Disclaimer: Naruto y sus personajes pertenecen a su autor Masashi Kishimoto, yo sólo los utilizo para esta historia.
Después de todo
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Capítulo 26
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En cuanto las palabras salieron de la boca de su ex-sensei, Sakura se quedó inmóvil en su lugar.
Maldijo a Tsunade, ¿por qué insistía en complicar su vida? No quería ni debía darle explicaciones a los demás sobre sus decisiones. El haberle pedido a su maestra que guarde el secreto fue por pura cortesía, y creía ingenuamente que ella respetaría aquel deseo.
—¿Has venido para intentar convencerme de lo contrario? Pierdes tu tiempo—Sakura utilizó ese tono voz que solo se permitía cuando quería que respeten su autoridad como Hokage.
—Intentar convencerte de hacer algo o no, es imposible—Kakashi estaba consciente de cada aspecto de Sakura, él la vio crecer y madurar hasta lo que es hoy en día.
Sakura soltó una leve risa, y su mirada se posó en la taza de té fría que reposaba en la mesa que se ubicaba en el centro de la habitación, aquella que perteneció al moreno.
—He dicho que no quería hablar al respecto, pero...no solo he hablado con Sasuke-kun, me ha mostrado toda su verdad, su versión de la historia.
Kakashi la observaba realmente interesado, recordó cuando al enfrentarse con Obito junto a Naruto, tiempo antes de empezar la guerra, que el Uchiha también les contó toda la verdadera historia detrás de la masacre. Siempre sintió culpa por dejarla a ella en la ignorancia, ajena y excluida de la verdad, pero tenía muy claro que no era una parte de la historia que a él le correspondiera contar.
—¿Y qué piensas ahora, que conoces la verdad?—Kakashi tomó asiento donde estuvo Sasuke hace unos minutos.
Sakura quien se mantenía sentada en aquel sillón solo pudo desviar la mirada buscando las palabras correctas para expresar lo que sentía.
Concluyó entonces que debía ser honesta, pues eran contadas las ocasiones donde se podía engañar al ninja copia.
—Siento el alma hecha pedazos—Sakura no lloró, pero se notaba en su voz la amargura—No sé si en su lugar hubiera hecho lo mismo... pero puedo llegar a comprender el camino que tomó—finalmente Sakura lo miró a los ojos y Kakashi se sorprendió genuinamente por el fuego en su mirada esmeralda—Mas que nunca debo detenerlos a cualquier costo...se lo debo a Sanosuke, y también a Sasuke-kun.
Kakashi la observó tan serio que por un segundo le preocupó, el silencio se mantuvo lo que le pareció una eternidad hasta que el peliplateado se decidió a hablar.
—¿Se lo debes como Hokage?—El tono de voz de Kakashi no iba en broma, le estaba haciendo aquella pregunta con absoluta seriedad.
Sakura quiso soltar una carcajada, pero no tuvo la energía suficiente.
—Sabes que si... ¿de qué otra forma si no?
—Nadie te culpará si aun sientes cosas por él—Las palabras de Kakashi lograron herirla, aunque ella estaba segura de que él no lo dijo con esa intención.
—Lo que yo sienta no importa—la voz de Sakura dejaba en evidencia que se encontraba molesta—Yo he decidido mi destino, tú—hizo énfasis al señalarlo—Deberías entender mi sacrificio más que nadie...habiendo vivido lo mismo con Rin.
A Kakashi pareció irritarlo aquel comentario, lo pudo ver en la expresión a través de su mascara.
—No es lo mismo, aquello era una guerra...—
Sakura lo interrumpió.
—¿Y esto que crees que es? Estas subestimando el peligro del enemigo... yo luché con él, fui su prisionera y su arma, sé de lo que es capaz y que hayan liberado a las personas más peligrosas de Konoha solo lo hace peor—Sakura sin darse cuenta se puso de pie, incapaz de controlar físicamente su temperamento.
—¿Qué crees que busquen de ellos?
—Aun no lo sé—Sakura llevó la mano hacia su cabeza, sintiendo una repentina jaqueca—pero cualquier cosa que imagino termina en catástrofe, debemos investigar todo lo relacionado con Koichi y Shizen.
Kakashi se puso de pie y se acercó a Sakura.
