tuve que perder algo muy importante para darme cuenta que mis prioridades estaban equivocadas.
—¿Qué perdiste? —preguntó ella levantando la mirada con mucha curiosidad.
—A ti… te extrañará mi respuesta, pero que me hablaras de nuestro hijo, me hizo darme cuenta que la forma en que he estado haciendo las cosas no es la correcta, y que quizá me alejó de otras oportunidades mejores —alcanzó a componer la respuesta que se le había escapado— Si me hubiese dado la apertura a otras experiencias en lugar de estar centrado en el trabajo, tal vez nuestro hijo estaría aquí con nosotros, jugando con el pulgoso y… no sé —suspiró— Lo que quiero decir y en resumen, es que saber de su existencia y todo lo que pasaste por él, me hizo darme cuenta que no quiero vivir para trabajar, que hay cosas más importantes, aún si él trabajo es el negocio familiar.
—Entiendo. Estar de cara a la muerte nos cambia en muchas formas —respondió Karin y bajó la mirada algunos segundos. Hubo algo de silencio, pero ella regresó la mirada a él y aunque pareció dudar, le sonrió con tristeza— Dime, Sasuke ¿te habría gustado que fuera niño o niña?
—No he pensado en eso. Pero recuerdo que mi madre soñaba con tener una nieta, así que ¿por qué no?
—Pensé que las viejas costumbres pedían niños.
—Ya te lo había dicho, Itachi es el mayor, así que él es quien debe preocuparse por esas cosas.
Karin sonrió y quedaron mudos algunos segundos antes de que ella decidiera hablar.
—¿Podrías traerme un sobre que hay en mi cajón? —preguntó la pelirroja y él asintió.
—¿En cuál?
—En la de mi ropa interior —pidió ella y él pareció contrariado con la petición— ¡Oh, vamos! No es la primera vez que ves dentro del cajón. Además, es importante y yo no puedo ir por él —comentó Karin al notar su gesto— Está hasta el fondo.
Aún con la forma en que Karin le pidió las cosas, Sasuke se sintió contrariado, sin embargo, optó por hacerlo sin prestar demasiada atención a lo que había adentro.
Hasta el fondo del cajón, encontró un sobre tal cual ella se lo indicó, era un sobre con membrete de un laboratorio conocido, y por lo que podía notar, seguía sellado.
Extrañado, él se acercó a la pelirroja que acariciaba suavemente a su felino que reposaba en sus piernas, y le extendió el sobre. A pesar de que tenía muchas ganas de preguntarle qué era ese estudio, se mantuvo callado y esperó a lo que ella tuviera que decir.
—Se supone que no se puede saber el sexo del bebé con certeza sino hasta la semana número dieciocho —comentó Karin sin recibir el sobre— Pero hay otras pruebas en las primeras semanas para averiguarlo. No son certeras, pero quise intentarlo.
—Esto…
—Quería abrirlo contigo cuando te diera la noticia, pero… no llegué, y no me he atrevido a verlo —respondió ella que evidentemente trataba de no llorar— Si alguna vez me atrevía a abrirlo sería contigo, pero no sé si tú quieras ver el contenido.
—No…
—Si no quieres saberlo, sólo tíralo —ella se apresuró a decir. Sonaba inquieta y no lo miraba.
Sasuke no se esperaba algo como eso, y al principio no supo cómo sentirse ni qué decir, pero terminó por sentarse a la orilla de la cama y con las manos temblorosas, abrió el sobre.
—Era una niña —musitó el azabache y extendió el papel para que ella lo viera.
En silencio, ella hizo como que leía el papel sin tomarlo, asintió sin decir nada y si antes de eso Sasuke no sabía qué hacer ni decir, ahora estaba mucho más perdido.
Iba a tener una niña… quizá, y no ocurrió.
—Como no sabía si sería niño o niña, la llamé Sora*, porque es un nombre unisex y porque ahí es donde está ahora —dijo antes de ponerse a llorar y Sasuke la abrazó sin pensarlo.
Ambos permanecieron en silencio, y los únicos ruidos que se oían, era el de la cuidadora que preparaba algunas cosas en la cocina y Ónix que maulló protestando cuando Sasuke abrazó a la pelirroja y él quedó atrapado entre los cuerpos de ambos.
—Es un buen nombre —fue lo único que Sasuke pudo decir, ya fuera porque si decía más confesaría sus sentimientos o porque quizá también podría llorar desmoronándose.
