CAPÍTULO 3
Durante la mitad de semana Tom había colocado algunos anuncios en el periódico local y pegado algunos volantes en algunas tiendas, la noticia de lo que ponía en venta el vaquero llegó hasta algunos rincones de chicago el cual no se hizo esperar el interés por algunas familias adineradas. , la noticia llego hasta el despacho del pretencioso joven que leía el periódico matutino sentado sobre su cómoda silla de negocios, debajo de la columna de noticias se encontraba aquel artículo de ventas, el joven que sostenía dicho papel abrió mucho los ojos aquella noticia le había alterado se puso de pie de un salto dejando el periódico sobre la mesa, llevándose ambas manos sobre su cabeza y respirando profundamente llamo a su mayordomo.
-¡Collins!- llamo al hombre.
-Dígame señor- este entró con elegancia al despacho de su amo y le ofreció una leve reverencia para después quedarse de pie esperando las órdenes de su señor.
-Que preparen mi automovil, voy a salir-
-Enseguida señor- Le reverencio por última vez y salió del despacho.
-No es posible-
Al medio día la familia terminaba sus oraciones y tomar el almuerzo en el comedor de la elegante cocina, Tom observaba a cada uno de sus pequeños, mientras analizaba las palabras que diría a continuación.
- ¿Otra vez estofado nana? le pones muchas verduras- reprocho Zaid mirando su plato repleto de verduras.
-Bien, quita lo que no te gusta y agradece por lo demás- le dijo la mujer terminando de servirle.
-Aquí no se desperdicia nada Zaid, come tus verduras- le reprendió Tom a su pequeño, el niño sin ganas le hizo caso a su padre.
- Necesito que me ayuden a comportarse esta semana niños- pidió su padre.
-Es posible que vayamos a tener unas visitas-
- ¿Volverá mamá? – pregunto zaid con sus cachecitos inflados por la comida y sus ojos abiertos de añoranza.
-aun no campeón, pero es posible que vengan algunas personas a ver las tierras del sur-
- ¿hablas del prado en donde íbamos a campar? -pregunta Melissa desconcertada
-Ese mismo y tengo que decirte algo cariño- afirmó Tom
-¿Sobre Lucien? papá te juro que puedo lograrlo sabre controlarlo como mamá -
-Lo vendí- soltó Tom
-Que…? ¡Que estás diciendo papá! -
Los chicos dejaron caer sus cubiertos en el recipiente de sopa con asombro.
-Una familia de la ciudad está interesada en él- les aseguro Tom a sus niños sobre una familia que estaba interesada en adquirir al exótico purasangre negro, Melissa asimilaba que Lucien iría a parar a una familia rica sin escrúpulos.
-Papa por favor no… no hagas esto, no tienes que venderlo no es culpa de Lucien -
-Esto no se discute Melissa-
-Tom- susurraba el señor Steve para intentar razonar con su hijo sin embargo Tom pudo leer los pensamientos de su padre y antes de que dijera algo Tom se apresuro en dejar en claro su desacuerdo con él.
-No papá, ninguno de esta familia volverá a montar ese caballo ya está acordado -
-¿Por quién? ¿Por ti? Es lo único que importa lo que tu digas y mandes - retaba la pequeña pelirroja.
-Melissa, calma mi niña- nana trataba de calmar a la niña.
- no intertes discutir conmigo Melissa, entiende que no puedo dejarte -
-¡Yo!… no puedo con esto- la chica se levantó de la mesa y salió en llanto de la casa hasta el corral de Lucien.
- iré por ella- se puso de pie la mujer, pero Tom la detuvo.
- Déjala sola nana, será mejor que lo asimile de una vez - la mujer volvió a tomar asiento y se dispusieron a terminar su almuerzo aunque después de eso el ambiente se tensó y la comida ya no les sabia igual, Tom estaba en una encrucijada le dolía ver a su hija así, le dolía tener a su mujer lejos y lo único que tenia de ella era ese caballo el cual él también se aferraba.
