One-shot para el Flufftober 2024. Tema: cultivar un jardín.

Esta historia estaría situada al principio de la temporada del entrenamiento de los Pilares.


SÍ QUIERO

Zenitsu salió al patio de la Finca Mariposa y observó el cielo. Aquel era un día extrañamente apacible después de todas las batallas que habían vivido en los últimos tiempos.

-Es… como la calma antes de la tempestad – comentó el rubio, pero justo en ese instante "escuchó" la presencia de alguien no muy lejos de allí – Bueno, ahora no es momento de preocuparse por los enemigos – añadió devolviendo la vista al suelo y empezando a caminar felizmente en dirección a ese sonido.

Avanzó un poco más por el patio y al doblar una esquina de la enorme casa por fin pudo visualizar a Nezuko. La chica demonio estaba al sol, arrodillada frente a unos surcos de tierra donde tranquilamente estaba plantando semillas, tal y como le había enseñado Aoi.

-Buenos días, Nezuko – le saludó Zenitsu medio canturreando.

-Buenos días – le contestó ella alzando la cabeza para mirarlo con una gran sonrisa, lo cual enamoró aún más al chico.

-Oh, Nezuko. Ahora que sabes hablar eres incluso más linda que antes – la alabó.

-¿Linda? – repitió ella sin entender.

-Sí, quiere decir que eres muy bonita – le explicó sentándose a su lado – Tan bonita como todas estas flores que las chicas estáis cultivando – añadió señalando a su alrededor – Incluso me atrevería a decir que tú les ganas a todas ellas – agregó tomándola de una mano.

-Gracias, Inosuke – respondió Nezuko inocentemente.

-Oh, es cierto. Ese idiota te hizo repetir ayer su nombre, ¿eh? – murmuró el rubio poniendo una mueca de desagrado, aunque al momento se le dibujó una sonrisa traviesa – Oye, Nezuko. ¿Quieres que te enseñe más palabras?

-¿Más… palabras? – repitió confusa.

-Claro, cuantas más cosas sepas decir, mejor podrás comunicarte con todos nosotros – explicó Zenitsu mientras extraía una semilla de una bolsita que había allí tirada en el suelo – Solo con observarte entiendo que estás deseando poder vivir con normalidad, por eso ayudas a Aoi y a las otras chicas en todo lo que puedes – añadió enterrando la semilla al lado de la última que había puesto la demonio – Por eso déjame ayudarte con el vocabulario, ¿vale?

-Vale.

-Muy bien, entonces prepárate que allá vamos – dijo Zenitsu algo emocionado – Verás, tal vez algún día te enamores en el futuro. Y quizás esa persona te pida que te cases con él. En ese caso, tendrás que estar preparada para responderle apropiadamente, ¿no crees?

Nezuko simplemente lo miró sin entender mientras seguía plantando algunas semillas.

-Puede que ahora mismo no lo comprendas, pero algún día descubrirás la importancia de todo esto – siguió hablando el rubio con voz soñadora – Y déjame revelarte un secreto, seré yo el primero en proponerte matrimonio. Así que si tú también estás dispuesta, cuando te pregunte "¿quieres casarte conmigo?", tienes que responder "sí quiero", ¿entendido?

-¿Eh?

-Venga, es muy sencillo. Sí quiero – repitió él vocalizando despacio – Ahora prueba tú.

-Chi… quero – trató de imitarlo Nezuko.

-No, así no. Sí quiero – habló el rubio aún más lento.

-Sí queso.

-Sí quiero.

-Sí… mmm, quie… ¿quie?

-Quiero – le ayudó Zenitsu.

-Sí… ¡sí quiero! – consiguió decir correctamente Nezuko, a lo que el chico le aplaudió contento.

-Muy bien, ¡otra vez más! – la animó él.

-¡Sí quiero!

-Y ahora que sabes decirlo, ¿te casarías conmigo? – preguntó Zenitsu emocionado, tomándola de ambas manos.

-Sí quiero, Inosuke – respondió Nezuko inocentemente, rompiendo en mil y un pedacitos el corazón del rubio.

El zarpazo más fiero del demonio más fuerte habría dolido menos que eso.

-¿Có… cómo has dicho? – preguntó él tratando de recuperarse del golpe emocional.

-Sí quiero, Inosuke – repitió la chica demonio felizmente.

En ese momento se escuchó un ruido tras ellos y al girarse se dieron cuenta de que el aludido acababa de saltar desde el tejado de la casa.

-¿Alguien ha llamado al Rey de la Montaña? – preguntó Inosuke empezando a reírse.

-El que faltaba… – murmuró Zenitsu visiblemente molesto.

-Hola, Inosuke – saludó Nezuko al recién llegado.

-Veo que te enseñé bien – comentó el chico jabalí asintiendo aprobadoramente – ¿Quieres venirte conmigo al bosque a entrenar? – le propuso a la chica.

-¡Sí quiero, Inosuke!

-¡Pues vamos!

Los dos salieron corriendo, pero al momento Aoi también apareció en la escena poniéndose en medio de su camino.

-¡Eh! ¿Qué estáis haciendo? – preguntó la chica enfadada.

-Vamos a explorar el bosque cercano – explicó Inosuke con tranquilidad.

-¡Ni hablar! ¡Es peligroso sacar a Nezuko de aquí! ¡Los otros demonios podrían tratar de capturarla! – chilló Aoi aún más furiosa.

-Aoi tiene razón. Mejor deja a Nezuko aquí tranquilamente conmigo – intervino Zenitsu.

-¿Acaso crees que me fío de dejarla a tu cuidado? – le preguntó la chica de las mariposas con seriedad – ¡Tanjiro! ¿Dónde estás?

-Estoy aquí – contestó el aludido apareciendo también en el lugar – ¿Pasa algo? Os estoy escuchando gritar desde bien lejos…

-Tanjiro, me parece que estos dos imbéciles son una mala influencia para tu hermana – respondió Aoi señalando tanto a Inosuke como a Zenitsu – Mejor llévatela de aquí antes de que le metan ideas raras en la cabeza.

-Nezuko, ¿vamos a plantar semillas allí? – le ofreció el pelirrojo a su hermana señalando otra parte más tranquila del jardín.

-¡Sí quiero! – exclamó la chica demonio hundiendo aún más a Zenitsu en su miseria.

-Oh, creo que cada vez sabes decir más cosas, ¿no? – comentó Tanjiro sorprendido mientras ambos se alejaban de ahí dados de la mano.

-Nezuko, me partes el corazón. Le dices "sí quiero" a cualquiera menos a mí… – dijo Zenitsu lloriqueando.

-En serio, deberíais centraros en vuestro próximo entrenamiento con los Pilares en lugar de molestar a Nezuko – continuó Aoi con su regañina.

-Que sí, que sí – murmuró Inosuke de mala gana mirando para otro sitio.

Zenitsu observó de reojo a Nezuko. En ese momento, la chica observaba con interés el vuelo de una mariposa mientras se la señalaba a su hermano con alegría. El rubio podía "oír" lo feliz que era esa chica demonio pudiéndose comunicar con todos ellos y también cuánto deseaba librarse de aquella maldición impuesta por Muzan.

El usuario de la técnica del rayo sonrió para sí mismo. Estaba seguro de que Nezuko lograría volver a ser humana. Y entonces él conseguiría que ella le dijera ese "sí quiero" de todo corazón.