—Me reuniré con el equipo de inteligencia a primera hora, tu descansa un poco.
La Hokage, disimulando su agotamiento mental lo observó agradecida por su preocupación.
—Necesito entrenar, perfeccionar mi Taijutsu al cien por ciento con el mínimo de chakra posible... Es la única posibilidad que tengo para ganar.
Kakashi levantó el dedo índice, como teniendo una idea brillante.
—Tienes a la persona perfecta para hacerlo.
Rock Lee se hizo presente de forma nítida en su mente, por supuesto que él era la mejor opción indiscutiblemente, no conocía a ningún ninja activo que tuviera la habilidad en combate cuerpo a cuerpo que el moreno tenía, por algo era el guardaespaldas de Sanosuke.
—Es tarde—dijo Kakashi interrumpiendo los pensamientos de Sakura—Debo irme o quien me vea salir a esta hora de tu hogar se hará ideas raras—dijo de forma cómica, recordando la expresión en el rostro del Uchiha cuando lo vio del otro lado de la puerta.
Sakura lo fulminó con la mirada sin embargo solo asintió con la cabeza, después de todo realmente necesitaba unas horas de sueño si mañana pretendía exigirse físicamente.
—De camino a casa le advertiré a Lee que mañana lo esperas temprano en el campo de entrenamiento.
—Gracias Kakashi, por todo.
El ninja copia se limitó a darle una palmada en la cabeza, intentando darle ánimos.
Sakura no se sintió con la energía suficiente para acompañarlo hasta la puerta, además sabía que Kakashi no lo necesitaba, por el contrario, se dirigió a la cocina a lavar las tazas de té que quedaron olvidadas sobre la mesa.
Apagando las luces que quedaban al paso caminó lentamente hacia su habitación, casi arrastrando los pies.
Una vez sentada en su cama se permitió un momento de silencio, antes de mirar al techo con los ojos inundados de lágrimas. No recordaba cuando fue la última noche donde lloró tanto.
Mentira.
Si que la recordaba, fue la noche en que Karin murió, seguida de la noche en que Sasuke se fue de Konoha. Nunca creyó volver a sentirse tan desconsolada, pero allí estaba.
Cargando con su propio dolor y el de Sasuke ¿Sanosuke alguna vez podría perdonarla por la decisión que ella egoístamente tomó?
Le dolía pensar que el pequeño la recordara con rencor por haberlo abandonado, por haber elegido el sacrifico por sobre él, pero estaba segura de que cuando fuera mayor entendería que la vida de un ninja es así.
No se dio cuenta en qué momento se recostó sobre la comodidad de su colchón, sus ojos rápidamente comenzaron a esforzarse por mantenerse abiertos. Con la tristeza y el temor inundando su alma, rápidamente se quedó dormida.
Al día siguiente extrañamente se sintió mucho mejor, desde que volvió a Konoha luego de la batalla contra el viejo equipo siete, sus noches habían sido caóticas y de poco descanso. Pero anoche, tras tanto lastre liberado de sus hombros, por fin pudo dormir como hace años merecía.
Se levantó de buen humor pues el deterioro físico que acarreaba el veneno que dejó Koichi en su cuerpo apenas se sentía, si fuera una optimista incrédula como Naruto, incluso juraría que saldría a ganar la guerra ese mismo momento.
Por supuesto ella sabía que la realidad era otra, se preparó como cada mañana en su rutina, Lee probablemente la estaría esperando en el campo de entrenamiento. No se fue sin antes dejarle el desayuno preparado a Sanosuke, sabía que debía hablar con él sobre lo que pasó con Sasuke la noche anterior.
Pero se sentía tan bien que realmente no quiso desaprovechar ese momento, aún tenía tiempo.
Saliendo de su hogar, se cruzó con la amable anciana que cuidaba de Sanosuke el tiempo que ella no estaba, le dejó algunas instrucciones básicas, nada que la experimentada veterana no supiera, y se marchó a toda velocidad hacia donde el sucesor de Maito Gai la esperaba.
Cuando llegó al campo de entrenamiento no se sorprendió al ver a Lee haciendo flexiones de cabeza con unas pesas amarradas a sus tobillos que equivaldrían probablemente a la montaña donde se erguían los rostros de los Hokages.
