Disclaimer: Nada de esto me pertenece, la saga crepúsculo es propiedad de Stephenie Meyer y la trama es del webtoon y la novela "La emperatriz divorciada" de Alphatart y con arte de Sumpul, yo solo busco entretener y que más personas conozcan esta historia.


Capítulo 250.

A medida que los murmullos se hacían más fuertes, Irina se vio obligada a extender sus manos.

Alec se adelantó cuidadosamente y le dio el bebé a Irina. La cara que se parecía tanto a la suya estaba justo debajo de su nariz.

Irina se aterrorizó tan pronto como vio los ojos oscuros del bebé. El bebé era evidentemente su hijo.

Aunque tenía el cabello cubierto con un gorro, Alec le había dado una vez un mechón de cabello que le cortó al bebé. Incluso su cabello se parecía al de Irina.

—Es tan adorable.

Jasper, sentado a su lado, admiró el rostro del bebé.

Irina se aterrorizó aún más al escuchar su voz y abrazó al bebé para ocultar su rostro.

El bebé, que estaba haciendo un berrinche, sorprendentemente se calmó tan pronto como Irina lo abrazó.

Sin embargo, mientras Irina abrazaba al bebé, recordó al pequeño cuerpo sin vida que había sostenido en sus brazos.

Sintió náuseas y escalofríos al recordar los eventos de aquel entonces. Una profunda sensación de miedo se apoderó de ella.

Sus manos y piernas temblaban por temor a que en cualquier momento el bebé en sus brazos muriera, escupiendo sangre.

Además, Jasper. A su lado, vio la cara del bebé.

¿No le resultó extraño ver a un bebé que se parecía mucho a mí?

Finalmente, Irina no pudo soportarlo más y le devolvió apresuradamente el bebé a Alec.

—Es un hermoso bebé.

Alec se acercó rápidamente y tomó a su hijo amorosamente.

Irina lo miró por un instante, y rápidamente desvió su mirada.

Sudor frío corría por su frente.

No podía mirar a Jasper a la cara. Pero era una preocupación innecesaria. Porque Jasper ya sabía que este bebé era el hijo de Irina.

Para Jasper, Irina extrañaba y amaba a su bebé. Así que comprendió su expresión rígida, incluso idealizándola.

Jasper sintió lástima por Irina, pensando que esa expresión se debía a lo triste que estaba al ver a su hijo que tanto extrañaba.

Aunque reconoció que Irina no era tan noble como creía, al menos este amor parecía puro y verdadero.

Mientras Alec, Irina y Jasper estaban sumidos en sus propios pensamientos. El secretario del emperador le indicó a Alec que su turno había terminado y que se retirara.

—Ian. Tu madre se puso triste al verte.

Alec le susurró al bebé mientras caminaba por un largo pasillo después de salir de la sala de audiencias.

—Probablemente estaba triste por no poder estar contigo.

El bebé no lloró, sus oscuros ojos brillaron, y luchó por envolver sus pequeños brazos alrededor del cuello de Alec.

Alec de repente se puso triste. Yo soy quien debería estar sentado al lado de Irina. ¿Por qué Irina estaba sentada al lado de otro hombre?

Mientras tanto, el secretario del emperador le dio instrucciones a Joanson para que avanzara.

Joanson, un periodista de los plebeyos, avanzó rápidamente al lugar designado y saludó cortésmente a los emperadores.

¿Lo conozco?

Cuando Irina vio a Joanson, estaba segura que había visto su cara en alguna parte.

Pronto recordó a un grupo de periodistas con los que se había reunido antes de la boda. Sí. Sin duda, este hombre es un periodista de los plebeyos.

Cuando Irina dijo que viviría para los plebeyos, él se sintió tan conmovido y la colmó de elogios, que ese momento se quedó en su memoria.

De hecho, incluso elogió a Irina en un artículo al día siguiente, diciendo que era el futuro del Imperio Oriental, la luz y la esperanza de los plebeyos.

Irina se rió aliviada.

Es alguien que me apoya, no dirá nada molesto.

A medida que se sentía a gusto nuevamente, una suave y hermosa sonrisa apareció en su rostro.

Aunque todavía se inquietaba al pensar en lo que acababa de suceder, poco a poco pudo juzgarlo racionalmente.

Para ella, Alec había traído al bebé aquí como una amenaza. Probablemente porque fue dura con el Vizconde Vulturi hace unos días. Intentaban recordarle que tenían a su hijo en sus manos. Todo estaría bien mientras los calmara adecuadamente.

