CAPITULO 4
Era una noche tormentosa, el cielo amenazaba con caerse, ella como diablo en pena salía de la casa, con desesperación llego hasta las caballerizas directo al corral de Lucien.
Un rayo de tal esplendor y espeluznante estruendo, cayo muy cerca de los establos haciendo que el semental se descontrolara por un momento, pero al sentir las caricias de ella sobre su lomo la reconoció de inmediato y el corazón del equino se tranquilizó… al tenerla tan cerca, el propio caballo poza su mirada en la de ella.
La pelirroja monto el caballo sin ensillarlo saliendo a gran velocidad, se llego a escuchar el relincho del caballo a distancia.
El vehículo de Tom se detuvo al haber sido atrapado por el barro que comenzaba a resbalarse ante la fuerte lluvia, las llantas del vehículo ya no respondian «esto no puede estar pasando» pensaba con desesperación mientras bajaba del automovil llevándose ambas manos a la cabeza y soltando un fuerte golpe en el cofre de este ¿Qué hacía ahora? debía alcanzarla, antes de que algo malo le ocurriera.
Desesperado Tom dejo el vehículo donde se había atrancado y comenzó a correr hasta llegar al rancho afortunadamente estaba a unas pocas millas, lo primero que hizo al llegar fue dirigirse hasta las caballerizas y se aseguró de que efectivamente Lucien no se encontraba en su cobertizo lo extraño para Tom es que la silla del semental se encontraba ahí lo que hizo que el corazón de Tom se acelerara y casi se le saliera del pecho, era peligroso, peligroso en esta tormenta, rápido ensillo a su caballo y lo monto saliendo a toda prisa de las caballerizas, el señor Steve se percató de que su hijo estaba alterado y corrió detrás de él gritando su nombre el cual ya se encontraba lo suficientemente lejos como para oírle, uno de los trabajadores se acercó al jefe Steve y le dijo que Tom había dejado el vehículo a unas cuantas millas de ahí, el señor Steve sugirió que esperaran que pasara la tormenta para ir por el automovil ahora lo que importaba era el paradero de su hijo.
-Toma unos caballos Luis y vayamos detrás de él- sugirió el hombre -¿quién sabe que estará pasando?-
-había visto a la señora salir antes jefe- le informo el trabajador, la mirada del señor Steve cambio por completo a una sombría y preocupada reacción fue entonces cuando el señor Steve entendió lo que sucedía y de inmediato dio la orden para que sus hombres lo acompañaran en la búsqueda de ambos.
-¡Eliza! ¡Detente por favor!- gritaba Tom con desesperación al visualizar a su esposa que galopaba a tan peligrosa velocidad.
-¡Eliza!- la pelirroja cubierta de lagrimas no escuchaba las suplicas de su esposo.
El caballo de la muchacha salió desbocado ante la intercepción de una serpiente en medio del fango, Lucien se posó en sus dos patas traseras, la pelirroja trataba de aferrarse al lomo de su caballo, pero la lluvia hacía que la piel del semental fuera resbaloso, como era de esperar la chica no se pudo sostener por mucho más tiempo, Eliza cayo del caballo golpeándose contra una de las rocas que se hallaban en el camino, el caballo no dejaba de relinchar y golpear contra la tierra húmeda ante el reptil que amenazaba con atacar, poco después Lucien salió desbocado emprendiendo camino de regreso.
-ELIZAAA!- Se escucho el grito aterrador de Tom al bajar del caballo se apresuró a llegar hasta el cuerpo de su esposa.
-No, no, no, amor- al llegar hasta ella la sostuvo entre sus brazos, al estar ella inconsciente comenzaba a aterrarle lo que podía pasar si su mujer no despertaba.
-¡Quédate conmigo! Eliza, por favor no te vayas quédate conmigo, te lo ruego, amor- suplicaba entre llanto y desesperación al ver a su amada pelirroja inconsciente, la observo con mas detalle y se percató que tenía una marca en su muñeca derecha a poca distancia había visto a la serpiente muerta como si hubiera sido pisoteada por las herraduras de un caballo -Lucien- susurro el vaquero, Tom si dudar tomo la muñeca de su esposa y comenzó a succionar el veneno del reptil.