No esperaba menos de él, aunque los métodos de entrenamiento que usaba siempre le parecieran poco convencionales.
—¡Sakura-san!—saludó Lee apenas la vio llegar.
—Buenos días, Lee, gracias por ayudarme con esto—Sakura hizo una pequeña reverencia lo cual provocó un sonrojo en el hombre de ojos negros.
—¡N-no!—el nerviosismo en el hombre era evidente—Para mí es un honor poder ayudar a la Hokage en el entrenamiento.
Sakura le sonrió, aunque en su infancia pudo parecerle un bicho raro, los hechos le enseñaron en repetidas ocasiones que los sentimientos de Lee por ella siempre fueron nobles y sinceros.
constantemente se lamentó no poder corresponder tan generoso afecto, en cambio trató de demostrarle con la confianza que depositó en él al permitir que cuidara a Sanosuke, que siempre estaría agradecida por todo lo que inspiró en ella.
—El honor es mío—Sakura trató de sonar lo más sincera que pudo, Rock Lee la miró fijamente a los ojos—Lee…—el tono de Sakura era serio, por lo cual el hombre tomó la postura de quien está frente a su Hokage—El objetivo de este entrenamiento es desarrollar mi Taijutsu lo más cercano a la perfección usando la mínima cantidad de chakra posible. Se que tú eres el mejor en esto, por eso, confío en ti.
El moreno asintió con la mirada llena de orgullo, para él era un privilegio poder acompañar a Sakura, aunque desconociera el motivo real por el cual ella necesitaba de aquel entrenamiento.
Rock Lee se alejó unos pasos de la kunoichi y adoptó una posición de lucha.
—No necesito explicarle a una usuaria tan talentosa en el control del chakra cómo debe hacer, pero para este entrenamiento voy a pedirte que reduzcas el flujo al mínimo, solo lo necesario para mantenerte en movimiento.
Sakura si bien sabe cómo hacerlo, hace años no entrena bajo condiciones tan extremas, sin embargo, al reducir su flujo siente el cuerpo con más energía y está consciente de que el veneno se ralentiza, por lo que su humor mejora notablemente.
Ante la señal de Lee, comienza el entrenamiento.
El sol en el punto más alto del cielo indica el mediodía, Sasuke nuevamente se encuentra a si mismo buscando a Sakura, la extraña curiosidad que siente al querer saber qué pasó con Sanosuke lo carcome.
Al no poder ubicarla en su oficina le informan que hoy no se presentó por asuntos personales, por lo que se dirige al hogar de la pelirosa donde se encuentra con la anciana niñera quien le dice que desde temprano la Hokage está entrenando.
Ignorando el hecho de que podría hablar con el infante en ese momento si quisiera, decide ir en busca de la pelirosa.
No tardó demasiado tiempo en ubicar los campos de entrenamiento, aquellos en los cuales él junto a un recién formado equipo siete pasaban sus días reunidos. Cuando finalmente ubica a Sakura y Lee, puede notar a Kakashi bajo uno de los árboles a la distancia, la primera sensación que invadió al Uchiha fue de molestia.
La kunoichi y el ninja prodigio en el Taijutsu entrenan intensamente sin notar la presencia de ambos espectadores, visiblemente Sakura está más agotada que Lee, pero aquel arduo entrenamiento prueba que más rápido de lo que esperaba Sakura perfeccionaba su técnica.
El calor en este punto del día es penetrante, la Hokage tuvo que deshacerse de su remera tradicional roja y quedarse únicamente con su top negro que pocas veces mostraba, dejando todo su abdomen al descubierto. Además, se recogió el cabello y luchaba a puño limpio, sin guantes.
Sasuke pretende acercarse sigilosamente, pero el ninja copia advirtió su presencia desde el momento en que puso un pie en aquel lugar. El Uchiha viéndose descubierto, simplemente se paró junto a Kakashi bajo la sombra de aquel frondoso árbol.
Se saludan con uncortomovimiento de cabeza, sin agregar ni una palabra.
El peliplateado contempla a Sakura, no es ningún ingenuo, cuando la ve sabe que está mirando a una hermosa mujer de la cual ha disfrutado, admite, pero ya no puede desearla desde que Hanare volvió.
