Los dos cachorros estaban felices de armar la casa en la que ahora Bluey viviría gracias a que Muffin la echó de su casa rodante.

—C'est très beau! (¡Qué bonito!)

—Necesitamos comida —mencionó Bluey sobando su panza.

En ese momento Jean-Luc vio una semilla.

—Oh pourrait planter cette graine puor faire pousser des fruits (podríamos plantar esta semilla para hacer crecer frutos) —sugirió Jean-Luc.

—Sí, podemos sembrar semillas como granjeros —anunció Bluey para hacerle señas a Jean-Luc para que la siguiera—. Crecerá un árbol con muchas frutas.

—Ca va prendre beaucoup de temps pour grandir (va a tomar mucho tiempo para crecer). —El labrador hacía ademanes para decirle a Bluey el contexto.

—Sí, tal vez demasiado, necesitamos comer ahora. —En ese momento se escuchó el sonido de un animal salvaje—. ¡Ah!, corre escóndete.

Bandit había ido por agua al riachuelo para algún alimento a preparar, mientras que Bluey y Jean-Luc lo observaban desde su distancia.

—¡Cerdo salvaje!

—Sanglier! (¡Cerdo salvaje!)

Los dos corriendo hacia Bandit al cual lo hicieron correr del lugar, los dos se reían porque había logrado asustar el "cerdo salvaje".

—¡Bluey!, ¡la cena!

—Jean-Luc C'est le dîner! (¡Juan Lucas la cena!)

—¿Nos veremos mañana? —preguntó Bluey.

—À demain! (¡Esta mañana!)

Los dos se despidieron con la mano para cada uno tomar su propio camino, no sin antes presentarse.

—¡Uh! Me llamó Bluey.

—Salut Bluey! Moi C'est Jean-Luc (¡Hola Bluey! Soy Juan Lucas).

—Te veré mañana, Jean-Luc

Y así cada uno se fue con su familia a cenar y a pasar el tiempo restante de la noche. El Border Collie estaba furioso, rabioso, no podía creer que Bluey estuviera con ese Labrador, los celos eran la herramienta que estaba usando la muerte.

—No puedo creer que esto haya sucedido, pero no puedo dejar de pensar cómo ella pudo ocultarme esto. Se supone que es mi mejor amiga, siempre nos contamos todo. Incluso yo soy el que va a la farmacia para comprar los medicamentos para desvanecer el calor interno que les da a las chicas cuando llega el ciclo de apareamiento. Y me oculta esto, y no me gusta cómo se llevan tan bien, como si ellos fueran los amigos de toda la vida ¡Ah! —Los celos de Mackenzie estaban matando sus pies, no podía dejar de pensar en lo que pasaba con Bluey y Jean-Luc

—Tal vez tuvo sus razones para que ella no te contara, pero al menos sabes que su amor es sincero hacia ti, desde que quedaste aquí ella te visita todos los días después de la escuela.

Eso tranquilizó un poco a Mackenzie, pero no había nada más que hacer en su caso porque no quería ver a Bluey con Jean-Luc, le daba coraje con tan solo pensarlo, eso no era algo que Mackenzie hicieron todos los días. Tal vez era lo correcto que Mackenzie se fuera de ahí, más la curiosidad era superior a Mackenzie. Mientras tanto, Bluey vio que el día había comenzado, corrió hacia la tienda de camping de Jean-Luc, su amor imposible por más que lo quisiera negar.

—¡Jean-Luc! —expreso alegría al hablarle.

—Salut Bluey (Hola Azul).

Entonces, Bluey y Jean-Luc fueron a ver si el árbol había comenzado a crecer, pero no lo había hecho.

—Debemos atrapar a ese cerdo Salvaje o no tendremos comida para el invierno.

En ese momento lo escucharon, salieron pronto a esconderse para que lo pudieran atrapar, Bandit estaba asegurándose de que Bluey no lo fuera a ver. Estaba muy tranquilo. Los dos hablaban al mismo tiempo, cada uno es su propia lengua, pero esto les costaría atrapar al cerdo salvaje porque no entendían lo que decían, Jean-Luc le decía a Bluey que ella lo atrapara mientras que él lo asustaba. No obstante, al momento en el que ellos atacaron, el cerdo salvaje les lanzó agua a los dos haciendo que terminaran empapados—. ¡Ah! —fue el grito que dieron los dos al ser mojados por Bandit.

—¡Papá!, ¡eres malvado! —se quejó Bluey—. Jean-Luc ese no era el plan, tenías que atraparlo.

—oh j'ai pensé que tu veux venir de l'autre côté (Oh, pensé que querías venir por el otro lado).

—en ese instante sus madres les hablaron para que fueran a cenar, a los dos no les importa saber más del tema con respecto al error que cometieron para atrapar al cerdo salvaje.

—À plus tard (Hasta luego).

Los dos cachorros se fueron a cenar y a dormir con sus respectivas familias, ya que mañana sería otro día y otra oportunidad para atrapar al cerdo salvaje. En cuanto el sol salió, Bluey fue a ver a su amigo para jugar nuevamente.

—¡Jean-Luc! —exclamó Bluey.

—Bonjour (Buenos días).

Bluey estiró su mano para que Jean-Luc

—Oh toujours rien (Oh, todavía nada) —se entristeció Jean-Luc.

—Ohm… Aún no hay frutas, necesitamos un plan para atrapar a ese cerdo salvaje —propuso Bluey.

—le dernier chance (la última oportunidad).

—¡Tengo una idea! —opinó Bluey.

Los cachorros con sus patas tomaron agua del riachuelo haciendo lodo con el fin poner en marcha el plan de Bluey

—Mi papá me enseñó a cómo hacerlo. —Bluey tomó un poco de lodo y comenzó a dibujar en la piedra a Bandit el cual estaba en cuatro patas—. ¡Cerdo salvaje! —señaló Bluey—. Sanglier! (¡Jabalí!) —contestó Jean-Luc, Bluey comenzó a dibujarse, a ella con un palo—. Yo… —le dijo Bluey—. Toi (Tú). —respondió Jean-Luc, de pronto comenzó a hacer un dibujo de sí mismo—. ¡Tú! —contestó Bluey, mientras que Jean-Luc asentía con la cabeza—. Si tú lo atrapas por atrás.

En ese momento escucharon al cerdo salvaje, los tenían la idea de cómo atrapar al cerdo salvaje, Bluey salió al sorprenderlo con una rama de árbol, Bandit salió corriendo asustado por como lo había sorprendido, mientras corría cerca de espeso pasto de dónde salió Jean-Luc asustándolo haciendo que se detuviera para mirar hacia atrás donde vio a su hija la cual lo atraco haciendo que los dos "comieran Jabalí" al terminar su juego los dos niños se fueran a lavar el lodo que habían usado para camuflarse, cuando de pronto se escuchó que a los dos los llamaban para irse a cenar y dormir.

—Jean-Luc, adiós. Te veré mañana.

—entonces la Blue Heeler lo abrazó, sin embargo, el Labrador se entristeció porque ya no estaría al día siguiente.

—Non, à demaín matin (No, nos vamos mañana por la mañana).

Bluey no sabía lo que decía, y se fue creyendo que lo vería al día siguiente.

—Au revoir Bluey (adiós azul). —se despidió Jean-Luc de Bluey…