CAPITULO 7
Tom había sido guiado por los extensos corredores de la mansión, la mucama lo llevo hasta una de las habitaciones principales que para sorpresa del vaquero resulto ser la misma alcoba de Eliza, siendo marido y mujer era correcto compartir la misma alcoba, esas habían sido las ordenes de ella.
—El señor Leagan lo estará esperando dentro de media hora joven Steven — anuncio la mucama dejando las maletas a un costado de la mesita.
—Si, Gracias— agradeció Tom analizando cada rincón de la habitación, le sorprendía que Eliza quisiera aceptar dormir a su lado a la primera noche eso le había hecho entrar una gran ilusión al joven.
- ¿necesita algo más joven? - pregunto la muchacha estando de pie esperando alguna indicación por parte de él, Tom negó con la cabeza sin apartar la vista de los detalles de la habitación
-No, muchas gracias puedo desempacar yo mismo - dijo él desviando la mirada hacia la chica y asintiendo con la cabeza dándole autorización de retirarse deseaba estar a solas.
-seguro señor, con su permiso- la mucama le reverencio ligeramente y salió de la habitación dejándolo solo.
Tom echo un vistazo a su al rededor nuevamente, la habitación de la pelirroja era elegante y espaciosa contaba con un balcón junto al enorme ventanal el cual daba una magnifica vista a la playa privada que la familia poseía, Tom salió al balcón recargando sus codos sobre el barandal para poder admirar mucho mejor la vista del hermoso mar ver las olas arribar a la orilla, su sonido era lo más desestresante para él en esos momentos, el vaquero se dejó embriagar ante la brisa marina que albergaba aquella fresca habitación, sintió como unas manos comenzaron acariciarlo por detrás.
Tom cerro los ojos ante la sensación que aquellas traviesas manos le propiciaban sobre su espalda que poco a poco se iban abriendo paso hasta rodearlo por completo y posándolas sobre el abdomen fornido del hombre que podía sentirse tan solo por encima de la camisa a cuadros que llevaba.
—Añoraba tus caricias... — murmuraba él dejándose llevar ante la sensación que su esposa le brindaba.
—Te he extrañado tanto...— susurro la joven rosando sus labios en los hombros bien formados de Tom.
Tom se giró abruptamente atrapando las manos de su mujer sujetándolas con una sola y con la otra levantó ligeramente la barbilla de ella para que lo mirara.
Tom admiraba el rostro de Eliza como si de una diosa se tratara y no era para menos pues eso era ella para él, una diosa encarnada, con el cuerpo perfecto y esa mirada inquisitiva y altiva que tanto lo enloquecía.
Eliza apropósito alzo su respingada nariz con altivez ella sabia que ese gesto le hacía perder la razón a su fornido vaquero y despertaba en él una apasionante chispa que incendiaba las pupilas del joven.
—sigues tan hermosa como te recordaba— le dijo en un suave y embriagador susurro.
Eliza sentía la voz de Tom como la misma brisa del mar llegar hasta sus sentidos.
la joven entreabrió los labios y Tom los tomo como una invitación para atraparlos en un fogoso beso e introducirse dentro de aquella boquita rosada que rogaba por sentirlo estrechar sus labios contra los de ella.
Tom así lo hizo, la beso con una ferocidad que parecía estar reprimida ante el deseo.
— Tom...— El muchacho abrió los ojos de golpe ante el llamado de ella que se adentraba en la habitación, el vaquero salió de aquella fantasía que lo estaba volviendo loco, miro a la joven mujer tomar asiento frente a su tocador.
—Papá te espera en el despacho — dijo ella acomodándose el cabello — me pidió de favor que te recordara — dijo ella sin quitar la vista de su reflejo, Tom se dirigió hasta su mujer y la tomo de los hombros con delicadeza en un gesto deseoso por ella desde que había llegado era lo más cerca que podía en tocarla por otra parte Eliza no se sentía dispuesta en ese momento a pesar de que intentará ocultarlo su cuerpo la delataba al estremecerse ante el ligero toque de su marido sin embargo su necedad y orgullo lograban vencerla.
—Recién acabas de llegar, no quiero hacer esto ahora — dijo ella observando a Tom atreves de su espejo, el vaquero retiró inmediatamente la mano sobre el hombro desnudo de su mujer.
Tom por entenderla y no querer iniciar lo que podría ser una discusión, entendío lo que su mujer quería decir con ese gesto por lo que salió de la habitación sin decir ni una palabra más.
Eliza se permaneció sentada suspirando profundamente, la muchacha moría por tenerlo en sus brazos, pero no sabía con exactitud lo que ocurría en su mente ante el recuerdo de aquella noche que aún estaba presente en ella y aunque le asegurara que no hubo algo prometedor no podía permitirse el derrumbarse ante la debilidad, si algo la caracterizaba era su ser arrogante y altiva.
