Nanrose: ¿recuerdan la apuesta? en este capítulo hablarán sobre ella, como sugerencia podrían volver al fic Preventer Zero Force - Capitulo 22-1, el cual está separado del resto, espero que lo disfruten, nos leemos pronto :)
COLONIA L3, PUNTO DE LAGRANGE 3, ORBITA TERRESTRE
Tres días después de que Relena enfermara
Wufei y y Quatre llevaban casi 48 horas de búsqueda, tenían un rostro, un nombre y a pesar de que los registros de entrada de la colonia confirmaban que su objetivo tenía un periodo de tiempo considerable viviendo en ese lugar, nadie parecía conocerlo. Antes de su llegada pudieron confirmar en las cámaras de video vigilancia aquel día en que Trowa y Catherine lo habían visto entre el público, se notaba que iba solo y pareció desvanecerse entre la multitud, no dejando ninguna pista sobre su paradero, pensaron entonces que la mejor oportunidad que tendrían para encontrase con él sería visitando bares y lugares de mala reputación, pero a pesar de sus esfuerzos nada parecía acercarlos, la misión parecía estar destinada al fracaso.
- ¿crees que debamos ir a otro lugar? - pregunto Quatre a Wufei mientras lanzaba el primer dardo a la diana acertando limpiamente en el centro.
Wufei analizó su pregunta un momento mientras permanecía sentado leyendo en la pantalla de su teléfono los reportes de otros agentes preventivos en esa colonia, buscando algo que le diera una mínima idea de donde más buscar, antes de responder a su pregunta dio un trago a su cerveza y miró sobre la mesa la copa de vino que Quatre había ordenado con la única intención de mezclarse en el ambiente.
-tal parece que a nuestro objetivo tampoco le gusta el alcohol- respondió Wufei finalmente
Quatre sonrió amablemente a su comentario, pero se detuvo de responder, sus palabras lo dejaron pensando un momento.
-ahora que lo mencionas- comenzó diciendo Quatre -a Heero tampoco le gusta tomar alcohol, me pregunto si tendrá algo que ver con…- se detuvo de mencionar el Prototipo Zero (P.0), tanto Heero como él lo llevaban en la sangre e inmediatamente pensó que pudiera existir alguna relación. Aun sin escucharlo decir su teoría Wufei comprendió perfectamente lo que había estado a punto de decir.
Al poco tiempo las pantallas del bar comenzaron a anunciar los síntomas para detección temprana de la fiebre de marte y Quatre recordó aquel momento en que Sally Po inspeccionaba a Heero en búsqueda de síntomas, el hecho de saber que él jamás había enfermado lo había dejado cuestionándose de lo que era realmente el P.0, en su caso la gripe había sido una enfermedad pocas veces recurrente pero definitivamente conocida, lo que sea que tuviera Heero debía ser algo mucho más avanzado, esto volvió a despertar su curiosidad, deseando confirmar sus sospechas.
-Wufei… ¿podría preguntarte algo? - dijo Quatre justo después de haber logrado otro tiro perfecto
-ya has comenzado- le respondió Wufei bromeando sin dejar de mirar la pantalla de su teléfono, finalmente uno de los reportes había atrapado su atención.
-bueno si, esa fue una pregunta, pero no la pregunta que quiero hacerte…. ¡Espera! ¿Dónde tenías ese humor guardado? -
- ¿es esa tu pregunta? - volvió a bromear Wufei
Quatre sonrió
-No! No…, es solo algo que me intriga, o tal vez solo sea simple curiosidad-
Quatre tomó lugar frente a él en la mesa, Wufei soltó su teléfono y dio un trago más a la cerveza que ahora estaba por terminar.
-te escucho-
- ¿porque la señorita Sally insistía en que Heero debía de estar enfermo? -
Wufei se quedó en silencio un momento pensando internamente que su jefa y actual pareja Sally Poh había tenido la culpa de revelarle indirectamente a Quatre algo que ella misma le había pedido guardar silencio
-se sabe que la fiebre solamente se contagia si existe un contacto directo- continúo diciendo Quatre
-así es- respondió Wufei
-es decir… el virus no vive fuera del portador un tiempo prolongado-
-así es- repitió Wufei
-podría transmitirse tal vez… por un… ¿beso? - sugirió Quatre en voz baja
Wufei se quedó en silencio un momento analizando las palabras que diría a continuación.
-supongo que…- comenzó diciendo Wufei - si habían estado preocupados por un embarazo un beso no es lo único que han compartido - contesto Wufei cansado de verlo divagar.