Melisa estaba en el corral de Lucien sentada sobre la barandilla de la cerca de madera admirando a su asombro cimarrón, el caballo se acerca a la niña y ella le acaricio delicadamente la trompa.
-Hola amigo, Scroge nos quiere regalar carbón para navidad, no le vamos a dejar hacer eso. - dijo la niña concentrada en acariciar al hermoso potro que no se percataba de un par de ojos misteriosos y sombríos que la espiaban desde lejos.
Tom y su padre acompañaban a los trabajadores del rancho para indicarles sus próximos trabajos, Noah el segundo hijo de Tom les encaminaba cuando visualizaba a la distancia un vehículo y uno de los trabajadores que se acercaba corriendo llamándolos, Noah sacudió la chaqueta de su padre atrayendo la atencion para que mirara al hombre.
-patrón, le llaman – le aviso el hombre que llegaba con la respiración agitada por la distancia recorrida a grandes zancadas -un auto con el escudo de la familia Andly, está en la entrada le acabamos de abrir-
Tom propuso darle unas palmaditas en el hombro al hombre miro a su padre y se dirigieron a la entrada de la hacienda efectivamente era uno de los automóviles de la familia Andly.
-Tal vez sea Candy o Annie que vienen de visita- supuso el señor Steve, para el vaquero la respuesta era muy obvia y solo se dispuso a negar con la cabeza para hacerle saber a su padre su conclusión afirmativa.
-Créeme papá, definitivamente no es Candy ni mucho menos Annie- el hombre capto las palabras de su hijo y entendió que lo mejor sería que él lo recibiera a solas.
Tom entró por el vestíbulo de la hacienda seguido por Noah y encontró a un joven moreno entanblando una conversación con Nana quien discretamente lo ponía al tanto de los últimos acontecimientos mientras que el muchacho bien vestido sosteniendo al más pequeño en sus brazos.
-¡Tío!- llamo Noah emocionado al ver a su tío de visita llego acercándose al hombre para recibirlo con un gran abrazo el cual le recibió con cariño bajando al chiquitín de Zaid.
-¡hey! Campeón, Como has crecido revoltoso- decía con humor, sacudiendo la cabeza de Noah con gracia.
Tom se encontró de pie en el marco de la entrada, ya lo veia venir.
-Neal- llamo con resignación el joven vaquero – ¿qué te trae por aquí? -
-Algunos negocios – respondió con su singular tono de falsa despreocupación.
-Negocios- dijo el vaquero con incredulidad - Claro-
-Negocios y la extrañeza de visitar a mis amados sobrinos por supuesto, nana quieres mostrarles a mis sobrinos lo que les he traido en el jardín, collisn lo tiene. – la mujer asintio con confianza.
- ¿Nos has traído algo tío? -pregunta Noah
- vamos niños dejemos a su tío y a su padre hablar a solas- la mujer tomo a los niños y los llevo a fuera para que disfrutaran del obsequio que Neil les había traído.
- Enserio Neil, a que viene esta repentina visita, si vienes a reprenderme déjame aclárate que la decisión está tomada- afirmó Tom sin rodeos.
-Sabia que contigo no sería fácil, ¡Tom!, estás completamente loco – le declarao de frente.
-¿Te parece así? – dijo Tom con un ligero tono de gracia tomando de la vitrina una botella de brandi y dos vasos de vidrio para ofrecerle a su cuñado un trago.
- Lo haces por ella ¿no es así? -
- por ella, por mí, cual es la diferencia- le dijo mientras le servía un poco de brandi dejando la botella en el borde de la chimenea recargando su codo y tomando un sorbo de su trago.
- ¡Tom!, reacciona esto no es para siempre- dijo Neil quien aún no tomaba un Sorbo de su trago.
-Quien me pide reaccionar ¿tú?, debo deducir que viniste desde la ciudad porque ¿te preocupas por mí? – expreso con incredulidad.