Tom caminaba por los pasillos principales de la mansión, llegó hasta donde se encontraba la puerta del despacho de su suegro, dio unos toques a la puerta.
—Adelante hijo — la voz autoritaria del señor Leagan se escuchó del otro lado de la puerta Tom giro cuidadosamente la perilla de la puerta y se adentró en el interior del despacho observando a su suegro quien mantenía la mirada clavada en los documentos sobre su escritorio.
—Por favor, toma asiento muchacho. — alentó el hombre señalando el asiento que tenía frente a él.
Tom se aproximó hasta el elegante escritorio y se dispuso a tomar asiento donde el Señor Leagan le había indicado.
—¿Cómo esta tu padre hijo? — pregunto con cortesía ante la admiración y respeto que le tenía al padre de su yerno.
—Me atrevo a decir que bastante bien Señor Leagan — dijo Tom retirándose el sobrero por respeto al estar en la presencia de su suegro.
—Y las cosas en el racho espero que estén bien — le dijo mientras sacaba uno de sus puros del elegante humidor que poseía sobre su escritorio.
—Me honra decir que así es, La granja va prosperando mucho señor — decía Tom con orgullo de su labor para sostener su rancho que iba creciendo cada vez más, el hombre sonrió con satisfacción al oír a su yerno de esa manera, el señor Leagan le ofreció un puro al joven, pero Tom rechazo amablemente su ofrecimiento a lo que le hizo recordar que su yerno no era precisamente la clase de hombre que disfrutaba de un buen tabaco.
—Preferirás un buen trago entonces, Permítame — dijo él poniéndose de pie y seleccionando de su estante un refinado Balvenie del año 1892, lo sirvió en dos vasos tumbler cortos y le entrego uno al vaquero el cual no pudo rechazar por cortesía.—iré directo al punto hijo... — hablo con total determinación y serenidad lo que obligo a tom mirarle a los ojos con detenimiento, miles de cosas podría pasar por su cabeza en ese momento con tan solo escuchar aquellas palabras salir con rigor por la boca de su imponente suegro.
—Usted dirá señor— le animo a hablar después de haberle dado un sorbo al trago que su suegro le había ofrecido si antes no quería ni mirarlo se dispuso a tomarlo para calar su garganta que iba secándose ante la extraña sensación que comenzaba a recorrerle.
—Eliza ha estado algo abatida en estos últimos meses, asegura que no volvió a recibir noticia alguna de ustedes y ahora tu visita repentina me ha dado en que pensar sin mencionar el hecho que mi nieta posee un hematoma sobre su rostro, muchacho... ¿Todo está bien con ustedes? — expreso el padre de Eliza sintiéndose realmente preocupado por la situación de su familia. Tom era un muchacho valeroso, gentil, respetuoso y sabia lidiar con las situaciones, defendía a su familia a capa y espada sin embargo él señor Leagan podía ver atreves de la coraza de Tom que se sentía tan abatido como su hija.
—Ah... señor Leagan, no estoy seguro de entender— dijo tom sintiéndose además de abatido desconcertado ante lo que su suegro le cavaba de decir ¿Qué Eliza no recibió ninguna misiva? ¿de que se estaba tratando? Hasta donde él recordaba era Eliza quien no había vuelto a escribirles. — si es por el hecho de que no volviéramos a mandar una misiva, permíteme aclarar señor que no fue por nosotros me temo que tampoco llegamos a recibir una carta más de su hija, lo de mi visita le envié la carta una semana mencionando que los niños extrañaban a su madre y considere que quizás seria agradable para ustedes y para ellos estar cerca, el golpe de Melissa fue un desafortunado accidente en el colegio, pero créame hago lo que puedo, no es fácil sin ella. —
El señor Leagan escuchaba con determinada Atención a las palabras de su yerno, le tenía mucha confianza al muchacho sin embargo durante los últimos meses y las condiciones en que su hija tuvo que dejar Lakewood lo tenían pendiente de cada movimiento y para con sus nietos, había estado presenciando el sufrimiento de su hija cuando no recibía alguna noticia de ellos, lo que le impresiono fue el hecho de que Tom aseguraba que la misma situación sucedía, al contrario.
— Dime muchacho, ¿estás seguro de lo que dices? — la recta postura del hombre comenzaba a desvanecerse un estremecimiento de horro comenzó a apoderarse de su columna vertebral, miro a Tom con inquietud esperando que el vaquero negara lo dicho.
—Completamente señor, jamás he mentido...— Aseguro.
—Te creo hijo, me temo que esta situación es delicada, y requiere de nuestra atención inmediata, es lógico pensar que una misiva pudo haberse perdido en el camino, pero ¿durante dos meses? esto no tiene sentido — analizaba la situación con angustia creía asegurar que posiblemente algo pudiera estar detrás.
