Disclaimer: Nada de esto me pertenece, la saga crepúsculo es propiedad de Stephenie Meyer y la trama es del webtoon y la novela "La emperatriz divorciada" de Alphatart y con arte de Sumpul, yo solo busco entretener y que más personas conozcan esta historia.
Capítulo 379. Ira y Paz (2)
—Tenían una actitud prepotente cuando estaban en libertad, ahora dan lástima encerrados aquí.
—Señorita Astoria, tenemos algo que decirle.
—¿Qué?
—Queremos pedirte disculpas... por todo lo que te hemos hecho hasta ahora...
La Vizcondesa Greengrass volvió a hablar con voz temblorosa. Sin embargo, Astoria frunció el ceño y levantó la mano para que se detuviera.
—No hace falta que se disculpen. De todos modos, no es lo que realmente sienten. —Cuando Astoria añadió, —¿Estoy en lo cierto? —Los rostros de la pareja palidecieron.
—Si se disculpan ahora, es porque temen que testifique contra ustedes en el juicio. Y eso es precisamente lo que haré.
—No es por eso, Señorita Astoria.
—Es molesto que ahora pretendan ser respetuosos conmigo. Prefiero que actúen como siempre, aunque sea grosero.
Astoria habló con frialdad y dio un paso atrás, como si no pudiera soportar el hedor que emanaba de la celda.
Su reacción volvió a herir a los Vizcondes Greengrass.
—Con respecto a por qué estoy aquí. Ustedes solían acercarse a mí para burlarse, yo sólo he venido a hacer lo mismo.
Cada palabra de Astoria se convirtió en un puñal para los Vizcondes Greengrass.
—… Tengo un poco de curiosidad. ¿Qué les molestó tanto que incluso trataron de matarme?
—Señorita Astoria. Es un malentendido. Aunque hemos sido malos con la Señorita Astoria, no tenemos nada que ver con el intento de matarla. De verdad.
—Díganle eso al juez.
Astoria habló con severidad y volvió a dar un paso atrás. Luego se quedó mirando a la pareja por un momento, se rió con naturalidad y se dio la vuelta para marcharse.
—Se puede conocer a los hijos mirando a sus padres. —Dijo Astoria, sin siquiera girar la cabeza.
La expresión de los Vizcondes Greengrass se volvió rígida ante el comentario de Astoria, pero ella no pudo verlos. Por supuesto, aunque los hubiera visto, no le habría importado, pues los consideraba sus enemigos.
—Cuando los comparo con Irina, esa frase se ajusta a la perfección. Viendo que Irina es tan mala como ustedes a pesar de que vivieron separados, probablemente su otra hija sea la misma basura que ustedes.
Los Vizcondes Greengrass no pudieron contener las lágrimas. Querían decirle la verdad, pero no podían hablar porque tenían un nudo en la garganta.
El corazón de los Vizcondes se estremecía con cada paso de Astoria por las escaleras.
Cuando se oyó una puerta cerrarse de golpe, los Vizcondes Greengrass se desplomaron en el suelo y rompieron a llorar.
Después de mucho tiempo, la Vizcondesa Greengrass apretó los puños y dijo con amargura.
—No le diremos que somos sus padres.
Cuando el Vizconde Greengrass la miró sorprendido, la Vizcondesa Greengrass se apretó el pecho con tristeza y susurró.
—Ella nos odia y detesta enormemente. ¿Cómo podemos decirle que somos sus padres? Si lo supiera, le dolería recordar lo que le hemos hecho, y también le dolería recordar lo que nos ha dicho.
—Tienes razón, esposa.
El Vizconde Greengrass estuvo de acuerdo con su esposa, reflexionó por un momento y golpeó la pared con determinación.
—En vez de revelar la verdad a Astoria... tenemos que lidiar con Irina, que nos ocultó la verdad y provocó que lastimáramos a nuestra hija.
