Había pasado un tiempo desde la batalla entre el reino de los dragones y el Vrăjitoare por lo que al final el reino de las brujas terminó ganando en parte gracias a la intervención de la dragona legendaria, Selene.

Keke era la que poseía su espíritu y gracias a su poder, lograron destruir a los dragones malignos y así traer felicidad al hogar de Yuzu.

Y así fue como ese día, Keke fue consolidada como una dragona oficial, aunque no poseía sangre en sí, sus poderes lograron despertar y además de eso, poseía un mechón de color verde el cual reflejaba que había despertado sus poderes.

Además de eso, Franco obtuvo un regalo de parte de Tirmina el cual podía lucir simple, pero a la vez, simbólico.

- ¿Un anillo?

- Está hecho de Tungsteno, además de llevar una gema brillante. No sé si lo quieres usar con mamá o con alguna otra chica que desees casarte con ella.

- Eso es… – Franco se quedó en silencio mirando el anillo y decidió que tenía algo en mente.

Aunque lo más lógico sería usarlo en Keke, el argentino ya tenía algo en mente para usar ese anillo y es que lo estuvo pensando ya que tenía una chica con la cual quería tener algo más.

No podía negar que la china le había salvado la vida y ahora con sus poderes despiertos, era alguien que podía apreciar más, aunque incluso llegó a reconocer que Tirmina le ayudó a no gastar en un anillo.

El chico estaba pensando en otra cosa, aunque como se dijo antes, no era el único que estaba en planes con algo relacionado con boda.

En la residencia Yuzaki pasaba eso y es que en un momento, Franco estaba en el patio mirando el anillo que le había dado Tirmina.

- Por el amor de Dios, ¿Por qué estoy nervioso? Aunque a quien engaño, con Tsubasa estaba nervioso, pero con ella… tendría que estar más tranquilo – la mente del peli azul le rondaba con varias cosas.

- ¿Te encuentras bien, papá?

- Hanako – la hija de Hanayo con él llegó a ver a su progenitor. Cabe decir que ya con casi 18 años, la chica era la viva imagen de su madre cuando iba en Otonokizaka.

- Desde hace rato te noto como distraído, ¿seguro que estás bien?

- Por el momento solo pienso en una cosa, pero creo que será hasta más tarde cuando me decida.

- ¿Pasa algo malo?

- No es eso, solo que quiero hacer algo y me ganan los nervios – la mirada de Franco se fijó en Hanayo la cual estaba caminando junto con Shura quien iba tras su madre, alegremente.

- Sea lo que sea, puedes decírmelo, no le diré a nadie – Franco lo pensó un poco y a lo mejor era verdad, Hanako podía ser tímida y todo como lo era su madre, pero no chismosa.

- Bueno, pero quiero que esto sea secreto, por favor Hanako – y el chico le contó sobre lo que pensaba hacer, eso incluso fue emocionando a la peli verde, pero como prometió, guardaría el secreto.

Cuando la noche estaba llegando, Franco se fue con Tsubasa a dormir luego de que todos cenaron. La peli roja podía sentir que algo pasaba con su esposo; Franco no podía mentirle a ella.

- ¿Entonces quieres pedirle matrimonio?

- Sí, pero… demonios, me da nervios.

- ¿Sabes? Me recuerdas a cuando me propusiste matrimonio, aun me acuerdo de lo nervioso que estabas – Tsubasa decía recordando ese hermoso día.

- ¿Todavía lo recuerdas?

- Sí, aunque no me importa como estuvieras, lo importante es que estaba decidida a pasar mi vida contigo y es algo que has hecho hasta el día de hoy. Mira que cualquiera me habría dicho que me fuera de este matrimonio cuando venías con las demás, los niños, pero sinceramente me parece divertido ver hasta donde hemos llegado.

- Aunque tan divertido no es cuando te das cuenta de que tendrás todavía más… pero bueno, como hombre he sabido responder y es algo que no me arrepiento.

- Pero dime, ¿le dirás que te quieres casar con ella?

- Tsubasa, dime la verdad ¿estás de acuerdo con esto? – la peli roja suspiró un poco.

- Puede que suene descabellado, pero para mí, no es nada raro ahora. Además, seré tu esposa, la primera, eso no lo cambia nada, ni tu afecto ni tu personalidad cambiará. Además, si Hanayo es feliz también, ¿Quién soy yo para quitarle esa felicidad?

- No me equivoqué en escogerte como esposa – sonrió el chico y con eso, la noche cubrió el cielo y todos durmieron.

