¡Saludos, queridos lectores!

Me alegra decir que esta semana habrá actualizaciones. Aunque serán pocas, al menos habrá nuevos capítulos y me alegra decir que en esta ocasión, toca capítulo largo de esta historia n.n

Sin más por el momento, los dejo con la actualización de esta historia, la cual, espero que les guste n.n


Itachi volvió al trabajo tan pronto como pudo, pues no le había mentido a Karin cuando dijo que tenía muchos pendientes en la oficina, y con la sorpresa que quería prepararle a Izumi. Por supuesto, esta última era la que más le entusiasmaba y no dejaba de alegrarse al pensar que ella había llegado mucho antes de lo que le había anunciado.

Entre las preparaciones que tenía planeadas, y respetando parte de las costumbres de las familias viejas, era el de decorar el sitio que estaba preparando con lirios blancos al ser la flor representativa de su clan, pero una vez más, pensando en los gustos de la castaña, pensó que debía preparar los arreglos de lirios blancos con tulipanes amarillos, los favoritos de ella.

Al colgar el teléfono para dar la indicación, recordó a Karin y su comentario acerca de las flores. La verdad es que no le sorprendía que su hermano nunca le hubiese llevado flores al menos una vez, mucho menos si tenía ese pensamiento de que no quería ningún tipo de relación, y que de hecho, no tenía ningún tipo de cuidado o atención con ella.

Si su hermano hubiese visto más allá de sus narices, no habría actuado como un idiota, y seguramente él también le habría buscado un arreglo de lirios blancos a Karin en algún momento.

No pudo evitar suspirar, porque independiente de si alguna vez su hermano pasaba página, entre más lo pensaba, se preguntaba si podría encontrar alguna chica para él. Itachi esperaba que sí, pero pensaba que sólo ocurriría cuando él actuara como se supone que actuaría una persona normal cuando encuentra a alguien que le gusta, pero no dejaba de temer que su primer amor fallido hiciera que se cerrara aún más.

Había Sido un milagro que Karin se quedara con él por tanto tiempo.

De no ser que sabía que era una pésima idea, Itachi lo alentaría a intentarlo una vez más, pero la vida no era una comedia romántica dónde su hermano, después de ser un patán, se presentaría en la boda a confesarle su amor y prometer cambiar y ella caería rendida para escaparse con él para casarse.

—Hay un diseñador de joyas que dice que tiene cita contigo —Sasuke entró a su oficina sin llamar a la puerta.

—Sí, hazlo pasar —respondió Itachi saliendo de sus pensamientos.

—¿Un diseñador de joyas? —preguntó Sasuke sorprendido, y no porque no pudiera imaginarse que quizá su hermano quería encargar algún obsequio para Izumi, sino que, que él supiese, no había una fecha importante que estuviese cercana y mucho menos una tan importante como para mandar a hacer alguna halaja personalizada.

Itachi no quería mencionar el tema a Sasuke aún, no creía que fuese el mejor momento, pero la verdad es que con todos los arreglos que estaba haciendo y a toda prisa, tarde o temprano se daría cuenta y era mejor decírselo de una vez.

—Voy a proponérmele a Izumi en un mes —respondió calmadamente esperando cualquier tipo de reacción.

—Pensé que lo habías hecho en cuanto ella bajó del avión —comentó Sasuke sorprendido, pero no más que Itachi que no esperaba ver a su hermano tan sereno con el tema.

—Ser lento no es bueno y ser apresurado tampoco lo es. Simplemente hay que evitar los excesos.

—¿Lo dice el que compró cincuenta arreglos grandes de lirios y tulipanes para una pedida de mano? —planteó el menor, haciendo que el mayor se viera sorprendido— Volviste a olvidar cambiar la cuenta empresarial a la personal. El contador pensó que era obra mía.

Sasuke se veía fastidiado con la acusación.

—Te juro que no entiendo las aplicaciones —bufó Itachi frustrado. Él era muy inteligente para muchas cosas, pero al parecer, un "teléfono inteligente" llegaba a superarlo a veces.

—Le diré a tu secretaria que haga pasar al diseñador —comentó Sasuke dispuesto a irse.

—Un momento, Sasuke, por favor —Itachi lo detuvo— ¿Te encuentras bien?

—¿De qué hablas?

—Sobre que me le propondré a Izumi. ¿Te encuentras bien?

—No estoy enamorado de ella —bufó el menor irritado recordando a Karin riendo cuando ella le insinuó lo mismo.