-Por ti y por mis sobrinos-
-Es el patrimonio de ellos, no puedes poner en venta esa parcela – le enfrento llegando hasta la chimenea para encararlo más de cerca.
- el terreno es inestable y peligroso- se justificó Tom
- ¿Estás hablando en serio? Ese paisaje era el favorito de mi hermana y el tuyo, - enfatizo el joven - ese lugar es muy importante para ustedes-
-pero ahora es inestable Neil-
-trabájalo entonces- sugirió el moreno.
- ¿No lo entiendes? No puedo -
Neil soltó un profundo suspiro de resignación.
-¿Qué hay de Lucien?- pregunto por el bello cimarrón negro a lo que el vaquero lo miro con seriedad.
- está dentro del paquete- declara el vaquero
- no puedo entenderte Tom- dijo negando con la cabeza ante la determinada decisión de su cuñado.
- ¿Melissa está enterada? – le pregunto Neil con el ceño de su frente ligeramente arrugado ante la preocupación del posible estado que se pondría su sobrina al recibir la noticia.
-ya hable con ella-
-y que hay de Elisa ¿Crees que aceptara tu decisión? -
-lo sabría si al menos se dignara en hablar conmigo – expreso el vaquero realmente dolido y el moreno dio con el clavo.
-¿Asi que de eso se trata? ¡Tomás! Si esa es tu decisión, yo te la compro-hablo con determinación y Tom soltó una risilla de incredulidad.
-Es enserio- dijo Tom alzando una de sus abundantes cejas en desafío hacia el moreno.
-¿Crees que voy a dejar que vendas esa parcela y el caballo de mi hermana el cual Mi sobrina le tiene tanto cariño solo porque ahora te lamentas y sufres ante una decisión que ¡Tú tomaste!?, nadie más lo hizo Tom, Elisa no quería alejarse, ¡tú la alejaste!-
-Creo que mejor te vas- declaró el vaquero con el ceño fruncido no necesitaba que le recordaran de su error, bastante tenía ya con estar lejos de ella. – cuando quieras venir en son de paz y no poner en duda mis decisiones eres bienvenido mi estimado cuñado- le dijo caminando hacia el otro lado de la habitación.
-Ciégate las veces que quieras Tom, no cambia las cosas-
-¿¡crees que quería alejarla!?, por dios Neil ¡LA AMO! … - exploto el vaquero y gritándole al aire estando al borde de las lágrimas, indefenso se dejó caer sobre el sofá del vestíbulo -estaba asustado, sabía que sería la mejor opción, si se quedaba no iba a sobrevivir- aclaro el muchacho, Neil entendía su punto sin embargo eso no le justificaba el hecho de las decisiones que tomaba su cuñado.
-fue un accidente Tom, deja de culparte por ello-
-¡I can't! Neil no puedo- se negaba el vaquero con los ojos miel llenos de lágrimas, Neil lo tomaba del hombro para tratar de consolarlo.
- Amo tanto a tu hermana, he vivido con el temor de perderla desde la última misiva que recibí de ella-
-No es para siempre Tom-
-Y ¿Hasta cuándo? no se nada de ella! Ya ha pasado más de un año –
-Dices que… no ha recibido carta de ella últimamente. - dijo Neil llevándose las manos, acariciando su afeitada barbilla y tomando asiento junto a Tom.
-desde hace dos meses, sé que está molesta conmigo pero que hay de nuestros hijos - específico el vaquero
-Tom, cuando se fue, se fue con mi madre-
-Sarah tampoco se molesta en enviar una noticia-
-Tom, mi madre, no es precisamente la clase de mujer que lo hace, pero hay algo raro en esto, no pude ser tan insensible en este aspecto-
-crees que algo le pudo haber ocurrido, si es así Neil me muero-
No, Cálmate, no es seguro eso sin embargo es raro que haya pasado tanto tiempo sin enviar comitiva, mi hermana no estaría tranquila sin saber de sus hijos, lo sabes-
-le he enviado una carta a tu padre-
- ¿A mi padre? -
-si, supuse que Sarah apoyaría a Elisa si ella no quería hablarme- le dijo Tom imaginando que quizás Elisa no recibiría la carta si se tratara de él.