Los labios de Tom chupaban con desesperación la delicada piel de la pelirroja, Eliza comenzaba a sentir los candentes labios de Tom sobre su muñeca, su tosca y sensual lengua acariciando su piel, la chica gemía ante el dolor y el estremecimiento que sentía antes las succiones de su marido sobre ella, Tom comenzó a sentirse aliviado en cuanto vio que su mujer reaccionaba, a lo lejos se escuchaban los ladridos de los perros y los gritos de unos hombres, eran el Señor Steve que venía a todo galope con sus hombres.
-¡Tom! Hijo ¿Esta todo bien? - el hombre bajo del caballo y se acercó a auxiliarlos.
-Es Eliza, callo del caballo y una serpiente la ha mordido – decía Tom arrodillado en el fango con su mujer en brazos.
- llévala ahora mismo a Lakewood, yo me encargare de lo demás- sugirió su padre y sin dudarlo Tom subió a su corcel con Eliza y galopo como alma que lleva el diablo hasta la mansión de las rosas.
Podría llevarla a la mansión de sus padres, pero Candy estaba en la mansión Lakewood y Neil se encontraba ahora en chicago y sus padres ni pensarlo por ahora.
-Tom esto es serio, puedo calmar el dolor, pero no te aseguraras si el veneno fue realmente removido de su sistema sin no le hacemos estudios habrá que llevarla al hospital san José es el más cerca y es donde está la escuela de enfermería, mandare un telegrama a Mary jane.- decía la rubia apresurándose hacer lo dicho.
-No hay tiempo que perder, la llevaremos en mi automovil vamos Tom- se ofreció Albert a llevarlos lo mas pronto posible, Candy los acompaño sin dudarlo.
Tom cargo a su mujer hasta el automovil, Eliza murmuraba algunas palabras que no se alcanzaban a percibir, Candy le había dicho que la mantuviera fresca pues estaba comenzando a tener un fuerte resfriado, Tom a desesperación le rompió la camiseta dejando la parte superior expuesta, aunque no con totalidad ya que llevaba una ligera blusa sobre su corse, Tom acerco su rostro hasta el pecho desnudo de Eliza sintiendo la temperatura elevarse y haciéndola gemir y balbucear su nombre.
- No puedo perderla, no puedo perderte, no lo hare Eliza, tienes que ser fuerte amor-
-Alberth y Candy veían el terror y la desesperación en los ojos de Tom.
-llegaremos pronto amigo- decía Albert sin apartar la vista del camino.
-Tom…- llamo Candy con dulzura para tratar de calmarlo -estará bien, te lo prometo - Tom no podía aguantar más cada minuto que pasaba en ese vehículo sin llegar al hospital se le hacía eterno, cuando por fin llegaron Albert le dio cobijo a la pelirroja que Tom aun sostenía en sus brazos, Candy fue directo a la recepción donde se encontraba su vieja amiga Nataly
-Nataly, necesito que nos ayudes, hay un paciente con temperatura elevada y posible veneno en su sistema-
-Candy, pásala a urgencias Candy te daremos una camilla de inmediato- La chica se puso de pie inmediato y los dirigió hasta la camilla.
Cuando Tom dejo a Eliza entrar a urgencias la vida se le iba, como pudo ser ¡tan idiota! La vida de su mujer ahora corría peligro y no sabía que hacer, Albert y Candy se quedaron con el vaquero hasta que hubiera noticias de la pelirroja.
Tom se fundia cada vez más en sus pensamientos, temía por la salud de Eliza ¿qué iba hacer sin su princesita caprichosa y arrogante?, la amaba con locura, pero en el fondo confiaba en su fortaleza ahora eran una familia y si no lo hacía por él lo haría por sus hijos.
-¿Los niños? … Tom – pregunto la pecosa a su hermano quien mantenía la cabeza agachada sosteniéndola con ambas manos y sus codos sobre sus rodillas – ¿están bien? -
-si… si Candy, ellos están en casa, papá se quedó con ellos. - la rubia tomo asiento a lado de su hermano.