—Me refiero al tema del compromiso.

—No es el tema del matrimonio lo que me afecta, sino de quién se trata —respondió Sasuke haciendo una breve pausa— En este caso, espero que te diga que sí a ver si así dejas de andar en las nubes.

—Me alegra oír eso, por otro lado, espero verte en las nubes alguna vez —respondió Itachi más tranquilo por la reacción de su hermano, pero recibió por sorpresa un tronido de lengua— ¿Sabes? Sería un buen gesto que le llevaras flores a Karin la próxima vez que la veas.

—Ya te dije que voy a alejarme de ella. ¿Para qué le llevaría flores?

—¿De verdad soy el único que piensa que llevarle flores a una convaleciente es normal? ¿O es que el mundo se ha vuelto loco? —bufó Itachi y antes de que su hermano le preguntara al respecto, él se apresuró a hablar— Es tu amiga, está convaleciente y debe estar muy aburrida encerrada todo el día. Es un simple gesto de gentileza y atención.

—Sabes que Hyuuga no se lo tomará bien y ya no quiero causarle problemas a Karin.

—Di que las envía alguien más. El objetivo es que ella tenga un presente inesperado.

—Ya me voy —dijo Sasuke fastidiado.

—Te aseguro que la hará sonreír —Itachi alcanzó a decirle a su hermano antes de que él saliera de la oficina.

Sasuke se había apoyado en Itachi para más o menos saber cómo actuar con Karin, y lo pensaba como en un "más o menos" porque no había seguido todas las sugerencias. Es decir, unas veces Itachi le había dicho que no se le confesara, otras que sí, y aunque entendía que decía algo diferente debido al contexto del momento de la sugerencia, él no había accedido a las ocasiones en que lo había alentado a dar un paso adelante.

El principal motivo de no seguir dicho consejo, era porque Sasuke pensaba que Neji le daría a Karin todo aquello que ella esperaba de una relación y si lo pensaba bien, no se estaba equivocando. Sin embargo, algo en la sugerencia de darle flores hizo eco en su cabeza, y no podía sacarse la idea de la cabeza.

Dos días después de la conversación, Sasuke iba en camino al departamento de Karin, de nuevo era su turno de cuidarla, y compró un ramo de flores a medio camino.

Al llegar al estacionamiento del edificio y mirar las flores en el asiento del copiloto, no pudo tomarlas.

Cuando las compró, sólo tomó el ramo que estaba más cerca de él cuando se paró en la florería y las pagó. Ni siquiera se había fijado en los colores ni el tipo de flores que había, pero ahora que les había echado un vistazo, decidió no dárselas.

Todo el ramo estaba mal si era para ella: todas eran flores amarillas, un color que no recordaba haberle visto a Karin nunca; entre esas flores había un girasol y recordaba haberla oído decir que no le gustaban porque los insectos se camuflan muy bien en el centro y había tenido una mala experiencia con ello; y lo que definitivamente no le permitía darle el ramo, era que habían lirios amarillos allí.

Muy a pesar de que la flor de su familia eran los lirios blancos, Sasuke no pudo evitar asociar la flor amarilla directamente con el matrimonio como dictaban las costumbres. Sabía que a primera vista podría ser un absurdo, pero finalmente, era el verdadero deseo de su corazón, uno que estaba tratando de enterrar.

—¿Y esa cara? ¿Qué tienes? —Karin le preguntó cuando Sasuke entró a su habitación con un gesto desagradable.

—Nada —respondió irritado aunque en parte estaba enfadado de no haber podido disimular mejor que se sentía frustrado por haber seguido el consejo de su hermano y echarse para atrás por no haber prestado atención.

—¿Estás seguro? No…

—Malos conductores en el camino —respondió sin profundizar.

—Dímelo a mí —dijo Karin haciendo referencia a su accidente y el gesto de Sasuke cambió drásticamente— No pongas esa cara.

—No…

—Hola Karin, ¿cómo estás? Yo muy bien, ya puedo moverme un poco más, gracias por preguntar. ¿Qué hay de ti, Sasuke? —Karin hizo ese diálogo cambiando de voz para representarlos a los dos con la intención de cambiar de tema y sobre todo, reprocharle que no la hubiese saludado.

—Yo… ¿Y esas flores? —Sasuke notó el ramo de rosas rojas en la mesita de noche de Karin, y si bien era común que Neji o su familia le llevaran flores de vez en cuando, solían llevarle lilas o claveles.