De reojo observa a Sasuke quien tiene una expresión extraña en su mirada.
El Uchiha sigue atentamente los movimientos del entrenamiento de Sakura, nada que no haya visto en innumerables ocasiones cuando eran niños, pero es imposible no notar el cambio en ella, ahora lo que ve es una mujer.
Cosa que no era nada nuevo, es una mujer hace mucho tiempo, pero ahora al escrudiñar cada centímetro de ella, la escasez de ropa, el sudor y las mejillas sonrojadas, los jadeos que escapan de sus labios, son detalles que harían pensar de forma inapropiada al hombre equivocado.
¿Será ella consciente de que genera ese efecto? ¿Lo utilizaría con alguien como ventaja, o por simple gusto?
Kakashi captó perfectamente lo que Sasuke meditaba, aunque fingiera disimularlo con indiferencia. Se pregunta qué pasaría si lo provocara, y un poco divertido, pero sumamente intrigado por el posible desenlace, opta por hacerlo.
Quizás de esa forma ayudaría a ese par a hablarse de frente y con sinceridad sobre lo que ambos vienen callando hace tiempo.
A pesar de la "relación" que mantuvo con la Hokage, era lo suficientemente maduro para nunca confundir sus sentimientos, las reglas del juego fueron claras, Sakura siempre supo a quién él esperaba a que regresara, y Kakashi de quien ella estuvo enamorada prácticamente toda su vida.
Eso nunca iba a cambiar por más que los años pasaran, la verdadera pregunta era: ¿Sakura y Sasuke lo sabían?
—Sé lo que estás pensando—Kakashi puso muy alerta a Sasuke con sus palabras—Pero desnuda es mil veces mejor.
Kakashi soltó esas palabras realmente con la intención de provocar al Uchiha, pues aquella mirada sin lugar a dudas era notoria para un hombre de su edad y con tantos Icha Icha leídos.
Sasuke observaba a Sakura con deseo.
El moreno lo observa con una mezcla de estupefacción y furia, no era posible lo que el peliplateado estaba diciendo tan abiertamente, solo estaba fanfarroneando.
¿Cierto?
—Es un chiste de muy mal gusto, incluso para ti—El poseedor del Sharingan trató de mantener la serenidad en sus palabras, pero Kakashi simplemente soltó una pequeña risa.
—¿Un chiste, dices? Sé que has notado lo que ocurre entre ella y yo, te creía más perspicaz, Sasuke—Kakashi esperó pacientemente la reacción del Uchiha.
El moreno instintivamente sintió como un destello azul nacía en su mano izquierda, seguido del canto de mil aves, hecho más que suficiente para alertar a Sakura y Lee de sus presencias y quienes los observaban entre curiosos y exhaustos.
Kakashi sonrió tras la máscara, Sasuke al verse descubierto no hizo otra cosa más que mirar a su ex maestro como nunca antes lo había hecho, Rinnegan y Sharingan brillando en sus pupilas, incluso el ninja copia sintió un leve sobresalto.
El Uchiha sin decir más, desapareció en una nube de humo.
Las pisadas de Sakura sobre el pasto acercándose resonaron en el ambiente.
—¿Qué fue eso? ¿Qué pasó?—Preguntó Sakura tratando de recuperar el aliento.
—No tengo idea—Mintió Kakashi, lo mejor que podía hacer ahora era fingir demencia, sabía que Sakura eventualmente se enteraría de lo que pasó y caería todo el peso de las consecuencias sobre él, prefería que fuera mas tarde que temprano.
"Eso fue muy interesante" pensó el ninja copia.
Sasuke saltaba entre los techos de los hogares de la aldea, sus pasos mas rápidos de lo que el ojo normal podría captar, apenas visible entre los aldeanos comunes de aquellas calles.
No era posible que Kakashi tuviera tal nivel de intimidad con Sakura, pero conocía al ninja copia, si hay algo que podría asegurar de él es que no era ningún mentiroso.
El hecho de pensar en ese tipo de cercanía entre ellos, le hacía sentir algo en su cuerpo que no podría definir en palabras.