Existió un breve silencio antes de que Quatre pudiese decir algo
- ¿estás bromeando?!- preguntó finalmente temiendo que Wufei solo estuviera jugando con él
- ¿porque siempre preguntan lo mismo? - pensó para sí mismo Wufei
-deberías tomarte eso- le sugirió señalando la copa de vino intacta -el hecho de que solo estés acertando al centro todos los tiros te hace ver más sobrio que cualquiera en este lugar y además necesitarás practicar para la bebida de Maxwell- dijo en referencia a la apuesta que Trowa había ganado.
- ¡espera, espera! - dijo intentando digerir las palabras que acaba de escuchar, ignorando un momento en el lío en que él mismo se había metido, ¿Trowa había apostado un año, la menor cantidad de tiempo y había ganado?, jamás imaginó que eso sucedería.
- ¿Por qué te sorprende? – pregunto Wufei al ver la expresión de asombro del joven Winner -se los dije, era obvio que ya había algo entre ellos-
- ¿desde cuándo? - pregunto Quatre feliz de saber que finalmente ambos habían logrado expresar lo que sentían, madurando finalmente su relación.
- ¡¿y cómo demonios voy a saberlo?!- gritó Wufei para después mirar hacia la puerta de entrada del bar que acababa de abrirse
-pero que suerte tienes ahora se lo podrás preguntar tú mismo- continúo diciendo Wufei doblemente divertido por esta situación.
-¡Heero!- exclamó Quatre por instinto, sorprendido al ver que el tema de conversación había aparecido en su estado físico, su movimiento hizo que la copa se tambaleara, pero con sus excelentes reflejos logró rescatarla de la caída, no sin poder evitar que parte de su contenido cayera al piso.
-Quatre quiere hacerte una pregunta- le dijo Wufei a Heero cuando él se acercó hasta ellos.
-qué bueno que ya estés aquí- respondió Quatre para después acercar su boca a la copa intentando parecer lo más natural posible.
- ¿Qué es lo que quieres preguntarme? – pregunto Heero a la vez que tomaba lugar a su lado
Quatre pensó rápidamente en lo que podría decir para lograr escapar de tan incómoda situación, pero ese pequeño silencio lo hizo beber de lo que aun continuaba dentro de la copa, olvidando por completo que se trataba de alcohol.
- ¿es sobre Relena? - se adelantó a preguntarle Heero
Su pregunta atrapó a Quatre a mitad del trago, el vino en realidad no era tan fuerte, pero él sintió que le raspo la garganta y lo hizo toser
-ya veo porque no tomas- dijo Wufei, divirtiéndose de la situación que el mismo había provocado
-disculpen- dijo Quatre aclarando su garganta -sí, sobre ella ¿cómo se encuentra? -
-mejor- respondió Heero
-que alivio- dijo Quatre dejando a un lado su desagradable bebida y preguntándose ¿Cómo puede alguien soportar su sabor?
-¿pudiste encontrar una pista de cómo contrajo el virus exactamente?- preguntó Wufei a Heero, cambiando el tema de conversación finalmente para tranquilidad de Quatre.
- aceptó una bebida durante el viaje-
-tal como sospechaste, los tiempos coinciden- dijo Wufei
- Estamos siendo cuidadosos, no queremos levantar sospechas o les daríamos oportunidad de eliminar cualquier evidencia-
-tiene sentido- opinó Quatre
Los tres guardando silencio un momento, pensando en los problemas a los que se enfrentaban.
- ¿aún no hay rastro de él? - preguntó Heero refiriéndose a Alpha
-ninguno… parece que perseguimos un fantasma- le respondió Wufei
-no creo que frecuente un lugar como este-
-Ese es el problema, no creo que frecuente ningún lugar, excepto aparentemente, el circo - dijo Wufei con sarcasmo
-confirmamos que estuvo ahí, pero continúo pensando que no es algo que él haría- le respondió Heero -además sabes que no deseo que Trowa o Catherine se involucren en esto- Por la mente de Heero apareció el rostro tenso de Catherin Bloom cuando alguna vez se había dirigido a él para reclamarle, siempre se había opuesto a que Trowa se involucrara de nuevo en cualquier situación peligrosa, excepto claro el riesgo de trabajar con un león hambriento, caminar sobre una cuerda a metros de altura y esquivar sus cuchillos, de igual forma Heero respetaba su decisión.
Después de esto los tres expilotos se quedaron pensativos hasta que Quatre volvió a romper el silencio.