-¿Qué paso?-
Tom ladio la cabeza en gesto de negación.
El presente
Mel había llegado a la escuela junto con su hermano menor Noah quien los dos estaban cursando el nivel básico Noah estaba en la mitad de curso mientras que su hermana ya iba finalizándolo.
La niña de hermoso cabello rojizo ahora parecia estar quebrado y de aquel hermoso cabello con el fuego del de su madre y del mismo largo ahora paraecia estar quebrado y hasta los hombros ella se acomodaba su ahora corta cabellera con un gorro de lana seguido sostuvo sus libros con firmeza para dirigirse nuevamente a su siguiente clase cuando una chica de cabellos castaños la intercepto a mitad del corredor.
-¡Oye! – llamo a la pelirroja y ella sostuvo la mirada hacia la castaña.
-¡Wao! Eso sin duda fue un error – le dijo en tono de burla coincidiendo con su compañera, al notar un cambio radical en la pelirroja de ojos miel quien no se hizo esperar más y la reto.
-¿Que es lo que quieres Gabreille? – dijo Melissa con fastidio de tener que lidiar una vez más con aquella chica.
-Puedes decirme ¿por qué tu padre fue tan grosero? - reclamo la castaña
-¡Disculpa! ... ¿de que estas hablando? - mel mantenía una mirada de confusión.
-Mi madre lo saludo el otro día que se lo encontró saliendo de la oficina de correos y tu padre la ignoro, que descortés fue eso-
-Mucho- agrego la cómplice de grabrielle.
-No imagino porque- agrego la pelirroja con sarcasmo.
-sabes, en el pueblo se rumorea que tu madre se fue con otro hombre y que tu padre y tu madre se están divorciando- agregaron con burla ambas chicas, Melissa no podía evitar sentirse incomoda ante ciertos comentarios, pero no permitiría que dichos rumores apócrifos le afectaran.
-Mamá esta enamorada de tu padre- le dijo con malicia.
-¿y quien no? si tu padre es un galante vaquero además de buen mozo-
-ella querra casarse con él, lo que tú y yo vendríamos siendo hermanastras – ambas chicas soltaron una carcajada.
-¡Tu madre! .. la persona mas descarada en el pueblo… la que adorna con sus gigantescos cuernos a su alrededor, dime ¿por que mi padre se fijaria en una mujer asi? no me sorprendería que el que se haya ido con otra sea tu padre y no mi madre - sentencio la pelirroja con furia.
-¿Qué acabas de decir? – la burla se fue a los ojos transformándola en ira.
-Lo… lo siento, eso estuvo mal yo… - antes de que siquiera Melissa pudiera decir algo más sintio de improviso un ardor en su menton por el golpazo que había recibido a puño de la castaña.
-eres una imbécil citadina- vocifero con rabia la chica, Melissa no permitió que la muchacha se saliera con la suya y le devolvió el golpe con una fuerza mayor de pronto la situación entre ambas se volvió mas escandalosa cuando las chicas comenzaron a jalarse de caballeo y una multitud a su alrededor, la amiga de Gabrielle gritaba a terrada llamando la atención de las monjas y las maestras al cuidado de las alumnas, pronto fueron abruptamente separadas por una maestra de aspecto dominante.
-Señorita Franz, señorita Stevens, las quiero a ambas en mi oficina inmediatamente y mandare a llamar a sus familiares- demando la mujer llevandose a ambas chicas.
Al poco rato habían llegado ambos padres, Tom estaba encerrado en esa oficina junto con aquella mujer y la madre superiora del colegio local, mientras que Mel estaba sentada fuera de la oficina de la directora sosteniendo una bolsa de hielo contra su adolorida mejilla, sintió como la puerta de la recepción se habría lentamente dejando escuchar claramente el susurro de un pequeño.
-Mel, oye mel - la pelirroja ladeo ligeramente la mirada encontrándose con la de su hermano Noah, el chico la miraba preocupado. – ¿estas bien? – pregunto con dulzura, pero Mel no se encontraba de buen humor y respondió con irritado sarcasmo.