— Disculpe Señor Leagan — habló tom con discreción —Quizás esto no me incumba pero...
—Habla muchacho— fijo la vista en el vaquero.
—Durante el viaje, escuche a dos hombres hablar sobre tener negocios con usted, aseguraron de que accedería a sus peticiones — el señor Leagan soltó un severo suspiro y recargo su espalda contra el respaldo de su asiento, la mirada que poseía el hombre en ese momento erizo los bellos del joven vaquero que lo hizo cuestionarse si había sido correcto comentarlo.
—Me temo que así es hijo— afirmó el hombre relajando su semblante cosa que agradecido Tom al notarse tenso.
— Son unos negocios de vincular serie hotelera con sus respectivas compañías, conocerás que no estoy de acuerdo, debido a que cada empresa tiene sus ideologías de emprendimiento, no confiaría el proyecto en manos de un completo desconocido, a decir verdad, a nadie—
—No estoy seguro del echo que se trate de un desconocido señor— el entrecejo del Señor Leagan se endureció ante lo que su yerno tenía para compartir.
— ¿Qué es lo que sabes muchacho? — Tom se puso de pie dejando su vaso sobre el escritorio recorrió un poco la sala hasta quedar frente al ventanal, suspiro con dificultad al traer a su memoria aquel timbre de voz tan alarido que parecía reconocer bien. — al escucharlo en el tren, me pareció que era la voz del vizconde james— ese hombre, había vuelto…
Aquel hombre que tenía rivalidades con las familias nobles de Inglaterra aquel estafador vividor que había llegado hasta donde estaba a base de engaños y tretas quien también había estado involucrado ante la repentina quiebra de la amiga de Eliza en los años del colegio san Pablo, ese hombre que había llegado a América con el afán de hacerse de mas fortuna y de derrochar a la familia Andley junto con todo su clan, aquel hombre que había quedado prendado ante la belleza de la señorita Leagan y que había sido humillado por ella al recalzarlo como pretendiente por ese vaquero andrajoso.
Si era él si realmente se trataba de él, entonces ahora todo podía tener sentido.
«separarla de él, con las nuevas leyes del divorcio no habrá problema, podre hacerla mía por fin, llegar hasta los Leagan y abrirme paso hasta la cabecera de los Andley»
Eran las palabras del galante hombre que caminaba con un nuevo porte, con un nuevo nombre, con nuevos planes y cierto propósito.
—lo crees así muchacho? —
—eso me pareció sin embargo no se lo puedo asegurar —
— estaremos al pendiente muchacho, tenemos asuntos de urgencia que atender, lo importante es que estas aquí, con mis nietos y estando aquí estarán bajo nuestro resguardo por lo que te pediré que si tu plan era solo dejar a los niños no es conveniente que te vayas, sobretodo porque mi hija te ha extrañado y te necesita a su lado. —
—Comprendo señor Leagan, puede quedarse tranquilo — la decisión de tom había sido tomada.
continuara...
Holi! como están? espero que muy bien, he aquí el nuevo capitulo, espero que le haya gustado mucho, les mando un cordial saludo!
andre3456: tranqui suele pasar (jejej) lo importante es que te este gustando esta historia muchas gracias por seguir acompañándome y apoyándome con tus constantes comentarios, creo que ahora ya puedes saber de sus intenciones, de eso se trata que haya esa tensión entre estos dos (jiji) espero que hayas disfrutado de este capitulo, por cierto lo de Elisa creo que si jeje pudiera ser, que con mel pague lo malo que hizo.(aunque seria cruel) ya me llegaron mas ideas jajaja saludos :3
GeoMtzR: Holi hermosa, creo mi querida amiga que no es por que ella lo haya querido asi el estar tanto tiempo alejada de ellos, no se si estoy siguiendo un buen hilo pero espero que si (jaja) también hay que mencionar que no la tendrá tan fácil con Mel, si sarah puede ser muy impredecible a lo mejor para ocultar apariencias jejeje
y Tom si esta convencido de que reconoció esa voz pero tu que me sigues en ambas novelas creo que podrás deducir de quien se trata jiji gracias hermosa por tu constante apoyo, espero te haya gustado disfrutado de este capitulo. besos y abrazos :3
Luna Andry: hola preciosa como estas? gracias por seguirme en esta historia significa mucho que te guste tanto, muchísimas gracias en verdad, Tom tiene un carácter algo duro pero también noble jiji yo considero que si podrá defender a su familia jiji, mas malo que Eliza jeje Eliza es mala hasta los huesos jiji sin embargo creo que hay cosas que te hacen cambiar jijiji y yo creo que eliza conocerá un poco de ello, muchas gracias hermosa por tus ánimos y frecuentes comentarios me apoyas mucho espero que hayas disfrutado de este capitulo y nos leemos pronto, te mando un saludo y un fuerte abrazo
