CAPITULO 6


Tom se quedo sentado en uno de los asientos junto a la ventana realmente no tenia sueño, en su mente seguían presente aquellas voces y aquellas palabras que taladraban su cabeza, tenía que averiguar quienes eran y que planes tenían para con los Leagan y ¿su mujer? ¿estaría en peligro? y si por alguna razón agraviada dejo de recibir cartas de ella, esos pensamientos lo estaban carcomiendo, ¿haría bien en viajar a florida con sus hijos?, no podía permitirse que algo les pasara, pero si Eliza estaba en riesgo y él sin saberlo, debía llegar al fondo de esto.

De que sirve que la haya dejado marchar en esa ocasión si no iba estar a salvo.

«No, Cálmate Tom» se repetía una y otra vez la imagen de Eliza invadía sus pensamientos y el recuerdo de aquella noche…

Antes del accidente.

Tom había hecho lo que para el era lo mejor en un trato, socios adinerados intentaban comprarle la tan codiciada parcela porque había rumores de que en ella se encontraba oro, por supuesto Tom había desmentido dichos rumores y que solo se trataba de un terreno fértil solamente, Eliza había tomado la decisión de vivir en el rancho con tom debido a que le permitiría estar más cerca de Lakewood y de sus padres antes de que ellos tomaran la decisión de invertir en los hoteles resort en florida, Eliza no quería regresar a florida menos ahora que esperaba a su tercer hijo, la pelirroja había quedado impresionada del hermoso paisaje de aquel terreno tan codiciado, Tom al ver el encanto de su esposa decidió conservarlo habría hecho un buen negocio si lo vendía, pero la felicidad de Eliza no se comparaba con nada, por lo que rompió tratos importantes no obstante algunos adinerados ambiciosos se mantenían al tanto de aquellas tierras en las que se volvió un íntimo santuario para la pareja, su propio Edén, solían acampar en aquel lugar, cabalgar juntos en cada atardecer, entregarse frente aquel hermoso lago. tom había mandado a construir una pequeña y elegante cabaña con todo lo esencial y ¿porque no? con los lujos que su mujer estaba acostumbrada después de todo seguía trabajado duro para poder llegar a darle a ella y a sus hijos una buena vida que la dote y la herencia de la compañía por parte de Eliza serian más que suficiente pero Tom quería demostrarle que podía darle una vida de reina sin ayuda de su familia u herencia eso lo guardaría para lo que ella quisiera y para el para patrimonio de sus hijos, uno de los planes de la pelirroja era disponer de su dinero en ese terreno para poder cumplir un sueño de abrir su propia academia de equitación lo que Tom enseguida le dio luz verde adquirió más tierras alrededor del rancho desafortunadamente ese sueño no se vería pronto con el regreso de los Franz al pueblo, otra familia de rancheros con los que el padre de tom frecuentaba muy seguido en negocios y reuniones sociales, en el pueblo aseguraban de que la señora Franz era ex novia del joven Tom Stevens y que aun seguía perdidamente enamorada del muchacho vaquero, su romance había sido un amor no correspondido pues renegaba despechadamente el hecho de que su amor platónico estuviera casado con esa muchacha burguesa, pretenciosa y superficial. ¿cómo es que Tom Stevens se había podido fijar en una señorita malcriada y caprichosa? El ver como ella humillaba a los que fueran inferior a su prestigioso linaje, Tom siempre defendía a su mujer ante los comentarios de Grace, asegurando que entre ellos jamás había podido funcionar una relación romántica y que solo podía verla como una amiga de la juventud, cuando Eliza Leagan apareció en su vida, le había cautivado por completo, sí, lo había embrujado con esa encantadora y seductora altivez, él había llegado a ver algo en aquella malcriada muchachita vanidosa que solo él podía domar, sin imaginarse de que él también terminaría rendido antes los encantos de tal caprichosa mujer. Tom se había enamorado de Eliza desde que se apareció por primera vez en su rancho en busca de una nueva cuadra para la familia Andly, desde que la rescato de aquel desfasado caballo que la niña manipulaba con descaro, desde que sus ojos ámbar se clavaron en los miel de el y le llegaron como flechazo al corazón, sabía que quizás no podría estar con ella debido a que pertenecían a mundos distintos, pero por azares del destino y ante las oposiciones de su familia lograron derribar cada obstáculo uniéndose para ser felices o eso se esperaba.