-Si, de maravilla ¿no se nota? - el chico la observo desanimado – ¿papa está ahí? - dijo señalando con la mirada la puerta de la directora… sabes Mel, no deberías defenderlo tanto. - concluyo el chico para después retirarse y dirigirse a su clase, se había salido sin permiso cuando supo que su hermana mayor estaba en problemas.
-¿¡Donde esta!? - Entraban dos mujeres ansiosas al interior del colegio una maestra de mirada angelical las escolto amablemente hasta la recepción donde la pecosa y la morena encontraron a su sobrina con la mirada baja aun sosteniendo la bolsa de hielo contra su mejilla.
-Ay mi pequeña- hablo la pecosa inclinándose lentamente hasta la altura de la pelirroja, la morena con gafas se sentó a su lado en la otra silla bacia junto a la niña, Melissa se había sorprendido de ahí frente a ella «¿quién pudo haberles avisado repentinamente? » se cuestionaba la pequeña.
- ¿Que paso cariño? - pregunto la pecosa sosteniendo la mano de la chica y con la otra retirándole la bolsa de hielo de su mejilla.
-Permíteme revisarte cariño- dijo la otra joven mientras levantaba ligeramente el mentón de la menor para observar mejor el golpe, lo tenía bastante inflamado.
- sin duda quedara marca- decía la morena sin dejar de analizarle, saco de su bolsillo un bálsamo que siempre cargaba al ser ambas enfermeras podía estar segura de que siempre estarían equipadas con lo necesario y el bálsamo podría ser de gran ayuda, pero aun asi necesitaban darle más atención al golpe de su sobrina.
- Candy sostenme esto, por favor - le decía mientras le acerba el pequeño recipiente del bálsamo que traía mientras tomaba un poco se lo acerco a la pecosa y esta lo cogió.
- Claro Flammy, va dolerte un poco la presión amor pero tú eres fuerte solo aprieta los ojos de acuerdo - le decía la pecosa con una despreocupada sonrisa mientras Flammy le colocaba el bálsamo en suaves masajes sobre el golpe - estoy segura de que tu tambien se lo devolviste hasta dejarla caer – soltó la rubia acompañada de una pequeña risilla lo que causo que su sobrina riera tiernamente.
- ¡Candy!- vocifero la morena con recato.
- Vamos Flammy, solo es humor, pero estoy segura de que no te dejaste, tienes el carácter de tu madre – aseguro la rubia.
- sobre todo el carácter de Eliza Leagan – le dijeron con una sonrisa en sus rostros lo que efectivamente hizo sonreír a la menor.
lo que hubiera causado mas humor en las chicas era el echo de que si hubieran presenciado momentos antes efectivamente confirmarían que Mel podría tener sus momentos de arranque peculiar en una Leagan. su madre podría ser muy impredecible a veces y hasta algo imprudente en lo que Melissa no pudo contenerse al retar a aquella castaña.
- al poco rato salieron ambos padres de la oficina tan solo por detrás de la monja, los ojos de Candy se posaron en los ojos miel del vaquero y este lo miraba con desdén , Candy desvío por unos segundos la mirada para observar aquella mujer que estaba junto a su hermano Tom la cual le dedico una mirada coqueta al joven y se retiro rosando ligeramente su chaqueta de cuero, esto no pasó desapercibido por la rubia quien le miro preocupada, Tom se percató de aquellos ojos verdes que lo sometían.
Tom había llegado a la mansión del rancho con sus dos hijos y acompañado de las dos chicas, el pequeño Noah bajo rápidamente del automovil para dirigirse a su habitación, Candy y Flammy bajaron después de ayudar a la pelirroja.
-Sube a tu habitación Melissa, estarás castigada por el resto del fin de semana-
-papá ¿es enserio? – cuestiono la chica.
-¡si! – Tom había respondido de lo mas cortante a su hija, ella no entendía por mas que quisiera hacerlo su padre jamás le había hablado en ese tono.
-¡Tom!- reclamo la rubia - no creo que esto sea necesario-
-Lo es Candy- prosiguió el joven -sube a tu habitación Melissa- ordeno nuevamente el vaquero, Candy observo a Flammy con una mirada de complicidad que la morena entendió perfectamente por lo tanto sugirió que ella acompañaría a su sobrina hasta su recamara.