—¿De verdad te gusta? —preguntó Karin entre sollozos.
—Sí.
Permanecieron así un rato más, y aunque sabían que no podían quedarse así por siempre, no sabían cómo interrumpirlo sin que se sintiera abrupto. Sin embargo, podría decirse que del lado de Sasuke, mucho tenía qué ver que no quería separarse de ella.
—Hablando de tu hermano, ¿cómo le ha ido con Izumi? —preguntó Karin separándose lentamente de Sasuke.
Ella intentaba cambiar el tema, porque aunque aún habían algunas cosas que decir, no se atrevió a seguir en ese momento.
—Desde que ella volvió, él no ha dejado de comportarse como idiota buscándola, llamándola y enviándole regalos —respondió Sasuke quitándole importancia, pero decepcionado de tener que separarse de ella— Ella parece contenta de estar aquí, pero no sé si ya hayan hablado sobre volver o no, así que supongo que seguirán así un tiempo.
—Así se supone que actúe un hombre enamorado —dijo la pelirroja sonriendo— Espero que tenga suerte con Izumi.
—Al menos ya no está sobre mí viendo qué hago o qué dejo de hacer —murmuró Sasuke.
—¿Te molesta mucho?
—Se mete en mis asuntos todo el tiempo.
—Fui hija única, así que no sé cómo sea tener hermanos, pero me parece que él se preocupa mucho por ti más que querer molestarte —Sasuke desvió la mirada sin decir nada al respecto— Eres muy afortunado al contar con un hermano mayor que pueda guiarte en los temas que él ya vivió sin que sea como hablar con tus padres.
—Supongo que es una ventaja —respondió distraído.
—Siempre pensé que si alguna vez tenía hijos, tendría dos, para que pudieran ser compañeros de juego y no tenerlos consentidos —Karin bajó la mirada acariciando a Ónix que se había vuelto a acomodar en su regazo— Si no lo hice con Ónix, fue porque tienes razón al decir que el departamento es muy pequeño para él; para dos, sería todavía más pequeño.
—Cuando te cases y vivas con Hyuuga, podrás tener esos dos hijos y dos bolas de pelos o más —respondió Sasuke con dificultad para decirlo sin delatar en su voz sus sentimientos.
—Si es que puedo embarazarme de nuevo —contestó la pelirroja con la voz quebrándosele.
—No creo que eso te impida tener hijos —acarició su mejilla secándole las lágrimas que comenzaban a brotar de sus ojos color rubí— La adopción es una buena opción.
—¿Crees que a Neji le importe si sólo adoptamos? —preguntó Karin— Digo… por aquello de las costumbres.
—Si se apega a las costumbres, no lo aceptará, especialmente si planea que su hijo herede lo que él tiene —respondió Sasuke notando la preocupación en el rostro de su amiga— Pero si él te ama, eso no debería importarle. Las costumbres cambian, y estás ya llevan mucho tiempo.
—Supongo que tienes razón —dijo ella poco convencida.
—No te preocupes. Cuando sanes, las cosas mejorarán. Podrán hablar con la mente clara y… te casarás.
Sasuke permaneció con Karin todo el día aquella vez y el tema del bebé no volvió a aparecer más allá de que ella le pidió quedarse con la prueba de laboratorio. Él no se negó, y de hecho, aprovechó el sobre para guardar la carta que tiempo atrás le había escrito a la pelirroja para llevar ambos siempre consigo, para recordarse las malas decisiones que había tomado y tratar de tomar mejores para no volverla a lastimar. Esto último, y recordando toda la situación con Hyuuga de camino a casa, le hizo tomar una decisión que había evitado aceptar, pero que era muy necesario.
—¿Y esa cara? ¿Karin está bien? —preguntó Itachi cuando Sasuke, tras haber entrado en su despacho en la casa, se dejó caer en la silla frente a su escritorio.
—Íbamos a tener un hijo y lo perdió en un accidente —Sasuke confesó, pues no había hablado del tema con nadie y después de que Karin le recordara lo mucho que Itachi lo había ayudado, quizá inconsciente, o quizá conscientemente, pero sin querer admitirlo, decidió buscarlo y decírselo.
Itachi, por su parte, pareció confundido pues no estaba seguro que su hermano estuviese hablando de la pelirroja, pero por su gesto perdido y que parecía estar a punto de llorar, supo que sí hablaba de ella. Si era el caso, entonces ella debía haber perdido al bebé en el accidente.