- ¿has tenido suerte con los reportes de los agentes? - pregunto Quatre a Wufei
-ha decir verdad, algo llamó mi atención, hay un enorme mercado de refacciones en esta colonia, el cual tiene bastantes reportes de piezas ilegales en los últimos días- le respondió
- ¿Qué tipo de piezas? - quiso saber Quatre, ajeno de todo lo que sucedía en las fuerzas preventivas.
-Mobile suits de combate que no eran más que basura espacial están siendo recolectados por un grupo considerable de personas y puestos a la venta-
Quatre se mostró sorprendido y un tanto alarmado –¿coleccionistas quizá? – sugirió, ya que había escuchado y leído sobre las excentricidades de algunos, entre ellos Dorothy Catalonia quien poseía una extensa colección de pinturas con las escenas de guerra más importantes en la historia de la humanidad.
-es un estúpido juego- comenzó diciendo Wufei -algún lunático tuvo la grandiosa idea de llevar de la pantalla al espacio, un videojuego, utilizando viejos mobile suits, reconstruidos y pobremente reforzados, sus municiones son simples sensores, es ilegal, riesgoso y estúpido, pero no representaran una amenaza considerable mientras no continué ganando popularidad-
-quizá nuestro objetivo se ha sentido atraído por ese tipo de actividades- dijo Quatre
-no lo sé, pero por el momento no tengo una mejor idea- respondió Wufei
Los tres estuvieron de acuerdo y partieron hasta ese sitio muy abarrotado de comerciantes y clientes yendo de un lado a otro, decidieron entonces que lo mejor era dividirse y encontrar las tiendas que clandestinamente podrían ofrecer a la venta piezas de Mobile suits, como les había dicho Wufei las personas ahora se mostraban interesadas por obtener piezas que eran totalmente inservibles, algunos solo como simples objetos de colección, otros con el fin de ser parte de aquel juego, los comerciantes rescataban de basureros en cualquier parte de la tierra, las colonias y el espacio, mientras las fuerzas preventivas hacían todo lo contrario, recolectando y destruyendo.
Quatre sabía que su rostro podría ser reconocido por algunos así que antes de llegar al mercado se colocó un vestuario especial, algo que pensó además le daría mejor suerte, se trataba de una túnica árabe junto con un turbante que le cubría su rubia cabellera.
Al adentrarse al mercado visitó varias tiendas, pero nada fuera de lo común, todos estaban siendo cuidadosos, por lo que tuvo que comenzar a verse interesado por algo a lo que llamó "más exclusivo", el hecho de que se viese como un extranjero, tal como pensaba le hizo el camino más fácil, un hombre le dijo a donde debía dirigirse, el lugar aparentaría estar cerrado, pero con personas formadas afuera, solo debía colocarse en la fila.
Después de caminar algunos pasos más adentro, se encontró con ese grupo de personas esperando ser seleccionadas, Quatre siguió las indicaciones de aquel hombre y tomó lugar en la fila, destacándose entre el resto, era un joven de buen porte, atractivo y evidentemente extranjero, por lo que cuando el vendedor llego, sin dudarlo lo seleccionó para disgusto de los que tenían más tiempo esperando.
-disculpen- les dijo a todos amablemente el joven Winner, si había algo que no podía evitar es dejar de ser amable
Dentro del local había otros dos hombres, ambos más jóvenes que el dueño, no era visible, pero uno de ellos llevaba consigo un arma bajo la chaqueta y no pasó desapercibido por Quatre.
-¿imagino que está interesado en alguna pieza en especial? - le preguntó el comerciante feliz de tener un cliente que evidentemente tenía dinero suficiente para pagar.
-solo las mejores que tenga- respondió, totalmente involucrado en su papel de magnate y no es que fuera la primera vez Quatre tenía experiencia en hacer negocios, por lo que resultaba bastante convincente.
-espero no te moleste, pero antes de entrar necesitamos revisar que no traigas algún tipo de arma o dispositivo electrónico-
-seguro- respondió Quatre amablemente
Quatre no llevaba un arma consigo, únicamente su celular el cual le pidieron dejar antes de entrar a la siguiente habitación repleta de herramientas, nada en especial, era de imaginarse que se trataba de la fachada del local, dentro de esa habitación había un pasadizo secreto, el cual conducía a un espacio mucho más pequeño, sin más que con una pared repleta de pantallas.
Cuando se encendieron, Quatre reconoció todas las piezas de mobile suits que se mostraban, la mayoría muy probablemente inservibles, simples artículos de colección.
-¿y bien hay algo que le agrade? -
Quatre se tomó el tiempo de ver a detalle cada una de ellas, entendiendo la forma en que las piezas ilegales eran puestas en venta, ni si quiera estaban dentro de la colonia, las tenían flotando en el espacio con un localizador el cual mostraría la ubicación exacta después del pago.
