Disclaimer: Nada de esto me pertenece, la saga crepúsculo es propiedad de Stephenie Meyer y la trama es del webtoon y la novela "La emperatriz divorciada" de Alphatart y con arte de Sumpul, yo solo busco entretener y que más personas conozcan esta historia.


Capítulo 374. Ten Cuidado Con Lo Que Deseas (1)

He estado aquí esperando la oportunidad de vengarme de Irina, ¿cómo pudo ocurrir esto?

Le alegró reencontrarse con su padre. Pero ahora debía huir de la nada sin poder disfrutar de esa alegría porque su padre y su hermano iban a morir.

Si bien su padre era una persona codiciosa, no lo creía capaz de tramar algo de tal magnitud. Por otro lado, su hermano era tonto y se dejaba llevar por las emociones, definitivamente no era alguien que pudiera planear esto.

Estaba convencida de que no podía ser cierto. No creía ni una sola palabra. Sin embargo, la expresión del Vizconde Aro era muy seria, por lo que no parecía estar bromeando.

Al ver a Jane abrumada, los ojos del Vizconde Aro volvieron a llenarse de lágrimas.

Ningún padre querría decirle a sus hijos que era una mala persona.

El Vizconde Aro pensaba lo mismo, por eso nunca le contó a sus hijos que chantajeaba a Irina para sacarle dinero.

Pero ahora tenía que asumir la culpa de un error que no había cometido.

—Y cuando alguien te pregunté por tu padre y tu hermano, di que no te llevabas bien con ellos, que tenías un padre y un hermano terribles, que ni siquiera la comunicación con ellos era buena. ¿Lo entiendes?

—Padre, esto no me gusta. Es extraño. Quiero ver a Su Majestad. ¡Le diré a Su Majestad que mi padre no tiene nada que ver en esto!

—¡De ninguna manera! Su Majestad está siendo bondadoso al permitir que tú y tu madre se salven, ¡así que no debes hacerlo enojar!

—Padre...

Jane sacudía la cabeza mientras lloraba. De repente, el Vizconde Aro dejó de consolarla y se dio la vuelta con frialdad.

La tristeza se convirtió rápidamente en ira hacia Irina.

¿De repente Alec se convirtió en el padre de la princesa? El Vizconde Aro no podía creerlo. Sin embargo, no había ninguna razón para que el emperador, deseoso de tener un descendiente, hiciera deliberadamente un escándalo de que la princesa no era su verdadera hija.

Así que estaba claro que había sido obra de Irina. Al verse sin escapatoria, había arrastrado deliberadamente a Ale, haciendo creer que había tenido una aventura con él por la que quedó embarazada de la princesa.

Además, se atrevió a intentar matar a mi hija. ¡Todo para vengarse del pasado!

El Vizconde Aro apretó los dientes y los puños. Aunque el Emperador Jasper no lo hubiera dicho, iba a llevarse a Irina con él al infierno.


—¡Ta-da!

Tanya se había ido con el Vizconde Dimitri a un hermoso lugar para pasar unos días solos. Tanya regresó con las manos llenas de regalos, y un rostro muy brillante.

—Increíble. ¿Cómo puede brillar tanto el rostro de una persona?

Jessica exclamó impresionada en cuanto la vio.

Tanya se rió y entregó un regalo a cada una de mis damas de compañía.

Mientras lo hacía, entró Lauren, que había salido por un rato.

—Su Majestad, el Vizconde Dimitri está afuera. Creo que ya han vuelto. Dijo que iba de vacaciones, pero su rostro luce demacrado... ¡Oh, Dios mío! ¡Tanya!

Lauren gritó, al darse cuenta tardíamente de la presencia de Tanya. Tanya sonrío y la abrazó ligeramente.

—Señorita Lauren, ¿cómo está?

A partir de entonces, pasó casi media hora hablando amistosamente con nosotras.

Tanya no venía todos los días al palacio imperial, así que hace mucho que no nos veíamos. Mis damas de compañía actuaban como si llevaran años sin ver a Tanya.

Después de muchas risas y charlas, pedí a mis damas de compañía que se retiraran para hablar con Tanya a solas un momento.

—En realidad, tengo algo que preguntarte. Tanya.

—¿Qué es?

Tanya parecía pensar que se trataba de algo grave, así que se sentó en la silla frente a mí con la espalda erguida, más seria que antes.