-vamos cariño te acompaño hasta tu recamara- sugirió la morena, enseguida, Nana había preparado un poco de jugo que sirvió en dos vasos de vidrio para los jóvenes y se dispuso en subirles un poco a ambas dejando solos a Candy con su hermano Tom.
- ¡Eres un!... ay, CABEZA DURA Tomas Stevens – le reto con una furia reprimida.
- Pero ¿qué dices Candy? – Tom con expresión de asombro miro a su revoltosa hermana quien jamás le había alzado la voz de aquella manera.
-Me has oído y me has oído bien. - enfatizo furiosa la rubia.
-le he dado muchas libertades Candy, esto fue demasiado – decía Tom tomando un sorbo de aquel jugo recién echo y golpeando el vaso contra la mesa en señal de un sentimiento reprimido el cual podía ser visible para Candy.
-Ni siquiera te has puesto a pensar que ella también sufre- abogo la pecosa.
- y no precisamente Melissa, esta niña solo quiere tu atención te necesita y la necesita a ella. -
- ¿Melissa? ¿qué es lo que sabe Candy? - le cuestión el vaquero, Candy lo miro con ojos de confusión.
-¿A qué te refieres?-
-Melissa, ¿qué sabe? ¿Qué le contaste a mi hija de aquella noche? – la rubia comprendía a donde quería llegar con su pregunta.
- Tom…- tomo un profundo suspiro antes de poder hablar - cuando decidiste que Eliza se fuera, pude ver que realmente ella no quería irse te suplico por quedarse, puedo asegurarte de que ella no sabe la razón del aquel atroz accidente pero tampoco es ingenua, el pueblo habla- lo dijo enfrentando a su hermano ante lo que había visto en recepción de la escuela.
-sabes que no paso nada Candy, te lo conté todo aquella noche en el hospital -
-y te creo, te conozco Tom, se quién eres, Eliza también lo sabe y quiso quedarse -
-lo sé, pero en la condición que estaba… sabes que no podía quedarse aquí-
-Lo se Tom, solo en hospitales con ciertas especialidades podrían seguir con su recuperación de movilidad –
-al caer del caballo ella se lastimo fuertemente, tu más que nadie debería entenderme Candy, recuerdas lo que paso con Anthony ¿cierto? ¿¡lo recuerdas!?– le recordó con euforia aquel desgraciado suceso que por mucho tiempo la atormentaba, Candy entendía el sentimiento de su hermano, pero no podía estar de acuerdo con las fuertes decisiones que ha estado tomando actualmente, la ausencia de Eliza Leagan lo estaban volviendo loco. -Es por esa razón que no quiero que Melissa monte a Lucien, es inestable –
- Recuerdo cuando lo trajiste aquí- hablo la rubia después de un breve silencio, trataba de ablandar la coraza de fuerza que su hermano había creado para protegerse de todo sentimiento, la rubia confiaba que con aquel recuerdo podría lograr su cometido ya que era único que sin pensarlo había unido el corazón noble y valiente de su hermano con el de la pretenciosa muchacha burguesa que disfrutaba de humillar a quienes fuera inferior a ella.
-te enamoraste de ese caballo y de su rebeldía, estabas dispuesto hacer el primer vaquero en domar a un semental que nadie más podía –
-y ¿quién termino domándolo? – le cayó en un susurro para después mirarlo.
- Que además se ganó también mi corazón – dijo Tom en un suspiro.
-Todos en el pueblo saben cómo es esa mujer Tom, siempre te estuvo siguiendo, Elisa sabe que no paso nada, te lo puedo asegurar… En cuanto a tu hija, sabes que es necia no la culpes sus padres son tercos. – le dedico una sonrisa fraternal lo que hizo que la coraza de Tom se desvaneciera por completo.
-Tom- le llamo y el vaquero busco sus fraternos ojos esmeraldas. -Ve a florida-
- A Melissa la suspendieron por los próximos tres días, tendrá más días de vacaciones, la llevare con su madre a florida-
- Tom! – volvió a llamarlo esta vez acompañado de una mirada de incredulidad -ve con ella Tom- Candy podía leerle los pensamientos a su hermano y el los de ella estaba entendido que tanto Candy como Neil sabían de su necesidad por estar junto a su mujer amada.
