Disclaimer: Nada de esto me pertenece, la saga crepúsculo es propiedad de Stephenie Meyer y la trama es del webtoon y la novela "La emperatriz divorciada" de Alphatart y con arte de Sumpul, yo solo busco entretener y que más personas conozcan esta historia.

Capítulo 312. Verdadero Padre (2)

Finalmente, a las ocho de la noche, tras contárselo a mis damas de compañía por encima, bajé a la oficina con Leah.

McKenna había llegado primero y me estaba esperando dentro con una gran caja.

¿Había un retrato de Edward de pequeño en esa caja?

—Ah, Su Majestad.

Eso parecía. Nada más entrar, McKenna abrió rápidamente la tapa de la caja, sacó un pequeño portarretrato del interior y me lo mostró.

—Este es un retrato de Edward de pequeño.

No había venido precisamente a ver esto, pero tenía curiosidad, así que extendí las manos y agarré el portarretrato.

¿Tenía Edward ocho o siete años en el retrato? Parecía tener más o menos esa edad. Cuando vi al pequeño Edward, no pude evitar exclamar,

Dios mío, realmente...

—Parece un alborotador.

¿Por qué tenía una expresión tan malhumorada? ¿Por qué tenía las mejillas tan abultadas de pequeño? Al contrario, ahora siempre estaba sonriendo.

—¿Estaba enojado?

—Sí. El retrato fue hecho en contra de su voluntad.

—Qué adorable.

—Mire este también, Su Majestad.

En el siguiente retrato que me dio McKenna aparecía un Edward aún más pequeño y sonriente. ¿Tenía cinco o seis años?

—Dios mío.

De nuevo, no pude evitar exclamar. ¿Cómo era posible que su rostro siguiera siendo igual que de pequeño? Pero, aunque estaba sonriendo, parecía testarudo.

Tenía tanta curiosidad que McKenna me mostró algunos retratos más.

Mientras los observaba con entusiasmo, vinieron a mi mente varias preguntas desconcertantes. '¿No había venido aquí para escuchar sobre la infancia de Edward? Además, ¿por qué McKenna tenía esto? ¿Por qué guardaba retratos de su primo de esta manera?

—¿Se llevaban muy bien?

Aunque me llevaba muy bien con mi hermano, no tenía tantos retratos suyos. Si buscaba bien, encontraría dos o tres, pero ni siquiera sabía exactamente dónde estaban guardados.

Cuando le pregunté con curiosidad, McKenna sonrió, volvió a guardar los retratos en la caja y dijo.

—Cada vez que Edward hacía algo malo, la anterior reina pedía que se le hiciera un retrato para dejar constancia y disciplinarlo.

—¿La madre de Edward?

—Sí. Edward odiaba quedarse sentado, así que lo castigaba de esa manera.

Oh, así que por eso solía aparecer con una expresión malhumorada.

—En un principio, se les confiaría a Edward cuando fuera mayor, pero fue sorprendido intentando destruir las pruebas cuando tenía 12 años. Desde entonces, yo estoy a cargo.

Fue lindo escuchar eso, pero sin duda... en su infancia fue un alborotador.

Mis manos subieron a mi vientre sin darme cuenta. El bebé aún no había nacido, pero ya podía imaginar a mi hijo causando problemas.

No sabía nada sobre los métodos disciplinarios. Hasta ahora nunca había pensado en la crianza de los hijos ni en los bebés. Por supuesto, no causará problemas si se parece a mí... no, si se parece a mí, podría tener los mismos problemas que yo.

Mientras reflexionaba sobre esto, McKenna sonrió como si fuera sólo el principio, y agarró el retrato más cercano.

—La historia detrás de este…

Pero antes de que pudiera empezar a hablar correctamente, alguien llamó a la puerta.

Al mirar hacia atrás, Edward estaba apoyado en la puerta con una sonrisa forzada.

Mientras Irina caminaba por el Palacio del Sur, los invitados distinguidos que paseaban por los alrededores intercambiaban miradas y susurraban entre sí.

Todos sabían del cambio de actitud del Emperador hacia Irina. Sin embargo, pocos se mostraron comprensivos. La mayoría parecía disfrutar viendo a la Emperatriz Irina en una posición difícil.