-realmente esperaba encontrar algo más-
El dueño del lugar comenzó a frotar su barbilla con los dedos, no muy seguro de que decir.
-ya entiendo, tal parece que me tendré que arriesgar contigo-
Se dirigió hasta el ordenador y después de presionar algunas teclas, una de las imágenes en las pantallas cambio.
Lo que vieron sus ojos, le robo las palabras, esta vez no era actuación, Quatre realmente estaba sorprendido, lo que flotaba en la inmensidad del espacio era una de las espadas del Sandrock. A su mente vino el recuerdo en que su amado Gundam había abierto la cabina para que él escapara y salvara su vida, sin duda debía ser de esa ocasión.
-lo reconoce? -
Quatre no supo que responder, sabía que debía decir no, pero su expresión lo delataba.
-¿es increíble no?, es posiblemente lo único que quede de los Gundams-
Sus pensamientos fueron interrumpidos por el ruido de un arma preparándose para ser accionada.
-¡pero ¡¿qué?!- dijo el comerciante sorprendido al ver que sus dos colegas les apuntaban.
Evidentemente le habían traicionado.
Por otra parte, Heero no habían tenido tanta suerte como Quatre y por alguna razón al caminar dentro de ese lugar, se sentía vigilado, noto varias miradas sobre el, personas que posiblemente se dedicaban a cuidar la zona de de la policía y de las fuerzas preventivas, decidió entonces no darle mucha importancia y seguir caminando con naturalidad entre los locales, reconociendo alguna de las piezas que ahí se vendían, lo que le hizo recordar a su antiguo compañero de entrenamiento y el objetivo de esta misión, Alpha, quien siempre fue muy reservado, lo único que le interesaban eran aprender sobre las máquinas, sea cual fuera su tipo.
Una llamada de Sally Poh lo detuvo de seguir su camino.
-Yuy- contesto Heero en voz baja utilizando el auricular que llevaba en su oído izquierdo
-Heero- escuchó decir a Sally -encontré algo en las cámaras de vigilancia, algo que hemos pasado por alto-
-¿Qué has visto? -
-hay un hombre que lo persigue, no puedo ver su rostro, pero usa una gabardina oscura, quizá de tu misma estatura y complexión, aparece muy cerca de él en varias ocasiones-
Heero miró a su alrededor instintivamente
- ¿podrías ver las cámaras en tiempo real donde me encuentro ahora? -
-no, la colonia no accedió a darnos ese tipo de libertades-
-hmm- respondió Heero en su muy usual expresión de enfado.
Heero sacó del bolsillo su celular y en un par de segundos, le proporcionó a Sally el acceso requerido.
-inténtalo ahora-
-¿qué hiciste Heero?- le preguntó Sally aunque ya supiera la respuesta. -sabes bien que, si nos detectan, esperaran una extensa justificación-
-lo resolveremos después-
Sally solo sonrió a su comentario, ya acostumbrada a la forma de trabajar de Heero
De vuelta a donde Quatre se encontraba, la situación se encontraba tensa y había dado un giro inesperado para todos
-¿pero qué demonios les pasa?- les reclamo el comerciante
-¡lo necesitamos! - exclamo el hombre quien le apuntaba
-esto vale más que cualquier cosa que estén pensando hacer con ella-
-necesitamos el gundanium, sabes lo difícil que es conseguirlo-
El joven quien mantenía su arma apuntando a Quatre, comenzó a prestar mayor atención en el y es que, a pesar de la situación en que se encontraba, este extraño extranjero no parecía sorprendido o mínimamente atemorizado, simplemente mantenía sus manos arriba en señal de rendición, mientras los otros dos discutían.
-es mentira esta pieza no está hecha de gundanium, es solo una imitación! – intento hacerle creer a su ahora antiguo colega, mentira que solo hizo que el hombre disparara a sus pies haciéndolo caer al suelo
-nosotros seremos quien juzgue si es verdad o no- respondió amenazante
Muy a su pesar el dueño cambió de opinión y de mala gana rebelo en la pantalla las coordenadas de la pieza.
Otra vez y aun después del disparo Quatre ni siquiera se sobre salto, para sorpresa de quien lo continuaba apuntando. Y es que por la mente de Quatre solo pasaba una cosa, debía evitar a toda costa que una parte del Sandrock terminara en la casa de algún coleccionista, fundida o utilizada en las batallas de mobile suits clandestinas.
Sus pensamientos fueron interrumpidos por aquel hombre quien ahora presionaba el arma directamente sobre su espalda
-¿quién eres? - le preguntó retirando el turbante de su cabeza.