-No estoy tan seguro Candy-
-Eres un cobarde Tom Stevens-
-Entonces... ¿eso fue lo que paso? -
-tu padre jamás haría una cosa asi, él y tu madre se aman mucho cielo – le decía la morena cepillando con delicadeza su cabellera maltratada en donde había hecho un poco de magia sobre esta, le recorto mejor las puntas y se lo degrafilo haciendo que su cabello lizo ahora se retorciera en pequeños caireles como los de su madre.
- ¿ya sabes que pedir para navidad? -
-si, pero dudo mucho que se me cumpla- decía la pelirroja jugueteando con unos de sus peluches sobre sus rodillas.
-¿porque dices eso cariño?- preguntaba la morena de gafas.
-Papá se empeña en no dejarme montar a Lucien-
-Mel, deberías comprenderlo…-
-No! tía no, ¿porque es asi?, realmente no lo entiendo-
-Mel…- Flammy estaba por calmar a su sobrina cuando escucho unos toques sobre la puerta y la voz de Candy resonó al otro lado.
- TOC TOC ¿se puede? – pregunto la rubia antes de que entrara por completo a la habitación de su sobrina.
-Tía Candy- dijo la pequeña al ver a la rubia parada frente a la puerta de su alcoba.
-Calma pequeña vaquera, veras que todo se arreglara, que guapa quedaste, tu tía Flammy no solo es buena con los utensilios de cirugía – dijo la rubia sosteniendo aquella característica sonrisa, Flammy no pudo evitar el gesto de incomodidad y le rodo los ojos con gracia.
Candy abrazo a la pequeña que se abalanzo sobre la oji verde.
-ya se van- pregunto la pelirroja
-Me temo que si vaquerita, pero nos volveremos a ver pronto-
- a que te refieres no te vere tan pronto ¿cierto tía Candy? -
Candy miro a Flammy con una mirada triunfante a lo que Flammy capto al instante y ante ello abrió los ojos con sorpresa, algo había logrado con Tom.
-Mel, tal vez recibas otro regalo de navidad- la niña miro confundida a sus dos tías
-Creo que tu padre te tiene una sorpresa cariño, pero espera su momento de acuerdo- la pequeña asintió con mirada misteriosa.
-bueno mi niña debemos irnos, Flammy- la morena se puso de pie ya que se hallaba sentado sobre el borde de la cama de la pequeña y acompaño a su condiscípula hasta la puerta no sin antes dedicarle unas ultimas palabras a su sobrina.
-Mel, trata de entender las cosas serán distintas ahora, no olvides colocarte el bálsamo por las noches para que esto desinflame pronto si mi vida- la pequeña asintió ante las indicaciones de su tía
-no olvidare tía Flammy – le dijo con una gran sonrisa.
- Te amo - le dijo Flammy abrazando a su sobrina con amor fraterno -y yo a ti tía- después se dirijo a su tía Candy quien también no se pudo contener ante la emoción y se unió al abrazo.
- ven aquí vaquerita, sabes que también te amo- la rubia las aprisiono a ambas entre sus brazos.
-por cierto, esto te lo envía tu tía Annie- Candy le extendió una carta y un paquete dejándolos sobre su mesita de noche, Melissa veía con curiosidad dicho paquete - es un regalo de navidad por adelantado, Ábrelo-
Querida Mel, lamento mucho no poder verte pronto espero que estes bien cariño sé que en breve podremos estar juntas y que pueda a tus hermanitos de igualmanera, los amo a los tres hasta que eso suceda por ahora, Te mando esta encomienda la cual contiene algunas partituras como regalo de navidad, se que te encanta el piano, estas fueron mis primeras melodías aprendidas y sin duda mis favoritas, espero que te gusten tanto como a mí, con amor tus tíos Annie y Archie.
- Tal vez pueda aprenderlas en estas vacaciones- concluyo la pequeña ante la emoción por empezar a prender a tocar las nuevas melodías.