Al día siguiente, Franco decidió tomar el día libre ya que planeaba hacer su movimiento. Ayano comprendió eso y le dijo que no se preocupara, por lo que el peli azul podría llevar a cabo una salida normal con su chica.

- ¿Quieres una cita? – preguntó Hanayo un poco sonrojada.

- No es muy común que tenga estos días libres, pero no ha habido mucho trabajo, así que decidí pasar el día contigo, ya sabes, como la pareja que somos – eso sonrojó a Hanayo, pero estaba feliz por el detalle.

Ambos se cambiaron en la misma habitación, aunque la ex Idol seguía con la vergüenza de ver a su pareja sin nada puesto. A pesar de eso, le gustaba mucho la actitud de que tenía Hanayo y cada vez se convencía más de que lo que iba a hacer, era lo correcto.

Al estar cambiados, el chico iba de forma casual. Una camiseta polo de color azul oscuros, jeans y zapatos deportivos. Por el lado de la castaña, llevaba una blusa amarilla, así como unas zapatillas que hacían juego. Era sencillo, pero para su pareja, era perfecto.

Ya sin más, salieron para tener su cita. Aunque lo que no sabían es que Hanako iba ir atrás de ellos, pero no iba sola ya que Kizuna y Asuza, las hijas de Franco con Rin, iban con ella.

- ¿A dónde van papá y mamá Hanayo?

- Shhhh, no queremos que nos descubran.

- Pero quiero saber a dónde van.

- ¡Yo también!

- Miren, no les puedo decir, pero papá quiere que sea una sorpresa, así que por favor, espérense – las peli naranjas se notaban muy inquietas, pero decidieron hacer caso a Hanako.

De vuelta con los padres de la chica, estos seguían con lo suyo, pero eligieron un sitio el cual recién había abierto y era muy popular, además de que se había venido una ola de calor a Argentina por lo que era normal que fuera muy concurrido.

- ¿Este parque acuático? – el chico decía mirando el título del lugar que era "Open Park Land".

- Bueno, quise venir con Rin-chan y Honoka-chan, pero no les quedó tiempo y no quería venir sola, además… no te dije ya que estabas ocupado y no quería molestarte.

- Hanayo, no me puedo molestar contigo, lo sabes – la sonrisa del chico la calmó y al final, decidieron entrar.

Había algo de gente ya que el lugar parecía muy popular, aun así, también había espacio para todos. Lo que lo hacía más genial es que poseía canchas de voleibol y una zona de barbacoa.

- Solo queda esperar – Franco estaba sentado esperando al lado de la piscina.

- ¿Estará soltero?

- Que guapo es.

- Me encanta su cuerpo – varias mujeres decían eso con el peli azul, pero no prestó atención y solo se fijó cuando Hanayo llegó.

La atención que dio la castaña fue mayúscula, además del hecho de ser una japonesa de buen cuerpo, el traje de baño de dos piezas de color verde resaltando sus pechos, cintura y piernas y ni que decir que los chicos estaban babeando por ella.

- Lo siento si tardé.

- No te preocupes… te queda muy bien – los dos siguieron con lo suyo.

Todo era como ver una pareja de casados, incluso de jóvenes novios, pero lo que importaba es que ambos lo disfrutaban, incluso cuando llegó la hora de comer.

- Has llamado mucho la atención.

- No me gusta que me vean por mi cuerpo.

- No te preocupes, si alguien quiere hacerte algo o decirte una cosa inapropiada, lo haré pagar.

Cuando el almuerzo acabó y pudieron relajarse un poco, se fueron a jugar voleibol con algunas personas que hicieron equipo. Hanayo no era precisamente buena en ese deporte, pero al menos hacía su esfuerzo.

Ya cuando todo pasó, se fueron a relajar un poco en la piscina, pero decidieron que era hora de irse, así que luego de vestirse, salieron del parque y para sorpresa de Franco, se había abierto una tienda de artículos de Idols.

Ni que decir que eso a Hanayo la volvía loca.

- ¡Mira esto Fran-kun! Ya tiene el nuevo disco de Pink Punk, yo pensé que no lo iban a traer aquí.

- Creo que recién la abren porque no me di cuenta, pero mira, tienen algunos clientes.

- Disculpa, ¿eres Hanayo Koizumi de μ's?

- ¡Si es ella, hermana! Soy su fan – algunas chicas iban con la castaña la cual río un poco y firmó algunos autógrafos, así como tomarse fotos.

Cuando todo terminó, Hanayo llevaba una bolsa de compras con algunos artículos, además de que le dieron un buen descuento ya que la cajera y el dueño era fan de μ's y conocer a una de sus Idols le emocionó el día.