-creo que los chicos podrían pasar las fiestas en un clima cálido, Les hará bien pasar la temporada con su madre, la extrañan bastante y la necesitan -
-¿Y qué hay de ti? -
-Eso no importa -
-Tom, ¿por qué no hablas con ella? Ve tú también e intenta arreglar las cosas.
-No puedo exponerla Neil-
-Pero eso no quita que tu no vayas a verla-
-Tengo muchas cosas que tratar en el rancho-
-Si eso lo puedo ver-dijo Neil con incredulidad al ver lo que ya era evidente.
-Además ella no quiere hablar conmigo. -
- Y cuando se entere de lo que estás tratando de hacer menos. - acalaro el joven moreno.
- Mira Papá – Le llamo Noah al ver que su padre y su tío salían de la casa mientras que tocaba algunas notas con la nueva guitarra que le había traído Neil, esto desbloqueo nostálgicos recuerdos en el vaquero.
-Noah es mi turno – le exigía el pequeño zaid quien también quería intentar tocar algunas notas.
- ¿Una guitarra? Enserio -Tom miro a su cuñado con desgano y Neil lo miro con diversión.
-Antes te gustaba, ya lo olvidaste, le solías cantar a Elisa-
-Si, no se me olvida- Tom no pudo evitar ocultar su sonrisa ante el recuerdo de como tenia a su esposa junto al él frente al cálido fuego del campo abierto y él le solía tocar algunas notas que en ocasiones la calmaban cada vez que su princesa caprichosa se enfadaba sin ninguna razón.
-Te iras tan pronto tío- le pregunto Noah
-me temo que si campeón, Tengo algunos negocios pendientes en la ciudad- le dijo acercándose hasta donde estaban los pequeños, Neil se puso se agacho para llegar a la altura del más pequeño- lamento no haber podido ver a su preciosa hermana, salúdenla de mi parte. - le sacudió la cabeza al pequeño y después miro a Noah -¡Nos vemos después si, cuiden de su padre! – el pequeño Noah asintió con la cabeza
-Gracias tío-
-Hola muchacho ya te vas- Neil escucho una voz ronca acercarse se puso de pie y miro al padre de Tom el señor Steve acercarse.
-señor Steven, ya iba de salida-
-ve con cuidado hijo. -
-claro señor nos vemos pronto – estrecho la mano del hombre y subió al automovil nuevamente este se iba alejando poco a poco hasta perderse, el señor Steve se aproximo a su hijo quien lo veía con la mirada pensativa sentía que ya era hora de intentar hacer algo.
-Tom, sabes que no me meto en tus asuntos, desde que te comprometí aquella vez con la señorita Diana- recordó aquel momento bochornoso para hijo- no volví hacerlo, dejé que tú escogieras a tu pareja, a la mujer con la que compartirías tu vida y tu amor, aunque en un principio me sorprendió que te hubieras enamorado perdidamente de la señorita Leagan y que a pesar de ello no me parecía una buena idea porque ambos venían de mundos diferentes no me opuse y te apoye, esa muchachita pretenciosa y soberbia cambio bastante por ti! Sea cual sea tu razón, no te hagas mas esto, ni a tus hijos – con estas palabras su padre le dejo solo y se adentró en la casa, aquellas palabras taladraron el corazón y la mente de Tom. ¿Qué estaba haciendo? Estaba dejando que el miedo se apoderaba de él, tenia que superar esto ya no podía seguir asi necesitaba el calor de su mujer añoraba sentirla, tenerla junto a él no iba rendirse.
he aquí el capitulo 3 de esta historia espero que sea de su agrado, les mando un cordial saludo, espero que se encuntren muy bien. hasta un próximo episodio.
les mando un cordial saludo :3