Esa noche en la que Eliza salió de la casa destapada como diablo momentos antes Tom la había llevado a una pequeña fiesta en el pueblo después de haber acostado a los niños decidió salir a divertirse con su mujer, habían sido invitados a una pequeña reunión organizada por algunos amigos cercanos a Tom la cual se llevaría acabo en el auditorio local, para desgracia de Tom no contaba con la presencia de Grace, quien aún seguía con sentimientos ardidos en su corazón al ver a su querido Tom llegaba en brazos de otra mujer y no cualquier mujer, una distintiva, elegante y altiva dama que no tenía nada que hacer en ese mudo de ranchos y caballos.

Grace por despecho había engañado a Tom atrayéndolo lejos de su esposa con la excusa de que le tenia una propuesta de negocios, para una nueva empresa para la exportación de leche y otros lácteos, Tom confiando ingenuamente en ella la siguió, él estaba convencido de que a Grace le había quedado claro de que entre ellos no podría haber nada más, no obstante llego a una zona apartada de donde se daba la fiesta Tom comenzaba a sospechar de que no se trataba de una plática formal como ella le había hecho creer, al encontrarse a las afueras del auditorio Tom decidió regresar adentro en busca de Eliza pero Grace no le permitió marcharse.

-No por favor, Tom, no te vayas-

-¿Qué es lo que quieres Grace?- le cuestiono sin rodeos – No me trajiste aquí para un asunto de negocios, vamos… ¡habla!-

-No, es verdad. Lo cierto es que… no puedo resistir verte en brazos de aquella altiva citadina - Tom la veía con desdén mientras ella clavaba sus uñas en sus propias palmas, liberando todo coraje o insignias de celos.

-lo lamento Grace, pero esto ya lo hemos platicado antes, tu bien sabes…

-¡Lo se! … por favor no lo repitas más- apretó sus ojos para evitar que las lagrimas se le escaparan ante sus emociones.

-Tengo que irme.-

-No Tom…

Eliza seguía en el interior del auditorio donde los tragos y la música countrie no daba indicios de finalizar al contrario animaban más festividad, muchos de los caballeros presentes habían quedado impresionados con la belleza de la nueva señora Stevens, la hermosa pelirroja llegaba a sentirse incomoda antes la miradas encimosas de aquellos hombres o las miradas meticulosas de algunas mujeres, la pelirroja necesitaba a Tom a su lado pero no lo pudo visualizar entre la multitud por lo que decidió salir a buscarlo.

Eliza caminaba cerca del pequeño estanque donde chapoteaban juguetonamente los pequeños patitos, esa noche era más obscura de lo habitual, la luz de la luna apenas era visible en el cielo estaba comenzando a nublarse y generar estruendo con la poca luz que brindaba la luna la chica pudo visualizar a dos siluetas cerca del cobertizo, mientras más se acercaba a ellos pudo identificar la vestimenta de Tom

-¿Tom?...- le llamo ella, el vaquero escucho la voz de su amada pelirroja y se giró para ir con ella, pero antes de que pudiera avanzar Grace lo tomo por el brazo con fuerza y lo tiro de regreso para robarle un beso, un beso exasperado que Tom sintió como la ira lo invadían.

Eliza se quedo perpleja ante tal acto descarado de aquella mujer.

El vaquero se aparto abruptamente de la mujer y se giro para ver a Eliza la cual ya se había alejado del lugar.

-¿Cómo pudiste Grace?- le recrimino, levando su mano y con el dobladillo de su manga el chico seco sus labios.