—¿Qué te trae por aquí? —Preguntó Jasper.

—Mi hermana trabajaba en el palacio, pero no he sabido nada de ella desde hace un mes. Estaba preocupado porque siempre intercambiamos cartas, así que me dirigí al funcionario encargado de la gestión de personal, quien me dio la desconcertante respuesta de que había renunciado.

Nota: Fue llamado por el autor en el capítulo anterior 'funcionario de asuntos internos del palacio'.

Sin embargo, lo que dijo Joanson fue muy extraño.

Irina, que pensaba que la elogiaría, frunció el ceño. ¿Por qué mencionaba a su hermana de la nada?

Además, parecía un asunto bastante grave.

Jasper escuchó a Joanson con una expresión seria.

—Continúa.

—Mi hermana nació y se crió en casa, así que, aunque dejara su trabajo, no iría a ningún otro lugar. Nunca hemos peleado, ni tampoco tenemos motivos para hacerlo. El funcionario encargado de la gestión de personal dijo que debe haberse escapado con algún caballero que se enamoró de ella, pero mi hermana es soltera, así que no hay razón para que huyera.

Los nobles eran libres de tener concubinas, así que no había razón para huir sólo porque el caballero estuviera casado.

—Eso tiene sentido.

Jasper asintió y preguntó.

—¿Para quién trabajaba tu hermana?

—Es Delise, una sirvienta cercana a la Emperatriz.

La cara de Irina se puso blanca por las palabras de Joanson, como si toda su sangre hubiera sido drenada.

Jasper miró a Irina.

Cuando dijo que era una sirvienta cercana a Irina, inmediatamente reconoció quién era la hermana de Joanson.

Se refería a la sirvienta alta que trabajaba para Irina.

Jasper chasqueó la lengua en su interior. Recordó la orden de Irina de cortarle la lengua a la sirvienta y encarcelarla.

Irina se aferró a los reposabrazos del trono sin siquiera pestañear. Pero enseguida, miró a Joanson con una expresión triste.

—Es una lástima. —Irina murmuró impotente.

—Emperatriz, ¿sabe que sucedió con mi hermana?

Joanson le preguntó a Irina apresuradamente. Todavía creía en Irina, así que confiaba en poder encontrar a su hermana mientras se aferrara a ella.

Irina sacudió su cabeza y respondió con pesar.

—Sólo tenía dos sirvientas cercanas, así que tenían mucho trabajo que hacer. Delise renunció porque le pareció demasiado fuerte. Desde entonces, no supe más nada de ella.

—Si renunció, ¡debió haber vuelto a casa!

—Lo sé. Es muy extraño.

Al escuchar las palabras de Irina, Joanson mostró una expresión de desesperación.

Jasper intervino mientras veía a Irina mentir con facilidad,

—Tenga la seguridad de que investigaré este asunto a fondo, no se preocupe.

—¡Gracias, Emperador! ¡Gracias, Emperatriz!

Después de que Joanson se despidió apresuradamente y se fue, la audiencia transcurrió como de costumbre.

Irina puso una expresión normal de nuevo.

Pero tan pronto como la audiencia terminó, Irina preguntó a Jasper con una cara asustada.

—¿Realmente le dirá la verdad al periodista?

Habiendo hecho uso del poder de la emperatriz, Irina suponía que Jasper tenía conocimiento del castigo de Delise.

Jasper le preguntó fríamente.

—¿No pensaste que esto ocurriría?

—¡Delise cometió una falta grave primero!

—Entonces debiste habérselo dicho a su familia.

—Irina... es la emperatriz, así que pensé que podía hacer eso.

—Puedes. Pero no podrás evitar las críticas.

—¡Irina no hizo nada malo, Su Majestad!

Sin embargo, Irina se negó en varias oportunidades a ir a la habitación de Jasper.

El pájaro azul cuyas plumas ella había arrancado todavía estaba en la habitación de Jasper… Temía que el pájaro reaccionara de forma extraña al verla.

Si el pájaro la evitara, Jasper se daría cuenta inmediatamente que no fue Delise quien le arrancó las plumas.

Jasper suspiró profundamente. Luego se fue deliberadamente sin decirle cómo manejar esta situación Irina pisó fuertemente el suelo repetidamente antes de ir a buscar al Duque Riddle asustada.