- ¿Qué sucede? - quiso saber el otro al darse cuenta de lo que pasaba
En un parpadeo y aprovechando la distracción Quatre le quitó el arma de las manos y disparó contra el otro, desarmandolo al instante.
- oh gracias al cielo! - exclamó el comerciante aliviado al ver los papeles invertidos
-soy un agente preventivo- respondió Quatre
-no puede ser- lo escuchó maldecir esta vez
Al instante los dos jóvenes corrieron despavoridos.
-no puedo tener tan mala suerte- dijo el dueño de la tienda, quien se había librado de un robo, pero no del peso de la ley.
-aún podría tener algo de suerte- le sonrió Quatre – sus cargos podrían reducirse considerablemente si accede a ayudarme con algo-
-¿qué es lo que quieres? -
-busco a este joven- le dijo Quatre mostrando la foto de Alpha que llevaba impresa
-jamás lo he visto- le respondió y Quatre creyó en sus palabras, lo había visto mentir hace un momento y sabía lo mal que era haciéndolo.
-¿que sabe sobre estos hombres que planeaban robarle? - Pregunto Quatre al ver la espada del Sandrock en la pantalla
-los conozco desde niños, tristemente perdieron a sus padres y este juego…UBB…UMW, no recuerdo el nombre, les ha nublado la mente-
-estoy enterado de eso al parecer está ganando popularidad- dijo Quatre
-había comenzado como algo inofensivo, utilizando mobile suits viejos, aquellas chatarras que alguna vez se utilizaron para la construcción o el mantenimiento de las colonias-
-¿tiene relación en su interés por el gundanium?-
-escuche por ellos que en el próximo enfrentamiento utilizarían municiones reales, por lo que su intención era recubrir la cabina del piloto con ese material-
Quatre se sorprendió de los descabellado que eso sonaba.
-¿municiones reales? –
-puedes buscar todo lo que quieras, te aseguro no tengo nada de eso- le contestó con rapidez, antes de que Quatre llegara a pensar que el vendía armamento -yo también perdí mucho en la guerra, jamás sería partícipe-
Quatre sintió la sinceridad en sus palabras
-Dígame y si quisiera participar ¿Cómo podría hacerlo?, ¿Dónde son esos enfrentamientos? -
-el lugar cambia siempre, lo único que sé es que el boleto de entrada es llevar un mobile suit suficientemente capaz de dar batalla-
-entiendo- dijo Quatre
-¿llamarás ahora a los agentes? -
-no será necesario- respondió Quatre, buscando entre sus bolsillos una tarjeta de contacto de una de sus empresas, estaba dispuesto a ayudar tanto como pudiera.
-ahora que ha perdido su negocio, necesitará un nuevo trabajo- le dijo al entregársela
-¿winner?, ¿eres de la familia winner?- dijo muy sorprendido al leer el apellido de Quatre
Sin dar mayor detalle solo asintió.
-sabia que tu rostro me resultaba familiar, ¿eres realmente un agente preventivo?- pregunto dudando de si le estaba tomando el pelo.
-lo podrá comprobar en un par de minutos si se queda en este lugar- dijo ofreciendo que abandonara la tienda.
El hombre no sabía qué hacer realmente, pero Quatre continuaba armado y no estaba dispuesto a tentar más su suerte.
-no se olvide de llamar porfavor o vendré a buscarlo personalmente- le dijo Quatre de una manera amable pero tan fría que lo vio palidecer, antes de retirarse.
Tomó su tiempo para llamar a su viejo amigo Rasid y proporcionarle la ubicación exacta de la espada del Sandroch, una vez confirmada su localización y habiéndose llevado toda la información necesaria para decomisar todas las piezas ilegales, se retiró de la tienda para contactar a Heero y a Wufei, debía llevar a oídos de las fuerzas preventivas lo que había descubierto sobre ese juego de batallas.
Cuando salió de la tienda el ambiente había cambiado radicalmente, la noche había caído sobre la colonia, las tiendas estaban cerrando, y donde antes había una fila larga de puestos de venta sobre la calle, ahora había una gran cantidad de personas andando y celebraban con música alta lo que parecía ser alguna clase de festival.
Para su sorpresa identificó a Heero caminando con rapidez entre la multitud y sospechando que el pudiera estar persiguiendo a Alpha, sin pensarlo comenzó a seguirle el paso hasta un callejón sin salida, pero como si de arte de magia se tratase, Heero se desvaneció en segundos y grande fue su sorpresa cuando al voltear ya lo apuntaban nuevamente con un arma. Al verle el rostro, Quatre pensó en Heero y la razón del porque lo había confundido, después pensó en su objetivo y finalmente en la razón del porque se encontraba ahí.