La mujer había tomado tal acto con repudio y coraje por parte del joven, pero ella sonreía complacida de ver como la pelirroja corría en llanto.

-Tom la dejo parada ahí mismo, y salió corriendo tras Eliza esperando verla en el automovil lo que no fue así «¡Que imbécil! ¡Que imbécil! ¿Por qué? ¿Por qué le hice caso a esta mujer?» tenía que encontrar a Eliza, seguramente llegaría por su cuenta al rancho debía darse prisa la tormenta comenzaba a caer, por lo que se apresuro en conducir el auto hasta el rancho.

-Esto no se lo perdonaría, no lo haría…

Eliza había llegado empapada a la casa, tenía la intención de quitarse la ropa mojada pero no quería ver a Tom en ese momento por lo que salió de la casa para dirigirse a la cabaña que se encontraba en la parcela salió en búsqueda de Lucien su estimado semental.


Aquel hombre elegante fumaba uno de sus puros de calidad, disfrutaba cada calada de ese cotizado tabaco.

-¡Están aquí!- llego tomándolo por sorpresa y sentándose en la silla alado, él hombre cerro el entrecejo ante la osadía de haberlo perturbado.

-¿De que hablas? - Pregunto irritado.

- ¡sus hijos! ¡están aquí, en este mismo tren!- Afirmo su cómplice y él se enderezo en su asiento. -viene el padre con ellos, se reencontrará con ella-

-Era de esperarse...- decia con una tranquilidad exalando nuevamente una bocanada de humo, esto no parecia sorprenderle a lo que su socio no podia entender.

-no te entiendo, ¿no estas viendo? esto puede cambiar todo el plan, si se reencuentra con ella, puedes estar seguro que se ira a la basura-

-No, no lo permitiré- hablo enérgicamente, - no podemos evitar que estén juntos de nuevo pero si podremos lograr ponerlos en contra, de cualquier forma iremos por la fortuna de los Leagan y después embarcáremos a la maldita familia Andly, sonrio con malicia calando nuevamente su puro.


A la mañana siguiente Tom volvió al vagón comedor con sus pequeños quienes disfrutaban de un rico desayuno, el vaquero estaba concentrado en ver si podía encontrarse nuevamente con aquel hombre o mínimo oír su voz para poderlo identificar, pero lo único que alcanzaba a observar eran las demás familias refinadas tomando su merienda…

-mira, ahí esta ese atractivo vaquero con sus pequeños… otra vez – al fondo se escuchaba a un grupo de señoritas hablar entre ellas.

-es muy guapo ¿no es así?…- decia una de las chicas que tomaban el té en una de las mesas del otro lado-¿me pregunto si será viudo..?

-¡Por dios Vivian que cosas dices! – decía su compañera con incomodo asombro.-¿Crees que sean sus hijos?- pregunto la muchacha soñadora.

-posiblemente, lleva una argolla de matrimonio. - le contesto su amiga, ella fijo su mirada en la mano varonil del atractivo vaquero y efectivamente veía una reluciente argolla sobre su dedo anular, la chica lo miro extrañada,debido a que si llevaba argolla ¿como es que viajaba solo con sus hijos? el entrecejo de la muchacha se arrugo sutilmente ante aquellas preguntas rondando por su cabeza.

-será mejor que nos preparemos niños el tren arribará pronto. - dijo tom atrayendo la atencion de sus pequeños.

-¿Ya casi llegamos?- pregunto Noah

Si campeón, un auto nos estará esperando así que vamos… a preparase – dijo el levantando a sus pequeños para regresar al vagón comedor, no sin antes desviar la mirada al grupo de señoritas que lo habían estado observando desde hace un buen rato, el joven saludo a la señoritas inclinando su mirada al frente sosteniendo la punta de su sombrero en gesto de respeto, las muchachas se ruborizaron ante el gesto pero la única que correspondió fue la mujer rubia de ojos azules que lo miraba con intriga, Tom lo había hecho por cortesía y respeto, la mujer sabrá dios pero le intrigaba ese vaquero.