-Lo que dijo de esa mujer seguramente tendrá al pueblo comiendo durante una larga temporada. - decía nana alagando a su niña por no dejarse de semejantes personas.
-Se le salió lo Leagan a tu pequeña, bien echo, esa mujer se lo tenía merecido. -
- No la alientes nana, tampoco estuvo bien lo que hizo- decía Tom un poco más relajado y no aguantado una risa reprimida que ante el comentario de su nana pudo sacar con diversión.
A la maña siguiente Melissa se despertó con fuerte sonido perteneciente a un vehículo y un carruaje que llegaban, Melissa se asomó por la ventana de su alcoba quedaba vista hacia los corrales, supuso que vendrían por el caballo, la niña salto de su cama y se apresuro a bajar pronto las escaleras y dirigiéndose a la salida.
-¡Esperen!, ¡no por favor esperen, no se lo lleven! - gritaba con desesperación la pequeña pero ya era demasiado tarde el automovil y la carreta ya se habían alejado lo suficiente, Melissa se lamentaba al no haberse podido despedir de Lucien, la pequeña sintió unos pasos acercarse cuando se giró se encontró con la mirada de su padre caminando hasta ella sujetando de la riendas a Lucien, la pequeña pelirroja abrió los ojos con asombro y seco sus lágrimas con el dorso de las mangas de su pijama, en su rostro se dibujó una enorme sonrisa y corrió hasta donde su padre estaba.
-No vuelvas a subirte a Lucien, al menos hasta que sepamos que hacer entendido - agregó Tom con una cálida sonrisa para su pequeña mini Elisa y ella con una enorme sonrisa de oreja a oreja asintió sin preocupación abrazando fuertemente a su padre.
Nana y el señor Steven admiraba la escena conmovidos.
-Niños, les pediré que en estos días alisten su equipaje- ordeno Tom.
-¿saldremos de viaje?- pregunto Noah
-iremos a ver a su madre- declaro Tom, sus pequeñines saltaron con regocijo ante la noticia de estar nuevamente con su madre, Tom miraba a sus pequeños con un semblante reluciente y los observo como emocionados subían a sus habitaciones para buscar que llevar consigo.
« ha pasado algún tiempo es hora de que vuelvas amor »
Al otro lado de aquellas tierras del rancho Stevens de las afueras de Lakewood un distinguido vehículo conducía a toda velocidad hacia la gran ciudad de chicago.
El vehículo se estaciono frente a un codiciado edificio donde los hombres mas ricos de la ciudad se reunían para negocios u apuestas a tarot, el olor embriagador a licor y tabaco invadían la lujosa sala de recepción, un hombre corpulento cuya mano sostenía un lujoso reloj de bolsillo incrustado en oro cuya sostenía para asesorarse de que hubiera llegado a tiempo a su cita, cuando llego a la mesa reservada encontró a su socio recargado sobre un elegante sofá persa quien parecía estar terminando una partida de cartas, por su sonrisa triunfante se notaba que estaba destronando a su oponente.
- ¿Qué sucede? ¿otro juego exitoso? - dijo el hombre corpulento tomando asiento a lado de aquel genio en el manejo de las cartas.
-¿Qué te parece? – decía el otro hombre quien presumía con orgullo su victoriosa jugada.- ah este paso, tendré la doble fortuna que esa insípida familia la cual encabeza esta gran ciudad - decía con alevosía.
-Hice lo que me pediste- comenzó a hablar el hombre recién llegado el otro caballero que sostenía su brandi hizo un elegante ademan con la mano derecha para que su rival se retirara una vez dejado el cheque firmado sobre la meza, cuando este se retiro indico a su condiscípulo a continuar -realmente es hermosa- dijo con una sonrisa lasciva.
- No lo dudo, lleva unos irresistibles genes- confirmo el hombre terminando su brandi y dejando la copa vacía sobre la mesa ¿pudiste conseguir alguna información relevante? -dijo acomodándose elegantemente sobre el sofá.
- ¿Además de la chiquilla? - agrego el hombre con incredulidad -es un pueblo chico realmente no hay mucho que ver … sin embargo – el hombre saco de su saco una copia del titular de hace un par de días atrás y lo azotó sobre la mesa a la vista de su negociador.