Hanako y las gemelas pudieron ver todo así que sabían que algo pasaba, al menos las gemelas estaban tratando de adivinar que era.

Ya cuando la noche estaba llegando, la pareja volvió a casa, lo mismo que Hanako y sus hermanas, aunque en sí, la sorpresa fue cuando alguien estaba ahí en la casa con una sorpresa.

- ¿Qué pasa?

- ¡Vamos a ir a una feria de juegos! – los chicos decían. Nico había llegado y es que parecía que había hablado con los más menores para ir a un festival que iba a haber en Edo.

- No se preocupen por eso, los mantendré vigilados – la peli negra decía a lo que se acercó a Franco – me debes una grande.

- Gracias por eso, prometo que te compensaré muy grande.

- Más te vale o me enojaré mucho – la chica le guiñó el ojo a lo que este asintió.

Como fue hecho, Nico se llevó a los hijos de Franco a pasar un buen rato en Edo, algunos estuvieron escépticos de ir, pero al final fueron para relajarse.

El cuarto de Hanayo fue cerrado, esto debido a que Franco decidió que pasaría un momento íntimo con ella, luego de llevar a cabo los juegos previos.

El peli azul estaba parado al lado de la cama mientras su amada se encontraba recostada, con sus dos piernas sobre los hombros de Franco, al mismo tiempo que la embestía con todo.

Los gemidos que lanzaba Hanayo eran signo de que amaba eso y solo se aferraba a las sabanas, sus pechos rebotando de arriba abajo, pero para su amante, solo significa que quería más y la complacía.

Ya cerca del final, el movimiento de caderas de Franco era cada vez más rápido y eso solo hacía gemir más alto a Hanayo hasta que el clímax alcanzó a ambos con dureza. El argentino acabó corriéndose dentro justo cuando la chica daba un fuerte grito por el placer.

La cosa no acabó ahí, el chico volteó a su amada e inició de nuevo el movimiento dentro de la ex Idol quien gemía más, tal vez porque seguía sensible por el clímax anterior, pero Franco continuó con lo suyo, complaciéndola.

Al cabo de un rato, el clímax llegó de nuevo, finalizando con una fuerte estocada del peli azul el cual acabó corriéndose dentro lo que provocó otro gemido duro de la oji morada.

Unos minutos después, estaban relajados en la cama, pero el chico decidió salir un momento así como si nada, dejando extrañada a Hanayo.

Pero lo que pasó después no se lo esperó.

El bonaerense entró de nuevo, aunque sus chicas venían con él, parecía no importarles que los dos estuvieran desnudos.

-¿F-Fran-kun? ¿Chicas? – por pena, Hanayo se tapó con la sabana totalmente apenada.

- Siento que esto sea así Hanayo, pero lo que tengo que decirte es algo importante – los nervios se lo estaban comiendo, pero tuvo que ser valiente, no podía echarse para atrás después de esto.

- P-Pero…

- Escúchame. Sé que puede ser repentino, pero desde hace un tiempo me he estado pensando esto. Las quiero a todas y lo saben, pero contigo es diferente y créeme que estoy nervioso, pero lo diré porque es lo que quiero contigo, Hanayo – el peli azul sacó una cajita la cual al abrirla, estaba el diamante que se le había regalado. La expresión en el rostro de Hanayo era indescriptible.

- E-Eso quiere decir que…

- Hanayo Koizumi, ¿te casarías conmigo? – la chica se quedó en silencio, pero sus ojos se aguaron y comenzó a casi llorar, pero estaba emocionada, aunque su pareja estaba esperando su respuesta.

- Acepto… ¡acepto ser tu esposa!

- ¡Bien Hanayo-chan, Fran-kun! – Honoka celebraba y las demás chicas también hicieron lo mismo.

La propuesta finalizó con Franco poniéndole el anillo a Hanayo y un beso entre ambos, ignorando la desnudez de ambos jóvenes y el hecho de que habría una boda pronto.

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Continuará…

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Y hasta aquí el capítulo de hoy.

Damas y caballeros, habrá boda y será una muy buena entre Franco y Hanayo. Ojalá todo salga bien luego de esa propuesta extraña, pero satisfactoria la verdad.

Y bueno, mi ausencia es por ciertas circunstancias en esta página, solo una persona es la que sabe mi conflicto interno que tengo con quienes pensé que conocía bien y confiaba y por ahora, tardaré algo de tiempo en recuperarme, así que no esperen que ande muy activo por acá.

Ángel, tú sabes de que hablo ¿no?

Sin más, este ninja se despide.

Bye.