—Eso es cierto. Además, si Irina se sale con la suya, definitivamente tratará de hacer daño a Astoria de nuevo.
—Tal vez Irina agravó el incidente del carruaje. Pudo haber ordenado al mismo hombre causar un accidente que matara a Astoria.
Las declaraciones de los Vizcondes Greengrass a lo largo del juicio fueron ciertas. Ordenaron asustar a Astoria para que se fuera lejos, no matarla.
Despreciaban profundamente a Astoria, pero no tenían intención de quitarle la vida.
Después del incidente, no dejaron de preguntarse qué había provocado un malentendido tan grande.
Hasta ahora, nunca habían pensado que Irina pudiera estar implicada.
Sin embargo, cambiaron de opinión al enterarse de que Irina había estado ocultando la verdadera identidad de Astoria. Ella parecía lo suficientemente malvada como para hacer eso.
Los Vizcondes Greengrass intercambiaron miradas frías.
Aunque testificaran contra Irina, acusándola de agravar el incidente del carruaje, no eran los únicos que tenían los privilegios de ser nobles.
Como nobles extranjeros, no recibirían un castigo fuerte debido a que también gozaban de dichos privilegios. Ni que decir de Irina, la actual emperatriz. El castigo sería sólo una formalidad.
Esto no era suficiente para vengarse de Irina.
—No podemos hacer eso, necesitamos sacar a Irina de la vida de Astoria.
—Por qué lo hizo...
Edward anunció de repente que iba a poner a prueba los conocimientos y las artes marciales simples de los niños y jóvenes nobles que no hubieran hecho su debut en la alta sociedad.
Ese fue un anuncio que no entendí en absoluto.
Cada familia noble tenía tutores particulares o invitaba a nobles talentosos como maestros para educar a sus hijos según sus preferencias. ¿Era realmente necesario que Edward interviniera de esta manera?
Cuando lo comenté con mis damas de compañía, Lauren se quedó pensando un rato y preguntó.
—¿No será por el bebé que va a nacer pronto?
—¿Eso crees?
—Sí. Cuando el bebé crezca, los niños nobles de ahora estarán en pleno apogeo. Es posible que quiera comprobar sus virtudes de antemano.
Entonces Jessica intervino desde un lado,
—Si la diferencia de edad no es muy grande, podrían convertirse en compañeros del bebé.
Mientras bordaba, la Condesa Jubel también añadió.
—Creo que sólo lo hace para provocar al Viejo Duque Zemensia.
Leah también estuvo de acuerdo con la Condesa Jubel.
—Oh. Ya veo. Hay dos niños en la Familia Zemensia que están en edad de ser invitados, pero he oído que no recibieron ninguna invitación.
Después de dar sus opiniones, todas las miradas de mis damas de compañía se centraron en mí. Parecían preguntarme cuál creía que era la intención de Edward.
De hecho, también estaba de acuerdo con la Condesa Jubel.
Edward incluso asistió a su fiesta de cumpleaños con un regalo que Jasper me envió para provocarlo, por lo que no era extraño que hiciera esto para provocar al Viejo Duque Zemensia.
Sin embargo...
—Creo que es por el bebé que nacerá pronto.
No podía ser honesta sobre la naturaleza de Edward, así que deliberadamente hice un comentario superficial.
En medio de la conversación, llegó una invitada inesperada. Era la Princesa Victoria.
Al ser informada de su llegada, mis damas de compañía y yo miramos a Leah al mismo tiempo. No fue intencional.
Leah, que estaba aturdida, preguntó de repente sorprendida,
—¿Por qué todas me miran?
No podía hacer esperar mucho tiempo a la princesa del país con el que estábamos reconciliándonos, así que dejé entrar a la Princesa Victoria.
NOTA:
Aqui estan los capitulos de hoy, espero que les hayan gustado, nos leemos mañana.
Muchas gracias por sus reviews, los leo todos y me encantan.