Disclaimer: Nada de esto me pertenece, la saga crepúsculo es propiedad de Stephenie Meyer y la trama es del webtoon y la novela "La emperatriz divorciada" de Alphatart y con arte de Sumpul, yo solo busco entretener y que más personas conozcan esta historia.


Capítulo 437. ¡Mira Aquí! ¡Mira! (2)

Después de calmarme anoche en los brazos de Edward, lamenté mucho no haber sido lo más fría posible con Jasper.

Hoy no me involucraré de ninguna manera con Jasper.

En cuanto Edward se fue a trabajar, me decidí con los puños apretados.

En el desayuno, Edward me contó que los magos ya habían partido hacia Yorne.

El problema de la inundación, la represa temporal y la represa posterior se han resuelto. Por supuesto, la construcción de la represa de joyas se demorará alrededor de un año, pero se ha resuelto de todos modos, así que hoy tendré una mentalidad positiva...

¿Hmm?

No puede ser. Tan pronto como pensé en tener una mentalidad positiva, oí voces airadas procedentes del pasillo.

¿Qué podría estar pasando?

Cuando levanté la vista hacia la puerta en medio de la recomendación de libros para padres por parte de la Condesa Jubel, ella me preguntó.

—¿No te parecen buenos estos libros?

—Parece que hay una pelea afuera.

—¿Qué?

Aunque la Condesa Jubel no se había percatado, lo escuché claramente. Al levantarme y salir del salón. Leah y Lauren estaban frente a frente con caras serias.

—¿Se estaban peleando?

Cuando pregunté con preocupación, Leah respondió con una reverencia apresurada.

—No, Su Majestad. Absolutamente no.

—Esa no es la forma adecuada de hablar en esta situación.

Lauren tiró del dobladillo del vestido de Leah para que volviera a enderezarse y añadió.

—No estábamos peleando, Su Majestad.

—Entonces, ¿qué fueron las voces airadas de hace un momento...?

—Ah, eso...

Por la forma en que Leah miraba de reojo a Lauren, parecía que algo malo había pasado.

Lauren se encogió de hombros ante las miradas de Leah?

Mientras las observaba en silencio, Leah se rascó la cabeza y finalmente volvió a hablar.

—Su Majestad... en realidad, los cortesanos del Imperio Oriental son unos pequeños bastardos maleducados cabezas de...

En el momento en que los insultos parecían ponerse serios, Lauren le cubrió la boca a Leah con una mano y continuó.

—Sólo nos quejábamos entre nosotras porque tenemos constantes choques con esos cortesanos.

—¿Choques? ¿Quieres decir que se pelean?

Hay personas en el Imperio Oriental que sienten un fuerte orgullo por ser del país más poderoso, por lo que es cierto que tienden a menospreciar un poco a las personas de otros países.

En especial, las personas que trabajaban en el palacio imperial son las que más sienten ese fuerte orgullo.

Pero incluso si eso es lo que realmente sienten, era inusual que los cortesanos fueran tan imprudentes como para ir a otro país y revelar tal menosprecio.

Ni siquiera en el Palacio del Imperio Oriental muestran esa cara a las personas que venían como invitados. ¿Significa eso que sólo vinieron al Imperio Occidental a causar problemas?

No importa lo fuerte que sea su orgullo de pertenecer al Imperio Oriental, siempre intentan ser cuidadosos con sus acciones para poder culpar a otros si surge un problema, ¿no es así?

Leah añadió apresuradamente.

—No es hasta el punto de pelear.

—¿En serio?

—Sí, son sólo discusiones menores. Pero siempre ocurren dos o tres al día...

Entiendo a qué se refiere, se vuelve más molesto a medida que pasa el tiempo.

Sin embargo, es un poco extraño de todos modos.

¿El control de Jasper se debilitó al perder la memoria? No, no es eso. Incluso cuando tenía sus recuerdos intactos, Jasper nunca controló directamente a los cortesanos.

Era un trabajo para alguien en una posición más baja. Además, la pérdida de memoria de Jasper parecía ser conocida por pocas personas en el Imperio Oriental.