-Alpha- pensó
Aquel joven muy parecido a Heero frunció el ceño, el extranjero que tenía al frente le resultaba muy extraño, nada parecido a la clase de persona que lo perseguía. ¿Por qué lo estaba siguiendo entonces?
-discúlpame te he confundido con alguien- dijo Quatre, lo cual había sido cierto.
-soy solo un extranjero que gusta de coleccionar viejas piezas de mobile suits de combate- le respondió Quatre con la intención de hacerlo sentir en confianza, percibía que estaba a la defensiva y evidentemente lo juzgaba en base a su apariencia.
-no me interesa quien seas- respondió tajantemente
Quatre reconoció que el timbre de voz de Alpha y su forma de hablar era muy parecida a la de Heero.
-¡Espera!- lo intentó detener Quatre al verlo descubrir una motocicleta oculta bajo unas grandes bolsas de basura, pero nada detendría su camino, alguien lo perseguía y no estaba dispuesto a ser una presa fácil. Quatre no pudo hacer otra cosa más que verlo alejarse a toda velocidad.
De pronto escuchó gritos y el ruido de un motocicleta acercándose, aquellas personas que iban caminando tranquilamente, comenzaron a correr hacia los laterales de la calle, intentando evitar ser arrollados, aquella motocicleta paso frente a él, tan rápido y sin importar lo que se cruzara en su camino, que no pudo ver bien el rostro de quien conducía.
-¡Me han robado mi moto! - escucho gritar a un joven, y en seguida vio pasar una segunda motocicleta, esta vez estaba seguro se trataba de Heero, no pudo verle el rostro por el casco, pero reconoció la ropa que llevaba, sin duda había sido la persona que había cometido el robo para perseguir a quien segundos antes había pasado frente a él.
Lo siguiente que vio y sintió fue el suelo, lo habían apartado del paso con fuerza, Quatre se levantó y miró a Wufei detenerse frente a él sorprendido también de verlo.
-¿has visto el rostro de ese hombre? - le pregunto Wufei enseguida
Quatre no creía que estuvieran persiguiendo a la misma persona, pero de todos modos se decidió a preguntarle.
-¿Es que también lo han visto? -
-¿A quién? - pregunto Wufei extrañado
-a Alpha-
-no, no es él a quien perseguimos-
-¿a quién entonces? -
-Adam Rawler- le reveló Wufei para su sorpresa, sin intentarlo habían localizado al hombre más buscado por las fuerzas preventivas.
La persecución continuó con Heero sobre su motocicleta recién robada o tal vez prestada como él pensaba, no tenía duda de que el hombre a metros de él era Adam y estaba decidido a alcanzarlo, ¿pero su pregunta era a quien perseguía el mercenario? ¿Podría tratarse de Alpha?
-¿dónde están? ¿puedes verlos? – pregunto Heero a Sally quien se mantenía en comunicación con el.
-los veo- respondió, pasando de una cámara a otra tan rápido como le era posible – si pudieras continuar recto podrías interceptarlos, pero la circulación en esa calle es contraria-
-entendido- dijo Heero aceptando la información que le daba Sally como una orden.
-¿que dices? -
Para disgusto de Sally, vio a Heero conducir en sentido contrario a la circulación, provocando pánico entre los automovilistas, algunos frenaban e intentaban evadirlo, pero Heero no redujo la velocidad por ningún motivo.
Sally se había quedado helada viendo las osadas acciones de Heero, agradeciendo de que al menos estuviera usando un casco, aunque sabía que no lo hacía por seguridad sino más bien por no revelar su rostro a quienes perseguía.
Segundos más tarde el objetivo que Adam perseguía atravesó la calle frente a él, seguido muy de cerca del mercenario.
-puedo verlos- dijo Heero
El caos vial en la colonia por motivo de las festividades terminó por bloquearle el paso con un camión de doble remolque, pero Heero no estaba dispuesto a detenerse, teniendo otra de esas osadas ideas que a Sally le revolvían el estómago.
-no te atrevas a hacerlo Heero- esta vez le pidió Sally percatandose de lo que planeaba hacer -no hay espacio suficiente-
Heero acelero y paso por debajo del camión, tan inclinado que los neumáticos rechinaron sobre el pavimento cuando se deslizó y continuo de frente para asombro de todos los presentes.
-será mejor que comience a escribir nuestras justificaciones- dijo Sally al ver todo el caos que Heero había provocado.