- Mira esto- le indico que observara la parte superior del artículo.
- Es la parcela del rancho Stevens – identifico el otro caballero.
- Esas tierras fértiles tienen grandes beneficios – explico con asombro, no entendía porque se querían deshacerse de aquellas tierras, esas tierras eran codiciadas por su misterio de minería algo que muchos desconocían, pero los más ambiciosos sabían de sus propiedades. – ¡Pero Que imbécil! – decía entre bullicio y arrogancia. -debe ser demasiado idiota para hacer algo asi-
- Pero eso no es todo- volvió a argumentar indicando que le tenía algo más, su negociador lo miro arqueando una de sus elegantes y abundantes cejas, el hombre volvió a sacar de su saco un volante y lo volvió a poner sobre la mesa.
- Es el cimarrón - al ver el volante que aquel hombre le lanzo como baraja sobre la mesa no pudo evitar sorprenderse con excitación al ver tan divino ejemplar pero su euforia no era precisamente por el cimarrón si no más bien por a quien le pertenecía aquel codiciado corcel que él conocía bastante bien.
- Es el de ella - esto no podía resultarle más perfecto parecía que la suerte estaba de su lado, el hombre tomo aquel volante entre sus manos y lo vio como la mejor oportunidad que se le pudiera haber presentado.
- No estarás interesado en ese potro salvaje ¿o si? – el hombre miro por un segundo aquel volante entre sus manos, después desvío la mirada a su socio y le dedico una sonrisa de oreja a oreja con esa distinguida malicia sobre sus ojos.
- Estoy más interesado en la soberbia yegua - decía soltando una alargada carcajada.
holi, lamento haber demorado con la actualizacion de este capitulo es por ello que decidi hacerlo mas largo, espero que les haya gustado y me regalen un review me parece que aqui se pondran un poquito mas complicadas las cosas, los chicos estan emocionados por ver a su mami y tom esta nervioso por el reencuentro con eliza, cabe mencionar que melissa esta pasando a la adolecencia y esta pasadno por un monton de cosas aun es una niña pero con estos cambios de reveldia les dara un poco de dolor de cabeza a sus padres ya lo dijo su tia Candy es terca pero de donde saco esa terquedad de su papis, asi que espero poder traerles pronto un capitulo nuevo tambien paso a recordarles que ya esta disponible el capitulo 6 de "La redencion de mi alma" flammy se empezara acercar a neil? o le dejara esforzarse todavia mas, tom empezara a tener sus primeros encuentro con eliza leagan quien esta empeñada en destrozar a candy durante el evento de polo y tomara ventaja de un secreto que candy aun guarda y que solo stear es testigo.
respondo comentarios
mi querida y gran amiga GeoMtzR un abrazate y un beso, espero que te haya gustado el capitulo de hoy si el anterior fue intenso no se como se vea este jejej, si es dificil ver a un neal asi jiji vimos que al final tom termino haciendole caso a su hermanita la pecosa oji verde ya que con ella compartio el dolor y la desesperacion que ambos sintieron al tener experiencias similares pero candy y tom se han vuelto muy unidos y con el verdadero apoyo de hermanos, en cuanto lo de sarah tal ves te sorprenda amiga jiji
hermosa Hirumi HdZ mil gracias por la oportunidad de verdad, espero de corazon que hayas disfrutado de este capitulo y me sigas acompañando en esta aventura dramatica, en verdad muchisimas gracias yo tambien soy muy fan de estos dos como pareja al igual que GeoMtzR Ya somos tres aqui jiji
andre3456 holi un fuerte abrazo nuevamente muchisimas gracias por seguir acompañandome, a veces no se que le pasa a tom jejeje
manely:hola hermosa te mando un saludote muchas gracias por la opotunidad, no mi reina no lo vendio pero aun no sabemos que pueda pasar.
Mia Brower Graham de Andrew muchisimas gracias nena espero poderte seguir viendo por aqui, un saludote.
nuevamente mil gracias y espero que lo disfruten para los nuevos que deseen darme una oportunidad un besote y nos vemos en un proximo capitulo.