Sin embargo, ¿cómo es posible que entre los cortesanos traídos hubiera tantos especialmente arrogantes?

Ciertamente, era extraño.

—¿Su Majestad? Hmm... ¿le molestó escuchar sobre los atropellos del Imperio Oriental?

A Lauren y Leah, que me miraban con preocupación, les hice un gesto con la mano de que no y volví al salón.

Sin embargo, no podía dejar de pensar en eso.

¿Podría ser... que las personas que trajeron aquí en realidad no son cortesanos?


En el momento en que varios cortesanos del Imperio Oriental charlaban entre sí en una espaciosa habitación que parecía un almacén, de repente llamaron a la puerta.

¿Quién es?

Todos los cortesanos miraron desconcertados a la puerta y se sorprendieron al ver entrar al Emperador Jasper.

Los cortesanos se apresuraron a arrodillarse en el suelo asustados.

Jasper dejó de apoyar su espalda en el marco de la puerta, dio un paso dentro y cerró la puerta bruscamente con una mano.

—Hola.

Ante su saludo amistoso, los cortesanos murmuraron con voces nerviosas, "Su Majestad, Su Majestad."

El nerviosismo empeoró cuando Jasper preguntó con una cara inexpresiva, —¿Tienen idea de por qué he venido aquí?

Los cortesanos se pusieron tan nerviosos que soltaron diferentes respuestas al mismo tiempo. Pero tan pronto como Jasper golpeó la puerta cerrada, la habitación quedó en silencio.

Al ver esto, una sonrisa como una brisa primaveral se dibujó en el rostro de Jasper.

—Mi apreciado personal.

Con una voz suave, se acercó para ayudar personalmente a los cortesanos a ponerse de pie uno por uno.

—No hace falta hacer esto. ¿Por qué están tan nerviosos?

Los cortesanos se levantaron apenados. Jasper suspiró al ver que aún no levantaban la cabeza.

—No es necesario hacer esto. Es sólo que últimamente he oído hablar mucho de ustedes.

Pero sus palabras también sonaban como una reprimenda.

Mientras los cortesanos bajaban aún más la cabeza, Jasper puso una mano sobre el hombre del último cortesano al que ayudó a levantar, lo palmeó y sonrió.

—Sé que esta tarea afecta vuestro orgullo, pero es por el bien del Imperio Oriental, ¿no es así?

El cortesano detenido por Jasper soltó un, "sí, sí."

Jasper sonrió con confianza mientras bajaba la mano de su hombro.

—Deben resistir un poco más como lo han hecho hasta ahora. No nos queda mucho tiempo para volver a casa, ¿cierto?

Mientras Jasper volvía a su habitación después de alentar a los 'cortesanos' que había traído, el Marqués Karl habló con voz aliviada a su lado.

—A decir verdad, me preocupé un poco cuando Su Majestad dijo que debía venir al Imperio Occidental.

—¿Te preocupaste?

—Su Majestad era muy cercano a Isabella en 'aquellos días' en que fueron príncipes herederos. Pero ahora estoy más aliviado.

El Jasper de los días de príncipe heredero era un poco más directo que el Jasper actual, que pasó varios años como emperador.

Así que cuando dijo que tenía dos propósitos al venir aquí, Isabella y el país, se preocupó mucho... aunque estaba de acuerdo en que venir aquí podría ayudar a recuperar su memoria.

Sin embargo, una vez que vio a Jasper manejar y supervisar tan bien a los 'cortesanos', su preocupación desapareció.

—Nadie podría pensar que éste es el motivo principal de su visita, deben creer que sólo ha venido a ver a Isabella.

—Isabella es el motivo principal.

—¿Qué?

—Si Isabella no estuviera aquí, te habría enviado solo o a otro secretario para que se encargara de este asunto.

—Oh... ya veo.

Ahora que finalmente pensé que podría relajarme, ¿tendré que volver a preocuparme?

El Marqués Karl cerró la boca hoscamente.