El tren por fin había llegado a su destino los chicos corrían por los pasillos del tren emocionados, Tom iba detrás de ellos cuando una silueta femenina había chocado con él.

-oh, perdone, usted disculpara- se disculpo avergonzada la mujer, era la misma chica rubia que había visto un par de veces en el vagón comedor.

-descuide señorita, fue culpa mía- el vaquero inclino su sombrero en señal de respeto ante la joven y siguió avanzando.

-ahm…

La muchacha se quedó casi muda quería retener a ese hombre pero no le salían las palabras de la boca quería descubrir ¿quién era él? le había llamado demasiado la atencion.

salieron de la terminal y como bien le había indicado Albert ahí estaba el automovil con el escudo de los Andly, Tom guio a sus pequeños hasta el vehículo les había indicado subirse al auto en lo que el ayudaba a los lacayos a subir el equipaje, el clima de florida no parecía ser tan diferente en estas épocas, aunque si podría sentirse fresco y la brisa del mar les resultaban agradable.

Tom condujo el automovil por toda la bahía, el pequeño Zaid miraba con asombro por la ventana al admirar el impresionante mar atlántico frente a sus ojos el sonido de las olas arribar en la costa era lo más relajante que podían escuchar, para Melissa no era sorpresa no era la primera vez que viajaba a florida, pero para sus hermanos menores eran una experiencia nueva y asombrosa.

El automovil llego hasta la entrada de la residencia Leagan durante el trayecto pudieron observar varios de los hoteles elegantes de la familia sin embargo la familia Leagan se asentaban en una residencia apartada de la cadena hotelera y cerca de la costa donde podían tener el lujo de tener una playa privada.

-residencia Leagan..

-Mira eso - señalo uno de los guardias que custodiaba la entrada de la residencia

-¡Oh! es un automovil con el símbolo de los Andly-

-Notifica a los jefes- ordeno su compañero y este autorizo que las grandes puertas de la mansión se abrieran para dejar entrar el coche.

-Buenas tardes señor, Bienvenido a la residencia Leagan- se inclinó el jefe de los guardias para recibir al hombre, cuando levanto la mirada pudo observar de quien se trataba.

-oh señor Tomas- dijo sorprendido de verlo -que honor señor, veo que trae a los niños-

-¡hola Frank! -saludo informal el joven era algo característico en él para Tom no había niveles -¿la familia se encuentra?-

-por su puesto señor por favor adelante…permíteme llevar el auto y llamar a alguien para que lleve su equipaje señor-

-gracias Frank- agradeció con una amplia sonrisa.

Las puertas de la residencia se abrienron ante sus ojos y se adentraron a la esplendorosa mansión.


La hermosa pelirroja observaba por la ventana, su madre Sarah Leagan sen encontraba sentada en uno de los lujosos sofás bordando una tela, y su padre el señor Leagan leía entretenidamente el periódico cuando unos toques a la puerta atrajeron su atención.

-Señores, disculpen, hemos recibido una inesperada visita… decía el mayordomo-

-¿Que sucede Frank?- pregunto el señor leagan.

Eliza giro su mirada con interés ante lo que el hombre tenía para comunicarles.

-Es el señor Tom Stevens- anuncio el hombre - trae a sus nietos señor-

Los ojos de Eliza se abrieron con asombro al escucharlo, su corazón comenzaba a palpitar desenfrenadamente, el señor Leagan y su esposa Sarah estaban complacidos y asombrados ante la noticia.

-¿Tom?.. ¿aquí?… - susurro Eliza conmovida

-pero ¿que habrá pasado para venir sin previo aviso? - decía la señora Leagan

-es una maravillosa noticia querida, ¿no es así Eliza?… ¿Eliza?- Sus padres la llamaron pero la pelirroja había salido apresuradamente de la habitación con el corazón queriéndose salir de su pecho, sus padres la siguieron por detrás.