En cuanto puso un pie en la posada en la que residía con Naruto y Hikari, le rezó por primera vez a todos los dioses que existieran para que no se cruzara con ninguno de los dos. No tenia ni la mas mínima pizca de paciencia para soportar las estupideces de ninguno, mucho menos de ambos juntos.
Como si las circunstancias fuesen un cruel castigo a sus pecados, el Uzumaki estaba esperando frente a él en la puerta de su habitación. Naruto lo observaba de forma neutra, ajeno al huracán de pensamientos que arrasaban en la mente del Uchiha.
El rubio lo saludó con la mano, esperando una parca y casi nula respuesta del moreno como solía ser siempre. En cambio, el Uchiha se puso delante de él con una mirada que pocas veces había recordado ver en sus ojos negros.
—Peleemos, Naruto.
Aquellas palabras se sintieron como estacas de hielo en su corazón, Naruto recordaba vívidamente la ultima vez que Sasuke le dijo de pelear con tal seriedad. El techo de un hospital se hizo vivido en su mente, jamás olvidaría como después de aquella batalla había perdido a Sasuke ante la oscuridad.
Sin embargo, había algo diferente en sus ojos, no era odio y venganza lo que destilaban sus orbes negros, pero tampoco podía definir lo que era. Si no mintiera, afirmaría seriamente que es la primera vez que ve en Sasuke esa mirada.
Se dijo entonces que lo mejor para su integridad y para el resto de los civiles en el área era complacer al moreno en su pedido.
Sasuke y Naruto una vez más se encontraban luchando, los golpes iban y venían en partes iguales, sin embargo, cada uno luchaba por motivos diferentes, el rubio luchaba para conseguir que su amigo se descargara.
Sasuke luchaba para tratar de olvidar aquello que su mente repetía una y otra vez.
El rubio se percataba del enojo que Sasuke sentía, trataba de mantener el ritmo del entrenamiento sabiendo que no era una batalla en serio, sin embargo esperaba que el Uchiha le contara que era que tanto lo molestaba.
Los golpes de Sasuke se fueron volviendo cada vez más fuertes y violentos incluso superando el nivel de Naruto quien finalmente no pudo seguirle el ritmo.
Ante un puñetazo particularmente fuerte que logró mandarlo a volar varios metros, el Jinchuriki finalmente se hartó de la situación.
—Oye Sasuke, si pretendes luchar con la misma intensidad que en el Valle del Fin, al menos déjame preparar el modo bijuu—Naruto bromeó, esperando que la broma llegara al Uchiha, quién no se lo tomó para nada bien.
—Cierra la boca, imbécil.
Naruto, harto de la pedante actitud del moreno, finalmente le respondió.
—Diablos Teme, eres un amargado, pero hoy particularmente estás imposible ¿Qué rayos te sucede?
Sasuke piensa seriamente en contarle a Naruto lo que ocurre, aunque ni él mismo puede definir exactamente cuál es el problema, finalmente entiende que no hay nadie más en quien pueda confiar sino es en su mejor amigo.
—Sakura y Kakashi tienen una relación—Suelta así sin más el Uchiha, como si estuviera hablando del clima.
Naruto suelta una carcajada como si lo que hubiese dicho Sasuke fuera lo más ridículo que hubiese escuchado, y vaya que ha escuchado cosas absurdas en su vida.
—Imposible—responde Naruto, aun entre risas.
—Lo he escuchado de los propios labios de Kakashi.
Naruto reflexiona durante algunos segundos, en silencio.
—¿Qué ha dicho Sakura?—cuestiona aún incrédulo. Sasuke simplemente niega con la cabeza—Y... ¿Qué opinas al respecto?
Sasuke que lo mira como si le hubiera salido una segunda cabeza ante tal ridícula y estúpida pregunta. El moreno se encoge de hombros fingiendo no darle importancia alguna, pero Naruto hasta con lo despistado que era, podía ver a través de sus gestos.
—Seré estúpido Sasuke, pero incluso yo no me creo esa mentira, debes hablarlo con Sakura.
Sasuke se ofende visiblemente y con un tajante: "Me iré a buscar tranquilidad de tanta estupidez", se marcha del campo de entrenamiento al cual Naruto los llevó para evitar ocasionar daños materiales.