Pensar en que cambiaron de flor por capricho o error, no era un pensamiento que Sasuke considerara, pues teniendo en cuenta que los Hyuuga eran muy tradicionalistas, nadie le enviaría rosas a Karin por ser una flor de cortejo y las lilas, sin duda, eran de Neji que de alguna forma quería reiterar que estaban comprometidos.

—Son hermosas, ¿verdad? Me las trajo tu hermano.

—¿Itachi?

—Vino hace dos días. Es el único que no es un Hyuuga que me ha traído flores para desearme buena salud —comentó la pelirroja en un tono de reproche— Pero yo tengo la culpa por buscarme amigos tan poco considerados con ese tipo de detalles y que…

—Buenas tardes, señor Uchiha —Neji había entrado de repente a la habitación.

—¿Aún no te vas? Se te hará tarde —indicó Karin sorprendida de ver a su prometido.

—¿Tienes prisa porque me vaya? —preguntó Neji disgustado.

—Claro que sí. Cuando los dos están juntos conmigo, el ambiente se pone tenso. ¿Crees que es cómodo?

Evidentemente a Neji no le gustó la respuesta, pero hizo una pausa y se arregló la voz.

—Aprovecharé que lo veo, señor Uchiha, para informarle que ayer llevé a mi prometida a otro médico —Neji habló formalmente, pero aún había tintes hostiles en su voz. Eso último no era una sorpresa para Sasuke, porque desde la noticia de la bebé perdida, se mantenía ese detalle— Nos ha dado buenas noticias. Le quitarán el yeso la próxima semana y se iniciará la rehabilitación.

—¿Estás segura? —Sasuke se dirigió a Karin, pues en la última revisión con su médico, le habían dicho que debía estar al menos otras dos semanas con el yeso.

—El médico es confiable, así que no se preocupe señor Uchiha. Sólo se lo estoy informando para que sepa, ya que yo me encargaré de Karin durante las rehabilitaciones —dijo con mucha formalidad— Mi prometida y yo queremos agradecerle su tiempo y atenciones en estas últimas semanas, ha sido de gran ayuda y un buen amigo. Ya pronto podrá volver a su vida cotidiana.

—Sabes que yo pude haberle dicho todo eso, ¿verdad? —Karin le replicó descontenta a Hyuuga.

—No quiero que nadie te convenza de lo contrario.

—No soy una niña.

—Si alguien…

—Dejé algo en mi auto. Ya vuelvo —Sasuke interrumpió la discusión para irse, pues sabía que su presencia sólo alentaba las discusiones, y estaba seguro que si decía algo más, sería aún peor.

Al llegar al auto, Sasuke notó las flores que seguían en el asiento del copiloto y en un impulso, las sacó y comenzó a desbaratar el ramo en el contenedor de basura que estaba al final del estacionamiento.

Él sólo intentaba apoyar a Karin en ese momento de convalecencia antes de alejarse y parecía que sólo la metía en problemas con su presencia. Al menos no había subido las estúpidas flores. Sin embargo no quería dar un paso hacia atrás, porque ella le había pedido que no la abandonara.

La verdad es que también estaba enojado con Neji, principalmente porque la forma en que le hablaba, era como si él apenas fuese un conocido de Karin al que había que agradecer y compensar por la amabilidad. Eso sin mencionar que llamaba a Karin "mi prometida", cada vez que podía para echárselo en cara.

Era frustrante que él tomara esa actitud. Es decir, entendía los motivos, pero eso no quería decir que él no sé sintiera descontento.

Después de deshacerse del ramo y calcular un tiempo en que quizá Neji ya se habría ido, Sasuke volvió a subir al apartamento. Por desgracia, se encontró con Neji en el pasillo de departamentos.

—Señor Uchiha, aprovechando que nos encontramos solos. Me gustaría dirigirle algunas palabras —Neji llamó su atención y aún si Sasuke no quería escucharlo, asintió.

Habría menos problemas si sólo lo escuchaba y se iba que si se oponía a oírlo y él insistía.

—Lo escucho.

—Karin está muy aburrida y desesperada de estar encerrada. Busqué ese médico esperando conseguir que ella pudiera levantarse antes. Por favor no haga nada para evitar que siga ese tratamiento.

—Ella puede tomar sus propias decisiones.

—Pero está actuando como una niña llevándome la contra y haciéndole caso a usted porque sabe que me molesta —dijo Neji— Sólo espero que sea razonable y no intervenga en este asunto para que ella pueda levantarse pronto por su propio bien.