—¿Cuando estuvieron juntos? ¿No se supone que ella estaba ocupada preparando su boda? —preguntó inquieto y sorprendido de que ambos se hubiesen involucrado cuando ella estaba comprometida. Si bien no quería creer que su hermano fuese capaz de prestarse a ello, sabía lo mucho que anhelaba volver con ella. En cuanto a Karin, quizá no la conocía lo suficiente como para evaluar de qué era capaz.
—Hace unos años, antes de que ella me botara —respondió Sasuke— Íbamos a tener una hermosa niña y la perdió.
—¿Ella te lo dijo? —preguntó Itachi sorprendido con la declaración, pero aliviado de que sus sospechas fuesen erróneas. Es decir, no es que él fuese el más interesado en la moral, pero si las cosas hubiesen ocurrido como las pensó, sólo podría señalarle a su hermano que había vuelto a cagarla con ella, porque esas acciones, tarde o temprano la lastimarían, y de paso, él también lo estaría dependiendo de cómo ocurría el desenlace.
—Me lo dijo en el hospital antes de que la dieran de alta y hoy abrimos los resultados del laboratorio del sexo del bebé.
Itachi quedó pasmado unos instantes, era una noticia que tampoco se esperaba aunque pudiera ser una posibilidad dados los tiempos, pero alentó a su hermano a que le contara lo ocurrido para entender mejor la situación y Sasuke lo hizo sin dudarlo y sin mirarlo.
Mientras le contaba aquello que Karin le había dicho, a Sasuke se le escapaban lágrimas de vez en cuando, e Itachi sabía que no se daba cuenta de ello porque de lo contrario, se iría para que no lo viera llorar. Simplemente su hermano menor estaba centrado en narrar aquello de lo que hacía poco se había enterado y en su dolor.
Además, Itachi estaba seguro que lo que más le dolía a su hermano de la pérdida de esa hija no nacida, era que pensaba que de haberse enterado en ese tiempo, habría aceptado los sentimientos que tenía por la pelirroja y habría tomado otras decisiones que los habrían llevado a estar juntos.
—Lo siento mucho, Sasuke. Debe ser duro enterarse de algo así —dijo Itachi tocando suavemente el hombro de su hermano— Pero no debes culparte. Eso fue un accidente que tú no provocaste.
—¡Claro que lo provoqué! Si Karin hubiese sabido lo que sentía por ella, no habría sentido que tenía que darme la noticia de frente y…
—Si en ese entonces, ustedes hubiesen sido novios e incluso esposos, ¿qué te hace pensar que ella no habría querido ir a darte la noticia en persona por la emoción? —planteó Itachi— Sólo fue un trágico accidente del que, si acaso, el único culpable fue el ladrón que no tenía por qué robar nada y provocó el accidente, pero no fue culpa de ninguno de ustedes dos.
—Pero…
—No le des vueltas al asunto. No es tu culpa y culparte tampoco soluciona nada.
—¡No lo entiendes! ¡Cada vez que me propongo a no volver a hacerla llorar, siempre ocurre algo que me demuestra que de una u otra forma lo volveré a hacer! —exclamó Sasuke frustrado— ¡Sólo debo dejar de pensar que estando a su lado, la apoyo! ¡Si sigo en su vida, sólo sufrirá más y…! Debo dejarla ser feliz y dejar de intervenir en su relación.
Aún después del accidente, Sasuke ya había tocado con las yemas de los dedos esa posibilidad, pero él quería saber más de ese bebé, aún si sabía de antemano que no había mucho que decir. Sin embargo, y aún si sonaba a una nimiedad comparado con el resto de sucesos, mirar el sexo del bebé y que ella había llorado con tanto dolor como cuando le confesó la verdad, fue que se dijo a sí mismo que él ya no tenía cabida en su vida.
—Duele, pero vas a estar bien —dijo Itachi apretando el hombro de su hermano a modo de apoyo, porque sabía que su hermano menor necesita alejarse de ella para pasar página.
—Me quedaré a su lado hasta que se recupere. También me gustaría que me llevara al nicho. Después me alejaré —comentó Sasuke dolido y buscando sin preguntar la aprobación de su hermano.
—Sólo no olvides decirle que lo haces para no meterla en problemas. Si te alejas sin más, vas a volver a lastimarla.
—Al menos sería la última vez —respondió Sasuke levantándose de la silla y saliendo del despacho.
Itachi quiso detener a su hermano y decirle que esa no era la mejor manera de hacer las cosas, pero por la forma en que lo vio andar, decidió dejarlo solo de momento, y explicarle las cosas cuando estuviese más tranquilo.
