CAPÍTULO 4

Abrí mis ojos lentamente y, por tercera noche consecutiva, el techo que me daba la bienvenida al mundo de la vigilia era diferente. No obstante, lo que llamó más mi atención fue el sonido del aceite friendo. Giré un poco mi cabeza para ubicarme, recordándome el incidente de anoche.

Una araña había invadido la habitación donde me quedaba. Eso fue todo, demasiado alboroto por una pequeña araña, lo sé. ¿Hay alguna historia de fondo respecto a mi fobia a los insectos? No, simplemente son feos y pequeños, me asustan por ese simple, pero pequeño detalle. Mi cuerpo y mente reaccionan solos cuando los veo. Se que son inofensivos, pero así es la vida, hay cosas que escapan de nuestro control.

Por otro lado, Brandy fue muy amable anoche. Me di cuenta de que estaba algo irritada por haber sido despertada a medianoche, y no la culpo, yo estaría igual, pero accedió a cumplir mi capricho de dormir en la sala, por lo cual le estoy agradecido.

Otra cosa que recordé anoche fue que Brandy en efecto es militar, entró con una maldita pistola a mi cuarto buscando Dios sabe qué. Curiosamente estuve en todo momento más asustado de la araña que con la pistola. Eso me preocupaba, considerando que lo más probable fue que morí a manos de un arma. No sentí absolutamente nada al ver la pistola, no sé si eso es bueno o malo, pero me alegra no tener un trauma más en la lista.

Mientras divagaba en mi mente, noté que el sol no había salido aún. Recordé que hoy era lunes, y que Brandy trabajaba. Una parte de mi quería segur durmiendo, pero el sueño simplemente no regresó. Suspirando, me paré del sofá, doblé la cobija y la acomodé en una esquina del sofá. La llevaría más tarde al cuarto.

Puse rumbo a la cocina, y poco a poco me invadió el olor del desayuno. Jugo de naranja con huevos y tocino. Algo que me había dado cuento fue que mi olfato era más sensible, por eso rechacé dormir en la cama de Brandy anoche. No quise arriesgarme a accidentes divertidos.

Al entrar en la cocina vi a Brandy preparando el desayuno.

"Buenos días Brandy." La saludé mientras me acercaba, atraído por el dulce aroma del tocino.

"Buenos días Weis, ¿Dormiste bien?" Pregunto ella con una sonrisa.

"Si, muchas gracias por la ayuda con la araña anoche." Le agradecí mientras le devolvía la sonrisa. Hacia años no me despertaba con alguien haciendo el desayuno.

"No hay problema, toma asiento, ya casi está." Seguí su consejo y me acerqué al comedor, la diferencia fue que esta vez me subí solo a la silla, con algo de esfuerzo, pero con la dignidad intacta.

"Buen día familia." Mort fue el siguiente en entrar a la cocina, pese a su edad aún se levantaba temprano. Le dio un beso en la frente a su hija y luego se sentó en la mesa.

"Buenos días Mort." Saludé al adulto mayor.

"Buen día chico, ¿Dormiste bien anoche? Escuché ruidos."

"Un pequeño incidente con una araña." Decidí responder honestamente, no ganaba nada ocultándolo.

"Ya veo." Mort frunció un poco el ceño, pero no dijo nada más.

Brandy sirvió el desayuno, le di las gracias, por supuesto, y procedimos a desayunar como familia. Hacia años no lo hacía y, no mentiré, me dolió un poco, me recordaba que no pertenecía aquí, en general. Brandy le contó la historia de la araña a Mort, quien simplemente asintió como si no tuviese nada que ver en eso.

Brandy dijo que iba a alistarse para el trabajo y salió de la cocina, mientras Mort lavaba los platos. Yo dediqué ese tiempo a llevar las cobijas de regreso al cuarto de invitados y a arreglar la cama. Cuando terminé, fui rumbo a la cocina para ayudar a Mort a secar los platos.

"No hace falta chico, pero gracias." Y eso fue todo. No tardé mucho en darme cuenta de que realmente no tenía nada que hacer. Iba a ofrecerme voluntario para ayudar con las tareas domésticas, pero eso no me ocuparía todo el día. Quizás si les pido unos libros me dejen leer, tengo algo de curiosidad por este mundo, si realmente es una copia de la Tierra, pero con perros.