—No me interesa interponerme entre ustedes —Sasuke le aseguró.

—A veces dudo de ello —respondió Hyuuga señalando un par de pétalos que habían quedado en la ropa y cabello del azabache— Se lo encargo.

Neji asintió con la cabeza a modo de despedida y se fue, mientras Sasuke se sacudió los pétalos y se tomó unos instantes antes de entrar al departamento.

—Te encontraste con Neji en la salida. ¿Verdad? —preguntó Karin cuando Sasuke volvió a su habitación.

—No.

—¿Qué te he dicho cuando mientes?

—Me dijo que estabas tan aburrida aquí metida que por eso buscó una segunda opinión —respondió Sasuke a sabiendas de que ella iba a preguntarle sobre lo que hablaron.

—Eso dice, pero dudo mucho que lo esté haciendo por mí —respondió Karin indignada.

—Él realmente se preocupa por ti.

—No dudo eso, pero… olvídalo. No quiero hablar de eso —pidió la pelirroja.

—¿Ya desayunaste? —preguntó Sasuke, quién si bien tenía mucha curiosidad, optó por no indagar ya que ella no quería tocar el tema.

—No, aún no. Desperté algo tarde.

—¿Quieres algo en especial?

—Neji ya le pidió a Rika-san que me preparara algo, pero gracias —comentó Karin y todo quedó en silencio unos instantes.

—¿Qué dijo el médico exactamente? —preguntó Sasuke curioso y no porque fuese a llevarle la contra a Hyuuga.

—Dijo que mi pierna ya casi está recuperada y que mis doctoras probablemente quieren que tome una semana más de reposo para que mi cuerpo gane fuerza para la rehabilitación, ya que dice que será algo pesada —respondió Karin— En lugar de esperar esa semana extra, me recetó algunas vitaminas para ayudar con ello y dijo que mientras me alimentara bien y durmiera lo suficiente, estaría lo suficientemente fuerte para iniciar la rehabilitación en una semana.

—¿Confías en el médico?

—Sí. Además, de verdad me gustaría salir de la casa. No estoy acostumbrada a quedarme encerrada —respondió la pelirroja y el felino negro que recién entraba a la habitación pareció protestar maullando— Perdóname mi amor, pero ahora entiendo mejor cómo te debes sentir encerrado en este espacio tan pequeño.

El gato saltó a la cama y se acurrucó en el regazo de la pelirroja.

—¿Te gustaría dar un paseo después de desayunar? —propuso el azabache.

—¿Un paseo? ¿En serio? No creo que…

—Por lo que te dijeron, tu pierna ya no está tan delicada como antes, así que puedo conseguir una silla de ruedas para poder bajarte y subirte al edificio con ayuda —explicó el azabache— Te llevaré en el auto al parque y allí podemos dar una vuelta con la silla de ruedas. Sólo sería por un rato. Es temporada de lluvias, así que no podemos estar fuera…

—¡Sí! ¡Claro que quiero salir! —exclamó Karin muy animada y Sasuke sonrió, porque hacía tiempo que no la veía tan entusiasmada.

—En ese caso, iré a buscar la silla de ruedas mientras desayunas y te alistan. ¿Estarás bien si me ausento una hora?

—Sí, sí, no te preocupes.

Sí, era verdad que Sasuke no quería interferir en la relación de Karin y Hyuuga, pero no podía evitar seguir molesto por la forma en que ese hombre le hablaba cada vez que se llegaban a encontrar, así que no iba a negar que la propuesta tenía intenciones de molestarlo, pero por otro lado, quería alegrar a Karin, no sólo porque él se daba cuenta que parte de su malhumor con Neji era por la desesperación de estar encerrada, sino porque una vez que ella sanara, él iba a alejarse y quería que los últimos momentos juntos fueran amenos y de preferencia alegres.

De hecho, el motivo por el que la idea de llevarle flores a Karin retumbó tanto en su mente y estuvo a punto de hacerlo, fue por aquello de dejar buenos recuerdos para ambos.

La idea de sacarla a dar un paseo, no era algo que apenas se le hubiese ocurrido, pero se abstuvo de proponerlo porque moverla demasiado y sin ser necesario, podría abrirle la herida o lastimarle la pierna. Sin embargo, hacía tres días en la revisión quincenal dónde le habían dicho a Karin que debían esperar dos semanas más para quitar el yeso, también le dijeron que la herida de la operación ya estaba sanada, y ya que la segunda opinión decía que estaba mejor de lo que la primera doctora había dicho, pensó que sería el momento ideal para llevarla a dar una vuelta.