Soltó un suspiro pesado y se dejó caer en la silla de su escritorio quedando pensativo.
¡Una sobrina! Habría sido hermoso tener a una pequeña corriendo y jugando por toda la casa, pues estaba seguro que esa niña se habría convertido en la adoración de su hermano… incluso de él mismo, pero por un fatal accidente, todo se había desmoronado.
Por supuesto, Itachi teniendo la mente más fresca, se daba cuenta que aún si era dolorosa la situación, perder la esperanza era absurdo, pues Sasuke aún era joven, podría volverse a enamorar, conseguir una esposa y tener hijos, pero aún si él realmente se alejaba de Karin, con la noticia de aquella niña, seguramente tardaría más en recuperarse.
—Yo tampoco he hecho bien del todo las cosas —se dijo así mismo, y enseguida tomó su celular y le marcó a Izumi.
Al siguiente día, Sasuke se veía más que desanimado. De hecho, ni siquiera se esforzaba en ocultarlo y era como ver a un robot actuar en automático cuando se sentó a la mesa a desayunar.
—Me alegra haber puesto bajo llave el alcohol —comentó Itachi sin recibir respuesta por unos segundos— Quizá no debas ir hoy a la oficina.
—He estado faltando para cuidar de Karin, no voy a faltar más días —respondió apagado, y las ojeras bajo sus ojos eran más que pronunciadas delatando que si hubo dormido en la noche, fue apenas un par de horas.
El mayor de los Uchiha iba a sugerir vacaciones, pero sabía de antemano que Sasuke prefería ahogarse en trabajo que quedarse ocioso con el montón de pensamientos que lo atormentarían en ese estado.
—Te daré el día para que intentes dormir un poco más.
—No seas idiota. Mi equipo no ha estado completo en todo este tiempo porque Karin está recuperándose y alguno de nosotros va a cuidarla cada día. No podemos atrasarnos más.
—Sin embargo, tener a un zombie en la oficina sin prestar la suficiente atención, podría ser peor para la empresa que si faltas un día más.
—No estoy tan mal —protestó, pero lo había dicho con tanta desgana, que lo único que le dió a entender a Itachi que había sido una protesta, fue conocer lo suficiente a su hermano como para adivinar sus respuestas.
—Al menos intenta dormir más. Puedes ir a la oficina más tarde.
Itachi no recibió respuesta, pero Sasuke apenas objetó cuando le repitió la propuesta antes de salir de la casa.
Itachi fue a la oficina como normalmente hacía, y al llegar, tras asignar tareas, solicitar reportes y verificar su agenda, se dió un tiempo para hacer algunas llamadas que no tenían nada qué ver con el trabajo. Para la hora de la comida, después de recibir un pedido que había hecho, se encaminó a un complejo de departamentos.
—No pongas esa cara, Juugo. ¿Tan extraño es verme por aquí?
—Si, un poco.
—¿Puedo ver a Karin?
—En este momento le están cambiando el vendaje, pero supongo que puedes verla cuando terminen —respondió Juugo dejando pasar a Itachi a la casa.
El mayor de los Uchiha se daba cuenta que muy de vez en cuando Juugo miraba el ramo de rosas que llevaba en la mano, y por el gesto que puso cuando lo vio al abrir la puerta, debía imaginarse cosas equivocadas.
—¿Es muy raro que se le traiga flores a una convaleciente? —preguntó Itachi— Estaba seguro que era un gesto bastante convencional.
—No, no es extraño el gesto. Es sólo que… nadie más que Neji le había traído flores en este tiempo —respondió Juugo— Supongo que todos pensamos que sería extraño traerle flores estando su prometido cerca.
—Son sólo flores —Itachi le quitó importancia.
Sí, si bien Sasuke no ahondó en el tema, sí mencionó el descontento que Hyuuga sentía en su contra, e Itachi podía entenderlo, dadas las circunstancias. Sin embargo, le parecía extraño que incluso Juugo y Suigetsu se abstuvieran a un gesto tan común con una persona convaleciente por causa de Hyuuga.
Algunos minutos más tarde, la cuidadora de Karin salió de la habitación, y tras asegurarse que ella estaba presentable para una visita, Itachi entró a la habitación.
—Hola. ¿Ya cómo te sientes?