No había pasado mucho tiempo cuando Brandy entro a la cocina, no pude evitar mirarla con la boca abierta, recordándome nuevamente que, en efecto, Brandy es militar.

Llevaba un camuflado verde oscuro perfectamente planchado, ni una sola arruga a la vista, un parche que decía "Ejercito" estaba cosido en su pecho izquierdo, junto a una cruz, mientras que en lado derecho había uno que decía "Cattle". Tenía algunos parches más en sus brazos, pero no alcancé a verlos. Una gorra militar a juego con un parche de tres rombos en el centro y, para finalizar, un par de botas negras perfectamente relucientes.

"Wow." No pude evitar admirarla, cuando era pequeño quise entrar en el ejercito como mi abuelo, pero no tuve la oportunidad.

"¿Qué pasa Weis, nunca vista a un soldado?" Preguntó Brandy con algo de humor en su tono, fue entonces cuando caí en cuenta que estaba haciendo una cara tonta. Rápidamente cambie mi expresión.

"No, es solo que, sin el uniforme, no tienes apariencia de militar."

"Las apariencias engañan, Weis."

Cuando me comentó que era medica militar, la imaginé con un clásico atuendo de médico, con bata y todo el paquete. No esperaba verla con el camuflado característico de un soldado.

"Tomo nota. Te queda bien." Le dije mientras asentía. Era la primera vez que veía a un perro en uniforme.

"Gracias." Respondió ella sonriendo. "Me quedaría a platicar, pero se me hace tarde, los veo en la noche." Giró sobre sus talones y salió de la cocina.

"Mi hija es increíble, ¿no?" Me preguntó Mort como todo un padre orgulloso.

"Ciertamente lo es Mort."

No pasó mucho tiempo cuando escuché un motor encendido, era la primera vez que escuchaba uno desde que llegué aquí.

"Ven, sígueme chico." Mort me guio fuera de la casa, a la entrada principal. Poco a poco, el sonido del motor se incrementó y rápidamente me di cuenta de que era el motor de una motocicleta. Brandi salió de un costado de la casa con una moto color verde. El color fue lo único que pude notar, eso y el gran faro en la parte delantera de la misma. El casco de Brandy era color verde camuflado, le cubría la parte superior de la cabeza, dejando al descubierto la parte frontal, hocico incluido. El casco tenía una especie de polímero trasparente que se deslizaba para cubrir sus ojos.

Mientras ella se despedía de nosotros, bajó el protector del caso y arrancó, haciendo algo de espectáculo mientras lo hacía. El sonido poco a poco se fue alejando, cuando el sol empezaba a elevarse en el horizonte, dando oficialmente inicio a un nuevo día.

"Vamos hijo." Pasado un rato, Mort me llevó fuera de la casa, quería que lo ayudara en algo, y eso haré. No tengo nada más que hacer, y me duele vivir de gratis en su casa. Me dijo que esperara en el lateral de la casa y, no pasó mucho tiempo cuando apareció con una escalera.

"Muy bien chico, ponte estos," Dijo mientras me entregaba un par de guantes algo grandes. "Y ayúdame a acomodar la escalera." Mort había traído una escalera, luego de ponerme los guantes, lo ayudé a acomodar dicha escalera en el lateral de la casa, dando un camino para subir al techo.

"Veras, hace poco tuve un incidente con mi corazón-" Empezó Mort.

"Lamento escuchar eso, espero se encuentre mejor." Lo interrumpí de forma algo grosera, pero me recordó a mi propio abuelo en sus últimos años.

"Gracias chico." Respondió Mort con una sonrisa. "Pero ahora estoy mejor, mi hija me recordó que aún me necesitaban, y no podía irme así sin más."

"Brandy es una buena hija." Dije mientras asentía en aprobación.

"No fue ella, fue mi otra hija, Chilli... ¿Dime Weis, Brandy te habló de ella?"

"Me dijo que tenía una hermana, pero es la primera vez que escucho el nombre…"

"...Entiendo." Respondió Mort luego de unos cuantos segundos. No mentiré, tenía algo de curiosidad.

"¿Pasa algo entre ellas dos?" No me consideraba una persona chismosa, pero ahora tanto Brandy como Mort parecieran querer evitar el tema.

"Lo siento chico, eso es algo que no me corresponde a mi contarte, pregúntale cuando regrese."

"Entendido." Hubo un ligero e incómodo silencio, uno que no me gustó y, por lo tanto, decidí romper. "Entonces, ¿Qué necesita que haga?"