Lamentablemente su osado movimiento también había atraído la atención de Adam, quien se había dado cuenta de que el cazador también estaba siendo acechado, el rugido del motor al acelerar se escuchó con estruendo, los tres ahora conducían sobre la avenida principal de la colonia, esquivando el peor día de tráfico que se podía ver en un día de fiesta.
Harto de esta situación, Adam comenzó a disparar a los neumáticos de Heero, por lo que Heero tuvo que aminorar la marcha, manteniendo mayor distancia sobre él, pero sin la intención de dejarlo escapar.
-tengo un plan, no los pierdas de vista- le pidió Heero a Sally, cuando vio que la avenida se convertiría en dos túneles subterráneos, su plan consistía en tomar el túnel del sentido contrario, circulación que fluía con mayor normalidad y estaba poco menos congestionada, lo que le daría a el mayor velocidad y protección.
-continúan recto, aun puedo verlos- le confirmó Sally Poh
Al momento en que la avenida estaba por volver a sacarlos a la superficie, Heero preparó el arma, un solo disparo en el lugar correcto y lo haría volar de esa motocicleta.
Heero acelero, tomo el arma, disparó, pero falló por pocos centímetros y fue debido a que Adam había girado hacia a la derecha, tomándolo por sorpresa, estaban frustrando sus planes teniéndolo ya muy cerca.
La motocicleta que Adam perseguía había girado hacia un lugar que antiguamente había sido una base de Oz y que al terminó de la guerra se había convertido en un lugar para resguardo de material de construcción.
Esta vez el disparo de Heero fue limpio, había hecho a Adam derrapar y caer de la motocicleta, Heero desmonto y lo apuntó con su arma no dejando que se levantara del suelo
-maldito idiota- fue lo primero que le escuchó decir -estaba tan cerca-
Adam se giró, no podía ver el rostro de Heero porque aún mantenía el casco puesto.
-si me levanto será un maldito milagro-dijo Adam quien no estaba seguro de haber salido ileso de esa caída.
-¿a quien perseguías? -
Adam escupió un hilo de sangre de la boca, ignorando su pregunta.
Era de esperarse Adam no hablaría, no respondería ninguna se sus preguntas si no había nada que pudiera ser de su interés por lo que se retiró el casco, dejando su rostro a la vista.
-pero qué sorpresa! - exclamó sonriente, como si se encontrara en una situación completamente distinta y de un viejo amigo se tratase.
este debe ser mi día de suerte- exclamo el mercenario más perseguido por las fuerzas preventivas.
-¿a quien perseguías? – volvió a preguntarle
-jamás lo creerías… y es que además es tan parecido a ti, terco y mal encarado-
Con esto pudo confirmar que sus sospechas eran correctas, debiendo ser Alpha a quien perseguía, pero ¿Por qué?
- ¿a quién obedeces ahora? - pregunto Heero
- ¿obedecer? Esa palabra no está en mi vocabulario, yo solo acepto el trabajo y lo ejecuto a mi manera ya deberías saberlo-
-sabes a lo que me refiero - insistió Heero, el mercenario desafiaba la poca paciencia que tenía
-¿qué te hace pensar que voy a decírtelo? - le contestó Adam -tus amenazas me tienen sin cuidado-
-entonces tendrás mucho tiempo en la tierra para pensarlo-
Adam analizó por un momento la situación en que se encontraba, sus planes debían cambiar nuevamente.
-¡bien!, tus ganas…- respondió finalmente el mercenario con desaire -te lo diré- dijo esto último poniéndose en pie, Heero se mantuvo atento a sus movimientos, si lo veía buscar su arma no dudaría ni un segundo en dispararle.
-te lo diré, pero no por tus estúpidas amenazas, sino porque creo que me es más conveniente- dijo al final sonriendo
-estoy buscando a tipos como tú con esa porquería en su sangre-
Con esas palabras Heero confirmó sus sospechas, la búsqueda por obtener el prototipo zero continuaban.
-aunque debo confesar que él no está en la lista- le rebelo, refiriéndose a Alpha -pero no necesito ser un experto, para darme cuenta de que es un tonto clon de Odin–
Adam esperaba alguna reacción de asombro de su parte, pero la expresión de Heero no cambiaba en absoluto.
-recordarás que siempre han creído que el llevaba la versión exitosa del prototipo- continúo diciendo - jamás lo olvidarías ¿cierto?, aunque al final terminara muerto, así que indestructible tampoco fue, hablando de muertos… también te creí muerto por mucho tiempo, hasta que te vi en televisión a lado de Relena Peacecraft, ¿Cómo está ella por cierto?, sé que la enfermedad de marte es terrible-
Heero frunció el ceño ¿Cómo es que sabía?, finalmente Adam le había cambiado el semblante
-¿sorprendido?, también me sorprendió que pudieran ocultar su estado-
Al ver la expresión de Heero, Adam supo que su nuevo plan estaba funcionando.