Apretando fuertemente los puños, Irina caminó con la espalda recta y la mirada altiva. Sin embargo, cuando se encontró con el Duque Riddle, cayó de rodillas como si se hubiera derrumbado por completo.

—¿Irina?

El Duque Riddle la ayudó a levantarse sorprendido.

—¿Estás bien?

En lugar de responder, Irina gimió desde el fondo de su corazón.

—La gente odia a Irina. La odian.

Tom chasqueó la lengua. A diferencia del Vizconde Vulturi, él ya estaba al tanto de lo sucedido en el Palacio del Este. Consoló a Irina, pensando que había venido por eso.

—Su Majestad se calmará pronto. Incluso si no es así, Irina me tiene a mí.

Pero no fue por eso. Irina sacudió la cabeza rápidamente.

—No, no es eso. Hay otro problema más urgente ahora mismo.

—¿Hay otro problema?

Además, ¿era un problema más urgente que éste? Cuando el Duque Riddle preguntó desconcertado, Irina explicó, con las manos temblorosas.

—El verdadero padre de Irina visitó al Vizconde Vulturi. Sin duda tratará de extorsionar a Irina.

—¿Tu verdadero padre?

Las cejas del Duque Riddle se alzaron, parecía muy sorprendido. Irina asintió rápidamente.

—¿Qué debo hacer? El Vizconde Vulturi está demasiado ocupado para ayudar a Irina. Dijo que hablará con Su Majestad, pero Su Majestad no ayudará a Irina en este momento.

—¿Sabes exactamente lo que quiere tu padre?

—Seguramente se trata de dinero.

Irina habló severamente y agarró con fuerza el dobladillo de su falda. A medida que el miedo desaparecía, la ira aumentaba.

Por culpa de su padre se convirtió en una esclava, por culpa de su padre vivió como si hubiese sido abandonada.

'Pero ahora ha venido a verme. No debe ser por una buena razón.'

—No sé qué hacer al respecto.

Irina murmuró, frotándose las palmas de las manos y resoplando pesadamente.

El mercenario contratado a través del Vizconde Vulturi recibió el encargo de asesinar al Duque y la Duquesa Swan, y el asesino que contrató personalmente fue enviado a Jane.

Sería difícil volver a contratar a uno de ese nivel de inmediato, y, aun así, era completamente reacia a matar a su verdadero padre. Prefería enviarlo a un lugar donde nunca tuviera que verlo.

El Duque Riddle palmeó suavemente la espalda de Irina, chasqueando la lengua como si fuera una lástima.

—No se puede evitar. En este caso, será mejor dar el dinero que pida.

—Tengo miedo de que se convierta en un mal hábito, y que siga pidiendo dinero, no sólo una o dos veces...

—Aun así, es la mejor manera de apaciguarlo. No importa cuánto pida, es el verdadero padre de Irina, y probablemente mantendrá la boca cerrada si le das dinero.

—¿En serio?

—Por supuesto. ¿Cuánto dinero crees que pedirá?

—No lo sé.

Irina negó con la cabeza.

—Pero Irina no tiene suficiente dinero para darle ahora mismo. Sólo una pequeña cantidad.

Tom sonrió como si le resultara gracioso que se preocupara por esa tontería, se dirigió al escritorio, escribió algo y lo trajo. Era un cheque con una enorme suma de dinero escrita.

Sin embargo, Irina no lo aceptó de inmediato como solía hacerlo, y murmuró,

—Pero si haces esto, Irina... Irina parece estar recibiendo demasiado...

No había pasado mucho tiempo desde que estalló el caso de los pagarés, así que se mostró cautelosa en cuanto a aceptar de repente una enorme suma de dinero.

—Está bien. No es una cantidad excesiva de dinero.

El Duque Riddle, que añadió con voz dulce y suave—¿No es la primera ni la segunda vez? —volvió a ofrecerle el cheque a Irina.

Eso era cierto. Irina pronto se convenció a sí misma y aceptó el cheque.

—Gracias.

—Los amigos deben ayudarse mutuamente.

—El puerto del que hablaste... Irina intentará dártelo.

NOTA:

Amo como Bella y Mckenna se esconden para hablar de lo alborotador que era Edward.