"¡Oh, claro!, es bastante sencillo, solo sube y mete la basura que encuentres en este balde." Me entregó un balde y luego señaló hacia el techo. Me encogí de hombros y seguí sus instrucciones.

Sin perder el tiempo, subí la escalera y miré el canal del techo, estaba lleno de hojas, tierra y algunas ramitas. Sin perder el tiempo empecé a quitar la basura y meterla en el balde. No pasó mucho tiempo hasta que Mort decidió romper el silencio.

"Chico, ¿Te importa si pregunto por tu familia?, sé que los extrañas, pero quisiera conocerte mejor."

"No me importa, les debo eso al menos por dejarme pasar un par de noches acá." No me importaba hablar de ellos, es más, lo disfrutaría. Hacia años no veía a mis padres y, ya que no podré verlos nuevamente, hablar de ellos seguro será bueno... ¿Verdad?

"Ya veo. Cuéntame de tus padres, ¿En qué trabajaban?"

"Papá trabajaba como abogado para la embajada alemana en mi país, mamá era una música bastante conocida." En mi hocico se dibujó una sonrisa al recordarlos.

"No está mal." Asentí en reconocimiento mientras seguía limpiando los canales. "y, ¿Alguna vez te contaron como se conocieron?"

"Jeje, por supuesto. Mientras papá estaba estudiando derecho en Alemania occidental, se cruzó con una manifestación en contra el muro de Berlín. Papá consideraba las marchas como una pérdida de tiempo, les gritó que hicieran algo útil y, una bella dama salió con una trompeta en la mano y le dio un puñetazo."

Escuché un estallido de risa abajo, cuando miré, Mort estaba luchando paro caer al suelo mientras reía.

"Vamos Mort, no fue tan gracioso." Dije con algo de risa escapándoseme, también me había reído la primera vez, pero no tanto.

"Lo siento chico, es solo que me recordó a mi primer encuentro con mi amada."

"¿De verdad?" Estaba intrigado.

"Si, veras, durante la guerra resulté herido. Cuando fui al hospital de campaña, la vi justo en la entrada. Le grité "¡Enfermera, ayuda!". Jeje, me dio una mirada de muerte per me atendió, de manera nada amable. Más tarde me enteré de que ella era doctora, no enfermera."

"Si, puedo ver a Brandy reaccionando de la misma manera."

"En efecto, ella da miedo cuando se enoja. Pero volviendo al tema, seguimos en contacto durante la guerra, cuando regresamos, simplemente todo siguió su curso." Mort tenía una sonrisa nostálgica en su hocico, mirando hacia la entrada de la casa.

"Me alegra escucharlo, Brandy me dijo que estaba orgullosa de seguir sus pasos."

"No es la única." Compartimos una sonrisa y regresamos al trabajo. Recordé el resto de la historia de mis padres, papá amenazó con demandarla, y mamá le dijo que lo hiciera, no le tenía miedo. Fueron quedando para arreglarlo y lentamente el amor surgió. Mi mamá acompañó a papá de regreso a casa, donde siguieron sus vidas.

Realmente envidiaba que ellos lograran una buena vida, justo cuando empezaba a recordar algo amargo, Mort me sacó de mis pensamientos.

"E hijo, ¿Que tal tu abuelo, lo conociste?" La sonrisa que tenía desapareció de un momento a otro. Mi abuelo fue...

"Lo hice, es el... fue el perro que más he respetado en mi vida." Mort debió de percatarse que mi estado de ánimo había cambiado.

"Entiendo si no quieres recordar."

"No, está bien. No es como si fuera un secreto." Iba a empezar a hablar, pero consideré como abordar el tema. "Mi familia se remonta a la vieja nobleza prusiana," Mort abrió mucho los ojos. "Nuestra familia siempre estuvo en el ejército, y mi abuelo no fue la excepción. Desafortunadamente para él, le tocó justo cuando el "simpático" pintor austriaco se hizo con el poder de Alemania." Solté la última parte con todo el sarcasmo que la voz de un niño permitía.

Hubo silenció, solo se escuchaban mis patas enguantadas limpiando los canales. Ya habíamos avanzado hasta la mitad de la casa.

"Hijo, si es un tema delicado no pienso entrometerme."