Con mucho cuidado y con ayuda de Rika, la cuidadora de Karin, Sasuke pudo llevarla al estacionamiento.

—Desde aquí puedo encargarme yo sólo —Sasuke le indicó a Rika— La llamaré cuando estemos de regreso.

—Sí, señor.

—¿Y dónde está tu auto? —preguntó Karin muy confundida, pues no veía el carro por ningún lado.

—Iremos en este —indicó Sasuke abriendo la puerta del copiloto de un Aston Martin color negro.

—Vaya, entonces al menos tienes buen gusto en algo —comentó Karin sorprendida y dió algunas risitas cuando Sasuke gruñó.

—Según las noticias del clima, vamos a tener tres horas antes de que caiga agua.

Sasuke ayudó a la pelirroja a tomar asiento dentro del carro, guardó la silla de ruedas en la cajuela del auto, y él entró del lado del piloto.

Una vez que salieron del estacionamiento, el azabache abrió el descapotable del auto, lo que sorprendió a su acompañante.

—Nunca me dijiste que tenías un convertible. ¿Sabes cuántas veces quise viajar en uno? —decía emocionada al mismo tiempo que le reprochaba.

—Es de Itachi. Se lo pedí prestado.

—Tu hermano paga favores de forma muy espléndida —dijo Karin sonriendo mientras miraba alegremente la calle.

—¿Qué favores? —preguntó Sasuke confundido. Él le había pedido prestado el auto a su hermano y sólo había accedido cuando le comentó para qué lo usaría.

—¡Ups! Lo siento, no puedo decirlo a menos que tú sepas algo, de lo contrario, podría arruinarse.

—¿Arruinarse qué?

—No puedo decírtelo. Ya dije demasiado.

—Karin…

—No insistas.

—¿Tiene que ver con las rosas que él te dió?

—No, las rosas me las dió porque soy una convaleciente. Es lo que la gente hace para desear pronta recuperación, pero ese día me pidió un favor y no puedo hablarte de él a menos que sepas del tema.

—¿Qué día fue a verte? —preguntó inquieto.

—Hace dos días.

¡Ah! Hace dos días, justo cuando le había hablado de la propuesta que le haría a Izumi… ¿Sería un favor relacionado con ello? Pero Karin y ella no se conocían.

—¿Es sobre la propuesta que le hará a Izumi-neesan? —preguntó Sasuke volteando a ver a la pelirroja aprovechando que había tenido que detenerse por el alto en el semáforo.

Al mirar a Karin, notó que estaba pálida mirando para todos lados, y al recordar que había sido justamente en un alto donde ella había tenido ese accidente, pudo inferir que se sentía ansiosa.

Impulsivamente, Sasuke le tomó la mano para tratar de tranquilizarla.

—Sasuke…

—Sí, lo sé, pero todo está bien.

—Es que… no puedo evitarlo —decía nerviosa aún mirando para todos lados, pero ella apretaba su mano con fuerza.

—¿Prefieres que volvamos?

—N… no. No voy a dejar que algo así domine mi vida —respondió la pelirroja, pero el azabache podía sentir cómo ella presionaba aún más su mano.

—¿Estás segura?

—S… sí.

—Karin, mírame —pidió Sasuke presionando suavemente la mano de ella y de esa forma consiguió su atención— Vas a estar bien.

—S… sí.

—Cuéntame. ¿Vas a ayudar con la propuesta de mi hermano?


¿Sasuke se atreverá a regalarle flores a Karin antes de despedirse de ella? ¿Qué es aquello de lo que Karin parece tener dudas? ¿Es sobre Neji, su familia o la boda? ¿Sasuke y Karin lograrán llegar al parque, o Karin no podrá controlar su ataque de pánico? ¿Sasuke conseguirá buenos recuerdos con Karin en el parque como desea? ¿Qué otras preguntas les han nacido al leer el capítulo?

Me encantará leer sus dudas y teorías en los comentarios n.n

Como mencioné al principio de la historia, serán pocas las actualizaciones de hoy, las cuales son las siguientes:

*Placeres compartidos

*Inexperiencia

Tengo casi listo un capítulo más de otra de las historias que tengo en mi repertorio, entonces estaré haciendo al menos, una nueva actualización la próxima semana n.n

Sin más, por el momento, me despido esperando que la historia haya sido de su agrado.

¡Hasta la próxima actualización!