No había mejor lugar, inhóspito y alejado, donde pudieran realizar aquel entrenamiento. Naruto lo observa decepcionado de la situación mientras Sasuke se aleja, en su interior escucha claramente la voz de Kurama.
—Es obvio que irá a buscarla.
—Claro que sí.
La noche acogió rápidamente a la aldea de Konoha, Sakura entrenó como nunca hubiese recordado en su vida, ni siquiera los entrenamientos con Tsunade fueron tan exigidos y agotadores como los que realizó junto a Lee.
Sin embargo se siente feliz, mejoró notablemente su técnica y podría haber ganado en el combate cuerpo a cuerpo, si no fuera porque el malestar le pasó factura al sobre exigirse
Obviamente el de ojos negros, preocupado por su estado, dio por terminado ese día de entrenamiento, aunque no se marchó sin hacerle la promesa de que iban a seguir entrenando para lograr su objetivo.
Cuando Sakura llegó a su hogar ya era pasado el atardecer, la amable señora que cuidaba a Sanosuke cuando ella tenía demasiado trabajo la recibió cálidamente con la cena preparada para cuando quisieran, Sakura la acompañó a la puerta y le dio las infinitas gracias por la atención.
La Hokage observó que Sanosuke se encontraba en su habitación estudiando. Quedaba poco tiempo para el ingreso a la Academia Ninja y ella se sentía llena de orgullo y tristeza por saber que no podría acompañarlo en ese momento en su vida.
Se dirigió directamente a darse un baño y quitarse toda la exigencia del día, cuando salió, Sanosuke la esperaba con la mesa servida. Dieron gracias por la comida y durante todo el transcurso de la cena hablaron de los días venideros, evitando por decisión del pequeño discutir el asunto de Sasuke.
Sanosuke se iba a dormir como todos los días a las nueve de la noche, luego de eso, era un momento de la noche que ella tenía a solas para poder dedicarse a lo que quisiera, idealmente, trataba de dormirse temprano para poder descansar.
Pero la realidad es que siempre se quedaba adelantando papeleo en su habitación. Esa noche no fue la excepción, y estaba tan concentrada en su trabajo como jefe de la aldea, que no notó al Uchiha observándola seriamente desde el ventanal que daba al pequeño balcón de su habitación.
Cuando finalmente se percató de su presencia, pegó un salto ante la inesperada visita.
Sintió que debía cubrirse debido a las pocas prendas que estaba usando en ese momento, ciertamente no esperaba a nadie. Por el contrario, tampoco quería hacer esperar al Uchiha pues su mirada parecía bastante impaciente.
Con apenas un short y remera blancos acordes al clima de verano que sacudía la aldea en esos momentos, se dirigió hacia la ventana, genuinamente sorprendida de que el moreno estuviera nuevamente en su hogar.
No terminó de abrir la ventana cuando sintió la presencia de Sasuke acercarse peligrosamente a su espacio personal. La Hokage de Konoha se sintió intimidada e instintivamente levantó su brazo derecho en defensa.
Sasuke se veía realmente enojado y no entendía cuál era el motivo. Recordó entonces, el extraño episodio que había vivido en el campo de entrenamiento con Kakashi. ¿Podría ser él la causa por la cual estuviera tan molesto?
¿Si fuera así, qué es lo que había hecho o dicho el ninja copia para poner en ese estado a alguien tan imperturbable como Sasuke Uchiha?
—¿Qué es lo que ocurre?—Sakura no podía evitar preguntarse la razón.
—Tienes una relación con Kakashi—No era una pregunta, Sasuke lo afirmaba con total seriedad.
—¿Disculpa?—Murmuró Sakura, necesitaba confirmar que sus oídos hubieran entendido correctamente lo que el hombre dijo, más que porque no hubiera escuchado.
—Ya me oíste—Sasuke cuando quería, podía verse muy imponente con sus casi dos metros de altura. Sakura tuvo que tragar saliva para recobrar la compostura.
—Eso, no es de tu incumbencia.
—¿Entonces no lo niegas?—Sasuke la tomó por la muñeca derecha, aquella que se encontraba levantada en posición defensiva.
—No es algo que deba explicarte a ti—Sakura se soltó bruscamente del agarre del pelinegro.