-¡Mami! ¡Mami! Soltó el pequeño zaid al ver a su elegante madre bajar las escaleras a toda prisa.

- ¡Mis bebes! -expreso la pelirroja con emoción, sus ojos se cristalizaron al ver a sus pequeños en el vestibulo, los pequeños corrieron hasta los brazos de Eliza y ella se inclinó para aprisionarlos a ambos mientras le corrían lágrimas de emoción por su rostro.

-¡Tom! – lo llamo el señor Leagan estrechando animadamente la mano del vaquero.

-señor Leagan- saludo él correspondiendo al saludo de su suegro, la señora Leagan inclino ligeramente la mirada en respeto a su yerno dándole la bienvenida al joven, acto seguido poso su mirada en la pequeña pelirroja que aún estaba detrás de su padre, Sarah se acercaba a su nieta con ese amor fraterno que le tenía, le extendió sus brazos y recibió a su adorada nieta.

¡Hola cariño! - decía Sarah abrazando a Melissa, sarah le sonreía ampliamente pero su gesto había sido reemplazado por un semblante mas serio al ver el rostro de la niña - ¿pero qué es esto?- dijo ella refiriéndose al moretón que traía su nieta en la mejilla, Tom se sintió nervioso por unos breves minutos él sabía que tarde o temprano lo notarían.

-¿Que te ocurrió mi amor?- Le pregunto su abuela sosteniendo su mirada, Eliza miro a su madre quien veía con preocupación el rostro de su hija, se apartó un momento de sus dos pequeños y estos se dirigieron con su abuelo, quien cargo al más pequeño. Eliza se aproximó a paso firme y observo a lo que su madre se refería.

-Déjame ver eso- decía mientras le levantaba el mentón de su hija para tener una mejor vision de la herida -¿Qué fue lo que paso?- desvió la mirada a tom..

- estoy bien- decía la pequeña pelirroja realmente irritada.

-Mel cariño ¿Qué fue lo que te paso ahí?- insistió Eliza

-nada- dijo ella con molestia.

-bueno seguramente fue in incidente querida- decía el señor Leagan para apaciguar el momento. -ya nos contara, lo importante es que está bien-

-En realidad, estoy muy cansada, solo quiero irme a descansar – decía Melissa soltándose del agarre de su madre y apartándose amargamente de ella. -sigo teniendo la misma habitación ¿cierto? - pregunto ella con ironía.

Eliza quedo perpleja ante la actitud de su hija, pareciera que no estaba feliz de verla después de tanto tiempo, Eliza nunca dejo de pensar en ella, le preocupaba lo que pudiera haber pasado con su hija en estos últimos meses, le partia el alma verla así, pero entendió que necesitaba descansar un poco ya tendría oportunidad de estar con ella.

- si, Martha puedes llevar el equipaje de mi hija a su habitacion-

Si señora- asintió la mujer y melissa la siguió.

El ambiente en el vestíbulo se tenzo en un silencio incomodo.

-bien, ¿por qué no pasamos a la sala mientras los sirvientes instalan el equipaje a sus habitaciones? sugirió el señor Leagan aun con el pequeño zaid en sus brazos. -Tom bienvenido muchacho es tu casa- le dijo el señor Leagan.

-bienvenido joven Stevens, Vamos niños tengo muchas ganas de escuchar cómo fue su viaje.- decía la señora Leagan recibiendo al pequeño zaid en sus brazos y tomando de la mano a Noah, mando a una de las criadas a que preparan un refrigerio para sus nietos y que lo llevaran al salón en donde se encontraban hace unos momentos.

-te veo mas tarde en el despacho muchacho-

-Si señor Leagan.- le dio unas palmaditas en la espalda del vaquero y fue tras su esposa y nietos.

Tom se quedó a solas en el vestíbulo con Eliza.