—Hola. No te esperaba ver aquí —saludó Karin confundida. Definitivamente no esperaba su visita— Bien, gracias. Aunque aburrida aquí encerrada —respondió y el pequeño felino negro en su regazo maulló— Estar contigo es la ventaja de todo eso.
Ella había acariciado al gato con cariño e Itachi, ahora que tenía conocimiento del bebé, veía esa relación de forma diferente.
—Cuando menos te des cuenta, ya estarás de nuevo en la oficina deseando otro día de descanso.
—En este punto, extraño mucho el trabajo —respondió la pelirroja y él felino protestó con un maullido— A ti te extraño mucho más, mi amor.
—Sólo tómate las cosas con calma. También debes pensar en organizar tu boda.
—Sí —respondió desanimada.
—Te traje flores —dijo Itachi entregándole el ramo— Espero que te gusten.
—Son hermosas. Muchas gracias —Karin las recibió con una sonrisa y las olió— Siempre me contenta recibir flores.
—Pensaría que habrían más de todos tus amigos deseándote pronta recuperación.
—No tengo muchos amigos y los que tengo… bueno, ya los conoces. Ni Juugo ni Suigetsu son ese tipo de personas y ni hablar de Sasuke.
—¿Qué hay de Neji y su familia?
—La primera semana después de regresar a casa, recibí un montón de parte de él y su familia, pero poco a poco dejaron de traer flores.
—¿Ya no vienen a verte? —preguntó Itachi sorprendido.
—Hinata viene seguido. Ella me trae dulces y bocadillos.
—Los Hyuuga suelen ser muy atentos.
—Sí, lo son, pero cada uno tiene su trabajo y sus propias actividades, así que es normal que disminuyan sus visitas. Sin mencionar lo aburrido que debe ser venir a platicar con alguien que no ha salido en semanas.
—Lamento si esta es mi primera visita. Espero que no me lo tomes a mal.
—¿Por qué lo tomaría a mal? Sé lo ocupado que estás y ya haces demasiado dejando que Juugo, Suigetsu y Sasuke se turnen para venir a cuidar de mí. Alguien tiene que hacer el trabajo en nuestra ausencia.
Itachi sonrió a la respuesta de la pelirroja.
—Debo confesar que no sólo vine a ver cómo estabas.
—Déjame adivinar. Sasuke te contó sobre el bebé y vienes a hablarme de eso —dijo la pelirroja bajando la mirada y apretando con fuerza el ramo.
¿Sasuke realmente se alejará de Karin? ¿Qué sentirá Karin si Sasuke se aleja de la forma en que él tiene planeado? ¿Ella hará algo al respecto? ¿En ese punto, realmente mejorará la relación de Karin con Neji? ¿Cuál es el propósito de Itachi al visitar a Karin? ¿Realmente quiere hablar con Karin de la bebé? ¿Qué otras preguntas les han nacido al leer este capítulo?
Me encantará leer sus teorías y preguntas en los comentarios n.n
Como pequeña nota respecto al nombre que Karin ha elegido para su hija, he encontrado que Sora es un nombre unisex en Japón que significa Cielo, por eso ella hace referencia a que es un nombre para ambos sexos, un nombre lindo y porque ahora su bebé se encuentra en ese lugar.
Espero que el capítulo les haya gustado, y les recuerdo que la selección de qué historias se estarán actualizando, dependerá de las votaciones, likes, y follows que haya tanto en fanfiction como en wattad, en cuanto a los comentarios, la cantidad y peticiones que se hagan en los comentarios tendrán más peso.
A continuación, les dejaré el listado de historias que estaré actualizando en este fin de semana, el cuál, lamento mucho decir que es muy corto, pero que espero que la historia que más estaban esperando esté entre los títulos:
*El fantasma de la novia
*Inexperiencia
*Dimensión espejo
Les recuerdo que si por alguna razón buscando alguna de las historias y aún no se ve el nuevo capítulo, es probable que aún me encuentre en el proceso de subirlo, pues primero subo en fanfiction y lleva un poco más de tiempo que en wattpad, además de que agrego las notas de inicio y final, o quizá la plataforma aún no refleja la actualización, por lo que habrá que esperar un poco para que el capítulo aparezca, así que por favor, un poco de paciencia n.n
Sin más por el momento, me despido y espero estar realizando nuevas actualizaciones en quince días más. Dependiendo de las historias que elija, es que puedo actualizar más o menos cantidad, ya que todas tienen extensiones diferentes, sin embargo, siempre me esfuerzo para traerles lo mejor posible.
¡Hasta la próxima actualización!