—No es nada tan grave.

—¿No? ¿Puedo volver a relajarme?

—Escúchame primero.

—Está bien.

—Es sobre el Marqués Berkshire.

Cuando mencioné al Marqués Berkshire, Tanya abrió inmediatamente los ojos con un sonido significativo, 'Ahh.' No pareció encontrarlo extraño.

Al contarle sobre la petición del Duque Berkshire en su visita, sonrió como si lo esperara.

Pero poco después, dijo con una mirada incómoda mientras se acomodaba el cabello suelto detrás de la oreja.

—Bueno. No sentí que se hubiera acercado con malas intenciones, a menos que mis sentidos me hayan traicionado. No tienes que preocuparte demasiado.

—¿En serio?

—Si es por la petición de rechazarlo firmemente, ya lo hice sin ser completamente descortés.

Después de terminar sus palabras, Tanya añadió con una sonrisa.

—Pero si Su Majestad lo desea, podría ser un poco más aterradora.

—No. Sólo pensé que tal vez el Duque Berkshire y su hijo podrían querer utilizarte. Si no es así, no puedo interferir sólo porque seamos amigas.

—Creo que la petición del Duque Berkshire a Su Majestad fue sólo una excusa para tener una conversación a solas. El Marqués Berkshire no parece una persona que hablaría de eso con su padre.

Me alivió saber que no sería utilizada por el Duque Berkshire. Como le dije directamente a Tanya, lo demás era su vida privada, así que no podía involucrarme.

Después de eso, Tanya volvió a pasar un tiempo con mis damas de compañía. Una vez que Tanya se fue, me senté sola en mi sillón, pensando en varias cosas.

El Viejo Duque Zemensia estaba muy tranquilo desde el cumpleaños de Edward.

¿Se calmó porque Edward había salvado a su nieto?

De hecho, no sólo el Viejo Duque Zemensia ha estado tranquilo últimamente.

Sí. Estos días han sido muy pacíficos.

Aunque Pansy y Lorenzo me han estado visitando intentando no encontrarse, casi siempre coincidían, por lo que tenían algunas peleas, pero no parecían llevarse tan mal como para matarse.

Al contrario de lo que decían, ambos actuaban como hermanos normales que no se soportaban.

Evidentemente, no se lo diré a Pansy.

En cualquier caso, recientemente la Familia Ketron, Berkshire y Zemensia... han estado tranquilas.

Era algo bueno. Todo este año había sido turbulento.

Aunque gracias a eso, valoré mucho está paz tan difícil de conseguir. Cada vez me dolía más la espalda, pero estaba comiendo mejor que antes...

En ese momento, entró la Condesa Jubel preocupada.

—Su Majestad, ¿no sería mejor que tomara una siesta? Usted dio un paseo antes y recibió a Lady Tanya. Debe estar muy cansada.

—Sólo estuve caminando y hablando.

—Aun así, no hay nada malo en ser cuidadoso.

—Está bien.

Asentí y me fui a la cama.

Unos diez minutos después de que la Condesa Jubel se marchara, oí que llamaban a la puerta. Mi conciencia se desvanecía lentamente mientras mis sueños se mezclaban con la realidad.

—Adelante.

Respondí medio dormida.

Mis párpados se volvieron pesados, así que quería dormir un poco más, no importaba quién viniera, no parecía que fuera a sacarme del sueño.

Sin embargo, sorprendentemente, entraron todas mis damas de compañía. Normalmente venía una sola cuando se trataba de un asunto urgente, ¿no?

Además, todas tenían expresiones muy extrañas. Parecían felices, ansiosas y confundidas.

—¿Qué está pasando?

Al verlas así, me desperté de inmediato. No creo que fueran malas noticias. Era extraño que mis damas de compañía vinieran con esas caras en grupo.

—Su Majestad. Será mejor que vea esto.

En vez de dar una larga explicación, la Condesa Jubel sacó un periódico que había traído. Me fijé en la fecha cuando lo recibí, se trataba de un periódico del Imperio Oriental de hace unos días.

—¿Por qué?

Me mostré desconcertada, pero enseguida llamó mi atención el texto en grande que aparecía en la portada.

—Esto es...

El titular decía, La princesa no es hija de Jasper.

—¿Esto es cierto?

¿No es una broma?