Tom la veía realmente hermosa como el día en que se fue, su cabellera rojiza y rizada la traía suelta con un ligero listón adornado en forma de diadema, su mirada, esa exquisita que lo volvia loco, su silueta femenina bien curveada llevaba un ligero vestido color crema hasta los tobillos lucia realmente encantadora antes los ojos de Tom que estaba estupefacto ante la radiante belleza de su mujer.

-cariño mío…- susurraba el vaquero ante el deseo que corría por tenerla en sus brazos.

-¿Que sucedió Tom?- lo confronto en un tono seco, sacando al vaquero de su fantasía -¿Por qué la niña tiene el mentón colorado?- le cuestiono sin rodeos, Tom se quedó estático ante el tono de voz de la pelirroja.

-tuvo un pequeño incidente en el colegio- le dijo el acercándose a ella.

-¿pequeño?, ¡Tom! mi hija tiene una marca en su rostro, ¿Qué cosa pequeña pudo haber causado semejante moretón?-

-tuvo una pelea con la hija de Franz hace unos días-

-¿Qué estás diciendo? -decía Eliza realmente consternada.

-Eliza- Tom se acerco mas a ella cerrando un poco la distancia que los separaba -me encargue de ello-

-¿Tú?- decía con ironía y riendo nerviosamente al sentir el cuerpo fornido de su marido tan cerca de ella.

- Candy y Flammy estuvieron al cuidado de Melissa-aseguraba el vaquero con voz ronca ante los deseos de abrazar a su mujer, pero al verla realmente furiosa lo hacia reaccionar si bien le encantaba mirarla cuando fruncia el ceño se veía adorable, aunque muriera por atrapar esos delicados labios rosados y aprisionarla en sus brazos sabia que no era un buen momento estaba el asunto de melissa de su hija, no sabia como iba salir de esta.

-ya veo - dijo ella volteando la mirada para cortar todo tacto visual con aquel hombre que la estremecía con tan solo tenerlo cerca – Agradeceré a Candy y a Flammy por esto, pero no creas que se quedara así, no la dejare meterse con mi hija, espero que te haya quedado claro- decía con furia

-¿Eliza?- él quería que lo mirara, él quería decirle que entre esa mujer y él no hubo nada, y que cuando se fue siempre la respeto, que Moria cada día cada instante sin su presencia, pero era claro que Eliza no lo iba escuchar en ese momento, y menos considerando que su hija había sido victima de esa mujer eso la llenaba mas de ira y furia, no iban a permitir que nadie lastimara a su hija, su primera hija, el primer fruto de su gran amor.

-deberías ir a instalarte y descansar un poco- le dijo ella sin mirarlo y avanzando unos pasos atrás.

-Eliza por favor…- suplicaba él

La pelirroja salió de la vista de Tom el vaquero se quedo parado con las manos en la cabeza, no fue un buen inicio para ellos, pero ya estaba ahí y sus propósitos era recuperar a su mujer a como diera lugar y mantener a su familia unida.


considerandolo...siempre si, sigo sin poder dormir jeje y ya van hacer casi las dos de la madrugada por aqui, siempre si lo publico, esperando que les haya gustado mucho aparte de que se los debia aqui viene lo que sucedio esa noche antes del accidente espero que les haya gustado en verdad jiji, apartir de aqui las cosas van estar un poquito dificiles e intensas aun no se como escribire eso pero espero no perder el hilo jeje.

saludos cordiales y fuertes abrazos, nos leemos en otro capitulo, me esperaran un poquis porque aun no termino el otro de "la redencion de mi alma" y sigo inspirandome para terminar de escribir el siguiente capitulo de esa historia, jeje espero no demorar mucho, ahora si creo que ya deberia dormir jeje

mi estimada GeoMTzR,

Luna Andry

Hirumi HdZ

andre3456

lo prometido es deuda espero que ,les haya gustado jiji

mil gracias las estimo mucho, bonita noche/madrugada y nos leemos pronto. ;)