-sé que alguien dentro de la ESUN ha pagado una fuerte suma de dinero para deshacerse de ella discretamente y si el virus no funcionó… bien debes sospechar que ya deben estar planeando un nuevo intento de asesinato-
-Dame su nombre- le exigió saber Heero
-¿y hacerte todo el trabajo? -
Heero lo miró con el deseo de vaciar el cartucho del arma sobre él.
- ¡jamás dan su nombre idiota! – terminó por gritarle Adam
Esta vez no pudo contener más su ira, Heero lo golpeó tan fuerte en el vientre que lo hizo caer al suelo nuevamente.
-creo que me has roto un hueso- se quejó Adam
-estas acabando con mi paciencia- dijo Heero
-te propongo algo, ¿quieres salvar a tu novia? - preguntó Adam - Si me dejas ir te advertiré cuando den la orden de matarla- continúo diciendo el mercenario -¿Qué dices? -
Sabía que Heero no lo mataría, estaba intentando asustarle, pero era un hecho que caería a la cárcel de las fuerzas preventivas y esta vez nadie iría a su rescate.
-¿Qué garantía tengo de ello? - pregunto Heero
-mi palabra por su puesto-
Heero sonrió ligeramente con sarcasmo, ¿le estaba pidiendo confianza? no era para nada convincente
-sabes que soy lo más cerca que estarás de prever un ataque-
-y sabes también que no soy un informante, de serlo desde hace mucho tiempo atrás otros más que yo habrían ido tras de ti- le respondió Adam para sorpresa de Heero
-Oficialmente estas descartado en la lista, pero tengo la sospecha de que Syest oculto la verdad sobre tu condición, lo venciste y la verdad es que no te ves tan mal como cualquiera de los otros portadores-
En eso debía aceptar que Adam tenía razón,
-¿sabes el promedio de vida de quien llevan en su sangre el prototipo cero tan desarrollado como el tuyo? -
Heero no respondió, manteniéndose serio en todo momento
-no más de 35 años-
Sally continuaba escuchando atenta la conversación mediante el auricular de Heero y esa información le había hecho un nudo en el estómago, ¿realmente el prototipo terminaría matándolo?
Su conversación se vio interrumpida por la llegada de Quatre y Wufei quienes habían obtenido la ubicación de Heero con ayuda de Sally.
-entonces qué dices ¿Quieres salvar a tu novia?, estoy seguro de que la última descendiente de los Peacecraft podría pagarme más que ellos- respondió Adam sonriendo -además de mi libertad- terminó diciendo, extendiendo su mano hacia Heero, esperando cerrar el trato.
Comprendía la jugada que hacía, estaba cambiando la situación a su favor y odiaba tener que darle la razón, él era ahora la única pista que tenía para encontrar a quienes deseaban el prototipo Zero y de quienes deseaban matar a Relena. Debió reconocer también que su cabeza y la lengua atada a ella lo habían mantenido vivo hasta ahora.
-lárgate- dijo Heero al mismo tiempo en que bajaba su arma para sorpresa de Wufei y Quatre
-pero si faltas a tu palabra no descansaré hasta encontrarte y arrancarte esa lengua que te ha salvado la vida hoy-
-ahora suenas como tu padre- dijo Adam sonriendo
Los tres lo vieron subir a la motocicleta y marcharse, hasta perderlo de vista, las sirenas comenzaron a sonar, tanta alteración había atraído la atención hasta ellos.
-¿Qué es lo que te ha dicho? ¿estás seguro en poder confiar en ese sujeto? - preguntó Wufei – es esa clase de escoria que por la cantidad correcta podría hablar de más- dijo Wufei
-no confió en él en lo absoluto, pero se que realmente desconoce la identidad de quienes están detrás de todo esto- dijo Heero, recordando la forma de trabajar de los mercenarios, después de todo ese había sido también su trabajo.
-el podría ser quien me acerque a ellos- respondió Heero
-¿y qué ha pasado con Alpha?- quiso saber Quatre
-ingreso a la base, es posible que ya no se encuentre en la colonia, ese lugar tiene salidas al espacio-
Al poco tiempo la policía y otros agentes preventivos llegaron hasta donde ellos se encontraban, cercando todo el perímetro alrededor de la ex base militar de Oz y tal como sospechaban no había rastro de Alpha.