Sasuke, quien pareció enfurecerse más con aquella respuesta rápidamente la acorraló, la pelirosa gimió de la sorpresa de verse repentinamente encerrada entre la pared y el cuerpo masculino.
Sakura se mordió el labio inferior sintiendo la ira apoderarse de cada fibra de su ser. Lo miró a los ojos y se aseguró de que sus esmeraldas transmitieran ese fuego en su alma.
—¿Me reclamas? ¡Justamente tú! Cuando quise hablar contigo antes de que te marcharas te encontré poco después de acostarte con Karin. Me miraste a los ojos y viste mi corazón romperse en mil pedazos, ¿acaso me diste alguna explicación?—Sakura evitaba gritar por Sanosuke. Pero la ira y el dolor era palpable en cada una de sus palabras—Dos veces te confesé mi amor, dos veces en la que te ofrecí mi vida entera. ¿Y cuál fue tu respuesta? Dejarme inconsciente en ambas. ¿Con qué derecho vienes ahora? ¿Crees que te mereces mi amor?
—No, jamás lo he merecido—La Hokage abrió los ojos como platos, no creyendo haber escuchado correctamente. Sasuke apoya delicadamente su frente sobre la de Sakura y sus narices prácticamente se rozan. Podría jurar que nunca vio los ojos de Sasuke brillar de esa forma—Pero... Eso nunca te ha detenido.
Sasuke, en un impulso impropio de él acortó la distancia entre ellos y rozó sus labios con los de la kunoichi, un toque suave pero con la presión justa, sintió una descarga de corriente recorrer cada milímetro de su cuerpo en un instante y bajo su cuerpo notó a la mujer tensarse.
A Sakura la cabeza le daba vueltas. ¿Aquella sensación sobre sus labios era real? ¿O el veneno de Koichi finalmente le estaba haciendo alucinar? Aquella le parecía la opción más probable a que el estoico Sasuke Uchiha estuviera besándola allí en esa noche de verano luego de un ataque de... ¿Ira? ¿Celos?
Finalmente, Sakura se deja llevar y corresponde el contacto ignorando todas las alarmas en su mente.
Sasuke no puede evitar aferrarse al cuello femenino con ambas manos y profundizar el beso, dejando que sus lenguas se encuentran en un suave roce. Sakura se sostiene de las muñecas del Uchiha porque teme desmayarse ante todas las sensaciones que la invaden.
Hoy, por el bien de su corazón, no quería pensar por qué lo hacía. No quería pensar si aún lo amaba o no. Pero estaba segura de una sola cosa: tenía una deuda pendiente con la otra Sakura.
La que sí amó, la que entrenó duramente por años para demostrar que era digna de su amor, la que pesar de todo, en el fondo siempre esperó que él acepte la vida que ella le prometió.
La que entregó su corazón, la que estuvo dispuesta a acabar con su vida para salvarlo de la oscuridad. La que hubiese muerto en sus brazos si el sacrificio hubiese sido lo que hacía falta para rescatarlo.
La que siempre anheló ese contacto.
El beso cada vez era más profundo, sus manos ya no podían permanecer quietas en sus lugares, lentamente comenzaron a recorrer el cuerpo del otro. Sakura llevó las manos desde las muñecas del Uchiha hasta sus hombros, sintiendo la tensión y el poder que éstos cargaban.
Sasuke no entendiendo por qué necesitaba sentirla más cerca comenzó a deslizar las manos por la espalda femenina, sintiendo la curvatura de su espalda profundizarse cada vez más, hasta que su parte trasera rozó la punta de sus dedos.
El moreno, entre el deseo y las sensaciones únicas que experimentaba al rozar el cuerpo de Sakura recuerda: "Desnuda es mil veces mejor"
Las palabras de Kakashi resonaron en su mente como un bucle de interminable castigo karmático. Fueron aquellas palabras las que desencadenaron todo aquello. Por un instante lo pensó. "¿Realmente tendría razón? si la veo desnuda... "
Esas simples palabras en su mente lo llevaron a frenar abruptamente el contacto.
No, no podía. Dejarse llevar de esa forma por un impulso de ira, sentía que era incorrecto con todo lo que le había hecho. Ella no merecía que sólo porque él quiera probar algo, estuvieran en aquella situación.