"No lo es, mi abuelo no fue un Nazi. Hubo familiares que abrazaron la nueva ideología con los brazos abiertos, soñando con recuperar los viejos privilegios perdidos con el fin del imperio. Mi abuelo no era uno de ellos, se vio obligado a ponerse el uniforme a punta de pistola."

"¿Y que hizo durante la guerra?" Preguntó Mort con evidente curiosidad.

"El abuelo hablaba cinco idiomas; alemán, francés, polaco, checo e inglés, así que lo pusieron a cargo de "voluntarios" checos, en una guarnición en algún lugar de Francia. Luego del día D, apenas tuvo la oportunidad, desertó a las potencias aliadas con su compañía. Ninguno hablaba otro idioma aparte del checo. Les salvó la vida." Estaba orgulloso de mi abuelo. Siempre me decía que el deber de un soldado es seguir ordenes, pero un soldado tiene el derecho de elegir por que luchar.

"...Creo que fue un gran perro." Mort compartió mis pensamientos. No podemos elegir el momento o lugar de nacimiento, simplemente hay que aceptarlo y seguir adelante.

"Lo fue, él fue mi modelo a seguir cuando era joven... De hecho, quería ser soldado cuando era niño, iba a prestar servicio al cumplir los dieciocho años, por consejo de él."

"¿Enserió, Y qué pasó? Hubieras sido un buen soldado." Dijo Mort con algo de entusiasmo en su tono.

"Papá llegó un día después de mi cumpleaños dieciocho con mi libreta militar lista, él no quería que me acercara al ejército. Me la entregó con una noticia. Iba a estudiar economía en Alemania." Esa vez fue la única vez que discutí con papá, me sentí controlado, pero al final... "Terminé aceptando, realmente no me importó."

"¿En serio, así de fácil?" Preguntó Mort con incredulidad. No podía culparlo, mi papá no parecía ser esa clase de padre, pero solo quería que su hijo estuviese a salvo.

"Si, realmente no me importó. En ese momento de mi vida, estaba bastante desencantado de la misma, solo quería una vida estable." Recordar esa etapa de mi vida me hizo dibujar una sonrisa nostálgica en mi rostro. No apreciaba realmente lo que tenía.

"Ya veo... ¿Y la abuela?" Mort intentó cambiar de tema para superar el pesado ambiente, desafortunadamente para él...

"...El parto de papá fue complicado." Dije mientras terminaba de limpiar el canal, no quedó perfecto, pero estaba mejor que cuando comencé.

"Entiendo." Fueron las palabras finales de la conversación.

Mort me ayudó a bajar junto con el balde de suciedad. Retiró la escalera y nos adentramos en la casa. Limpiar los canales había llevado más tiempo del previsto, principalmente porque hablamos durante el trabajo. El resto de la mañana ayudé en el aseo interno de la casa, no fue mucho, ya estaba bastante limpia, pero fue útil para mantenerse ocupado.

El almuerzo transcurrió sin problemas. Mort se encargó de todo, diciéndome que descansara. Si bien no sentí que hice mucho hoy, me sentía algo cansado, supongo que tener el cuerpo de un niño jugó un papel importante en eso.

Por la tarde Mort me prestó unos cuantos libros, le había pedido de historia, quería confirmar que la historia sea la misma que en la Tierra. Afortunadamente, tanto los Estados confederados como la URSS ya no existían, confirmando que la sagrada línea del tiempo era la misma, salvo por algunos juegos de palabras con perros que no mencionaré.

El resto de la tarde jugué ajedrez con Mort, siendo un reto mayor que Brandy, terminamos cinco a tres partidas a favor de Mort. Brandy en algún punto de la tarde llamó para avisar que llegaría tarde, y así fue. Me acosté temprano, pidiéndole a Mort que buscara algún insecto en la habitación de invitados, y para alivio mío, no hubo problemas. Un día corto.

Me acosté pensando en mi familia, mis padres y abuelo, esperando soñar con ellos. Los momentos felices, e incluso los tristes, quería verlos una vez más.

Desafortunadamente no fue el caso, no soñé absolutamente nada esa noche.


Nota: Comisioné un fanart con el OC de esta historia, Schwarz Weiß, el artista lo pueden encontrar en Twitter como MeShyPoTaTo.

Si se preguntan por el monóculo, la respuesta es ¿Por qué no? Son geniales. Las gafas son un complot de los oftalmólogo para cobrar el doble por los lentes.

Enlace: /MeShyPoTaTo/status/1761659972117737765