Tampoco estaba seguro de qué era lo que quería probar. ¿Que ella podía reaccionar a él con mas intensidad que con Kakashi?
¿Que aún lo amaba?
¿Que él la amaba?
Sacudió su cabeza.
Sakura lo observa confundido, sus labios rosas brillando, su mirada esmeralda perdida en una laguna de algo que no podía definir. Repentinamente sintió miedo de lo que sus acciones podrían costarle en el futuro.
Se alejó de ella como si fuera prohibida.
Sasuke por primera vez en su vida se encuentra en una situación que no tiene la mas mínima idea de cómo manejar. Quiere decir algo, pero las palabras están atoradas en su garganta.
Siente en su boca el dulce sabor de la lengua de ella, pero trata de no pensar en eso porque teme perder el control nuevamente. Lo mejor que puede hacer y lo que finalmente decide hacer es irse por la ventana por la cual entró, dejando a Sakura agitada y con el corazón latiendo de una forma que no pensó que fuera posible.
Lejos de sentirse rechazada, entiende que Sasuke tomó la decisión correcta antes de que ocurra algo de lo que ambos podrían arrepentirse. Aunque Sakura siente su intimidad palpitar desenfrenadamente.
Nunca en su vida creyó que aquello pasaría, lleva sus manos al cuello, recordando el toque y cada choque eléctrico que Sasuke con sus labios y sus dedos provocó en su piel.
"Por kami-sama"
Era una sensación que estaba segura, no había experimentado antes. Podría jurar que nunca su cuerpo había reaccionado de tal manera. Y eso que sólo fueron unos besos apasionados y un poco de contacto. ¿Qué sentiría su cuerpo si hubiesen intimado?
Esperen.
¿Qué?
Por un instante apartó toda la lujuria acumulada en su cuerpo y se puso a pensar. ¿Cómo se enteró Sasuke?
De repente todas las piezas del rompecabezas se armaron en su mente y solo hubo un culpable.
—Kakashi. Te voy a matar—Murmuró Sakura caminando tambaleante hacia su cama, intentando recobrar la compostura.
Sasuke, quien huye como si fuera nuevamente un ninja renegado al cual lo persiguen todas las autoridades de las naciones ninja, no puede ni quiere pensar en lo que había hecho.
Mierda
¿Aquel contacto tan profundo, cómo se pudo permitir tal debilidad?
Y no porque Sakura lo hiciera débil, al contrario, siempre sintió que sus momentos de mayor poder fueron cuando se vio a él y a ella en peligro.
Estaba seguro de que Kakashi estaba jugando a un juego en el que cayó redondo, y para variar, había metido a Sakura en algo que no debía, aunque ella también fuera parte de la ecuación en este caso.
Estaba claro que Sakura no lo había negado, lo que sólo hizo que confirmara lo que dijo Kakashi. Pero tal y como dijo ella: ¿Con qué derecho reclamaba?
¿Él pensaba que acaso Sakura lo esperaría el resto de su vida sentada en una silla, observando la entrada de la aldea a ver si él regresaba y se decidiera finalmente a quererla?
Sasuke tenía que admitir que Sakura era la única que lo hacía sentirse así, aunque temiera o no supiera definir qué era.
En todos estos años no había pensado en el amor porque se había resignado a creer que no lo merecía luego de tantos crímenes cometidos. Que Sakura aún siguiera esperándolo después de todo lo que hizo siempre se sintió como una esperanza lejana y una especie de redención para él.
De momento sólo podía admitir una sola cosa, y era algo que su cuerpo le demostró recientemente: Ella podía despertar en él un deseo que temía no pudiera controlar si dejaba que lo poseyera.
Por eso no se atrevió a seguir, porque no sabía con que se enfrentaría luego.
Si desprecio.
Si amor.
Sí indiferencia
No estaba seguro de poder lidiar con ninguna de esas tres opciones, así que sí, Sasuke Uchiha por primera vez, huyó cobardemente.
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Honey, 4 años, realmente no soy consciente de lo rápido que pasa el tiempo. Soy una escritora malvada, pero si aun les interesa, aquí un nuevo capitulo.
Y si, prometo que la terminaré. Siendo un SasuSaku, realmente estaba emocionada porque llegue esta parte de la historia, espero les guste.
